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706 © 2019. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos RITMO SINUSAL NORMAL, 706 TAQUIARRITMIAS, 706 TAQUICARDIAS SUPRAVENTRICULARES, 706 Taquicardia sinusal, 706 Extrasístoles auriculares, 710 Fibrilación auricular, 712 Taquicardias auriculares, 712 Taquicardias en las que participa la unión auriculoventricular, 715 Síndrome de preexcitación, 721 Otras formas de taquicardia de los pacientes con síndrome de Wolff-Parkinson-White, 727 Resumen del diagnóstico electrocardiográfico de las taquicardias supraventriculares, 729 BIBLIOGRAFÍA, 729 37 Arritmias supraventriculares JEFFREY E. OLGIN Y DOUGLAS P. ZIPES RITMO SINUSAL NORMAL El ritmo sinusal normal está definido por la formación del impulso comenzado en el nódulo sinusal a una frecuencia de 60 a 100 latidos/min. La frecuencia cardíaca es más rápida en reposo y durante el ejercicio en los lactantes y en los niños que en los adultos. La onda P es positiva en las derivaciones I, II y aVF y negativa en la derivación aVR, con un vector en el plano frontal entre 0 y +90°. El vector tiene una dirección anterior y ligeramente hacia la izquierda en el plano horizontal y por eso puede ser negativo en las derivaciones V1 y V2 pero positivo en V3 a V6. El intervalo PR dura más de 120 ms y puede variar ligeramente con la frecuencia. La morfología de la onda P pue- de cambiar si se desplaza el marcapasos (punto de origen del impulso). La frecuencia del ritmo sinusal varía considerablemente y depende de muchos factores, como edad, sexo y actividad física. La frecuencia sinusal responde de inmediato a los estímulos vegetativos. La estimulación vagal (parasimpática) continua reduce la frecuencia espontánea sinusal y predomina sobre la estimulación simpática continua que acelera la frecuencia espontánea sinusal. Las frecuencias inferiores a 60 latidos/min se consideran bradicardia y las superiores a 100 latidos/min, taquicardia. Como se describe en el capítulo 34, la secuencia normal de activación eléctrica del corazón parte del nódulo sinusal, sigue por las aurículas hasta el nódulo auriculoventricular (AV) y el sistema de His-Purkinje, para terminar en el miocardio ventricular. En este capítulo, las taquiarritmias y bradiarritmias específicas que se describen como trastornos de esta jerarquía elec- trofisiológica, así como sus características, se resumen en la tabla 37-1. TAQUIARRITMIAS Las taquiarritmias se caracterizan, a grandes rasgos, como taquicardias supraventriculares (TSV),1 definidas como aquellas taquicardias en las que el circuito o foco de estimulación se origina, al menos en parte, en el tejido situado por encima del ventrículo (es decir, nódulo sinusal, aurícula, nódulo AV o haz de His). La fibrilación auricular se comenta en el capítulo 38. Las taquicardias ventriculares (TV) se definen como aque- llas en las que el circuito o foco de estimulación se origina únicamente en el tejido ventricular (incluidas las válvulas y la raíz de las grandes arterias) o en las fibras de Purkinje (v. capítulo 39). Ante las diferencias pronósticas y terapéuticas, es imprescindible separar pronto una TSV de una TV para proceder al tratamiento inmediato de la taquiarritmia.2 En general, con la excepción de la forma idiopática, la TV tiene a menudo un pronós- tico mucho peor, habitualmente implica la presencia de una cardiopatía significativa, da lugar a una alteración hemodinámica más profunda y, por lo tanto, exige una atención y medidas inmediatas para revertirla a un ritmo sinusal. Por otro lado, la TSV no suele ocasionar la muerte ni producir colapso hemodinámico y, por esta razón, se pueden aplicar, al principio, medidas más conservadoras para la conversión al ritmo sinusal.1,3 La distinción entre una TSV y una TV se establece generalmente por el electrocardiograma (ECG) obtenido durante la taquicardia (v. capítulo 35). Es importante obtener tiras de ritmo de 12 derivaciones (o, por lo menos, de varias) durante cualquier intervención destinada a abortar la taquicardia, porque revisar el final (y el inicio) puede ayudar a identificar la arritmia específica. Si el QRS es estrecho (duración < 120 ms, lo que a menudo se llama taquicardias de complejo estrecho), nor- malmente el ventrículo se activa a través del sistema de His-Purkinje normal, y de este modo el origen de la taquicardia es supraventricular4 (fig. 37-1). Un complejo QRS ancho (duración > 120 ms) durante la taquicardia indica una TV, aunque existen situaciones comunes en las que una TSV puede dar un complejo QRS ancho. De aquí que, a menudo, se emplee un término más descriptivo, taquicardia con complejo ancho (TCA), cuando no se puede determinar el mecanismo preciso de la arritmia. Por ejemplo, una TSV con un bloqueo de rama (BR) o un tras- torno de conducción intraventricular asociados producir una TCA, pese a su origen supraventricular, así como taquicardias con preexcitación (taquicardias en las que el ventrículo se activa íntegra o parcialmente a través de una vía accesoria). Por eso, aunque una taquicardia de complejo estrecho casi siempre establezca el diagnóstico de TSV, la TCA puede ser supraventricular o ventricular. La presencia de latidos de fusión o de captura, o de disociación AV resulta diagnóstica de TV, pero a menudo no se encuentran presentes o son difíciles de detectar. Se han elaborado criterios y algoritmos para determinar si es más probable que la TCA sea una TSV o una TV (tabla 37-2; v. capítulo 39). Los principios generales subyacentes tras estos algoritmos se basan en la suposición de que, cuanto más parecida sea la morfología del QRS a un BR característico, mayor es la probabilidad de que sea una TSV, y se supone que el tabique sigue activándose rápidamente todavía en una TCA causada por una TSV. TAQUICARDIAS SUPRAVENTRICULARES Taquicardia sinusal Reconocimiento electrocardiográfico Durante la taquicardia sinusal la frecuencia sinusal es de 100 a 180 latidos/min, pero puede ser más rápida con esfuerzo extremo y en personas jóvenes (fig. 37-2). La frecuencia cardíaca máxima alcanzada durante la actividad física intensa varía mucho, pero disminuye con la edad. Por lo general, la taquicardia sinusal tiene un inicio y un fin gradual. El intervalo P-P puede cambiar ligeramente de ciclo a ciclo, sobre todo con una frecuencia baja, cuando el contorno normal puede presentar más amplitud y puede afilarse. Las ondas P aparecen antes de cada complejo QRS con un intervalo PR estable a menos que haya un bloqueo AV concomitante. En general, la despolarización diastólica acelerada de la fase 4 de las células del nódulo sinusal (v. capítulo 34) causa taquicardia sinusal, normalmente por un aumento del tono adrenérgico y/o a una retirada del tono parasimpático. El masaje carotídeo y las maniobras de Valsalva u otras de tipo vagal frenan gradualmente la taquicardia sinusal, que puede después acelerarse hasta la frecuencia previa si cesa la hipertonía vagal. Las frecuencias sinusales más rápidas no siempre se frenan con una maniobra vagal, sobre todo las estimuladas por un tono adrenérgico alto. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org TA B LA 3 7- 1 C ar ac te rí st ic as d e la s ar ri tm ia s* TI PO D E A RR IT M IA O N D A S P CO M PL EJ O S Q RS RE SP U ES TA V EN TR IC U LA R A L M A SA JE C A RO TÍ D EO Y A LA A D EN O SI N A EX PL O R A CI Ó N F ÍS IC A TR AT A M IE N TO A G U D O TR AT A M IE N TO CR Ó N IC O Fr ec u en ci a (l at id o s/ m in ) R it m o C o n to rn o Fr ec u en ci a (l at id o s/ m in ) R it m o C o n to rn o In te n si d ad d e S 1 D es - do b la - m ie n to d e S 2 O n d as A Ri tm o si nu sa l 60 -1 0 0 Re gu la r† N or m al 60 -1 0 0 Re gu la r N or m al En le nt ec im ie nt o gr ad ua l y re to rn o a la fr ec ue nc ia an te rio r C on st an te N or m al N or m al N in gu no N in gu no Br ad ic ar di a si nu sa l < 6 0 Re gu la r N or m al < 6 0 Re gu la r N or m al En le nt ec im ie nt o gr ad ua l y re to rn o a la fr ec ue nc ia an te rio r C on st an te N or m al N or m al N in gu no , a m en os qu e re su lte si nt om át ic o; at ro pi na Es tim ul ac ió n (s i e s si nt om át ic a) Ta qu ic ar di a si nu sa l 10 0 -1 8 0 Re gu la r A v ec es p ic ud o 10 0 -1 8 0 Re gu la r N or m al En le nt ec im ie nt o gr ad ua l‡ y re to rn o a la fr ec ue nc ia an te rio r C on st an te N or m al N or m al N in gu no , a m en os qu e re su lte si nt om át ic o; tr at ar la en fe rm ed ad d e ba se N o Re en tr ad a en el n ód ul o A V 15 0 -2 50 M uy r eg ul ar , sa lv o al co m ie nz o y al fi na l Re tr óg ra do ; di fíc il de v er ; de sa pa re ci do en e l co m pl ej o Q RS 15 0 -2 50 M uy r eg ul ar , s al vo al c om ie nz o y al fi na l N or m al En le nt ec im ie nt o br us co m ot iv ad o po r la t er m in ac ió n de la ta qu ic ar di a, o ni ng ún e fe ct o C on st an te N or m al O nd as a co ns ta nt es en c añ ón Es tim ul ac ió n va ga l, ad en os in a, A C N D , B B, de sc ar ga C D , fi na liz ar es tím ul o A bl ac ió n, A C N D , B