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1070 Capítulo 49 3. El uso de proteínas se incrementa. La falta de insulina también resulta en un aumento en la descomposición de proteínas con respecto a la síntesis de proteínas, por lo que el diabético sin tratamiento se vuelve delgado y demacrado. 4. Desequilibrio de electrolitos. Cuando los cuerpos cetónicos y la glu- cosa son excretados en la orina, el agua fl uye por ósmosis; como re- sultado, el volumen de orina aumenta. La deshidratación resultante provoca sed y desafía la homeostasis de electrolitos. Una vez que las cetonas son excretadas, también toman sodio, potasio y otros catio- nes con ellas, contribuyendo al desequilibrio de electrolitos. Muchos diabéticos tipo 2 pueden preservar sus niveles de glucosa en la sangre dentro de su intervalo normal mediante procedimientos dietéticos, pérdida de peso y ejercicio regular. Cuando este método de tratamiento no es sufi ciente, el trastorno se trata con fármacos orales que estimulan la secreción de insulina y promueven sus acciones. Aproxima- damente un tercio de los diabéticos tipo 2 termina por requerir inyec- ciones de insulina. El enorme aumento de diabetes tipo 2 constituye un problema de salud pública que resulta de un estilo de vida sedentario y el incremento en el predominio de la obesidad. Debido a que la diabetes tipo 2 está aso- ciada con la resistencia a la insulina, los investigadores están buscando sus causas y curas al estudiar este problema metabólico. Los investigado- de quienes padecen diabetes no lo saben; en consecuencia, no reciben tratamiento y corren un alto riesgo por sus graves efectos. La diabetes mellitus es en realidad un grupo de trastornos relacionados caracterizados por la alta concentración de glucosa en la sangre. Dos ti- pos principales da diabetes son el tipo 1 y el ti po 2. La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que los anticuerpos marcan a las células beta para su destrucción. Las células T destru- yen a las células beta, resultando en defi ciencia de insulina. Se requieren inyecciones de insulina para corregir el desequilibrio de carbohidratos que resulta. Este trastorno suele desarrollarse antes de los 30 años de edad, a menudo durante la infancia. La diabetes tipo 1 es provocada por una combinación de predisposición genética y factores ambientales, es probable que incluya la infección por un virus. Más de 90% de los diabéticos padecen diabe- tes tipo 2. Este trastorno se desarrolla en forma gradual, por lo general en personas con sobrepeso. La diabetes tipo 2 suele comenzar como resisten- cia a la insulina, una condición en la que las cé- lulas no pueden usar de manera efi caz la insulina. En la diabetes tipo 2, concentraciones normales (o mayores que lo normal) de insulina están presen- tes en la sangre, pero las células diana no pueden usarla. Perturbaciones metabólicas semejantes ocu- rren en ambos tipos de diabetes mellitus: interrup- ción del metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas, y desequilibrio de electrolitos. 1. Disminuye el uso de glucosa. En un diabético, las células tienen difi cultades para tomar la glucosa de la sangre y su acumulación pro- voca hiperglicemia. En vez de la concentración normal en ayunas de aproximadamente 90 mg de glucosa por 100 mL de sangre, el nivel puede exceder de 140 mg por 100 mL y alcanzar concentra- ciones de más de 500 mg por 100 mL. Recuerde del capítulo 48 que cuando la concentración de glucosa excede su transporte tubular máximo (TTM), la velocidad máxima a la que puede ser reabsor- bida, la glucosa es excretada en la orina. A pesar de las grandes can- tidades de glucosa en la sangre, las células dependientes de insulina en un diabético pueden tomar sólo alrededor de 25% de la glucosa que requieren para alimentarse. 2. La movilización de grasas se incrementa. Las células convierten la grasa y proteína en energía. La ausencia de insulina promueve la movilización de las reservas de grasa para proporcionar nutrientes a la respiración celular. Pero por desgracia, el nivel de lípidos en la sangre puede quintuplicar el nivel normal, llevando al desarrollo de aterosclerosis (vea el capítulo 44). El incremento en el metabolismo de las grasas también aumenta la formación de cuerpos cetónicos, que se acumulan en la sangre. Esta acumulación puede ocasionar cetoacidosis, una condición en la que los líquidos del cuerpo y de la sangre se vuelven demasiado ácidos. Cuando el nivel de cetona en la sangre aumenta, las cetonas aparecen en la orina, otra indicación clínica de diabetes mellitus. En caso de ser grave, la cetoacidosis puede conducir a coma y muerte. La insulina y el glucagón trabajan antagónicamente para regular la concentración de glucosa en la sangre. Alto Bajo N iv el d e gl uc os a Tiempo Intervalo normal Estimula a las células beta Estimula a las células alfa Estresante: ayuno Estresante: consumir carbohidratos LIBERACIÓN DE INSULINA: (a) Estimula a las células para tomar glucosa (b) Estimula a los músculos y al hígado para almacenar glucosa como glicógeno (c) Estimula el almacenamiento de aminoácidos y grasa LIBERACIÓN DE GLUCAGÓN: (a) Estimula la movilización de aminoácidos y grasas (b) Estimula la gluconeogénesis (c) Estimula al hígado para liberar glucosa almacenada (glicogenólisis) INTERVALO HOMEOSTÁTICO FIGURA 49-13 Animada Regulación de la concentración de glucosa Cuando la concentración de glucosa en la sangre sube por arriba de lo normal, las células beta secretan insulina. Esta hormona disminuye la concentración de glucosa en la sangre, restaurando así la homeostasis. Cuando la concentración de glucosa en la sangre disminuye por debajo de lo normal, las células alfa secretan glucagón. Esta hormona aumenta la concentración de glucosa en la sangre, restaurando así la homeostasis. PUNTO CLAVE 49_Cap_49_SOLOMON.indd 107049_Cap_49_SOLOMON.indd 1070 13/12/12 16:3213/12/12 16:32
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