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Biologia la Vida en La Tierra-comprimido-525

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¿EN QUÉ DIFIEREN LOS COMPORTAMIENTOS INNATOS Y LOS APRENDIDOS? 493
semeja un ganso - los polluelos lo ignoran
semeja un halcón - los polluelos se agazapan
FIGURA 25-5 La habituación modifica respuestas innatas
Konrad Lorenz y su alumno Niko Tinbergen emplearon este mode-
lo para investigar la respuesta de polluelos a la forma de los obje-
tos que vuelan sobre ellos. La respuesta dependió de la dirección
en la que se movía el modelo. Si se mueve hacia la derecha, el mo-
delo semeja un halcón en busca de una presa, pero cuando se
mueve hacia la izquierda semeja un inofensivo ganso.
Una conducta aparentemente innata 
se puede modificar con la experiencia
Los comportamientos que al parecer se realizan correctamen-
te desde el primer intento, sin experiencia previa, se pueden
modificar por medio de la experiencia. Por ejemplo, un pollue-
lo de gaviota argéntea que recién salió del cascarón picotea la
mancha roja en el pico de su progenitor (FIGURA 25-4). Éste es
un comportamiento innato que hace que el progenitor regur-
gite alimento para que el polluelo coma. El biólogo Niko Tin-
bergen estudió esta conducta de picoteo y descubrió que la
respuesta de picoteo de polluelos muy jóvenes se activaba por
la forma larga y delgada, así como por el color rojo del pico
del progenitor. De hecho, cuando Tinbergen presentó a los
polluelos recién nacidos una varilla roja y delgada en la que
se habían pintado franjas blancas, la picotearon con mayor
frecuencia que a un pico verdadero. Sin embargo, después de
unos cuantos días, los polluelos aprendieron más acerca del
aspecto de sus progenitores y comenzaron a picotear con ma-
yor frecuencia modelos que se parecían más a sus padres.
Luego de una semana, las jóvenes gaviotas habían aprendido
lo suficiente acerca del aspecto de sus progenitores como pa-
ra preferir modelos de su propia especie a modelos de espe-
cies estrechamente emparentadas. Finalmente, los polluelos
aprendieron a pedir alimento sólo a sus padres.
La habituación (disminución de la respuesta a un estímulo
repetido) también puede afinar las respuestas innatas de un
organismo a los estímulos ambientales. Por ejemplo, las aves
jóvenes se agazapan cuando un halcón vuela sobre ellas, pero
no hacen caso de aves inofensivas como los gansos. Los pri-
meros observadores postularon que sólo la forma muy espe-
cífica de las aves depredadoras provocaba el comportamiento
de agazaparse. Con la ayuda de un ingenioso modelo (FIGU-
RA 25-5), Niko Tinbergen y Konrad Lorenz (dos de los funda-
dores de la etología, el estudio del comportamiento animal)
probaron tal hipótesis. Cuando el modelo se movía en una di-
rección, se parecía a un ganso y los polluelos no le prestaban
atención. En cambio, cuando su movimiento se invertía, el
modelo semejaba un halcón y provocaba el comportamiento
de agazaparse. Investigaciones posteriores revelaron que los
polluelos sin experiencia se agazapan instintivamente cuando
cualquier objeto se mueve por encima de ellos. Con el tiempo,
su respuesta se habitúa a los objetos que pasan por arriba sin
hacer daño y con frecuencia, como hojas de árboles, pajarillos
y gansos. Los depredadores son mucho menos comunes, y la
forma novedosa de un halcón sigue provocando que el po-
lluelo se agazape instintivamente. Así, el aprendizaje modifi-
ca la respuesta innata y la hace más ventajosa.
El aprendizaje podría regirse por restricciones innatas
El aprendizaje siempre se efectúa dentro de límites que ayu-
dan a aumentar la probabilidad de que sólo se adquirirá el
comportamiento apropiado. Por ejemplo, aunque los tordos
jóvenes escuchan el canto de gorriones, currucas, pinzones y
otras especies que anidan cerca, sólo aprenden el canto de los
tordos adultos. La capacidad de los tordos para aprender a
cantar se limita a los cantos de su propia especie, en tanto 
los cantos de otras especies quedan excluidos del proceso de
aprendizaje.
Quizá la ilustración más impresionante de las restricciones
innatas del aprendizaje es la impronta (o imprinting), una for-
ma especial de aprendizaje en el que el sistema nervioso está
rígidamente programado para aprender sólo durante cierto
periodo de desarrollo. Esto provoca que se forme una fuerte
asociación durante una etapa particular, llamada periodo sen-
sible, de la vida del animal. Durante esa etapa, el animal está
preparado para aprender un tipo específico de información,
que después se incorpora en un comportamiento que las ex-
periencias ulteriores no alteran fácilmente.
La impronta es muy común en aves como gansos, patos y
pollos. Estas aves aprenden a seguir al animal u objeto que
con mayor frecuencia encuentran durante un periodo sensible
temprano. En la naturaleza, la madre es el objeto con mayor
probabilidad de estar cerca durante el periodo sensible, así
que las jóvenes aves realizan la impronta con ella. Sin embar-
go, en el laboratorio puede lograrse que tales aves formen la
FIGURA 25-4 La experiencia puede modificar comportamien-
tos innatos
Un polluelo de gaviota argéntea picotea el pico de su madre para
que ésta regurgite comida.

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