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214 CAPÍTULO © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Bronquiolitis María Jesús Gómez Nebreda y José Luis Álvarez-Sala Walther INTRODUCCIÓN Bronquiolitis es un término general que hace referencia a la inflamación inespecífica de las pequeñas vías aéreas. Puede ser confuso en ocasiones, pues engloba diferentes síndromes clíni- cos y diversos patrones histopatológicos, algunos específicos y otros comunes a distintos trastornos bronquiolares. A veces la enfermedad bronquiolar es la afectación predomi- nante responsable de las alteraciones clínicas, fisiopatológicas y radiológicas que se observan, como sucede en el síndrome de bronquiolitis obliterante que aparece en los receptores de un trasplante pulmonar. En otros casos, el daño bronquiolar es un componente menor dentro de la enfermedad en su conjunto, como en la fibrosis pulmonar idiopática. En cuanto a su clasificación, se diferencian las enfermedades bronquiolares primarias o «puras» (que implican al bronquíolo de forma aislada), las enfermedades pulmonares intersticiales con un componente bronquiolar (en las que, además, se afecta la porción distal al bronquíolo, es decir, el parénquima pul- monar adyacente) y, en tercer lugar, las enfermedades de las grandes vías aéreas con lesión bronquiolar (cuadro 28.1). La anomalía funcional respiratoria más frecuente en las enferme- dades bronquiolares primarias o «puras» es el patrón ventilato- rio obstructivo. En cambio, en las enfermedades intersticiales con participación bronquiolar el patrón funcional más habitual es el restrictivo o mixto. Se dispone de varios términos para referirse a los patrones histopatológicos que surgen como respuesta al daño o agresión bronquiolar y también de otros términos que se relacionan con los síndromes clínico-patológicos. Con frecuencia, estos términos se solapan. En algunas ocasiones el patrón histopato- lógico es característico de un único cuadro clínico-patológico y, en cambio, en otros casos es común a varios. Pero este patrón siempre debe estar en concordancia con los aspectos clínicos y radiológicos. En muchos casos no es necesario contar con muestras histológicas para realizar el diagnóstico, pues es sufi- ciente con los hallazgos clínico-fisiopatológicos y radiológicos o incluso con la respuesta al tratamiento. Existen muchas clasificaciones de las enfermedades bron- quiolares: etiológica, clínica, histopatológica, radiológica, etc. A veces se combinan varias de estas categorías, incluso intentando relacionarlas con la historia natural y la respuesta al trata- miento. El problema es que en ocasiones se utilizan términos similares para distintas categorías (clínica, histopatológica, etc.), en otras se solapan y en otras no se basan en evidencia científica alguna, lo que puede originar cierta confusión. En cuanto a la patogenia de estas enfermedades, desde un punto de vista general, la «agresión» o «daño» al epitelio bronquiolar produce inflamación y destrucción del mismo, con un proceso reparativo ulterior, que puede llevar bien a la proliferación de un tejido de granulación, con posterior resolución, o bien a una obstrucción, con estenosis y fibrosis. Los hallazgos en la radiografía de tórax son, en general, poco expresivos e inespecíficos. Esto obliga a realizar, en la mayoría de los casos, una tomografía computarizada de alta resolución (TCAR) torácica. ANATOMÍA Los bronquíolos son las pequeñas vías aéreas que tienen un diámetro externo menor de 3 mm e interno menor de 2 mm, y cuya pared no contiene cartílago. Estas pequeñas vías aéreas comprenden los bronquíolos membranosos, que a su vez se subdividen en lobulillares y terminales (son vías de conduc- ción exclusivamente), y los bronquíolos respiratorios (diáme- tro < 0,5 mm), que comunican con los conductos alveolares, los sacos alveolares y los alvéolos pulmonares (vías de conduc- ción y, además, con capacidad para el intercambio gaseoso). El acino pulmonar o lobulillo pulmonar primario de Hayek es la unidad básica del intercambio gaseoso. Es la estructura pulmonar distal al bronquíolo terminal de tercer orden y cons- ta de dos a cuatro generaciones de bronquíolos respiratorios con sus conductos alveolares, sacos alveolares y alvéolos pul- monares. El lobulillo pulmonar secundario de Miller, distal al bronquíolo terminal de segundo orden, es la más pequeña unidad funcional del pulmón, la última estructura con entidad propia del parénquima pulmonar. Está rodeada por septos de tejido conectivo y comprende varios acinos o lobulillos pul- monares primarios. Tiene una forma poliédrica y un diámetro que oscila entre 0,5 y 2 cm. Consta de un bronquíolo y una arteriola centrales, que constituyen el «haz broncovascular», y se delimita por septos interlobulillares, por los que discurre un drenaje de venas y linfáticos. Cada lobulillo secundario contiene varios bronquíolos terminales de tercer orden. Se consideran estructuras centrolobulillares el bronquíolo y la arteriola que se encuentran en el centro del lobulillo pulmonar 28 Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 28 Bronquiolitis 215 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. secundario. Se reconocen más fácilmente en las zonas subpleu- rales, en las que se localizan a unos 2,5 mm por debajo de la superficie pleural, separadas entre ellas por unos 5-10 mm. Los bronquíolos están recubiertos por un epitelio columnar simple compuesto por células ciliadas y por células secretoras no ciliadas (células de Clara). El intersticio peribronquiolar es escaso y contiene una capa de músculo liso sin glándulas submucosas. ETIOLOGÍA Las causas de las bronquiolitis son múltiples y diversas. En los adultos, la mayoría de las veces son de naturaleza infec- ciosa o debidas al tabaco. No obstante, en los últimos años ha aumentado la frecuencia de otras posibles causas, como las relacionadas con las conectivopatías, la enfermedad infla- matoria intestinal, los tóxicos o los fármacos. En la infancia, las más habituales son las de origen infeccioso (cuadro 28.2). Entre las bronquiolitis de comienzo agudo o las secundarias a una exposición tóxica conocida antes del inicio de la enfer- medad están las bronquiolitis postinhalación, que pueden ser agudas (humo tóxico, gases irritantes, etc.) o deberse a una exposición más prolongada (humo de tabaco o exposiciones laborales, por ejemplo, al diacetilo, sustancia volátil que se utiliza como saborizante en las fábricas de palomitas de maíz para microondas). Dentro de este grupo también se incluyen las infecciones víricas y las no víricas, las reacciones inducidas por fármacos (amiodarona, sales de oro y otros muchos) y las ocasionadas por la ingesta de alimentos (como la del aceite de colza desnaturalizado en el denominado síndrome del aceite tóxico, ocurrido en España en 