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Biología - Eldra Solomon, Linda Berg, Diana Martin - 9 Edición-comprimido-1215

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Ecología de comunidades 1181
estómago (vea la fi gura 32-14a). Algunos animales viven en grupos; por 
ejemplo, una manada de antílopes, una colonia de abejas, un banco de 
anchoas o una bandada de palomas. Debido a que un grupo tiene mu-
chos ojos, oídos y narices que ven, escuchan y huelen a los depredadores, 
esta conducta social disminuye la probabilidad de que un depredador 
atrape desprevenido a cualquiera del grupo.
Las defensas químicas también son comunes entre los animales de 
presa. La rana veneno de fl echa sudamericana (Dendrobates sp.) guarda 
veneno en su piel. (Estas ranas obtienen las toxinas de hormigas y otros 
insectos en su dieta). La brillante coloración aposemática de la rana 
advierte a los depredadores con experiencia evitarla (vea la fi gura 
32-18a). ¡Las serpientes y otros animales que alguna vez han intentado 
devorar a una rana venenosa no repiten el error! Otros ejemplos de 
coloración aposemática ocurren en la mofeta rayada, que rocía pro-
ductos químicos de sus glándulas anales, y el escarabajo bombardero, 
que vomita productos químicos agresivos a depredadores potenciales 
(vea la fi gura 7-8).
Algunos animales tienen coloración críptica, colores o marcas 
que les ayudan a ocultarse de los depredadores al mezclarse con sus 
entornos físicos. Ciertas orugas se asemejan tanto a ramitas que no es 
posible distinguir si son animales a menos que se muevan. Los peces 
aguja son largos, de color verde y se confunden casi perfectamente 
con las algas verdes. Los gecos de cola de hoja en el sur de Madagascar 
parecen hojas muertas o corteza musgosa, dependiendo de la especie 
(FIGURA 54-10). Esta coloración críptica ha sido preservada y acentuada 
ser comidas. La presencia de espinas, aguijones, hojas duras correosas e 
inclusive cera espesa en las hojas desalienta a los herbívoros a que se ali-
menten de estas plantas. Otras plantas producen un arreglo de productos 
químicos protectores que son desagradables e inclusive tóxicos para los 
herbívoros. Los ingredientes activos en plantas tóxicas como mariguana 
y tabaco afectan la actividad hormonal y las funciones nerviosas, muscu-
lares, del hígado y los riñones, y pueden desalentar el forrajeo de los her-
bívoros. Algo interesante de mencionar es que muchas de las defensas 
químicas en las plantas son de utilidad para los humanos. Por ejemplo, 
el árbol neem de la India contiene productos químicos efectivos con-
tra más de 100 especies de insectos, ácaros y nematodos herbívoros. La 
nicotina del tabaco, el piretro del crisantemo y la rotenona de la planta 
de derris son otros ejemplos de productos químicos extraídos y usados 
como insecticidas.
Las asclepias son otro ejemplo excelente de coevolución bioquí-
mica entre las plantas y los herbívoros (FIGURA 54-9). Las asclepias pro-
ducen alcaloides y glicósidos cardiacos, productos químicos venenosos 
para todos los animales excepto para un pequeño grupo de insectos. La 
habilidad de tolerar o metabolizar las toxinas de las asclepias ha evolu-
cionado en estos insectos, las comen y evitan la competencia de otros 
insectos herbívoros porque pocos toleran dichas toxinas. Los depreda-
dores también aprenden a evitar a estos insectos, los cuales acumulan 
las toxinas en sus tejidos y por tanto se vuelven tóxicos ellos mismos. 
La coloración negra, blanca y amarilla de la oruga monarca, que se ali-
menta de asclepias, anuncia claramente su toxicidad a los depredadores 
que han aprendido a asociar los colores brillantes con la enfermedad. 
Los colores o patrones llamativos, que advierten lo desagradable de una 
especie a los depredadores potenciales, se denominan coloración apo-
semática (del griego apo “lejos” y semat, “marca o signo”) o coloración 
de advertencia.
Las presas animales cuentan con varias adaptaciones 
defensivas para evitar a los depredadores
Muchos animales, como ratones de campo y marmotas, huyen de los 
depredadores al refugiarse en sus madrigueras subterráneas. Otros tie-
nen defensas mecánicas, como las púas del puercoespín y la concha de 
una tortuga de estanque. Para desalentar a los depredadores, el pez globo 
se infl a hasta el triple de su tamaño normal al bombear agua hacia su 
FIGURA 54-8 Emboscada
Una araña cangrejo amarilla (Misumena vatia) se confunde con su entorno, 
esperando que algún insecto desprevenido visite la fl or. La emboscada, una 
efi caz estrategia depredatoria, depende de sorprender a la presa.
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FIGURA 54-9 Defensas químicas de una planta
Productos químicos tóxicos protegen el algodoncillo común (Asclepia syriaca). 
Sus hojas son venenosas para la mayoría de los herbívoros excepto para la 
oruga monarca (Danaus plexippus) y algunos otros insectos. Las orugas mo-
narca tienen coloración aposemática brillante. Fotografi ada en Michigan.
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	Parte 8 Las interacciones de la vida: Ecología 
	54 Ecología de comunidades
	54.1 Estructura y funcionamiento de la comunidad
	La selección natural conforma los cuerpos y las conductas de la presa y del depredador
	Las presas animales cuentan con varias adaptaciones defensivas para evitar a los depredadores

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