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540 Capítulo 27 INTERACCIONES DE LA COMUNIDAD b)a) FIGURA 27-3 Algunas formas de depredación Una pika, cuyo alimento predilecto es el pasto, es un pariente de pequeñas dimensiones del conejo y vive en las montañas Rocallosas. Los fuertes tallos del pasto han evolucionado bajo la presión del comportamiento depredatorio de los herbívoros. b) Un murciélago de orejas largas utiliza un refinado sistema de ecolocación para cazar palomillas, las cuales, por su parte, han desarrollado detectores de so- nido y comportamientos especiales para evitar al murciélago. PREGUNTA: Describe algunos otros ejemplos de coevolución entre depre- dadores y presas. a los individuos con menos competidores, a lo largo del tiem- po evolutivo las especies en competencia desarrollan adapta- ciones físicas y de comportamiento que reducen al mínimo sus interacciones competitivas. Darwin descubrió un ejemplo sorprendente de partición de recursos entre los pinzones de las islas Galápagos. Los pinzones que compartían la misma is- la desarrollaron distintos tamaños y formas de pico y diferentes comportamientos de alimentación, lo que redujo la compe- tencia entre ellos (como se describe en el capítulo 16). La competencia interespecífica contribuye a regular el tamaño de la población y la distribución de cada especie Aunque la selección natural reduce la superposición de ni- chos entre individuos de especies diferentes, los que tienen nichos similares siguen compitiendo directamente por los re- cursos limitados. Esta competencia interespecífica puede res- tringir el tamaño y la distribución de las poblaciones en competencia. Un estudio clásico de los efectos de la competencia inte- respecífica es el que llevó a cabo el ecologista J. Connell con percebes (los percebes son unos crustáceos que se adhieren permanentemente a las rocas y a otras superficies; las rocas de la figura 27-14a están cubiertas de percebes grises). Los per- cebes del género Chthamalus comparten los litorales rocosos de Escocia con otro género, Balanus, y sus nichos se traslapan considerablemente. Ambos géneros viven en la zona interma- real (o zona intermareas), una zona de la costa a la que las ma- reas cubren y dejan al descubierto alternativamente. Connell encontró que Chthamalus domina la marea alta y Balanus, la marea baja. Cuando Connell retiró todos los Balanus, la po- blación de Chthamalus aumentó y se diseminó más abajo, ha- cia la zona que antes habitara su competidor. Donde el hábitat es idóneo para ambos géneros, Balanus vence porque es más grande y crece con más rapidez. Pero Chthamalus to- lera las condiciones de mayor sequedad, por lo que goza de una ventaja competitiva en la marea alta, donde sólo la plea- mar sumerge a los percebes. Como lo ilustra este ejemplo, la competencia interespecífica limita tanto el tamaño como la distribución de las poblaciones en competencia. La competencia dentro de una especie es un factor primordial en el control del tamaño de la población En esencia, individuos de la misma especie tienen requerimien- tos idénticos de recursos y, por lo tanto, ocupan exactamente el mismo nicho ecológico. Por esta razón, la competencia in- traespecífica —o competencia entre individuos de la misma especie— es la forma más intensa de competencia. Como se explicó en el capítulo 26, la competencia intraespecífica ejerce una fuerte resistencia ambiental dependiente de la densidad, limitando el tamaño de la población. El resultado evolutivo de la competencia interespecífica es que los individuos que están mejor adaptados para obtener los recursos escasos tie- nen mayor probabilidad de reproducirse exitosamente, trans- mitiendo sus rasgos a la descendencia. 27.3 ¿CUÁLES SON LOS RESULTADOS DE LAS INTERACCIONES ENTRE LOS DEPREDADORES Y SUS PRESAS? Los depredadores se alimentan de otros organismos que ma- tan con ese propósito. Los ecologistas incluyen a veces los ani- males herbívoros (aquellos que comen plantas) en esta categoría general, porque pueden tener una influencia impor- tante en el tamaño y la distribución de las poblaciones de plantas. Definiremos la depredación en su sentido más am- plio, de forma que incluya la pika que se alimenta de pasto (FIGURA 27-3a), el mejillón cebra que filtra el agua para obte- ner algas microscópicas, el pez gobio que se come al mejillón cebra y el murciélago que se lanza sobre una palomilla (FIGU- RA 27-3b). Casi todos los depredadores son más grandes que sus presas o cazan colectivamente, como hacen los lobos para derribar un alce (véase la figura 26-10). En general, los depre- dadores son menos abundantes que sus presas; conoceremos la razón de ello en el capítulo siguiente.
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