1981). Las bronquiolitis idiopáticas suelen tener un comienzo más insidioso. Aparecen bien en el contexto de otra enfermedad pre- viamente conocida, como el trasplante de un órgano, una conec- tivopatía o una colitis ulcerosa, o bien sin otra alteración basal acompañante, como la bronquiolitis constrictiva criptogénica, la panbronquiolitis difusa, la bronquiolitis respiratoria asociada con una enfermedad pulmonar intersticial difusa (BR-EPID) y, por último, la neumonía organizada criptogénica. Estas dos últimas entidades pertenecen al grupo de las neumopatías inters- ticiales difusas con afectación bronquiolar (v. cuadro 28.1). Es importante matizar que algunos autores clasifican la panbronquiolitis difusa dentro de las bronquiolitis idiopáticas asociadas con otras enfermedades, pues también cursa con una sinusitis. La neumonía organizada criptogénica (anteriormenteCuadro 28.2 ETIOLOGÍA DE LAS BRONQUIOLITIS Por inhalación: ● Humos tóxicos ● Humo de tabaco ● Polvos minerales ● Polvos orgánicos ● Gases irritantes ● Agentes volátiles Por infecciones Por reacciones inducidas por fármacos o alimentos Idiopáticas: ● No asociadas con otras enfermedades: ● Bronquiolitis constrictiva criptogénica ● Bronquiolitis respiratoria asociada con una enfermedad pulmonar intersticial difusa (BR-EPID) ● Neumonía organizada criptogénica (anteriormente llamada bronquiolitis obliterante con neumonía organizada) ● Panbronquiolitis difusa ● Asociadas con otras enfermedades: ● Trasplante de órganos (pulmón, pulmón-corazón, médula ósea) ● Enfermedades del tejido conectivo: artritis reumatoide, síndrome de Sjögren, lupus eritematoso diseminado, polimiositis o dermatomiositis, reacción a fármacos ● Neumonitis obstructiva ● Neumonitis por hipersensibilidad ● Enfermedad inflamatoria intestinal ● Neumonía eosinófila crónica ● Neumonitis por irradiación o por aspiración ● Fibrosis pulmonar idiopática ● Pénfigo paraneoplásico ● Vasculitis (especialmente la granulomatosis de Wegener) ● Cirrosis biliar primaria Cuadro 28.1 CLASIFICACIÓN DE LAS ENFERMEDADES BRONQUIOLARES Enfermedades bronquiolares primarias: ● Bronquiolitis respiratoria ● Bronquiolitis aguda ● Bronquiolitis constrictiva (obliterante u obliterativa) ● Bronquiolitis folicular ● Panbronquiolitis difusa ● Enfermedades de la vía aérea por polvo mineral ● Otras variantes de bronquiolitis primarias Afectación bronquiolar en las enfermedades pulmonares intersticiales: ● Bronquiolitis respiratoria asociada con una enfermedad pulmonar intersticial difusa (BR-EPID)/ neumonía intersticial descamativa ● Neumonía organizada (bronquiolitis obliterante con neumonía organizada [BONO o BOOP], bronquiolitis proliferativa) ● Neumonitis por hipersensibilidad ● Otras enfermedades pulmonares intersticiales ● Histiocitosis pulmonar o de células de Langerhans ● Sarcoidosis ● Fibrosis pulmonar idiopática Afectación bronquiolar en las enfermedades de las grandes vías aéreas: ● Bronquitis crónica ● Asma ● Bronquiectasias Adaptado de Ryu, 2006. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 216 denominada bronquiolitis obliterante con neumonía organiza- da [BONO, o BOOP, del inglés bronchiolitis obliterans organizing pneumonia]) ha cambiado su nombre, entre otras cosas para subrayar conceptualmente que lo relevante en esta enfermedad es la neumonía organizada y no la bronquiolitis obliterante, que suele ser poco manifiesta. De hecho, esta enfermedad se incluye, desde la publicación, en 2002, del documento de consenso de la European Respiratory Society y la American Thoracic Society (ERS/ATS) sobre las neumopatías intersticiales, como una más dentro de estas últimas. ANATOMÍA PATOLÓGICA El término bronquiolitis se refiere a un amplio espectro morfoló- gico de trastornos inflamatorios que aparecen en las pequeñas vías aéreas. El hallazgo de un determinado cuadro histopato- lógico de bronquiolitis es inespecífico desde un punto de vista etiológico, pues distintos síndromes clínicos que se presentan como una bronquiolitis pueden tener características histopa- tológicas similares. Desde un punto de vista nosológico, un determinado diagnóstico patológico de bronquiolitis tampoco es significativo si no se acompaña de unos datos clínicos y radiológicos concretos. La bronquiolitis puede ser un hecho patológico primario, sin enfermedad en ninguna otra localización (bronquiolitis pri- maria) o acompañarse de cambios histopatológicos, además de en los bronquíolos, en los bronquios más proximales o en los alvéolos pulmonares más distales, y constituir así un fenómeno secundario a otra enfermedad, como por ejemplo ocurre en las bronquiectasias o en la neumonía organizada criptogénica. Los bronquíolos son la extensión proximal del acino pul- monar o lobulillo pulmonar primario y se corresponden con la porción central del lobulillo pulmonar secundario. Por este motivo, las lesiones bronquiolares primarias son de distribu- ción centrolobulillar y se sitúan fuera de los septos de tejido conectivo. Esta distribución centrolobulillar y parcheada en las muestras histológicas es útil para diferenciar las bronquiolitis de otras formas de enfermedad pulmonar difusa. Los patrones microscópicos de las bronquiolitis pueden separarse en dos amplios grupos (agudos y crónicos), que no son mutuamente excluyentes. Por ejemplo, una bronquiolitis aguda infecciosa puede evolucionar hacia una constrictiva (tabla 28.1). Bronquiolitis aguda Se caracteriza por una intensa infiltración mononuclear y neu- trofílica; en los casos graves se observa la necrosis del epitelio. En la mayoría de los casos evoluciona hacia la resolución y en otros hacia la bronquiolitis constrictiva. Suele ser de origen infec- cioso vírico o no vírico, pero también puede asociarse con otras alteraciones, como unas bronquiectasias, una aspiración bron- copulmonar, una conectivopatía o una enfermedad inflamatoria intestinal (fig. 28.1). Enfermedad primaria de la pequeña vía aérea Descrita inicialmente en individuos fumadores, se refirió luego a un síndrome idiopático de obstrucción crónica al flujo aéreo sin evidencia de bronquitis crónica o enfisema. TABLA 28.1 Síndromes incluidos bajo el nombre genérico bronquiolitis Lesión histopatológica o síndrome Sinónimos Correlaciones clínicas Bronquiolitis aguda Bronquiolitis infecciosa o posvírica Limitación al flujo aéreo, enfermedad inflamatoria intestinal Enfermedad de la pequeña vía aérea primaria Bronquiolitis del adulto Limitación al flujo aéreo Bronquiolitis respiratoria Bronquiolitis del fumador Bronquiolitis respiratoria asociada con una enfermedad pulmonar intersticial difusa (BR-EPID) Enfermedad restrictiva (intersticial) Enfermedad de la vía aérea por polvos minerales Neumoconiosis temprana ¿Limitación al flujo aéreo en pacientes expuestos (distintos agentes minerales implicados)? Bronquiolitis folicular Hiperplasia linfoide bronquiolar ¿Limitación al flujo aéreo, enfermedad intersticial o ambas? Inmunodeficiencia, conectivopatías, reacciones de hipersensibilidad Bronquiolitis constrictiva Bronquiolitis obliterativa, bronquiolitis del adulto o enfermedad de las pequeñas vías aéreas Limitación al flujo aéreo Neumonía organizada criptogénica Bronquiolitis obliterante idiopática con neumonía organizada (BONO o BOOP) Neumonía organizada intraluminal idiopática (ILOP, del inglés idiopathic intraluminal organizing pneumonia) o bronquiolitis obliterante proliferativa Enfermedad restrictiva (intersticial) Panbronquiolitis difusa Limitación al flujo aéreo Tomado de Visscher y Myers, 2006. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 28 Bronquiolitis 217 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Se caracteriza por la existencia de infiltrados mononucleares peribronquiolares con varios grados de fibrosis concéntrica. La fibrosis es densa, sin celularidad marcada alguna, y con- diciona un engrosamiento de la pared de los bronquíolos terminales y respiratorios. Estos hallazgos son inespecíficos desde un punto de vista etiológico, se definen microscópica- mente de forma incompleta y, además, se solapan con los de la bronquiolitis constrictiva. La relación entre ambas aún no se ha definido. Bronquiolitis respiratoria Suele ser un hallazgo incidental en sujetos fumadores. Se identifica porla presencia en la vía aérea distal de un número excesivo de macrófagos pigmentados, sin que se encuentre inflamación significativa, actividad fibroblástica ni depósito de colágeno. Cuando estas alteraciones se extienden al espacio alveolar se trata de otra enfermedad, que es la bronquiolitis respiratoria asociada con una enfermedad pulmonar inters- ticial (BR-EPID). Bronquiolitis constrictiva (obliterativa u obliterante) La afectación suele ser parcheada o focal, por lo que a veces es difícil llegar al diagnóstico histológico. Se caracteriza por la existencia de una fibrosis submucosa y peribronquiolar, sin proliferación fibroblástica acompañante. Inicialmente se ven infiltrados celulares inflamatorios, con una combinación de neutrófilos y células mononucleares; los primeros, ubi- cados con frecuencia en la luz de los bronquíolos afectos. Los bronquíolos muestran ectasias y atrapamiento de moco. En los estadios más avanzados son llamativas la ausencia de inflamación y la desaparición de los bronquíolos. Son útiles las tinciones para fibras elásticas. Se considera que los cambios histopatológicos son irreversibles. Es una anomalía rara que puede producirse como secuela de una bronquiolitis aguda. En otros casos puede relacionarse con una enfermedad del tejido conectivo, como la artritis reu- matoide de larga evolución, y con otras muchas causas, como se describe más adelante. Es muy importante realizar el diagnóstico diferencial con la neumonía organizada criptogénica («antigua» bronquiolitis obliterante con neumonía organizada). Este diagnóstico se basa en tres aspectos: a) microscópicamente la imagen de esta última es muy celular, con proliferación fibroblástica activa, siempre con tinciones pálidas y colágeno inmaduro; por el contrario, la bronquiolitis constrictiva es mínimamente celular y el colágeno es denso; b) la enfermedad se desarrolla y permanece dentro de la luz del espacio aéreo, mientras que en la bronquiolitis cons- trictiva el depósito de colágeno es extrínseco, y c) a menudo se localiza en un solo lóbulo y muchas veces se resuelve con el tratamiento, en contraste con la naturaleza difusa y progresiva de la bronquiolitis constrictiva. Además de histológicamente, también difieren desde un punto de vista conceptual, pues la neumonía organizada criptogénica debe considerarse dentro de las enfermedades pulmonares intersticiales difusas y tiene un componente bronquiolar que puede catalogarse como secundario. Ambas entidades son inespecíficas desde una pers- pectiva etiológica. Finalmente, la bronquiolitis obliterante con neumonía organizada es relativamente frecuente en compara- ción con la bronquiolitis constrictiva. Existen muchos síndromes clínicos asociados con una bronquiolitis constrictiva, obliterativa u obliterante. Los tres adjetivos se utilizan en la actualidad como sinónimos, aunque todavía algunos autores emplean la expresión bronquiolitis obliterante para hablar de la neumonía organizada criptogénica, lo que sigue siendo fuente de no pocas confusiones. Panbronquiolitis difusa Esta lesión es casi exclusiva de un síndrome descrito en pacien- tes asiáticos. Se caracteriza por la tríada inflamación bron- quiolocéntrica, hiperplasia linfoidea y acumulación de células espumosas en las paredes de los bronquíolos respiratorios, conductos alveolares adyacentes y alvéolos. Pueden encon- trarse hallazgos similares en las bronquiectasias y en la fibrosis quística. Bronquiolitis folicular Consta de folículos linfoides broncocéntricos prominentes, incluso confluentes, con centros germinales bien definidos, sin acúmulos de células espumosas, como en la panbronquiolitis difusa (fig. 28.2). Bronquiolitis crónica con fibrosis (fibrosis intersticial centrada en la vía aérea) Se observan varios grados de fibrosis centrada en la vía aérea, fibrosis que se asocia con una hiperplasia epitelial prominente que implica a los septos alveolares adyacentes. Algunos auto- res han relacionado estas lesiones con una broncoaspiración crónica y otros lo han hecho con exposiciones ambientales, reacciones de hipersensibilidad o factores tóxicos. FIGURA 28.1 Imagen histopatológica de una bronquiolitis aguda. Obsérvense los neutrófilos que rellenan la luz del bronquíolo y la destrucción del epitelio (tinción de hematoxilina-eosina, 200×). Por cortesía del doctor J. A. López García-Asenjo. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 218 RADIOLOGÍA La radiografía simple de tórax no es de gran utilidad, salvo excepciones, en estas enfermedades. En la gran mayoría de los casos es normal. A veces pueden observarse signos de hiperin- suflación pulmonar, sobre todo al comparar con radiografías previas. Ante la sospecha de una enfermedad de la pequeña vía aérea debe solicitarse una TCAR torácica con cortes com- plementarios en espiración. Los signos de la bronquiolitis que se observan en ella pueden ser directos e indirectos (tabla 28.2). Los primeros son los que se relacionan con la inflamación bronquiolar, es decir, los que identifican propiamente las lesiones anatómicas. Son los siguientes: a) el engrosamiento de la pared bronquiolar; b) la dilatación de la luz bronquiolar (bronquioloectasias), y c) el relleno e impactación de la luz bronquiolar por moco o material infectado (opacidades o nódulos centrolobulillares y el patrón de árbol en brote). El engrosamiento centrolobuli- llar es el signo más temprano de la inflamación bronquiolar y es más visible en