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encima una coloración llamativa o de una cola larga, que lo harían más vulnerable ante los depredadores. Inversamente, los machos que están enfermos o que sufren el ataque de pa- rásitos son ordinarios y carentes de gracia en comparación con los machos saludables. Una hembra que elige al macho con colores más brillantes y más ornamentado está eligiendo Muchas de las especies de la Tierra están en peligro de extin- ción. De acuerdo con la World Conservation Union, actualmen- te más de 15,000 especies de plantas y animales están amenazadas por la extinción. Para la mayoría de estas especies en riesgo, la principal amenaza es la destrucción de su hábitat. Cuando se reduce el hábitat de una especie, el tamaño de su población casi invariablemente también disminuye. Muchas personas, organizaciones y gobiernos están preocu- pados por la situación de las especies en peligro de extinción y trabajan para brindarles protección tanto a ellas como a sus há- bitat. Se espera que tales esfuerzos no sólo protejan a las espe- cies amenazadas, sino que también restauren sus poblaciones, de manera que se termine con el peligro de su extinción. Por desgracia, es probable que una población que ya se ha vuelto tan pequeña para considerarse en riesgo de desaparecer sufra cambios evolutivos que aumentarán el peligro que tienen de extinguirse. Los principios de la evolución genética que ya he- mos explorado en este capítulo nos ayudarán a entender dichos cambios. Un problema es que en las poblaciones pequeñas, las selec- ciones de apareamiento están limitadas, y una elevada propor- ción de apareamientos ocurre entre parientes cercanos. Esta endogamia aumenta las probabilidades de que los descendien- tes sean homocigotos portadores de alelos recesivos dañinos. De manera que estos individuos menos adaptados morirán an- tes de que se reproduzcan, lo cual reducirá aún más el tamaño de su población. No obstante, la mayor amenaza para las poblaciones peque- ñas surge de su inevitable pérdida de diversidad genética (FI- GURA E15-1). A partir de nuestra explicación acerca de los cuellos de botella poblacionales, es evidente que cuando una población disminuye considerablemente, muchos de los alelos que estaban presentes en la población original no estarán repre- sentados en la poza génica de la población restante. Además, hemos visto que la deriva genética en las poblaciones pequeñas causará que muchos de los alelos supervivientes desaparezcan subsecuente y permanentemente de la población (véase la figu- ra 15-6b). Como la deriva genética es un proceso aleatorio, mu- chos de los alelos perdidos serán los que previamente fueron beneficiados por la selección natural. Inevitablemente, el núme- ro de alelos diferentes en la población se vuelve incluso más pe- queño. El experto en ecología, Thomas Foose, expresó lo siguiente: “Las pozas génicas se están convirtiendo en charcos de genes.” Incluso si el tamaño de una población amenazada por la extinción comienza a crecer, el daño ya está hecho; la di- versidad genética perdida se recuperaría muy lentamente. ¿Por qué importa si la diversidad genética de una población es baja? Hay dos riesgos principales. Primero, la eficacia bioló- gica de la población como un todo se reduce por la pérdida de los alelos benéficos que fundamentan las características de adaptación. Cuanto menos adaptada esté una población, me- nos probable será que se desarrolle. Segundo, una población genéticamente empobrecida carece de la variación que le per- mitiría adaptarse cuando cambien las condiciones ambientales. Cuando se modifica el entorno, lo cual inevitablemente sucede- rá, es menos probable que una especie genéticamente uniforme contenga individuos bien adaptados para sobrevivir y reprodu- cirse en las nuevas condiciones. Una especie incapaz de adap- tarse a las condiciones cambiantes está en grave riesgo de extinguirse. ¿Qué puede hacerse para preservar la diversidad genética de las especies en peligro? Por supuesto que la mejor solución consiste en preservar bastantes tipos diversos de hábitat, de forma que las especies nunca estuvieran en peligro. Sin embar- go, la población humana ha crecido tanto y se ha apropiado de tan vastos recursos de la Tierra, que en muchos lugares tal so- lución es imposible. Para muchas especies, la única solución es asegurar que las regiones de hábitat preservados sean los sufi- cientemente grandes como para albergar a poblaciones de gran tamaño, que contengan la mayoría de la diversidad gené- tica total de una especie en peligro. No obstante, si las circuns- tancias dictan que las regiones preservadas sean pequeñas, es importante que tales zonas estén vinculadas por corredores del hábitat adecuado, de manera que, en las pequeñas regiones preservadas, el flujo de genes entre poblaciones logre incre- mentar la diseminación de nuevos alelos benéficos. CONSIDERACIONES ÉTICAS ¿Tiene importancia el hecho de que las activida- des humanas estén causando que las especies se extingan? Algunos biólogos con conciencia ética señalan que como los seres humanos tienen el poder para extinguir las especies, también tenemos la obligación ética de proteger los intereses de todos los habitantes del planeta. Des- de este punto de vista, no es ético permitir que cualquier espe- cie se extinga. Para quienes creen en la protección de otras especies, la crisis de biodiversidad implica dilemas éticos pro- fundos. En muchos casos, la destrucción del hábitat pone en peligro a otras especies, y ayuda también a ganar espacio para las tierras de cultivo, para la construcción de viviendas y para te- ner los centros de trabajo tan necesarios para nuestra creciente población humana. ¿Cómo resolver el conflicto entre las necesi- dades humanas válidas y las necesidades de las especies en pe- ligro de extinción? Además, ahora vemos con más claridad que, aun con la mejor de las intenciones, no seríamos capaces de salvar a todas las especies que actualmente están amenazadas por la extinción. Como los recursos disponibles para preservar y administrar los hábitat protegidos son limitados, deberíamos elegir cuáles especies tienen que sobrevivir y cuáles perecer. Si todas las especies son preciosas, ¿cómo haríamos esa elección tan terrible? ¿Quién decidirá cuáles especies deben vivir y cuá- les deben morir, y qué criterio tendría que seguirse? Especies en peligro de extinción: De la poza génica a los “charcos de genes”GUARDIÁN DE LA TIERRA FIGURA E15-1 El rinoceronte está en peligro de extinción por la destrucción de su hábitat y la pérdida de diversidad genética En Sumatra sólo quedan unos cuantos cientos de rinocerontes.
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