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Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. UNIVERSIDAD DE CARABOBO Facultad de Ciencias de la Salud Escuela de Salud Pública y Desarrollo Social Departamento de Salud Mental Escuela de Medicina Práctica Médica Valencia, 2016 1era Revisión 2018 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo Herrera (Supervisor/editor) 1 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. Con Introducción a la Práctica Clínica se quiere ofrecer algunas nociones elementales para ayudar al estudiante de Medicina, en su primer contacto con el aprendizaje clínico. Esta guía no pretende, por lo tanto, describir de manera profunda los contenidos clínicos de los currícula de los diferentes programas de las materias que se verán en años posteriores. Lo que aquí abordaremos, tiene que ver más, con los conocimientos fundamentales que aproximen al médico en formación, con su futuro desenvolvimiento en las clínicas hospitalarias, específicamente con la asignatura de Semiología. La tarea central en la enseñanza clínica es capacitar al estudiante de medicina para, ante un paciente concreto, buscar los datos más útiles, interpretar los que encuentra y relacionar esos datos para construir un diagnóstico y una explicación del problema que sirva de base para un plan terapéutico, ya sea médico o quirúrgico. Para que dicha labor sea cumplida con éxito se requiere que el estudiante se familiarice con los conocimientos sobre el proceso de razonamiento clínico. Este proceso de razonamiento clínico lo podemos dividir, para efectos solo académicos, en tres fases que muchas veces no están separadas nítidamente ni tienen por qué ser estrictamente secuenciales. Estas fases son: 1. Delimitar y definir el problema. 2. Establecer una explicación suficiente del problema. 3. Decidir un plan de actuación para proponer/negociar con el paciente. Delimitar y definir el problema El primer paso es definir cuál es el problema del paciente (motivo de consulta). Para ello es necesario “traducir” las quejas del paciente a síntomas clínicos definidos, ya que pueden producirse malentendidos que pueden conducir a errores y actuaciones no acertadas. Una relación médico-paciente asertiva y unas buenas técnicas de entrevista son esenciales para que la información recogida sea relevante, fiable y precisa. Establecer una explicación suficiente del problema Esta tarea depende de la búsqueda e interpretación de los datos clínicos del paciente. La identificación de los datos necesarios para establecer un diagnóstico es esencial. El diagnóstico/explicación conlleva a relacionar los efectos a las posibles causas siguiendo diversas estrategias como razonamientos inductivos, deductivos, entre otros. Decidir un plan de actuación para proponer/negociar con el paciente La toma de decisiones terapéuticas representa un proceso ponderativo, que implica sopesar la utilidad de cada alternativa (siempre buscando el beneficio del paciente) y la probabilidad de que este ocurra. Para facilitar este proceso de enseñanza-aprendizaje, que permitirá al médico en formación iniciar este camino en el arte del razonamiento clínico, es conveniente conocer y familiarizarse con conceptos básicos como: Semiología médica: rama de la medicina cuyo objeto de estudio es la identificación de las diversas manifestaciones (signos y síntomas) de las enfermedades. Síntomas: son manifestaciones subjetivas de enfermedad, es decir, percibidas exclusivamente por el paciente y que el médico sólo puede conocer a través del interrogatorio. 2 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. Signos: son manifestaciones objetivas de enfermedad, descubiertas por el médico mediante el examen físico o exámenes complementarios. Síndrome: es un conjunto de signos y síntomas relacionados entre sí, con una fisiopatología común y diversas etiologías En así como, para dar inicio a este proceso de formación en la práctica clínica, este orden de ideas, se explicará en primera instancia los dos síntomas más frecuentes referidos por los pacientes, ya sea adulto o pediátrico, al momento de asistir a una consulta médica: el dolor y la fiebre. Otros síntomas y signos se definirán en un documento adicional de glosario de términos. LA HISTORIA CLÍNICA CAPÍTULO I Es un documento médico-legal de carácter confidencial que describe la enfermedad de forma secuencial, inteligible y cronológica, haciéndola fundamental para la elaboración de un diagnóstico certero a través de su síntesis y análisis. Para su redacción es indispensable realizar inicialmente, el interrogatorio o anamnesis de cuyo vínculo de comunicación parte la relación médico-paciente; y en segunda instancia, el examen físico. La historia clínica se encuentra conformada por las siguientes partes: EL INTERROGATORIO O ANAMNESIS Requiere el establecimiento de un vínculo de comunicación con el paciente donde el médico debe generar un estado de confianza y afecto mostrando interés, amabilidad y seriedad, sin sugerir respuestas al paciente. El perfeccionamiento de esta entrevista médica se basa en la experiencia. Comprende: FICHA PATRONÍMICA: incluye datos personales y de identificación del paciente. MOTIVO DE CONSULTA: es la razón principal que llevó al paciente a consultar. En forma breve y concisa debe expresar el “síntoma” o “síntomas” que hicieron consultar al paciente sin describirlos o explicarlos; cabe destacar que este síntoma no necesariamente es el primero en aparecer durante el curso de la enfermedad. El paciente habitualmente emplea “expresiones naturales o coloquiales” que pueden colocarse tal cual como el paciente lo refiere siempre y cuando se especifique entre paréntesis a que hacen referencia, y que no sean palabras prosaicas. NO debe contener diagnósticos. ENFERMEDAD ACTUAL: es la descripción del motivo de consulta y los demás síntomas relacionados. Esta “descripción” debe ser secuencial y en ORDEN CRONOLÓGICO de aparición de hechos. Al referirse a estos en el tiempo debe evitarse expresiones como: “hace 1 o 2 meses”, “aproximadamente 1 año”. Deberá anotarse en la forma más precisa posible, el día, semana o mes en el que se percibe el/los síntoma (s) por primera vez y su evolución en el tiempo. NO se incluyen diagnósticos; sin embargo, suele ser necesario el uso de “pertinentes negativos”, es decir, síntomas relacionados a la afección de la cual se sospecha pero que el paciente niega presentar. Para facilitar el orden cronológico y secuencial de la enfermedad actual se usa la nemotecnia “ALICIA DR” para el dolor, aplicable al resto de los síntomas. 