Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
168 CAPÍTULO © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Enfermedad pulmonar obstructiva crónica: concepto, factores etiológicos y patogenia INTRODUCCIÓN La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un tér- mino en permanente evolución, tanto en lo que se refiere a su definición y concepto como en lo que concierne al conocimien- to que se tiene de la propia enfermedad. Eso da lugar a que constantemente estén apareciendo actualizaciones de las guías que abordan su estudio clínico. Con independencia de estos aspectos conceptuales, en lo que todos los expertos sí están de acuerdo es en la extraordinaria importancia sanitaria de la EPOC. En efecto, se trata de una enfermedad muy prevalente en la actualidad (afecta al 10,2% de la población en España), con previsiones de aumentar en el futuro inmediato, con un gran impacto sobre la calidad de vida y el pronóstico vital del paciente y que consume elevados recursos socioeconómicos, especialmente por el coste que se asocia con los episodios de agudización. CONCEPTO Y DEFINICIONES La reciente actualización de la Global initiative for chronic obs- tructive lung disease (GOLD) define la EPOC como «un proceso prevenible y tratable, caracterizado por una limitación al flujo aéreo no completamente reversible, generalmente progresiva y asociada con una respuesta inflamatoria anormal de los pulmones a partículas o gases nocivos. Las exacerbaciones y la comorbilidad contribuyen a aumentar su gravedad en algunos pacientes». Concepto La EPOC se define por una alteración funcional a la que se llega como consecuencia de los efectos sostenidos de un proceso inflamatorio, que produce una alteración en las vías aéreas pequeñas (bronquiolitis) y la destrucción del parénquima pulmonar (enfisema). Estudios recientes sugieren que la bron- quiolitis precede al desarrollo del enfisema, aunque la historia natural de la enfermedad es poco conocida. La definición consensuada de la EPOC pone de manifies- to algunos de los problemas conceptuales que se plantean actualmente en esta enfermedad. En primer lugar, es destacable que la definición comience por establecer que se trata de una entidad «prevenible y tratable». Este comienzo (poco habitual en otras enfermedades) no es casual y pretende enfatizar dos aspectos clave de la EPOC: su posible prevención (mediante el cese de su principal factor de riesgo: el consumo de tabaco) y la capacidad de los tratamientos hoy en día disponibles para aliviar eficazmente los síntomas de los pacientes que pade- cen una EPOC. Con ello se contribuye, sin duda, a mejorar su calidad de vida y quizá su pronóstico vital. De hecho, los resultados de un estudio recientemente realizado en individuos tratados (estudio ECLIPSE) demuestran que la enfermedad no es progresiva en todos los casos, ya que hasta el 40% de los enfermos no pierde función pulmonar durante el seguimiento. En segundo lugar, a diferencia de lo que ocurre en las defini- ciones empleadas en otras enfermedades, que generalmente se basan en su causa, la EPOC se identifica en atención a una alteración funcional (la obstrucción crónica y poco reversible al flujo aéreo). Esta obstrucción ni siquiera es exclusiva de la enfermedad objeto de definición, ya que otros numerosos tras- tornos respiratorios crónicos también la presentan. En tercer lugar, se ha incluido el papel que tienen las exacerbaciones y la comorbilidad sobre el pronóstico de la enfermedad en muchos casos. En cuarto y último lugar, debe señalarse la obviedad de que, en su concepción actual, el término EPOC no corresponde a una única enfermedad, sino que engloba diversas entidades patológicas, que coexisten en proporciones variables en cada individuo en concreto. En este sentido, es útil considerar la EPOC como una enfer- medad «multidominio», en la que la afectación de diferentes compartimentos (vías aéreas, alvéolos, circulación pulmonar, músculos respiratorios y esqueléticos, etc.) puede producirse en porcentajes variables en sujetos diferentes. De hecho, la EPOC no se limita a la esfera pulmonar, sino que también se acompaña de numerosos efectos sistémicos (cuadro 22.1). 