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MlíDICINA TJÍGAI- En los partes quirúrgicos se debe ser lo más claro y preciso posible en la descripción de las lesiones internas por paso del proyectil y de los procedimien- tos efectuados (exéresis, anastomosis); respecto de las piezas anatómicas extir- padas, debe consignarse sobre la intervención policial en la boleta de remisión a los servicios de anatomía patológica. Todo proyectil extraído en un acto operatorio debe ser entregado a la autori- dad policial haciendo constancia de ello en un acta, en la historia clínica ó en el parte quirúrgico; siendo firmado por el personal policial interviniente y el médi- co. Muchas veces el juzgado envía un oficio solicitando el secuestro del proyec- til y la policía deja una copia del acta de secuestro. 5 . EL I N F O R M E MÉDICO-LEGAL E N C A S O DE LESIONES O MUERTE P O R PROYECTILES DE A R M A S DE F U E G O El informe médico-legal en estos casos debe contener: 1 ) Distancia del disparo: se hace en base a los signos hallados en el sitio de entrada: anillo de Fisch, tatuajes, etc. 2) Incidencia del proyectil: está dado por las características de los sig- nos en la entrada, especialmente por la conformación del anillo de Fisch. 3) Trayecto: resulta de unir los puntos de entrada con el lugar de alojamien- to del proyectil o el orificio de salida. En la práctica se hace coincidir la "inci- dencia del proyectil" con el trayecto debiendo recordarse que esa correspon- dencia no es absoluta en caso de los proyectiles migratrices o circungirantes. 4) Posición de la víctima a l recibir el disparo: se hace en base a la incidencia y trayecto del proyectil. 5) Grado de supervivencia y capacidad de movimientos: deberá establecerse de acuerdo al tipo de lesiones producidas y órganos y estructuras afectados. 6) Orden sucesivo de las lesiones: se debe realizar en el caso de múlti- ples disparos recordando que la presencia de una herida con hemorragia abun- dante y otra con escasa infiltración hace pensar que aquella fue la primera. 7) La diferencia entre lesiones vitales y postmortem: ya hemos dicho que la presencia del anillo de contusión así como la infiltración hemática en los planos subyacentes al orificio de entrada, el halo hemorrágico visceral y el trayecto necrótico-hemorrágico son signos de vitalidad de las lesiones ya que es imposible que aparezcan en los disparos post-mortem. PARTE C) Q U E M A D U R A S Autor: Francisco J. Fama 1 . I N T R O D U C C I Ó N Y CLASIF ICACIÓN Se denominan quemaduras a un conjunto de lesiones de características parti- culares según su agente productor y cuya gravedad guarda vinculación con la I .ESIONOI.OGÍA MKDICO-l .ECAL extensión, profundidad y grado de repercusión orgánica sobre el organismo afectado. Los agentes etiológicos de las quemaduras pueden agruparse de la siguiente forma: 1 f Calor a) Agentes físicos I Frío | Electricidad I Radiaciones b) Agentes químicos í Ácidos \ Álcalis c) Agentes biológicos \ Ej. peces v i Resultan de interés médico-legal las agrupadas en los puntos a) y b) por lo que las estudiaremos en este orden. 2. QUEMADURAS PRODUCIDAS POR EL CALOR A) Caracteres generales El calor en sus diversas formas, se trate de cuerpos sólidos calientes, líquidos a temperatura de ebullición o en forma de llama, puede provocar lesiones o la muerte. Las quemaduras se clasifican según su profundidad y extensión. Según su profundidad y desde el punto de vista anatomopatológico tenemos la siguiente gradación: — Quemaduras de primer grado: caracterizadas por eritema, como conse- cuencia de la vasodilatación; prurito y dolor por irritación de las terminaciones nerviosas. — Quemaduras de segundo grado: se observan las vesículas o ampollas típicas constituidas por acumulación de líquido que no sobrepasa la capa basal rodeadas de intensa vasodilatación y aumento de la permeabilidad con edema