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Biologia la Vida en La Tierra-comprimido-324

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292 Capítulo 14 PRINCIPIOS DE LA EVOLUCIÓN
14.5 EPÍLOGO DE CHARLES DARWIN
Estas son las frases finales de El origen de las especies de Dar-
win:
“Es interesante contemplar una ribera enmarañada, reves-
tida de numerosas plantas de muchas clases, con aves que
cantan en los arbustos, con diversos insectos que vuelan
aquí y allá, y con gusanos que se arrastran en la tierra hú-
meda, y pensar que estas formas de tan elaborada cons-
trucción... son todas ellas producto de leyes que actúan a
nuestro alrededor. Estas leyes, tomadas en su sentido más
alto, son el Crecimiento con Reproducción; Herencia [y]
Variabilidad; una Tasa de Aumento tan alta que da origen
a una Lucha por la Vida y, en consecuencia, a la Selección
Natural, que implica Divergencia de Carácter y Extinción
de las formas que han mejorado menos... Hay magnificen-
cia en esta perspectiva de la vida, con sus diversos poderes,
insuflada originalmente en unas pocas formas o en una 
sola; y en que, mientras este planeta ha seguido girando de
acuerdo con la inmutable ley de la gravedad, a partir de un
inicio tan simple, han evolucionado, y continúan evolucio-
nando, las formas más bellas y maravillosas”.
O T R O V I S TA Z O A L E S T U D I O D E C A S O
Q U É TA N Ú T I L E S S O N L A S M U E L A S D E L J U I C I O
Las muelas del juicio son un
ejemplo entre docenas de
estructuras anatómicas de
los seres humanos que, al
parecer, no desempeñan
una función. El mismo Dar-
win hizo notar la existencia
de estas características “sin
utilidad o casi sin utilidad” en el primer capí-
tulo de su Origen de las especies y afirmó
que constituían una importante evidencia de
que los seres humanos evolucionaron a par-
tir de especies anteriores.
Una estructura vestigial es el apéndice,
un delgado tubo unido al intestino grueso.
Aunque el apéndice produce algunos gló-
bulos blancos de la sangre, es evidente que
una persona no lo necesita. Cada año, sólo
en Estados Unidos, unas 300,000 personas
se someten a la extracción quirúrgica del
apéndice, y después de la operación se de-
senvuelven sin problemas. El apéndice pro-
bablemente es homólogo del ciego, una ex-
tensión del intestino grueso que sirve para
almacenar alimento en muchos mamíferos
herbívoros.
El vello corporal es otra característica que
carece de función en los humanos. Parece
ser una reliquia evolutiva del pelaje que
mantenía caliente el cuerpo de nuestros dis-
tantes antepasados (y que aún brinda calor a
nuestros parientes evolutivos más cercanos,
los grandes simios). No sólo conservamos el
vello corporal carente de función, sino que
también tenemos vellosidades eréctiles, las
fibras musculares que permiten a otros ma-
míferos esponjar su pelaje para aislarse 
mejor. En los humanos estas estructuras ves-
tigiales sólo provocan el efecto de la “piel
de gallina”.
Aunque los humanos no tenemos ni ne-
cesitamos cola, sí tenemos el hueso corres-
pondiente o cóccix, que consta de unas
cuantas vértebras diminutas unidas en una
pequeña estructura en la base de la colum-
na vertebral, donde se iniciaría la cola si tu-
viéramos una. Algunos músculos pequeños
están unidos al cóccix, pero las personas
que nacen sin él o a quienes se les extrae
quirúrgicamente no sufren ninguna conse-
cuencia negativa.
Piensa en esto Los defensores del creacio-
nismo argumentan que si una estructura no
realiza una función, no puede considerársele
inútil, incluso si al eliminarla no se produce
un efecto. Por consiguiente, desde esta
perspectiva, las muelas del juicio no son evi-
dencia de la evolución porque, si no se 
extraen, pueden utilizarse para masticar.
¿Consideras que este argumento es convin-
cente?
R E P A S O D E L C A P Í T U L O
RESUMEN DE CONCEPTOS CLAVE
14.1 ¿Cómo se desarrollaron las ideas sobre la evolución? 
Históricamente, la explicación más común del origen de las espe-
cies ha sido la creación divina de cada especie en su forma actual
y se creía que las especies no habían cambiado significativamente
desde su creación. Pero los fósiles, así como la exploración geoló-
gica y biológica en los trópicos, pusieron en tela de juicio esta opi-
nión. Desde mediados del siglo XIX, los científicos llegaron a la
conclusión de que las especies se originaron y evolucionaron me-
diante procesos naturales capaces de modificar la constitución ge-
nética de las poblaciones de organismos.
14.2 ¿Cómo sabemos que ha habido evolución?
Son muchas las líneas de prueba que indican que ha habido evo-
lución, incluidas las siguientes:
• Los fósiles de especies antiguas tienden a ser más simples en
cuanto a forma que las especies modernas. Se han descubierto
series de fósiles que muestran una sucesión escalonada de cam-
bios de forma. Estos dos hechos serían de esperar si las espe-
cies modernas evolucionaron a partir de especies más antiguas.
• Las especies que se consideran emparentadas con un antepasado
común a través de la evolución presentan muchas estructuras
anatómicas similares. Algunos ejemplos son las extremidades
anteriores de anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
• Las etapas del desarrollo embrionario muestran una gran simi-
litud entre tipos diferentes de vertebrados.
• Las semejanzas en cuanto a características bioquímicas, entre
ellas el uso del DNA como portador de la información genéti-
ca, apoyan la noción de que las especies emparentadas descien-
den por evolución de antepasados comunes.
14.3 ¿Cómo funciona la selección natural?
Charles Darwin y Alfred Russel Wallace propusieron de forma in-
dependiente la teoría de la evolución por selección natural. Su teo-
ría expresa las consecuencias lógicas de cuatro postulados acerca
de las poblaciones. Si las poblaciones son variables y los rasgos 
variables se heredan, y si existe reproducción diferencial (es decir,
desigual) con base en las peculiaridades de los individuos, las carac-
terísticas de los individuos exitosos serán “seleccionadas natural-
mente” y se volverán más comunes con el paso del tiempo.
Web tutorial 14.1 La selección natural para la resistencia a los
antibióticos

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