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404 Capítulo 18 Las espinas, que son hojas modifi cadas, y las púas, que son tallos modifi cados, son un ejemplo de homoplasia en plantas. Espinas y púas se parecen mutuamente de manera superfi cial pero son características homoplásticas que evolucionaron en forma independiente para resolver la necesidad común de protección de los herbívoros (FIGURA 18-16). Como la homología, la homoplasia ofrece evidencia crucial de la evolución. Las características homoplásticas son de interés evolutivo porque demuestran que los organismos con ascendencias separadas pue- den adaptarse en formas parecidas a demandas ambientales similares. La anatomía comparada también revela la existencia de estructuras vestigiales. Muchos organismos contienen órganos o partes de órganos que en apariencia son inoperantes y degenerados, con frecuencia de ta- maño reducido o que carecen de alguna parte esencial. Las estructuras vestigiales son restos de estructuras más desarrolladas que estuvieron presentes y fueron funcionales en organismos ancestrales. En el cuerpo humano, más de 100 estructuras se consideran vestigiales, incluido el cóccix (huesos de la cola fusionados), los terceros molares (muelas del juicio) y los músculos que mueven las orejas. Ballenas y pitones tienen huesos vestigiales de extremidades posteriores (FIGURA 18-17); los cer- dos tienen dedos vestigiales que no tocan el suelo; las aves sin alas como el kiwi tienen huesos de alas vestigiales; y muchos animales ciegos, de madrigueras o que habitan en cuevas tienen ojos vestigiales inoperantes. Es de esperar la presencia ocasional de una estructura vestigial con- forme una especie se adapta a un modo de vida cambiante. Algunas es- tructuras se vuelven mucho menos importantes para la supervivencia y pueden terminar como vestigios. Cuando una estructura ya no confi ere una ventaja selectiva, puede volverse más pequeña y perder gran parte o el total de su función con el paso del tiempo. Sin embargo, dado que la presencia de la estructura vestigial por lo general no es dañina para el organismo, la presión selectiva para eliminarla por completo es débil y la estructura vestigial se encuentra en muchas generaciones posteriores. Las comparaciones moleculares entre organismos proporcionan evidencia de la evolución Fósiles, biogeografía y anatomía comparada proporcionaron a Darwin importantes pistas acerca de la historia evolutiva de la vida. En la actua- lidad, las semejanzas y diferencias en la bioquímica y biología molecular de varios organismos proporciona convincente evidencia adicional de las relaciones evolutivas. La evidencia molecular de la evolución incluye el código genético universal y las secuencias conservadas de aminoáci- dos en las proteínas y de nucleótidos en el ADN. El código genético virtualmente es universal Los organismos deben sus características a los tipos de proteínas que poseen, que a su vez están determinadas por la secuencia de nucleóti- dos en su ácido ribonucleico mensajero (ARNm), como lo especifi ca el orden de nucleótidos en su ADN. La evidencia de que toda la vida está relacionada proviene del hecho de que todos los organismos usan un código genético que virtualmente es idéntico. (Existen algunas variacio- nes menores en el código genético. Por ejemplo, algunas mitocondrias tienen varias desviaciones del código estándar). Recuerde del capítulo 13 que el código genético especifi ca un tri- plete (una secuencia de tres nucleótidos en el ADN) que codifi ca un co- dón particular (una secuencia de tres nucleótidos en el ARNm). El codón codifi ca entonces un aminoácido particular en una cadena de polipép- tido. Por ejemplo, “AAA” en el ADN codifi ca “UUU” en el ARNm, que a su vez codifi ca el aminoácido fenilalanina en organismos tan diversos como camarones, humanos, bacterias y tulipanes. De hecho, “AAA” codi- fi ca fenilalanina en todos los organismos examinados hasta el momento. Por ejemplo, las alas de varios animales voladores con relación dis- tante, como insectos y aves, se parecen superfi cialmente entre ellas; son características homoplásticas que evolucionaron con el paso del tiempo para satisfacer la función común de volar, aunque difi eren en aspectos más fundamentales. Las alas de las aves son extremidades anteriores modifi cadas sostenidas por huesos, mientras que las alas de los insectos quizá evolucionaron a partir de apéndices parecidos a branquias presen- tes en los ancestros acuáticos de los insectos. (a) El cerdo hormiguero (Orycteropus afer) es nativo del centro, sur y oriente de África. Kj el l B . S an dv ed /V is ua ls U nl im ite d (b) Un oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla) en un termitero. El oso hormiguero es nativo de América Latina, desde el sur de México hasta el norte de Argentina. G un te r Z ie sl er /P et er A rn ol d, In c. (c) El pangolín (Manis crassicaudata) es nativo de África y del sur al sureste de Asia. M an da l R an jit /P ho to R es ea rc he rs , I nc . FIGURA 18-15 Evolución convergente Tres mamíferos con relación distante adaptados independientemente para comer hormigas y termitas en ambientes de pastizal-bosque similares en diferentes partes del mundo. 18_Cap_18_SOLOMON.indd 40418_Cap_18_SOLOMON.indd 404 12/12/12 16:2612/12/12 16:26 Parte 4 La continuidad de la vida: Evolución 18 Introducción a la evolución darwiniana 18.4 Evidencia de la evolución Las comparaciones moleculares entre organismos proporcionan evidencia de la evolución El código genético virtualmente es universal
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