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Los hongos 609 cada de 1980, los biólogos vieron a los microsporidios como el ejemplo más primitivo de un eucariota. Eran los eucariotas más pequeños y más simples conocidos, y los genomas de algunas especies son más pequeños que la mayoría de los genomas bacteriales. Los microsporidios carecen de mitocondrias, fl agelos y complejos de Golgi. Sus ribosomas se pare- cen a los de los procariotas. En 1998, el biólogo británico Th omas Cavalier-Smith reasignó los microsporidios al reino Fungi. Estudios moleculares demuestran que los microsporidios tienen secuencias genéticas que indican que origi- nalmente tenían mitocondrias. Los microbiólogos ahora acuerdan de manera general que estos organismos se han vuelto más simples con- forme se adaptan a su estilo parásito de vida. Otros estudios molecu- lares proporcionan evidencia adicional para su relación taxonómica con los hongos. Establecer que están cercanamente emparentados con los hongos es importante para crear medicamentos que serán efectivos en el tratamiento de infecciones por microsporidios. Estudios genómicos recientes sugieren que los microsporidios descendieron de un ancestro cigomiceto. Por ahora, los microsporidios se clasifi can con los cigomice- tos, pero en el futuro pueden asignarse a un taxón separado. Los glomeromicetos son simbiontes con raíces de plantas Los glomeromicetos (fi lo Glomeromycota) tienen hifas cenocíticas (no septos). Se reproducen asexualmente con grandes esporas multi- nucleadas llamadas blastosporas. No se ha documentado reproducción sexual. Sólo se ha descrito alrededor de 200 especies de glomeromicetos. Los glomeromicetos anteriormente se consideraron cigomicetos, pero en 2002 taxonomistas determinaron que formaban un grupo monofi lé- tico separado. Esta fi logenia se basa en datos moleculares. Los glomeromicetos son simbiontes que forman asociaciones intra- celulares con las raíces de la mayoría de los árboles y plantas herbáceas. Estas asociaciones simbiontes entre las hifas de ciertos hongos y las raí- ces de plantas se llaman micorrizas (del griego para “raíces de hongo”) (FIGURA 29-11). Los glomeromicetos extienden sus hifas a través de las paredes celulares de las células de la raíz, pero frecuentemente no pue- den penetrar la membrana plasmática. Conforme cada hifa presiona hacia adelante, la membrana plasmática de la célula de la raíz la rodea. Por ende, la hifa puede considerarse como dedos que empujan hacia un guante formado por la membrana plasmática. Puesto que penetran la pared celular, estos hongos se conocen como hongos endomicorrizos. Los endomicorrizos más difundidos se llaman micorrizas arbuscu- lares porque las hifas dentro de las células de raíz forman estructuras ramifi cadas con forma de árbol conocidas como arbúsculos (vea las fi - guras 29-11 y 36-11b). Los arbúsculos son los sitios de intercambio de nutrientes entre la planta y el hongo. Las micorrizas arbusculares viven totalmente bajo tierra. En las relaciones micorrizas, las raíces brindan al hongo azúcares, aminoácidos y otras sustancias orgánicas. Los hongos micorrizos des- componen material orgánico en el suelo y también benefi cian a la planta al extender el alcance de sus raíces. Los micelios delgados son mucho más delgados que las raíces y pueden extenderse hacia espacios estre- chos, y absorben nutrientes que las plantas no podrían capturar por cuenta propia. En consecuencia, con la ayuda del hongo micorrizo, la planta también puede tomar más minerales nutrientes como fósforo y nitrógeno. Lo que acaba de describirse es una asociación simbiótica mutua- lista: ambos participantes se benefi cian. Los estudios muestran que, si una planta crece en suelo con defi ciencia de fosfato o si tiene un sistema de raíces limitado, su crecimiento mejora si tiene un compañero fúngico. Cuando la cigospora germina, una hifa aérea se desarrolla con un es- porangio en la punta. La mitosis dentro del esporangio produce esporas haploides. Estas esporas pueden ser todas (+), todas (−) o una mez- cla de (+) y (−). Cuando se liberan, las esporas germinan para formar nuevas hifas. Sólo el cigoto y la cigospora de un moho negro del pan son diploides; todas las hifas y las esporas asexuales son haploides. Los microsporidios son un misterio taxonómico Los microsporidios son pequeños parásitos unicelulares que infectan células eucariotas. Son patógenos oportunistas que infectan animales. Por ejemplo, los microsporidios infectan personas con sistemas inmu- nológicos comprometidos, como quienes tienen SIDA. Los micros- poridios causan varias enfermedades que involucran muchos sistemas orgánicos, y algunas especies causan infecciones mortales. Algunas es- pecies de microsporidios parecen ser específi cas de huésped. Los microsporidios tienen dos etapas de desarrollo dentro de su huésped: una etapa de alimentación y una etapa reproductiva. Algunas especies de microsporidios se dividen en dos células mediante fi sión bi- naria, y otras se dividen en varias células. Algunas especies experimentan fusión nuclear y meiosis antes de producir esporas. Las esporas, que tie- nen gruesas paredes protectoras, pueden pasar de célula a célula dentro del huésped o pueden excretarse en la orina o a través de la piel. Las esporas, la única etapa con características distintivas, se usan para iden- tifi car grupos. Cada espora está equipada con una estructura única, un largo tubo polar con forma de hilo. Cuando la espora entra al intestino de un nuevo huésped, descarga su tubo polar y penetra el recubrimiento del intestino. Al actuar como aguja hipodérmica, el tubo polar inyecta el contenido de la espora en la célula huésped (FIGURA 29-10). Los microbiólogos estiman que puede haber más de un millón de especies de microsporidios, pero sólo se han nombrado alrededor de 1500 especies. Los microsporidios originalmente se clasifi caron con las levaduras y bacterias. En 1976, se asignaron a los protozoarios. En la dé- Ca bi sc o/ Vi su al s U nl im ite d FIGURA 29-8 Pilobolus, un cigomiceto que crece en excremento animal Esporangios con tallo de Pilobolus se proyectan desde una pila de estiércol, que contiene un extenso micelio del hongo. Los esporangios con tallo, que miden de 5 a 10 mm de alto, actúan como escopetas y descargan con fuerza esporangios (las puntas negras), alejándolos del estiércol hacia el césped cercano. Cuando animales como reses o caballos comen el césped, las espo- ras pasan sin daño a través del sistema digestivo del animal y se depositan en una pila fresca de estiércol. 29_Cap_29_SOLOMON.indd 60929_Cap_29_SOLOMON.indd 609 17/12/12 10:2517/12/12 10:25 Parte 5 La diversidad de la vida 29 Los hongos 29.3 Diversidad fúngica Los microsporidios son un misterio taxonómico Los glomeromicetos son simbiontes con raíces de plantas
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