22 Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 22 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica: concepto, factores etiológicos y patogenia 169 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Estos efectos son de gran relevancia clínica, por cuanto tienen un valor pronóstico independiente de la importancia de la alteración pulmonar y, además, precisan de un tratamiento específico, distinto al empleado para combatir las alteraciones estructurales del parénquima pulmonar. Tanto es así que recien- temente se ha descrito que una proporción de los pacientes con una EPOC tienen una inflamación sistémica persistente (el «inflamoma», descrito por Agustí et al., en 2012), que se asocia con una mayor mortalidad y frecuencia de exacerbaciones. Se ha propuesto incluso que la EPOC debía formar parte de un «síndrome inflamatorio sistémico crónico», que agruparía a otros trastornos relacionados con el consumo de tabaco (insuficiencia cardíaca crónica, síndrome metabólico) y que cursaría con un incremento de la inflamación sistémica, la cual podría medirse por un aumento de la proteína C reactiva. Esta visión, muy discutible y en continuo debate, aporta una nueva concepción de la enfermedad, que se entiende como algo que va más allá del pulmón. El predominio en la afectación de determinados dominios o manifestaciones clínicas, que permite agrupar a los sujetos que tienen características similares y que se asocia con desenlaces clínicos diferentes, ha llevado a la descripción de lo que se ha denominado fenotipo clínico. En efecto, la nueva Guía española de la EPOC (GesEPOC) reconoce la posibilidad de diferentes fenotipos: el agudizador, el bronquítico crónico, el enfisema- toso y el mixto EPOC-asma. Sus implicaciones terapéuticas son motivo de debate en la actualidad. Definiciones La bronquitis crónica es la manifestación clínica fundamen- tal de la afectación del árbol traqueobronquial en la EPOC. Se acepta, de acuerdo con el consenso internacional, que un paciente padece una bronquitis crónica si tiene tos y expectoración durante más de 3 meses al año durante 2 años consecutivos, en ausencia de otras causas que puedan explicar sus síntomas (bronquiectasias, insuficiencia cardíaca, fibrosis quística, secuelas de una tuberculosis, etc.). El caso de las bron- quiectasias, sin embargo, posiblemente tenga que revisarse, porque los estudios de grandes series de enfermos mediante tomografías computarizadas torácicas han permitido com- probar que una proporción no despreciable de los individuos que padecen una EPOC y con una bronquitis crónica tienen bronquiectasias. El enfisema pulmonar se define, en términos anatomopa- tológicos, como la destrucción permanente de los espacios aéreos más allá del bronquíolo terminal. La desaparición de las paredes alveolocapilares supone la coalescencia de alvéolos vecinos, causa la aparición de auténticas cavidades en el seno del parénquima pulmonar (bullas), dificulta el tránsito de la sangre a través del pulmón (lo que es motivo de una hiper- tensión pulmonar y de un cor pulmonale) y altera de manera notable el intercambio pulmonar de gases, especialmente durante el ejercicio. Gravedad de la EPOC La EPOC es un trastorno obstructivo y, por tanto, para su iden- tificación es imprescindible la realización de una espirometría. Se considera que existe una obstrucción al flujo aéreo cuando la relación entre el volumen espiratorio forzado en el primer segundo y la capacidad vital forzada (FEV 1/FVC) es inferior a 0,7 tras haber administrado un broncodilatadorpor vía inha- latoria. El valor del FEV1 es el mejor indicador de la gravedad de la obstrucción al flujo aéreo y