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532 CAPÍTULO © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Afectación pleuropulmonar en las colagenosis INTRODUCCIÓN Las colagenopatías o colagenosis son un grupo heterogéneo de enfermedades sistémicas que afectan al tejido conectivo. El término colagenosis, aunque controvertido desde su introduc- ción por Klemperer en 1941, ha permitido agrupar, desde un punto de vista histórico, a entidades diversas que, si bien de causa desconocida, tienen un mecanismo inmunopatogéni- co común y cursan con hallazgos histopatológicos similares (inflamación, afectación vascular y fibrosis). Por ello, se trata de un término que aún hoy en día tiene plena vigencia entre los médicos clínicos. Las manifestaciones broncopulmonares son frecuentes en las colagenosis, lo que quizás se explica por la abundancia de tejido conectivo y de vasos que tiene el aparato respiratorio, además de por poseer una superficie serosa. Estas manifes- taciones se traducen de muy diferentes formas, que van desde la afectación de las vías aéreas, del parénquima o de la pleura hasta la de los vasos o de la musculatura respiratoria. Por otra parte, pueden ser una expresión específica de la enfermedad, como reflejo de alguna complicación debida a la misma o, incluso, como una consecuencia del tratamiento que se haya instaurado. En este sentido, el estado de inmunodepresión que condiciona la propia colagenopatía y, sobre todo, el que se debe al tratamiento prescrito facilita el desarrollo de infecciones, que siempre deben considerarse en el diagnóstico diferencial de todo individuo que padece una colagenosis y que sufre algún trastorno broncopleuropulmonar secundario. La neumopatía intersticial difusa es la alteración pulmo- nar más habitual. En el momento actual su existencia puede ponerse de manifiesto más precozmente gracias al desarrollo de nuevas técnicas de imagen, como por ejemplo la tomo- grafía computarizada torácica «multicorte» («multicorona» o «multidetector»). A continuación se describen las alteraciones respiratorias que pueden producirse en las enfermedades del colágeno más características, es decir, en el lupus eritematoso diseminado o sistémico, la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren, la esclerodermia o esclerosis sistémica progresiva y las miopatías inflamatorias (tabla 63.1). Las vasculitis pulmonares se estudian detalladamente en otro capítulo de esta obra. LUPUS ERITEMATOSO DISEMINADO Las alteraciones respiratorias son muy habituales en los pacientes que padecen un lupus eritematoso diseminado o sistémico (cuadro 63.1). Sin embargo, la incidencia real de estas alteraciones no se conoce con exactitud. Los estudios necrópsicos la cifran en porcentajes muy variables, que oscilan entre un 10 y un 100%. Los trastornos de la difusión pulmonar pueden aparecer, según diversos trabajos, en un 70% de los enfermos asintomáticos. Tampoco se ha identificado bien el mecanismo patogénico de la lesión pulmonar. La presencia de inmunocomplejos y, en especial, de los anticuerpos anti-Ro parece tener un papel importante, aunque quizás se precisan otros mecanismos adicionales. Ninguna de las lesiones his- topatológicas que se encuentran en estos casos es específica del lupus eritematoso diseminado. Pleuritis La pleuritis es la manifestación pulmonar más frecuente en los sujetos que tienen esta enfermedad. Se observa en un 40% de los pacientes en algún momento de su evolución y hasta en un 80% de los casos en las series de autopsia. Suele acompañarse de otros datos de actividad, aunque también puede ser la pri- mera manifestación de un lupus. Suele cursar con un derrame de escasa cuantía, que a veces es bilateral. Desde un punto de vista clínico se manifiesta por dolor torácico, tos, disnea y fiebre. Las características del líquido pleural son las de un exudado de predominio linfocítico, con cifras de complemento bajo y con un leve descenso de la glucosa. Aunque la detección en el líquido de anticuerpos antinucleares (ANA) y antiácido desoxirribonucleico (anti- DNA) sugiere el origen lúpico del derrame, este hallazgo no es específico y no aporta información adicional a la que se logra con la determinación de estos anticuerpos en el suero. Por ello, estas determinaciones no deberían solicitarse habi- tualmente. El tratamiento de la pleuritis lúpica se basa en la adminis- tración de corticoesteroides a bajas dosis. No obstante, los derrames pleurales moderados y pequeños pueden responder 63 Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 63 Afectación pleuropulmonar en las colagenosis 533 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. a los fármacos antiinflamatorios no esteroideos. Los antipa- lúdicos parecen útiles en la prevención de la pleuritis lúpica. Enfermedad pulmonar parenquimatosa NEUMONITIS LÚPICA AGUDA Es una complicación poco común (1-12%) y en la mitad de los casos coincide con el inicio de la enfermedad. Cursa con fiebre, tos, disnea, dolor torácico y, en ocasiones, hemoptisis. En la radiografía de tórax se aprecian infiltrados alveolares, que predominan en los campos inferiores (fig. 63.1), y en la tomografía computarizada torácica se objetivan infiltrados en vidrio deslustrado, lo que sugiere la existencia de una alveolitis. El diagnóstico diferencial debe hacerse con las infecciones pul- monares, que son la causa más habitual de fiebre e infiltrados alveolares en estos enfermos, y también con la hemorragia pulmonar. Para ello a veces debe recurrirse a una broncos- copia realizada con lavado broncoalveolar y, en ocasiones, a una biopsia pulmonar, que sirve para poner de manifiesto las lesiones histopatológicas mencionadas. El tratamiento se basa en la administración de corticoes- teroides en altas dosis (1 mg/kg/día) e, incluso, de «bolos» intravenosos de metilprednisolona (500 a 1.000 mg) en las formas más graves, en cuyo caso se recomienda asociar otros inmunodepresores como la ciclofosfamida. Además es con- veniente, hasta que pueda descartarse la existencia de una infección, recurrir a la antibioticoterapia empírica. De cualquier forma, el pronóstico en estos pacientes es grave, entre otros motivos porque la mortalidad alcanza hasta un 50% o, incluso, más. En las personas que sobreviven suele desarrollarse una neumopatía intersticial difusa. HEMORRAGIA ALVEOLAR Como la neumonitis lúpica, es una manifestación muy poco habitual del lupus eritematoso diseminado (2% de los pacien- tes), aunque puede ser la expresión inicial de la enfermedad. En el 90% de las ocasiones coincide con datos de actividad lúpica localizada en otros órganos (p. ej., una nefropatía lúpica). La hemorragia alveolar aparece de manera similar a como lo hace la neumonitis lúpica, aunque tiene un curso clínico más acelerado. La hemoptisis sugiere el diagnóstico, pero su ausencia no lo descarta, ya que casi en el 50% de los enfermos no se detecta sangrado macroscópico alguno. Cuadro 63.1 POSIBLES MANIFESTACIONES BRONCOPULMONARES Y RESPIRATORIAS DEL LUPUS ERITEMATOSO DISEMINADO Pleuritis Enfermedad pulmonar parenquimatosa: ● Neumonitis lúpica aguda ● Hemorragia alveolar ● Neumopatía intersticial difusa ● Síndrome del pulmón «encogido» Enfermedad pulmonar vascular: ● Hipertensión pulmonar ● Hipoxemia aguda reversible TABLA 63.1 Posibles manifestaciones broncopulmonares y respiratorias de las colagenosis Artritis reumatoide Esclerodermia Lupus eritematoso diseminado Polimiositis y dermatomiositis Síndrome de Sjögren Intersticio pulmonar +++++ Neumonía intersticial usual > neumonía intersticial no específica > neumonía organizada criptogénica > daño alveolar difuso ++ Neumonía intersticial no específica > neumonía intersticial usual+ Neumonía intersticial no específica > daño alveolar difuso = neumonía intersticial linfocítica = neumonía organizada criptogénica = neumonía intersticial usual ++++ Neumonía intersticial no específica = neumonía organizada criptogénica > daño alveolar difuso > neumonía intersticial usual +++ Neumonía intersticial no específica > neumonía intersticial linfocítica > neumonía organizada criptogénica = neumonía intersticial usual = daño alveolar difuso Vía aérea ++++ Bronquiectasias y bronquiolitis obliterante + Bronquiolitis obliterante + ++++ Bronquiectasias Pleura +++ + ++++ + Músculos respiratorios + ++ + Hipertensión pulmonar + +++ ++ + + +, frecuencia de la lesión pulmonar especificada en cada una de las enfermedades indicadas. Modificado de Marigliano et al., 2013. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN VIII Afectación respiratoria en las enfermedades de otros órganos y de otros sistemas 534 El diagnóstico se establece mediante el análisis del lavado broncoalveolar, en el que puede demostrarse la existencia de eritrocitos o de macrófagos cargados de hemosiderina. La detec- ción de un aumento de la capacidad de difusión alveolocapilar para el monóxido de carbono también apoya la posibilidad de una hemorragia alveolar. El análisis histopatológico suele poner de manifiesto una capilaritis con microangeítis necroti- zante mediada por el depósito de inmunocomplejos. La coexis- tencia de una afectación renal obliga a establecer el diagnóstico diferencial con los demás síndromes renopulmonares. El tratamiento se basa en la administración intravenosa de «bolos» de corticoesteroides, que deben seguirse de dosis altas de ciclofosfamida y esteroides. En los pacientes en los que fracasa el tratamiento estándar puede ser eficaz la plasmafére- sis, aunque la importancia de este procedimiento terapéutico está aún por dilucidar. Aproximadamente en la mitad de los enfermos puede requerirse una ventilación mecánica. A pesar de todas estas medidas la mortalidad llega a ser del 50%. NEUMOPATÍA INTERSTICIAL DIFUSA Es poco frecuente en el lupus eritematoso diseminado (3% de los casos), al contrario de lo que sucede en otras colagenosis, como la artritis reumatoide o la esclerodermia, en las que es bastante habitual. Clínicamente suele manifestarse con tos no productiva y disnea de esfuerzo de evolución subaguda o crónica. En ocasiones su curso es más agudo y, en tal caso, se expresa como una neumonitis lúpica aguda. El diagnóstico se apoya en las técnicas de imagen, entre las que la tomografía computarizada torácica de alta resolución puede identificar, incluso, hasta las formas asintomáticas o pau- cisintomáticas. Las pruebas de función respiratoria permiten completar el diagnóstico, junto con el lavado broncoalveolar, que informa sobre la actividad de la enfermedad. En general, no es necesario recurrir a la biopsia pulmonar. El tratamiento es ineficaz si la fibrosis pulmonar ya se ha establecido. Sin embargo, si existen datos que sugieren la exis- tencia de actividad inflamatoria, el tratamiento con esteroides y ciclofosfamida puede, en ocasiones, enlentecer la progresión de la enfermedad respiratoria. SÍNDROME DEL PULMÓN «ENCOGIDO» Se trata, más que de una alteración parenquimatosa, de un tras- torno pulmonar secundario a una disfunción de la musculatura diafragmática, en posible relación con una miopatía inflama- toria. Su patogenia no se conoce con exactitud. Se manifiesta por disnea y dolor de características pleuríticas. En las pruebas de imagen suele observarse una elevación de ambos hemidia- fragmas, con atelectasias y pérdida del volumen pulmonar, sin evidencia de neumopatía intersticial. La exploración funcional respiratoria muestra la existencia de un patrón ventilatorio restrictivo, con disminución de los volúmenes pulmonares estáticos. En su tratamiento se han utilizado los esteroides, los inmunodepresores, la teofilina y los agonistas β-adrenérgicos. Estos últimos parecen mejorar la contractilidad diafragmática. Enfermedad pulmonar vascular HIPERTENSIÓN PULMONAR La hipertensión pulmonar siempre se ha considerado como una rara complicación del lupus eritematoso diseminado. Por el contrario, es más característica de otras colagenosis, como la esclerodermia, la enfermedad mixta del tejido conectivo, etc. Sin embargo, aunque su prevalencia en el lupus no se conoce con