3 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. Aparición Intensidad Irradiación Alivio/Agravantes ANTECEDENTES PERSONALES: hacen referencia a hechos pasados de importancia médica en la vida del paciente, que pueden tener influencia en su estado actual o asociarse a factores de riesgo. Incluyen: antecedentes fisiológicos, antecedentes patológicos (enfermedades padecidas), quirúrgicos, traumáticos, obstétricos y socioeconómicos. Algunos de los datos más importantes de este segmento de la HC son: Antecedentes personales fisiológicos: 1. Condiciones perinatales: se refiere a las condiciones físicas y psicosociales vinculadas al embarazo y nacimiento del paciente. En caso de ser paciente pediátrico es conveniente requerirloa los padres presentes en la consulta. 2. Estado del esquema de vacunación. Se recomienda ver la tarjeta de vacunas. 3. Crecimiento: se refiere a las alteraciones en la masa corporal o talla. 4. Desarrollo: se refiere a la diferenciación de funciones que se presentan como logros del comportamiento en cuatro áreas: motora, de coordinación, social y del lenguaje. Antecedentes personales patológicos: 1. Enfermedades infectocontagiosas: indican enfermedades transmisibles causadas por agentes microbianos, de evolución aguda o crónica y adquirida por contacto directo o a través de vectores, tales como: varicela, sarampión, parotiditis, mononucleosis, dengue, chikungunya, hepatitis, neumonía. Iniciamos siempre haciendo referencia a las enfermedades eruptivas de la infancia. 2. Enfermedades crónicas: enfermedades orgánicas de curso prolongado, permanentes o intermitentes, que requieren largos períodos de vigilancia médica. Las más comunes son la diabetes mellitus, hipertensión arterial, asma bronquial; entre otras. Se debe especificar fecha o año de diagnóstico, si recibe o no tratamiento, cual es el tratamiento y, estado actual de la condición. 3. Alergias: a medicamentos, sustancias o alimentos, que pueden manifestarse de forma cutánea o extracutánea. 4. Hospitalizaciones previas: en caso de existir, especificar en orden cronológico el año de cada una, duración de la misma, razón por la cual se hospitalizó al paciente y evolución general. 5. Cirugías: nombre de la cirugía y razón de la misma, año en que se realizó. Se debe especificar si hubo o no complicaciones durante y después. En el caso de pacientes femeninos, se incluyen en este apartado las cesáreas. 6. Traumatismos: como fracturas, accidentes de tránsito, etc. Igualmente especificar: edad, año, 4 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. IPA= N° de cigarrillos diarios x N° de años fumando / 20. IPA causa y complicaciones. 7. Transfusión de hemocomponentes: interrogar al paciente sobre si alguna vez ha sido transfundido, el número de veces y la causa. ANTECEDENTES FAMILIARES: indican cual es el estado de salud actual de los integrantes del núcleo familiar del paciente, la presencia de enfermedades o síntomas similares en parientes cercanos y de enfermedades comunes hereditarias tales como: diabetes mellitus, obesidad, cardiovasculares, hipertensión arterial, cáncer, enfermedades mentales y toxicomanías. Hacer hincapié en patologías infectocontagiosas (tuberculosis, lepra, sífilis y SIDA). Debe indagarse la edad y estado de salud de cada miembro inmediato de la familia (abuelos, padres, hermanos e hijos), de haber fallecidos se debe especificar la edad para el momento y causa de muerte. ANTECEDENTES EPIDEMIOLÓGICOS: incluyen el tipo de vivienda y las condiciones en que se encuentra (techo, paredes y piso), sus características (número de habitaciones y baños) y el número de personas que habitan en ella. Sirve de orientación en patologías relacionadas a las condiciones socio-sanitarias del paciente. Se interroga: disponibilidad de servicios básicos, presencia mascotas, vectores, entre otros. En pacientes pediátricos se usa el Método Graffar-Méndez Castellano que clasifica en estratos las condiciones socio-económicas del paciente según la profesión del jefe de la familia, el nivel de instrucción de la madre, el tipo de fuente de ingreso y las condiciones de alojamiento. HÁBITOS PSICOBIOLÓGICOS: costumbres del individuo que representan posibles factores de riesgo a enfermar. Entre ellos interrogamos: Alimentación: tipo de macronutrientes en las que se basa (carbohidratos, proteínas, grasas), número de comidas y horario. Meriendas, consumo de café/ te (número de tazas) y agua. Se sugiere realizar un recordatorio de 24 horas: qué desayunó, qué almorzó y qué cenó. Alcohol: edad en que inicio el consumo, frecuencia y tipo de alcohol (cerveza, ron, entre otros) así como la cantidad y si alcanza el estado de embriaguez. Tabaquismo: edad en que inicio a fumar. En este caso se debe calcular el Índice de paquetes / año (IPA) que indica la cantidad de cigarrillos que ha fumado un individuo durante un período de tiempo y el riesgo que tiene de desarrollar EPOC o cáncer de pulmón. Riesgo leve: < 20 Riesgo moderado: 21-39 Riesgo alto: > 40 Drogas: edad de inicio del