se utiliza como un buen marcador de riesgo para clasificar la enfermedad. Sin embargo, el FEV1 ya no es la única variable existente para clasificar la gra- vedad de la EPOC. La GOLD propone también el empleo del grado de afectación sintomática y el antecedente de dos o más exacerbaciones en el año previo como indicadores de gravedad y riesgo (fig. 22.1). La GesEPOC sugiere recurrir al índice BODE (acrónimo de índice de masa corporal [body mass index], obs- trucción al flujo aéreo, disnea y ejercicio) o al índice BODEx (en el que se sustituye el ejercicio por las exacerbaciones) para evaluar la gravedad de la enfermedad. EPIDEMIOLOGÍA Diversos estudios epidemiológicos recientes han mostrado unos resultados muy preocupantes, ya que confirman que la EPOC es una alteración muy frecuente y que, además, se encuentra infradiagnosticada. En nuestro país su prevalencia oscila alrededor del 10,2% en los individuos que tienen entre 40 y 80 años de edad, según el Epidemiologic study of COPD in Spain (EPI-SCAN). El estudio Burden of lung disease (BOLD), realizado en 12 países diferentes, halló una prevalencia de la EPOC, en el estadio GOLD II o superior, del 10,1%. En Iberoamérica, el Proyecto latinoamericano de investigación en obstrucción pulmonar (PLATINO) evidenció la existencia de una prevalencia variable, que oscilaba entre el 7,8% en Ciudad Cuadro 22.1 PRINCIPALES EFECTOS SISTÉMICOS DE LA EPOC Inflamación sistémica: ● Células inflamatorias activadas ● Niveles plasmáticos elevados de citocinas y reactantes de fase aguda ● Estrés oxidativo Alteraciones nutricionales y pérdida de peso: ● Aumento del gasto energético basal ● Alteraciones en la composición corporal ● Trastornos en el metabolismo de los aminoácidos Disfunción muscular esquelética: ● Pérdida de masa muscular ● Alteraciones en la estructura o en la función ● Limitación al ejercicio de origen periférico Otros efectos extrapulmonares potenciales: ● Alteraciones cardiovasculares ● Alteraciones neurológicas ● Alteraciones osteoesqueléticas ● Anemia Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 170 de México y el 19,7% en Montevideo. La World Health Organi- zation (WHO) ha calculado que la prevalencia de la EPOC va a aumentar en el futuro debido, fundamentalmente, al incre- mento del tabaquismo entre los adolescentes en los países en desarrollo, así como por el envejecimiento de la población en los países desarrollados. Se estima que, en el año 2020, la EPOC va a ocupar el tercer lugar en la lista de enfermedades con mayor impacto sociosanitario, desde la sexta posición que ocupa en la actualidad. Otro aspecto epidemiológico importan- te es que, aunque la EPOC era tradicionalmente un trastorno que afectaba sobre todo a los varones, su diagnóstico es cada vez más habitual (y aún más en el futuro) entre las mujeres, debido a los cambios que se han producido en la prevalencia y la distribución por sexos del consumo de tabaco en las últimas décadas del siglo xx. La EPOC es la única de las enfermedades crónicas frecuentes cuya tasa de mortalidad no ha disminuido en los últimos 30 años, como ha sucedido, por ejemplo, con la de los procesos cardiovasculares. Muy al contrario, ha aumentado más de un 150%. A pesar de estas preocupantes cifras, la proporción de individuos no diagnosticados y, por consiguiente, no tratados, es todavía muy superior a la de los pacientes bien identificados y tratados. Esto hace que se subestime su ya elevadísimo coste socioeconómico, que en España puede llegar a ser hasta de 2.333 euros por paciente y año. Por todo ello, la EPOC es un problema de salud pública de enorme magnitud. FACTORES ETIOLÓGICOS Inhalación de partículas o gases nocivos En nuestra sociedad, el consumo de tabaco es el principal factor de riesgo de la EPOC. En las sociedades rurales de Sudamérica y Asia se postula que la polución doméstica derivada de la costumbre de cocinar con leña en el interior de las viviendas