B A le te o au ric ul ar 25 0 -3 50 Re gu la r En d ie nt es de s ie rr a 75 -1 75 En g en er al , r eg ul ar en a us en ci a de fá rm ac os o d e en fe rm ed ad es N or m al En le nt ec im ie nt o br us co y re to rn o a la fr ec ue nc ia an te rio r; el a le te o pe rm an ec e C on st an te ; va ria bl e si ca m bi a el bl oq ue o A V N or m al O nd as d e al et eo D es ca rg a C C , A C N D , B B, ib ut ili da , am io da ro na A bl ac ió n, A C N D , B B, am io da ro na , do fe til id a Fi br ila ci ón au ric ul ar 4 0 0 -6 0 0 Ll am at iv a- m en te irr eg ul ar O nd ul ac ió n ba sa l, ni ng un a on da P 10 0 -1 60 Ll am at iv am en te irr eg ul ar N or m al En le nt ec im ie nt o; la ir re gu la rid ad lla m at iv a pe rs is te V ar ia bl e N or m al N in gu na on da a A C N D , B B, am io da ro na , ib ut ili da , pr op af en on a, fle ca in id a, de sc ar ga C D A C N D , B B, FA A (p ar a la e le cc ió n, v. c ap ít u lo 3 8) , ab la ci ón Ta qu ic ar di a au ric ul ar 10 0 -2 0 0 Re gu la r (e xc ep to a l in ic io , e n el qu e pu ed e «c al en ta r» ) A nó m al a, pe ro p ue de pa re ce rs e a la o nd a P si nu sa l s i s e or ig in a ce rc a de l n ód ul o 10 0 -2 0 0 Po r lo g en er al re gu la r en au se nc ia d e fá rm ac os o en fe rm ed ad , p er o co n fr ec ue nc ia s m ás r áp id as pu ed e pr es en ta r ci er to g ra do de b lo qu eo (v . m ás a ba jo ) N or m al Ra le nt iz ac ió n br us ca y v ue lt a a la f re cu en ci a no rm al ; pe rs is te ta qu ic ar di a; al gu na s pu ed en te rm in ar co n M SC o ad en os in a C on st an te ; va ria bl e si e xi st e bl oq ue o A V ca m bi an te N or m al N or m al BB , A C N D , am io da ro na , fle ca in id a, pr op af en on a BB , A C N D , am io da ro na , fle ca in id a, pr op af en on a, ab la ci ón (C on tin úa ) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org TI PO D E A RR IT M IA O N D A S P CO M PL EJ O S Q RS RE SP U ES TA V EN TR IC U LA R A L M A SA JE C A RO TÍ D EO Y A LA A D EN O SI N A EX PL O R A CI Ó N F ÍS IC A TR AT A M IE N TO A G U D O TR AT A M IE N TO CR Ó N IC O Fr ec u en ci a (l at id o s/ m in ) R it m o C o n to rn o Fr ec u en ci a (l at id o s/ m in ) R it m o C o n to rn o In te n si d ad d e S 1 D es - d o b la - m ie n to d e S 2 O n d as A Ta qu ic ar di a au ric ul ar co n bl oq ue o 15 0 -2 50 Re gu la r; pu ed e se r irr eg ul ar A nó m al o 75 -2 0 0 En g en er al , r eg ul ar en a us en ci a de fá rm ac os o d e en fe rm ed ad es N or m al En le nt ec im ie nt o br us co y re to rn o a la fr ec ue nc ia an te rio r; la ta qu ic ar di a pe rm an ec e C on st an te ; va ria bl e si ca m bi a el bl oq ue o A V N or m al M ás o nd as a qu e c- v Su sp en de r la di gi ta l e n ca so de in to xi ca ci ón ; ad m in is tr ar di gi ta l s i n o ha y in to xi ca ci ón ; po si bl em en te BB o A C N D (s eg ún la fr ec ue nc ia y el g ra do d e bl oq ue o) , am io da ro na , fle ca in id a, pr op af en on a A bl ac ió n, B B o A C N D (s eg ún la fr ec ue nc ia y el g ra do d e bl oq ue o) , am io da ro na , fle ca in id a, pr op af en on a Ri tm o de la un ió n A V 4 0 -1 0 0§ Re gu la r N or m al 4 0 -6 0 Ba st an te r eg ul ar N or m al N in gu no ; p ue de ha be r lig er o en le nt ec i- m ie nt o V ar ia bl e| | N or m al O nd as in te r- m ite nt es en c añ ón N in gu no , a m en os qu e re su lte si nt om át ic o; at ro pi na Ta qu ic ar di a de la un ió n A V 10 0 -2 0 0 Re gu la r A us en te o re tr óg ra da 10 0 -2 0 0 Re gu la r N or m al Te rm in ac ió n br us ca C on st an te N or m al O nd as co ns ta nt es en c añ ón A C N D , B B, am io da ro na A C N D , B B, fle ca in id a, pr op af en on a, am io da ro na , ab la ci ón Ta qu ic ar di as co n re en tr ad a po r ví a ac ce so ria (W PW ) 15 0 -2 50 M uy r eg ul ar , sa lv o al co m ie nz o y al fi na l Re tr óg ra do ; di fíc il de v er ; m on ito riz ar el c om pl ej o Q R S 15 0 -2 50 M uy r eg ul ar , s al vo al c om ie nz o y al fi na l N or m al En le nt ec im ie nt o br us co m ot iv ad o po r la t er m in ac ió n de la ta qu ic ar di a, o ni ng ún ef ec to C on st an te pe ro re du ci do N or m al O nd as co ns ta nt es en c añ ón Es tim ul ac ió n va ga l, ad en os in a, A C N D , B B, de sc ar ga C D , fi na liz ar es tim ul ac ió n, pr oc ai na m id a, am io da ro na A bl ac ió n, fle ca in id a, pr op af en on a, am io da ro na Ta qu ic ar di a ve nt ric ul ar 60 -1 0 0 || Re gu la r N or m al s i e s di so ci ad a o re tr óg ra da s i es a so ci ad a (p ue de s er di fíc il de v er ) 11 0 -2 50 Re gu la r A nó m al o,> 0 ,1 2 s N in gu no V ar ia bl e| | A nó m al o O nd as in te r- m ite nt es en c añ ón || Li do ca ín a, pr oc ai na m id a, am io da ro na , de sc ar ga C C D A I, am io da ro na , BB , a bl ac ió n Ri tm o id io ve n - tr ic ul ar ac el er ad o 60 -1 0 0 || Re gu la r N or m al 50 -1 10 Ba st an te r eg ul ar ; a ve ce s irr eg ul ar A nó m al o, > 0 ,1 2 s N in gu no V ar ia bl e| | A nó m al o O nd as in te r- m ite nt es en c añ ón || N in gu no , a m en os qu e re su lte si nt om át ic o; lid oc aí na , at ro pi na N o TA B LA 3 7- 1 C ar ac te rí st ic as d e la s ar ri tm ia s (c o n t. ) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org TI PO D E A RR IT M IA O N D A S P CO M PL EJ O S Q RS RE SP U ES TA V EN TR IC U LA R A L M A SA JE C A RO TÍ D EO Y A LA A D EN O SI N A EX PL O R A CI Ó N F ÍS IC A TR AT A M IE N TO A G U D O TR AT A M IE N TO CR Ó N IC O Fr ec u en ci a (l at id o s/ m in ) R it m o C o n to rn o Fr ec u en ci a (l at id o s/ m in ) R it m o C o n to rn o In te n si d ad d e S 1 D es - d o b la - m ie n to d e S 2 O n d as A A le te o ve nt ric ul ar 60 -1 0 0 || Re gu la r N or m al ; d ifí ci l de v er 15 0 -3 0 0 Re gu la r O nd a si nu so id al N in gu no Su av e o au se nt e Su av e o au se n- te O nd as e n ca ñó n D es ca rg a C C D A I Fi br ila ci ón ve nt ric ul ar 60 -1 0 0 || Re gu la r N or m al ; d ifí ci l de v er 4 0 0 -6 0 0 Ll am at iv am en te irr eg ul ar O nd ul ac ió n ba sa l; ni ng ún co m pl ej o Q R S N in gu no N in gu no N in gu no O nd as e n ca ñó n D es ca rg a C C D A I Bl oq ue o A V de p rim er gr ad o 60 -1 0 0¶ Re gu la r N or m al 60 -1 0 0 Re gu la r N or m al En le nt ec im ie nt o gr ad ua l ca us ad o po r el s en o C on st an te , di sm in ui do N or m al N or m al N in gu no N o Bl oq ue o A V d e se gu nd o gr ad o de t ip o I 60 -1 0 0¶ Re gu la r N or m al 30 -1 0 0 Ir re gu la r* * N or m al En le nt ec im ie nt o ca us ad o po r la le nt ifi ca ci ón si nu sa l y au m en to d el bl oq ue o A V D es ce ns o cí cl ic o y lu eg o au m en to de sp ué s de p au sa N or m al N or m al ; in te rv al o a- c cr ec ie nt e; on da s a si n on da s c N in gu no , s al vo qu e re su lte si nt om át ic o; at ro pi na N o Bl oq ue o A V d e se gu nd o gr ad o de tip o II 60 -1 0 0¶ Re gu la r N or m al 30 -1 0 0 Ir re gu la r¶ A nó m al o, > 0 ,1 2 s En le nt ec im ie nt o gr ad ua l ca us ad o po r la le nt ifi ca ci ón si nu sa l C on st an te A nó m al o N or m al , in te rv al o a- c co ns ta nt e; on da s a M ar ca pa so s M P Bl oq ue o A V co m pl et o 60 -1 0 0 || Re gu la r N or m al < 4 0 Ba st an te r eg ul ar A nó m al o, 0, 12 s N in gu no V ar ia bl e¶ A nó m al o O nd as in te r- m ite nt es en c añ ón ¶ M ar ca pa so s M P Bl oq ue o de r am a de re ch a 60 -1 0 0 Re gu la r N or m al 60 -1 0 0 Re gu la r A nó m al o, > 0 ,1 2 s En le nt ec im ie nt o gr ad ua l y re to rn o a la fr ec ue nc ia an te rio r C on st an te A nc ho N or m al N in gu no N o Bl oq ue o de r am a iz qu ie rd a 60 -1 0 0 Re gu la r N or m al 60 -1 0 0 Re gu la r A nó m al o, > 0 ,1 2 s En le nt ec im ie nt o gr ad ua l y re to rn o a la fr ec ue nc ia an te rio r C on st an te Pa ra dó ji- co N or m al N in gu no N o (s al vo si e xi st e in su fic ie nc ia ca rd ía ca ; co ns id er e TR C c on M P) A C N D , a nt ag on is ta d el c al ci o no d ih id ro pi rid ín ic o (p . e j., d ilt ia ce m , v er ap am ilo ); BB , b lo qu ea nt e β (p . e j., p ro pr an ol ol , m et op ro lo l); C D , c or ri en te d ire ct a; D A I, de sfi br ila do r a ut om át ic o im pl an ta bl e; F A A , f ár m ac o an tia rr ítm ic o (p ro ca in am id a, qu in id in a, p ro pa fe no na , fl ec ai ni da , s ot al ol , d of et ili da , d ro ne da ro na , a m io da ro na ); M P, m ar ca pa so s pe rm an en te ; M SC , m as aj e de l s en o ca ro tíd eo ; T RC , t ra ta m ie nt o de r es in cr on iz ac ió n ca rd ía ca . *E n el a fá n po r re su m ir es ta s ar rit m ia s en f or m a de t ab la s e ha n ef ec tu ad o ge ne ra liz ac io ne s. A sí , l a re sp ue st a al m as aj e ca ro tíd eo p ue de d ife rir li ge ra m en te d e la s eñ al ad a. E l t ra ta m ie nt o ag ud o pa ra a bo rt ar la t aq ui ca rd ia p ue de d ife rir d el tr at am ie nt o cr ón ic o pa ra p re ve ni r la r ec ur re nc ia . A lg un as d e la s ex ce pc io ne s se in di ca n en la s no ta s al p ie ; s e re m ite a l l ec to r al t ex to , e n el q ue s e of re ce u na e xp os ic ió n co m pl et a. † L as o nd as P in ic ia da s po r la d es ca rg a de l n ód ul o si nu sa l p ue de n no s er p re ci sa m en te r eg ul ar es p or la a rr itm ia s in us al . ‡ A m en ud o, e l m as aj e de l s en o ca ro tíd eo n o fr en a un a ta qu ic ar di a si nu sa l. § T od a ar rit m ia a ur ic ul ar in de pe nd ie nt e pu ed e sa lir p or v ía r et ró gr ad a, o la a ur íc ul a pu ed e ca pt ar p or e st a ví a. || C on st an te s i l as a ur íc ul as c ap ta n re tr óg ra da m en te . ¶ El r itm o y la f re cu en ci a au ri cu la re s pu ed en v ar ia r se gú n si e l m ec an is m o au ri cu la r es u na b ra di ca rd ia s in us al , u na t aq ui ca rd ia s in us al u o tr a an om al ía . ** Re gu la r o co ns ta nt e si e l b lo qu eo n o va ría . 