consumo, tipo de ilícito y la frecuencia. Sueño: características del sueño (número de horas, si es reparador), uso de inductores del sueño y siestas. Sexualidad: edad en que inicio actividad sexual (sexarca), preferencias sexuales, número de parejas sexuales y uso de métodos de barreras (uso de anticonceptivos orales también se debe incluir en pacientes femeninas). Representa un importante factor de riesgo para enfermedades infectocontagiosas de transmisión sexual. Actividad física: número de horas semanales y el tipo de actividad que realiza, de lo contrario 5 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. se reporta como sedentarismo. Es indicador general de buena salud y factor de riesgo para desarrollo de obesidad, diabetes tipo II e hipertensión arterial. Ocupación: ocupación actual y referencia de actividades que haya realizado en el pasado de relevancia como factores de riesgo (ej.: manejo de productos químicos, pinturas, obreros de la construcción, etc.) Profesión. Exposición a biomasa: se define biomasa como la materia orgánica originada de un proceso biológico que suele ser usada como fuente de energía (ej.: uso de leña para cocinar). Es un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades respiratorias ya que genera gran cantidad de productos tóxicos (partículas respirables y monóxido de carbono). EXAMEN FUNCIONAL POR APARATOS Y SISTEMAS: consiste en un INTERROGATORIO de síntomas por cada aparato o sistema, que no necesariamente están relacionamos al motivo de consulta. Se le pide al paciente que indique si alguno de los síntomas interrogados estuvo presente en los 6 meses previos al inicio de la enfermedad actual, en caso de ser así, se les aplica el ALICIA DR para ser correctamente descritos en este apartado. Aquellos síntomas con más de 6 meses de evolución y aparición recurrente se consideran un antecedente personal. La importancia de este interrogatorio radica en que suele mostrar síntomas relacionados a la enfermedad actual que no habían sido indicados anteriormente o permite diagnosticar patologías subyacentes. Incluye: General: fiebre, pérdida y/o aumento de peso, debilidad, fatiga y temblores nocturnos. Piel: edemas, cianosis, erupciones, prurito, pigmentaciones y resequedad. Cabeza: cefalea, mareos, caída del cabello, síncope y traumatismos. Ojos: uso de anteojos, amaurosis, dolor ocular, diplopía, fotofobia y epífora. Oídos: otalgia, secreciones, tinnitus, vértigo e hipoacusia. Nariz: catarros, epistaxis, obstrucciones, secreciones y sinusitis. Boca: halitosis, gingivitis, gingivorragia, ausencia de piezas dentales y uso de prótesis. Garganta: disfagia, disfonía y odinofagia. Respiratorio: tos, expectoración, dolor torácico, hemoptisis, disnea, silbidos y roncus. Osteomuscular: dolores óseos, debilidad, artralgias, mialgias, fracturas y deformidades. Cardiovascular: palpitaciones, taquicardia, precordialgias, vértigos, claudicación intermitente y varicosidades. Gastrointestinal: se interroga el patrón evacuatorio normal del paciente: número de deposiciones diarias, consistencia y aspecto de las heces (superficie y color), presencia de moco y/o sangre. Apetito, constipación, diarrea, dolor abdominal, náuseas, vómitos y pirosis. Genitourinario:se interroga número de micciones diarias, nicturia (número), color y olor de la orina, presencia de ardor y/o dolor antes o durante la micción. Hematuria, incontinencia, piuria, secreciones. Nervioso y mental: convulsiones, trastornos emocionales, de la personalidad y de la marcha, tics, parálisis y temblores. EL EXAMEN FÍSICO CAPÍTULO II Es el acto que realiza el médico usando solo sus sentidos e instrumentos sencillos (estetoscopio, esfigmomanómetro, martillos de reflejos) con el fin de reconocer la normalidad o las alteraciones físicas (signos) producidas por la enfermedad. Permite la inclusión de hallazgos semiológicos que pueden o no tener relación con el motivo de consulta. Inicia desde el momento en el que paciente entra a la consulta. Podemos dividirlo en examen físico general, de uso práctico ambulatorio, y examen físico segmentario; ambos necesarios para la historia clínica hospitalaria. El examen físico comprende cuatro etapas: 6 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. percusión y palpación. 1. Inspección: observar el cuerpo. Se inicia desde el primer contacto del médico con el paciente, continúa durante el interrogatorio y se completa cuando se examina al paciente sin su ropa. 2. Palpación: sentir el cuerpo con los dedos o las manos. Es la apreciación manual de la sensibilidad, la temperatura, la forma, el tamaño, la consistencia, la situación y los movimientos de la región explorada. Se realiza sobre los tegumentos o a través de ellos (palpación) o introduciendo uno o más dedos por los orificios naturales, p. ej., el tacto rectal o vaginal. Puede ser monomanual o bimanual, superficial o profunda. 3. Percusión: producir sonidos, generalmente dando golpes suaves en áreas específicas del cuerpo. Permite apreciar las características de los sonidos generados al golpear determinadas zonas del cuerpo, en particular el tórax y el abdomen. Se utiliza la técnica digito-digital, en la cual un dedo percutor golpea sobre un dedo plexímetro. 4. Auscultación: escuchar los sonidos, generalmente con estetoscopio. Es la apreciación con el sentido del oído de los fenómenos acústicos originados en el organismo, sea por la actividad del corazón y la circulación de la sangre, por la entrada o salida de aire en el aparato respiratorio, o por el tránsito en el tubo digestivo. EXAMEN FÍSICO GENERAL Incluye los aspectos más relevantes del examen físico y suele realizarse al iniciar la evaluación, siempre siguiendo un orden céfalo-caudal. La inspección del aspecto general del paciente nos permite deducir algunos detalles importantes tales como: higiene, aparente estado de salud, afecciones agudas o crónicas, facies, actitud o postura, nivel de conciencia, hidratación y nutrición. 