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Starters 
Fertilizantes Arrancadores 
 
¿Qué son los fertilizantes arrancadores? 
Los fertilizantes arrancadores, denominados 
“Starters”, son fertilizantes aplicados en 
pequeñas cantidades en estrecha proximidad a 
la semilla durante la siembra. Estos fertilizantes 
tienen la finalidad de mejorar el desarrollo de 
las plántulas mediante el suministro de 
nutrientes esenciales en lugares accesibles para 
las raíces. Un establecimiento rápido del cultivo 
es deseable, ya que el desarrollo de las plantas 
y el rendimiento son influenciados durante las 
etapas tempranas de crecimiento. Las plantas 
jóvenes de rápido crecimiento, en general son 
más resistentes al ataque de plagas y 
enfermedades, y pueden competir con mayor 
eficiencia ante las malezas. Un fertilizante de 
arranque no debe confundirse con los 
fertilizantes que se aplican en banda para 
corregir la deficiencia de un nutriente en el suelo, pues éstos tienen la finalidad de corregir deficiencias en el 
suelo, mientras que los fertilizantes arrancadores tienen el objetivo de mejorar el desarrollo inicial de los 
cultivos. 
Para que un fertilizante se considere de arranque debe ser colocado de tal manera que proporcione 
nutrientes suficientes para mejorar el vigor de plántulas y su desarrollo, por lo general debajo y a un lado de la 
línea de semillas. El objetivo es lograr fácil acceso a nutrientes hasta que las plantas establezcan sistemas de 
raíces más sólidos. 
Beneficios de los fertilizantes arrancadores 
El principal beneficio de un fertilizante arrancador puede ser un aumento en el crecimiento temprano y la 
uniformidad de los cultivos. Los fertilizantes arrancadores suelen ser más benéficos en cultivos que se 
establecen en suelos húmedos y fríos en primavera y finales de otoño, independientemente del nivel de 
fertilidad de los mismos. Los suelos arenosos también tienen alta respuesta a estos fertilizantes. Además, el 
uso de estos materiales es especialmente importante en los sistemas de labranza de conservación. El 
nitrógeno y fósforo son dos nutrientes clave en un fertilizante arrancador. El fósforo no es móvil en el suelo, 
por lo tanto, las raíces de las plántulas tienen dificultades para obtener las cantidades necesarias para un 
crecimiento adecuado. Además, el fósforo es un promotor del crecimiento vigoroso de las raíces. 
Figura 1. Los fertilizantes arrancadores permiten lograr 
uniformidad y vigor al inicio del cultivo, lo que más tarde se 
traduce en mayor rendimiento. 
 
 
 
 
 
 
Un fertilizante arrancador, incluso puede adelantar la 
floración y madurez del cultivo. Esto puede resultar 
en un mejor rendimiento en zonas donde el daño por 
heladas es común (este efecto se ha observado en 
sorgo). Además, la madurez temprana puede resultar 
en un grano ligeramente más seco al momento de la 
cosecha. Sin embargo, un aumento del crecimiento 
inicial del cultivo y/o adelanto de la floración, no 
siempre se traduce en un mayor rendimiento. Para el 
caso de cultivos de grano existe evidencia de que el 
uso de arrancadores es más beneficioso en suelos 
donde los contenidos de fósforo se encuentran en 
menos de 15 ppm (P-Bray 1). Por otro lado, el 
aumento de rendimiento en cultivos de grano en 
suelos arenosos se logra utilizando como 
componentes principales del arrancador al nitrógeno 
y azufre. 
El maíz es uno de los cultivos con mayor respuesta al uso de fertilizantes arrancadores. Es también empleado 
en cultivos forrajeros, aunque su uso no es muy difundido. Los cultivos de grano pequeño también responden 
favorablemente a su aplicación, especialmente si están en suelos poco fértiles. 
 