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La taquicardia sinusal persistente representa, a veces, una manifestación de la insuficiencia cardíaca. La taquicardia sinusal de los pacientes con cardiopatía estructural puede reducir el gastocardíaco o causar angina o precipitar otra arritmia, en parte relacionada con el tiempo abreviado de llenado ventricular y el menor flujo sanguíneo coronario. Una taquicardia sinusal puede ser causa de una descarga inapropiada del desfibrilador de los pacientes con un desfibrilador automático implantable (DAI; v. capítulo 41). La taquicardia sinusal inapropiada y crónica (también conocida como síndrome de taquicardia sinusal inapropiada) está descrita entre personas por lo demás sanas, y se debe posiblemente al mayor automatismo del nódulo sinusal o a un foco auricular automático cerca de él.5 La anomalía puede deberse a un defecto en el control nervioso simpático o vagal del automatismo sinoauricular (SA) o a una anomalía de la frecuencia cardíaca intrínseca. El síndrome de taquicardia ortostática postural (STOP) es un síndrome relacionado con la hipotensión ortostática y la taquicardia sinusal, en el que la hipovolemia o los fármacos no representan la causa del descenso ortostático en la presión arterial. Los dos síndromes pueden deberse a una neuropatía autónoma, ya periférica, como la diabética, ya central, por ejemplo por lesión medular. La reentrada en el nódulo sinusal (fig. e37-1) da una taquicardia auricular que se origina en el tejido próximo al nódulo sinusal y, por eso, muestra una onda P con morfología similar al ritmo sinusal (v. «Taquicardias auriculares focales», más adelante). Tratamiento El tratamiento se dirige a la causa de la taquicardia sinusal. Esta suele resultar evidente (p. ej., hemorragia, sepsis, agitación) en el entorno hospitalario, mientras que en el medio ambulatorio, la causa es más difí- cil de conocer. Las causas reversibles más frecuentes son el hipertiroidismo, la anemia, la infección o la inflamación y la hipovolemia. La neuropatía diabética es también frecuente pero no reversible. Puede ser útil eliminar el tabaco, el alcohol, la cafeína u otros estimulantes, como los fármacos simpaticomiméticos en gotas nasales y antigripales. Los β-bloqueantes y los antagonistas del calcio no dihidropiridínicos (verapamilo y dil- tiacem), la reposición de líquidos en un paciente hipovolémico y la disminución de la fiebre en un paciente febril pueden ayudar a enlentecer la frecuencia de descarga del nódulo sinusal. El tratamiento de la taquicardia sinusal inapropiada se basa en β-bloqueantes o en antagonistas del calcio, solos o combinados. En casos graves puede estar indicada la ablación con radiofrecuencia (RF) o quirúrgica del nódulo sinusal; sin embargo, estas medidas suelen paliar el problema solo de forma pasajera (v. capítulo 36). Un bloqueante específico de la corriente de marcapasos (If), la ivabradina, ha sido útil en algunos pacientes con una taquicardia sinusal inadecuada o resistente al tratamiento. Extrasístoles auriculares Las extrasístoles constituyen una de las causas más habituales de la irregularidad del pulso y de las palpitaciones. Pueden provenir de cualquier región del corazón –más frecuentemente, de los ventrículos; menos veces, de las aurículas y de la unión AV, y rara vez, del nódulo sinusal–. Las extrasístoles se originan a menudo en corazones normales y aumentan de frecuencia con la edad. TABLA 37-2 Características principales del diagnóstico diferencial entre latidos QRS anchos y taquicardia A FAVOR DE TSV A FAVOR DE TV Ralentización o finalización mediante tono vagal Inicio con onda P prematura Intervalo PR ≤ 100 ms Vinculación entre frecuencia P y QRS, y ritmo que indica que la activación ventricular depende de la descarga auricular, p. ej., bloqueo AV 2:1 rSR’ V1 Secuencia de ciclo largo-corto Latidos de fusión Latidos de captura Disociación AV Vinculación entre frecuencia P y QRS, y ritmo que indica que la activación auricular depende de la descarga ventricular, p. ej., bloqueo AV 2:1 Pausa «compensadora» Desviación del eje a la izquierda; duración QRS > 140 ms Contorno QRS específico (v. texto) TSV, taquicardia supraventricular; TV, taquicardia ventricular. FIGURA 37-2 Taquicardia sinusal (150 latidos/min) de un paciente durante una isquemia miocárdica aguda; obsérvese el descenso del segmento ST. Las puntas de flecha indican las ondas P. FIGURA 37-1 Algoritmo para el diagnóstico de la taquicardia con complejo QRS normal. PTRUAV, forma permanente de taquicardia recíproca de la unión AV; TAM, taquicardia auricular multifocal; TRAV, taquicardia por reentrada auriculoventricular; TRNAV, taquicardia por reentrada del nódulo auriculoventricular. (Tomado de Blomstrom-Lundqvist C, Scheinman MM, Aliot EM, et al: ACC/AHA/ ESC guidelines for the management of patients with supraventricular arrhythmias—executive summary: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines and the European Society of Cardiology Committee for Practice Guidelines [Writing Committee to Develop Guidelines for the Management of Patients With Supraventricular Arrhythmias]. Circulation 2003;108:1871.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 711 A rritm ias su p raven tricu lares 37 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . FIGURA 37-3 A. Extrasístoles auriculares (EA) que blo- quean totalmente la conducción o que conducen con un bloqueo funcional de rama derecha o izquierda. Depen- diendo de la duración del ciclo precedente y del intervalo de acoplamiento de la EA, esta última bloquea totalmente la conducción del nódulo auriculoventricular (AV) (punta de flecha ↑) o conduce con un bloqueo funcional de rama izquierda (punta de flecha ↓) o derecha (punta de flecha →). B. La EA de la izquierda (punta de flecha) inicia la reentrada en el nódulo AV motivada por una reentrada anterógrada y retrógrada a través de dos vías lentas del nódulo AV, con una onda P retrógrada registrada a mitad del ciclo cardíaco. La EA de la derecha (punta de flecha) inicia la reentrada en el nódulo AV como consecuencia de la conducción anterógra- da por la vía lenta y la conducción retrógrada por la vía rápida (v. fig. 37-8A), que determina una onda P retrógrada en la porción terminal del complejo QRS que estimula una onda r’. C y D. Una EA (punta de flecha ↓) inicia una corta salva de aleteo auricular (C) y otra EA (punta de flecha ↑) retrasa el retorno de la siguiente descarga del nódulo sinusal (D). La EA posterior (punta de flecha ↓) de D no reduce el automatismo del nódulo sinusal. B-D. Derivaciones del monitor. E. Diagrama de escalera de los efectos de una EA. El intervalo sinusal (A1-A1) es igual a X. La tercera onda P representa una EA (A2) que alcanza y descarga el nódulo sinusal, haciendo que en ese momento empiece el ciclo sinusal siguiente. Por eso, el intervalo P-P (A2-A3) representa X + 2Y ms, suponiendo que no descienda el automatismo del nódulo sinusal. F. Diagrama de las interacciones de una EA (los círculos amarillos indican el origen; se han omitido los complejos QRS) con el nódulo sinusal (NS) en función del grado de prematuridad. En la parte superior se representa el ritmo sinusal espontáneo, y en la parte inferior, una EA de acoplamiento tardío, que colisiona con impulso sinusal saliente y, por este motivo, no afecta (ni reajusta) el marcapasos sinusal natural. El siguiente latido sinusal (S3) ocurre exactamente después de un intervalo sinusal doble. La EA de acoplamiento temprano del diagrama siguiente penetra en el nódulo sinusal y reajusta el marcapasos, reajustando en consecuencia el nódulo sinusal (como se ilustra en E). La EA con un acoplamiento aún más temprano de la parte inferior de la figura alcanza el tejido refractario que rodea al nódulo sinusaly, por eso, no logra penetrar dentro del nódulo sinusal (bloqueo a la entrada de NS) ni modificar, pues, la descarga del nódulo sinusal. El siguiente latido sinusal espontáneo (S3) llega exactamente con el intervalo sinusal esperado. (E, modificado de Zipes DP, Fisch C. Premature atrial contraction. Arch Intern Med 1971;128:453.