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TEMA: GRECIA LA CUNA DE LA CIVILIZACIÓN Los griegos de la antigüedad ocupan un lugar preeminente en la historia de la cultura occidental, pues lo que hubiera podido ser simplemente una historia local se convirtió, junto con el legado judeo-cristiano, en el origen de Occidente. Si entendemos por origen no sólo el comienzo en sentido cronológico, sino la fuente, el principio de donde emana un impulso, es necesario pensar que el origen no se halla en el pasado, en la primera época de una vida, sino que es una presencia actuante en todos los estadios de ésta: es el alma que la anima. Por ello, aunque las formas posteriores de esa vida parezcan haber borrado e incluso pretendan rechazar y hasta desconocer ese principio, él nunca deja de irrigar la vitalidad que ellas contienen. De ahí que siempre sea saludable volver a los orígenes. Las tentativas de retorno a la fuente originaria de la realidad actual no son, como equivocadamente se ha llegado a pensar, producto de espíritus arcaizantes. Son, por el contrario, fruto de espíritus que, preocupados por el presente, quieren encontrar la fuerza misma que lo dirige. Y esa fuerza no es otra que la "fuerza originaria", aunque las circunstancias actuales y el ofuscamiento que ellas producen no la dejan observar ni vivir con la debida profundidad. Lo arcaizante sería pretender repetir aquella formación o figura concreta que el impulso vital tomó en sus orígenes. Esto es naturalmente imposible. Pero, así como la vida misma que impulsa a la semilla en su crecimiento tiene que matar a ésta para poder sacar de ella un árbol, así la savia de la vida de un pueblo o de una cultura sostiene a éstos de principio a fin sin estacionarse en una de sus formas históricas. La Paideia Griega Una definición de Paideia que no sea unilateral resulta imposible. Se ha vertido al español como: "educación", "cultura", "formación", "instrucción", etc. El término griego en realidad abarca todas estas traducciones y, además, posee un carácter dinámico. Recorriendo su devenir y desvelando su compleja naturaleza es la única forma en que podemos hacernos una idea de este fenómeno cultural, el fenómeno griego por antonomasia. Pero a lo que queremos llegar en última instancia es a su carácter, a su tendencia general y a sus implicaciones, o, para designar esto con una palabra moderna, a su espíritu. Aunque la palabra aparece con derecho propio en el siglo V. a.C. en la sofística y alcanza su meditación más dramática con Platón, la preocupación por ella y sus líneas generales, su espíritu, se hallan presentes desde antes. El vocablo Paideia requiere cierta explicación previa, se trata de un término que aparece en diversos momentos del vivir griego aplicado a diversas circunstancias a las que podríamos aplicar un denominador común. Paideia hay en los poemas homéricos, en el pensamiento de Platón, en la filosofía de la medicina de Hipócrates y Galeno, en la política de Aristóteles. Cada uno de estos poetas y pensadores o científicos propone una paideia dándose en todos ellos una actitud inicial, básica, un propósito de educación de la persona a través de una concepción orgánica del hombre. Esta educación orgánica e integrada pudiera resumirse en cinco principios extraídos de varias direcciones en que se proyecta: a) autodeterminación, b) comprensión de lo recto y lo justo frente a la comunidad, c) culto por la vida heroica, d) integración de la belleza y la perfección moral, e) respeto por la justicia. El Legado Cultural Griego Todos estos elementos, alteradas sus proporciones y sometidos a cambios, están presentes en la cultura occidental y en tal sentido podemos hablar del legado cultural griego. Por supuesto, cada tiempo histórico aportó sus interpretaciones y transformaciones, pero el todo orgánico que forma nuestra cultura contiene estas células iniciales. La ciencia política, el pensamiento filosófico, la religión, el arte, utilizan valores, a veces inaprensibles en apariencia, cuyos antecedentes hay que indagarlos en la helenidad. El ámbito cultural romano, como más próximo en el tiempo, se halló en la relación a Grecia como el ámbito americano estuvo en su día con relación a Europa. En el desarrollo de la ideología cristiana, a partir de San Pablo y San Agustín, el helenismo se cruzó con el hebraísmo. Contribuyó a la formación del pensamiento medieval, junto con los aportes de la cultura arábiga, reactualizando el pensamiento filosófico de Aristóteles. Reapareció como elemento esencial durante los siglos renacentistas para retornar, de nuevo, en la época llamada de la Ilustración a través principalmente de cañones estéticos. A los griegos debemos la iniciación del pensamiento científico y filosófico gradualmente separados de la concepción mágica del universo. No tuvieron dificultad en examinar el Cosmos como un orden sustraído a la arbitrariedad de fuerzas obscuras y abrirle al gradual conocimiento del hombre. Inventaron la lógica dando así al conocimiento una estructura. Su pensamiento filosófico contiene en embrión todas las formas que la filosofía occidental adoptó a lo largo del tiempo hasta hoy: realismo y nominalismo, idealismo, materialismo e irracionalismo. Detrás del pensamiento Platón y Aristóteles, vendría la escolástica, Descartes, los filósofos de