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Intestino delgado El intestino delgado, constituido por el duodeno, el yeyuno y el íleon, se extiende desde el píloro hasta la unión ileocecal, donde el íleon se une al ciego, la primera porción del intestino grueso. DUODENO El duodeno, la porción inicial y más corta (25 cm) del intestino delgado, es también la más ancha y fija. El duodeno se inicia en el píloro y termina en la flexura (unión) duodenoyeyunal. Mientras que el duodeno se extiende a la derecha y luego a la izquierda, el píloro y las uniones duodenoyeyunales están bastante cerca de la línea media. Se describen cuatro porciones del duodeno (fig. 5-24 A): A N A T O M Í A D E S U P E R F I C I E Estómago Las referencias anatómicas de superficie del estómago varían debido a que su tamaño y posición cambian en circunstancias diversas. Estas son las referencias anatómicas en decúbito supino (fig. A5-2 A): Orificio del cardias, se sitúa generalmente posterior al 6.o cartílago costal izquierdo, a 2-4 cm del plano medio a nivel de la vértebra T10 o T11. Fundus, se sitúa generalmente posterior a la 5.o costilla izquierda, en el plano medioclavicular. Curvatura mayor, pasa inferiormente hacia la izquierda hasta el 10.o cartílago costal izquierdo antes de girar medialmente para alcanzar el antro pilórico. Curvatura menor, pasa desde el lado derecho del cardias hacia el antro pilórico; la parte más inferior de la curvatura está marcada por la incisura angular (fig. 5-21 A), que se sitúa justo a la izquierda de la línea media. Porción pilórica del estómago, se sitúa generalmente al nivel del 9.o cartílago costal y de la vértebra L1; el orificio pilórico está aproximadamente a 1,25 cm a la izquierda de la línea media. Píloro, se sitúa generalmente en el lado derecho; su localización oscila entre las vértebras L2 y L4. Un individuo corpulento hiperesténico con un tórax corto y un abdomen grande es probable que tenga el estómago más alto y más transversal. En las personas con un físico delgado y asténico, el estómago está bajo y vertical (fig. A5-2 B). 559 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA A5-2. Efecto del biotipo (hábito corporal) sobre la forma y la posición del estómago (ES). Porción superior (1.a porción): corta (aproximadamente 5 cm), en su mayor parte horizontal, y situada anterolateral al cuerpo de la vértebra L1. Porción descendente (2.a porción): más larga (7-10 cm), discurre verticalmente al lado derecho de las vértebras L2 y L3, y se curva alrededor de la cabeza del páncreas; inicialmente se sitúa a la derecha y paralela a la VCI. El conducto biliar y los conductos pancreáticos principales entran en su pared posteromedial a través de la ampolla hepatopancreática. Porción inferior (horizontal o 3.a porción): de 6-8 cm de longitud, cruza anterior a la VCI y la aorta, y posterior a la arteria mesentérica superior (AMS) y la vena mesentérica superior (VMS) a nivel de la vértebra L3. Porción ascendente (4.a porción): corta (aproximadamente 5 cm), empieza a la izquierda de la vértebra L3 y asciende hasta el borde superior de la vértebra L2, 2-3 cm a la izquierda de la línea media. Pasa sobre el lado izquierdo de la aorta para alcanzar el borde inferior del cuerpo del páncreas. Aquí se incurva anteriormente para unirse al yeyuno en la flexura duodenoyeyunal, que forma un ángulo agudo, la flexura duodenoyeyunal, sostenida por la inserción del músculo suspensorio del duodeno (ligamento de Treitz). El músculo suspensorio del duodeno está constituido generalmente por un fascículo de músculo esquelético del diafragma y una banda fibromuscular de músculo liso de la 3.a y 4.a porciones del duodeno. El músculo suspensorio pasa posterior al páncreas y la vena esplénica (lienal) y anterior a la vena renal izquierda. Su función se desconoce. 560 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 5-24. Duodeno, páncreas y bazo. A) Relaciones del duodeno. B) Relaciones y partes del páncreas. C) Vasos del duodeno y páncreas. 561 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 5-25. Relaciones peritoneales del páncreas y el duodeno. Los 2 cm iniciales de la porción superior del duodeno tienen un mesenterio y son móviles. Esta porción libre, relativamente dilatada y con una pared de músculo liso, se denomina ampolla o bulbo duodenal (figs. 5- 21 C y 5-24 C). Los 3 cm distales de la porción superior y las otras tres porciones del duodeno carecen de mesenterio y no son móviles, dado que son retroperitoneales (fig. 5-25). El duodeno posee: Irrigación arterial de dos vasos diferentes. En el trayecto de la porción descendente (2.a) del duodeno, se produce una importante transición en el aporte sanguíneo del tubo digestivo, aproximadamente en la desembocadura del conducto biliar. Esta transición tiene una base embriológica, ya que