1. SIGNOS VITALES (SV) Los SV son valores que permiten estimar la efectividad de la circulación, respiración y funciones neurológicas basales y su réplica a diferentes estímulos fisiológicos y patológicos. Se utilizan para observar, medir, vigilar y evaluar el estado o condición general del paciente. Se pueden tomar estas medidas al empezar el examen, o bien, integrarlas en la exploración cardiovascular y torácica. Entre estos tenemos: a. Presión arterial (PA): en el ejercicio médico para medir la presión arterial, se requiere de un esfigmomanómetro (tensiómetro) y un estetoscopio (PA auscultatoria). Para proceder a tomar la presión, se deben seguir los siguientes pasos: 1. Sentar al paciente preferiblemente y dejarlo descansar por 5 min. 2. Colocar el brazo del paciente a la altura del corazón. 3. Introduzca el manguito a 2 dedos por encima del pliegue del codo (preferiblemente sobre el brazo derecho) y ajústelo convenientemente, de tal forma que el centro de la bolsa inflable se aplique sobre la arteria humeral. 4. Se palpa el pulso de la arteria braquial. 5. Luego, se coloca la campana del estetoscopio sobre el punto donde palpa la arteria. 6. Proceda a inflar el manguito a través de la perilla, llevando la aguja del manómetro hasta 180- 200 mmHg, o bien, hasta 20-30 mmHg por encima de la desaparición del pulso. 7 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. 7. Finalmente, empieza a desinflar. A medida que la presión desciende, se escuchará el 1er ruido de Korotkoff (1 fase), el cual corresponde a la PRESIÓN SISTÓLICA. La desaparición total de ruido (4ta-5ta fase) marcará el valor de la PRESIÓN DIASTÓLICA. b. Frecuencia cardiaca (FC): la ‘‘frecuencia cardiaca central’’ debe ser determinada por auscultación de la región precordial a nivel de los 5 focos de auscultación con un estetoscopio. El Pulso se percibe por la palpación de las arterias a nivel periférico. Es importante que la determinación de la frecuencia cardíaca y el pulso se realice durante un minuto completo, sobre todo, en pacientes pediátricos. Las regiones en las cuales se puede tomar el pulso son las siguientes: Carotídea (rotar la cabeza hacia el examinador y por delante del músculo esternocleidomastoideo palpar la arteria hacia abajo para evitar la compresión del seno carotídeo). Humeral (borde interno del bíceps, cerca del pliegue del codo). Radial (en el canal radial, espacio entre el tendón del palmar mayor y el radio). Femoral (en la parte media del arco crural). Poplítea (en la línea media del hueco poplíteo, preferiblemente con la rodilla flexionada). Pedia (por fuera del extensor largo de los dedos). Tibial posterior (por detrás del maléolo interno). c. Frecuencia respiratoria (FR): se recomienda medir la FR simulando la toma del pulso. Una evaluación práctica de la función respiratoria incluye, determinar si la frecuencia respiratoria es normal o si hay signos de ‘‘dificultad respiratoria’’ y el ‘‘tipo de respiración’’ predominante: torácica o abdominal. Es importante que la determinación de la frecuencia respiratoria se realice durante un minuto completo. d. Temperatura: para registrar su valor se debe tomar el termómetro por el extremo de mercurio, descender el nivel de la columna de mercurio por debajo de 36˚C, colocarlo en la zona elegida (boca, axila o recto), dejarlo en contacto con el cuerpo por un periodo de 3 a 5 min. Retirar y hacer la lectura inmediatamente. Valores normales de los Signos Vitales del Adulto Tensión Arterial ≤120mmHg TAS ≤ 80mmHg TAD Frecuencia Cardiaca 60-100 lpm Pulso 60-100 ppm Frecuencia Respiratoria 16-20 rpm (autores indican 12-20 rpm) Temperatura 36,5°C – 38,4°C 2. MEDIDAS ANTROPOMÉTRICAS (SOMATOMETRÍA): Peso: anotar en kilogramos con un decimal. El paciente debe estar descalzo y con la menor cantidad de ropa posible. 8 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. Kg m2 En pacientes pediátricos estos datos deberán ser graficados en las curvas de peso, talla y del IMC; registrando los percentiles correspondientes en los espacios asignados. Talla: consignar la talla en centímetros con un decimal. Índice de Masa Corporal (IMC): evalúa el estado nutritivo del paciente y se calcula dividiendo el peso (Kg) entre la talla (en metros) elevada al cuadrado. Los puntos de corte sugeridos para el diagnóstico nutricional son los siguientes: Paciente pediátrico Paciente adulto Desnutrición IMC < P3 IMC < 18.5 Desnutrición en zona crítica IMC ≥P3 ≤P10 Normal IMC P10 – P90 IMC 18.5 – 24.9 Sobrepeso IMC P90- P97 IMC 25 – 29.9 Obesidad IMC > P97 Grado 1: IMC 30 – 34.5 Grado 2: IMC 35 – 39.9 Grado 3: IMC > 40 CircunferenciaAbdominal: es la medición de la distancia alrededor del abdomen en un punto específico, por lo general a nivel del ombligo o 2 cm por debajo de este (según OMS). Guarda estrecha relación con el riesgo cardiovascular y metabólico. Circunferencia abdominal Mujeres Hombres Bajo riesgo (óptimo) < 80 cm < 94 cm Alto riesgo >88 cm >102 cm 3. CONCIENCIA: es la situación de alerta instantánea y global frente al medio que nos rodea, es decir, el estado en el cual el individuo se da cuenta de sí mismo y del ambiente (ubicación en tiempo, espacio y persona). Además, se valora el lenguaje y la memoria. (Ver Examen físico Neurológico). 4. POSICION Y ACTITUD: está dada por la relación que mantienen los distintos segmentos del cuerpo entre sí. Generalmente estas posiciones alivian el dolor o pueden sugerir problemas específicos. Por ejemplo, la ortopnea de la insuficiencia cardíaca y la posición en “gatillo de fusil” de la meningitis. 