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Ana Rita Russo de Sánchez y Jorge Iván Galindo Madero PSICOTERAPIA INFANTIL La metáfora como técnica de devolución PSICOTERAPIA INFANTIL La metáfora como técnica de devolución Barranquilla 2013 Ana Rita Russo de Sánchez Jorge Iván Galindo Madero Colaboradores Doralis Acosta Mendoza, Gina Isabel Cuesta de la Hoz, Sandra Salas Santrich, Darlys Cecilia Siado Barraza PSICOTERAPIA INFANTIL La metáfora como técnica de devolución Coordinación editorial Diseño y diagramación Procesos técnicos Diseño de portada Corrección de textos Made in Colombia A mis padres y hermanos que me enseñaron a amar. A mi esposo y mis hijos que me lo permitieron expresar y me enseñaron su inmensidad. A mis profesores que me enseñaron a perseverar. A mis familiares, amigos y compañeros que me enseñaron a compartir. A mis alumnos que me enseñaron a profundizar. A mis pacientes que me enseñaron a escuchar. A los niños que me enseñaron a enseñar. Ana Rita Russo de Sánchez A mis tías abuelas. A mis padres, por su confianza en este proyecto de vida. A mis amigos en los tiempos difíciles. A quien ha propiciado tanta felicidad y crecimiento personal en mi vida. Jorge Iván Galindo Madero ANA RITA RUSSO DE SÁNCHEZ. Doctora en Filosofía y Cien- cias de la Educación de la Universidad de Salamanca (España); for- mación en Psicología Clínica, Psicóloga de la Universidad del Norte (Colombia). Profesora y tutora de postgrado en Psicología Clínica, directora de la Maestría en Psicología Clínica de la Universidad del Norte, directora de líneas de Investigación en el área Psicología Clí- nica y de la Salud. Autora, investigadora y directora del Programa de Educación y Desarrollo Humano en lo Psicoafectivo, Medio Ambien- te y Valores – PISOTÓN, de la Universidad del Norte; conferencista nacional e internacional, coautora de los libros Temas en Psicología Clínica (2006, Educación y desarrollo psicoafectivo (2006), Pisotón en Lorica, una apuesta a la resignificación de lo traumático (2010) y la car- tilla Nuestros primeros encuentros afectivos y educativos (2011). JORGE IVÁN GALINDO MADERO. Psicólogo clínico y magister en Psicología Clínica. Psicoterapeuta, coordinador de investigaciones y publicaciones del Programa de Educación y Desarrollo Humano en lo Psicoafectivo, Medio Ambiente y Valores - PISOTÓN. Profesor- investigador de la Universidad del Norte (Colombia). Autor de los libros, Crisis de infancia en la contemporaneidad (2010), El cuer- po del cristiano en los tiempos de las ciencias de la salud (2009), Dios está muerto, ¿qué pasó con el sujeto? Una lectura desde el psicoanálisis (2009), Psicoanálisis y teoría social (2009), Educación y desarrollo psi- coafectivo (2006) y Música metal y adolescencia: De la proposición de la estructura discursiva del metal y la disposición del sujeto (2005) Los autores vii A la Universidad del Norte, por propiciar espacios y recursos para la publi- cación de este texto, en especial al rector, Dr. Jesús Ferro Bayona, por su constante interés en el trabajo en beneficio de la infancia. Al Dr. José Amar Amar, por sus aportes e interés en el desarrollo de la Psico- logía y en particular de la Psicología Clínica en la costa Caribe colombiana, cuyos esfuerzos han permitido el impulso que hoy en día tiene la Maestría en Psicología, el Doctorado en Psicología y la publicación de textos cientí- ficos y técnicos en temas basados en la infancia. A los estudiantes de la Maestría y Especialización en Psicología Clínica, y muy especialmente a Doralis Acosta Mendoza, Gina Cuesta de La Hoz, Sandra Salas Santrich, Darlys Siado Barraza, quienes han realizado impor- tantes aportes a la producción escrita de este texto. Agradecimientos ix Contenido Prólogo ............................................................................................................... xi Introducción ......................................................................................................xv 1. EN EL TERRENO DE LOS SIMBOLISMOS Y LAS METÁFORAS ........................................... 1 1.1 Psicoanálisis y narrativa .......................................................................... 1 1.2 Psicoanálisis y lingüística ........................................................................ 3 1.3 Simbólico, simbolismo y psicoanálisis .................................................... 9 1.4 La identificación ................................................................................... 16 2. CREAR METÁFORAS EN EL CONTEXTO PSICOTERAPÉUTICO ..........................................19 2.1 Las metáforas: Arte y técnica ................................................................ 19 2.2 Implicaciones teóricas para la elaboración de metáforas en el contexto psicoterapéutico ...................................... 21 3. METÁFORAS Y CUENTOS EN EL PROCESO PSICOTERAPÉUTICO CON NIÑOS ....................27 3.1 La entrevista inicial ............................................................................. 27 3.2 El proceso de evaluación psicodiagnóstico .......................................... 28 3.3 La entrevista de devolución ................................................................. 28 3.4 Los cuentos y metáforas en la entrevista de devolución ..................... 30 3.5 Consideraciones y limitantes de las metáforas en el contexto de la psicoterapia de niños ......................... 32 4. EL DESARROLLO PSICOAFECTIVO. METÁFORA “EL TRENCITO” .................................................................................... 34 4.1. Ficha técnica ....................................................................................... 34 4.2. Marco teórico ..................................................................................... 38 4.3. Los momentos pre-edípicos ................................................................ 52 x 5. ESTRUCTURAS E INSTANCIAS PSÍQUICAS. METÁFORAS “LOS CARRITOS DE COLORES” Y “EL MOLDE”..........................................76 5.1 Ficha técnica de “Los carritos de colores” ........................................... 76 5.2 Ficha técnica de “El molde” ................................................................ 77 5.3 Marco teórico ...................................................................................... 77 6. CONFLICTOS Y DEFENSAS. METÁFORAS “LAS PIEDRITAS” Y “LA TIENDA DE DISFRACES” ...................................108 6.1 Ficha técnica de “Las piedritas” ........................................................ 108 6.2 Ficha técnica de “La tienda de disfraces” .......................................... 109 6.3 Marco teórico .................................................................................... 122 7. RIVALIDAD FRATERNA. METAFORA “LAS TACITAS” ................................................................................... 133 7.1 Ficha técnica ..................................................................................... 133 7.2 Marco teórico .................................................................................... 135 7.3 Los celos ............................................................................................ 154 7.4 Los mellizos, una rivalidad especular ................................................. 159 7.5 La regresión, defensa del pequeño celoso .......................................... 161 7.6 Envidia ............................................................................................... 163 7.7 Otras formas de defensa frente a la envidia ...................................... 168 CONCLUSIONES ........................................................................................................ 170 BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................... 172 xi La invitación de los autores Ana Rita Russo de Sánchez, Jorge Iván Galindo Madero y colaboradores para presentar este fascinantey didáctico libro fue una sorpresa y un gran honor. Después de leer el texto tuve un estado transitorio de alexitimia, que fui superando poco a poco para recuperar la narrativa y así producir este prólogo. En siete capítulos los autores logran magistralmente presentar la literatura y capacitar al lector para intervenir en el proceso psicote- rapéutico con metáforas y simbolismos a sus jóvenes pacientes. Inician su obra permitiéndonos conocer los aspectos que se constru- yen como puentes entre el psicoanálisis, la lingüística, el simbolismo, el cuento y la metáfora. Continúan, como los mejores instructores de buceo, guiándonos a las profundidad, en el plano de la entrevista, señalándonos los límites de nuestro quehacer y gentilmente presen- tándonos los terrenos en los que las metáforas son aplicables, cuándo y cómo, entretejiéndolas de manera artística para habilitarnos en el desarrollo de la técnica, advirtiéndonos que se trata de una estrategia simultáneamente bella y delicada. En el primer capítulo se realiza una revisión de la particular relación del psicoanálisis con la literatura, se muestra cómo en la palabra se encuentra la subjetividad y, por consiguiente, las lógicas del incons- Prólogo xiixii Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución ciente. Este capítulo devela cómo en las condensaciones y despla- zamientos de la palabra escrita se avanza, en el mismo estilo que el chiste o el sueño, de unos contenidos manifiestos a otros latentes, y como muestra de esta posibilidad de la palabra se encuentra la metáfora. El sentido de la metáfora como un componente descifrador del con- flicto psíquico es un elemento central que atraviesa el texto, en el cual se articula el concepto de la identificación como un moviliza- dor de contenidos inconscientes en aquel que es tomado subjetiva- mente por los efectos de la metáfora. Este primer capítulo termina con unas palabras introductorias de la metáfora en el contexto de la psicoterapia con