es la zona de unión del intestino anterior y el intestino medio. En consecuencia, las arterias duodenales se originan de dos fuentes diferentes (fig. 5-24 C y 5-26; tabla 5-6): Proximalmente, la porción abdominal del tubo digestivo está irrigada por el tronco celíaco, y las porciones superior (1.a) y descendente (2.a) del duodeno, por las arterias supraduodenal y gastroduodenal y su rama, la arteria pancreatoduodenal superior (figs. 5-22 A y 5-24 C). Distalmente, una parte importante del tubo digestivo (que se extiende hasta la flexura cólica izquierda) está irrigada por la arteria mesentérica superior (AMS), y las porciones horizontal (3.a) y ascendente (4.a) del 562 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org duodeno están irrigadas por su rama, la arteria pancreatoduodenal inferior. Las arterias pancreatoduodenales superior e inferior constituyen un asa anastomótica entre el tronco celíaco y la AMS; en consecuencia, aquí existe la posibilidad de circulación colateral. Venas duodenales, que acompañan a las arterias y drenan en la vena porta hepática (fig. 5-19 C, 5-22 B y 5-27); algunas venas drenan directamente y otras de manera indirecta a través de las venas mesentérica superior y esplénica. Vasos linfáticos, que acompañan a las arterias en dirección retrógrada. Los vasos linfáticos anteriores drenan en los nódulos linfáticos pancreatoduodenales situados a lo largo de las arterias pancreatoduodenales superior e inferior, y en los nódulos linfáticos pilóricos, que se sitúan a lo largo de la arteria gastroduodenal (fig. 5-23 A). Los vasos linfáticos posteriores pasan posteriores a la cabeza del páncreas y drenan en los nódulos linfáticos mesentéricos superiores. Los vasos linfáticos eferentes de los nódulos linfáticos duodenales drenan en los nódulos linfáticos celíacos. Inervación parasimpática procedente del nervio vago, e inervación simpática de los nervios esplácnicos mayor y menor a través de los plexos celíaco y mesentérico superior y, posteriormente, a través de plexos periarteriales que se extienden hacia las arterias pancreatoduodenales (fig. 5-23 B). 563 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 5-26. Irrigación arterial del tubo digestivo. TABLA 5-6. IRRIGACIÓN ARTERIAL DEL INTESTINO 564 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 5-27. Drenaje venoso de la parte abdominal del tubo digestivo. La vena porta hepática drena sangre rica en nutrientes pero pobre en oxígeno desde el estómago, intestinos, bazo, páncreas y la vesícula biliar hasta el hígado. YEYUNO E ÍLEON El yeyuno empieza en la flexura duodenoyeyunal y el íleon termina en la unión ileocecal, la unión de la porción terminal del íleon y el ciego (fig. 5-28 A y B). En conjunto, el yeyuno y el íleon miden 6-7 m de largo en los cadáveres; no obstante, la contracción tónica hace que sean mucho más cortos en personas vivas. El yeyuno constituye, aproximadamente, dos quintas partes de la longitud, y el íleon el resto. La porción terminal del íleon suele situarse en la pelvis, desde donde asciende para terminar en la cara medial del ciego. Aunque no existe una línea de demarcación clara entre el yeyuno y el íleon, tienen características diferentes en toda su extensión(fig. 5-28 C a G; tabla 5-7). El mesenterio, un pliegue peritoneal en forma de abanico, une el yeyuno y el íleon a la pared posterior del abdomen. La raíz (origen) del mesenterio (de unos 15 cm de longitud) se dirige oblicuamente, hacia abajo y a la derecha (fig. 5-25). Se extiende desde la flexura duodenoyeyunal, en el lado izquierdo de la vértebra L2, hasta la unión ileocólica y la articulación sacroilíaca derecha. La raíz del mesenterio cruza (sucesivamente) las porciones ascendente y horizontal del duodeno, la aorta abdominal, la VCI, 565 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org el uréter derecho, el músculo psoas mayor derecho y los vasos testiculares u ováricos derechos. El yeyuno y el íleon poseen: Irrigación arterial de la AMS (v. figs. 5-19 B y 5-26). La AMS discurre entre las hojas del mesenterio y envía muchas ramas al yeyuno y el íleon. Las arterias se unen para formar asas o arcos, las arcadas arteriales, que dan origen a arterias rectas, los vasos rectos (fig. 5-28 C y D). Drenaje venoso de la VMS (fig. 5-27). La VMS se sitúa anterior y a la derecha de la AMS en la raíz del mesenterio. La VMS termina posterior al cuello del páncreas, donde se une a la vena esplénica (lienal) para formar la vena porta hepática. Vasos linfáticos especializados, denominados vasos quilíferos, en las vellosidades intestinales, que absorben la grasa y drenan en los plexos linfáticos de las paredes del yeyuno y el íleon. Estos plexos linfáticos drenan en vasos linfáticos situados entre las hojas del mesenterio y luego, secuencialmente, a través de tres grupos de nódulos