exactitud, los estudios más recientes, es posible que más minuciosos, la sitúan en torno al 14%, cifra más próxima a la referida para la esclerodermia. En su patogenia se han impli- cado fenómenos de vasoconstricción, inflamatorios vasculares y trombóticos, que se han puesto en relación con la presencia de anticuerpos antifosfolipídicos. Las lesiones histopatológicas y las manifestaciones clínicas pueden superponerse a las que se encuentran en la hiperten- sión pulmonar idiopática. Los estudios de ecocardiografía Doppler permiten establecer un diagnóstico precoz. Para su FIGURA 63.1 A. Radiografía posteroanterior de tórax de una mujer con un lupus eritematoso diseminado. Obsérvense los infiltrados alveolares bilaterales ocasionados por la neumonitis lúpica y la cardiomegalia debida a una pericarditis coexistente. B. Radiografía de tórax obtenida después del tratamiento de la enferma. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 63 Afectación pleuropulmonar en las colagenosis 535 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. tratamiento se recomiendan los vasodilatadores (antagonis- tas de la endotelina, inhibidores de la fosfodiesterasa y pros- tanoides). Los inmunodepresores (esteroides, ciclofosfamida) también parecen ser útiles en algunos pacientes, aunque su verdadero papel está aún por definir. HIPOXEMIA AGUDA REVERSIBLE Es una alteración muy poco común, que se expresa con una disnea de comienzo abrupto, como expresión de la insu- ficiencia respiratoria aguda sin causa aparente y que no se asocia con anomalía alguna en las pruebas de imagen. Cursa con hipoxemia, hipocapnia y una marcada elevación del gra- diente alveoloarterial de oxígeno. Se observa un característico aumento en los niveles plasmáticos del factor C3a del com- plemento, que desencadenan fenómenos de leucoagregación y que condicionan una vasculopatía oclusiva con un marcado trastorno en la difusión pulmonar. Los esteroides, que pueden administrarse aisladamente o en asociación con salicilatos, son la base del tratamiento y consiguen mejorar el cuadro clínico en pocos días. ARTRITIS REUMATOIDE En más de un 50% de los pacientes que tienen una artritis reumatoide se evidencian manifestaciones extraarticulares. Entre ellas la afectación pleuropulmonar es muy frecuente (cuadro 63.2) y llega a representar, aunque muchas veces curse de manera subclínica, la segunda causa de muerte, tras las infecciones. No es fácil, sin embargo, determinar cuál es la verdadera prevalencia de estas alteraciones, entre otros moti- vos porque en los distintos trabajos publicados al respecto se han incluido grupos de pacientes muy heterogéneos y se han utilizado criterios diagnósticos muy diferentes (pruebas de función pulmonar, radiografías de tórax, tomografías compu- tarizadas torácicas de alta resolución, etc.). Habitualmente la lesión pulmonar se produce durante los primeros 5 años tras el diagnóstico de la enfermedad. A continuación se describen las manifestaciones respiratorias que pueden encontrarse en la artritis reumatoide. Pleuritis La pleuritisse detecta, junto a la fibrosis pulmonar, en un 50% de los estudios necrópsicos, pero solo en un 5% de los individuos que tienen una artritis reumatoide se observa un derrame pleural en la radiografía de tórax. La implicación pleu- ral es más frecuente cuando la artritis es de larga evolución y, en tal caso, coexiste habitualmente con nódulos pulmonares, una neumopatía intersticial difusa o un derrame pericárdico. También puede preceder a la artropatía. Cuando la pleuritis es sintomática los enfermos suelen tener fiebre y dolor torácico. La disnea solo surge cuando el derrame es de gran cuantía. El líquido pleural tiene las características de un exudado, en el que predominan las células mononucleares y en el que se evidencian unas cifras de lactato deshidrogenasa elevadas (mayores de 700 UI/L), una glucosa marcadamente baja y un pH menor de 7,3. Estos datos obligan a establecer el diagnós- tico diferencial con el empiema, complicación que puede