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890 Capítulo 43 REPRODUCCIÓN Y DESARROLLO DE LAS PLANTAS voreados de polen por todo el cuerpo. Si el mismo escarabajo visitaba una planta y come polen y luego se dirigía a otra planta de la misma especie para tomar secreciones azucara- das de los conos femeninos, es muy probable que un poco del polen suelto se embarrara en el cono femenino. De esta for- ma, el escenario estuvo listo para la evolución de las plantas con flores. Para que la polinización por insectos sea eficiente, es nece- sario que un mismo insecto visite varias plantas de la misma especie y las polinice en su camino. Para las plantas, dos adap- taciones clave eran necesarias. Primera, se debía producir su- ficiente polen o néctar (un líquido azucarado) dentro de las estructuras reproductoras para que los insectos las visitaran con regularidad en busca de alimento. Segunda, había que anunciar a los insectos la ubicación y riqueza de estas fuentes de polen y néctar, tanto para indicarles a dónde ir como para animarlos a especializarse en esa especie de planta en particu- lar. Cualquier mutación que contribuyera a tales adaptacio- nes mejoraría el éxito reproductivo de la planta y la selección natural la favorecería. Hace unos 130 millones de años, la evo- lución produjo flores precisamente con esas adaptaciones. Las ventajas de las flores son tan grandes que las plantas con flor o angiospermas, dominan en las zonas templadas La polinización por el viento tiene éxito sólo si las plantas libe- ran enormes cantidades de polen al aire. Por desgracia para quienes sufren de alergias, es fácil inhalar estos gametofitos masculinos microscópicos. Las proteínas en el recubrimiento del polen activan los sistemas inmunitarios de individuos sensi- bles, lo que les provoca ojos irritados y llorosos, flujo nasal, ardor en la garganta, tos y estornudos. Si eres de estas infortunadas personas, tu sistema inmunitario provoca todos estos síntomas en un intento por librarte del inofensivo polen, al que confunde con organismos patógenos. La gente que padece “fiebre del heno”, por lo general, es sensible sólo a tipos específicos de polen. En climas templados, durante la primavera, se manifies- tan las alergias al polen de los árboles, mientras que durante el verano se hacen presentes las alergias provocadas por los pas- tos. Sin embargo, en Estados Unidos la principal causa de la fie- bre del heno no es el heno, sino las ambrosías, flores que liberan su polen al final del verano y durante el otoño (FIGURA E43-1). Las flores de las ambrosías, al igual que las de la mayoría de las plantas que se polinizan con la ayuda del viento, pasan inadver- tidas porque no están adaptadas para atraer a los animales po- linizadores. Una sola planta puede liberar hasta un millón de granos de polen al día; se estima que, en conjunto, las ambro- sías liberan 100 millones de toneladas de polen en Estados Uni- dos cada año. Se ha encontrado polen de ambrosías a más de 600 kilómetros mar adentro y también en la atmósfera, a distan- cias tan altas como 3 kilómetros. El pequeño tamaño y las gran- des cantidades de los granos de polen de las ambrosías, así como el tipo de proteínas en su cubierta protectora, hacen de ellos una amenaza importante para quienes sufren de alergias. Las plantas polinizadas por las abejas y otros animales rara vez provocan alergias, porque sus granos de polen son pegajo- sos y se producen en pequeñas cantidades. Con frecuencia se ha hecho responsable a la planta llamada vara de San José, que es de un color amarillo intenso y florece durante la misma temporada que las ambrosías, de las alergias que en realidad provoca el polen de estas últimas. De he- cho, las flores amarillas de la vara de San José atraen a las abejas y mariposas que sirven de polinizadores, y ca- si todas las personas pueden disfrutar de ellas sin sufrir moles- tias (FIGURA E43-2). ¿Eres alérgico al polen?GUARDIÁN DE LA SALUD FIGURA E43-1 Las insignificantes flores de las ambrosías y sus granos de polen FIGURA E43-2 La vara de San José
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