linfáticos (fig. 5-23 A): los nódulos linfáticos yuxtaintestinales (junto a la pared intestinal), los nódulos linfáticos mesentéricos (distribuidos entre las arcadas arteriales) y los nódulos superiores centrales (a lo largo de la porción proximal de la AMS). Los vasos linfáticos eferentes de estos nódulos drenan en los nódulos linfáticos mesentéricos superiores. Los vasos linfáticos procedentes de la porción terminal del íleon acompañan a la rama ileal de la arteria ileocólica hacia los nódulos linfáticos ileocólicos. Inervación simpática y parasimpática: En general, la estimulación simpática reduce la motilidad del intestino y la secreción, y actúa como vasoconstrictora, de manera que reduce o interrumpe la digestión haciendo que haya sangre (y energía) disponible para «la huida o la lucha». La estimulación parasimpática aumenta la motilidad del intestino y la secreción, restaurando la actividad digestiva tras una reacción simpática. La AMS y sus ramas están rodeadas por un denso plexo nervioso periarterial, a través del cual las fibras nerviosas se dirigen a las porciones del intestino irrigadas por la AMS. Las fibras simpáticas presinápticas se originan en los segmentos medulares T8-T10 y pasan a través de los troncos simpáticos y los nervios esplácnicos torácicos abdominopélvicos (mayor, menor e imo) (v. fig. 5-23 B y 5-29). Estas fibras hacen sinapsis en los cuerpos celulares de las neuronas simpáticas postsinápticas en los ganglios celíacos y mesentérico superior (prevertebrales). Las fibras parasimpáticas derivan del tronco vagal posterior. Las fibras 566 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org parasimpáticas presinápticas hacen sinapsis con neuronas parasimpáticas postsinápticas en los plexos mientérico y submucoso de la pared intestinal (fig. 5-28 D). El intestino delgado también tiene fibras sensitivas (aferentes viscerales) (fig. 5-29). El intestino es insensible a la mayoría de estímulos dolorosos, incluidas las incisiones y las quemaduras; sin embargo, es sensible a la distensión súbita («flato») y a la isquemia transitoria debida a contracciones anormalmente largas que se perciben como cólicos (dolor abdominal espasmódico). 567 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 5-28. Intestino delgado. A) Intestinos delgado y grueso in situ. B) Capas de la pared del intestino delgado. C) Arterias del yeyuno. D) Arterias del íleon. E) Características del yeyuno proximal. F) Características del íleon proximal. G) Características del íleon terminal. TABLA 5-7. CARACTERÍSTICAS QUE DIFERENCIAN EL YEYUNO Y EL ÍLEON EN EL INDIVIDUO VIVO Característica Yeyuno Íleon 568 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Color Rojo oscuro Rosa pálido Diámetro 2-4 cm 2-3 cm Pared Gruesa y fuerte Delgada y ligera Vascularización Mayor Menor Vasos rectos Largos Cortos Arcadas Algunas arcadas grandes Muchas arcadas cortas Grasa en el mesenterio Menos Más Pliegues circulares Grandes, altos y numerosos Bajos y escasos; ausentes en la porción distal 569 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 5-29. Inervación del intestino delgado. Intestino grueso El intestino grueso está formado por el apéndice, ciego, colon (ascendente, transverso, descendente y sigmoide), recto y conducto anal (fig. 5-28 A). El intestino grueso puede diferenciarse del intestino delgado por (fig. 5-30): Las tenias del colon, tres gruesas bandas de fibras musculares longitudinales. Los haustros, formaciones saculares del colon situadas entre las tenias. Los apéndices omentales, pequeños apéndices (proyecciones) grasos del colon. Su calibre, o diámetro interno, mucho mayor. Las tres tenias del colon constituyen la mayor parte del músculo 570 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org longitudinal del intestino grueso, excepto en el recto. Dado que las tenias son más cortas que el intestino grueso, las paredes del colon tiene la típica forma saculada constituida por los haustros (fig. 5-30 A). Las tenias empiezan en la base del apéndice vermiforme, discurren a lo largo del intestino grueso y se fusionan, en la unión rectosigmoidea, en una capa continua alrededor del recto. CIEGO Y APÉNDICE El ciego, la primera porción del intestino grueso que se continúa con el colon ascendente, es un fondo de saco intestinal ciego, situado en el cuadrante inferior derecho, en la fosa ilíaca, inferior a la unión de la porción terminal del íleon y el ciego. Por lo general, el ciego está recubierto casi por completo por peritoneo y puede elevarse libremente; sin embargo, no tiene mesenterio. El íleon entra en el ciego oblicuamente, y se invagina de manera parcial dentro de él, formando el orificio ileal (fig. 5-30 B). FIGURA 5-30. Características del intestino grueso, ciego y apéndice. A) Características del intestino grueso. B) Irrigación del ciego y del apéndice vermiforme. Para exponer el orificio ileocecal y el orificio del apéndice, se ha abierto una ventana en la pared del ciego. 