la periferia del pulmón. El patrón de árbol en brote refleja una mayor inflamación bronquiolar y una impactación mucosa más importante. Los bronquíolos se ven en este caso como estructuras ramificadas centrolo- bulillares que terminan en un minúsculo nódulo (fig. 28.3). La dilatación bronquiolar (bronquioloectasias) es un dato de aparición más tardía. Se aprecia como una estructura tubular o quística dentro del lobulillo pulmonar secun- dario. Los signos indirectos de la afectación bronquiolar son varios. El atrapamiento aéreo y la imagen de atenuación en mosaico aparecen cuando predomina el estrechamiento bronquiolar debido a la fibrosis sobre la inflamación. El atra- pamiento aéreo se traduce en la TCAR torácica realizada en espiración en el denominado mosaico de ventilación. Se debe a una retención de aire distal a los bronquíolos parcialmente obstruidos, lo que da imágenes de tamaño variable de baja densidad, que alternan con zonas de densidad normal en la espiración forzada (fig. 28.4). El mosaico o damero de perfusión (atenuación en mosaico en las imágenes tomadas en inspiración) se refiere a parcelas geográficas salpicadas con una disminución o con un aumento de la atenuación pulmo- nar. Las zonas de baja atenuación son áreas en las que cae la ventilación alveolar como consecuencia de lesiones obs- tructivas bronquiolares, con una vasoconstricción hipóxica secundaria. Las zonas con una alta atenuación se deben al exceso de flujo o desvío de la sangre hacia áreas sanas desde las afectadas. Desde el punto de vista de la imagen pueden clasificarse las enfermedades de la pequeña vía aérea, siguiendo la reciente ordenación de Lynch, en enfermedades inflamatorias y enfer- medades fibróticas. En esta clasificación se correlaciona el patrón histológico con el radiológico, tal y como se describe a continuación (tabla 28.3). FIGURA 28.2 Imagen histopatológica de una bronquiolitis folicular. Obsérvese la metaplasia epitelial en un bronquíolo rodeado por leucocitos organizados como un folículo linfoide. En la luz del bronquíolo se aprecian cristales de colesterol (tinción de hematoxilina-eosina, 100×). Por cortesía del doctor J. A. López García-Asenjo. TABLA 28.2 Signos radiológicos de lasbronquiolitis en la tomografía computarizada de alta resolución (TCAR) torácica Signos directos Signos indirectos Engrosamiento centrolobulillar y nódulos periféricos Imagen de atenuación en mosaico Patrón de árbol en brote Atrapamiento aéreo (TCAR en espiración) Bronquioloectasias FIGURA 28.3 Tomografía computarizada de tórax de una bronquiolitis. Obsérvese el patrón de árbol con brotes, imagen que representa estructuras ramificadas centrolobulillares que terminan en un minúsculo nódulo y que es un signo directo de bronquiolitis. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 28 Bronquiolitis 219 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Enfermedades inflamatorias de las pequeñas vías aéreas BRONQUIOLITIS CELULAR Un daño bronquiolar agudo produce, desde un punto de vista histopatológico, una necrosis epitelial y la inflamación de las paredes, junto con la aparición de exudados intraluminales. Como consecuencia, la visión de las estructuras centrolobuli- llares en la TCAR torácica es anormal. El patrón de árbol en brote es el signo radiológico primario de la bronquiolitis celular. Se aprecia tanto en la lesión aguda como en la crónica. La causa más común es la infección (por virus o por Mycoplasma) o la broncoaspiración. En los pacien- tes inmunocomprometidos pueden estar implicados virus y Aspergillus y, con menos frecuencia, micobacterias. Un patrón de bronquiolitis celular parcheada en una enfermedad subaguda o crónica ha de hacer pensar en micobacterias y, si predomina en las bases pulmonares, en una broncoaspiración crónica. Cual- quiera de las formas crónicas puede asociarse a bronquiectasias. Es importante el diagnóstico diferencial con las neumonitis por hipersensibilidad. En estas los nódulos suelen ser difusos y estar poco definidos, y es normal que existan imágenes en vidrio deslustrado, más que una atenuación del tejido pulmonar. Es raro el patrón de árbol en brote, pero son habituales las áreas de atenuación en mosaico por el atrapamiento aéreo. PANBRONQUIOLITIS DIFUSA Es más frecuente en los adultos de origen asiático. Los hallazgos de la TCAR torácica son fundamentales: nódulos centrolobulilla- res, árbol en brote, dilatación bronquiolar quística y bronquiec- tasias. Además, pueden verse signos de atenuación en mosaico y atrapamiento aéreo en la espiración. Predomina en los lóbulos inferiores. Otros hallazgos son los infiltrados parcheados, qui- zá debidos a una neumonía por Pseudomonas, la impactación mucoide en los bronquios o las atelectasias segmentarias. Recientemente se ha desarrollado una clasificación de la enfermedad basada en la imagen, que se correlaciona muy bien con el estadio clínico y la gravedad anatomopatológica del proceso, así como con la evolución y la respuesta al trata- miento. Es útil para el seguimiento y la monitorización de la enfermedad. En esencia se han establecido los siguientes tipos: ● Tipo I: nódulos centrolobulillares. ● Tipo II: nódulos centrolobulillares conectados con líneas ramificadas. ● Tipo III: bronquioloectasias. ● Tipo IV: bronquiectasias. Un patrón similar puede encontrarse en la enfermedad inflamatoria intestinal y en los pacientes con un timoma. Es importante el diagnóstico diferencial con la fibrosis quística, las inmunodeficiencias, la discinesia ciliar, la broncoaspiración crónica y las infecciones por micobacterias, entre otras causas. BRONQUIOLITIS FOLICULAR Se aprecia una proliferación benigna linfoide policlonal, con abundantes folículos linfoides hiperplásicos distribuidos a lo largo de la pared bronquiolar. Puede ser idiopática o asociarse con otros procesos, como las enfermedades vasculares del colágeno (especialmente el síndrome de Sjögren y la artritis reumatoide) y los estados de inmunodeficiencia, incluido el síndrome de inmunodeficiencia adquirida. También se ha des- crito en los trabajadores expuestos laboralmente a materiales impermeables de nailon o polietileno. La imagen predominante son los nódulos centrolobulillares, generalmente pequeños (unos 3 mm), aunque pueden ser mayo- res. Puede asociarse con un patrón de árbol en brote. Los nódulos peribronquiales son frecuentes. La observación de imágenes en vidrio deslustrado indica, como las alteraciones peribronquiola- res, la posible presencia de una inflamación intersticial. BRONQUIOLITIS POR INHALACIÓN AGUDA O CRÓNICA DE TÓXICOS Puede causarla una gran variedad de sustancias tóxicas que entran en el aparato respiratorio por vía aérea. La inhalación de dióxido de nitrógeno en los silos de grano mal ventilados cursa en una primera fase, tras la exposición aguda (3-24 horas), con una radiografía