niños. En el capítulo dos el tema central es la forma como se articula la metáfora y los cuentos infantiles en el proceso psicoterapéutico con niños; en este avance se retoman principios de la técnica de la psi- coterapia desde las primeras entrevistas hasta llegar al proceso de devolución. El capítulo termina con consideraciones técnicas y éti- cas acerca de la utilización de las metáforas y cuentos infantiles en el contexto clínico. El capítulo tres avanza sobre la creación de las metáforas como un arte y una técnica; en este sentido señala que en su construcción se tienen en cuenta los principios de la psicología evolutiva, las fun- ciones yoicas en la infancia, el proceso de la identificación y las características del inconsciente y su simbolismo; señala condicio- nantes para que la metáfora refleje sus efectos en el sujeto y la posi- bilidad que tiene todo aquel que transita en el mundo del lenguaje de hacer consciente lo inconsciente por medio de la palabra. Antes de entrar en los últimos cuatro capítulos didácticos basados en la experiencia, nos señalan la fragilidad de la relación del psi- coterapeuta con su paciente, el niño. Nos advierten acerca de la xiiixiii Prólogo importancia de la construcción psicoterapéutica, cuya meta es la solidificación de la relación para tolerar el devenir de los fenómenos de transferencia y contratransferencia. De manera generosa renuevan para el lector los conceptos básicos y clásicos del quehacer psicoanalítico, para permitir comprender que en cada momento, en cada fase de la terapia, en cada etapa del de- sarrollo, hay una posibilidad para utilizar clínicamente la metáfora. Cumpliendo con el objetivo, proponen un soporte teórico a cada una de las metáforas presentadas, de esta forma en el capítulo cua- tro se hace una revisión general de la psicodinamia en el marco de la presentación de la metáfora “El trencito”. En esta se expresan los principios del desarrollo psicoafectivo del niño, señala en for- ma clara qué implican los conceptos de pulsión, fijación, regresión, relación objetal. Se avanza por las estaciones de un tren para dar cuenta de los puntos críticos de los momentos pre-edípicos. En el capítulo cinco se presentan dos metáforas: “El molde” y “El carrito”, las cuales señalan la necesidad de una revisión de los con- ceptos que fundamentan y consolidan la segunda tópica freudiana. En “El carrito” se realiza una fundamentación de los conceptos del ello, el yo y el superyó y cómo se organizan en la consolidación de lo sintomático. En “El molde” cumple un lugar importante la revisión del concepto de ideal del yo y cómo este genera conflictos con las otras instancias psíquicas. El capítulo seis, con la metáfora de “Las piedritas” y “La tienda de disfraces”, el soporte teórico está marcado por los componentes psicodinámicos del conflicto psíquico. Aquí, el proceso de defensa y su lugar frente a lo sintomático es tema de análisis para ayudar al niño a descubrir cuál es el conflicto que se esconde tras su compor- tamiento defensivo. xivxiv Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución Por último, el capítulo siete revisa los conceptos y aportes psicodiná- micos y psicoanalíticos referentes a la rivalidad fraterna y presenta como técnica de intervención en este tipo de conflictos la metáfora “Las tacitas”. Este es un buen contexto para referirse a diversidad de temas que atraviesan esta conflictiva, desde las posturas klenianas sobre los celos y la envidia hasta las posiciones más clásicas deriva- das del estudio profundo de la novela familiar del neurótico. Dependiendo de la seguridad personal y profesional del lector, las reacciones podrán variar entre la comodidad y la exploración, a ve- ces atrevida, de la metáfora. De manera ejemplar, esta obra invita al psicoterapeuta a internalizarse en su propia creatividad, dándole bienvenida a las similitudes, las diferencias, las analogías, respetan- do el momento del desarrollo del niño, manteniéndose sensible a la respuesta emocional de este y la propia. El clínico tendrá que cuidar cuándo intervenir, cuándo callar, cuán- do revelar sus sentimientos, cuándo interpretar. En otras palabras, tendrá que decidir en el contexto de la sesión cuándo es productiva la construcción de la metáfora o la presentación de un cuento. Este libro está escrito para aquellos que desean adicionar a su que- hacer terapéutico una poderosa herramienta para lograr, a través de la comunicación figurativa y de la creatividad interior, el cambio en el niño. Así, la metáfora se podrá construir como el fuego en la vela: prendiendo la imaginación del niño con el máximo de fuerza para generar autoconocimiento y transformación. ROBERTO CHASKEL, MD. Coordinador Psiquiatría Infantil y Adolescencia, Hospital Militar Central Profesor asociado, Universidad Militar Nueva Granada y Universidad El Bosque xv La actividad de elaborar narraciones, generar nuevas versiones de la realidad, mezclar la fantasía con los sucesos vividos, no es solo una característica de lo infantil. Esta actividad creadora ha acompañado al hombre desde los inicios de la humanidad; el hombre antiguo, desde que adquirió la capacidad de lenguaje, obtuvo la facultad para relatar historias, transformarlas, exagerarlas o simplemente inven- tarlas. Este acto llevó a que, con el tiempo, se generaran relatos que permi- tían explicar los fenómenos de la naturaleza, propiciar construccio- nes que dan cuenta de su origen y darle sentido a la vida. El hombre antiguo llegó a construir los más hermosos relatos mitológicos que le permitieron ubicarse frente a su medio con la seguridad de ser protegido por dioses y el temor de ser castigado por los mismos. Estas construcciones luego empezaron a ser de utilidad para el hom- bre, al generar acciones educativas y de reflexión moral para su con- texto cultural. De esta forma aparecen la fábula y la parábola, las que permiten, por medio de la proyección en personajeshumanos y animales, reconocer lo que es esencial a sus pasiones humanas en forma de moralejas, y enseñanzas que facilitan la mejor convivencia social. Acompañando a la fábula y la moraleja surge el cuento; este en un principio no estaba dirigido al niño. Aunque a partir de la fábula y la Introducción xvi Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución parábola el cuento ha señalado una función educativa, su objetivo era el propender por las buenas acciones del adulto en la sociedad. Los cuentos se encuentran tanto en la historia de Oriente como de Occidente; en la tradición oriental se encuentran “Las mil y una noches”, cuentos fantásticos que llegan a Europa en el contexto me- dieval, y generan un importante impacto en la forma y el contenido del cuento occidental. En el siglo X, mercaderes, esclavos y viajeros relatan cuentos que van pasando de juglar en juglar, relatos que luego serán compilados por autores como los hermanos Grimm y Charles Perrault entre los siglos XVIII y XIX. Solo en 1658 aparece el primer libro de cuentos ilustrado para ni- ños, titulado Orbis Sensalium Pictus, escrito por Cormenius. Con la presencia clara del cuento infantil en el espacio de la producción literaria, se inicia toda una serie de estudios que tratan de clasifi- carlos de diversas formas. Hasta nuestros días los cuentos infantiles se mantienen vigentes, pasando de las formas de tramitación orales antiguas a las escritas medievales hasta llegar las audiovisuales mo- dernas. El psicoanálisis, fundado por Sigmund Freud, señaló un interés mar- cado por las producciones literarias que se construyen en la cultura, por la compresión de la dinámica psíquica a partir de lo que mues- tra la obra literaria. Un ejemplo de esto es la forma como se organi- zan las vivencias infantiles a través de la maqueta que se presenta en la clásica obra de Sófocles titulada Edipo Rey. Este interés por las producciones escritas por el hombre llevarán al padre del psicoaná- lisis a la poesía, a los libretos de la obra de teatro, a la novela y, en un lugar muy especial, al cuento infantil. A medida que se avance en el texto se revisarán estos encuentros entre el psicoanálisis y la literatura, lo que permitirá dar cuenta de la forma como Freud y la línea psicoanalítica descubren las posibilidades que ofrecen los cuentos infantiles para la compresión de la vida del niño y cómo estos pueden ser vía para generar efectos en su desarrollo. xvii Introducción Con el surgimiento del estudio lingüístico en el contexto moderno, se descubre la forma como se construye el cuento y cuáles son los medios para generar ese efecto en el oyente y el lector. Es así como se identifican la metáfora y la metonimia, que participan del marco del cuento, y otras construcciones literarias que transitan por los límites de las múltiples significaciones del relato. La metáfora toma un lugar propio en el campo de la psicoterapia y señala el uso de un medio para adentrarse en el mundo infantil, utilizar su símil para que, por medio del deslizar de la historia de un cuento o un relato, se pueda mostrar al niño un contenido propio de su inconsciente de una forma indirecta que permita la tramitación de aquello que generaría mucha angustia en una forma directa. En este texto se presentarán una serie de metáforas que se utilizan en el contexto psicoterapéutico; el enfoque del presente trabajo es psicodinámico y toma como base los aportes de Sigmund Freud con relación a los cuentos infantiles. La forma de interpretar metafó- ricamente la dinámica psíquica del niño continúa con los aportes de autores posfreudianos en relación con el tema de los cuentos infantiles y el lugar de la metáfora en el proceso psicoterapéutico, tales como los trabajos de Bettelheim sobre el sentido inconsciente de los cuentos infantiles; los elementos propios de la construcción universal del inconsciente en la obra de Jung; y la relación entre el simbolismo y la fantasía en la propuesta de Melanie Klein. El segundo capítulo señala contribuciones de la técnica narrativa para la elaboración de cuentos infantiles. El tercer capítulo muestra la importancia de las metáforas en el proceso psicoterapéutico con ni- ños, y los capítulos siguientes dan cuenta de metáforas que han sido creadas para responder a la necesidad de un proceso de devolución en el contexto de la psicoterapia dinámica. 