5. BIOTIPO: indica las características corporales del paciente atendiendo a su capacidad para acumular grasa y sintetizar músculo, que suministra la inspección directa de la persona, basado sobre la medida o proporción relativa de sus segmentos corporales. Los biotipos son endomorfo (brevilíneo), mesomorfo (normolíneo) y ectomorfo (longilíneo). 9 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. 6. FACIE: hace referencia al conjunto integrado de características morfológicas del rostro del paciente, así como también los cambios de color y la expresión, que pueden ser de orientación para el diagnóstico. Por ejemplo: la fascie lúpica caracterizada por una erupción eritemato- papuloescamosa que abarca los pómulos y la nariz, en formas de alas de mariposa. 7. ESTADO DE NUTRICIÓN: directamente relacionado con el trofismo del panículo adiposo, aunque afecta también al resto de los órganos. Sus alteraciones cuantitativas se traducen en variaciones del peso corporal, según el ingreso calórico supere al egreso o sea inferior a él. 8. MARCHA: está constituida por movimientos elementales destinados al transporte del cuerpo por los pies, con perfecta conservación del equilibrio, para lo cual deben ser simultáneos (sinergia), sucesivos (diadococinesia) y de la misma magnitud (isometría). (Ver Examen físico Neurológico). 9. ALIENTO: la presencia de halitosis hace referencia al estado de higiene del paciente o la presencia de problemas particulares como el aliento con olor a manzana del paciente en coma diabético. EXAMEN FÍSICO SEGMENTARIO La exploración física por aparatos y sistemas comprende: 1. Piel y mucosas: los procedimientos fundamentales para el examen de la piel son la inspección y la palpación. Se describen las características generales de color, temperatura, hidratación, turgor o elasticidad (consistencia de la piel), llenado capilar y sensibilidad. Además, se evalúan los ganglios linfáticos superficiales. Se hace referencia a si son visibles y/o palpables, indicando: diámetro, movilidad, adherencia a planos y sensibilidad dolorosa. El llenado capilar: es una prueba rápida que vigila la deshidratación y cantidad de flujo sanguíneo que llega al tejido. Se procede a aplicar presión sobre el lecho ungueal hasta que este se torne blanco, lo que indica que la sangre ha sido forzada a salir del tejido; luego de esto se retira la presión mientras se sostiene la mano por encima del corazón. Inmediatamente el médico mide el tiempo que tarda la sangre en regresar al tejido, indicado por el retorno del color rosado a la uña que debe ser menor a 3 segundos. 2. Cabeza: el examen del cráneo permite reconocer anomalías de valor diagnóstico. Se debe observar su morfología y características, así como la palpación de puntos dolorosos, deformaciones o tumoraciones. El cráneo tiene una forma ovalada en sentido anteroposterior y su tamaño varía de un individuo a otro y de acuerdo a la raza. El pelo de la cabeza debe analizarse en cuanto a cantidad, distribución, color y textura. El pelo debe apartarse por sectores para buscar lesiones del cuero cabelludo, como las alopecias. También deben examinarse la frente y las cejas. 3. Ojos: se evalúan principalmente las características morfológicas, observando la simetría y el estado de las pupilas para dar paso a la evaluación de los reflejos oculares y el fondo de ojo. 10 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. Reflejo pupilar: para evaluar el reflejo pupilar se debe utilizar una lámpara de bolsillo con luz tenue, primero se le debe pedir al paciente que fije su vista en algún punto. Luego, colocar la lámpara aproximadamente a unos 15 cm del paciente, de dos a tres segundos en cada ojo, dos o tres veces, revisando los siguientes reflejos: Reflejo directo (fotomotor): reflejo que se observa inmediatamente al colocar la luz sobre el paciente. Indirecto (consensual): se revisa el ojo contrario al que se coloca la luz. Debe de contraerse de igual manera que el ojo que recibe la luz directamente. Agudeza visual: es la facultad que tenemos para detallar las características de un objeto colocado en frente de nosotros y se evalúa utilizando la tabla de Snellen (la cual se fija en una pared y se coloca al paciente a 6 m. de distancia pidiendo que identifique las letras ubicadas en la tabla). De esta manera se identifica si su visión es 20/20 que es el valor normal. También debe evaluarse la visión de los colores (Tabla de Ishihara). 4. Oídos: el objeto principal es la evaluación del conducto auditivo externo mediante un otoscopio. La técnica de la otoscopia es la siguiente: la cabeza del paciente se dirige hacia el lado opuesto al oído a examinar, se toma la oreja por su extremo superior y se lleva hacia arriba, atrás y ligeramente hacia afuera. Luego se inserta con cuidado el cono o espéculo del otoscopio y se identifica la presencia de secreciones, cuerpos extraños o enrojecimiento y edema de la mucosa. En resumen, deben evaluarse los siguientes aspectos: Simetría del pabellón auricular externo. Permeabilidad del oído externo. El tímpano: debe estar íntegro, ser de color blanco, nacarado y brillante, con la presencia de la zona llamada triángulo luminoso. En el caso de la agudeza auditiva, esta se puede examinar durante el interrogatorio al formular las preguntas al paciente. 5. Nariz: se describe la morfología, permeabilidad de las fosas nasales, simetría del tabique nasal y la presencia de secreciones, furúnculos o pólipos; así como la sensibilidad de los senos paranasales. 6. Boca: mediante la inspección y palpación es necesario evaluar: Tejidos blandos: labios, mucosa yugal, encías, lengua, paladar y suelo de la boca. Piezas dentarias. Presencia de caries, sarro, problemas en la mordida, mancha y pérdida de esmalte. Úvula y velo del paladar. 11 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. 