también puede contribuir a explicar la aparición de una EPOC en los individuos no fumadores. En España se ha descrito, asimismo, una relación con los productos derivados de la combustión de biomasa. El papel de la polución atmosférica de las grandes ciudades occidentales y el derivado de la exposi- ción a diversos contaminantes laborales es más controvertido. Aunque el consumo tabáquico es, sin duda, el factor de riesgo más importante para el desarrollo de la EPOC, no todos los fumadores padecen la enfermedad. Por ello, el tabaquismo se considera hoy en día un factor patogénico necesario, aunque no suficiente, para que se produzca una EPOC. Se postula la necesidad de que coexistan otras circunstancias que expliquen el porqué de la aparición de la enfermedad solo en algunos fumadores. Entre ellos cabe destacar los factores de tipo indi- vidual y los ambientales (fig. 22.2). La relevancia específica de cada uno de estos factores y, sobre todo, su interacción en un individuo concreto para favorecer la aparición de una EPOC son aspectos todavía desconocidos en su mayor parte. Sustrato genético Entre los condicionantes de tipo individual se considera que la dotación genética de cada persona desempeña un papel fundamental en el origen de la EPOC. En la actualidad, el único déficit genético para el que se ha confirmado claramente una relación con el enfisema es la deficiencia de α 1-antitripsina. Sin embargo, su prevalencia entre los pacientes que tienen una EPOC es inferior al 1%, por lo que deben existir otros trastor- nos genéticos todavía no descritos que contribuyan a explicar la patogenia de la enfermedad. Asimismo, parece improbable que la alteración de un único gen explique la susceptibilidad de FIGURA 22.1 Clasificación de la EPOC según la Global initiative for chronic obstructive lung disease (GOLD), en su edición de 2013. En esta valoración tridimensional influyen los síntomas (medidos bien por la Modified Medical Research council dyspnea scale [mMRC] o bien por el COPD assessment test [CAT]), la gravedad de la obstrucción al flujo aéreo (estadio I en la clasificación GOLD o volumen espiratorio forzado en el primer segundo [FEV 1 ] menor del 80%; estadio II en la clasificación GOLD o FEV 1 entre el 80 y el 50%; estadio III en la clasificación GOLD o FEV 1 entre el 50 y el 30%; estadio IV en la clasificación GOLD o FEV 1 menor del 30%) y el riesgo de exacerbaciones medido por el antecedente del número de exacerbaciones habidas en los 12 meses previos. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 22 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica: concepto, factores etiológicos y patogenia 171 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. algunos sujetos fumadores para el desarrollo de una EPOC. Al contrario, se cree que la EPOC es un proceso de tipo poligénico, es decir, una enfermedad en la que la combinación simultánea de anomalías en diversos genes explicaría el aumento del riesgo que se da en determinadas personas fumadoras. La aparición de trabajos realizados con métodos que estudian el genoma completo (GWAS, del inglés genome-wide association) ha permitido descubrir nuevos genes muy proba- blemente implicados en la pérdida de la función pulmonar que caracteriza a la EPOC cuando se evalúan grandes cohortes de individuos. Un ejemplo son los genes del receptor de la inter- leucina 6 (IL-6R),de la glutatión S-transferasa (GSTO2), de la HHIP (del inglés hedgehog-interacting protein) y del miembro A1 de la familia con semejanza en la secuencia 13 (FAM13A, del inglés family with sequence similarity 13, member A1). Entre los genes «candidatos» los hay proinflamatorios, antioxidantes, relacionados con la hiperrespuesta bronquial, etc. Sin embar- go, en la actualidad todavía no se ha identificado, de manera inequívoca, qué conjunto de genes podría explicar realmente la susceptibilidad de algunos sujetos para desarrollar la enferme- dad. Es