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 712 A RR IT M IA S, M U ER TE S ú bI TA Y S ÍN CO PE V Reconocimiento electrocardiográfico El diagnóstico de las extrasístoles auriculares (EA) (fig. 37-3) se establece electrocardiográficamente por la presencia de una onda P prematura con un intervalo PR superior a 120 ms (excepto en el síndrome de Wolff-Parkinson-White [WPW], cuando el intervalo PR suele ser menor de 120 ms). El contorno de una onda P prematura remede el de la onda P sinusal normal, aunque en general difiere. Las variaciones en la frecuencia sinusal basal dificultan el diagnóstico de la prematuridad, pero las diferencias en el contorno de la onda P suelen verse y denotan un foco originario diferente. Las EA al principio de la diástole pueden bloquearse (EA no conducida; v. fig. 37-3A) o conducirse con un intervalo PR prolongado. El intervalo RP tiene por lo general una relación inversa con el intervalo PR; por tanto, se produce un intervalo PR largo después de un intervalo RP corto producido por una EA temprana cerca del complejo QRS precedente. Las EA que ocurren al inicio del ciclo cardíaco son difíciles de discernir, porque se superponen a las ondas T. El examen minucioso de los trazados de varias derivaciones es importante para reconocer la EA como una ligera deformidad de la onda T. Muchas veces, estas EA son bloqueadas antes de alcanzar el ventrículo y se pueden interpretar erróneamente como una pausa sinusal o un bloqueo de salida sinusal (v. fig. 37-3A). Varios factores determinan la duración de la pausa después de cualquier extrasístole o serie de EA. Si la EA sucede cuando el nódulo sinusal y el tejido perinodular no se encuentran refractarios, el impulso es conducido hasta el nódulo sinusal, se descarga prematuramente y hace que a partir de ese momento comience el siguiente ciclo sinusal. El intervalo entre dos ondas P normales, que flanquean una EA que ha reajustado la cronología del ritmo sinusal básico, es menor que el doble del intervalo P-P normal, y la pausa que sigue a la EA se denomina no compensatoria (v. fig. 37-3E, F). El reajuste (pausa no compensatoria) sucede cuando el intervalo A1-A2 más el intervalo A2-A3 es menor que el doble del intervalo A1-A2 y el intervalo A2-A3 es mayor que el intervalo A1-A1. El intervalo entre la EA (A2) y la onda P sinusal siguiente (A3) excede de un ciclo sinusal, pero es menor que el íntegramente compensatorio (v. más adelante), porque el intervalo A2-A3 se prolonga por el tiempo que tarda el impulso ectópico auricular en conducirse hasta el nódulo sinusal y despolarizarlo y, por último, por el que necesita el impulso auricular en retornar hasta la aurícula. Estos factores alargan el ciclo de retorno, es decir, el intervalo entre la EA (A2) y la siguiente onda P iniciada por el nódulo sinusal (A3) (v. fig. 37-3E, F). La descarga prematura del nódulo sinusal por una EA temprana puede reducir temporalmente la actividad automática del nódulo sinusal y hacer que este lata más despacio al principio (v. fig. 37-3D). Con frecuencia, cuando esto ocurre, el intervalo entre A3 y la siguiente onda de inicio sinusal excede del intervalo A1-A1. En menos ocasiones, la EA encuentra un nódulo sinusal o tejido perinodular refractarios (v. fig. 37-3F), en cuyo caso no se altera la cronología del ritmo sinusal básico, porque este no es reajustado por la EA; el intervalo entre las dos ondas P normales, de inicio sinusal, que flanquean la EA, es el doble del intervalo P-P normal. El intervalo después de esta EA se conoce como pausa compensatoria completa, es decir, de duración suficiente para que el intervalo P-P que limita la EA resulte el doble del intervalo P-P normal. No obstante, la arritmia sinusal puede alargar o acortar esta pausa. Rara vez se observa una EA interpolada. En este caso, la pausa que sigue a la EA es muy corta y el intervalo delimitado por las ondas P normales de inicio sinusal, situadas a cada lado de la EA, es igual o un poco mayor a un ciclo P-P de duración normal. La EA interpolada no altera el marcapasos natural del nódulo sinusal y el impulso sinusal que sigue a la extrasístole se conduce a los ventrículos, generalmente con un intervalo PR ligeramente alargado. La EA o extrasístole ventricular (EV) interpolada, del tipo que sea, representa la única extrasístole que no sustituye, en verdad, al latido normalmente conducido. Las EA se pueden originar en el nódulo sinusal y se reconocen por ondas P prematuras con un contorno idéntico al de la onda P sinusal normal. A veces, cuando el nódulo AV dispone de tiempo suficiente para repolarizarse y conducir sin demora el complejo QRS supraventricular iniciado por la EA puede tener una configuración aberrante, porque el sistema de His-Purkinje o el músculo ventricular no se han repolarizado totalmente y conducen con una demora o bloqueo funcionales (v. fig. 37-3A). El período refractario de las fibras cardíacas se relaciona directamente con la duración del ciclo. (El período refractario efectivo del nódulo AV de un adulto se prolonga conforme se acorta el ciclo.) Una frecuencia cardíaca lenta (duración larga del ciclo) determina un período refractario del sistema de His-Purkinje más largo que una frecuencia cardíaca más rápida. Por eso, una EA que siga a un intervalo R-R largo (período refractario largo) puede ocasionar un BR funcional (conducción ventricular aberrante). Como el bloqueo de rama derecha (BRD) para ciclos largos se asocia a un período refractario mayor que el bloqueo de rama izquierda (BRI), la aberración con un patrón de BRD para frecuencias lentas es más común que la aberración con un patrón de BRI. Para los ciclos más cortos, el período refractario de la rama izquierda excede el de la rama derecha, y es más fácil observar el patrón de BRI. Manifestaciones clínicas Las EA pueden darse en distintas situaciones, como infecciones, inflamaciones e isquemia miocárdica, o ser provocadas por diversos medicamentos, estados de tensión o consumo de tabaco, alcohol o cafeína. Las EA pueden precipitar o presagiar la aparición de taquiarritmias su- praventriculares sostenidas (v. fig. 37-3B, C) y, rara vez, taquiarritmias ventriculares. Las EA aparecen a menudo sin ninguna causa reversible y son más frecuentes con la edad. Las EA tienen generalmente un buen pronóstico. La mayoría de los pacientes no tienen síntomas significativos con las EA; pero los que tienen síntomas suelen sentir las pausas que se producen después de la EA. Tratamiento Las EA no suelen precisar tratamiento. En los pacientes sintomáticos o cuando las EA precipitan taquicardias puede intentarse el tratamiento con un β -bloqueante o un antagonista del calcio. En los casos muy sintomáticos resistentes a los fármacos, la ablación del foco de EA puede ser eficaz cuando se identifica un solo foco. Fibrilación auricular Véase el capítulo 38. Taquicardias auriculares En estudios experimentales se han distinguido causas automáticas, desencadenadas y reentrantes de taquicardia auricular (TA). En la mayoría de los casos no es posible reconocer claramente el mecanis- mo clínico, puesto que las presentaciones clínica y electrofisiológica pueden solaparse, sobre todo si el circuito de reentrada es pequeño (es decir, microrreentrada). Así, la estimulación adrenérgica puede iniciar TA automáticas e inducidasy la estimulación con salvas, originar TA inducidas y con microrreentrada. Así pues, como de ello depende el sistema de mapeo y el tratamiento, las TA se clasifican clínicamente de forma más general como focales (originadas en una pequeña región de la aurícula con excitación auricular surgiendo centrífugamente desde este foco) o con macrorreentrada (un circuito de reentrada relativamen- te grande que se sirve de barreras de conducción para crear el circuito).6 El aleteo auricular es el tipo más común de TA con macrorreentrada. Aleteo auricular y otras taquicardias auriculares con macrorreentrada El aleteo (o flúter) auricular es el prototipo de arritmia auricular con macrorreentrada. El aleteo auricular típico es una arritmia con reentrada en la aurícula derecha, constreñida por delante por el anillo tricuspídeo y por detrás por la cresta terminal y el rodete de la inserción de la válvula de Eustaquio. El aleteo puede circular en sentido antihorario alrededor del anillo tricuspídeo en el plano frontal (aleteo antihorario) o en sentido horario (aleteo horario o invertido). Ambos son aleteos típicos porque usan el istmo cavotricuspídeo. Como estas dos formas de aleteo auricular emplean el mismo circuito y están constreñidas por las mismas estructuras anatómicas, sus frecuencias y la forma de la onda de aleteo en el ECG de superficie son uniformes y previsibles (v. más adelante). Pocas veces puede producirse un aleteo intraístmico cuando el circuito de reentrada se limita al istmo cavotricuspídeo en vez de rotar alrededor de todo el anillo tricuspídeo; esto se produce, por lo general, después de una ablación en esta región (habitualmente, como tratamiento del aleteo típico). En la actualidad se reconocen otras formas de aleteo auricular como tipos distintos, entre los que destacan la macrorreentrada auricular causada por cicatrices en incisiones7 de una cirugía auricular previa, una ablación auricular previa, un aleteo anular mitral,8 una fibrosis idiopática en zonas de la aurícula, u otras barreras anatómicas o funcionales a la conducción en las aurículas. Como las barreras que constriñen estos aleteos varían, el patrón electrofisiológico de estos aleteos auriculares puede oscilar. Con frecuencia, la forma de las ondas de aleteo cambia durante un mismo episodio, lo que indica varios circuitos, barreras alternantes de conducción, o ambas cosas. