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Homogeneidad en la Profundidad de Siembra en el Cultivo de Maíz El consumo per cápita del maíz grano en México es de 297 kilogramos y se siembran alrededor de 7.6 millones de hectáreas, en donde se pro- ducen casi 25 millones de toneladas de grano. Sin embargo, a pesar de que el maíz es la base de la dieta de la población mexicana, el rendi- miento promedio apenas supera 3 toneladas por hectárea, mientras que el rendimiento promedio anual de Estados Unidos es mayor a 9 t/ha. En este sentido, para lograr altos rendimientos es necesario cuidar y manejar cada uno de los elementos que forman parte esencial del pro- ceso de producción, desde la siembra hasta la cosecha; estos son: pre- paración del terreno, selección del híbrido, tamaño y forma de la semi- lla, profundidad de siembra, densidad de siembra y/o plantas, distancia entre surcos, velocidad de siembra, manejo del cultivo, fertilización (fuente, dosis, momento y método), disponibilidad de agua, control de malezas, plagas y enfermedades, condiciones climáticas, entre otros. Figura 1. El objetivo de la buena profundidad es garantizar la emergencia. Fuente: Intagri. Introducción De todos estos, la uniformidad, distri- bución y profundidad de siembra in�uyen fuertemente en la producción del cultivo. El principal objetivo de la siembra es proveer a la semilla de con- diciones adecuadas para una rápida germinación y un crecimiento vigoro- so. Colocar la semilla a la profundidad correcta es muy importante para lograr un excelente contacto suelo-se- milla, además de tener temperatura y humedad óptima. Lo anterior permiti- rá una emergencia uniforme y vigor para todas las plantas Las siembras super�ciales. La capacidad de asimilación de agua y nutrientes a través de las raíces disminuye considerablemente, y las plantas pueden desarrollar una condición perjudicial llamada: Sín- drome de Maíces sin Raíces (Rootless Corn Syndrome), que provoca pérdidas por falta de raíces nodales, ya que incrementa la susceptibi- lidad de acame debido al menor desarrollo de raíces de anclaje. Por otra parte puede incrementar el daño de las plántulas por sobre exposición a residuos de herbicidas. Colocar la semilla a una profundidad mayor a la recomendada aumen- ta la probabilidad del ataque de enfermedades como el carbón de las espiga, además la planta sufre un desgaste excesivo de reservas alimenticias, aumentando la susceptibilidad a insectos, patógenos del suelo, competencia con malezas o ante una alta densidad de plantas, así como a los ingredientes activos de herbicidas. También se incre- menta la posibilidad de daños por contacto con fertilizantes y la posi- bilidad que las hojas broten o no emerjan ante situaciones de encos- tramiento de la super�cie del suelo. Figura 2. El desarrollo de raíces de anclaje y absorción se ve disminuido conforme la profundidad es menor. Fuente: Licht et al., 2011. Consecuencias de una mala profundidad de siembra Las siembras profundas Comprobar la profundidad de siembra en campo, para lo cual debemos corrobo- rar el buen funcionamiento y operación de la sembradora. Lo anterior lo logra- mos examinando 10 metros lineales con la sembradora calibrada a la profundidad deseada y a la velocidad de operación normal. Cuadro 1. Efecto de la profundidad de siembra en factores de crecimiento de la planta. Fuente: El-Abady, 2015. Recomendaciones para obtener uniformidad en profundidad de siembra Tomar en cuenta la topografía (carac- terísticas especiales del terreno). Se recomienda realizar la nivelación para evitar desajustes de la sembradora por irregularidades. Veri�car que existan condiciones ópti- mas del suelo que envolverán la semilla. Si el suelo es más seco se puede plantar a mayor profundidad, ajustar aplanadores y/o presión, o plantar de manera normal y esperar la lluvia. Colocar la semilla a una profundidad de entre 3.8 y 5 centímetros para el óptimo desarrollo de raíces. En el cuadro 1 se puede observar el efecto que tiene la pro- fundidad de siembra sobre el porcentaje y tiempo de emergencia, así como la longi- tud de la raíz. Cita correcta de este artículo INTAGRI. 2017. Homogeneidad en la Profundidad de Siembra en el Cultivo de Maíz. Serie Cereales. Núm. 36. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 3 p. Fuentes consultadas: Delgado, R.J. 2016. Curso Fisiología y Fenología del Maíz. Intagri. México. El-Abady. 2015. In�uence of Maize Seed Size/Shape, Planted at Di�erent Depths and Temperatures on Seed Emergence and Seedling Vigor. Research Journal of Science, 8: 1-11. Elmore, R.; Al-Kaisi, M.; Hanna, M. 2014. Corn Seeding Depth: Back to the Basics. University of Maryland Extension, Agronomy News 5(1): 1-3. Licht, M.; Abendroth, L.J.; Elmore R.W.; Boyer, M.J.; Marlay, S.K. 2011. Corn Growth and Development. Iowa State University. Ritchie, S.W.; Hanway, J.J.; Benson, G.O. 1986. How a Corn Plant Develops. Special Report No. 48. Iowa State University. 4-5 p. SIAP. 2016. Atlas Agroalimentario 2016. Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). 102-104 p.
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