perilesional. — Quemaduras de segundo grado profundas: aquí el agente térmico produ- ce destrucción de la capa basal, trombosis vasculares y destrucción de los folículos pilosos y de las terminaciones nerviosas. No hay flictenas. — Quemaduras de tercer grado: hay destrucción de todos los elementos de la epidermis y de la dermis por lo cual la lesión adopta el aspecto de "escara". Clínicamente y teniendo en cuenta los caracteres mencionados se clasifican a las quemaduras en A o superficiales, AB o intermedias y B o profundas agrupándoselas de la siguiente forma: CAUSAS DE QUEMADURAS MKDICINA LEGAL Tipo de quemadura A AB B Clínica eritema flictena escara intermedia escara profunda Color rojizo blanco- rosado blanco- pálido o negruzca Sensibilidad hiperalgesia hipoalgesia analgesia Para determinar la extensión de una quemadura se utiliza la regla de los nueve o de Pulaski y Jennisson y que consiste en dividir a la superficie corporal en once sectores de 9% de extensión cada uno, correspondiendo 1% a la zona genital, acorde a este esquema: Cálculo de la extensión de las quemaduras —Regla de los nueve de Pulaski y Tennisson— En los niños menores de 9 años, esta regla debe aplicarse recordando que la superficie de la extremidad cefálica es mayor que en los adultos por lo que por cada año de edad se le resta 1% a los miembros inferiores y se le añade a la cabeza permaneciendo los demás segmentos con los mismos valores. Años % de la cabeza % de miembros inferiores 0 18 27 / 17 28 2 16 29 3 15 30 4 14 31 5 13 32 ó 12 33 7 11 34 8 10 35 9 9 36 Adulto 9 36 Si bien la medida de la gravedad de las quemaduras por calor resultan de la conjunción de la extensión y profundidad, desde el punto de vista médico-legal J,12SIONOL,OGIAMKDieO-l,RC.AL, una quemadura también resultará grave por su localización ya que las secuelas cicatrizales de una quemadura en el rostro, pliegues articulares y zona genital ocasionarán lesiones de carácter grave o gravísimos. De la determinación de la extensión y profundidad en forma conjunta surge el criterio de gravedad en cuanto al peligro de vida de un gran quemado sir- viendo como elemento referencial la Fórmula de Benaim, válida para edades entre 1 2 y 60 años: Quemadura % de tipo A % de tipo AB % de tipo B Riesgo de vida 1 Leve <10 < 5 1 Nulo II Moderada 11-30 6-15 2-5 Escaso III Grave 31-60 16-40 6-20 Alto IV Crítica >61 >41 > 2 Í Máximo Existe una forma de determinar el peligro de vida en cualquier edad aplican- do el índice de Carees. Este índice resulta de sumar: La edad del paciente (para pacientes de menos de 20 años se suma la diferencia entre 40 - edad del paciente) + % de quemadura de tipo A % de quemadura de tipo AB x 2 % de quemadura de tipo B x 3 de esta suma surge un índice que se evalúa de acuerdo a la siguiente escala: 21 a 60: ¿eve 61 a 90: Moderado 91 a 120: Grave 121: Crítico Ejemplo: paciente de 1 8 años con 15% de quemadura tipo A: 10% de AB y 12% de B. Edad: 4 a 18 = 2 2 puntos % de A = 1 5 puntos % d e A B x 2 = 20 puntos % de B x 3 - 36 puntos por lo que el índice es de 93, situación que lo encuadra dentro del grupo de quemados con pronóstico grave. La fisiopatología del gran quemado reconoce las siguientes etapas: 1) Una reacción inmediata. 2) Una etapa de alteraciones tisulohumorales. 3) Una etapa de complicaciones. 4) Una etapa de reparación. En las tres primeras etapas puede producirse la muerte debida a shock traumático, hipovolémico o sepsis. En las autopsias del gran quemado, en el examen interno, no hay alteraciones patognomoicas, salvo las ulceraciones gastroduodenales agudas o úlceras de Curling cuya etiología aún permanece oscura. MEDICINA I.EO.AT, B) Carbonización En algunos casos de incendio, la muerte puede ocurrir por acción directa del calor sobre el cuerpo a través de la llama en cuyo caso se habla de carbonización. En estos casos el examen externodel cadáver muestra la superficie