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 713 A rritm ias su p raven tricu lares 37 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . Reconocimiento electrocardiográfico La frecuencia cardíaca durante el aleteo auricular característico suele ser de 250 a 390 latidos/min y, a veces, más lenta, sobre todo si se trata al paciente con fármacos antiarrítmicos (FAA), que reducen la frecuencia hasta 200 latidos/min. Cuando ocurre este enlentecimiento, los ventrículos pueden responder con una relación 1:1 a la frecuencia auricular más baja. En el aleteo auricular característico, el ECG revela ondas de aleteo en dientes de sierra regulares, que recurren de la misma manera (v. fig. 37-3C) y signos de actividad eléctrica continua (falta de intervalo isoeléctrico entre las ondas de aleteo), que suelen verse mejor en las derivaciones II, III, aVF o V1 (fig. 37-4).9 Durante la conducción 2:1 o 1:1 es necesario el enlentecimiento transitorio de la respuesta ventricular con masaje carotídeo o con adenosina, para visualizar las ondas de aleteo. Las ondas de aleteo de la forma más frecuente, el aleteo auricular característico antihorario, están invertidas (negativas) en estas derivaciones debido a una vía reentrante antihoraria, y, en ocasiones, tienen una deflexión positiva si el circuito de reentrada tiene un sentido horario (v. fig. 37-4). Cuando las ondas de aleteo son positivas por la rotación horaria suelen mostrar una muesca. Si la relación de conduc- ción AV permanece constante, el ritmo ventricular será regular; si la relación de los latidos conducidos varía (generalmente por un bloqueo AV de Wenckebach), el ritmo ventricular será irregular, aunque esto no es frecuente. Los diferentes grados de penetración de los impulsos de aleteo en la unión AV también influyen en la conducción AV. La relación entre las ondas de aleteo y los complejos ventriculares conducidos suele ser par (p. ej., 2:1, 4:1). Como se mencionó anteriormente, dada la variación potencial en los circuitos de los aleteos atípicos (que no afectan al istmo cavo- tricuspídeo), los rasgos electrocardiográficos de estas TA con macrorreentrada son extraordina- riamente variables, sin frecuencias ni contornos uniformes de las ondas de aleteo (fig. e37-2). Sin embargo, estas taquicardias tienen a menudo una frecuencia de aleteo similar a la del aleteo típico (250-350 latidos/min). La tabla 37-3 mues- tra los hallazgos electrocardiográficos habituales en los diferentes tipos de aleteo auricular con macrorreentrada. Después de una ablación auri- cular izquierda extensa para una fibrilación auricular, el patrón ECG de incluso un aleteo típico puede cambiar debido a la activación auricular izquierda alterada como resultado de la conducción afectada por la ablación. Además, pueden aparecer formas inusuales de aleteo auricular alrededor de las líneas de ablación. Manifestaciones clínicas El aleteo auricular es menos común que la fibrila- ción auricular. Puede ocurrir por una dilatación auricular en los defectos del tabique, en embolias pulmonares, en estenosis o insuficiencias mitrales o tricuspídeas, o en la regurgitación en la insufi- ciencia cardíaca, la ablación auricular extensa FIGURA 37-4 ECG de 12 derivaciones que muestra aleteo auricular antihorario y horario. En el primero, las ondas de aleteo son negativas en las derivaciones II, III, aVF y V6 y positivas en V1. En el aleteo auricular horario, las ondas de aleteo auricular son positivas en las derivaciones II, III y aVF y, con frecuencia, melladas. TABLA 37-3 Características de los diferentes tipos de aleteo auricular y signos distintivos en electrocardiografía escalar TIPO CIRCUITO REENTRANTE PATRÓN ECG DERIVACIÓN V1/V6 Antihorario típico Anillo tricuspídeo dependiente de ICT Onda de aleteo en diente de sierra; negativa en II, III y aVF Positiva en V1 Negativa en V6 Horario típico Anillo tricuspídeo dependiente de ICT «Diente de sierra invertido»; positiva y, a menudo, hendida en II, III y aVF Ancha y negativa en V1 (hendida a menudo) Positiva en V6 Bucle de reentrada bajo ICT Normalmente parecido al aleteo ICT antihorario típico, excepto por una pérdida mínima de la deflexión positiva final en las derivaciones II, III y aVF Normalmente parecido al antihorario típico Bucle de reentrada alto Vena cava superior y zona superior de la cresta terminal Parecido al aleteo horario típico Parecido al aleteo horario típico Pared libre auricular derecha Alrededor de zonas de fibrosis en la región lateral o posterior de la aurícula derecha (causada por tratamiento quirúrgico auricular previo o de manera espontánea) Variable Normalmente negativas o bifásicas con deflexión final negativa en V1 Aleteo auricular septal Tabique interauricular, normalmente después del tratamiento quirúrgico previo Variable Habitualmente bifásicas o isoeléctricas en V1 Aleteo anular mitral Alrededor del anillo mitral, a menudo zona lenta de bloqueo alrededor del intervalo PV; con frecuencia aparece en el contexto de tratamiento quirúrgico o de ablación auricular izquierda Variable; I, III y aVF; a menudo positivas, pero de amplitud baja Habitualmente positivas en V1 (pocas veces isoeléctricas) y, a menudo, anchas Aleteo postablaciónde fibrilación auricular/ técnica del laberinto Variable; el circuito implica ablaciones previas o fibrosis en la aurícula izquierda Variable Variable ICT, istmo cavotricuspídeo. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 714 A RR IT M IA S, M U ER TE S ú bI TA Y S ÍN CO PE V previa y el envejecimiento,10 pero también se da sin una cardiopatía de base. Las enfermedades tóxicas y metabólicas que afectan al corazón, como la tirotoxicosis, el alcoholismo y la pericarditis son causa de aleteo auricular. Cuando sigue a la cirugía de la cardiopatía congénita, la mayoría de los pacientes manifiestan aleteo tanto típico como atípico de la auriculotomía que, a menudo, aparece años después de la intervención. El masaje del seno carotídeo baja habitualmente la frecuencia ventricular en múltiplos escalonados; la frecuencia ventricular vuelve de manera inversa a la frecuencia previa al detener el masaje carotídeo. La exploración física puede mostrar onda de aleteo rápido en el pulso venoso yugular. El primer tono cardíaco tiene una intensidad constante si permanece constante la relación entre las ondas de aleteo y los complejos QRS. A veces pueden auscultarse los sonidos causados por la contracción auricular. Tratamiento La cardioversión representa, de ordinario, el tratamiento inicial preferido del aleteo auricular, porque restablece de forma inmediata y eficaz el ritmo sinusal (v. capítulo 36). La cardioversión se puede lograr mediante una descarga sincrónica de corriente continua (CC) que exige, en general, energías relativamente bajas (aproximadamente 50 J). Si la descarga eléctrica produce una fibrilación auricular (FA), se aplica una segunda de mayor energía para restablecer el ritmo sinusal o, en función de las circunstancias clínicas, se deja la FA sin tratar y puede revertir a aleteo auricular o a ritmo sinusal. El FAA de acción corta ibutilida también puede administrarse por vía i.v. para convertir el aleteo auricular. Al parecer, la ibutilida determina una cardioversión satisfac- toria del 60 al 90% de los episodios de aleteo auricular. Sin embargo, como esta medicación prolonga el intervalo QT, una complicación potencial durante y poco después de la infusión es la aparición de torsades de pointes. Otros medicamentos, como la procainamida o la amiodarona, se administran también para la cardioversión química del aleteo auricular, pero, por lo general, son menos efectivos que la ibutilida. La estimulación auricular rápida con un catéter esofágico o auricular corta eficazmente el aleteo auricular típico, así como ciertas formas atípicas en la mayoría de los pacientes. Debido a que la ablación con catéter es muy eficaz en el aleteo típico y al grado elevado de recaída tras la cardioversión, la ablación con catéter también es el abordaje preferido en los pacientes estables que no precisan una cardioversión inmediata. A pesar de que el riesgo de tromboembolia pueda ser menor que en la FA, los pacientes con aleteo auricular corren riesgo de trom- boembolia inmediatamente después de la conversión a ritmo sinusal. En general, las indicaciones para la anticoagulación de los pacientes con aleteo auricular son las mismas que para aquellos con FA. El aleteo auricular suele