la ilustración, Kant y Hegel. La Ciencia política hallo en Atenas y Esparta, elementos para constituir una teoría del Estado y en cierto modo, toda la terminología política actual- Democracia, Autocracia, Tiranía, Demagogia, proviene de Grecia – Nuestra preceptiva literaria es aun griega: épica, lirica, dramática, teoría de las unidades, etc, prácticamente inobjetables hasta el romanticismo, fueron temas de cuidadoso tratamiento en la poética de Aristóteles. Los cánones del arte griego: armonía, proporción, euritmia y realismo representativo han sido los cánones estéticos de occidente. Y aun la religión cristiana, contiene más elementos griegos de lo que aparenta. Residuos de cultos órficos, misterios, pensamiento gnóstico, veneración de santos y santuarios. Esquema de Historia La Grecia contemporánea no mantienen con la Grecia antigua otra relación que la geográfica, diversos y profundos cambios tuvieron lugar, durante XX siglos, en aquel rincón del Mediterráneo, sobre todo después de la ocupación Romana, el hundimiento del imperio bizantino y la sumersión, durante casi un milenio, en la esfera religioso- y cultural de turcos y otomanos. Del mismo modo que no podemos asociar la Roma imperial a la Italia de hoy, ni a la América indígena de Azteca e Inca a la América hispana, salvo a una relación etnográfica, la historia de Grecia objeto de nuestro análisis es un circuito cerrado; una historia concluida orgánicamente que tuvo una duración aproximada de 1500 años de nuestra era. Sin que pretendamos interpretar con criterios geopolíticos el singular perfil de nuestra historia no parece posible separar algunas de sus características del ámbito geográfico en que se desenvolvió. Fue una cultura de tierras templadas teniendo como marco el Mar Mediterráneo, en una penetración reciproca de agua, península e islas, las montañas aislaron a la totalidad de pueblos allí reunidos en pequeñas unidades y ese particularismo geográfico trajo consigo el particularismo político. Su clima suave, su atmosfera clara y luminosa, su frugalidad, el mar tranquilo rodeado de límites que ahuyentan la angustiosa sensación de lejanía propios del desierto o la estepa o el océano, contribuyeron a formar el carácter del griego antiguo y de ello encontramos abundantes testimonios tanto en su mitología y literatura. Esta interpretación del hombre anexo a su suelo debe ser considerada como un factor cultural no decisivo, pero si concurrente y en tal sentido la correlación de fuerzas que Toymbgg denomina estímulos y respuestas,adquiere una significación. El territorio peninsular e isleño fue escenario de una serie de choques de pueblos. Parece comprobada la existencia previa en su territorio de una población autóctona de procedencia oriental (entre los años 3000 y 1500 a.n.e.) cuyos vestigios más fascinantes hallamos en las islas del mar egeo y en la ribera oriental del mismo mar. Creta, Micena y Troya, fueron conglomerados urbanos representativos a esta cultura aborigen, de la que se conservan residuos arqueológicos- planos de ciudades, alfarería, arte y ciertos mitos religiosos, a parte de las referencias ulteriores en textos geógrafos, poetas, filósofos, etc-, se le denomina cultura minoica o micénica. Sobre ella, alrededor de 1500 a.n.e., se superpone una gran corriente inmigratoria europea, indogermánica, arrojada del Danubio por causa de un gradual empeoramiento de clima que obligo a la búsqueda de zonas templadas más al sur fueron los pueblos llamados Egeo o Aqueos, y el proceso de fusión, acompañado de la gradual desaparición de la cultura minoica, se produjo en los años 1500 a 1200 a.n.c de este periodo, así como del anterior, nos dan alguna razón los poemas de Homero, la Ilíada, y la Odisea; la mitología de Hesíodo contenida en su teogonía y más tarde los grandes temas trágicos utilizados por Esquilo, Sófocles y Eurípides, también en el Tineo y Critias de Platón encontramos rasgos de aquellos tiempos. Fueron siglos de guerra de cambios influidos por una paideia bárbara heroica y durante tal periodo amanece el alma griega- si pudiéramos denominar así, metafóricamente para una mejor intelección, al perfil colectivo de un pueblo- una segunda gran corriente migratoria se produjo en los años 1100 y 750 a.n.e., también procedente del norte de Europa e integrada por los pueblos dorios quienes conquistaron la totalidad de la península y las islas mediterráneas. Ya entre los años 750 y 500 encontramos una Grecia cristalizada en formas políticas, religiosas y culturales: aparece la polis como arquetipo de la vida ciudadana; su religión toma cuerpo en santuarios, mitologemas, tradiciones y culto. Se inicia el pensamiento filosófico y las formas literarias, sobre todo la tragedia. El conflicto entre las dos poderosas polis que fueron Atenas y Esparta, concluyendo con el predominio alternativo de una y otra llena todo ese periodo. Sobrevienen a continuación, unos tiempos a los que llamaremos imperiales, entre 500 y 196 a.n.e., en que el poder de la polis, sobre todo la de la ateniense, se quebranta y una nueva potencia política, Macedonia, toma en sus manos autoritarias el gobierno. La figura de Alejandro el Grande, simboliza estos tiempos con su gran empresa de extender la Hélade por Asia y el Norte de África: conquista de Persia, India y Egipto. Le sigue un periodo