corporal de color negruzco, por deshidratación y desecación, de aspecto seco, acartonado. A nivel del rostro los surcos se borran, especialmente los nasogenianos lo que hace que el carbonizado tenga una típica expresión con la boca abierta con procidencia de las piezas dentarias. Por acción del calor los músculos experi- mentan una retracción a predominio flexor por lo que el cadáver adopta una actitud de repliegue sobre sí mismo recibiendo las denominaciones de "actitud en boxeador o de esgrimista". A nivel de los miembros se producen desarticula- ciones y amputaciones espontáneas. También puede producirse el estallido de las cavidades torácica y abdominal con protrusión de las visceras así como estallido del cráneo con posibilidad de hallazgo de hematoma extradural debi- do a la acción del calor y que debe diferenciarse del hematoma extradural traumático. Las estructuras musculares y las visceras con gran componente mus- cular presentan al examen macroscópico el típico aspecto de "carne cocida". Frente al hallazgo de un cadáver carbonizado el diagnóstico diferencial más importante que se plantea desde el punto de vista médico-legal es de si la carbonización ha tenido lugar en vida o ha sido post-mortem. En este sentido resultan de particular importancia las comprobaciones macroscópicas, microscópicas y de laboratorio. • Comprobaciones macroscópicas: en el caso de que una persona se halla con vida en el momento del incendio, al realizar inspiraciones, el negro de humo penetra en el árbol respiratorio, impregnando y dando color grisáceo negruzco a la mucosa, faríngea, laríngea, traqueal y bronquial constituyendo este hallaz- go el Signo de Montalti. Este es signo inequívoco de que la persona se hallaba con vida en el momento del incendio. • Comprobaciones microscópicas: el examen del tejido pulmonar muestra par- tículas de negro de humo en las luces bronquiales y en los sacos alveolares. • Comprobaciones de laboratorio: al realizar el estudio espectroscopio de la sangre del cadáver se detecta la presencia de carboxthemoglobina dato que ha llevado a algunos autores como Thoinot a afirmar que esta intoxicación es la causa más común de muerte en estos casos. 3 . QUEMADURAS PRODUCIDAS POR EL FRÍO La baja temperatura, cuyo origen puede ser atmosférico o industrial, puede afectar al organismo humano en su totalidad o en forma parcial determinando -a l igual que el calor—, lesiones o muerte. El mecanismo de producción de las lesiones por el frío puede ser de carácter directo o indirecto. En el primer caso se daña la estructura celular por la cristalización del agua intracelular mientras que a través del mecanismo indirecto las alteraciones es- tructurales se producen por cambios en la microcirculación ya que en primera instancia el frío produce vasoconstricción, seguida de parálisis del control vascular originando tumefacción de aspecto edematoso. Si la baja temperatura persiste, el incremento de la viscosidad sanguínea conjuntamente con las alteraciones vasculares, provoca lesiones isquémicas con necrosis. LESIONOTXÍGIA MKDICO-IJíC.AL Las lesiones así determinadas se denominan genéricamente heladuras. Clínicamente se caracterizan por presentar eritema, flictenas y necrosis con úl- ceras, según el grado de profundidad que hayan alcanzado. Las heladuras se observan en las regiones topográfica más expuestas a la acción del frío como pabellones auriculares, nariz y extremidades. Se presenta- ban con gran frecuencia durante la Primera Guerra Mundial en soldados, en las trincheras, localizadas en los miembros inferiores por lo que se las conoce con la denominación de "pie de trinchera". Cuando es la totalidad del cuerpo el que se ve sometido a la baja temperatu- ra, se supera la capacidad de adaptación de los mecanismos termoreguladores estableciéndose un estado de hipotermia siendo incompatible la vida a una temperatura corporal