7. Faringe: su examen se enfoca en la evaluación de la mucosa faríngea y la descripción de las amígdalas (tamaño, color, secreciones, pus, etc.). Se deben observar haciendo pronunciar al paciente con energía el sonido “aaah”. Con un bajalengua se deprime esta para poder observar la pared faríngea posterior, las amígdalas y el movimiento de los pilares anteriores y la úvula. Las amígdalas pueden ser muy grandes y aproximarse a la línea media, pero no estar necesariamente infectadas. Las criptas amigdalinas pueden contener material descamativo blanquecino, que debe distinguirse de lasplacas exudativas de la amigdalitis pultácea. 8. Cuello: se debe apreciar el volumen, simetría, acortamiento y rigidez. Se explora el espacio submandibular para detectar aumento del tamaño de las glándulas salivales. Seguidamente se evalúa tamaño y consistencia de la tiroides y de los ganglios linfáticos. Con respecto a los ganglios linfáticos se evalúa: Ubicación Superficie: Lisa o rugosa. Tamaño Cantidad (número de ganglios afectados) Consistencia (blanda, pétrea) Movilidad: Si es móvil o está adherido a planos profundos. Sensibilidad: Si son o no dolorosos a la palpación. Temperatura Diferencias entre adenomegalias: BENIGNA MALIGNA Localizada o generalizada Localizada De breve evolución De crecimiento progresivo Borde regular y superficie lisa Borde y superficie irregular Dolorosa Indolora Consistencia blanda Consistencia pétrea (dura) No adherida a planos superficiales ni profundos Adherida a planos superficiales y profundos 9. Tórax: esta zona incluye pulmones (respiratorio), corazón y mamas. (Ver Examen Físico Respiratorio y Cardiovascular). Con relación a las mamas: En las mujeres: mediante la palpación se realiza un examen profundo de ambas mamas. Siempre se debe hacer énfasis en la importancia de la autoexploración. En los varones: identificar si existe ginecomastia (hipertrofia mamaria como resultado de un exceso relativo de estimulación estrogénica). 10. Abdomen (Ver Examen Físico Abdominal). 11. Extremidades: mediante la inspección y palpación se describe la simetría y movilidad de los cuatro 12 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. miembros, incluyendo la presencia de edemas, várices o deformidades. 12. Neurológico (ver Examen Físico Neurológico) EL DOLOR EN MEDICINA CAPÍTULO III El dolor es uno de los síntomas que se observan con más frecuencia en la práctica clínica. Por lo general, es el síntoma inicial de la enfermedad y durante un tiempo puede ser el único. Es expresado de manera subjetiva por el paciente como una sensación desagradable, que indica el daño producido en un tejido o la posibilidad de que esto ocurra. Se podría decir que es una señal de alarma que indica que algo no está bien en el organismo. Cossio diferencia el dolor propiamente dicho de la reacción al dolor. Lo primero es la sensación desagradable y hasta intolerable de daño. En cambio, la reacción al dolor, son las modificaciones psíquicas (temor, fuga, ira, agresividad, etc) y físicas (midriasis, taquicardia o bradicardia, hipertensión o hipotensión) que produce la sensación dolorosa. NEUROFISIOLOGÍA DEL DOLOR: (ver fig. 1) Los receptores de los estímulos dolorosos o nociceptores son terminaciones nerviosas libres que se encuentran distribuidas por todo el cuerpo. Se localizan en las capas superficiales de la piel y en tejidos internos: periostio, paredes arteriales y superficies articulares. Los estímulos mecánicos, químicos o térmicos estimulan los nociceptores y se transforman en estímulos eléctricos (potencial de acción). Luego, se transmiten a través de dos tipos de fibras nerviosas: fibras largas mielinizadas “A-delta” y fibras “C” no mielinizadas hasta el asta dorsal de la médula espinal De allí, ascienden por el tracto espinotalámico lateral, que alcanza el tálamo y la corteza cerebral. El sistema nociceptivo es modulado por neurotransmisores que atenúan o amplifican la transmisión. Del mismo modo, los componentes afectivos y emocionales del estímulo doloroso se modulan a través de experiencias pasadas y la memoria. Los neurotransmisores que inhiben la percepción del dolor son opioides endógenos como la β- endorfina, encefalinas y dinorfina. Otros neurotransmisores como la serotonina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA) también participan en la disminución de la percepción dolorosa. 13 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. Fig. 1. Vías del dolor (Neurofisiología del dolor) EVALUACIÓN DEL DOLOR Para lograr una analgesia óptima y racional, la evaluación del paciente enfermo con dolor debe incluir la obtención de una historia clínica detallada (incluyendo la historia del dolor) y la realización de una exploración física acuciosa. La herramienta semiológica más importante para evaluar el dolor es el interrogatorio. Este servirá para establecer relaciones del dolor con otros síntomas integrantes del cuadro clínico como: náuseas, vómitos, mareos, aumento de la temperatura, entre otros. Para ordenar un buen interrogatorio del dolor, se utiliza la mnemotecnia: ALICIA A: antigüedad, aparición (temporalidad). L: localización. I: intensidad. C: carácter/concomitantes. I: irradiación. A: atenuantes o agravantes. APARICIÓN: Es básica para la interpretación. Se averigua el inicio o comienzo. Tiene dos aspectos básicos que se evalúan dentro de la aparición (duración y velocidad de aparición). Con relación a la velocidad tenemos: Instauración súbita: sugieren mecanismos vasculares (trombosis, embolia) o rotura de vísceras (embarazo ectópico). Instauración gradual (progresiva): debido a inflamaciones, lesiones degenerativas o tumores. LOCALIZACIÓN Es el sitio donde se siente el dolor. Puede ser bien precisa, dando una ubicación exacta donde están los impulsos dolorosos, como la del dolor superficial y la hiperalgesia. A veces vaga o imprecisa, como la del dolor