desordenado y desintegrante en que el imperio de disuelve en grupos autárquicos. En el año 126 comienza la conquista romana. Una nueva potencia mediterránea se alza en el horizonte y en el centro de gravedad político- cultural, pasa de Atenas (símbolo de la Hélade) a Roma. Grecia influirá culturalmente en sus conquistadores transmitiéndoles la antorcha olímpica de su espíritu. Los Poemas Homéricos Al principio esta Homero. Es el manantial cristalino de donde nacerán tantas corrientes de agua: Homero el desconocido y casi fabuloso autor de la Ilíada y la Odisea. Con él se inicia la poesía épica, de él vienen gran número de temas e incitaciones para construir la tragedia clásica rica información historia, casi todo lo que sabemos de la mitología helena y direcciones para el pensamiento filosófico posterior. Después de 25 siglos sus proyecciones aún se perciben en el ámbito de la creación poética (el Ulises de Joyce como cita más a la mano, entre otras) ¿Homero realmente existió?, ¿es, por el contrario, Homero un símbolo personificado de tradiciones religiosas y poéticas? La historia cuenta que un bardo ciego y pobre, así llamado, que vivió entre los siglos IX a X a.n.e., fue el autor material de dos grandes poemas inspirado en las guerras de los aqueos invasores de las penínsulas, contra las grandes ciudades minoicas. Tal historia fue artículo de fe para los hombres cultos hasta el siglo XVIII. A partir de entonces, coincidiendo con un mayor rigor en los estudios filológicos, se puso en duda su existencia: es más, el vocablo Homero, perdió su significación personal para convertirse en denominación de una escuela poética – los homéridas- a quienes se les atribuyo la invención del personaje, achacándole haber escrito los poemas por inspiración genial casi divina. Con lo cual el viejo cantor ciego se desvaneció entre las nubes de la poesía folklórica, tradicional y popular de los antiguos griego. Hoy se ha llegado a un equilibrio entre ambos puntos de vista. Parece probable la existencia real de Homero y también el hecho de que los dos poemas que se le atribuyen no sean el resultado de una creación personal, sino del perfeccionamiento por su parte, de materiales épicos, de distinta procedencia que tomo entre manos para refundirlos entre épocas más tardías, así Homero habría sido el recopilador y organizador genial de una literatura muy anterior a él que se ofrecería, ya en su época, como el tesoro de las tradiciones culturales, religiosas y políticas de su pueblo. La Polis Griega Los griegos no diferenciaban entre sociedad y política, lo político incluía lo social, según Aristóteles el hombre es un ζooν πoλίτικoν, “Zoom Politikon” para referirse a que el hombre se realiza solo con plenitud en la polis, inferiendo que el que está fuera de ella es un ἰδιώτης , el Idion es aquella figura opuesta a la del Politicón, la del Ciudadano; en este sentido hay diferencia entre hombre político y hombre social. La Política era el vivir colectivo, el vivir social y el lugar para adoptar decisiones. La palabra social no es griega, es latina. Respecto al origen y constitución de la sociedad Aristóteles mantendrá, al igual que Platón, la teoría de la “sociabilidad natural” del hombre. El hombre es un animal social (zóon politikon), es decir, un ser que necesita de los otros de su especie para sobrevivir; no es posible pensar que el individuo sea anterior a la sociedad, que la sociedad sea el resultado de una convención establecida entre individuos que vivían independientemente unos de otros en estado natural: “La ciudad es asimismo por naturaleza anterior a la familia y a cada uno de nosotros “. El todo, argumenta Aristóteles, es anterior a las partes; destruido lo corporal, nos dice, no habrá “ni pie ni mano a no ser en sentido equívoco”; el ejemplo que toma como referencia sugiere una interpretación organicista de lo social, en la que se recalca la dependencia del individuo con respecto a la sociedad. Zóon politikon (en griego, ζῷον: animal, y πoλίτικoν: social o político) es una expresión escrita por el filósofo estagirita Aristóteles en su libro 1 de Política. El significado literal de la misma es: “animal social” o más específicamente “animal político”, y hace referencia al ser humano, el cual a diferencia de los animales posee la capacidad natural de relacionarse políticamente, o sea crear sociedades y organizar la vida en ciudades (ciudad, se dice “polis” en griego). Cuando Aristóteles definía al hombre como zoon politikón, hacía referencia a sus dimensiones social y política. El hombre y el animal por naturaleza son sociales, pero solo el hombre es político, siempre que viva en comunidad. Por tanto, la dimensión social ayuda a constituir la base de la educación y la dimensión política contribuye a la extensión de esa educación. Aristóteles se preocupó tanto por la naturaleza del ser humano como por sus relaciones sociopolíticas, creía que el individuo sólo se puede realizar plenamente en sociedad, que posee la necesidad de vivir con otras personas.También expresó que aquellos que son incapaces de vivir en sociedad o que no la necesitan por su propia naturaleza, es porque son bestias o dioses. En la polis griega la política se entiende sólo en situaciones de total independencia y soberanía. La política se restringe a las relaciones de los