apa- recer en los pacientes que siguen un tratamiento esteroideo. Los valores del factor reumatoide en el líquido pleural suelen ser superiores a los que se encuentran en el suero. La biopsia pleural permite el diagnóstico diferencial con la tuberculosis y puede objetivar la presencia de nódulos reumatoides. En general, la pleuritis que se asocia con la artritis reumatoide se resuelve de modo espontáneo en unas cuantas semanas. No obstante, para su tratamiento pueden usarse los antiinflama- torios no esteroideos o, si estos no son eficaces, los corticoes- teroides en dosis bajas (10 a 20 mg/día de prednisona). Enfermedad pulmonar parenquimatosa NEUMOPATÍA INTERSTICIAL DIFUSA La artritis reumatoide es la colagenosis que con más fre- cuencia se asocia con una neumopatía intersticial difusa (fig. 63.2). Algunas series sitúan su prevalencia en torno al 20%. Sin embargo, la afectación subclínica, puesta de mani- fiesto mediante las correspondientes pruebas funcionales res- piratorias (patrón ventilatorio restrictivo y disminución de la capacidad de difusión alveolocapilar para el monóxido de carbono) o un lavado broncoalveolar, es mucho más habitual y se identifica hasta en el 80% de los casos. La aparición de esta forma de neumopatía se ha puesto en relación con el consumo de tabaco y con la existencia de anticuerpos frente a proteínas citrulinadas. Cuando evoluciona hacia una fibrosis pulmonar, en la tomografía computarizada torácica de alta resolución se ve un patrón reticular, que predomina en las zonas inferiores y periféricas del pulmón. La neumonía intersticial usual, la neumonía intersticial no específica y la neumonía organiza- da criptogénica son las formas clínicas más comunes. En el tratamiento se han empleado, con resultados dispares, los Cuadro 63.2 POSIBLES MANIFESTACIONES BRONCOPULMONARES Y RESPIRATORIAS DE LA ARTRITIS REUMATOIDE Pleuritis Enfermedad pulmonar parenquimatosa: ● Neumopatía intersticial difusa: ● Neumonía intersticial usual ● Neumonía intersticial no específica ● Neumonía organizada criptogénica ● Nódulos pulmonares reumatoides ● Síndrome de Caplan Enfermedad de las vías aéreas: ● Vías bajas: bronquiolitis, bronquiectasias ● Vías altas: obstrucción laríngea Enfermedad pulmonar vascular: ● Hipertensión pulmonar ● Vasculitis pulmonar Enfermedad de la pared torácica: ● Restricción de la movilidad de la caja torácica ● Erosiones costales Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN VIII Afectación respiratoria en las enfermedades de otros órganos y de otros sistemas 536 esteroides, los inmunosupresores (ciclofosfamida, azatioprina) y, más recientemente, el micofenolato y el rituximab. Conviene recordar que algunos de los fármacos que se emplean en el tratamiento de la artritis reumatoide, como el metotrexato o las sales de oro, pueden dar lugar per se a una neumopatía inters- ticial difusa. En la dirección «www.pneumotox.com» pueden encontrarse más detalles sobre los medicamentos capaces de producir algún tipo de toxicidad pulmonar. NÓDULOS REUMATOIDES Son la única manifestación específica de la artritis reumatoide en el pulmón. Suelen ser asintomáticos, aunque en ocasiones pueden ser la causa de un neumotórax, una hemoptisis o una infección respiratoria. Se localizan sobre todo en los lóbulos superiores, próximos a la pleura, y pueden cavitarse. Tienen buen pronóstico y, en general, se resuelven de manera espon- tánea. No obstante, deben seguirse en el tiempo para descartar la posibilidad de una lesión maligna, en especial cuando se trata de un nódulo pulmonar único. SÍNDROME DE CAPLAN Se denomina también neumoconiosis reumatoide, ya que se origina en los enfermos que tienen una artritis reumatoide y han estado expuestos al polvo del carbón, al asbesto o a la síli- ce. Desde un punto de vista clínico se caracteriza por la rápida aparición de nódulos pulmonares, periféricos y basales, y de una obstrucción al flujo aéreo. Los nódulos cursan en brotes y son similares, desde un punto de vista histopatológico, a los