571 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org El apéndice vermiforme, un divertículo intestinal ciego, se extiende desde la cara posteromedial de la porción inferior del ciego hacia la unión ileocecal. El apéndice vermiforme varía en longitud y tiene un corto mesenterio triangular, el mesoapéndice, que deriva de la cara posterior del mesenterio de la porción terminal del íleon (fig. 5-30 B). El mesoapéndice se une al ciego y a la porción proximal del apéndice vermiforme. La posición del apéndice vermiforme es variable, aunque suele ser retrocecal (posterior al ciego). La base del apéndice vermiforme casi siempre se sitúa profunda a un punto que está entre los tercios medio y lateral de la línea oblicua que une la espina ilíaca anterior superior con el ombligo (punto espinoumbilical o punto de McBurney). El ciego está irrigado por la arteria ileocólica, rama terminal de la AMS. El apéndice vermiforme está irrigado por la arteria apendicular, una rama de la arteria ileocólica (figs. 5-30 B y 5-31 A; tabla 5-6). Una tributaria de la VMS, la vena ileocólica, drena la sangre del ciego y el apéndice vermiforme (fig. 5-27). Los vasos linfáticos del ciego y el apéndice vermiforme pasan hacia los nódulos linfáticos del mesoapéndice y los nódulos linfáticos ileocólicos, situados a lo largo de la arteria ileocólica (fig. 5-31 C). Los vasos linfáticos eferentes pasan hacia los nódulos linfáticos mesentéricos superiores.La inervación del ciego y el apéndice vermiforme proviene de nervios simpáticos y parasimpáticos del plexo mesentérico superior (fig. 5- 31 D). Las fibras nerviosas simpáticas se originan en la porción torácica inferior de la médula espinal (T10-T12), y las fibras nerviosas parasimpáticas provienen de los nervios vagos. Las fibras nerviosas aferentes del apéndice vermiforme acompañan a los nervios simpáticos hacia el segmento T10 de la médula espinal. COLON El colon se describe como constituido por cuatro porciones –ascendente, transverso, descendente y sigmoide–que se suceden y forman un arco (fig. 5-31 A). El colon ascendente discurre superiormente, por el lado derecho de la cavidad abdominal, desde el ciego, habitualmente en la fosa ilíaca, hacia el lóbulo derecho del hígado, donde gira hacia la izquierda formando la flexura cólica derecha (flexura hepática). El colon ascendente, más estrecho que el ciego, se sitúa retroperitonealmente, en el lado derecho de la pared posterior del abdomen. El colon ascendente está cubierto por peritoneo anteriormente y a los lados; sin embargo, en aproximadamente el 25 % de las personas tiene un mesenterio corto. El colon ascendente está separado de la pared anterolateral del abdomen por el omento mayor. A la derecha del colon ascendente se encuentra un surco vertical tapizado de peritoneo parietal (el 572 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org surco paracólico derecho; v. figs. 5-18 y 5-25). La irrigación arterial del colon ascendente y de la flexura cólica derecha procede de ramas de la AMS, las arterias ileocólica y cólica derecha (fig. 5-31 A; tabla 5-6). Las venas ileocólica y cólica derecha, tributarias de la VMS, drenan la sangre del colon ascendente (fig. 5-31 B). Los vasos linfáticos pasan primero hacia los nódulos linfáticos epicólicos y paracólicos, y luego hacia los nódulos linfáticos ileocólicos y cólicos derechos intermedios y de estos hacia los nódulos mesentéricos superiores (fig. 5-31 C). Los nervios para el colon ascendente proceden del plexo mesentérico superior (fig. 5-31 D). El colon transverso, la porción más grande y móvil del intestino grueso, cruza el abdomen desde la flexura cólica derecha hasta la flexura cólica izquierda (flexura esplénica), donde se dobla inferiormente para convertirse en el colon descendente (fig. 5-31 A). La flexura cólica izquierda, en general más superior, más aguda y menos móvil que la flexura cólica derecha, se sitúa anterior a la porción inferior del riñón izquierdo y se une al diafragma a través del ligamento frenocólico (v. fig. 5-14). El mesenterio del colon transverso, el mesocolon transverso, se incurva hacia abajo, a menudo inferior al nivel de las crestas ilíacas, y se adhiere a la pared posterior de la bolsa omental. La raíz del mesocolon transverso se sitúa a lo largo del borde inferior del páncreas y se continúa con el peritoneo parietal posteriormente (v. fig. 5-25). La irrigación arterial del colon transverso procede principalmente de la arteria cólica media (fig. 5-31 A; tabla 5-6), una rama de la AMS; sin embargo, también puede estar irrigado, en grado diverso, por las arterias cólicas derecha e izquierda a través de anastomosis. La VMS se encarga del drenaje