ciudadanos que han sido liberados de las obligaciones que otros tienen (esclavos, mujeres, extranjeros) y pueden entregarse a la libertad de lo político, es decir a relacionarse con otros ciudadanos iguales, sin coacción, violencia ni dominio. Tiene una dimensión horizontal, de relaciones entre iguales. La libertad política según la entiende la Grecia clásica está vinculada a un espacio (la polis, el ágora). Lo político empieza cuando se han resuelto los problemas de subsistencia http://www.altillo.com/examenes/uba/cbc/filosofia/filoresumenpolis.asp http://www.buscador.iumx.eu/leer-online/?t=polis+2+DOC&d=http://old.uchitel-izd.ru/data/SEH/Vol.4.2/04%2520Vliet.doc material, la violencia. La dedicación a lo público requiere concesiones en lo privado, pero lo privado era considerado inferior a lo público, menos importante, el hombre no político era un ( ἰδιώτης ), un ser incompleto. Con Aristóteles se nos muestra un concepto absolutamente novedoso, un paso mental que nos enseña que la palabra polis encierra un proceso de retroalimentación que engloba por un lado la entidad física de lo que será la ciudad y por otro la gestación del concepto de ciudadano. La política tiene por objeto la vida del hombre en la polis, el análisis de las instituciones, de las leyes y regímenes que los hombres se han dado en su vida en común, para explorar desde ahí, cuáles de las virtudes privadas pueden ser consideradas también virtudes públicas y cuál puede ser el régimen que mejor concuerde con ellas. En suma, el objeto de la política es la comunidad buena de los hombres asociados. Como Aristóteles considera al ser humano como zoon politikón, un animal cívico, social o literalmente un animal político, él mismo no deja de recordarnos constantemente que la virtud, la justicia y la felicidad se alcanzan, socialmente, en relación con los otros en la ciudad, en la polis, es decir, políticamente. Aristóteles delimita perfectamente la definición de ciudadano, porque no se es ciudadano por el mero hecho de vivir en la polis. Exclusivamente se pueden considerar ciudadanos aquellos que participan en las funciones judiciales y de gobierno. Él mismo afirma que un niño o un anciano no son ciudadanos plenos, y de esto se deduce que el privilegio de ser politeia viene dado por la aportación al bien de la comunidad. En cierto modo el individuo pierde protagonismo para formar parte del todo, lo particular pierde fuerza para cedérsela al grupo, que da sentido completo a la unidad política que es la polis. La Polis o Ciudad Estado La Polis es símbolo de Civilización con un grado mayor de desarrollo, hasta el punto de que cómo forma de organización política es considerada en cuanto a principios y reglas de organización, el antecedente directo e inmediato del Estado Moderno. Temporalmente podemos ubicarlas entre 8.000 y 4.000 años a.C y posteriormente también. ¿Cómo llegan a las revoluciones burguesas? A través del Renacimiento, que es una recuperación de la estructura clásica, como modelo ideal y la traslada hasta nuestros días. La Polis es una forma de organización política que surge simultáneamente a las Sociedades Segmentadas, es consecuencia del desarrollo de una economía, no solo basada en la agricultura y el comercio, sino también en la “esclavitud” este elemento será el que explique el apogeo de la polis. La Organización Política de la Polis La Polis es un Centro diferenciado, que se basa en principios de ciudadanía e igualdad legal y política, y en mecanismos de participación política. Con la Polis se produce el auge de las ciudades, se concentra la población en núcleos. El desarrollo económico producido por el excedente económico, implica la necesidad de establecer mecanismos de redistribución y acumulación. Se produce un aumento de la diferenciación y estratificación funcional, el crecimiento económico se va especializando. En la composición social de la polis se distingue a los: Ciudadanos: Con derechos políticos y el resto de la sociedad como mujeres, extranjeros y esclavos que carecen de derechos políticos, pero sin embargo todos participan en las obligaciones fiscales y militares. Para los ciudadanos se aplican criterios universales y de logro en la composición de los estratos sociales. El elemento de “lealtad política” a la ciudad, es importante, ya que es un vínculo que ata y obliga al ciudadano a su ciudad lo que le da legitimidad al sistema. Con La Polis se produce un mayor desarrollo político, si bien todavía hay uso privado de la coacción. Aristóteles expresaba la concepción griega de la vida haciendo alusión a la polis como la unidad constitutiva y la dimensión de la existencia. Por lo tanto en el vivir político los griegos no veían una parte o un aspecto de la vida, la veían en su totalidad y en su particularidad, no había otra manera de asimilar el presente. En La Polis el vivir político es al mismo tiempo el vivir colectivo, el vivir asociado y más intensamente para alcanzar el fin último, la felicidad. El hombre no político era un ser defectuoso, cuya insuficiencia consistía precisamente en haber perdido o en no haber adquirido la dimensión y la plenitud de la simbiosis con la propia polis. El animal político no se distinguía en modo alguno de un animal social, y ésta es la esencia que subyace de La Política de Aristóteles. Podemos considerar