¿Por qué utilizar fertilizantes de arranque? 
El Caso del Maíz 
Las raíces del maíz se desarrollan en dos fases distintas (raíces seminales y raíces nodales). Las raíces 
seminales absorben la humedad del suelo, mientras que los nutrientes consumidos provienen de las reservas 
de las semillas. Una vez que las plántulas emergen, el sistema radicular nodal comienza a desarrollarse y se 
consolida como la principal vía de acceso de agua y nutrientes a la planta. Durante las etapas vegetativas V1 a 
V5 en maíz, la prevención del estrés del sistema radicular nodal es crucial, ya que un retraso en su crecimiento 
puede atrofiar el desarrollo de toda la planta y por lo tanto hay pérdidas en rendimiento. Alrededor de la 
etapa V3 las plántulas de maíz dejan de abastecerse de nutrientes de las reservas de la semilla y comienza la 
dependencia total del abastecimiento por las raíces nodales. El éxito de esta transición puede ser la clave para 
lograr un sano desarrollo y un cultivo uniforme, y es aquí donde los fertilizantes arrancadores entran en juego. 
 
 
 
Figura 2. El Dr. Dorivar Ruiz, investigador y 
extensionista de Kansas State University impartirá la 
conferencia magistral “Uso de fertilizantes 
arrancadores (starters) para incrementar rendimiento 
en los cultivos” en el 4º Congreso Internacional de 
Nutrición y Fisiología Vegetal. El Dr. Dorivar es un 
especialista muy destacado en Fertilidad de Suelos y 
Manejo de nutrientes,y con gran experiencia en el uso 
de STARTERS en diferentes cultivos. 
 
 
 
 
 
 
 
Las circunstancias de cultivo que pueden ser beneficiadas 
con el uso de fertilizantes arrancadores incluyen: 
 Suelos con bajo nivel de fósforo 
 Baja temperatura del suelo asociada con siembras 
tempranas 
 Cobertura del suelo con alta cantidad de residuos 
asociado a situaciones de labranza de conservación 
 Textura gruesa (suelos arenosos) y suelos bajos en 
materia orgánica 
 Suelos mal drenados 
 Suelos con pH ácido o alcalino 
 Zonas donde el estrés por sequía es común 
Un establecimiento uniforme y vigor inicial son ideales e 
importantes durante etapas tempranas de crecimiento y pueden 
impactar en el desarrollo y rendimiento del cultivo. 
Componentes de un fertilizante de arranque 
Como se mencionó al inicio, un fertilizante de arranque está 
constituido principalmente de nitrógeno y fósforo. El nitrógeno de 
los fertilizantes de arranque puede ayudar a prevenir una deficiencia temprana de este nutriente, la cual es ocasionada 
por baja temperatura del suelo donde la liberación de nitrógeno de la materia orgánica es mínima. Por su parte el 
fósforo promueve un desarrollo vigoroso del sistema de raíces. 
Cuando un arrancador contiene nitrógeno y fósforo, los mejores resultados se obtienen al mezclar el nitrógeno en 
forma de amonio con fosfato monoamónico (MAP 11-52-00) o polifosfato amónico (10-34-00 líquido). El nitrógeno en 
forma de amonio puede ayudar a mejorar el uso del fósforo del arrancador, así como la absorción del fósforo del suelo. 
En general, los arrancadores deben contener alto fosfato y la relación de fosfato debe ser altamente soluble en agua. 
Dependiendo de los análisis de fertilidad del suelo, los micronutrientes también pueden formar parte de las 
formulaciones para satisfacer necesidades específicas. Los fertilizantes de arranque pueden ser aplicados en formas 
sólidas y líquidas, ya que generalmente no hay diferencia en su efectividad. Los fertilizantes líquidos suelen ser más 
caros, pero cuando se aplican correctamente las cantidades utilizadas son menores. 
Cuando en los análisis de suelo se reportan altos niveles de fósforo disponible, es factible usar un fertilizante de 
arranque con nitrógeno como único nutriente titular. Las opciones son sulfato de amonio (21-00-00-24S) o nitrato de 
amonio (34-00-00). El nitrógeno puede dar una respuesta favorable, sin embargo, si las condiciones son adversas para 
que exista una adecuada absorción de fósforo, es incluso factible la adición de una pequeña cantidad de este nutriente. 
 
Figura 3. En la etapa V3 en maíz, las raíces 
nodales toman el 100 % de la responsabilidad 
de absorción de agua y nutrientes a la planta. 
 
 
 
 
 
 
El uso de fosfato diamónico (18-46-00) y, especialmentela urea (46-00-00) no es común como fuentes de arrancadores, 
ya que ambos materiales pueden ocasionar lesiones a las plántulas si la colocación y dosis no son correctas. 
 