posible que, además, este conjunto varíe con la etnia, lo que explicaría la diversa prevalencia de la EPOC en personas de razas diferentes. Junto con estos factores genéticos, se postula la existencia de diversos factores ambientales, capaces de contribuir al desarro- llo de la EPOC en algunos fumadores particularmente suscepti- bles (v. fig. 22.2). Así, se ha sugerido que algunas alteraciones en la formación del pulmón pudieran favorecer la aparición de una EPOC en la edad adulta. A su vez, estas alteraciones en el desarrollo pulmonar podrían deberse a procesos ocurridos intraútero, como el hábito tabáquico de la madre, durante la infancia, como déficits nutricionales o infecciones víricas, o durante la adolescencia, como el inicio temprano en el con- sumo de tabaco, cuando el pulmón todavía no ha alcanzado su madurez y su máximo desarrollo potencial. Otros factores etiológicos ENVEJECIMIENTO La prevalencia, la morbilidad y la mortalidad de la EPOC aumentan con la edad. La función pulmonar, que alcanza su máximo desarrollo en los adultos jóvenes, comienza su declive a partir de la tercera o cuarta décadas de la vida. Aunque este descenso puede considerarse normal, algunos investigadores han propuesto que los pacientes de mayor edad que tienen una mejor función pulmonar viven más que los que la tienen peor. Esto tiene una obvia interacción con las comorbilidades que coexisten en los individuos con más años. Está claro que el envejecimiento de la población aumenta la prevalencia de las enfermedades crónicas, sobre todo de las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes mellitus y la EPOC. HIPERREACTIVIDAD BRONQUIAL De acuerdo con la hipótesis holandesa, la hiperreactividad bronquial —un hallazgo que clásicamente se ha asociado con el asma— favorece la aparición de una EPOC. No obstante, esta posibilidad sigue siendo controvertida. En estudios transversa- les se ha encontrado un solapamiento hasta del 30% entre las personas que tienen un diagnóstico clínico de EPOC y las que lo tienen de asma. En el estudio ECLIPSE, la hiperreactividad FIGURA 22.2 Mecanismos potenciales de susceptibilidad para padecer una EPOC. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 172 bronquial fue uno de los factores que se asoció con la pérdida de función pulmonar. Sin embargo, la existencia de una prueba broncodilatadora positiva no fue un índice estable, ya que en los sujetos tratados no fue constante en el tiempo ni se relacio- naba con un pronóstico diferente. Algunos trabajos han puesto de manifiesto que los asmáticos que fuman pierden función pulmonar más rápidamente que los individuos fumadores no asmáticos, lo que hablaría a favor de la existencia de un fenotipo mixto EPOC-asma. INFECCIONES Las infecciones desempeñan un papel importante tanto en el desarrollo como en la progresión de la EPOC. Los procesos infecciosos sufridos durante la infancia podrían predisponer a la formación de bronquiectasias o a la hiperreactividad bronquial. PATOGENIA La patogenia de la EPOC no se conoce bien. Esto se debe en parte a la heterogeneidad del término EPOC, que engloba, al menos, una enfermedad de las vías aéreas (la bronquitis crónica con bronquiolitis) y otra del parénquima pulmonar, en los alvéolos (el enfisema). Respuesta inflamatoria al humo del tabaco Actualmente se considera que la respuesta inflamatoria excesiva o inapropiada al humo del tabaco es el principal mecanismo patogénico implicado en el origen de la enfermedad de las vías aéreas, al inducir una bronquitis crónica y una bronquiolitis. Esta consideración se basa en la presencia de células inflama- torias en dichas vías en los pacientes que padecen una EPOC, fundamentalmente neutrófilos y linfocitos T (cuadro 22.2 y fig. 22.3), así como en la detección de niveles elevados de citocinas proinflamatorias en el exudado bronquial. La interac- ción biológica entre las células mencionadas y los mediadores