de menos de 31 grados centígrados. Al principio hay marcada vasoconstricción con taquicardia, palidez y parestesias; luego sobreviene una etapa de vasodilatación acompañada de somnolencia instalándose un enlentecimiento de los procesos metabólicos que hace que se origine un estado de coma que puede culminar con la muerte si persiste la baja temperatura. Afortunadamente la reducción del metabolismo que acompaña a la hipotermia permite, en algunos casos, una reanimación exitosa cuando no hubo daño cere- bral observándose esta situación particularmente en niños recuperados luego de haber permanecido varias horas en contacto con un medio líquido, con temperatura extremadamente baja. 4. QUEMADURAS POR RADIACIÓN Aspectos generales Se considerarán los aspectos locales y generales producidos por los rayos X y las sustancias radiactivas. El desarrollo de las aplicaciones tanto pacíficas como militares de la energía nuclear, permite establecer que será un número creciente de individuos el que se verá afectado por esta patología. La profundidad de penetración en el organismo difiere con el tipo de radia- ción, y el grado de lesión corresponderá a la cantidad de absorción. Las partículas alfa penetran en los tejidos corporales en una profundidad de 40 a 80 micrones. Los rayos beta, provenientes de materiales radiactivos pene- tran en los tejidos corporales desde una fracción de milímetro hasta una profundi- dad de diez cm. mientras que los rayos gama penetran aun más profundamente. Clasificación Las lesiones por radiaciones se pueden dividir en cuatro grupos: 1. Enfermedades profesionales; provocadas por la exposición repetida y conti- nuada a través del tiempo. Esto se da en los radiólogos y en quienes manipulan el radium y sus compuestos. 2. Errores terapéuticos; originados en un tratamiento radiante. 3. Accidentes; ocasionados en centrales y lugares en los que se utilizan o guar- dan elementos radiactivos. 4 . Uso militar; en artefactos explosivos. MHD1CINA LRC.A1, Las radiaciones nucleares son inicialmente a base de rayos gama. Estos tie- nen la posibilidad de recorrer grandes distancias en el aire y penetrar materia- les sólidos. Esto los habilita para producir lesiones a gran distancia de su fuente original. No pueden ser vistos o percibidos por los seres humanos excepto a grandes dosis, produciendo en esas condiciones una sensación de hormigueo. En una etapa posterior la radiación nuclear se produce por la disociación radiactiva de los productos de fisión. Aquí se producen rayos gama y beta. Si bien los últimos son mucho menos penetrantes de todos modos representan un riesgo. Es importante destacar que las lesiones debidas a las radiaciones depende- rán de la sensibilidad individual, por lo que dos sujetos sometidos a las mismas dosis pueden no tener las mismas lesiones. La radiación actúa sobre la célula disociando los cromosomas, alterando la permeabilidad de la membrana celular y retardando la reproducción celular, al inhibir la división celular. Éste es un efecto precoz y varía de acuerdo a los distintos tipos de tejidos, en un orden decreciente de sensibilidad tenemos el tejido linfoide, la médula ósea, los tejidos epiteliales, los testículos y ovarios, las células endoteliales, las serosas peritoneal y pleural, los osteocitos, el músculo liso y por último el músculo estriado. A nivel de la piel se observa eritema, depilación permanente o transitoria, disminución de la función de glándulas sebáceas y sudoríparas, hiperqueratosis, sobre la que posteriormente puede desarrollarse un carcinoma. Se considera que las alteraciones secundarias que se producen a nivel de la piel no son debidas a la radiación en sí, sino a la endoarteritis obliterante que da como resultado la disminución de la circulación sanguínea. Estas alteraciones vasculares favorecen la producción de úlceras. Las úlceras por radiaciones tienen una apariencia