de tórax normal, aunque también puede llevar al desarrollo de un edema de pulmón no cardiogénico. En la TCAR torácica se observan zonas en vidrio deslustrado, que se deben al edema o a la bronquiolitis. Algunos pacientes tienen una recaída a las 3-6 semanas de la fase aguda, que se asocia con las imágenes de una bronquiolitis obliterante (con alteraciones clínicas e histopatológicas). BRONQUIOLITIS RESPIRATORIA Se relaciona con el hábito tabáquico. Es la forma más frecuente de bronquiolitis crónica. Predominan los nódulos centrolo- bulillares (sin patrón de árbol en brote), que se acompañan FIGURA 28.4 Tomografía computarizada torácica de alta resolución realizada en espiración en una bronquiolitis. Obsérvese el atrapamiento aéreo, el denominado mosaico de ventilación. Se produce una retención de aire distal a los bronquíolos parcialmente obstruidos, lo que origina imágenes de tamaño variable de baja densidad que alternan con zonas de densidad normal en la espiración forzada. Es un signo indirecto de bronquiolitis. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 220 habitualmente de opacidades parcheadas en vidrio deslus- trado. Los hallazgos de la TCAR torácica en la bronquiolitis respiratoria, la bronquiolitis respiratoria asociada con una enfermedad pulmonar intersticial difusa (BR-EPID) y la neu- monía intersticial descamativa, todas enfermedades pulmo- nares relacionadas con el consumo de tabaco, se solapan de forma significativa. PULMÓN DE LA CABAÑA (HUT LUNG) Se relaciona con la inhalación de partículas de combustibles de biomasa quemados en el ámbito doméstico. Es uno de los tipos de daño pulmonar por inhalación más común en todo el mundo. En la TCAR torácica pueden aparecer nódulos cen- trolobulillares o distribuidos a lo largo del haz broncovascular. También se han descrito engrosamientos septales, linfadeno- patías, imágenes en vidrio deslustrado, bandas fibróticas y superficies pleurales irregulares. Enfermedades fibróticas de las pequeñas vías aéreas BRONQUIOLITIS CONSTRICTIVA, OBLITERATIVA U OBLITERANTE Sus causas son múltiples (cuadro 28.3). La pared bronquiolar está levemente engrosada, pero la luz está muy estrechada u obliterada por una inflamación concéntrica y por la existencia de fibrosis. En la TCAR torácica se observa un claro atrapa- miento aéreo (patrón en mosaico o disminución difusa de la atenuación). En ocasiones, la TCAR torácica es prácticamente normal si se realiza en inspiración. Algunas formas se asocian con dilataciones bronquiales y con bronquiectasias. La de causa postinfecciosa, secuela de una infección grave por Adenovirus o por Mycoplasma, aparece con más frecuencia en los niños o en los adultos jóvenes. Se caracteriza por un patrón en mosaico parcheado, casi siempre acompañado de TABLA 28.3 Clasificaciónde las bronquiolitis basada en las técnicas diagnósticas de imagen Patrón radiológico Hallazgos patológicos Hallazgos radiológicos característicos Enfermedad «tipo» y otras causas (con viñetas) Diagnóstico diferencial Bronquiolitis inflamatorias Bronquiolitis celular Infiltración inflamatoria aguda o crónica de la pared bronquiolar Nodularidad centrolobulillar Patrón de árbol con brotes Bronquiectasias (si la enfermedad es más crónica) Infecciones agudas (por virus o Mycoplasma) ● Infecciones crónicas (por micobacterias) ● Aspiración crónica Neumonitis por hipersensibilidad Panbronquiolitis Inflamación transmural grave de la pared bronquiolar Patrón de árbol con brotes Bronquioloectasias Bronquiectasias Panbronquiolitis difusa ● Enfermedad inflamatoria intestinal ● Timoma Fibrosis quística Inmunodeficiencia Infección por micobacterias Bronquiolitis respiratoria Acumulación de macrófagos en la luz bronquiolar y en los alvéolos adyacentes Nódulos centrolobulillares pobremente definidos Atenuación parcheada en vidrio deslustrado Pulmón del fumador ● Inhalación de otras sustancias Bronquiolitis folicular Folículos linfoides adyacentes a los bronquíolos Nódulos centrolobulillares Nódulos peribronquiales Opacidad en vidrio deslustrado Enfermedad reumatoide ● Síndrome de Sjögren ● Otras enfermedades vasculares del colágeno ● Inmunodeficiencias Bronquiolitis fibróticas Bronquiolitis constrictiva Engrosamiento circunferencial de la pared bronquiolar con estrechamiento y obliteración de la luz Atrapamiento aéreo geográfico o difuso Patrón en mosaico Dilatación bronquial cilíndrica Bronquiolitis obliterante criptogénica ● Enfermedad reumatoide ● Rechazo crónico (trasplante) ● Infección previa por Mycoplasma o virus ● Inhalación tóxica (humos, diacetilo) Hiperplasia neuroendocrina Atrapamiento aéreo geográfico o difuso Patrón en mosaico, con nódulos Hiperplasia neuroendocrina Modificado de Lynch, 2008. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 28 Bronquiolitis 221 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. bronquiectasias cilíndricas y, a veces, de una atelectasia lobular. Si el síndrome de bronquiolitis constrictiva postinfecciosa es predominantemente unilateral, se cataloga como un síndrome de Swyer-James. En la radiografía de tórax aparece una hiper- claridad unilateral con disminución de la vascularización. La TCAR torácica confirma la existencia de una disminución de la atenuación de predominio unilateral, con bronquiectasias y pequeñas zonas con alteraciones similares en el pulmón contralateral. Con el nombre síndrome de bronquiolitis obliterante se hace referencia a la alteración clínico-funcional debida a una bron- quiolitis constrictiva u obliterativa en los pacientes receptores de un trasplante. La TCAR torácica tiene una sensibilidad muy baja en estos casos. Entre los hallazgos más habituales están la dilatación bronquial, la atenuación pulmonar disminuida y el atrapamiento aéreo en la espiración. Actualmente se están probando distintos métodos para aumentar la sensibilidad de la prueba: otorgar puntuaciones según la composición visual de las lesiones que aparecen en la TCAR torácica, relacionán- dolas con el volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV 1) o, quizá mejor, realizar una TCAR torácica espiratoria dinámica o una medición cuantitativa del aire atrapado. La resonancia nuclear magnética con helio-3 hiperpolarizado o con otros gases es posiblemente más sensible para detectar el aire atrapado, pero no es una técnica de uso común. Las enfermedades del tejido conectivo también producen una bronquiolitis obliterante, en especial la artritis reumatoide. En ocasiones precede a otras manifestaciones de la enfermedad conectiva. En la TCAR torácica, los hallazgos son similares a los que se encuentran en las demás formas de bronquiolitis constrictiva. La dilatación bronquial es a menudo un hallazgo prominente. Debe recordarse que los pacientes con una artritis reumatoide también pueden tener una panbronquiolitis difusa y una bronquiolitis