1 1.1 PSICOANÁLISIS Y NARRATIVA Una de las características del legado freudiano es que se construye a partir de los productos sociales y culturales, se enriquece de estos y genera aportes desde su lugar de lectura del inconsciente. Entre los productos sociales se encuentran las artes. En este sentido, Freud avanzó sobre casi todas las formas de producción artística de su época. En la escultura, con el trabajo sobre “El Moisés” de Miguel Ángel; en la pintura toma como ejemplo el análisis de las pinturas de Leonardo Da Vinci, entre estas “La virgen Santa Ana y el niño”, “La Gioconda” o el boceto de “La cabeza de Medusa”. Freud da cuenta de los efectos psicológicos del teatro en el espectador; avanza en su interés por la poesía en la obra de Goethe y de la narrativa en sus diferentes expresiones. Tal vez sobre el producto artístico que no generó análisis fue la música, en parte por la dificultad que tenía para disfrutarla. Freud evidenció un particular interés por la narrativa, por las moti- vaciones de quien escribe, ejemplo de esto se encuentra en el trabajo que realiza de la obra de Goethe, señalando sus fuentes inconscien- tes, pero también la forma como esta genera efectos en el lector. EN EL TERRENO DE LOS SIMBOLISMOS Y LAS METÁFORAS Ana Rita Russo de Sánchez Jorge Iván Galindo Madero CAPÍTULO UNO Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 2 Bajo el mismo marco histórico y teórico en el que Freud avanza sobre el descubrimiento del origen de la neurosis en las experiencias infantiles, encuentra la relación entre la letra del poeta y la vivencia primitiva del infante. En este sentido Freud señala: Ahora bien, el poeta hace lo mismo que el niño que juega: crea un mun- do de fantasía al que toma muy en serio, vale decir, lo dota de grandes montos de afecto, al tiempo que lo separa tajantemente de la realidad efectiva (Freud, 1904, p.34). Freud ubica cómo en la narrativa se debe vincular la fantasía, ya que esta permite lidiar con los montos afectivos que pueden estar implica- dos en la narración. Esta fantasía está organizada a partir de deseos in- conscientes insatisfechos que presenta la narración fantasiosa y cómo por medio de un cuento infantil o, incluso, una poesía, estas tendrían su origen en el deseo inconsciente insatisfecho que se trasluce en la fantasía del relato. Es decir que el que escribe da cuenta, incluso sin saberlo, de su inconsciente y si su obra es un producto de la sublima- ción, si tiene un lugar y una aprobación en la cultura, establecerá un encuentro con el inconsciente del lector, con sus fantasías, con sus deseos. Freud señala cómo las fantasías cambian en su contenido en las dife- rentes edades y contextos evolutivos, por esto no es lo mismo el interés de lectura de una niña que el de una adolescente o de una mujer adul- ta. Aunque el mecanismo inconsciente es el mismo: “la realización por medio de la fantasía del deseo inconsciente”, afirma que: En la mujer joven predominan casi exclusivamente los eróticos, pues su ambición acaba, en general, en el querer-alcanzar amoroso; en el hombre joven, junto a los deseos eróticos cobran urgencia los egoístas y de ambición (Freud, 1908, p. 34). Entonces el poeta o el escritor, aquel que desarrolló una producción sublimatoria mediante la letra, realiza una acción de particular interés, En el terreno de los simbolismos y las metáforas 3 devela el inconsciente en su escrito, incluso sin saberlo, y este escrito genera un efecto inconsciente en el lector. Cuando Freud escribe “El poeta y los sueñosdiurnos”, no hace más que develar este arcano. Por esto Freud no solo se interesó por las motivaciones inconscientes que se podían develar del artista con la obra de arte, sino también en los efectos que esto tenía en el que la apreciaba. Se señala, entonces, que los productos de la sublimación son bidireccionales: no solo es la vía de construcción del poeta, son los efectos que produce en el lector los que permiten un cierre necesario para señalar que exista la sublimación. 1.2 PSICOANÁLISIS Y LINGÜÍSTICA REFLEXIONES PSICODINÁMICAS SOBRE LA METÁFORA Hacía mucho tiempo que el concepto de lo inconsciente golpeaba a las puertas de la psicología para ser admitido. Filosofía y literatura jugaron con él harto a menudo, pero la ciencia no sabía emplearlo (Freud, 1940, p.80). Una metáfora es una figura de la retórica que modifica el sentido de las palabras produciendo un nuevo sentido. Su uso se remonta a Aristóte- les, quien la define como “imitar por medios diferentes”. La metáfora nos presenta una idea, una situación desde otro lugar del observador. El escritor antiguo Horacio señala que la metáfora permite hacer si- militudes y armonías entre las cosas. La propuesta psicoanalítica de Sigmund Freud se encuentra atravesada por la interpretación de sim- bolismos, por el estudio de la condensación y el desplazamiento como la vía directa para dar cuenta del contenido inconsciente. Desde la in- auguración del psicoanálisis, con el texto de 1900 titulado La interpre- tación de los sueños, el acto de la interpretación implica reconocer cómo detrás de una metáfora se puede encontrar el contenido inconsciente y, a su vez, cómo el uso de la metáfora en la interpretación va por la misma vía. Es aprovechar el sentido de la metáfora para dar a conocer al paciente un segundo sentido de una frase o una situación. Para Freud la condensación y desplazamiento son dos funciones básicas Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 4 para la elaboración de productos que avanzan desde el inconsciente al consciente; estos no están solo articulados al sueño sino que en diver- sas formaciones del inconsciente, como los chistes, los síntomas y las fantasías, su estructura también se encuentra en los cuentos infantiles, juegos y en las metáforas que tanto interés generan en los niños. En el proceso de condensación surge en el consciente un contenido al que se encuentran anudados varios contenidos inconscientes; al encontrarse disfrazadas varias representaciones en una, estas se con- vierten en un mecanismo válido para engañar la censura y sostener contenidos inconscientes. En el proceso de desplazamiento una repre- sentación que por su contenido de carácter afectivo es rechazada por el consciente, es ligada a otra representación menos perturbadora y con la cual existe algún tipo de conexión que, incluso, puede ser contingente. De esta forma surge en la consciencia una representación disfrazada tras otra. Los cuentos infantiles y las metáforas tienen valor para la compren- sión de la vida infantil, ya que su contenido está organizado a partir de condensaciones y desplazamientos, los cuales juegan con los procesos de la censura y de esta forma develan, sin generar mucha angustia, los conflictos inconscientes. La metáfora expresa dos niveles de interpretación del sentido; de la misma forma que en el sueño existe un contenido manifiesto y otro latente, uno que se encuentra del lado de la consciencia y otro que discurre desde el inconsciente, en la metáfora existe una relación entre lo que se presenta y lo que se dice en forma encubierta. Comprender la metáfora es comprender cómo funciona el chiste, tal como lo expresa- ba Freud en 1909 al mostrar que todo chiste tiene dos sentidos que son captados por el sujeto: uno consciente que puede ser, incluso, de poco aparente valor para el que lo escucha, y otro que se encuentra vincula- do con los contenidos inconscientes y que, de forma velada, ha hecho consciencia por medio de lo que el chiste expresa en su doble sentido. En el terreno de los simbolismos y las metáforas 5 El tema de la metáfora no tiene registro explícito en la obra de Freud debido a que no se habían desarrollado los principios de la lingüística que soportan este tema; Freud lo intuyó cuando describía la condensa- ción y el desplazamiento, el síntoma, la formas del chiste, entre otras manifestaciones del inconsciente. Las metáforas también se encuentran en los juegos infantiles y en este punto basta solo recordar el famoso juego de Fort–da que nos presenta Freud en 1920, en el que un sobrino, utilizando un carretel y un hilo, hace representación de la presencia y ausencia de la madre. La metáfo- ra permite elaborar la realidad interna y externa que implica el mundo infantil, y se convierte en una herramienta para recrear la realidad mediante el juego y hacerla más comprensible para el niño. Sin embargo, en 1905, Freud ya evidenciaba el valor de las metáforas en el mundo infantil, en el análisis del caso Juanito, en el que por medio de condensaciones y desplazamientos ubica el doble sentido del síntoma de la fobia a los caballos, pero también del sentido metafórico de las jirafas y otros medios de los que se valía el infante para dar y no dar a conocer su conflicto. REFLEXIONES PSICODINÁMICAS SOBRE EL CUENTO El acto de relatar, de recrear la realidad, es una necesidad humana. Toda cultura implica un acto de tradición oral en la que se realizan relatos de héroes del pasado, se generan explicaciones sobre el origen y el presente de un pueblo e, incluso, de temas tan esenciales como el origen de la vida. Se afirma sin vacilación que, desde el hombre primi- tivo hasta nuestros días, existe en el ser humano una clara necesidad de recrear su realidad para comprenderla y hacerla más soportable. De las diferentes formas de la narrativa que se fueron consolidando en la historia de Occidente, como la mitología, la fábula o la leyenda, el cuento ha ocupado un lugar