ser mucho más difícil de controlar en cuanto a fre- cuencia que la FA. Pueden administrarse verapamilo en forma de bolo inicial de 2,5 a 10 mg i.v. (pueden repetirse 5-10 mg pasados 15-30 min) o diltiacem, 0,25 mg/kg, para reducir la respuesta ventricular (v. capítulo 36). La adenosina produce un bloqueo AV transitorio y puede usarse para revelar ondas de aleteo si se duda del diagnóstico. La adenosina no terminará generalmente el aleteo auricular y puede provocar una FA. Puede usarse esmolol, un β-bloqueante con una semivida de eliminación de 9 min, u otro β-bloqueante i.v. para reducir la frecuencia ventricular. Si los antagonistas del calcio y β-bloqueantes combinados son insuficientes, puede añadirse digoxina. La dosis de digital necesaria para reducir la respuesta ventricular varía y, a veces, puede dar lugar a concentraciones tóxicas porque a menudo es difícil reducir la frecuencia ventricular durante el aleteo auricular. La amiodarona i.v. puede reducir la frecuencia ventricular con la misma eficacia que la digoxina. Si persiste el aleteo auricular, se pueden ensayar fármacos de categoría IA, IC o III para restablecer el ritmo sinusal y prevenir las recurrencias. Los efectos secundarios, en especial las respuestas proarrítmicas, deben sopesarse con cuidado (v. capítulo 36). A veces, el tratamiento del tras- torno de base, como la tirotoxicosis, es imprescindible para que ocurra la conversión a ritmo sinusal. En muchos pacientes, el aleteo auricular puede continuar (o incluso volverse más persistente) al tomar FAA, y la frecuencia de aleteo se enlentece. No deben emplearse fármacos de categoría IA o IC, a menos que la frecuencia ventricular durante el aleteo auricular se haya frenado con antagonistas del calcio o β-bloqueantes. Dado que los fármacos de clase I pueden frenar la frecuencia del aleteo, la conducción AV se puede facilitar lo suficiente como para que aparezca una respuesta ventricular 1:1 a la frecuencia del aleteo auricular (fig. 37-5). FIGURA 37-5 Aleteo auricular con conducción 1:1 y ensanchamiento del QRS causado por flecainida. A. El aleteo auricular se produce con una conducción 1:1 y un QRS ancho debido a la menor frecuencia del aleteo auricular provocada por la flecainida y la aceleración de la conducción a través del nódulo AV, lo que da lugar a una respuesta ventricular rápida. Esta rápida respuesta ventricular da lugar a un QRS ensanchado por el bloqueo del canal del sodio dependiente de la flecainida. B. Tras la administración de fármacos bloqueantes del nódulo AV (en este caso, metoprolol), se produce una conducción 2:1, la frecuencia ventricular se ralentiza y la duración del QRS se acorta. Además, aparecen ahora ondas del aleteo en el ECG (flechas). Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 715 A rritm ias su p raven tricu lares 37 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . La prevención del aleteo auricular recidivante suele costar con el tratamiento médico, pero el enfoque es el mismo que para la FA (v. capítulos 36 y 38). La ablación con catéter se planteará en pacientes con aleteo auricular sintomático o recurrente. La ablación con catéter del aleteo típico (antihorario y horario) resulta muy eficaz para curar el aleteo auricular y posee una tasa elevada de éxitos del 90-100%.11 Dada la eficacia tan grande de la ablación del aleteo auricular y su escaso riesgo, puede brindarse como alternativa de la farmacoterapia. La ablación de otras TA con macrorreentrada también resulta eficaz,7 aunque las tasas de éxito son ligeramente más bajas y varían más. Debido al riesgo de embolia en pacientes con aleteo auricular y dado que muchos pacientes con aleteo auricular también sufren FA, suele estar indicada la anticoagulación. Taquicardias auriculares focales Reconocimiento electrocardiográfico Las taquicardias auriculares focales suelen asociarse a frecuencias auriculares de entre 150 y 200 latidos/min, con un contorno de la onda P distinto del de la onda P sinusal (fig. 37-6). Sin embargo, las TA con focos próximos al nódulo sinusal, pueden tener contornos de la onda P muy parecidosa los del ritmo sinusal. Al comienzo, la frecuencia puede aumentar la frecuencia cardíaca en los primeros complejos. A menudo, las TA ocurren en salvas breves y recidivantes y terminan de manera espontánea o pueden convertirse en incesantes. No obstante, existen formas de TA más incesantes. La onda P suele hallarse en la segunda mitad del ciclo taquicárdico (taquicardia con RP largo-PR corto). La frecuencia auricular no es exagerada y no disminuye la conducción AV, cada onda P puede ser conducida hasta los ventrículos. Si aumenta la frecuencia auricular y se altera la conducción AV, puede aparecer un bloqueo AV de segundo grado de tipo Wenckebach (tipo I de Mobitz; v. capítulo 40), que se conoce a veces como taquicardia auricular con bloqueo. Cuando la TA con bloqueo obedece a la digital, aparecen otras manifestaciones de intoxicación digitálica, como EV. La frecuencia auricular es irregular en casi la mitad de los casos de taquicardia auricular con bloqueo. En todas las derivaciones suele haber intervalos isoeléctricos característicos entre las ondas P, a diferencia del aleteo auricular. Sin embargo, la distinción entre la TA con bloqueo y el aleteo auricular puede resultar difícil con frecuencias auriculares rápidas. El análisis de la configuración de la onda P durante la taquicardia indica que una onda P positiva o bifásica en V1 predice un foco auricular izquierdo, mientras que una onda P negativa en V1 predice un foco auricular derecho. Manifestaciones clínicas La taquicardia auricular se produce habitualmente en pacientes con una cardiopatía estructural importante, como enfermedad arterial coronaria, con o sin infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca y cor pulmonale, así como en los pacientes sin cardiopatía estructural. También puede aparecer en la intoxicación digitálica, provocada, a menudo, por pérdida de potasio. Los signos, los síntomas y el pronóstico se relacionan, en general, con el estado cardiovascular subyacente y la frecuencia de la taquicardia. Cuando los síntomas son incesantes, la taquicardia puede inducir una miocardiopatía, parcial o totalmente reversible si se elimina la taquicardia.12 El ejercicio o el estrés provocan taquicardia a algunos pacientes y, en otros casos, el trastorno tiene carácter postural. Ciertos estimulantes, como la cafeína, el chocolate y la efedrina, también provocan episodios. Los signos de la exploración durante una arritmia variable consisten en una intensidad fluctuante del primer tono cardíaco y de la presión sistólica como consecuencia del bloqueo AV y del intervalo PR variables. El pulso venoso yugular puede mostrar un número excesivo de ondas a. El masaje carotídeo o la administración de adenosina aumentan el grado de bloqueo AV, lentificando escalonadamente la frecuencia ventricular sin cortar la taquicardia, como en el aleteo auricular. El masaje debe aplicarse con cuidado a los pacientes con intoxicación digitálica, porque puede causar arritmias ventriculares graves. A veces, el masaje carotídeo o la adenosina ponen fin a ciertas formas de TA. Tratamiento En función de la situación clínica, cabe administrar un β-bloqueante o un antagonista del calcio para lentificar la frecuencia ventricular; si persiste la TA, se pueden añadir fármacos de categoría IA, IC o III. Las técnicas de ablación con catéter suelen eliminar con eficacia la TA, en función del mecanismo y de la cardiopatía de base.6 La ablación puede estar indi- cada en los pacientes en los que fracasa el tratamiento médico y puede considerarse de elección en los pacientes sin cardiopatía subyacente. El factor más importante para que la ablación tenga éxito es la capacidad para provocar la taquicardia durante la intervención, habitualmente con estimulación programada y el uso de fármacos catecolaminérgicos, como el isoproterenol. La posibilidad de provocación puede ser variable, según el mecanismo de la TA. Las TA pueden recidivar, en ocasiones, en un lugar diferente después de una ablación con éxito. Si la TA aparece en un paciente que toma digital, debe suponerse inicialmente que este fármaco es el responsable y debe suspenderse. En los pacientes ines- tables puede estar indicado administrar anticuerpos antidigitálicos. Taquicardia auricular caótica. La TA caótica (a veces llamada multifocal ) se caracteriza por frecuencias auriculares de entre 100 y 130 latidos/min, con una variación notable de la forma de la onda P e intervalos P-P completamente irregulares (fig. 37-7). En general, se consignan al menos tres contornos de la onda P: la mayoría de las ondas P son conducidas a los ventrículos, pero, a menudo, con intervalos PR variables. Esta taquicardia suele darse entre pacientes mayores con enfermedad pulmonar obstructiva crónica e insuficiencia cardíaca congestiva y, a veces, culmina en una FA. La digital parece ser una causa poco frecuente y se ha señalado también la culpabilidad de la