profundo. Pero siempre se lo puede ubicar en algún segmento o una región del organismo, diferenciándose así el dolor de cabeza (frontal, occipital, temporal u holocraneano), el dolor torácico (precordial, retroesternal, de espalda, en punta de costado). En el abdomen, se utiliza como referencia para la localización del dolor, la topografía abdominal basada en los 9 cuadrantes. En el caso de la región lumbar, se pueden encontrar dolores de diferentes etiologías, debido a la variedad de estructuras que en ella se 14 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. Se debe medir la intensidad del dolor antes y durante la terapia para evaluar la eficacia del utilizar descriptores verbales como dolor leve, moderado e intenso (Escala Nominal); en los niños es dolor (Escala Wong-Baker), en menores de 3 años se utilizan las escalas FLACC y NIPS (neonatos). encuentran, siendo las más frecuentes las relacionadas con la esfera genitourinaria y neuropatías (ej. cólico nefrítico o renal y lumbalgias, respectivamente). INTENSIDAD Puede ser de grados muy diversos, desde mínima (molestia) hasta máxima (dolor intolerable). La intensidad dependerá de la riqueza de los receptores en el sitio de la agresión y de la naturaleza de la agresión. También dependerá de la sensibilidad de cada persona (umbral del dolor), siendo un elemento fundamentalmente subjetivo. Fig. 2 Escala Visual Analógica Combinada CARÁCTER pueden ser: Punzante: sensación de puñalada. Dolor pleurítico (en punta de costado). Ej: neumonía. Lancinante: se asemeja a una lanza clavada. Ej: tabes dorsal y neuralgia del Trigémino. Urente (quemante): parece que quemara. Ej: herpes zoster, úlcera gastroduodenal. Opresivo (constrictivo): sensación de presión incómoda (como si apretara). La localización más común es en el área torácica. Ej: infarto de miocardio, angina pectoris. Transfixiante: dolor que atraviesa de lado a lado. Ej: pancreatitis aguda. Sordo: es mantenido, leve, impreciso e incómodo. Ej: cáncer. Pulsátil: es rítmico, sigue la pulsaciónde las arterias. Ej: abscesos, forúnculos. Terebrante: como si se taladrara. Ej: odontalgias. Cólico (retortijón): su intensidad aumenta progresivamente hasta llegar a un punto máximo, para después disminuir. Ej: cólico biliar, renal. IRRADIACIÓN Es cuando un dolor que está bien localizado se traslada hasta otro punto anatómico, mas o menos distante de su punto de origen. ATENUANTES O AGRAVANTES Los atenuantes son elementos que alivian o calman el dolor, p.ej., analgésicos o posiciones antálgicas. Y los agravantes son los que pueden aumentar el mismo, tanto en situaciones espontáneas, como al emplear, p. ej., las maniobras de provocación (prueba de esfuerzo) donde el trabajo impuesto en forma progresiva, pone de manifiesto la isquemia, debido a la desproporción entre el requerimiento y el aporte de oxígeno. 15 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. CLASIFICACIÓN DEL DOLOR Según su temporalidad: Agudo: dolor de reciente comienzo y duración, que varia desde minutos hasta dos semanas generalmente. Suele ser limitado y aparece como consecuencia inmediata de la activación de los receptores nociceptivos. Tiene una función protectora debido a que indica la existencia de una lesión. Ej: fractura. Crónico: dolor que persiste a lo largo de un período, más allá del tiempo esperado para la resolución de la lesión que lo origina. Otros autores indican que un dolor se considera crónico cuando su duración es mayor de 3 a 6 meses. Indica enfermedad, perdiendo su función protectora. Ej: dolor oncológico. Según su fisiopatología: (ver fig. 3) Nociceptivo: dolor que surge del daño real o potencial al tejido no neural y se debe a la activación de los nociceptores. Este a su vez se divide en: Dolor Superficial o Somático, cuando el estímulo ocurre a nivel de la piel; y Dolor Profundo o Visceral, el cual ocurre cuando el estímulo se encuentra a nivel de los músculos, huesos o vísceras. Neuropático: es el que resulta de lesiones o alteraciones crónicas en vías nerviosas periféricas o centrales. Puede desarrollarse y persistir en ausencia de un estímulo nocivo evidente. El paciente frecuentemente usa términos poco usuales para describirlo, por ser una experiencia nueva. Los síntomas pueden ser focales o más generalizados, siendo los más comunes disestesia, hiperalgesia, alodinia e hiperpatía. Ej: ciatalgia. Mixto: Es aquel dolor que tiene características tanto nociceptivas como neuropáticas. Ej: dolor oncológico Fig. 3. Características del dolor según su fisiopatología Dentro de este contexto del dolor, se hace especial referencia al DOLOR DE CABEZA, el cual es uno de los dolores segmentarios mas frecuentes, que muchas personas normales lo experimentan después de un día de mucho trabajo o de emociones fuertes. Para algunos autores, se le denomina cefalea si es intenso, y si no hay causa anatómica manifiesta, cefalalgia. En este documento se usará el término cefalea. Desde el punto de vista clínico, la cefalea se puede diferenciar de acuerdo con la evolución cronológica y la etiología. Por motivos prácticos solo hablaremos de la etiología. Según su etiología se dividen en: A. Cefaleas Primarias 16 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. 1. Migraña: por vasodilatación activa de las arterias endocraneanas y sobre todo exocraneanas. 2. Cefalea tensional: por contractura muscular persistente. 3. Cefalea de Horton: por secreción de histaminas. B. Cefaleas Secundarias 1. Neuralgia del trigémino: por desmielinización del V par craneal. 2. Cefaleas por hemorragia cerebral: hemorragia subaracnoidea, hemorragia intraparenquimatosa. 3. Cefalea por tumores intracraneales. 4. Cefalea por meningoencefalitis. 