¿Cómo aplicar un fertilizante de arranque? 
La colocación de un fertilizante de arranque es crucial ya que 
de ello depende que las plántulas puedan tomar los 
nutrientes en forma adecuada y suficiente, pero también es 
importante para evitar toxicidad. La colocación ideal 
manejada es banda, 2 pulgadas a un lado y 2 pulgadas por 
debajo de la semilla (2” X 2”). Estas distancias aseguran un 
adecuado acceso a los nutrientes y limitan el potencial de 
quemadura del fertilizante. La colocación 2 X 2 tiene una 
ventaja sobre el arranque porque no solo es la posición relativa al 
desarrollo de la raíz más ventajoso, sino que se pueden utilizar las 
dosis más altas sin riego para las semillas. 
Algunas alternativas a la banda de 2 X 2 incluyen: la colocación en 
2 pulgadas de lado y a la misma profundidad de las semillas; en 
goteo sobre las mismas hileras de semilla (en no labranza de 
siembra); y fertilizantes colocados en contacto con las semillas 
(“pop-up”). Ambas opciones requieren de mucho cuidado para 
evitar lesiones y afectar la germinación. La cantidad empleada 
deber ser muy limitada, y depende estrechamente de las 
propiedades de la formulación y del suelo. El uso de estos sistemas 
es efectivo pero requiere de personal capacitado y con experiencia. Por ejemplo para cultivos forrajeros la aplicación a 1 
pulgada directamente debajo de las semillas es favorable. 
 
Formulaciones y dosis de aplicación de fertilizantes arrancadores 
Algunas de las fórmulas estudiadas para utilizarse como fertilizantes de arranque son: 10-10-10, 10-20-10, 8-
32-16, 08-28-12, 7-21-7, 9-18 -9,11-52-0, y 10-34-0. Para estos casos el análisis de suelo es fundamental para 
optar por la mejor fórmula de fertilizante. En general, si los niveles de fertilidad del suelo son de suficiencia las 
cantidades de arrancadores a aplicar son muy pequeñas para lograr una respuesta favorable. Bajo estas 
condiciones 0.1 ton de fertilizante de arranque/ha son más que suficientes. 
 
Ventajas de las formulaciones líquidas 
Las formulaciones líquidas son efectivas y tienen un menor grado de riesgo de daño a las plantas. En general 
son fertilizantes libres de sales potencialmente dañinas, 100 % solubles y de pH neutro. 
Figura 4. Esquema que indica la colocación de 
los fertilizantes arrancadores. Forma con la 
cual se consigue eficiencia y seguridad. 
 
 
 
 
 
 
 
Los fertilizantes arrancadores líquidos se hicieron particularmente populares en la producción de maíz en la 
búsqueda de mayores rendimientos. Investigadores de talla internacional como Randall Gyles W. y 
Barney Gordon han encontrado gran respuesta en rendimiento en numerosos estudios donde han empleado 
formulaciones líquidas, incluso en suelos donde el fósforo es suficiente según el diagnóstico del suelo. 
 
Para el caso de fósforo es ideal que el 100 % en el fertilizante este en forma de ortofosfato, esto garantiza un suministro 
inmediato del nutriente sobre todo cuando las temperaturas en el suelo son muy bajas. Por otro lado los fertilizantes 
con 50/50 (ortofosfato/polifosfato) son también muy efectivos como activadores de inicio de temporada y se mezclan 
bien con nitrógeno y micronutrientes, estos últimos incluso en forma de quelatos. Algunas formulaciones liquidas 
comunes son por ejemplo: para maíz 17-17-3, 6-24-6, 9-18-9, 3-18-18, 5-15-15, 10-10-10; para soya 12-14-8; para trigo 
9-24-3 y para algodón 5-15-10. 
 
 
 
Fuentes 
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Pennsylvania State University. 6 p. 
 
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3 p. 
 
Gordon, W. B.; Fjell, D. L.; Whitney, D.A. 1996. Corn Hybrids Vary Response To Starter Fertilizers. Department 
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Gordon, W. B. 2000. Fluid Starters Bump Yields in High P and High K Soils. Department of Agronomy. Kansas 
State University. 2 p. 
 
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3p. 
 
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