Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
activa que prepara la célula para la fase replicativa. Su longi- tud es muy variable y determina la duración total del ciclo de cada tipo celular. La fase G2 es la de preparación para la mitosis. Normalmente, la fase G2 y la mitosis se desencade- nan y completan siempre tras la fase S, lo que explica que la dotación cromosómica de las células somáticas sea diploide. Las células de los organismos superiores se dividen o permanecen quiescentes en respuesta a factores extracelula- res. El estado de cada célula resulta de un balance entre estí- mulos mitógenos, que inducen la división celular, y estímu- los citostáticos, que la inhiben. Estos estímulos se procesan e integran durante la fase G1. Cuando predominan las señales antimitógenas, la célula permanece quiescente, entrando en un estado denominado G0. Cuando reciba nuevas señales mitógenas, normalmente aportadas por moléculas de tipo proteico denominadas factores de crecimiento, la célula puede reiniciar el ciclo celular, completando la fase G1, la replicación del ADN y la mitosis. La progresión a través del ciclo celular está controlada por una familia de proteína qui- nasas, las quinasas dependientes de ciclinas (CDK), que se activan al interaccionar con unas pequeñas proteínas, las ciclinas, cuya concentración varía regularmente a lo largo del ciclo. Existen varios tipos de ciclinas, y cada una de las fases del ciclo se corresponde con la presencia en la célula de una dotación de ciclinas característica. Por ejemplo, la con- centración de ciclina A es máxima en la fase S, y la de las ciclinas D y E en la fase G1 de células estimuladas por facto- res de crecimiento. Cada ciclina activa determinadas CDK y las dirige hacia proteínas reguladoras específicas, que son fosforiladas diferencialmente en los momentos precisos del ciclo celular donde se exprese la ciclina correspondiente. Una de las principales proteínas reguladoras que intervie- nen en la integración de estímulos extracelulares en la fase G1 es la proteína del retinoblastoma, o proteína Rb (Fig. 27-2). La proteína Rb es sustrato de la CDK4. CDK4 se activa por ciclina D, cuya concentración en la fase G1 aumenta en res- puesta a factores de crecimiento. La proteína Rb no fosforila- da se asocia con factores de transcripción de la familia E2F. Este factor controla la expresión de genes relacionados con la replicación del ADN, imprescindibles para el paso a través de la fase S del ciclo celular. La asociación de Rb y E2F «secues- tra» al factor de transcripción, negándole su función activa- dora. La activación de CDK4 por la ciclina D conduce a la fosforilación de la proteína Rb. La forma fosforilada pierde afinidad por el factor E2F, que se libera y activa la transcrip- ción de los genes necesarios para completar la fase S. A con- tinuación, la proteína Rb se desfosforila progresivamente, alcanzando su nivel mínimo de fosforilación en la fase M. La actividad de las CDK está regulada, además de por ciclinas, por una familia de proteínas citosólicas que actúan como inhibidores potentes de su actividad fosforilante (Fig. 27-3). Algunos de estos inhibidores de las CDK, como la proteína p27, son sensibles a señales extracelulares y, por tanto, participan en la integración de los estímulos mitógenos y citostáticos en la fase G1. Por ejemplo, el factor de creci- miento transformante β (TGFβ) inhibe fuertemente el creci- miento de muchas células epiteliales. Para ello, TGFβ aumenta los niveles intracelulares de p27, lo que inactiva al complejo ciclina D-CDK4 e impide la fosforilación de Rb. Por tanto, los estímulos mitógenos y citostáticos convergen en la proteína Rb que, a través de cambios en su estado de fosforilación, actúa como sensor intracelular de las señales reguladoras de la proliferación. Además de p27, existen otros inhibidores de las CDK como p15, p16, p18 o p19, que blo- quean la proliferación celular en la fase G1. El funciona- miento correcto de estos inhibidores es esencial para que la proliferación transcurra controladamente, por lo que no es de extrañar que mutaciones en los genes que los codifican sean un acontecimiento genético muy frecuente en el cáncer. 470 | Biología molecular y celular Figura 27-2. Papel de la proteína del retinoblastoma (Rb) en el control del ciclo celular. La proteína Rb es uno de los principa- les reguladores del ciclo celular, a través de su capacidad de secuestrar al factor de transcripción E2F, y de su fosforilación por quinasas dependientes de ciclina. Cuando está libre, este fac- tor puede estimular la transcripción de los genes necesarios para la división celular. La capacidad de Rb para secuestrar al factor E2F depende de su nivel de fosforilación. La proteína hipofosforilada puede unir y mantener inactivo a E2F. La forma fosforilada por CDK4 (o CDK6) libera al factor y permite su efecto transcripcional. + 1 2 + Detalles P. Fosfato Rb. Proteína del retinoblastoma E2F. Factor de transcripción CDK4. Quinasa dependiente de ciclina 4 1. E2F libre induce la fase S 2. El complejo E2F-Rb induce la fase Go Ciclina D CDK4 PP P PPP P P P P P P P P Fase G1 Fase M Fase G2 Inducción de fase S E2F E2F Fase G0 Rb Rb Rb Rb Rb 27 Capitulo 27 8/4/05 11:58 Página 470
Compartir