teofilina. La TA caótica puede darse en la infancia. Tratamiento. El tratamiento se dirige fundamentalmente a la enfermedad de base. Los FAA no suelen frenar ni la fre- cuencia de la TA ni la respuesta ventricular. Los β-bloqueantes deben evitarse entre los pacientes con enfermedad pulmonar bron- coespástica, pero pueden resultar eficaces si el enfermo los tolera. El verapamilo y la amiodarona son útiles. La restitución de potasio y de magnesio puede suprimir la taquicardia. La ablación puede ser eficaz en algunos casos. Taquicardias en las que participa la unión auriculoventricular Existe confusión en torno a la nomen- clatura de las taquicardias caracterizadas por un complejo QRS supraventricular, un intervalo R-R regular y ningún signo de FIGURA 37-6 Taquicardia auricular (TA). Este ECG de 12 derivaciones y tira de ritmo (parte inferior) muestran una TA con una duración del ciclo de aproximadamente 520 ms. La conducción varía entre 3:2 y 2:1. Obsérvense las ondas P negativas en las derivaciones II, III y aVF y cómo el intervalo RP excede el intervalo PR cuando se conducen las ondas P consecutivas. Obsérvese también que la taquicardia persiste a pesar de la aparición de bloqueo auriculoventricular (AV), dato importante que descarta la participación de una vía accesoria AV y delimita nítidamente esta TA de la ilustrada en la figura 37-21. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 716 A RR IT M IA S, M U ER TE S ú bI TA Y S ÍN CO PE V preexcitación ventricular. Como estas taquicardias pueden obedecer a meca- nismos electrofisiológicos diferentes (fig. 37-8), se ha propuesto el término inespecífico taquicardia supraventricular paroxística para englobar todo el grupo. Sin embargo, este término posiblemente no resulte adecuado, ya que algunas taquicardias de pacientes con vías accesorias (v. más adelante) no tienen un origen más supraventricular que ven- tricular. Dicho de otra manera, pueden precisar la participación de las aurículas y de los ventrículos en la vía de reentrada y exhibir un complejo QRS de contorno y duración normales, solo porque ocurre una conducción anterógrada por las vías normales del nódulo AV-haz de His (v. fig. 37-8C). Si la conducción por la vía de reentrada invierte su sentido y toma una dirección «antidrómica» (es decir, hacia los ventrículos por la vía accesoria y hacia las aurículas por el nódulo AV-haz de His), el complejo QRS muestra una duración prolongada, aun- que la taquicardia básicamente sea la misma. Se ha ofrecido el término taquicardia por reentrada, o recíproca, por vía accesoria para sustituir el de TSV paroxística, pero el uso de este término presupone que el mecanismo de la taquicardia es la «reentrada», como probablemente suceda conla mayoría de las TSV. Así pues, no hay una nomenclatura universal aceptable, sino etiquetas más bien descriptivas, como las que se usan en este capítulo. Taquicardia por reentrada del nódulo AV Reconocimiento electrocardiográfico La taquicardia por reentrada del nódulo AV (TRNAV) se caracteriza por una taquicardia con un complejo QRS de origen supraven- tricular, de inicio y terminación bruscos, generalmente con frecuencias de 150-250 latidos /min (habitualmente, de 180 a 200 latidos/min entre los adultos) y con un ritmo regular. En raras ocasiones, la frecuen- cia puede disminuir hasta 110 latidos/min y, a veces, sobre todo entre los niños, exceder los 250 latidos/min. Salvo que exista una conducción ventricular aberrante funcional o un defecto previo de la conducción, el complejo QRS posee un contorno y una duración normales. Las ondas P suelen quedar enterradas dentro del complejo QRS. Con frecuencia, la onda P ocurre justo antes o justo después del final del complejo QRS y determina un cambio sutil que origina una seudo-S o seudo-r’, que solo se detectan por comparación con el complejo QRS del ritmo sinusal normal (fig. 37-9). Cuando son visibles, las ondas P tienen, por lo general, una dirección superior y son relativamente estrechas. La reentrada por el nódulo AV empieza de forma brusca, generalmente después de una EA que conduce con un intervalo PR prolongado (v. figs. 37-3B y 37-8A). El intervalo R-R se puede acortar con los primeros latidos al comienzo, o alargar con los últimos, antes de que termine una TA. La variación en la duración del ciclo, FIGURA 37-7 Taquicardia auricular caótica (multifocal). Las extrasístoles auriculares ocurren con ciclos de duración variada y de contorno diferente. FIGURA 37-8 Diagrama de diversas taquicardias. En la parte superior de cada ejemplo se ofrece un esquema de las presuntas vías anatómicas; en la inferior, el ECG y un diagrama explicativo de escalera. A. Reentrada en el nódulo auri- culoventricular (AV). En el ejemplo de la izquierda se dibuja la excitación a través de la reentrada, en la que la actividad auricular retrógrada ocurre al mismo tiempo que la actividad ventricular como consecuencia de la conducción anterógrada a través de la vía lenta (VL) del nódulo AV y la conducción retrógrada por la vía rápida (VR) del nódulo. En el ejemplo de la derecha, la actividad auricular se retrasa ligeramente con respecto a la ventricular por la demora de la conducción retrógrada. B. Reentrada atípica en el nódulo AV motivada por la conducción anterógrada por una vía rápida del nó- dulo AV y conducción retrógrada por una vía lenta del nódulo AV. C. Vía accesoria (AC) oculta. La taquicardia recíproca se debe a la conducción anterógrada por el nódulo AV (NAV) y a la conducción retrógrada por la vía accesoria. Las ondas P retrógradas ocurren después del complejo QRS. D. Reentrada por el nódulo sinusal. La taquicardia se debe a la reentrada en el interior del nódulo sinusal, que conduce luego el impulso al resto del corazón. E. Reentrada auricular. La taquicardia obedece a la reentrada dentro de la aurícula, que luego conduce el impulso al resto del corazón. F. Taquicardia auricular automática (la estrella indica el origen). La taquicardia se debe a la descarga automática en la aurícula, que luego conduce el impulso al resto del corazón; es difícil separarla de la reentrada auricular. G. Se muestran varias manifestaciones de la taquicardia no paroxística de la unión AV con captura auricular retrógrada, disociación AV y control de la aurícula por el nódulo sinusal, y disociación AV con fibrilación auricular. La estrella indica la descarga del nódulo sinusal. Los círculos rojos indican el lugar de la descarga de la unión. NSA, nódulo sinoauricular. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 717 A rritm ias su p raven tricu lares 37 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . sobre todo al inicio de la taquicardia justo antes de su terminación, suele explicarse por un cambio en el tiempo de conducción anteró- grada del nódulo AV. Puede haber variaciones en la longitud del ciclo o alternancia del complejo QRS, habitualmente cuando la frecuencia es muy rápida. El masaje carotídeo lentifica a veces la TA ligeramente antes de su terminación o, si esta no tiene lugar, determina solo un enlentecimiento discreto de la taquicardia. Características electrofisiológicas Un complejo auricular que conduzca con una prolongación crítica del tiempo de conducción por el nódulo AV suele precipitar la reen- trada en el nódulo AV (figs. 37-10 y 37-11). La estimulación ventricular prematura también induce reentrada por el nódulo AV de un tercio de los pacientes. Los datos de la ablación con catéter de radiofrecuencia y del mapeo apoyan la presencia de entradas auriculares diferentes por el nódulo AV, las vías lenta y rápida, para explicar esta taquicardia (v. capítulos 34 y 36). En la figura 37-8A y B, las aurículas aparecen como el vínculo necesario entre las vías rápida y lenta. No se sabe si estas son vías concretas (causadas quizá por anisotropía) o de naturaleza funcional. En la mayoría de los ejemplos, la onda P retrógrada aparece al comienzo del complejo QRS, lo que descarta claramente la posibilidad de una vía accesoria. Si la vía accesoria del ventrículo formara parte del circuito de taquicardia, los ventrículos deberían activarse por vía anterógrada antes de que se activara la vía accesoria de forma retrógrada y se despolarizaran las aurículas, colocando así la onda P retrógrada al menos 30 ms después del inicio del QRS y, normalmente, durante el segmento ST. La activación auricular se inicia aproxi- madamente en el 30% de los casos al final o justo después del complejo QRS y determina una onda P discreta en el ECG a escala (suele manifestarse como un pequeño saliente de la FIGURA 37-9 Electrocardiograma de 12 derivaciones de la taquicardia por reentrada del nódulo auriculoventricular (TRNAV). A. Durante la taquicardia se ve una seudo-r’ en la derivación V1 (punta de flecha), y se aprecian ondas seudo-S (punta de flecha) en las derivaciones II, III y aVF. B. Estas ondas se hacen más manifiestas si se comparan con los complejos QRS obtenidos durante el ritmo sinusal. FIGURA 37-10 A. Comienzo de una taquicardia por reentrada del nódulo