característica, con un borde neto, y una base necrótica, que puede estar cubierta por exudado.. Estasúlceras debido a su origen son crónicas, dolorosos y reacias al tratamiento. Irradiación total del cuerpo Cuando se produce una exposición corporal total, se observan alteraciones características en la sangre y los tejidos hematopoyéticos. Se deprime la forma- ción de neutrófilos, con lo que el organismo queda más expuesto a una invasión bacteriana. Los ganglios linfáticos y el bazo también se ven afectados, lo que provoca una brusca caída de los linfocitos posterior a la exposición. El recuento de plaquetas comienza a disminuir con posterioridad a la exposi- ción y alcanza su grado máximo aproximadamente al mes. El nivel de eritrocitos disminuye tanto por efectos de la radiación como por hemorragias secundarias produciendo síntomas de anemia. El mejor índice para evaluar la gravedad de la irradiación es el recuento de linfocitos. Los síntomas precoces aparecen entre 1 y 3 hs. Después de la irradiación y son náuseas, vómitos, pérdida de apetito y fatiga. Luego del primer día puede presentarse un período latente que dura aproximadamente dos semanas y luego recrudecen los síntomas con tendencia a hemorragias espontaneas en encías , melena y hematuria. Las dosis de 100 200 rems no producen enfermedad o ésta es leve, por I .rcSIONOL.OCilAMlSDTCO-LKOAL, encima de 200 rems se observa la sintomatología descripta, pudiendo sobreve- nir la muerte, y por encima de 1000 rems, la muerte es casi segura. Lesiones en una explosión nuclear En este caso se observan tres tipos de efectos físicos, cada uno de los cuales tiene potencial suficiente para provocar la muerte: 1) onda explosiva "blast", 2) radiación térmica, 3) irradiación nuclear. Los efectos del blast y la radiación térmica no difieren de las explosiones comunes, los síntomas de exposición ya fueron descriptos, pero se agrega en este caso la irradiación residual proveniente de los escombros y materiales que tomaron radiaciones. 5 . Q U E M A D U R A S P O R AGENTES Q U Í M I C O S : Á C I D O S Y ÁLCALIS Las lesiones producidas por ácidos y álcalis son conocidas también como "quemaduras químicas, cáusticas o corrosivas". Pueden actuar en superficie o por ingestión siendo de carácter accidental, suicida o criminal. — Ácidos: el tipo de afectación en la piel y mucosas dependerá de la concen- tración puesto que las soluciones diluidas dan congestión y eritema: las más concentradas, flictenas y las muy concentradas o al estado puro escaras y / o úlceras, debiéndose la formación de escaras a la coagulación proteica. El ácido sulfúrico de escaras de color negruzco y en caso de ingesta, la mucosa faríngea, esofágica y gástrica presentan aspecto negruzco con perfora- ciones únicas o múltiples. El ácido clorhídrico y nítrico producen escaras de color grisáceo y amarillen- to respectivamente mientras que en caso de ingesta determinan a nivel de la mucosa digestiva ulceraciones y / o perforaciones. — Álcalis: Entre los más comunes se halla la soda cáustica o hidróxido de sodio; la potasa cáustica o hidróxido de potasio y el amónico. En contacto con el organismo se produce la combinación con las proteínas y lípidos de los tejidos dando lugar, respectivamente, a la formación de proteinatos y ¡abones lo que expli- ca el aspecto húmedo, tumefacto, untuoso, blanquecino y blando de las lesiones. PARTE D ) LESIONES POR ELECTRICIDAD Autor: Osear A . Lossetti 1 . I N T R O D U C C I Ó N La electricidad es una insustituible forma de energía para las actividades de la vida cotidiana en el mundo actual, estando presente prácticamente en toda la aparatología utilizada en estos tiempos. Ello hace posible también la aparición frecuente y lamentable de situaciones infortunadas causales de lesiones y muer- te que son el motivo de estudio del presente capítulo.
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