proinflamatorios se muestra en la figura 22.2. La reacción inflamatoria propia de la EPOC es diferente de la que aparece en el asma bronquial, que se caracteriza por un engrosamiento de la membrana basal y la infiltra- ción por linfocitos T CD4 positivos y por eosinófilos. La inflamación bronquial de la EPOC se define por la presencia de linfocitos T CD8 positivos (en mayor proporción que por linfocitos CD4 positivos, lo que conduce a un cociente CD4 positivos/CD8 positivos inferior a la unidad), macró- fagos y neutrófilos. Sin embargo, todavía existen numerosas dudas respecto a la respuesta inflamatoria de las vías aéreas existente en la EPOC. Entre ellas destacan las dos siguien- tes. En primer lugar, no se sabe qué diferencia la respuesta inflamatoria «normal» al humo del tabaco, es decir, la que aparece en todos los fumadores, de la «patológica», es decir, la que conduce o, quizá mejor, se asocia con una EPOC. Posiblemente, la respuesta a esta pregunta tenga que ver con la dotación genética del individuo, tal y como se ha discutido con anterioridad. En segundo lugar, no se conoce por qué la respuesta inflamatoria en los pacientes con una EPOC no desaparece al cesar el consumo de tabaco. Se ha sugerido que esto quizá tiene relación con algún tipo de respuesta Cuadro 22.2 INFLAMACIÓN CELULAR EN LA EPOC EN DIFERENTES ZONAS DEL APARATO RESPIRATORIO Vías aéreas grandes: ● Macrófagos ● Linfocitos T (principalmente CD8+) ● Neutrófilos (solo en la enfermedad grave) ● Eosinófilos (en algunos pacientes) Vías aéreas pequeñas: ● Macrófagos ● Linfocitos T (principalmente CD8+) ● Eosinófilos (en algunos pacientes) Parénquima pulmonar: ● Macrófagos ● Linfocitos T (principalmente CD8+) ● Neutrófilos Arterias pulmonares: ● Linfocitos T (principalmente CD8+) ● Neutrófilos FIGURA 22.3 Modelo de interacción entre las células y los mediadores en la EPOC. El humo del tabaco atrae macrófagos alveolares, que producen el factor de necrosis tumoral α (TNF-α), el cual, a través de un mecanismo de factores nucleares kB (NF-kB) dependientes, estimula la secreción de interleucina 8 (IL-8) por las células epiteliales y los propios macrófagos. Como consecuencia, se produce un mayor reclutamiento de neutrófilos en el pulmón, que liberan mayor cantidad de proteasas. La infección latente por Adenovirus podría estar implicada en la perpetuación de este proceso, una vez que la noxa (el humo del tabaco) ha desaparecido. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 22 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica: concepto, factores etiológicos y patogenia 173 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. autoinmune en estos enfermos o bien con una infección latente por Adenovirus (v. fig. 22.3). Desequilibrio enzimático La patogenia del segundo componente importante en la EPOC, es decir, el que tiene que ver con la afectación alveolar (el enfi- sema), también se desconoce en muchos aspectos, aunque pueden estar implicadosdiversos mecanismos (cuadro 22.3). En general, se considera que el componente inflamatorio alveolar es relativamente escaso. Por el contrario, basados en el modelo de enfisema que caracteriza a los pacientes con un déficit de α 1-antitripsina, tradicionalmente se había atribuido el enfisema en la EPOC a un desequilibrio entre las proteasas, producidas sobre todo por los neutrófilos y los macrófagos, y las antiproteasas. No obstante, cada vez existe más evidencia sobre la trascendencia de las metaloproteinasas en la patogenia del enfisema. Las metaloproteinasas de la matriz (MMP) son una familia de más de 20 enzimas degradantes de la matriz extracelular derivadas de los macrófagos y los neutrófilos. Se cree que son importantes para el desarrollo y la reparación normales del pulmón. En los pacientes con un enfisema existe una mayor concentración en el lavado broncoalveolar y una mayor expresión en los macrófagos alveolares de la MMP-1 (colagenasa) y