particular; este tiene una flexibilidad que Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 6 le permite que se depositen en su trama recortes de la realidad y de la fantasía sin que se presente algún tipo de contradicción. El cuento tiene la característica de que libera a los seres humanos de los tiempos y las circunstancias rigurosas sin perder el contacto con la lógica de lo real. Entre los cuentos, los infantiles tienen un lugar de gran importancia para el niño que se encuentra en el proceso de pasar del principio del placer al de la realidad; el infante encuentra en el re- lato una forma de adentrarse en el universo de lo simbólico y a partir de este tomar herramientas para comprender su realidad. En el cuento circulan el deseo, la frustración, los conflictos, los problemas del desa- rrollo, las figuras de identificación del héroe y el villano, y la maqueta sobre la cual organiza su propia novela familiar. En el cuento son las palabras de otro las que le muestran al niño una forma de comprender la realidad, es por esto que el infante se identifica con el relato al mismo tiempo que lo sorprende. Es relevante pensar por qué hay cuentos que perduran. ¿Qué hace que la bella durmiente, caperucita roja o el gato con botas se cuenten de generación en generación, despertando en los niños tanto interés, in- cluso, por la repetición continuada del mismo relato?, ¿cuáles son las implicaciones psíquicas que tiene el cuento para un niño?, ¿cuáles son las explicaciones de esta repetición? Estas son preguntas que hacen que el cuento cobre interés para el psicoanálisis en general y para todo aquel que esté trabajando desde los principios del inconsciente para dar cuenta de la dinámica psíquica en la infancia. En la obra de Sigmund Freud se ubica un interés claro por mostrar el lugar y los efectos de los cuentos infantiles en los niños e, incluso, en los adultos. Uno de los primeros artículos en los que Freud mostró los efectos delas narrativa en el sujeto, se titula “Personajes psicopáticos en el teatro” (1906); allí escribe: “Es otro, y no él, quien actúa y sufre En el terreno de los simbolismos y las metáforas 7 en la escena y en segundo lugar se trata sólo de una ficción que nunca podría llegar a amenazar su seguridad” (Freud, 1906, p. 80). Freud señala que las narraciones propician mecanismos de identifica- ción psíquica mediante los cuales el lector o escucha vivencia psicoló- gicamente las situaciones del personaje del relato con la seguridad de que es algo que le sucede a otra persona y de esta forma se compromete con la historia relatada. En su texto de 1909, “La novela familiar del neurótico”, encuentra en la idealización que hacen los niños de sus padres, elementos comunes a los príncipes, princesas, brujas y hadas de los cuentos infantiles. En la presentación de 1909, a propósito de un caso de neurosis obsesiva, también conocido como “El hombre de las ratas”, Freud explica parte de la interpretación del terror a las ratas de este paciente a partir del cuento “El flautista de Hamelín”, igual hará con el caso “Hombre de los lobos” (1913), señalando el carácter inconsciente de este personaje en diversos cuentos infantiles y cuáles fueron los efectos de estas narraciones en el paciente. El cuento puede tener un efecto duradero en el sujeto. En su artículo “Materiales del cuento tradicional en los sueños” (1913), Freud afirma: “En algunas personas el recuerdo de sus cuentos preferidos ha remplaza- do a sus recuerdos infantiles propios, elevando los cuentos tradicionales a la condición de recuerdos encubridores” (Freud, 1912, p. 69). Freud muestra en este breve texto cómo los cuentos son vía para com- prender la vida psíquica debido a que hacen parte del material con que el sujeto organiza y da sentido a sus contenidos inconscientes. Freud ubica al cuento como una formación que encubre el deseo in- consciente y en esto consiste su magia, al develar en medio de conden- saciones y desplazamientos aquello que le es común a todo neurótico. Estas apreciaciones de Freud con referencia al cuento nos llevan a uno de los trabajos más importantes de Otto Rank: El nacimiento del mito del héroe, en el que señala cómo el héroe de cuentos y mitos tiene una Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 8 importante facilidad identificatoria para aquel que sigue sus hazañas; tales ideas son trabajadas a su vez por Freud en su texto “Personajes psicopáticos en el teatro”. En el contexto de los autores posfreudianos se sostuvo el interés por el estudio de la narrativa de los cuentos infantiles, y es de resaltar el traba- jo de Bruno Bettelheim en su texto Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Este autor señala cómo los cuentos infantiles tienen como misión el crecimiento psicológico del niño; mediante el cuento, el niño puede reconocer sus sentimientos, pues se ubican temas como la rivalidad fraterna, la rivalidad hacia los padres, el amor edípico y sus implica- ciones identificadoras, el temor a crecer, el avance hacia la pubertad y la adolescencia. Los cuentos son universales, ya que responden a los complejos que nos hacen humanos y perfilan formas de solución a los conflictos que nos son propios. Uno de los aspectos que se debe resaltar en la obra de Bettelheim es la forma como da cuenta del efecto tera- péutico de los cuentos infantiles, ya que mediante su vivencia el niño resignifica sus experiencias y encuentra nuevas formas para compren- der su presente. Según Bettelheim, los efectos de los cuentos infantiles también depen- den de la edad, el sexo y la historia del niño; los cuentos infantiles le permiten al niño avanzar hacia el principio de la realidad y actuar conforme a lo que ha aprendido de los relatos. Además, señala que los cuentos, dependiendo de los contenidos que manejen, le permiten al niño resignificar diferentes formas de conflictos; por ejemplo, en el cuento “Los tres cerditos” se evidencian las ventajas de crecimiento intelectual y físico, y la necesidad de esforzarse para obtener recom- pensas. 1.3 SIMBÓLICO, SIMBOLISMO Y PSICOANÁLISIS Un texto que señale la íntima relación que tiene el psicoanálisis y la teoría psicodinámica con el tema de las metáforas y sus simbolismos es En el terreno de los simbolismos y las metáforas 9 una labor que abre diversos caminos teóricos, los cuales inician y ter- minan en el escritorio de Sigmund Freud. Reconocido en la historia por sus aportes desde la clínica en el tratamiento de los pacientes neuróti- cos, Freud no solo se encontró con el inconsciente en su consultorio, sino que además lo logró leer en las fábulas, los cuentos infantiles y las construcciones mitológicas. Este estudio de lo simbólico aún despierta preguntas y genera controversias y cuestionamientos entre los teóricos que lo discuten, pero también por parte de los detractores de la teoría psicoanalítica. Uno de los temas de mayor interés para el psicoanálisis es el estudio de lo simbólico, y en la obra de Freud este análisis adquiere valor al dar cuenta de la relación entre lo simbolizado y su representación in- consciente. Es decir, cómo un símbolo puede tener igual o diversa re-ómo un símbolo puede tener igual o diversa re-mo un símbolo puede tener igual o diversa re- presentación simbólica para sujetos en un mismo contexto cultural e, incluso, traspasando este. Aquí es posible entonces adentrarse en el te- rreno mítico del inconsciente colectivo y su arquetipo, y en este punto se abre la controversia con Carl Jung, quien reconoce y profundiza en el estudio de los símbolos y su representatividad cultural. Desde el mismo inicio del período pre-psicoanalítico en el que Freud se pregunta sobre la relación entre el simbolismo y el síntoma histérico, lo encontramos en compañía de Josef Breuer tratando de encontrar el sentido de los síntomas, es decir, estudiando cómo se produce este efecto en el cuerpo que habla en otro sentido lo que la boca de la paciente no puede pronunciar. En estudios sobre la histeria, publica-, publica- dos en 1895, ya se encuentran estos vínculos que parecen casi directos en la presentación de algunos síntomas, y la forma como se comprende su simbolización; así, por ejemplo, se nombra al vómito como la mani- festación de un placer reprimido. Un verdadero tratado sobre lo simbólico, en el sentido freudiano, es el texto de 1900, La interpretación de los sueños; utilizando la regla fun- damental de la asociación libre, Freud avanza en la relación entre lo Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 10 simbolizado y el inconsciente, encuentra una relación directa entre uno y otro en los llamados sueños típicos, que despiertan interés por la posibilidad de una interpretación fija o universal de los mismos, pero también preocupación por el uso indiscriminado e irresponsable que se puede hacer de ello. La relación entre lo simbólico y los niveles de metaforización que im- plican presenta un punto de reflexión importante cuando se comparan los sueños de los niños y los sueños de los adultos. Freud afirma que los sueños infantiles tienen una relación más directa entre lo simbolizado y el inconsciente, mientras que los sueños de los adultos presentan una mayor complejidad en su simbolización. En el adulto, la censura del sueño y los procesos de condensación y desplazamiento generan mayor número de simbolismos; los sueños infantiles son más cercanos a la forma como se simbolizan los sueños típicos. Esta es una discusión que continuará desde lo evolutivo y su vinculación con las producciones simbólicas; por ahora, es importante recalcarla como otra arista para descifrar el tema de la relación entre símbolos e inconsciente. Freud lo realiza por la vía del lenguaje y de esta manera formula cómo estos sueños se organizan por la relación entre las palabras en su sonido o, como diría Ferdinand de Saussure, desde la imagen acústica, así como la expresión francesaVieux Marcheur