las polis como precursoras de las Civitas romanas, pero sin embargo existen algunas diferencias importantes: El griego piensa en términos filosóficos, políticos o morales, como nos ha demostrado Aristóteles, y los romanos lo hacen en términos jurídicos, es más, uno de los más grandes legados romanos ha sido la invención del derecho, dejándonos como herencia el ius civile, que es el derecho positivo, producto de la ciudad; el ius gentiumque es el derecho común a todos los pueblos y el ius natural. Roma tiene la particularidad de basar sus principios en el derecho y en las instituciones jurídicas, pero la noción de la realidad en Grecia es otra cosa. La Civitas Romana La idea de la política vinculada a la polis como comunidad es muy distinta al concepto de cívitas, un grupo cuya cohesión se basa en el consenso de la ley. Cuando el hombre pasa de la polis a la cosmópolis, el sentido de la política se diluye, ya no se habla del hombre como animal político sino como animal social. El latín distingue claramente Civitas de urbs. Urbs es lo que llamamos ciudad, las calles, las plazas y todos los edificios y demás construcciones que la forman. Y Civitas es un nombre que hemos perdido. Lo más parecido es ciudadanía. Con la palabra Civitas designaban los romanos al conjunto de ciudadanos que constituían la ciudad. La Civitas, la ciudad eran los ciudadanos. Los mismos romanos explican que urbs viene de orbis por la forma más o menos redonda de las murallas. Los romanos viven en la cosmópolis, cambio cualitativo y cuantitativo. El hombre deja de ser un animal político para ser considerado un animal social, el sentido de la política se distingue. Sartori dice que la concepción griega de polis tenía forma de organización horizontal, no existían jerarquías. En el pensamiento romano tenía la misma concepción, pero donde los griegos decían polites, los romanos decian civis, en donde esta se configura como una civitas societas que implicaba una iuris societas. Sartori señala que la política nunca fue percibida verticalmente asociándola a la idea de poder: con Maquiavelo en el renacimiento, con su obra “El Príncipe” S.XV y XVI descubre la política y la políticaromana tiene un componente más jurídico y un componente ético-político y además se le agrega la religión en la baja Edad Media. (Sartori, p. 209) Con Maquiavelo se entiende la política como algo aislado, sin componentes jurídicos, etc. Este estudia la política como algo autónomo que tiene su propia ley, la política es autosuficiente ya que se puede explicar por ella misma, se puede entender como una causa primera generadora que afecta a otros muchos ámbitos. En Grecia eran ciudadanos todos los que fueran mayores de edad, no así las mujeres y los esclavos. En el ámbito económico es importante a la hora de diferenciar entre política y sociedad, lo que antes era “Polis” ahora es “Civitas”, las Civitas se organizan de forma jurídica. La Antigua Roma designa al Estado surgido de la expansión de la ciudad de Roma, que, en su época de apogeo, llegó a abarcar desde Gran Bretaña al desierto del Sahara y desde la Península Ibérica al Éufrates, provocando un importante florecimiento cultural en cada lugar en el que gobernó. Al período de mayor esplendor se le conoce como Paz romana, debido al relativo estado de armonía que prevaleció en las regiones que estaban bajo el dominio romano, un período de orden y prosperidad que marcó la edad de oro de Occidente y el despertar de Oriente. La ciudad inicial fue levantada en el pomoerium palatino, y Rómulo quedó como único soberano. Creó el senado, compuesto por cien miembros (patres) cuyos descendientes fueron llamados patricios y dividió la población en 30 curias. La naciente ciudad-estado era gobernada por un rey (rex) elegido por un consejo (senatus). La Democracia Empecemos por definir la palabra "democra-cia". Es importante definirla- saber lo que quiere decir- para establecer qué pretendemos o nos esperamos de la democracia. Pero cuidado, porque es un discurso plagado de celadas. La primera de ellas es terminológica. La palabra griega demokratia se compone de demos, que quiere decir "pueblo", y de kratos, que quiere decir "poder". Por tanto, traducida al castellano, significa "poder del pueblo". Si es así, las democracias "tienen que ser" lo que dice la palabra: sistemas y regímenes políticos donde el pueblo es el que manda. ¿Todo resuelto? No. Ante todo, ¿quién es el pueblo? y después, ¿cómo se atribuye el poder al pueblo? ¿Cómo hay que hacer? Ya entre los siglos V y IV a. C., el término demos tuvo todo tipo de interpretaciones. Para los griegos, a la palabra se le podían asignar cuatro significados: 1) plethos, es decir, el plenum, el cuerpo de los ciudadanos en su integridad. Aquí el pueblo son "los todos"; 2) hoipolloi, "los muchos". El inconveniente de esta acepción es que se remite a la pregunta: "¿Cuántos muchos son suficientes para formar un demo?". Habría que establecerlo cada vez, y eso no puede ser; 3) hoi pleiones, "los más". En cambio, ésta es una acepción fundamental, porque la democracia se fundamenta, como veremos, en una regla mayoritaria que deriva de esta acepción; 4) ochlos, "la multitud", una concentración ocasional que, no obstante, puede "calentarse". En Atenas, la multitud era importante por- que se trataba de una democracia