reumatoides, aunque en el síndrome de Caplan se rodean de células pigmentadas. El pronóstico suele ser bueno, a pesar de que no existe tratamiento específico alguno. Enfermedad de las vías aéreas La afectación de las vías aéreas inferiores puede evolucionar, simplemente, bajo la forma de una hiperreactividad bron- quial o, también, como una bronquiolitis obliterante, una bronquiolitis folicular o unas bronquiectasias. El tratamiento de estas alteraciones es similar al de la obstrucción al flujo aéreo que aparece en otras enfermedades (broncodilatadores y corticoesteroides inhalados). La implicación de la vía aérea superior es menos habitual y puede ocasionar tanto una obs- trucción laríngea, debida a una sinovitis de la articulación cricoaritenoidea, como una obstrucción alta, por la apari- ción de nódulos reumatoides en las cuerdas vocales, aunque esta última posibilidad es bastante rara. Enfermedad pulmonar vascular HIPERTENSIÓN PULMONAR Es una complicación poco frecuente en la artritis reumatoi- de, aunque algunos trabajos recientes han encontrado que la presión de la arteria pulmonar está elevada, si se determina mediante una ecocardiografía Doppler, hasta en un 20% de los pacientes que no tienen enfermedad pulmonar ni cardíaca alguna conocida, al menos en ese momento. En la patogenia de la hipertensión pulmonar de la artritis reumatoide se han implicado procesos vasculíticos, ya que algunos pacientes padecen simultáneamente una vasculitis sistémica, y factores evolutivos, al haberse observado una relación significativa entre la hipertensión pulmonar y la duración de la artritis reumatoide. Los datos clínicos y el tratamiento de la hipertensión pul- monar son similares, en estos enfermos, a los propios de la forma idiopática. Los enfermos que tienen una neumopatía intersticial difusa con fibrosis pulmonar también pueden desa- rrollar, por un mecanismo patogénico distinto al anterior, una hipertensión pulmonar secundaria. VASCULITIS La vasculitis pulmonar primaria es muy poco habitual en la artritis reumatoide, aunque sí se ha encontrado a veces cuando en el pulmón existen nódulos reumatoides. Además, la vas- culitis del nervio laríngeo inferior o recurrente y la del nervio vago puede condicionar una obstrucción laríngea. Alteraciones de la pared torácica La movilidad de la caja torácica se altera con cierta frecuencia en la artritis reumatoide, tal y como ocurre en la espondilitis anquilosante. Esta alteración puede estar en relación tanto con una afectación muscular o pleural como con la rigidez o el anquilosamiento articular que son propios de esta enferme- dad. En algunos casos también se observan erosiones óseas en el borde superior de los arcos costales, cuyo origen no seha aclarado hasta la fecha. SÍNDROME DE SJÖGREN El síndrome de Sjögren o síndrome seco es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por la existencia de una infiltración linfocitaria difusa de las glándulas exocrinas. Implica a numerosos órganos extraglandulares, incluyendo el pulmón, y puede aparecer como una enfermedad idiopática o primaria y también como una forma secundaria, en cuyo FIGURA 63.2 Radiografía posteroanterior de tórax de un paciente con una artritis reumatoide y una enfermedad pulmonar intersticial difusa evolucionada. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 63 Afectación pleuropulmonar en las colagenosis 537 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. caso acompaña a diversos trastornos autoinmunes, como el lupus eritematoso diseminado, la artritis reumatoide o la esclerodermia. Por ello, las manifestaciones respiratorias que pueden hallarse en el síndrome de Sjögren suelen estar más bien en relación con las que se derivan de las enfermedades con las que se asocia. La prevalencia de la afectación pulmonar en el síndrome primario no se ha establecido bien, ya que algunos trabajos la sitúan en un 75%, en atención a criterios clínicos, radiológicos y funcionales respiratorios, mientras que otros sugieren que es inferior a la que