5. Otros tipos de cefalea: sinusitis, postraumáticas, postpunción lumbar, oculares, relacionadas con el ciclo menstrual, drogas, medicamentos. SEMIOLOGÍA DE LA CEFALEA Es importante realizar un buen interrogatorio para poder ayudar al paciente, por ende debemos seguir un orden al realizarlo: Inicio y tiempo de evolución: agudo, crónico o subagudo. Frecuencia y duración. Localización: unilateral, bilateral u holocraneana. Carácter: pulsátil, opresivo, urente. Momento y forma de inicio: al despertar, en la mañana o en la tarde-noche. Intensidad: a través de la escala visual analógica u otras escalas. Pródromos: cambios que indican que se aproxima un episodio tipo migraña. Ej: euforia, depresion, hiperactividad, bostezos repetidos, antojos de dulces. Factores desencadenantes, síntomas concomitantes y factores de acalmia o alivio: reposo o ingesta de analgésicos. Antecedentes personales y familiares de cefalea. LA FIEBRE CAPÍTULO IV Es una condición en la cual el organismo, apelando a sus mecanismos de termorregulación, produce un incremento de la temperatura central como manifestación de una respuesta organizada y coordinada frente a la enfermedad o a otras formas de agresión. CONCEPTOS RELACIONADOS CON LA FIEBRE 1. Temperatura corporal normal: se establece un rango entre 36,5°C a 37,4°C 2. Hipotermia: temperatura menor a 36,4°C 2. Febrícula o temperatura subfebril: entre 37,5°C y 38,4°C 3. Fiebre: temperatura entre 38,5°C y 39,9°C 4. Hiperpirexia: temperatura mayor a 40°C 5. Hipertermia: aumento de la temperatura por un desequilibrio entre la producción y la pérdida de calor (mecanismos termorreguladores). Ocurren golpes de calor, alteraciones endocrinológicas, hipertermia maligna, intoxicación por fármacos o drogas. 6. Hipertermia maligna: disfunción súbita y catastrófica del metabolismo muscular que suele desencadenarse por anestesia general o relajantes musculares. El tratamiento farmacológico apirético se utiliza cuando la temperatura excede los 38,5 °C. La febrícula nunca debe tratarse debido a que es una respuesta de defensa del organismo frente al agente nocivo. 17 Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. CLASIFICACIÓN DE LA FIEBRE a) Fiebre continua o sostenida: elevación constante de la temperatura, con variaciones diarias menores de 1°C. b) Fiebre remitente: presenta fluctuaciones, sin volver a la normalidad. Las variaciones diarias son mayores de 1ºC. c) Fiebre intermitente: la temperatura se normaliza al menos una vez al día y sigue la tendencia normal del ritmo circadiano. Existen periodos afebriles menores de un día. d) Fiebre ondulante: la temperatura tiende a aumentar en escalera hasta los 40 °C; alcanza una meseta durante unos días y vuelve a bajar en escalera. e) Fiebre recurrente: cuando alternan días febriles con días afebriles. Figura 4. Tipos de Fiebre PRESENTACIÓN DE LA FIEBRE 2. Fiebre con foco identificado: cuando es posible identificar el origen de la fiebre. 3. Fiebre sin foco identificado: cuando no es posible identificar el origen. 4. Fiebre de origen desconocido (FOD): fiebre continúa de 38,5°C o más en un periodo de 2 a 3 semanas, sin signos de focalización. 5. Síndrome febril prolongado: es la fiebre de más de 38,5°C durante más de dos semanas, cuyo diagnóstico etiológico permanece incierto a pesar de una anamnesis y un examen físico detallados. SIGNOS Y SÍNTOMAS ASOCIADOS Cardiovasculares: se puede observar un aumento de 10 a 15 latidos por encima de lo normal, por cada grado de elevación térmica según la edad. Respiratorios: aumento de la frecuencia respiratoria (taquipnea) y de la profundidad (batipnea) Neurológicos: cefalea, insomnio, estupor, delirio y convulsiones por disfunción neuronal. Osteomusculares:artralgias y mialgias. Digestivos: anorexia, dispepsia, sed, boca seca, lengua saburral. Renales: oliguria, hiperconcentración, azouria. Deshidratación y depleción por pérdidas insensibles Metabólicos: el metabolismo aumenta de 10% a 15% por cada grado de temperatura. Hay mayor consumo energético y mayor gluconeogénesis hepática y muscular. Hematológicos: alteración en la cuenta y fórmula blanca. Endocrinológicos: hiperproducción de corticosteroides, tirosina y ADH. Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. 18 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Argente H & Álvarez M. Semiología médica: fisiopatología, semiotecnia y propedeútica. 2da edición. Editorial Panamericana. Buenos Aires, 2013. Cossio P, Fustinoni O & Rospide P. Semiología Medica Fisiopatológica. Edimed-Ediciones médicas SRL Argentina, 2012 Papa R & Durand M & Di Gregorio M. Interrogatorio y Anamnesis 2da edición. Editorial Disinlimed. Venezuela, 2009. Caraballo A & Chalbaud Z & Gabaldón F. Manual de exploración clínica 3era edición. Consejo de Publicaciones de la Universidad de los Andes. Venezuela, 2004. Ruiz R. Educación Médica: Manual práctico para clínicos. Editorial Panamericana. Madrid, 2009. Snell R. Neuroanotomía clínica. 7ma edición revisada. Wolters Kluwer Health. Barcelona, 2014. García-Porrero J & Hurlé J. Anatomía Humana. McGraw-Hill Interamericana. Madrid, 2005. Dolor en Pediatría. Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, 2da edición Editorial Médica Panamericana, 2010. Datos de la OMS sobre circunferencia abdominal http://www.who.int/chp/steps/Parte3_Seccion4.pdf Guía para las mediciones físicas de la OMS http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/ OMS sobre Obesidad y Sobrepeso – IMC http://www.ceduc.cl/aula/lebu/materiales/ET/ET-220- http://www.who.int/chp/steps/Parte3_Seccion4.pdf http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/ http://www.ceduc.cl/aula/lebu/materiales/ET/ET-220- Elaborado por: Dr. Jesús Ignacio Carrillo (Supervisor/editor) Colaboradores: Dra. Ana Milanés, Brs. Andrea Rivero, María Rivas, Andrea Rodríguez S., Eliana Rodríguez, Marian Rodríguez. 19
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