puede significar subir una escale- ra, o también cortejar a una mujer, este sería el origen de sueños en los que el acto de subir implica un componente sexual. Aunque Freud mantiene su preocupación por la interpretación directa del símbolo y lo inconsciente, utiliza formas de interpretación directa desde el símbolo hacia su representación inconsciente una y otra vez. Esto se evidencia en el tratamiento que hace de los dos sueños de Dora en su caso de 1905, pero también más allá de los sueños muestra otras formas del encontrarse con lo simbólico cuando interpreta el juego de Dora con su pequeño bolso durante la consulta, el cual lo relaciona en forma directa con los genitales femeninos. En el terreno de los simbolismos y las metáforas 11 El tema se esclarece un poco más, cuando hace la propuesta de la no- vela familiar del neurótico; a partir de las experiencias comunes a todo neurótico, ligadas a las formas de relación con las figuras parentales, se puede explicar este interés universal por lo que, desde lo simbólico, presentan los cuentos infantiles: historias de príncipes y princesas, re- yes y reinas que desde el campo de la condensación y el desplazamiento nos muestran situaciones y escenas que metaforizan las vivencias pre- edípica y edípica. Se hace evidente la forma como Freud imprime un valor a la temática de las metáforas y los cuentos infantiles cuando se revisa el caso de 1909 de neurosis obsesiva, “El hombre de las ratas”; valiéndose de los cuentos infantiles como “El flautista de Hamelín”, demuestra cómo se puede realizar una equivalencia simbólica entre las ratas y los niños tanto en el cuento como en los contenidos inconscientes de los que sufre el paciente. A medida que se avanza en el reconocimiento de este mundo simbó- lico, se evidencia un aspecto importante que debe resaltarse: existen muchas posibilidades de simbolización, pero los temas son casi siempre remitidos a unas pocas fuentes: la sexualidad, los padres, la muerte, el cuerpo, el nacimiento, y estas pueden señalarse como lugares comunes de lo simbolizado. Más allá de su valor antropológico, el texto de 1912, Tótem y tabú, seña- la la incursión de Freud en el campo de las relaciones simbólicas com- prendidas desde las construcciones culturales, como el mito y su sig- nificación simbólica. Este estudio del mito lo llevará a la formulación del surgimiento del sujeto de la cultura a partir de lo que se llamará “el mito del padre de la horda primitiva”. Pero también analizará, incluso, el lado siniestro de estas construcciones culturales, encontrando en los fantasmas y los demonios manifestaciones simbólicas de los conflictos psíquicos que todos compartimos como sujetos de una cultura. Una vez más esta relación de compromiso entre lo simbolizado y lo incons-ás esta relación de compromiso entre lo simbolizado y lo incons-s esta relación de compromiso entre lo simbolizado y lo incons- Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 12 ciente se hace clara tanto para la psicología individual como para la psicología de las masas. En 1913, en el artículo titulado “Sueños con contenidos de cuentos infantiles”, se muestra al inicio cómo los cuentos para niños generan una profunda huella en el sujeto, tanto así que la mayoría de nosotros tenemos uno en especial que recordamos. Con relación a esto, Freud señala el concepto de los recuerdos encubridores y hace pensar que los cuentos infantiles presentan en su contenido una deformación de nuestros propios conflictos psíquicos. CARL JUNG Y LO SIMBÓLICO Símbolos, simbolismo, cultura, mitos, leyendas, cuentos, son temas en los que el legado de Carl Jung al psicoanálisis está muy presente. Mu- cho se ha escrito sobre esta compleja relación personal y teórica entre Jung y Freud. Lo que queda claro es cómo uno influyó sobre el otro; es tiempo de señalar cuál es la lectura que hace Jung sobre el tema de lo simbólico que lo compromete con los conceptos de arquetipos e in- consciente colectivo. La compresión del simbolismo en la obra de Jung no es un tema que pueda abordarse en unos cuantos párrafos; cumplir ese objetivo sobrepa- saría los alcances de este texto. Sin embargo, uno de los puntos básicos al respecto es señalar qué entiende este autor por arquetipos. Los describe como fenómenos universales, es decir, son en esencia una posibilidad para ser develada en cada sujeto; no son imágenes mentales depositadas en el inconsciente, como cualquier principiante en el campo junguiano podría pensar, son posibilidades heredadas de representaciones. Los motivos que presentan los arquetipos son universales y estos toma- rán forma en mitos, leyendas y cuentos; es una labor analítica lograr descifrarlos. Una diferencia clara en la forma como Freud avanza sobre las relaciones entre los símbolos colectivos y la forma como el sujeto En el terreno de los simbolismos y las metáforas 13 los interpreta, es que señala las fuentes del mismo en la lingüística o en los complejos que evolutivamente se van presentando en el transcurso de la infancia. Jung se remite a fuerzas que implican tanto filogenéti- camente como onto-genéticamente al individuo, y genera una teoriza- ción que retomará conceptos como “energía cósmica”. Los arquetipos hacen parte de las formaciones del inconsciente co- lectivo, el cual es entendido como el inconsciente objetivo, mientras el individual lo nombra como el subjetivo. En el estudio sobre el in- consciente, Jung realiza una diferenciación entre el signo y el símbo- lo; mientras el símbolo implica una representación que lleva a otro sentido, a un sentido inconsciente que debe ser descifrado, el signo es simple y obvio en su interpretación. Lo simbólico, por sus múltiples sentidos, implica al lenguaje que se utiliza en el discurso religioso, en las descripciones mitológicas, en las metáforas y los cuentos infantiles. Movidos por discusiones teóricas, con fuertes componentes personales, Freud y Jung toman caminos diferentes, lo cual es claro en la obra freu- diana en textos como Historia del movimiento psicoanalítico, de 1914. Sin embargo, para Freud el tema de los cuentos infantiles continuará revelándose en sus casos clínicos y esto se trasluce en “El hombre de los lobos”; aquí entra de nuevo en el campo de la fábula para comprender el simbolismo del sentido onírico que presenta el paciente, y también para dar cuenta de las razones de su temor infantil a los lobos. Luego de 1920, la teoría freudiana presenta importantes transformacio- nes, pero no por esto dejan de tener importancia las teorizaciones sobre lo simbólico, el interés por los mitos, las fábulas y los cuentos infantiles. La interpretación desde lo simbólico se hace evidente en estudios como Una neurosis demoniaca del siglo XVII, en el que retoma nuevamente el tema del demonio como una construcción metafórica que remite al conflicto psíquico, en este caso se amplía al tema del padre. En el artícu- lo de 1927, “El porvenir de una ilusión”, se muestra la construcción de Dios como un desplazamiento de los imagos parentales. Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 14 LA VISIÓN DE OTROS AUTORES Luego de la muerte de Freud, la gran mayoría de los autores de las di- versas escuelas psicoanalíticas se remiten al tema de los símbolos y lo simbólico. En la obra de Jacques Lacan el tema de lo simbólico se dis- tingue con claridad del signo y del símbolo; lo simbólico se convierte en uno de los tres registros sobre los cuales explica la dinámica psíquica junto con lo real y lo imaginario, es decir, en este autor lo simbólico remite a la cultura, al lenguaje y a la posibilidad de colocar en palabras lo inconsciente. A diferencia de la obra de Lacan, en la propuesta que realiza Melanie Klein no existe una distinción tan clara entre simbólico y simbolismo, y este último se encontrará en íntima relación con el tema de la fanta- sía. En Klein, la correspondencia entre el simbolismoy lo inconsciente es clara; esto se convierte en fundamento para señalar el simbolismo del juego, es decir, cómo los juguetes que el niño utiliza y el contenido del juego son una forma de expresión de los conflictos inconscientes; jugar respondería a los mismos principios de la metáfora y la metoni- mia, de la condensación y el desplazamiento, y cuenta con elementos de interpretación fija, de la misma forma que los sueños típicos que presentaba Freud. Klein avanza su trabajo en el campo del simbolismo y la sublimación y anuncia que simbolizar es llevar la fantasía a otro nivel, es decir, generar un proceso de sublimación de la misma. De esta forma, los in- tereses, los comportamientos y las acciones en general también pueden tener su origen en el carácter libidinal de la fantasía, y ser sublimados en actos que implican un nivel de simbolización o simbólico. Las primeras y primitivas formas del simbolismo implican las relaciones proyectivas e introyectivas que el niño sostiene con los objetos externos en los que proyecta y simboliza, en lo externo, las propias partes de su cuerpo. Luego que se avanza en el desarrollo evolutivo, los juguetes y el En el terreno de los simbolismos y las metáforas 15 contenido del juego son los que simbolizan la vida psíquica infantil. Se puede concluir este punto afirmando que es sobre el simbolismo que el niño construye su relación con el mundo exterior. En la obra de Sigmund Freud, la existencia de un universo simbólico señala esa necesidad humana de transitar entre desplazamientos y con- densaciones, metáforas y metonimias. El simbolismo es la expresión de algo que se encuentra en otro lugar, que se dice entre lo manifiesto y lo latente que permite su sentido. Puede ser la expresión de un deseo inconsciente, de un conflicto psíquico o de la defensa frente un conte- nido intolerable. El simbolismo no solo remite a la letra; un comporta- miento puede tener un sentido simbólico e, incluso, una idea, siempre y cuando tenga esa posibilidad de mostrar, como las dos caras de una moneda, un sentido consciente y otro inconsciente. La forma como se organizan estos contenidos para metaforizarse desde el inconsciente al consciente responde a los principios que permiten el trámite del proce- so primario al proceso secundario. Freud, en La interpretación de los sueños, señala algunos principios que organizan estos simbolismos y que se pueden encontrar por alusión, por contrastes, por oposición; ejemplo de este último es la desnudez que se simboliza por los vestidos en un sueño; en otros, funcionaría muy bien la explicación por contraste o por continuidad. En tanto el simbolismo remite a una necesidad de colocar en el con- tenido manifiesto lo que puede resultar insoportable del contenido la- tente, no es de sorprender que cuando se hace el desciframiento del mismo se encuentren todos estos contenidos que Freud en alguna oca- sión nombró como lo intolerable. Es por esto que en las interpretaciones freudianas y klenianas es común encontrarse con contenidos de tipo sexual. Pero no se pueden remitir solo a esto, y es así como el tema de los complejos, la vida, el nacimiento y la muerte sobresalen en otras lecturas sobre los simbolismos. Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 16 1.4 LA IDENTIFICACIÓN ¿Qué nos lleva a sorprendernos leyendo con avidez una novela?, ¿qué propicia tal intensidad de emociones al espectador de una obra de cine o teatro?, ¿qué hace que un niño vuele con su imaginación al mundo de Peter Pan? Freud anuncia que en el espectador existe una necesidad de ser un protagonista, de vivir aventuras, de ser el centro de una his- toria. El espectador de una obra de teatro y el niño que lee un cuento ocupan el lugar de un sujeto. Sujeto que, en forma activa, vivencia lo que se le propone como la narrativa; la lectura de un cuento o una me- táfora se convierte en el campo para hacer una descarga de su afectos propiciados por la identificación con lo que le sucede al protagonista de la narración, como también por la tensión psicológica que proporciona la escena. Freud (1906) señala al respecto: Este fin cabe mencionar en primera línea, no cabe duda, el desahogo de los afectos del espectador. Y el goce que de ahí resulta responde, por una parte, al alivio que proporciona una amplia descarga, y por la otra, aca- so, a la coexcitación sexual que, según cabe suponer, se obtiene como ganancia colateral a raíz de todo desarrollo afectivo y brinda al hombre el sentimiento, que tanto anhela tener, de una tensión creciente que eleva su nivel psíquico (p.80). En este proceso de la identificación del lector con la narración, del es- pectador con la obra de teatro, o del niño con el cuento infantil, existe la problematización del hecho de que, al vivenciar a través del protago- nista de la narrativa, también se encuentre con sus conflictos e incluso con el dolor, pero la narración genera un aliciente a esta experiencia, es otro a quien le sucede esto y, por otra parte, al final de la narración resultará seguramente triunfador. Esta distancia propiciada que es a otro quien le sucede el evento y que, al mismo tiempo, ese podría ser yo, es un efecto psicológico de gran importancia para comprender a este espectador participante. Freud señala: En el terreno de los simbolismos y las metáforas 17 Por eso la premisa de su goce es la ilusión; o sea: el penar es amortigua- do por la certeza de que, en primer lugar, es otro el que ahí, en la escena, actúa y pena, y en segundo lugar, se trata sólo de un juego teatral que no puede hacer peligrar su seguridad personal. En tales circunstancias pue- de gozarse como «grande», entregarse sin temor a mociones sofocadas, como lo son sus ansias de libertad en lo religioso, lo político, lo social y lo sexual, y desahogarse en todas direcciones dentro de cada una de las grandiosas escenas de esa vida que ahí se figura (Freud, 1906, p.80). Por último, en esta dinámica inconsciente, ¿qué lugar juegan los con- tenidos reprimidos? La represión expresa básicamente los mecanismos que delegan al inconsciente aquellos contenidos psíquicos que pueden ser perturbadores al yo. Esta represión siempre es un proceso fallido que tiene como consecuencia que lo reprimido tiende a hacerse consciente por diversos medios. De esta forma, lo reprimido puede encontrar en la narración la posibilidad de hacer consciente contenidos inadmisibles a la consciencia, bajo el principio de que es una narración, es un cuento, una fantasía y de que lo que sucede, no me ocurre a mí; es algo que vive otro. Ahora se puede pensar en estos elementos a partir de la dinámica in- fantil, de lo que sucede con un niño que participa activamente de la lectura de un cuento o relato. De hecho, hay una diferencia con el adulto; mientras el adulto encuentra en el relato una vía de retorno a las fuentes infantiles, el niño ubica en el cuento lo que está viviendo en su presente. Es decir, que la relación con la fuente es mucho más cercana por no decir inmediata. El niño desarrolla el mismo proceso de identificación con los personajes y vivirá con ellos los mismos su- frimientos y triunfos, presentándose una diferencia con el adulto: el yo del niño se encuentra en un proceso de organización, las defensas no se han consolidado del todo y por esto se encontrará más cómodo con relatos en los que la distancia que ofrece la fantasía y los relatos de cuentos que suceden en otras épocas y lugares lejanos como en las fábulas, le propician mayor seguridad. Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 18 La metáfora es una de las construcciones narrativas que acompaña a los niños durante la infancia a través de los cuentos, los cuales abren la puerta al mundo de lo infantil para dar a conocer sus conflictos, sus deseos, fantasías y también sus frustraciones. En el sentido metafórico que nos ofrece el cuento, el terapeuta de niños encontrará la clave para abrirla puerta del inconsciente infantil. Por intermedio de la metáfora el terapeuta de niños logra mostrarle el contenido propio de la representación de sus vivencias de manera indirecta, acercándolo al contenido angustioso. La metáfora expresa dos niveles de interpretación del sentido, de la misma forma que en el sueño existe un contenido manifiesto y otro la- tente. La metáfora, en la entrevista de devolución, le permite al niño el reconocimiento de aquello que le es desconocido y con la presentación de esta, el niño desarrollará el mismo proceso de identificación que con los cuentos. Por intermedio de los personajes se reviven conflictos, emociones, tipos de relación vincular y defensas, como medio simbóli- co de representación de su historia. 19 2.1 LAS METÁFORAS: ARTE Y TÉCNICA La creación de cuentos y metáforas en el contexto psicoterapéutico implica establecer un contenido y sentido del mismo con unos pro- pósitos específicos en el campo de la entrevista de devolución. La creación de las metáforas que se presentan en este texto responde a muchos años de experiencia clínica, pero también al estudio de los diversos campos que hacen parte de los marcos conceptuales de la psicoterapia infantil. En primera instancia, el estudio de la psicología evolutiva genera el conocimiento necesario acerca de las diferentes etapas y momentos que se presentan en el proceso de desarrollo psicoafectivo, es decir, los componentes biológicos, afectivos y relacionales, cognitivos y psicosociales que nos permiten comprender la infancia en sus crisis normales. Esto es de especial interés para señalar en las metáforas cuál es el camino normal que debe presentar el desarrollo infantil, sus crisis evolutivas y los modos de resolución de estas. CREAR METÁFORAS EN EL CONTEXTO PSICOTERAPÉUTICO Ana Rita Russo de Sánchez Jorge Iván Galindo Madero CAPÍTULO DOS Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 20 Otra disciplina que nutre todas estas experiencias de creación y ela- boración de metáforas para niños en contextos psicoterapéuticos es la psicopatología infantil. De ella se retoma el estudio de los trastor- nos psicológicos en la infancia en su etiología, desarrollo y curso; este contenido teórico es importante para conceptualizar en las metáforas cómo se presenta lo sintomático y cuál es el posible trasfondo de este. Los principios de la teoría psicodinámica atraviesan el contenido de todas las metáforas, partiendo de las enseñanzas de Sigmund Freud, quien señaló el camino a transitar en el desarrollo psicosexual del niño y generó una nueva visión de lo que implica la infancia. Autores posfreudianos, como Ana Freud, Melanie Klein, Donnald Win- nicott y Erick Erikson, entre otros, retoman el legado de Freud y fundan una psicología evolutiva desde los principios psicoanalíticos. De mane- ra específica, este texto retoma el concepto de desarrollo psicoafectivo que se propone desde la Maestría en Psicología de la Universidad del Norte y el Programa PISOTÓN para el Desarrollo Psicoafectivo. Remite a un modelo integrador de aspectos biológicos, afectivos y relacionales, cognitivos y psicosociales que permiten la compresión de la evolutiva y la psicopatología infantil. La creación de las metáforas no solo implica el estudio del campo psi- cológico y psicopatológico, también contempla el análisis del campo de la lingüística que permite conocer la forma como se organiza y funcio- na la metáfora, y los principios estilísticos para su presentación. A continuación se presenta una recopilación de esta experiencia, en la que confluyen la experiencia clínica, el conocimiento teórico de la psicología y la psicopatología, los apuntes desde la lingüística para la redacción de las mismas y, sobre todo, se hace énfasis en el conoci- miento en la teoría psicodinámica, y cómo la clave para la creación de una metáfora para el campo de la psicoterapia implica algo de arte y mucha creatividad. Crear metáforas en el contexto psicoterapéutico 21 La creación de metáforas también implica una sensibilidad especial frente a lo infantil; una metáfora solo se puede elaborar si se cuenta con la experiencia clínica, con la vivencia de adentrarse en el mundo infantil. Es por esto que el proceso de escritura de las mismas da cuenta de una praxis que implica, incluso, a la subjetividad del que la presenta. 