venoso del colon transverso (fig. 5-31 B). El drenaje linfático corre a cargo de los nódulos linfáticos cólicos medios, que a su vez drenan en los nódulos linfáticos mesentéricos superiores (fig. 5-31 C). Los nervios del colon transverso proceden del plexo mesentérico superior y acompañan a las arterias cólicas derecha y media (fig. 5-31 D). Estos nervios conducen fibras nerviosas simpáticas y parasimpáticas (vagales). Algunos nervios que proceden del plexo mesentérico inferior acompañan a la arteria cólica izquierda. El colon descendente pasa retroperitonealmente desde la flexura cólica izquierda hacia la fosa ilíaca izquierda, donde se continúa con el colon sigmoideo. El peritoneo cubre el colon anterior y lateralmente, y lo une a la pared posterior del abdomen. Aunque sea retroperitoneal, el colon descendente, sobre todo en la fosa ilíaca, posee un mesenterio corto 573 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org aproximadamente en el 33 % de los casos. A medida que desciende, el colon pasa anterior al borde lateral del riñón izquierdo (v. fig. 5-25). Como en el caso del colon ascendente, en la cara lateral del colon descendente se encuentra el surco paracólico izquierdo (v. figs. 5-18 y 5-25). C U A D R O C L Í N I C O Vista general de la rotación embriológica del intestino medio El intestino primitivo está formado por el intestino anterior (esófago, estómago, páncreas, duodeno, hígado y conductos biliares), el medio (intestino delgado distal al conducto biliar, ciego, apéndice vermiforme, colon ascendente y la mayor parte del colon transverso) y el posterior (porción distal del colon transverso, colon descendente, colon sigmoideo y recto). Durante 4 semanas, el crecimiento rápido del intestino medio irrigado por la AMS se hernia en la porción proximal del cordón umbilical (fig. C5-7 A). Se une a la vesícula umbilical (saco vitelino) por el conducto vitelino. Cuando vuelve a la cavidad abdominal, el intestino medio rota 270° alrededor del eje de la AMS (fig. C5-7 B y C). A medida que las porciones del intestino ocupan sus posiciones definitivas, sus inserciones mesentéricas sufren modificaciones. Algunos mesenterios se acortan y otros desaparecen (fig. C5-7 D y E). La malrotación del intestino medio causa diversas anomalías congénitas, como el vólvulo (torsión) del intestino (Moore et al., 2016). 574 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA C5-7. Rotación embriológica del intestino medio. 575 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 5-31. Intestino grueso. A) Irrigación arterial. B) Drenaje venoso. C) Drenaje linfático. D) Inervación. El colon sigmoideo, caracterizado por su asa en forma en S, de longitud variable, une el colon descendente con el recto (fig. 5-31 A). El colon sigmoideo se extiende desde la fosa ilíaca hacia el tercer segmento sacro, donde se une al recto. La terminación de las tenias del colon indica la unión 576 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org rectosigmoidea. El colon sigmoideo tiene, generalmente, un mesenterio largo (mesocolon sigmoideo) y, en consecuencia, posee una considerable libertad de movimiento, especialmente en su parte media. La raíz del mesocolon sigmoideo tiene una inserción en forma de V invertida (v. fig. 5-25), que se extiende primero medial y superiormente a lo largo de los vasos ilíacos externos, y luego medial e inferiormente desde la bifurcación de los vasos ilíacos comunes hacia la cara anterior del sacro. El uréter izquierdo y la división de la arteria ilíaca común izquierda se sitúan retroperitonealmente posteriores al vértice de la raíz del mesocolon sigmoideo. La segunda transición importante en la irrigación sanguínea de la porción abdominal del tubo digestivo se produce, aproximadamente, en la flexura cólica izquierda. Proximalmente a este punto (posterior a la porción media del duodeno), el tubo digestivo es irrigado por la AMS (intestino medio embrionario); distal a este punto, la irrigación procede de la arteria mesentérica inferior (AMI) (intestino posterior embrionario). La irrigación arterial del colon descendente y el colon sigmoideo procede de las arterias cólica izquierda y sigmoideas, ramas de la AMI (fig. 5-31 A; tabla 5-6). Las arterias cólica izquierda y sigmoideas pasan hacia la izquierda, donde se dividen en ramas ascendentes y descendentes. Generalmente, todas o la mayoría de las ramas de las arterias que irrigan el colon (ileocólica, cólicas derecha, media e izquierda, y sigmoideas) se anastomosan entre sí a medida que se aproximan al colon, formando así un conducto anastomótico continuo, la arteria marginal, que puede proporcionar una importante circulación colateral (fig. 5-31 A). La vena mesentérica inferior (VMI) recoge la sangre del colon descendente y el colon sigmoideo,y desemboca por lo general en la vena esplénica (lienal) y luego en la vena porta hepática, de camino hacia el hígado (fig. 5-31 B). Los vasos linfáticos del colon descendente y el colon sigmoideo desembocan en los nódulos linfáticos epicólicos y paracólicos, y luego en los nódulos linfáticos cólicos intermedios, situados a lo largo de la arteria cólica izquierda (fig. 5-31 C). La linfa de estos nódulos pasa hacia los nódulos linfáticos mesentéricos inferiores, que se sitúan en torno a la AMI; sin embargo, la linfa de la flexura cólica izquierda también drena en los nódulos linfáticos mesentéricos superiores. 