directa. Pero recobra su importancia a medida que la democracia de los modernos ha ido activando a las masas y se sirve de ellas. Dejando a los griegos, el discurso se vuelve aún más complejo en cuanto el demos se reconvierte en el latino populus, porque los romanos -y más aún la cultura medieval- hacen de populus tanto un concepto jurídico como una entidad orgánica. Por último, cabe recordar un significado que es en parte aristotélico (el demos son "los pobres") y en parte marxista (el pueblo es "el proletariado"). Con esta óptica, el pueblo es una parte del demos, la más pobre o la más numerosa. Como puede verse, la complicación no es poca, pero hoy puede simplificarse con dos nociones "operativas" de democracia (en el sentido de que consideran la democracia por su forma de operar). En este contexto encontramos el principio de mayoría absoluta o bien de mayoría relativa. El primero quiere decir: los más tienen todos los derechos, mientras que los menos, la minoría, no tienen ningún derecho. En cambio, el principio de mayoría relativa se concreta así: los más tienen derecho a mandar, pero en el respeto de los derechos de la minoría. Por tanto, desde un punto de vista operativo, el demos es una mayoría, o bien absoluta o bien moderada, y la doctrina es prácticamente unánime al afirmar que la democracia tiene que inspirarse en el principio de mayoría limitada o moderada. Si no, vivirá un día y empezará a morir al día siguiente. República En relación a la República, el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) define a esta institución política como la “organización del Estado cuya máxima autoridad es regida por los ciudadanos o por el Parlamento por un periodo determinado”, de tal modo que estamos en presencia de una institución organizativa donde existe participación popular o en donde una institución política regirá como autoridad en un lapso de tiempo. Para Tabosa A (2003), puede ser definida como “una forma de gobierno donde los gobernantes son electos temporalmente. O como sugiere la etimología un gobierno donde rige la cosa pública (res publica o res populi) si sólo una parte del pueblo, la élite, participa en la elección, la república es aristocrática. Si la participación es de todas las personas, si el sufragio es universal, la república es democrática” (p.106). Estamos en presencia de una forma de gobierno que nace en Roma y que se divide en República Aristocrática en la solo participan políticamente una parte de los ciudadanos por pertenecer a la elite y la República Democrática existe si existe el voto como mecanismo de elección popular en donde todos tienen participación ciudadana en la cosa pública. Del mismo modo, Hobaica CH (2014), se puede decir que la República “en derecho político significa una forma de gobierno por la cual el ejercicio de la soberanía corresponde al pueblo, ya sea directamente o bien valiéndose de instituciones representativas y en las que igualmente la soberanía es personificada en un titular individual o colectivo cuya magistratura ha de concebirse necesariamente como electiva, temporal y responsable”. (p. 96). Atendiendo a estas consideraciones, resulta conveniente abordar el tema de la República a través de la distribución del poder público los cuales tienen como característica fundamental la temporalidad y la responsabilidad de quienes ejercen los derechos políticos. Encontramos Rivas A (2009), quien establece que la República “es un concepto negativo equivalente a no monarquía. Las historias políticas de muchos pueblos demuestran la existencia de estructuras externas del poder que no se corresponde con el sentido y alcance del término democracia. El concepto de República puede comprender un ejercicio autocrático y tiránico del poder político, como ocurrió con la forma de gobierno de la Unión de la Repúblicas Socialistas Soviéticas que se apartaban de la noción del término democracia.” (p.285). El autor en cuestión trata de deslumbrar los peligros que corre la Democracia cuando se utiliza la República negativamente citando algunos hechos de la historia contemporánea actual. República Romana Para lograr una acertada definición de la misma, es obligatorio conocer su origen, como un paso necesario para el entendimiento de una historia de evolución que comenzó en la Antigua Roma y se ha convertido a través de los tiempos en un sistema de gobierno casi indiscutido en todo el mundo, lo cual explica el interés creciente por su estudio y discusión infinita durante más de dos mil años. Pierre G (2005), narra que “según la tradición, la República se establece en Roma como consecuencia de un movimiento revolucionarioy en razón de las arbitrariedades y abusos de los últimos de los Reyes, Tarquino el Soberbio, quién pretendió gobernar sin consultar al Senado y de espaldas a los patricios. El descontento hacia la monarquía hizo emerger un régimen distinto que estaría representando por dos servidores públicos a quienes denominaron Cónsules: El pueblo, desorientado y sinceramente indignado por el escándalo que había hecho sucumbir a la monarquía de Tarquino el Soberbio, aceptó la creación de un nuevo régimen, que entregaba todo el grueso del poder de la aristocracia campesina de los “Padres. En lugar del Rey se crearon dos cónsules, elegidos por un año. Se pretendía que los dos colegas se