auriculoventricular (AV) de un paciente con una vía nodular dual. Los paneles superior e inferior ilustran los dos últimos latidos de un tren de estímulos aplicado al seno coronario con una duración del ciclo de estimulación de 500 ms. Se muestran los resultados de la estimulación auricular prematura para un intervalo S1-S2 de 250 ms en dos ocasiones. Panel superior. S2 es conducido al ventrículo con un intervalo A-H de 170 ms y se sigue de un latido sinusal. Panel inferior. S2 es conducido con un intervalo A-H de 300 ms e inicia la reentrada en el nódulo AV. Obsérvese que la actividad auricular retrógrada se produce (flecha) antes de que comience la despolarización del tabique ventricular y se sobrepone al complejo QRS. La actividad auricular retrógrada comienza primero en la parte baja de la aurícula (derivación EHH) y progresa después hasta la parte alta de la aurícula derecha (AD) y del seno coronario (SC). B. Dos complejos QRS en respuesta a un único complejo prematuro auricular. Después de un tren básico de estímulos S1 de 600 ms, se introduce un tren S2 de 440 ms. El primer complejo QRS en respuesta a S2 aparece tras un intervalo A-H corto (95 ms), motivado por la conducción anterógrada a través de la vía rápida del nódulo AV. El primer complejo QRS se marca como 1 (en la derivación V1). El segundo complejoQRS en respuesta al estímulo S2 (marcado como 2) sigue a un intervalo A-H largo (430 ms) causado por la conducción anterógrada por la vía lenta del nódulo AV. AAD, parte alta de la aurícula derecha; SCdist., parte distal del seno coronario; SCmed., parte medial del seno coronario; SCprox., zona proximal del seno coronario; VD, ventrículo derecho. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 718 A RR IT M IA S, M U ER TE S ú bI TA Y S ÍN CO PE V R en V1; v. fig. 37-8A). En la mayoría de los casos no se ven ondas P, porque están enterradas dentro de la inscripción del complejo QRS. En la variedad más común de TRNAV, el intervalo ventriculoauricular (VA) es menor en el 50% del intervalo R-R (taquicardia de RP corto). Estos intervalos VA son más largos entre los pacientes con taquicardia relacionada con vías accesorias y también en las formas atípicas de reentrada por el nódulo AV (v. fig. 37-8B). VÍAS LENTA Y RÁPIDA. La conducción anterógrada hacia el ven- trículo tiene lugar, en la mayoría de los pacientes, por la vía lenta, y la retrógrada, por la rápida, denominada TRNAV típica (v. fig. 37-8A, B, y capítulo 34). Para iniciar la taquicardia, el complejo auricular bloquea anterógradamente la conducción por la vía rápida (porque normalmente tiene un período refractario más largo respecto a la vía lenta), llega al ventrículo por la vía lenta y retorna a la aurícula por la vía rápida anteriormente bloqueada (forma lenta-rápida). Las vías finales proximal y distal de este movimiento circular parecen localizarse dentro del nódulo AV por lo que, según se cree hoy, este movimiento circular ocurre por dos senderos auriculares y el nódulo AV. El bucle de reentrada en los casos típicos de reentrada en el nódulo AV empieza por la vía anterógrada lenta del nódulo AV, sigue hasta la vía común distal final (probablemente, la parte distal del nódulo AV), continúa con la vía retrógrada rápida del nódulo AV y luego con el miocardio auricular. En la reentrada atípica por el nódulo AV, la vía toma la dirección contraria. En menos casos, el circuito de reentrada tiene lugar por dos vías lentas o por una lenta y otra intermedia, la denominada reentrada lenta-lenta por el nódulo AV (v. fig. 37-3B). El tiempo de conducción por la vía lenta anterógrada es el principal determinante de la duración del ciclo taquicárdico. CONCEPTO DE LA DOBLE VÍA DEL NÓDULO AV. Las pruebas a favor del concepto de la vía dual derivan de varias observaciones, en particular del hecho de que la ablación con un catéter de RF de la vía lenta o de la rápida elimine la reentrada por el nódulo AV sin eliminar la conducción a su través. Además, en estos pacientes, un trazado de la vía A1-A2 frente a la A2-H2 o el intervalo H1-H2 muestra una curva discontinua (v. fig. 37-11), porque, en un intervalo A1-A2 crucial, el impulso se bloquea súbitamente en la vía rápida y se conduce con retraso respecto a la vía lenta, con una prolongación súbita del intervalo A2-H2 (o H1-H2). En general, el intervalo A-H aumenta 50 ms como mínimo, con una disminución de tan solo 10 ms del intervalo de acoplamiento de la EA. Con menos frecuencia, las vías dobles pueden manifestarse por intervalos PR o A-H diferentes durante el ritmo sinusal o a frecuencias idénticas, o por un salto brusco del intervalo A-H durante el ritmo auricular a una longitud de ciclo constante. Una prueba virtualmente irrefutable de las vías nodales AV dobles es la propagación simultánea en direcciones opuestas de dos frentes de ondas nodales AV sin colisión (v. capítulo 34), o la producción de dos complejos QRS a partir de una onda P (v. fig. 37-10B) o de dos ondas P a partir de un complejo QRS. Algunos pacientes con reen- trada en el nódulo AV no presentan curvas discontinuas del período refractario y otros sin reentrada en el nódulo AV lo hacen. En este último caso, la vía dual del nódulo AV puede representar un signo benigno. Muchos de estos pacientes también exhiben curvas discontinuas de conducción retrógrada. Algunos pacientes poseen una triple vía en el nódulo AV. La conducción anterógrada pasa por la vía rápida y la conducción retrógrada por la vía lenta en menos del 5 al 10% de los pacientes con reentrada por el nódulo AV (se habla de forma inusitada o atípica de reen- trada rápida-lenta en el nódulo AV), dando lugar a un intervalo VA largo y a un intervalo AV relativamente corto (generalmente AV/VA < 0,75; v. fig. 37-8B). La forma menos frecuente (lenta-lenta) exhibe una onda P retrógrada a mitad de camino en el ciclo cardíaco. Por último, es posible ver taquicardias que utilizan las vías anterógradas lenta o rápida y conducen de forma retrógrada por una vía accesoria (v. más adelante). Debido a que, en algunas ocasiones, las aurículas o los ventrículos son innecesarios para mantener la reentrada nodal AV, puede producirse un bloqueo nodal AV espontáneo, sobre todo al inicio de la arritmia, en el nódulo AV distal al circuito de reentrada, entre el nódulo AV y el haz de His, dentro del haz de His o distal a este (v. capítulo 34). Por lo general, cuando se produce un bloqueo, se localiza por debajo del haz de His, pocas veces en la vía final común superior entre el circuito de reentrada en el nódulo AV y la aurícula, y produce una disociación de las aurículas respecto a la taquicardia. La terminación de la taquicardia suele deberse al bloqueo de la vía lenta anterógrada de conducción (eslabón débil), por lo que una respuesta auricular retrógrada no se sigue de una respuesta hisiana o ventricular. El BR funcional durante la TRNAV no modifica significativamente la taquicardia. ACTIVACIÓN AURICULAR RETRÓGRADA. La secuencia de acti- vación auricular retrógrada es normal (también denominada concén- trica) durante la TSV por reentrada del nódulo AV, lo que significa que el lugar de activación auricular más temprana durante la conducción retrógrada por la vía rápida se registra en el electrograma del haz de His, seguido de los electrogramas tomados del orificio del seno coronario y luego se propaga para despolarizar el resto de las aurículas derechas e izquierda. Durante la conducción retrógrada por la vía lenta en la forma atípica de reentrada por el nódulo AV, la activación auricular registrada en la porción proximal del seno coronario precede a la activación auricular obtenida en la parte baja de la aurícula derecha, lo que indica que las vías lenta y rápida pueden entrar en la aurícula en posiciones ligeramente diferentes. Manifestaciones clínicas La reentrada nodal AV se produce habitualmente en pacientes sin cardiopatía estructural, a menudo al final de la segunda década o en la tercera década de la vida; sin embargo, hay un segundo pico de incidencia en la quinta y la sexta décadas de la vida. La incidencia es más alta en las mujeres, y el inicio adulto suele ser más temprano en las mujeres. La TA se acompaña muchas veces de síntomas que varían sensaciones de palpitación, nerviosismo y ansiedad hasta angina de pecho, insuficiencia cardíaca, síncope o shock, dependiendo de la duración y de la frecuencia de la taquicardia, así como de la presencia de cardiopatía estructural. La taquicardia puede ocasionar síncope debido a la frecuencia ventricular rápida, la disminución del gasto cardíaco y de la circulación cerebral o una asistolia, si la taquicardia se termina como consecuencia de una disminución del automatismo del nódulo sinusal inducido por la taquicardia. El pronóstico para los pacientes no cardiópatas suele ser bueno. FIGURA 37-11 Intervalos H1-H2 (izquierda) y A2-H2 (derecha) para diversos intervalos A1-A2 con una curva discontinua del nódulo auriculoventricular (AV). Para un
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