folicular, con sus consiguientes hallazgos radiológicos. Muchas veces es difícil el diagnóstico diferencial clínico entre una bronquiolitis constrictiva y un asma refractaria al tratamiento. En estos casos puede ser de ayuda la TCAR torá- cica, ya que en la primera aparece una atenuación en vidrio deslustrado y un patrón de atenuación en mosaico en las imá- genes tomadas en espiración. Aproximadamente el 50% de los pacientes con una bronquiolitis constrictiva no se distingue de los que padecen un asma, aunque estos últimos posiblemente tienen mayor atrapamiento aéreo. La bronquiolitis constrictiva puede ser una secuela de la inhalación aguda o crónica de algún tóxico (diacetilo en los trabajadores de fábricas de palomitas de maíz para microondas en Estados Unidos y, recientemente descrito, en los trabajado- res de una fábrica de galletas en Brasil). En estos casos en la TCAR torácica se observa un engrosamiento de la pared de la vía aérea, una atenuación en mosaico y un atrapamiento aéreo, con ocasionales dilataciones bronquiales. HIPERPLASIA DE CÉLULAS NEUROENDOCRINAS PULMONARES IDIOPÁTICA DIFUSA Es un síndrome raro que aparece en mujeres mayores de 40 años y que cursa con tos crónica y una obstrucción al flujo aéreo. En la TCAR torácica existe un engrosamiento de la pared del tracto respiratorio, una atenuación en mosaico y un atrapa- miento aéreo (característico de la bronquiolitis constrictiva). Aproximadamente el 50% de los pacientes tiene nódulos pul- monares que se corresponden con tumores carcinoides. Suelen ser menores de 5 mm, aunque a veces son algo mayores. MANIFESTACIONES CLÍNICAS La traducción clínica de una bronquiolitis depende de la exten- sión y del grado de lesión de las vías aéreas, así como de la causa de la bronquiolitis y del marco en el que esta aparece. Desde un punto de vista clínico no suelen tener gran relevancia los distintos patrones histopatológicos. La lesión primaria de las pequeñas vías aéreas se manifiesta por síntomas ines- pecíficos, como tos, disnea y ruidos respiratorios. En la auscul- tación pulmonar se aprecian sibilancias bilaterales o crepitantes Cuadro 28.3 CAUSAS DE BRONQUIOLITIS OBLITERANTE Individuos receptores de un trasplante: ● Pulmón ● Corazón-pulmón ● Médula ósea Enfermedades del tejido conectivo: ● Artritis reumatoide ● Fascitis eosinófila ● Lupus eritematoso diseminado Enfermedades por inhalación: ● Dióxido de nitrógeno ● Amoníaco ● Cocaína ● Tabaco ● Cloruro de cinc ● Aspiración masiva de polvo en la zona cero (atentado de Nueva York del 11 de septiembre de 2001) ● Diacetilo (saborizante graso volátil de las palomitas de maíz para microondas) Infecciones: ● Virus (Pneumovirus, Adenovirus, Influenzavirus, Parainfluenzavirus) ● Mycoplasma Fármacos: ● Penicilamina ● Lomustina Ingesta de toxinas alimentarias: ● Sauropus androgynous (vegetal asiático) ● Aceite de colza desnaturalizado Radiación Enfermedad inflamatoria intestinal Tumorlets, microcarcinoides y otras causas raras Idiopática: ● Bronquiolitis obliterante o constrictiva criptogénica Modificado de Visscher y Myers, 2006. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 222 difusos teleinspiratorios. Las pruebas funcionales respiratorias son normales o muestran una alteración obstructiva central o periférica e incluso,si existe un componente de enfermedad pulmonar intersticial añadido a la bronquiolitis, un trastorno restrictivo. En muchos casos las bronquiolitis pueden acompa- ñarse de una afectación, por ejemplo infecciosa, de la vía aérea grande (bronquitis) o del espacio alveolar (neumonía), lo que provoca las manifestaciones correspondientes. Las caracterís- ticas clínicas y radiológicas existentes permiten establecer el diagnóstico en algunos casos sin tener que recurrir a técnicas invasivas. En el cuadro 28.4 se muestra, en este sentido, un esquema útil para orientar el diagnóstico cuando se sospecha una enfermedad bronquiolar. Formas clínicas específicas de bronquiolitis BRONQUIOLITIS AGUDA Es muy común en la infancia y su origen se encuentra, fun- damentalmente, en una infección vírica. En la edad adulta, la bronquiolitis aguda sintomática no es habitual. La causa puede ser tanto infecciosa (virus respiratorio sincitial u otros) como una broncoaspiración, una inhalación de sus- tancias tóxicas, una conectivopatía, un trasplante de pulmón o de médula ósea, o un síndrome de Stevens-Johnson. Los gérmenes implicados con más frecuencia son los virus, espe- cialmente el virus respiratorio sincitial, Adenovirus, Influenza- virus y Parainfluenzavirus. Entre las bacterias están Mycoplasma, fundamentalmente, y Chlamydia. Además, los hongos y las micobacterias. En casi todos los pacientes, los síntomas son leves, por lo que suelen bastar los tratamientos de mantenimiento adminis- trados en el domicilio del enfermo. En ocasiones, sin embargo, también es posible la evolución hacia una bronquiolitis cons- trictiva. En los casos más graves no hay acuerdo sobre cuáles son las medidas terapéuticas óptimas, más allá del tratamiento de soporte y el oxígeno suplementario. En las bronquiolitis agudas víricas más graves se han utilizado los broncodilata- dores, la adrenalina y los esteroides. Tampoco existe evidencia científica clara en cuanto al tratamiento con ribavirina. PANBRONQUIOLITIS DIFUSA Se describió en los años sesenta. Es una bronquiolitis rara, de causa desconocida, que afecta principalmente a sujetos adultos de origen asiático, sobre todo japoneses, aunque se han des- crito casos en casi todas las partes del mundo. Actualmente se cree que puede estar infradiagnosticada como consecuencia del bajo reconocimiento de esta enfermedad que se observa en los individuos no asiáticos. De cualquier modo, la panbron- quiolitis está relativamente restringida al este de Asia (Japón y Corea) y se sospecha que esta distribución tan desigual se relaciona con una predisposición genética, localizada en los loci antigénicos A y B de los leucocitos humanos. Se caracteriza por una inflamación bronquiolar y una sinu- sitis crónica. Aparece en la edad media de la vida. La historia natural de la enfermedad (muy correlacionada con los estadios radiológicos) es la de una disfunción respiratoria progresiva con infecciones bacterianas intercurrentes. En las fases iniciales son frecuentes las infecciones por Haemophilus influenzae y por Pseudomonas aeruginosa en los estadios avanzados. Más del 80% de los enfermos tiene una historia de rinitis o de sinusitis crónica purulenta, además de los signos de la afectación bron- quiolar: expectoración crónica purulenta, datos de obstrucción bronquial (sibilancias, disnea), infecciones de repetición e insuficiencia respiratoria. Muchas veces es difícil el diagnóstico diferencial con las bronquiectasias. En el año 1998 se publicaron unos criterios diagnósticos, propuestos por el Ministerio de Sanidad