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644 Capítulo 31 HOMEOSTASIS Y ORGANIZACIÓN DEL CUERPO ANIMAL terminación nerviosa sensorial células epidérmicas vivas capa de células muertas glándula sebácea capilares arteriola vénula folículo piloso músculo (eriza el pelo) glándula sudorípara tallo del pelo epidermis dermis tejido conectivo y adiposo subcutáneos lecho capilar FIGURA 31-11 La piel es un órgano Corte transversal de la piel de un ma- mífero, como órgano representativo. La piel es una membrana que contie- ne glándulas, músculos y células ner- viosas. PREGUNTA: ¿Por qué la piel se considera como un órgano y la sangre como un tejido? La epidermis, o capa externa de la piel, es un conjunto especializado de capas de tejido epitelial (estratificado) (FIGURA 31-11). Está recubierta por una capa protectora de células muertas producidas por las células vivas epidérmicas subyacentes. Estas células muertas forman un paquete con queratina proteínica, lo cual ayuda a que la piel sea elástica, resistente y relativamente impermeable. Inmediatamente debajo de la epidermis hay una capa de tejido conectivo laxo, la dermis. Las células poco apretadas de la dermis son penetradas por arteriolas (pequeñas arte- rias), las cuales se alimentan de sangre bombeada desde el co- razón a una densa malla de capilares que nutren el tejido tanto dérmico como epidérmico y desembocan en una red de vénulas (pequeñas venas) en la dermis. La pérdida de calor a través de la piel se regula con gran precisión mediante neuro- nas que controlan el grado de dilatación (expansión) de las arteriolas. Cuando se requiere enfriamiento, las arteriolas se dilatan e inundan los lechos capilares con sangre, lo que libe- ra el exceso de calor. Cuando es preciso conservar el calor, las arteriolas que abastecen a los capilares de la piel se constri- ñen; por eso, los médicos que atendieron a Erika, observaron que ciertas partes de la piel de las manos de la niña se habían “quemado” por el frío. Los vasos linfáticos recogen y dese- chan el líquido extracelular que está dentro de la dermis. Va- rias terminaciones nerviosas sensoriales, que responden a la temperatura, el tacto, la presión, la vibración y el dolor, están diseminadas por toda la dermis y epidermis, con el fin de dar información al sistema nervioso. La dermis también incluye glándulas derivadas del tejido epitelial. Las glándulas llamadas folículos pilosos producen pelo a partir de secreciones proteínicas. Las glándulas sudorí- paras producen secreciones acuosas que enfrían la piel y excre- tan sustancias como sal y urea. Las glándulas sebáceas secretan una sustancia aceitosa (el sebo) que lubrica el epitelio. Además de los tejidos epitelial, conectivo y nervioso ya men- cionados, la piel contiene también tejido muscular. Diminutos músculos sujetos a los folículos pilosos pueden hacer que los ve- llos de la piel “se ericen”, respondiendo a señales de neuronas motrices. Casi todos los mamíferos pueden aumentar el espesor de su pelaje aislante erizando pelos individuales cuando hace frío, pero esta reacción resulta inútil para retener el calor en los seres humanos, quienes simplemente experimentan la “carne de gallina” cuando estos pequeños músculos se contraen. Los sistemas de órganos consisten en dos o más órganos que interactúan Los sistemas de órganos consisten en dos o más órganos indi- viduales (a veces situados en diferentes regiones del cuerpo) que colaboran en el desempeño de una función común. Un ejemplo es el sistema digestivo, en el que la boca, el esófago, el estómago, los intestinos y otros órganos (como el hígado y el páncreas) que aportan secreciones digestivas colaboran para convertir los alimentos en moléculas de nutrimentos (véase la figura 31-3). Los principales sistemas de órganos del cuerpo de los vertebrados y sus órganos representativos y funciones se presentan en la tabla 31-1.
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