vigilasen mutuamente y evitar así que intentaran restaurar la Monarquía”. (p.27). Hobaica CH. (2014), ilustra acerca del nacimiento de la República Romana y considera lo siguiente: “una vez que se puso fin a la autoridad de Tarquino el Soberbio, el pueblo luego de aprobar su destitución y su expulsión de Roma con sus familiares, se sustituyó el monarca con dos jefes electivos y temporales, con lo que se dio entrada en el derecho público romano al nuevo concepto de magistratura. La autoridad suprema se confirió a dos magistrados militares y civiles a la par, quienes por la relación de la colegialidad que les unía, se les llamó cónsules los primeros en ser elegidos fueron Junio Bruto y Tarquino Colatino, el cual fue sustituido por P. Valerio Publícola. (p.96). A su vez, Guillermo A (2019), “las grandes crisis romanas trajeron el paso de la tutela de la República por la clase mercantil a la demagogia y de esta a la dictadura. Instituida como una magistratura extraordinaria en la República Romana, por designación consular y previa autorización del Senado, la dictadura comisoria no soberana posee poderes extraordinarios sobre Gobierno y ejercito para atender la emergencia, por tiempo limitado a seis meses en la estricta separación de poderes que Aristóteles pensó y Montesquieu dibujo en trazos magníficos, pero que Roma aplicó más por distribución y equilibrio que por prescripción”. Podemos observar el nacimiento de la dictadura otorgada a Sila y César en la fase decadente de la República, pero dicha institución tiende a corromperse cuando se debilitan los soportes sociales e institucionales del régimen político, dejando de ser un instrumento para convertirse en un objetivo. La magistratura romana extraordinaria “ab initio” era la que se utilizaba en caso de extrema necesidad la cual no alcanzaría un periodo mayor a seis meses, la del Dictador, con su lugarteniente el “magister equitum”. En lo que afecta a la dictadura romana, recordando que la antigua denominación ha sido la de magister populi y se puede decir que su origen se encuentra también en aquellos tiempos durante la monarquía etrusca, bien se le identifique con el mismo monarca etrusco o bien con un comandante militar auxiliar. El Dictador era elegido por los cónsules, y la tradición señala que partir del 356 a.C., se nombran plebeyos para el ejercicio de esta magistratura. No obstante, a fines del siglo III a.C., es un cargo electivo. El Dictador tenía un imperio mayor respecto de los cónsules, los cuales junto con otros magistrados continúan en sus funciones judiciales y administrativas, salvo en el ejercicio de la Intercessio. Surgimiento de la Filosofía Griega La filosofía griega es un proceso evolutivo en el que la filosofía nace arrancándose paulatinamente del mito, se constituye y se desarrolla. Pero no se trata sólo de un proceso meramente lógico o una mera evolución de puras ideas, sino un proceso que surge de las relaciones del ser humano con la naturaleza y la sociedad. Se trata de un proceso histórico sociocultural. Erróneamente se ha creído que en un momento dado del proceso histórico surge espontáneamente un interés en la pura contemplación desinteresada y racional. Pero esto no es así. Veamos lo que dice Aristóteles al respecto: “Que no se trata de una ciencia productiva, es evidente ya por los que primero filosofaron. Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio, admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes, luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la luna y los relativos al sol y a las estrellas y a la generación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. Por eso también el que ama los mitos es en cierto modo filósofo; pues el mito se compone de elementos maravillosos”. “De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esa disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a ésta como la única ciencia libre, pues ésta es sola para sí misma”. “Y, entre las ciencias, pensamos que es más sabiduría la que se elige por sí misma y por saber, que la que se busca a causa de sus resultados, y que la destinada a mandar es más sabiduría que la subordinada”. ¿Se hace ciencia sólo por saber? Aristóteles dice que la sabiduría (la filosofía) es una ciencia contemplativa, desinteresada, no productiva. Pero también dice que la filosofía comenzó cuando ya estaban solucionadas las cuestiones productivas y de “ornato de la vida”, con lo cual reconoce la importancia de las condiciones materiales para que surja lo espiritual; sólo cuando existe lo primero se puede dar lo segundo. Sin embargo, Aristóteles olvida algunas cosas, sobre todo, la importancia y decisiva influencia que los modos de inserción de los filósofos en la sociedad ejercen en su filosofía. En este sentido, Zubiri afirma lo siguiente: “Toda filosofía tiene su base, como supuesto suyo, una cierta experiencia. Contra lo que el idealismo absoluto ha pretendido, la filosofía no nace de sí misma. Y ello, en varios sentidos: primeramente, porque si así fuera, no sería explicable que la filosofía no hubiera existido plena y formal en todos los ángulos del planeta, desde que la humanidad existe; en segundo lugar, porque la filosofía muestra un elenco variable de problemas y de conceptos; finalmente, y sobre todo, porque la posición misma de la filosofía dentro