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tal de Oregon. Blaustein demostró que los huevos de algunas es- pecies de ranas del noroeste del Pacífico son sensibles a la luz ul- travioleta y que las especies más sensibles son las que están disminuyendo de manera más drástica. Por desgracia, muchas re- giones de la Tierra están sujetas a niveles cada vez más intensos de radiación UV, porque los contaminantes atmosféricos han pro- vocado el adelgazamiento de la capa protectora de ozono. Otra tendencia inquietante que se observa entre las ranas y los sapos es el aumento de la incidencia de individuos con de- formaciones grotescas. Los investigadores de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (Environmental Pro- tection Agency, EPA) demostraron recientemente que las ranas en desarrollo expuestas a niveles naturales de luz UV crecían con las extremidades deformadas con más frecuencia que las que estaban protegidas contra los rayos UV. Otros investigado- res han demostrado que las deformidades son más frecuentes en las ranas expuestas a bajas concentraciones de los pesticidas de uso común. Además, hay creciente evidencia que sugiere que algunas deformidades, especialmente la más común, la aparición de una extremidad adicional, son causadas por infec- ciones parasitarias durante el desarrollo embrionario. Muchas ranas con una extremidad extra están infestadas por un gusano plano parásito, y los investigadores han demostrado que los re- nacuajos infectados con gusanos planos de manera experimen- tal en el laboratorio desarrollaron deformidades en la adultez. ¿Por qué estos parásitos, que han coexistido tanto tiempo con las ranas, de repente empiezan a causarles tantas deformacio- nes? Una explicación probable es que la exposición a los rayos UV, pesticidas y herbicidas ha debilitado el sistema inmunitario de las ranas, lo cual hace que los renacuajos en desarrollo sean más vulnerables al ataque de las infecciones parasitarias. Muchos científicos piensan que las dificultades por las que atraviesan los anfibios son indicio de un deterioro general de la capacidad de nuestro planeta para sustentar la vida. Según es- te razonamiento, los muy sensibles anfibios están advirtiendo de forma temprana sobre la degradación ambiental que termi- nará por afectar también a los organismos más resistentes. Igualmente preocupante es la observación de que los anfibios no sólo son indicadores sensibles de la salud de la biosfera, sino también son componentes importantísimos de muchos ecosistemas, ya que mantienen las poblaciones de insectos ba- jo control y, a la vez, sirven de alimento a carnívoros más gran- des. Su disminución trastornará aún más el equilibrio de estas delicadas comunidades. La ecóloga Margaret Stewart, de la Universidad Estatal de Nueva York, en Albany, resume acertadamente el problema: Hay un dicho famoso entre los ecólogos y ambientalistas: “To- do está relacionado con todo lo demás… No se puede exter- minar un componente del sistema sin observar cambios impresionantes en otras partes del sistema”. FIGURA E24-1 Anfibios en peligro El sapo corroborí, que aquí aparece en medio de sus huevos, está desapareciendo rápidamente de su nativa Australia. Los renacuajos se desarrollan dentro de los huevos. La delgada piel del adulto y el recubrimiento gelatinoso que envuelve los hue- vos, ambos permeables al agua y a los gases, hacen vulnerables tanto al adulto como a los huevos a los contaminantes del aire y del agua. algunas especies de anfibios, los óvulos fecundados se transfor- man en larvas acuáticas, como los renacuajos de ciertas ranas y sapos. Estas larvas acuáticas experimentan una drástica trans- formación para convertirse en adultos semiterrestres, una me- tamorfosis que explica el nombre de anfibios, término que significa “doble vida”. Su doble vida y su delgada piel permea- ble hacen a los anfibios particularmente vulnerables a los con- taminantes y a la degradación ambiental, como se describe en la sección “Guardianes de la Tierra: Ranas en peligro.” Los reptiles y las aves se han adaptado a la vida terrestre Los reptiles incluyen a los lagartos, las serpientes, los caima- nes, los cocodrilos, las tortugas (FIGURA 24-9) y las aves. Los a) b) c) FIGURA 24-9 Diversidad de los reptiles a) La víbora real de montaña tiene un diseño coloreado muy semejante al de la venenosa serpiente coralillo, de manera que sus po- sibles depredadores la evitan. Así, la inofensiva víbora real logra eludir a los depredadores. b) La apariencia externa del caimán ame- ricano, que habita en las zonas pantanosas del sur de Estados Unidos, es casi idéntica a la de los caimanes fósiles de 150 millones de años de antigüedad. c) Las tortugas de las islas Galápagos, en Ecuador, llegan a vivir más de 100 años.
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