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Biologia la Vida en La Tierra-comprimido-551

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¿CÓMO SE REGULA EL CRECIMIENTO DE LAS POBLACIONES? 519
Si suponemos que ciertas especies de presas sirven de alimen-
to exclusivamente a un depredador específico, parecería lógico
pensar que ambas poblaciones podrían presentar cambios cícli-
cos, donde los cambios en el tamaño de la población de depre-
dadores se retrasan respecto a los cambios en el tamaño de la
población de presas. Por ejemplo, una población grande de lie-
bres proporcionaría alimento en abundancia a los linces y a sus
crías, que en tal caso sobrevivirían en gran número. Una mayor
población de linces comería más liebres, lo cual reduciría la po-
blación de éstas. Con menos presas, menos linces sobrevivirían
y se reproducirían, de manera que la población de linces dismi-
nuiría poco tiempo después.
¿Se da efectivamente en la naturaleza este ciclo desfasado
de poblaciones de depredadores y presas? Un ejemplo clásico de
este tipo de ciclo se demostró utilizando el ingenioso método
de contar todas las pieles de lince del norte de Canadá y de lie-
bre americana adquiridas de los tramperos por la Hudson Bay
Company entre 1845 y 1935. La disponibilidad de pieles (que
supuestamente refleja el tamaño de las poblaciones) mostró ci-
clos de población sorprendentes y estrechamente ligados de
estos depredadores y sus presas (FIGURA E26-1). Por desgra-
cia, muchas variables no controladas pudieron haber influido en
la relación entre los linces y las liebres. Por ejemplo, a veces las
poblaciones de liebres fluctúan incluso sin la presencia de linces,
posiblemente porque en ausencia de depredadores las liebres
sobrepasan su capacidad de carga y reducen su abasto de ali-
mento. Además, los linces no se alimentan exclusivamente de
liebres, pues comen también otros mamíferos pequeños. Varia-
bles ambientales independientes de la densidad como los in-
viernos excepcionalmente crudos, por ejemplo, quizá también
hayan tenido efectos adversos en ambas poblaciones y produ-
cido ciclos similares. Hace poco tiempo, unos investigadores
pusieron a prueba con mayor rigor la relación liebre-depreda-
dor, cercando zonas de 1 kilómetro cuadrado del norte de Ca-
nadá. La población de liebres se incrementó por un factor de 2
cuando hubo mayor abasto de alimento, por un factor de 
3 cuando se excluyeron los depredadores, y por un factor de 11
cuando se aumentó el alimento y se excluyeron los depredado-
res. Esto sugiere que tanto la disponibilidad de alimento como
la depredación contribuyen con el ciclo natural de auge y deca-
dencia en las liebres.
Con la finalidad de poner a prueba la hipótesis del ciclo de
depredador y presa de una forma más controlada aún, los in-
vestigadores recurrieron a estudios de laboratorio sobre pobla-
ciones de depredadores pequeños y sus presas. En el estudio
que se ilustra en la FIGURA E26-2 se incluyeron una avispa bra-
cónida como depredador, y su presa el gorgojo del frijol. Se le
proporcionó alimento abundante a los gorgojos, a las avispas
no se les suministró algún otro alimento y las demás variables
se mantuvieron cuidadosamente controladas. De conformidad
con lo previsto, las dos poblaciones presentaron ciclos regula-
res, en los cuales la población de depredadores aumentaba 
y disminuía un poco más tarde, que la población de presas. Las
avispas depositan sus huevecillos en las larvas del gorgojo, 
las cuales sirven de alimento a las avispas recién nacidas. Una
población grande de gorgojos asegura un alto índice de super-
vivencia a las crías de avispa, de manera que aumenta la pobla-
ción del depredador. Después, bajo la intensa presión por el
efecto del comportamiento depredador, la población del gor-
gojo disminuye bruscamente y se reduce la disponibilidad de
alimento y, por consiguiente, el tamaño de la población de la 
siguiente generación de avispas. La menor abundancia de de-
predadores permite entonces que la población de gorgojos au-
mente con rapidez, y así sucesivamente.
Es muy poco probable que en la naturaleza se encuentre al-
guna vez un ejemplo tan claro, aunque es evidente que este tipo
de interacción entre depredador y presa contribuye a las fluctua-
ciones que se observan en muchas poblaciones naturales.
Ciclos en las poblaciones de presas y depredadoresINVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
ab
un
d
an
ci
a 
d
e 
lin
ce
s 
(×
 1
00
0)
1850 1860 1870 1880 1890 1900 1910 1920 1930 1940
años
ab
un
d
an
ci
a 
d
e 
lie
b
re
s 
(×
 1
00
0)
 
160
120
80
40
liebres (presa)
linces (depredador)
200
80
100
120
60
20
40
FIGURA E26-1 Ciclos de población de depredadores y presas
Aquí se han graficado las liebres americanas y los linces que se alimentan de ellas, sobre la base del número de pieles recibidas por
la Hudson Bay Company.
FIGURA E26-2 Ciclos experimentales de depredadores y
presas
Fluctuaciones desfasadas de las poblaciones en laboratorio del
gorgojo del frijol y de la avispa bracónida que es su depredador.
0
5 10 15 20 25 30
generación
p
o
b
la
ci
ó
n 
ad
ul
ta
800
400
gorgojo del frijol (presa)
avispa bracónida (depredador)

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