del espíritu humano ha sufrido sensibles oscilaciones. Pero el que toda filosofía parta de una experiencia no significa que esté encerrada en ella, es decir que sea una teoría de dicha experiencia. La filosofía puede contradecir y anular la experiencia que le sirve de base, inclusive desentenderse de ella y hasta anticipar formas nuevas de experiencia. Pero ninguno de estos actos sería posible sino poniendo el pie en una experiencia básica que permitiera el brinco intelectual de la filosofía. Esto quiere decir que una filosofía sólo adquiere fisonomía exacta referida a su experiencia básica. Experiencia significa algo adquirido en el transcurso real y efectivo de la vida. No es un conjunto de pensamientos que el intelecto forja, con verdad o sin ella, sino el haber que el espíritu cobra en su comercio efectivo con las cosas”. Anaximandro, por ejemplo, nunca hubiera concebido su sistema cosmológico sin la influencia de las técnicas, y no hubiera sido el poema de Parménides como fue si él no hubiera sido un legislador y hubiese vivido en una ciudad organizada social y políticamente de otra forma a como lo estaba Elea. Y se puede multiplicar los ejemplos. Con lo cual se demuestra que no existe una ciencia puramente contemplativa desinteresada desligada de los procesosmateriales y sociales. En los textos de Aristóteles citados antes, el Estagirita ejemplifica su concepción de la filosofía mediante la referencia al “hombre libre”. El hombre libre era, en Grecia, el ciudadano, polítes: “Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para ningún otros, así consideramos a ésta como la única ciencia libre, pues ésta sólo es para sí misma”. Los modelos socio-formos influyen en la ciencia y la filosofía; el modelo que influye en la concepción aristotélica de la filosofía es el del polítes. Y esto se ve con claridad si analizamos la teoría del sofós en Aristóteles. El ciudadano, polítes, era considerado libre, poseedor de un Estado soberano (polis), inteligente, racional, no esclavo, que mandaba sobre los demás. Son justamente las cualidades definitorias que Aristóteles estipula para el sabio y la sabiduría-filosofía. Por tanto, para comprender cómo surge la filosofía griega hay que entender y dar cuenta de los siguientes hechos: cómo estaba constituida la sociedad griega, así como los procesos y evoluciones de tal sociedad; qué significó y la importancia que tuvo la polis; cuáles eran las visiones que tuvo y el lenguaje que escribió el mito sobre la sociedad y la naturaleza; las influencias de la ciencia y las cosmovisiones orientales; el desarrollo de la lengua, y la influencia e importancia de las técnicas vinculadas al desarrollo de la producción de mercancías. Dar cuenta de estos puntos y de cómo ellos, más la genialidad de algunos autores, generaron una específica cosmovisión, es dar cuenta de la filosofía griega y, por ende, del origen de la filosofía occidental. Referencias Bibliográficas Serrano, S. (1963). La Cultura Occidental. Tomo I. Vergara, F. (1988). La Paideia Griega. Sartori, G. (2008). La Democracia en 30 Lecciones. Samour, H. (2017). La Filosofía Griega. Revista de Museología. Hobaica, CH. (2014). Anotaciones y Comentarios de Derecho Romano. Tomo I. Referencias Electrónicas de Apoyo: Gallego, J. (2017). La pólis griega. Orígenes, Estructuras, Enfoques https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/111139/CONICET_Digital_Nro.e6e 42002-3c00-486b-9758-99286f7185dc_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y Sartori, G. (2008). La Democracia en 30 Lecciones http://demagnetize.link/download/34cfeee0-0f6a-11ee-a13e- 93630a5d8574/1687265947630 Aristóteles, (2001). Ética a Nicómaco https://www.imprentanacional.go.cr/editorialdigital/libros/literatura%20universal/e tica_a_nicomaco_edincr.pdf Gaarder, J. (1991). El Mundo de Sofía https://www.cs.buap.mx/~jitalo/libros/mundodesofia.pdf Struve, V. (1985). Historia de la Antigua Grecia I http://w2.ucab.edu.ve/tl_files/escuela_letras/Programas/Struve,_V_V_- _Historia_de_la_antigua_Grecia_I.pdf Historia de la Filosofía http://mimosa.pntic.mec.es/~sferna18/materiales/salus2/HISTORIA_DE_LA_FILOSOFI A.pdf https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/111139/CONICET_Digital_Nro.e6e42002-3c00-486b-9758-99286f7185dc_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/111139/CONICET_Digital_Nro.e6e42002-3c00-486b-9758-99286f7185dc_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y http://demagnetize.link/download/34cfeee0-0f6a-11ee-a13e-93630a5d8574/1687265947630 http://demagnetize.link/download/34cfeee0-0f6a-11ee-a13e-93630a5d8574/1687265947630 https://www.imprentanacional.go.cr/editorialdigital/libros/literatura%20universal/etica_a_nicomaco_edincr.pdf https://www.imprentanacional.go.cr/editorialdigital/libros/literatura%20universal/etica_a_nicomaco_edincr.pdf https://www.cs.buap.mx/~jitalo/libros/mundodesofia.pdf http://w2.ucab.edu.ve/tl_files/escuela_letras/Programas/Struve,_V_V_-_Historia_de_la_antigua_Grecia_I.pdf http://w2.ucab.edu.ve/tl_files/escuela_letras/Programas/Struve,_V_V_-_Historia_de_la_antigua_Grecia_I.pdf http://mimosa.pntic.mec.es/~sferna18/materiales/salus2/HISTORIA_DE_LA_FILOSOFIA.pdf http://mimosa.pntic.mec.es/~sferna18/materiales/salus2/HISTORIA_DE_LA_FILOSOFIA.pdf
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