577 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 5-32. Nervios parasimpáticos para el colon descendente y sigmoideo. La inervación simpática del colon descendente y sigmoideo procede de la porción lumbar del tronco simpático a través de los nervios esplácnicos lumbares (abdominopélvicos), el ganglio mesentérico inferior y los plexos periarteriales de la AMI y sus ramas (fig. 5-31 D). La inervación parasimpática proviene de los nervios esplácnicos pélvicos a través del plexo y los nervios hipogástricos inferiores (pélvicos), que ascienden retroperitonealmente desde el plexo, con independencia de la irrigación arterial (fig. 5-32). Las fibras aferentes viscerales, proximales a la porción media del colon sigmoideo y que conducen sensibilidad dolorosa, pasan retrógradamente con las fibras simpáticas hacia los ganglios sensitivos de los nervios espinales toracolumbares, mientras que las que conducen información refleja viajan con las fibras parasimpáticas hacia los ganglios sensitivos vagales. Distalmente a la porción media del colon sigmoideo, las fibras aferentes viscerales acompañan a las fibras parasimpáticas retrógradamente hacia los ganglios sensitivos de los nervios espinales S2-S4. RECTO Y CONDUCTO ANAL El recto, la parte terminal fija del intestino grueso, se continúa con el colon sigmoideo al nivel de la vértebra S3. La unión se encuentra en el extremo inferior del mesenterio del colon sigmoideo (v. fig. 5-25). El recto se continúa inferiormente con el conducto anal. Estas porciones del intestino grueso se describen con la pelvis en el capítulo 6. C U A D R O C L Í N I C O 578 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Hernia de hiato Una hernia de hiato (hiatal) es la protrusión de parte del estómago en el mediastino a través del hiato esofágico del diafragma. Estas hernias son más frecuentes en personas que han superado la mediana edad, posiblemente debido al debilitamiento de la porción muscular del diafragma y al ensanchamiento del hiato esofágico. Aunque clínicamente se distinguen varios tipos de hernias de hiato, los dos tipos principales son la hernia de hiato paraesofágica y la hernia de hiato deslizante (Skandalakis et al., 1996). En la hernia hiatal paraesofágica, menos frecuente, el cardias conserva su posición normal (fig. C5-8 A). Sin embargo, a través del hiato esofágico y anterior al esófago se extiende una bolsa de peritoneo, que normalmente contiene parte del fundus. En estos casos, no suele producirse regurgitación del contenido gástrico, ya que el orificio del cardias se encuentra en su posición normal. En la hernia hiatal deslizante, la más común, la porción abdominal del esófago, el cardias, y parte del fundus gástrico se deslizan superiormente dentro del tórax a través del hiato esofágico, en especial cuando la persona está recostada o se inclina (fig. C5-8). Puede producirse una cierta regurgitación del contenido del estómago hacia el esófago, debido a que el efecto de pinza del pilar derecho del diafragma está debilitado. FIGURA C5-8. Esquema de una hernia de hiato deslizante. Carcinoma gástrico y gastrectomía Cuando el cuerpo o la porción pilórica del estómago están afectados por un tumor maligno, la masa puede ser palpable. Mediante la gastroscopia, los médicos pueden examinar la mucosa del estómago, previamente inflado con aire, lo que les permite observar las lesiones gástricas y tomar biopsias. Puede practicarse una gastrectomía parcial (extirpación de parte 579 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org del estómago) para eliminar la región del estómago afectada por el carcinoma. Dado que las anastomosis de las arterias que irrigan el estómago proporcionan una buena circulación colateral, pueden ligarse una o más arterias durante este procedimiento sin afectar gravemente el aporte sanguíneo al resto del estómago. La gastrectomía parcial para extirpar un carcinoma suele exigir también la eliminación de todos los nódulos linfáticos regionales implicados. Como la región pilórica es asiento frecuente de neoplasias, resulta especialmente importante extirpar los nódulos linfáticos pilóricos, así como los nódulos linfáticos gastroomentales derechos, que también reciben el drenaje linfático de esta región. A