y Bienestar de Japón, muy aceptados en todo el mundo y que son los siguientes: ● Tos con expectoración purulenta persistente y disnea de esfuerzo. ● Sinusitis crónica (actual o pasada). ● Nódulos centrolobulillares en la TCAR torácica o micronó- dulos bilaterales difusos en la radiografía simple de tórax. ● Estertores crepitantes bibasales. ● Cociente entre el FEV1 y la capacidad vital forzada (FVC) menor del 70% y presión arterial de oxígeno (PaO2) menor de 80 mm Hg. ● Título de criohemaglutininas séricas menor de 1/64. Cuadro 28.4 DIAGNÓSTICO CLÍNICO-RADIOLÓGICO DE LA ENFERMEDAD BRONQUIOLAR Anamnesis y exploración física: infección reciente, exposición a agentes inhalantes, administración de fármacos, trasplante de órganos Radiografía de tórax y exploración funcional respiratoria: hiperinsuflación pulmonar y obstrucción al flujo aéreo Tomografía computarizada torácica de alta resolución: ● Predominio del patrón de árbol en brote: ● Focal: bronquiolitis infecciosa (virus, bacterias, micobacterias, hongos, parásitos) y, menos comúnmente, papilomatosis laringotraqueobronquial juvenil, micosis broncopulmonar alérgica, artritis reumatoide ● Difuso: bronquiolitis por broncoaspiración crónica, panbronquiolitis difusa, enfermedades congénitas (fibrosis quística, discinesia ciliar) ● Predominio de nódulos centrolobulillares: ● Individuos fumadores: bronquiolitis respiratoria, bronquiolitis respiratoria asociada con una enfermedad pulmonar intersticial difusa (BR-EPID) y, menos comúnmente, histiocitosis pulmonar de células de Langerhans, insuficiencia cardíaca congestiva, linfoma, carcinoma bronquioloalveolar ● Individuos no fumadores: neumonitis por hipersensibilidad subaguda ● Predominio de la imagen de atenuación en mosaico o del atrapamiento aéreo en espiración: bronquiolitis constrictiva u obliterante Procedimientos invasivos: biopsia pulmonar quirúrgica, lavado broncoalveolar y biopsia transbronquial (en casos seleccionados) Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 28 Bronquiolitis 223 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Para poder establecer el diagnóstico de la enfermedad, deben cumplirse los tres primeros criterios citados y, por lo menos, dos de los tres restantes. Sin tratamiento, el 50% de los pacientes muere a los 5 años del inicio de la enfermedad. El tratamiento a largo plazo con macrólidos es el de elección, pues mejora los síntomas, la función pulmonar, las alteraciones de la TCAR torácica y la supervivencia. Aunque la evidencia científica es pequeña, según la revisión efectuada por la iniciativa Cochrane en 2013, se sigue recomendando su uso precoz en bajas dosis y, por lo menos, durante 6 meses. Los macrólidos poseen efectos inmu- nomoduladores sobre las células inflamatorias y suprimen la hipersecreción de la vía aérea. Los beneficios que se obtienen con estos tratamientos han hecho que puedan aplicarse en otras enfermedades inflamatorias crónicas. BRONQUIOLITIS OBLITERATIVA O CONSTRICTIVA (ANTERIORMENTE LLAMADA BRONQUIOLITIS OBLITERANTE) Es un proceso inflamatorio y fibrogénico de los bronquíolos membranosos y respiratorios que produce, con frecuencia, un estrechamiento cicatricial de la luz y una grave obstrucción al flujo aéreo. Difiere de la neumonía organizada criptogénica desde un punto de vista tanto clínico y radiológico como pronóstico. El sello histopatológico de la bronquiolitis obliterante es la fibrosis bronquiolar submucosa. Este tipo de respuesta his- tológica es inespecífico y puede obedecer a diferentes causas: receptores de trasplantes, uso de fármacos, enfermedades del tejido conectivo, anomalías inmunológicas, inhalaciones de gases o sustancias tóxicas, infecciones víricas, etc. La bron- quiolitis obliterante que tiene mayor relevancia clínica es la secundaria al trasplante de pulmón y corazón, al de pulmón aislado y al alogénico de médula ósea. BRONQUIOLITIS OBLITERANTE O CONSTRICTIVA DEL ENFERMO TRASPLANTADO Es una complicación mayor del trasplante de pulmón y su prevalencia aumenta a medida que pasa el tiempo tras la inter- vención quirúrgica. Afectaa más del 60% de los que sobreviven 5 años. El momento en el que aparece inicialmente es variable y oscila entre los 3 meses y los 9 años postrasplante. La forma de presentación puede ser insidiosa o súbita y el curso es pro- gresivo, con pobre respuesta al tratamiento inmunodepresor. La supervivencia media tras el diagnóstico es de 2,5 años. Es importante conocer los factores de riesgo que favorecen el desarrollo de la bronquiolitis obliterante del trasplante pul- monar, para intentar prevenirlos o evitarlos en la medida de lo posible. Muchos de ellos todavía son objeto de estudio en la actualidad. Esencialmente son los siguientes: el rechazo agudo previo (tiene importancia tanto el grado como el número de rechazos), el tiempo de isquemia de la vía aérea y la edad del donante (relación de ambos), la infección por Cytomegalo- virus (también otras infecciones por virus, bacterias, hongos y Pneumocystis) y la discordancia en el sistema de antígenos leucocitarios humanos (HLA). En definitiva, las agresiones repetidas a la vía aérea producen una lesión en el epitelio, con la subsiguiente respuesta reparadora. El diagnóstico histopa- tológico no es fácil debido, entre otras cosas, a la distribución parcheada de la enfermedad y a la poca representatividad de las muestras procedentes de las biopsias transbronquiales que pueden obtenerse mediante una fibrobroncoscopia. Se ha definido el síndrome de bronquiolitis obliterante (BOS, del inglés bronchiolitis obliterans syndrome) como una obs- trucción progresiva al flujo aéreo con deterioro de la función del órgano trasplantado. Una vez constatado que el FEV1 es la mejor variable clínica y funcional para estimar la función del trasplante, se definió el BOS como un descenso irreversible en el FEV1 de, por lo menos, un 20% respecto al valor basal. Este es el motivo por el que se ha realizado una primera clasificación del BOS, que es un sistema de estadificación utilizado en los centros de trasplante de todo el mundo y que se basa en el valor del FEV1. Algunos grupos han propuesto la introducción del flujo mesoespiratorio forzado (FEF25-75%), pese a su variabilidad, como una variable más sensible para detectar de manera más precoz la aparición de una obstrucción al flujo aéreo. En la clasificación se ha establecido un estadio de BOS potencial basado en esa variable (tabla 28.4). La capacidad de difusión es normal en los estadios precoces y está alterada en los estadios finales. La prueba de metacolina puede tener algún papel en el diagnóstico precoz. La biopsia pulmonar es el único método útil para llegar al diagnóstico definitivo de una bronquiolitis obliterante, tanto si es postras- plante como si su origen está en otras causas. La broncoscopia con biopsia transbronquial