de la MMP-9 (gelatinasa B). También se ha observado un incremento en la actividad de la MMP-9 y de la MMP-2 en el parénquima pulmonar en estos enfermos. Estrés oxidativo y apoptosis endotelial Recientemente se ha observado que otros factores también pueden contribuir, de manera significativa, a la desaparición de unidades alveolares, que es el elemento central en el enfisema. Entre ellos destacan el estrés oxidativo y la apoptosis endotelial. Es interesante observar que ambos fenómenos se aprecian, asimismo, en relación con la desaparición de la masa muscular esquelética y en la caquexia. Esta última es uno de los efectos sistémicos más característicos de la EPOC, especialmente en los sujetos que padecen un enfisema pulmonar (v. cuadro 22.1). La apoptosis endotelial puede desempeñar un papel importante en la destrucción parenquimatosa que define al enfisema. Cabría plantearse, por ello, cuál podría ser la función global de la muerte celular programada en la patogenia de la EPOC. De hecho, esta es una de las peculiaridades del proceso de envejecimiento fisiológico. Estudios recientes han comenzado a explorar la posibilidad de que una aceleración del envejeci- miento fisiológico pueda intervenir también en la patogenia de la EPOC. Por otro lado, las técnicas de biología molecular han facilitado la identificación de nuevos mecanismos inflamato- rios relacionados con el estrés oxidativo, mediante la inactiva- ción de enzimas con una función antiinflamatoria clara, como las histona-deacetilasas, que podrían ser responsables de una respuesta inflamatoria amplificada y de una disminución de la sensibilidad a los glucocorticoesteroides. Reparación y remodelado En la EPOC existe una inflamación crónica que está sujeta a los mecanismos fisiológicos de reparación del organismo. Sin embargo, la evidencia cada vez es mayor en el sentido de que esta reparación puede ser anómala. La exposición al humo del tabaco inhibe la producción de elastina y de colágeno, así como la proliferación de los fibroblastos en los pacientes con un enfisema pulmonar. Estas células, aisladas a partir de indivi- duos con una EPOC, muestran una capacidad de proliferación reducida, que se relaciona con la activación de los genes p53 y p16, que inducen cambios en el ciclo mitótico, dando lugar a una apoptosis o a la senescencia celular. Por otro lado, este efecto también puede verse en las células endoteliales y en sus precursores, así como en las células epiteliales de la vía aérea, lo que podría estar implicado en el desarrollo del enfisema. La apoptosis puede interferir en el proceso de reparación celular, ya que no permite la adecuada reparación de los tejidos. En la EPOC se ha descrito la existencia de una apoptosis en las células endoteliales, epiteliales e intersticiales del pulmón. Esta inhibición de la proliferación y reparación del parénquima pulmonar se asocia, paradójicamente, con una mayor fibrosis peribronquiolar, que podría relacionarse con una mayor libera- ción de factores de crecimiento (como el factor transformador del crecimiento β [TGF-β] o la MMP-12) en las paredes de las vías aéreas más pequeñas. Ello daría lugar a su remodelado. En resumen, la patogenia de la EPOC es compleja, posi- blemente heterogénea, como lo es la propia naturaleza de esta enfermedad, y todavía desconocida en muchos aspectos. De manera quizás un tanto simplista, actualmente se considera que la alteración de las vías aéreas propia de la EPOC se carac- teriza, sobre todo, por una respuesta inflamatoria anormal o excesiva frente al humo del tabaco, respuesta que es capaz de autoperpetuarse aunque se deje de fumar. Por el contrario, el componente inflamatorio es menor en el compartimento alveolar. En el enfisema, los fenómenos oxidativos y proa- poptósicos y la reparación anómala parecen desempeñar un Cuadro 22.3 MECANISMOS POTENCIALMENTE RESPONSABLES DEL DESARROLLO DE UN ENFISEMA EN EL INDIVIDUO FUMADOR