medida que el carcinoma gástrico avanza, la diseminación linfática de células malignas afecta a los nódulos linfáticos celíacos, en los cuales drenan todos los nódulos gástricos. Úlceras gástricas, úlceras pépticas, Helicobacter pylori y vagotomía Las úlceras gástricas son lesiones abiertas de la mucosa del estómago, mientras que las úlceras pépticas son lesiones de la mucosa del canal pilórico o, más a menudo, del duodeno. La mayoría de las úlceras del estómago y del duodeno se asocian a la infección por una bacteria específica, Helicobacter pylori (H. pylori). Se considera que la elevada acidez del estómago y el duodeno desborda al bicarbonato que se suele producir en el duodeno, y disminuye la eficacia del revestimiento mucoso del estómago, volviéndolo vulnerable a H. pylori. La bacteria erosiona el revestimiento mucoso protector del estómago, inflamando la mucosa y haciéndola vulnerable a los efectos del ácido gástrico y las enzimas digestivas (pepsina) que produce el estómago. Si la úlcera erosiona las arterias gástricas, puede provocar una hemorragia potencialmente mortal. Como la secreción de ácido por las células parietales gástricas está controlada en gran parte por los nervios vagos, en algunas personas que sufren úlceras crónicas o recurrentes se realiza una vagotomía (sección quirúrgica de los nervios vagos) para disminuir la producción de ácido. Una úlcera gástrica posterior puede erosionar la pared del estómago hasta el páncreas, provocando dolor referido en el dorso. En estos casos, la erosión de la arteria esplénica (lienal) produce hemorragias graves dentro de la cavidad peritoneal. Úlceras duodenales (pépticas) La mayoría de las erosiones inflamatorias de la pared duodenal, las úlceras duodenales, se encuentran en la pared posterior de la porción superior del duodeno, en la zona situada a menos de 3 cm del píloro (fig. C5-9). En ocasiones, la úlcera perfora la pared duodenal y permite que su contenido entre en la cavidad peritoneal y produzca una peritonitis. Debido a que la porción superior del duodeno se relaciona estrechamente con el hígado y la vesícula biliar, cualquiera de ellos puede adherirse a él y ser ulcerado por una 580 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org úlcera duodenal. La erosión de la arteria gastroduodenal, una relación posterior de la porción superior del duodeno, por una úlcera duodenal causa una hemorragia grave en la cavidad peritoneal. FIGURA C5-9. Úlcera duodenal. Divertículo ileal Un divertículo ileal (de Meckel) es una anomalía congénita que afecta al 1-2 % de la población. El divertículo, que es un resto de la porción proximal del conducto vitelino embrionario, aparece generalmente como una bolsa digitiforme (3-6 cm de largo). Siempre está en el borde antimesentérico, el borde del intestino opuesto a la inserción mesentérica, del íleon (fig. C5-10). Un divertículo ileal puede inflamarse y producir un dolor que se asemeja al causado por la apendicitis. FIGURA C5-10. Divertículo ileal (*). Diverticulosis La diverticulosis es un trastorno en el cual aparecen numerosos falsos divertículos (evaginaciones externas o saculaciones de la mucosadel colon) a lo largo del intestino. Afecta sobre todo a personas de mediana edad y ancianos. La diverticulosis se localiza frecuentemente en el colon sigmoideo. Los divertículos pueden infectarse y romperse, produciendo una 581 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org diverticulitis. Apendicitis La inflamación aguda del apéndice vermiforme, la apendicitis, es una causa frecuente de abdomen agudo (dolor abdominal intenso de aparición súbita). Normalmente, la presión digital en el punto de McBurney desencadena el dolor abdominal más intenso. El dolor de la apendicitis suele comenzar de forma vaga en la región periumbilical; esto se debe a que las fibras dolorosas aferentes entran en la médula espinal a nivel de T10. Posteriormente, aparece un dolor intenso en el cuadrante inferior derecho (CID) debido a la irritación del peritoneo parietal que tapiza la pared posterior del abdomen. Apendicectomía La apendicectomía laparoscópica se ha convertido en el procedimiento estándar que se utiliza selectivamente para extirpar el apéndice. En primer lugar se infla la cavidad abdominal con dióxido de carbono gaseoso, distendiendo la pared abdominal, para aumentar la visibilidad y el espacio de trabajo. El laparoscopio se introduce a través de una pequeña incisión en la pared anterolateral del abdomen (p. ej., cerca o a través del ombligo). Se necesitan una o dos incisiones adicionales («portales») para el acceso quirúrgico (instrumental) al apéndice y a los vasos relacionados. Si está indicado, se puede realizar una apendicectomía mediante una incisión transversa o de Gridiron (división del músculo) centrada en el punto de McBurney en el CID. En