tiene una gran rentabilidad en el rechazo agudo (sensibilidad del 80% y especificidad cercana al 100%). En la actualidad, pocos centros la llevan a cabo de for- ma rutinaria más allá del primer año postrasplante. Las razones son, entre otras, que la biopsia transbronquial tiene una baja sensibilidad (30-82%, según las series) en el diagnóstico de la bronquiolitis obliterante y no está exenta de complicaciones (hemorragia, neumotórax). En el lavado broncoalveolar puede encontrarse un incremento de neutrófilos. En algunos casos hay que plantear la biopsia quirúrgica por toracoscopia. TABLA 28.4 Propuesta de actualización de la clasificación del síndrome de bronquiolitis obliterante Clasificación original de la ISHLT Propuesta actual BOS 0: FEV1 ≥ 80% del valor basal BOS 0: FEV1 > 90% del valor basal y FEF25-75% > 75% del valor basal BOS 0-p: FEV1 del 81-90% del valor basal y/o FEF25-75% ≤ 75% del valor basal BOS 1: FEV1 del 66-80% del valor basal BOS 1: FEV1 del 66-80% del valor basal BOS 2: FEV1 del 51-65% del valor basal BOS 2: FEV1 del 51-65% del valor basal BOS 3: FEV1 ≤ 50% del valor basal BOS 3: FEV1 ≤ 50% del valor basal BOS, síndrome de bronquiolitis obliterante; FEV1, volumen espiratorio forzado en el primer segundo; FEF25-75%, flujo mesoespiratorio forzado; ISHLT, International Society of Heart and Lung Transplantation. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 224 El tratamiento es, en la actualidad, decepcionante y, en general, no se consigue respuesta alguna. A fecha de hoy se basa en aumentar y modificar la inmunodepresión y en administrar fármacos inmunomoduladores. Se ha insistido en la posibili- dad de emplear dosis elevadas de esteroides inhalados (fluti- casona), una irradiación linfoide total, macrólidos (claritromi- cina y azitromicina), distintas estatinas o una fundoplicatura temprana para la enfermedad por reflujo gastroesofágico, con resultados diversos. Otro camino, de compleja consideración, es el retrasplante pulmonar. Realmente, el pronóstico de la bronquiolitis obliterante depende del diagnóstico precoz y de la identificación y eli- minación de los factores de riesgo, pues en la actualidad no se dispone de tratamientos eficaces que permitan recuperar la función pulmonar perdida. En un reciente ensayo clínico se han encontrado resultados alentadores, en cuanto a la preven- ción, añadiendo azitromicina al tratamiento inmunodepresor. BRONQUIOLITIS OBLITERANTE CRIPTOGÉNICA No tiene causa conocida, es muy poco habitual y predomina en las mujeres. Su evolución es progresiva y la respuesta al tratamiento esteroideo es pobre. La obstrucción al flujo aéreo puede evolucionar hacia una insuficiencia respiratoria y la muerte. BRONQUIOLITIS RESPIRATORIA (BRONQUIOLITIS DEL FUMADOR) Es la forma más frecuente, junto con la bronquiolitis aguda, de enfermedad bronquiolar primaria. Se relaciona directamente con el consumo de tabaco, aunque también se ha descrito tras la exposición a otras sustancias inhalantes. El enfermo suele estar asintomático, aunque de manera incidental pue- den encontrarse unos datos histopatológicos o de imagen característicos. Las pruebas generalmente se solicitan por otro motivo (piezas quirúrgicas, de autopsias, etc.). Los hallazgos histológicos y radiológicos ya se han referido previamente. El tratamiento de la enfermedad se basa en el abandono del tabaquismo. BRONQUIOLITIS POR EXPOSICIÓN A POLVOS MINERALES La inhalación de polvo mineral generalmente produce un defecto restrictivo y una fibrosis pulmonar (neumoconiosis), pero el polvo también se puede depositar alrededor de las pequeñas vías aéreas en los bronquíolos respiratorios y ocasio- nar un estrechamiento de la luz bronquiolar, con la consiguien- te obstrucción al flujo aéreo. Puede asociarse a la inhalación de asbesto, sílice, mica, talco, óxido de hierro, óxido de aluminio, silicatos y carbón. En la TCAR torácica se observan imágenes puntiformes bien definidas. OTRAS BRONQUIOLITIS Pueden recordarse aquí las bronquiolitis que se dieron exclusi- vamente en España, en 1981, en relación con el síndrome del aceite tóxico por la ingesta de aceite de colza desnaturalizado y el denominado síndrome de Ardystil, ocasionado por la expo- sición laboral a pinturas aerografiadas utilizadas en fábricas textiles. Recientemente se han descrito numerosos casos de bronquiolitis constrictiva debidos a la inhalación de gas mos- taza en soldados norteamericanos combatientes en las guerras de Irak y de Afganistán y en un gran número de soldados iraníes en la guerra habida entre Irán e Irak. CONCLUSIÓN Al enfrentarse al reto diagnóstico de las enfermedades bron- quiolares es obligado preguntarse si se trata de una enferme- dad bronquiolar primaria o, por el contrario, de otro tipo de lesión bronquiolar, con afectación predominante de la vía aérea grande o del parénquima pulmonar. Puede sospecharse una enfermedad bronquiolar si existen los correspondientes datosclínicos, fisiopatológicos o radio- lógicos, así como los hallazgos histopatológicos apropiados. Es fundamental realizar una buena anamnesis (enfermedades asociadas, tratamientos previos, historia laboral y ambiental, exposiciones a tóxicos, alimentos, etc.). A veces se plantea el estudio de un paciente asintomático u oligosintomático que tiene una alteración radiológica que se ha puesto de manifies- to en la TCAR torácica efectuada por otro motivo. En otras ocasiones se dispone de una muestra histopatológica en la que se evidencia una bronquiolitis y en la que hay que valorar su relevancia clínica. En resumen, el médico es el que tiene la misión de rela- cionar los hallazgos clínicos, histológicos, fisiopatológicos y radiológicos, y sus eventuales causas, al aproximarse y orientar el diagnóstico de un paciente en el que se sospecha una enfer- medad bronquiolar. Bibliografía American Thoracic Society, European Respiratory Society. American Thoracic Society/European Respiratory Society International Mul- tidisciplinary Consensus Classification of the Idiopathic Interstitial Pneumonias. This joint statement of the American Thoracic Society (ATS), and the European Respiratory Society (ERS) was adopted by the ATS board of directors, June 2001 and by the ERS Executive Com- mittee, June 2001. Am J Respir Crit Care Med 2002;165:277-304. Azuma A, Kudoh S. Diffuse panbronchiolitis in East Asia. Respirology 2006;11:249-61. Devakonda A, Raoof S, Sung A, Travis W, Naidich D. Bronchiolar disorders. A clinical-radiological diagnostic algorithm. Chest 2010;137:938-51. Franquet T. Técnicas de imagen en la exploración de la vía aérea peque- ña: asma y EPOC. Arch Bronconeumol 2011;47(Supl 2):20-6. Garibaldi B, Illei P, Danoff S. Bronchiolitis. Inmunol Allergy Clin N Am 2012;32:601-19. Kreiss K. Occupational causes of constrictive bronchiolitis. 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