2.2 IMPLICACIONES TEÓRICAS PARA LA ELABORACIÓN DE METÁFORAS EN EL CONTEXTO PSICOTERAPÉUTICO La creación de la metáfora responde a una necesidad que se evidencia en la actividad del psicoterapeuta de niños. Aunque los conflictos in- fantiles son únicos y particulares por la historia que conlleva a la pre- sentación de los síntomas y la consolidación de un conflicto, estos se encuentran enmarcados en un proceso evolutivo que por diversos mo- tivos ha tomado los rumbos de la regresión, la fijación y la formación de síntomas. Luego de muchos años de experiencia, en la Especializa- ción y Maestría en Psicología Clínica de la Universidad del Norte se lo- graron ubicar unos marcos evolutivos sobre los cuales se presentan los conflictos infantiles. Estos marcos se expresan en conflictos del niño con sus impulsos, conflictos con las figuras parentales, propiciados por los procesos de adaptación del niño a la realidad y hechos críticos, que Anna Freud, en 1920, reconoce como conflictos en el desarrollo, tales como la separación de los padres, la muerte de un familiar, la violencia intrafamiliar, entre otros. En otros casos, los conflictos se generan por diferencias con los her- manos y se propician por la rivalidad y los celos. Una vez definido el problema, se avanza sobre la creación de la metáfora y los marcos sobre los cuales se instauran los conflictos infantiles, se identifican los per- sonajes implicados en el conflicto: padre, madre, hermanos u otros fa- miliares. En el caso de que el conflicto sea intrapsíquico, se definen las instancias psíquicas: ello, yo, superyó, ideal del yo, etc. Los implicados en la escena pasan a ser metaforizados por animales e, incluso, objetos que los representan desde lo manifiesto hacia lo latente. Los personajes, Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 22 el conflicto y los afectos se sostienen en el contenido manifiesto de la metáfora. En este momento se avanza el desarrollo de la metáfora a su desenlace. En el contexto psicoterapéutico, el desenlace de la historia se puede dejar a opción del infante, propiciando de esta forma mecanismos de identificación lo que permite evaluar los recursos yoicos para la solu- ción del conflicto desde la escena de aparente distancia que propicia la metáfora. Otra forma es cuando el terapeuta indica el final de la histo- ria y amplía así las posibilidades de hacer consciente nuevos caminos de solución del conflicto. Lo que nos muestra la metáfora, sin importar el punto geográfico en donde tenga lugar, es la capacidad de revelar contenidos inconscientes del conflicto del niño, llevando al terreno del yo sus expectativas, fan- tasías, formas de vínculo, idealizaciones y temores, lo que hace que la metáfora sea de su interés. LO PARTICULAR Y LO GENERAL DENTRO DEL CONTEXTO TERAPÉUTICO Los conflictos infantiles son únicos y particulares; el contexto de la entrevista de devolución parte del reconocimiento de que la metáfora que se va a relatar es única para ese paciente, es decir, la forma como se relata la metáfora, su entonación, el tiempo de su presentación e, incluso, los pequeños cambios que se van a realizar en su contenido, solo se entienden desde lo singular de la historia del niño y el contexto transferencial y contra-transferencial que soporta el proceso. Las metáforas que se presentan en este texto no deben ser leídas al niño en forma mecánica, sin tener en cuenta lo particular de cada historia infantil que llega a consulta. Siendo el conflicto el que ha conllevado a la presentación de los síntomas, estos se encuentranenmarcados en una evolutiva que, como ya se mencionó, ha tomado rumbos como la Crear metáforas en el contexto psicoterapéutico 23 regresión, la fijación y la formación de diferentes manifestaciones del conflicto psicológico. Surge entonces la pregunta acerca de cómo se puede elaborar una me- táfora en los procesos de devolución si cada historia es particular. Esta pregunta la responde la misma tradición psicoanalítica que nos mues- tra cómo el psicoanálisis es un método de investigación que parte de lo particular de cada caso para encontrar, desde la evolutiva normal, los caminos que se presentan en su alteración patológica; para cada niño transitará de acuerdo con su historia y la forma como responde a esta. Por lo anterior, una primera consideración teórica para la elaboración de metáforas en el contexto psicoterapéutico es reflexionar sobre cómo estas tienen un marco evolutivo que las soporta, pero también una his- toria particular que las limita y las obliga a pensarse desde los aspectos subjetivos de cada caso. El inconsciente y su simbología El estudio del inconsciente en sus consideraciones económicas, tópicas y estructurales es un requerimiento básico para comprender cómo la metáfora genera efectos en el psiquismo infantil. Las reflexiones teóri- cas en relación a cómo se genera el conflicto psíquico, las particulari- dades del proceso de defensa, cómo se presenta lo traumático y cuáles son los efectos psíquicos de este, son puntos que se articulan en la construcción de una metáfora para trabajar en el campo infantil. En este espacio de conceptualización de los elementos que consolidan un trabajo acerca de los pilares teóricos que favorecen la elaboración de metáforas para niños en contextos terapéuticos, se encuentra el estudio de la “Simbología y el inconsciente”. En la obra de Sigmund Freud la simbología se articula en varios espacios de estudio, uno de los princi- pales es el que encontramos en el texto La interpretación de los sueños, publicado en 1900. Aquí Freud describe sueños recurrentes en neuróti- Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 24 cos, y señala cómo estos sueños conllevan a una interpretación directa; son los llamados sueños típicos: soñar que se está desnudo, que sube una escalera o vuela. La presencia de estos sueños revela que existen simbolismos que son comunes y cuya interpretación puede ser directa. Aun así, Freud señala que es necesario tener precauciones frente a rea- lizar interpretaciones directas sin tener en cuenta la historia del sujeto. Freud avanza en dos vías de interpretación de los elementos simbólicos y su relación con el inconsciente: respecto al conocimiento de correla- ción entre el símbolo y lo inconsciente, como en “El cofrecillo de Dora” (1905) e, incluso, la vinculación entre elementos más complejos como Dios como una representación simbólica de los imagos paternos, tal como lo plantea en su artículo “El porvenir de una ilusión”. Carl Jung, psicoanalista austriaco y cercano a Freud, en parte del desa- rrollo de la teórica analítica vincula la relación directa entre el símbolo y lo inconsciente cuando plantea el ejercicio teórico que conllevará a la formulación de los arquetipos y el inconsciente colectivo. Melanie Klein realiza un trabajo que consolidará la relación directa entre el juego infantil como una expresión simbólica fija de elementos incons- cientes. Estos aportes teóricos señalan un camino para la construcción de las metáforas en el contexto psicoterapéutico. Los aportes de estos autores se presentan como referentes para la cons- trucción de las metáforas que encontraremos este libro. Las funciones yoicas La implicación de las metáforas en el contexto terapéutico responde al principio de la psicoterapia con orientación psicoanalítica, que se- ñala la capacidad que tiene el yo para hacer consciente los conflictos inconscientes. Esta se encuentra fundamentada en los aportes de la Es- cuela Norteamericana de Psicoanálisis. Cuando se le ofrece al yo la po- sibilidad de hacer consciente lo inconsciente, este puede esclarecer los Crear metáforas en el contexto psicoterapéutico 25 conflictos tanto internos como los relacionados con el medio externo y de esta forma responder adecuadamente a los compromisos con las instancias psíquicas inconscientes (ello y superyó), y a las exigencias de la realidad. Esta capacidad de insight, o del “darse cuenta”, es uno de los aspectos técnicos de mayor importancia que se tuvieron en cuenta para la elaboración de las metáforas que se presentan en este texto. El trabajo sobre la compresión acerca de cuál es el lugar del yo para la resolución del conflicto psíquico y frente a la realidad externa, cuenta con un amplio recorrido en la obra de Freud y tiene profundas implica- ciones técnicas, ya que fue un elemento de necesario abordaje para las diferentes escuelas que se desprendieron de la ortodoxia freudiana. Las escuelas norteamericanas abordan el tema del lugar del reconocimien- to de las funciones yoicas para el trabajo terapéutico, y señalan, en primera medida, cuáles son y las conceptualizan. Entre estas sobresalen la capacidad de dar cuenta de la realidad externa, reconocer las señales que se generan desde los componentes intrapsíquico, organizar los contenidos –tanto externos como internos–, sintetizar las experiencias de propiciar el insight o “el darse cuenta”, entre otras posibles. El reconocimiento del lugar de las funciones yoicas en el trabajo infan- til está señalado por la capacidad que tiene el niño de reconocer cuáles son los conflictos que no le permiten un sano desarrollo psicoafectivo. El niño se caracteriza por no haber consolidado el total desarrollo en diversos aspectos, entre estos lo psicológico; el yo infantil no cuenta con todas las funciones que le permiten responder a los conflictos de igual forma que una persona adulta, razón por la cual la utilización de la metáfora juega un papel importante en el trabajo psicoterapéu- tico en la infancia. Las metáforas en su contenido abordan temáticas que podrían llegar a ser, incluso, perturbadoras para el yo infantil si llegaran a ser presentadas en una forma directa, por esto se busca esa capacidad de decir lo mismo de formas alternas, como lo planteaba Aristóteles. Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 26 Tal como lo hace la fábula, que utiliza animales para mostrarle al niño conflictos humanos sin que se generen altos momentos de angustia, en las metáforas en el contexto terapéutico se utilizan personajes no humanos e, incluso, objetos; de esta forma se asegura colocar distancia frente a una identificación total y directa con el personaje que puede generar rechazo, pero también por medios alternos se está mostrando cuál es el conflicto. Otro aspecto que se tiene en cuenta para la presentación de las metáfo- ras en el contexto terapéutico es el reconocimiento de las partes sanas del yo frente al conflicto; esta propuesta, consolidada en la Escuela Norteamericana del Psicoanálisis a partir de una lectura de Freud, se- ñala que no todo el yo está ligado a lo pulsional, a la compulsión, a la repetición o al conflicto como tal. El yo tiene la capacidad de dar cuen- ta del conflicto gracias a sus funciones y puede encontrar alternativas a la resolución a ellos. 27 El trabajo psicoterapéutico con niños se entiende desde un proceso sistemático, el cual implica una serie de momentos que tienen un objetivo y un tiempo más o menos definido para su cumplimien- to. Se inicia con unas entrevistas preliminares, y luego se avanza hacia la elaboración de un diagnóstico, momento que implica la aplicación de pruebas psicológicas y la utilización del juego infantil. Terminado este momento, se realiza la entrevista de devolución; en este contexto es cuando las metáforas se presentan con la función de esclarecer al niño cuál es su conflicto inconsciente. 3.1. LA ENTREVISTA INICIAL La entrevistainicial tiene como propósito conocer cuál es el moti- vo de consulta de aquellos que acuden al proceso psicoterapéutico como participantes directos e indirectos del mismo. El terapeuta debe conocer cuáles son las expectativas que tienen los padres del niño y o la institución educativa. El proceso psicoterapéutico debe comprenderse como un continuo flexible, y en ese sentido la entre- vista inicial debe pensarse como un tiempo que debe cumplir con un objetivo, que es conocer el conflicto que ha generado la motiva- ción de solicitar la consulta. Esto quiere decir que se pueden pensar METÁFORAS Y CUENTOS EN EL PROCESO PSICOTERAPÉUTICO CON NIÑOS Ana Rita Russo de Sánchez Jorge Iván Galindo Madero CAPÍTULO TRES Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 28 en varias sesiones de entrevista inicial hasta que se cumpla el objetivo propuesto que es el conocimiento exhaustivo del niño, su motivo de consulta, el de sus padres, la historia familiar, personal, social y escolar, hasta lograr la comprensión de la dinámica psicológica del paciente. 3.2. EL PROCESO DE EVALUACIÓN Y PSICODIAGNÓSTICO El proceso de evaluación no se puede entender como un momento cla- ro de corte que hace distinción de los otros que componen el proceso psicoterapéutico, ya que desde la entrevista inicial el terapeuta se en- cuentra evaluando al paciente y su situación conflictiva; sin embargo, el acto de evaluación toma todo su lugar e importancia luego de finali- zadas las primeras entrevistas. Por lo general se inicia con una hora de juego diagnóstico y se con- tinúa con la aplicación de pruebas proyectivas y otros instrumentos psicométricos pertinentes para la evaluación del paciente y su contex- to vincular. La finalización del proceso de evaluación culmina con el psicodiagnóstico y la devolución de la información del paciente. Este diagnóstico es una descripción dinámica de la problemática del pa- ciente a nivel intrapsíquico, relacional, cognitivo, desde las variables biológicas y psicosociales. Esta información requiere de un lenguaje que sea comprensible al paciente y sus familiares durante el proceso de devolución. 3.3. LA ENTREVISTA DE DEVOLUCIÓN María Siquier de Ocampo (1974) define la entrevista de devolución como: La comunicación verbal discriminada y dosificada que el psicólogo hace al paciente, a sus padres y /o al grupo familiar, de los resultados obteni- dos en la evaluación psicodiagnóstica, observando al mismo tiempo la respuesta verbal y pre-verbal del paciente y sus padres (p. 392). Metáforas y cuentos en el proceso psicoterapéutico con niños 29 Como comunicación verbal discriminada y dosificada, la entrevista de devolución implica un acto de prudencia y respeto frente al paciente; es un acto mediante el cual se le da a conocer su problemática, tenien- do en cuenta las herramientas yoicas para poder soportar información que mediante un vínculo transferencial permitirá hacer consciente ele- mentos inconscientes del mismo. La entrevista de devolución permite al yo del paciente ampliar el um- bral sobre su conflicto, tanto en sus aspectos inconscientes como re- lacionales que se han convertido en factores predisponentes y precipi- tantes del mismo. Siguiendo a Siquier de Ocampo en su texto de 1974, la entrevista de devolución genera una serie de efectos psicológicos en el niño que per- miten pensarla como un elemento esencial para el proceso psicotera- péutico. Según los principios gestálticos de la ley de cierre, la entrevista de devolución le permite al niño cerrar experiencias, ofrece una gestalt que organiza eventos y vivencias, integra elementos manifiestos y la- tentes del conflicto, generando una visión amplia e integral del mismo; evita la dependencia alienante con el terapeuta, ya que se le devuelve al niño su conflicto para que pueda reconocerlo e implicar su posición psicológica frente a este. La entrevista de devolución cumple también con el propósito transferencial de implicar al niño como un miembro activo del proceso, eliminando el fantasma del tercero excluido. El momento de devolución de información a los padres sobre el con- flicto que está presentando el niño marca también propiciar una serie de efectos que repercuten positivamente en el proceso. La entrevista de devolución permite a los padres contar con mejores herramientas para reconocer el contexto psicológico del niño, reintegrar la imagen que ellos tienen de su hijo, por el conflicto que el paciente presenta y las fortalezas y debilidades con las que cuenta para afrontarlo. La en- trevista de devolución también genera efectos en los padres desde su compromiso y responsabilidad que tienen frente al niño. Psicoterapia infantil. La metáfora como técnica de devolución 30 Siquier de Ocampo en Las técnicas proyectivas y el proceso psicodiagnós- tico señala cómo para el psicólogo la entrevista de devolución permite también movilizaciones de tipo transferencial y contra-transferencial, ya que al entregar a cada uno de los integrantes del grupo familiar la información, deja de ser depositario de los aspectos insanos de los mismos. Por otra parte, la entrevista de devolución se convierte en una forma de evaluar el proceso, confirmar hipótesis formuladas y realizar replanteamientos necesarios con relación a los objetivos y metas tera- péuticas, porque el psicólogo funciona frente al grupo como un aspecto yoico con capacidad de percibir, discriminar, integrar y sintetizar los aportes del niño y sus padres frente a la información dada como resul- tado de la evaluación. La entrevista de devolución se hace primero con el niño, a quien se le entrega la información de manera verbal, acompañado de la función simbólica del dibujo o del juego para su entendimiento y comprensión; se seleccionan los aspectos tolerables para su yo, buscando así una in- tegración de los contenidos latentes que generan su sintomatología y una comprensión del contexto familiar representacional y real, al igual que de las defensas yoicas que contribuyen a su permanencia y con el permiso de este a los padres. 3.4. LOS CUENTOS Y METÁFORAS EN LA ENTREVISTA DE DEVOLUCIÓN Los cuentos y metáforas cumplen un papel de singular importancia en la entrevista de devolución con niños. A través de la metáfora, el terapeuta de niños logra mostrarle el contenido propio de la represen- tación de sus vivencias de manera indirecta, acercándolo al contenido angustioso. La metáfora expresa dos niveles de interpretación del senti- do, de la misma forma que en el sueño existe un contenido manifiesto y otro latente. La metáfora, en la entrevista de devolución, le permite al niño el reconocimiento de aquello que le es desconocido y, por otro lado, facilita el acercamiento a la resignificación o elaboración de di- Metáforas y cuentos en el proceso psicoterapéutico con niños 31 cho contenido; con la presentación de la metáfora, el niño desarrollará el mismo proceso de identificación que con los cuentos. Los cuentos y los sentidos metafóricos que los sostienen despiertan en el niño recuerdos, afectos y formas de comprender sus conflictos, los cuales al ser expresados por el terapeuta como contenido manifiesto de lo latente permiten disminuir las defensas dando seguridad al yo del infante. A través de la identificación con los personajes de los cuentos infantiles y las situaciones ofrecidas por las metáforas, se reviven con- flictos, emociones, tipos de relación vincular y defensas, como medio simbólico de representación de su historia. En el proceso psicoterapéutico con niños, la metáfora y el cuento pue- den cumplir un papel de importancia como una herramienta que ge- nera vivencias, significaciones y re-significaciones para el pequeño pa- ciente. Tal como se ha expresado, estas formas narrativas propician en el niño mecanismos identificatorios con los personajes y sus vivencias con la seguridad de que el relato trata de lo que le sucede a otro, pero que se parece tanto a lo que
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