se aprecia en otras colagenosis (cuadro 63.3). Enfermedad pulmonar parenquimatosa NEUMOPATÍA INTERSTICIAL DIFUSA Afecta al 25% de los enfermos y es la manifestación pulmonar más habitual en el síndrome de Sjögren. Las series más recien- tes señalan que la neumonía intersticial no específica es, dentro de las neumopatías intersticiales difusas, el tipo más común, por delante de la neumonía organizada criptogénica y de la neumonía intersticial usual. El diagnóstico se basa en la tomografía computarizada torácica de alta resolución, que tiene una buena correlación histopatológica con la neumonía intersticial no específica. Por ello, en esta forma, por otra parte la de mejor pronóstico, puede obviarse en muchas ocasiones la biopsia pulmonar. El tratamiento de la neumopatía intersticial difusa del sín- drome de Sjögren se lleva a cabo con esteroides, dejando otros inmunosupresores, como la ciclofosfamida, para los enfermos corticorresistentes. SÍNDROMES LINFOPROLIFERATIVOS En el síndrome de Sjögren el riesgo de padecer un linfoma es mayor que el que se observa en la población general. La proliferación linfocitaria puede aparecer en el pulmón como un simple infiltrado peribronquial, como un pseudolinfoma de naturaleza benigna, como un infiltrado linfocitario de aspecto nodular, como una neumonía infiltrativa linfocitaria o como un auténtico linfoma maligno. La existencia de este último debe sospecharse cuando la lesión pulmonar coexiste con adenopatías hiliares, masas pulmonares o un derrame pleural. El diagnóstico diferencial con el pseudolinfoma suele ser difícil y requiere de un minucioso estudio histopatológico. Enfermedad de las vías aéreas La disfunción glandular que es característica del síndrome de Sjögren condiciona una disminución de la secreción mucosa y una alteración de las propiedades reológicas del moco que recubre el árbol traqueobronquial. Se facilita así la formación de tapones mucosos y la aparición de infecciones de repetición. Estos trastornos y la infiltración linfocitaria peribronquial favorecen la hiperreactividad bronquial, la bronquitis crónica, las bronquiectasias y, más rara vez, la bronquiolitis obliterante. ESCLEROSIS SISTÉMICA PROGRESIVA La afectación pulmonar es, tras la esofágica, la alteración visce- ral más habitual en la esclerosis sistémica progresiva o esclero- dermia y se evidencia en un 75% de los pacientes. Actualmente es la principal causa de muerte en estos enfermos, incluso más importante que la nefropatía, y es responsable de un 27% de los fallecimientos debidos a una hipertensión pulmonar y de un 25% de los secundarios a una fibrosis pulmonar. Neumopatía intersticial difusa Se detecta casi en el 30% de los casos. La neumonía intersticial no específica y la neumonía intersticial usual son los tipos de neumopatía intersticial difusa más habituales. Su aparición se ha relacionado con la existencia de lesiones cardíacas y con un mayor grado de induración cutánea. En los sujetos afectos los anticuerpos antitopoisomerasa I (Scl-70), antiribonucleo- proteína U3 (U3RNP) y antihistona suelen ser positivos. Por el contrario, la presencia de anticuerpos anticentrómero parece tener un efecto protector frente al desarrollo de la alteración pulmonar. Las manifestaciones clínicas de la neumopatía intersticial de la esclerodermia no tienen peculiaridad alguna y son similares a las que se observan en los enfermos sin escle- rodermia. Los métodos diagnósticos también son los mismos (fig. 63.3). Se recomienda iniciar el tratamiento cuando la lesión pulmonar implica a más de un 20% del órgano en la tomografía computarizada torácica de alta resolución y cuando la capacidad vital forzada es inferior al 70%. La ciclofosfamida consigue unos beneficios moderados y el micofenolato de mofetilo puede ser una alternativa prometedora en el futuro. Hipertensión pulmonar La esclerodermia es la enfermedad del tejido conectivo que más habitualmente se asocia con una hipertensión pulmonar (fig. 63.4), trastorno que se detecta hasta en un 16% de