los infrecuentes casos de malrotación intestinal, o falta de descenso del ciego, el apéndice vermiforme no se encuentra en el CID. Cuando el ciego es alto (ciego subhepático), el apéndice se sitúa en el hipocondrio derecho y el dolor se localiza en esta región, no en el CID (fig. C5-10). Colitis, colectomía e ileostomía La inflamación crónica del colon (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn) se caracteriza por la inflamación grave y la ulceración del colon y el recto. En algunos pacientes se lleva a cabo una colectomía, durante la cual se extirpan la porción terminal del íleon y el colon, así como el recto y el conducto anal. Luego se realiza una ileostomía para establecer un estoma, una abertura cutánea artificial entre el íleon y la piel de la pared anterolateral del abdomen. Tras efectuar una colectomía parcial, se lleva a cabo una colostomía o sigmoidostomía para crear una abertura cutánea artificial para la porción terminal del colon. Colonoscopia El interior del colon puede observarse y fotografiarse en un procedimiento 582 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org conocido como colonoscopia o coloscopia, utilizando un endoscopio alargado y flexible de fibra óptica (colonoscopio) que se introduce en el colon a través del ano y el recto. Es posible introducir pequeños instrumentos a través del colonoscopio, que se utilizan para realizar intervenciones quirúrgicas menores, como obtención de biopsias o extirpación de pólipos. La mayoría de los tumores del intestino grueso afectan al colon sigmoideo y al recto; aproximadamente el 12 % de estos aparecen cerca de la unión rectosigmoidea. El interior del colon sigmoideo se observa con un sigmoidoscopio, un endoscopio más corto, en un procedimiento denominado sigmoidoscopia. Bazo El bazo, un órgano linfático ovoide y móvil, se sitúa retroperitonealmente en el cuadrante superior izquierdo. El bazo está rodeado por completo por peritoneo, excepto al nivel del hilio (fig. 5-33), por donde entran y salen las ramas esplénicas de la arteria y la vena esplénicas (lienales), respectivamente. Posteriormente, se relaciona con las costillas 9.a-11.a y está separado de ellas por el diafragma y el receso costodiafragmático, extensión a modo de hendidura de la cavidad pleural entre el diafragma y la parte inferior de la caja torácica (fig. A5-3 B). El bazo no suele rebasar inferiormente la región costal; descansa sobre la flexura cólica izquierda. El bazo varía considerablemente de tamaño, peso y forma; no obstante, suele tener 12 cm de largo y 7 cm de ancho, aproximadamente el tamaño y la forma de un puño cerrado. La cara diafragmática del bazo adopta una forma convexa para ajustarse a la concavidad del diafragma (figs. A5-3 y 5-33). Los bordes anterior y superior del bazo son agudos, a menudo afilados, mientras que sus bordes posterior e inferior son redondeados. El bazo contacta con la pared posterior del estómago y se conecta con su curvatura mayor mediante el ligamento gastroesplénico, y con el riñón izquierdo a través del ligamento esplenorrenal (v. fig. 5-13). Estos ligamentos, que contienen los vasos esplénicos, están unidos al hilio del bazo en su cara medial. El bazo está íntimamente recubierto de peritoneo, a excepción del hilio, donde se producen reflexiones peritoneales. A menudo, el hilio del bazo está en contacto con la cola del páncreas y constituye el límite izquierdo de la bolsa omental. 583 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 5-33. Bazo. Superficie visceral. La arteria esplénica (lienal), la mayor rama del tronco celíaco, tiene un trayecto tortuoso posterior a la bolsa omental, anterior al riñón izquierdo y a lo largo del borde superior del páncreas (fig. 5-34 A). Entre las hojas del ligamento esplenorrenal, la arteria esplénica se divide en cinco o más ramas que entran en el hilio del bazo y lo dividen en dos o tres segmentos vasculares. La vena esplénica (lienal), está formada por varias tributarias que emergen del hilio (fig. 5-34 B). Se une a la VMI y discurre posterior al cuerpo y la cola del páncreas durante la mayor parte de su recorrido. La vena esplénica se une con la VMS posterior al cuello del páncreas para formar la vena porta hepática. Los vasos linfáticos esplénicos parten de los nódulos linfáticos del hilio y pasan a lo largo de los vasos esplénicos hacia los nódulos linfáticos pancreatoesplénicos (fig. 5-34 C). Estos nódulos se relacionan con la cara posterior y el borde superior del páncreas. Los nervios del bazo derivan del plexo celíaco (fig. 5-34 D). Se distribuyen principalmente a lo largo de las ramas de la arteria esplénica, y su función es vasomotora. A N A T O M Í A D E S U P E R F I C I E 584 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Push Button0:
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