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472 Capítulo 22 humano no es un solo tronco, sino que tiene varias ramas (FIGURA 22-9). Acaso sea más útil pensar en los fósiles homíninos conocidos como un muestreo de la evolución humana en lugar de una secuencia continua. El Homo sapiens es la única especie de homínino que existe hoy en día, pero en cualquier tiempo dado durante la mayor parte de los últi- mos 4 millones de años coexistieron al menos dos especies de homínino. Además, no cometa el error de pensar que sus ancestros de cerebro más pequeño eran inferiores. Los homíninos ancestrales fueron evolutiva- mente exitosos en cuanto a que estaban bien adaptados a su ambiente y sobrevivieron durante millones de años. Los primeros homíninos quizá vivieron hace 6 a 7 millones de años La evolución homínina comenzó en África. Aunque la mayoría de los fósiles homíninos se han descubierto en Etiopía y Kenia, en 2002 el pa- leontólogo francés Michel Brunet y un equipo internacional realizaron un sorprendente descubrimiento en el lecho de un lago seco en Chad, que está en África central. El fósil, que se dató de manera confi able en 6 a 7 millones de años de antigüedad, puede ser el homínino más antiguo conocido. Visto desde la parte posterior, el cráneo del Sahelanthropus, con su pequeña bóveda craneal, parece el de un chimpancé. Sin embargo, visto desde el frente, el rostro y los dientes tienen muchas características de los ancestros humanos con cerebro más grande. La mayoría de los paleoantropólogos colocan al Sahelanthropus cerca de la base del árbol familiar humano; esto es, cerca de cuando los análisis genéticos sugieren la existencia del último ancestro común de homíninos y chimpancés. El descubrimiento del Sahelanthropus es importante por derecho propio, pero también es signifi cativo porque muestra que los primeros homíni- nos presentaban más variación y vivieron en áreas más grandes de África de las que originalmente se creía. El Orrorin, descubierto en 2000 en Kenia, también puede repre- sentar uno de los homíninos conocidos más antiguos. Los sedimentos donde se encontraron los fósiles de Orrorin se dataron fi ablemente en 6 millones de años de edad. En 2008, los investigadores que estudiaban los huesos fósiles de la pierna del Orrorin concluyeron que caminaba er- guido y era bípedo. Como ocurre con muchos aspectos de la evolución humana, los científi cos tienen diferentes interpretaciones del Sahelanthropus y el Orrorin. Por ejemplo, algunos paleoantropólogos plantean la hipótesis de que el primero era un antecesor de los simios modernos, específi ca- mente del gorila, y no de los primeros humanos. Otros investigadores consideran que las características similares de los fósiles de Sahelanthro- pus, Orrorin y Ardipithecus (que se estudia en la siguiente sección) signifi - can que todos son miembros del mismo género, Ardipithecus. Este punto sigue siendo controvertido, principalmente porque en la actualidad no hay huesos esqueléticos (piernas, pelvis y huesos del pie) para indicar si el Sahelanthropus caminaba erguido, una característica clave de los ho- míninos. (Una reconstrucción del cráneo de 2005 tiene características que sugieren con fi rmeza que el Sahelanthropus era bípedo). Los futuros descubrimientos de fósiles y análisis adicionales de los fósiles existentes ayudarán a aclarar las relaciones evolutivas entre Sahelanthropus, Orrorin y Ardipithecus. Ardipithecus, Australopithecus y Paranthropus son australopitecinos, o “simios hombres del sur” Después del Sahelanthropus y el Orrorin, el siguiente homínino más anti- guo pertenece al género Ardipithecus, que vivió en el este de África hace primer dedo del pie con el resto de los dedos adaptó aún más a los pri- meros homíninos para el bipedalismo. Otra gran tendencia en la evolución homínina fue un aumento en el tamaño del cerebro en relación con el tamaño corporal (FIGURA 22-8). El cráneo del simio tiene prominentes arcos superciliares sobre las cuencas oculares, mientras que los cráneos de los humanos modernos carecen de estos arcos. Los rostros humanos son más planos que los de los simios y las mandíbulas son diferentes. El arreglo de los dientes en la mandíbula de los simios es un poco rectangular, en comparación con un arreglo redondeado, o en forma de U, en los humanos. Los simios tienen dientes frontales más grandes (caninos e incisivos) que los humanos y sus caninos son especialmente grandes. Gorilas y orangutanes también tienen dientes posteriores más grandes (premolares y molares) que los humanos. Ahora se examinará parte del creciente número de fósiles homíni- nos en el linaje humano. Conforme lea las siguientes descripciones de la evolución humana, tenga en mente que gran parte de lo que se dis- cute está abierto a reinterpretación y gran revisión conforme se realizan descubrimientos adicionales. Aunque la evolución humana se presenta en una forma un tanto lineal, desde los antiguos homíninos hasta los humanos con anatomía y comportamiento modernos, el árbol familiar Arco superciliar Incisivos Forma rectangular Incisivos Forma de U (a) El cráneo de simio tiene un pronunciado arco superciliar. (b) El cráneo humano es más plano en el frente y tiene una barbilla pronunciada. El cerebro humano, en particular el encéfalo (morado), es más grande que el de cualquier simio y la mandíbula humana está estructurada de modo que los dientes están ordenados en forma de U. Los caninos e incisivos humanos también son más pequeños que los de los simios. FIGURA 22-8 Cabezas de gorila y humano 22_Cap_22_SOLOMON.indd 47222_Cap_22_SOLOMON.indd 472 12/12/12 14:3412/12/12 14:34 Parte 4 La continuidad de la vida: Evolución 22 La evolución de los primates 22.3 Evolución homínina Los primeros homíninos quizá vivieron hace 6 a 7 millones de años Ardipithecus, Australopithecus y Paranthropus son australopitecinos, o “simios hombres del sur”
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