los pacientes. Es, además, la segunda causa de hipertensión arterial pulmonar, en orden de frecuencia, tras la forma idiopática. El trastorno vascular puede ser una manifestación pulmonar Cuadro 63.3 POSIBLES MANIFESTACIONES BRONCOPULMONARES Y RESPIRATORIAS DE LA ENFERMEDAD DE SJÖGREN Enfermedad pulmonar intersticial difusa: ● Neumonía intersticial no específica ● Neumonía organizada criptogénica ● Neumonía intersticial usual Síndromes pulmonares linfoproliferativos: ● Infiltrados linfocitarios peribronquiales ● Pseudolinfomas (infiltrados linfocitarios intersticiales nodulares) ● Neumonía infiltrativa linfocitaria ● Linfomas Enfermedad de las vías aéreas: ● Bronquiectasias ● Bronquitis crónica ● Bronquiolitis obliterante ● Hiperreactividad bronquial Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN VIII Afectación respiratoria en las enfermedades de otros órganos y de otros sistemas 538 primaria, casi siempre en el contexto de una esclerosis sistémica limitada, o deberse a una neumopatía intersticial. El enfermo puede estar asintomático durante un cierto tiempo, hasta que finalmente aparece una disnea de esfuerzo. La realización de ecocardiogramas periódicos permite establecer un diagnós- tico temprano. El tratamiento se fundamenta en la utilización de vasodilatadores, al igual que en las formas idiopáticas, sin que aún se haya establecido el papel de la inmunosupresión, que parece menos eficaz que en el lupus eritematoso diseminado. POLIMIOSITIS Y DERMATOMIOSITIS La neumopatía intersticial difusa es la principal afectación pulmonar en esta miopatía inflamatoria. Si se busca sistemá- ticamente, mediante una tomografía computarizada torácica de alta resolución, se encuentra hasta en un 40% de los casos. Su presentación puede ser subaguda, en cuyo caso la evolución es mala y la enfermedad progresa en el transcurso de semanas o meses. También puede ser más insidiosa, caracterizándose entonces por una disnea lentamente progresiva. La neumonía intersticial no específica es la variedad más habitual, seguida por la neumonía intersticial usual. En ocasiones se ha descrito la asociaciónde una miopatía inflamatoria con una neumopa- tía intersticial que cursa con artritis y fenómeno de Raynaud, lo que constituye, si existen anticuerpos antisintetasa (anti-Jo1), el denominado síndrome antisintetasa. El tratamiento se basa en los corticoesteroides combinados con azatioprina o micofenolato. Si no hay respuesta puede recurrirse a la ciclofosfamida o al tacrolimus. Pueden ser útiles, asimismo, las inmunoglobulinas y el rituximab. Complica- ciones posibles en la dermatopolimiositis son la insuficiencia respiratoria, por afectación de los músculos respiratorios, y las neumonías broncoaspirativas secundarias al trastorno esofágico. Bibliografía Gauhar UA, Gaffo AL, Alarcón GS. Pulmonary manifestations of rheumatoid artritis. Semin Respir Crit Care Med 2007;28:430-40. Gutsche M, Rosen GD, Swigris JJ. Connective tissue disease-associated interstitial lung disease: a review. Curr Respir Care Rep 2012;1: 224-32. Ito I, Nagai S, Kitaichi M, Nicholson AG, Johkoh T, Noma S, et al. Pulmonary manifestations of primary Sjögren’s syndrome. A cli- nical, radiologic, and pathologic study. Am J Respir Crit Care Med 2005;171:632-8. Marigliano B, Soriano A, Margiotta D, Vadacca M, Afeltra A. Lung invol- vement in connective tissue diseases: a comprehensive review and focus on rheumatoid arthritis. Autoimmun Rev 2013;12:1076-84. Mayberry JP, Primack SL, Müller NL. 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FIGURA 63.3 Tomografía computarizada torácica de un paciente con una esclerodermia en la que se evidencian áreas de vidrio deslustrado y en panal en ambos campos pulmonares. FIGURA 63.4 Angiotomografía computarizada torácica de un enfermo con una hipertensión pulmonar y una esclerodermia en la que se observa una gran dilatación de la arteria pulmonar. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org Botón1:
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