Desequilibrio entre proteasas y antiproteasas en el pulmón (activación de MMP-9 y MMP-12, activación de serina-proteasas, como la elastasa de los neutrófilos, o inactivación de la α1-antitripsina) Activación de los linfocitos T CD8+ con liberación de perforinas y granzimas en el pulmón Apoptosis de las células alveolares por disminución de las señales mediadas por el VEGF Envejecimiento prematuro del pulmón y senescencia de las células de la matriz, con fracaso o insuficiencia en el mantenimiento y la reparación del pulmón Eliminación defectuosa de las células apoptósicas por los macrófagos, con mal funcionamiento de los mecanismos antiinflamatorios y antiinmunológicos Disfunción mitocondrial, con aumento del estrés oxidativo que genera una apoptosis celular MMP, metaloproteinasas de la matriz; VEGF, factor de crecimiento del endotelio vascular. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 174 papel más relevante. Es posible, no obstante, que todos estos fenómenos (inflamación, oxidación y reparación anómala) se relacionen entre sí (fig. 22.4). La carga genética del individuo es probable que module la intensidad y las circunstancias de todas estas respuestas biológicas frente al humo del tabaco o, a veces, frente a otros agentes inhalados en otras latitudes y culturas. Bibliografía Agustí A, Edwards LD, Rennard SI, MacNee W, Tal-Singer R, Miller BE, et al. Persistent systemic inflammation is associated with poor clinical outcomes in COPD: a novel phenotype. PLoS One 2012;7: e37483. Berndt A, Leme AS, Shapiro SD. Emerging genetics of COPD. EMBO Mol Med 2012;4:1144-55. Celli BR, Cote CG, Marin JM, Casanova C, Montes de Oca M, Méndez RA, et al. The body-mass index, airflow obstruction, dyspnea, and exercise capacity index in chronic obstructive pulmonary disease. N Engl J Med 2004;350:1005-12. Chung KF, Adcock IM. Multifaceted mechanisms in COPD: inflam- mation, immunity, and tissue repair and destruction. Eur Respir J 2008;31:1334-56. Cosio MG, Saetta M, Agustí A. Immunologic aspects of chronic obs- tructive pulmonary disease. N Engl J Med 2009;360:2445-54. Fabbri LM, Rabe KF. From COPD to chronic systemic inflammatory syndrome? Lancet 2007;370:797-9. Hogg JC, Chu F, Utokaparch S, Woods R, Elliott WM, Buzatu L, et al. The nature of small-airway obstruction in chronic obstructive pul- monary disease. N Engl J Med 2004;350:2645-53. Mannino DM, Buist AS. Global burden of COPD: risk factors, preva- lence, and future trends. Lancet 2007;370:765-73. McDonough JE, Yuan R, Suzuki M, Seyednejad N, Elliott WM, Sánchez PG, et al. Small-airway obstruction and emphysema in chronic obstructive pulmonary disease. N Engl J Med 2011;365:1567-75. Miravitlles M, Soler Cataluna JJ, Calle M, Molina J, Almagro P, Quintano JA, et al. Guíaespañola de la EPOC (GesEPOC). Tratamiento farma- cológico de la EPOC estable. Arch Bronconeumol 2012;48:247-57. Vestbo J, Edwards LD, Scanlon PD, Yates JC, Agustí A, Bakke P, et al. Changes in forced expiratory volume in 1 second over time in COPD. N Engl J Med 2011;365:1184-92. Vestbo J, Hurd SS, Agusti AG, Jones PW, Vogelmeier C, Anzueto A, et al. Global strategy for the diagnosis, management, and prevention of chronic obstructive pulmonary disease: GOLD executive summary. Am J Respir Crit Care Med 2013;187:347-65. FIGURA 22.4 Interacción de los factores que intervienen en la patogenia de la EPOC. Los fumadores desarrollan una reacción inflamatoria desencadenada por el humo del tabaco. Los factores genéticos predisponentes hacen que en los individuos susceptibles se produzcan los cambios histopatológicos característicos de la EPOC. El balance entre el estrés oxidativo y la capacidad antioxidante, la actividad de las proteasas celulares y las enzimas antielastolíticas, y la capacidad reparadora del parénquima pulmonar determinan la magnitud de los cambios que se originan. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org Botón1:
Compartir