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503 Cap í tu lo © 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 36 Metabolismo en diferentes estados nutricionales Antonio Zorzano Olarte OBJET IVOS DE APRENDIZAJE ● Analizar los cambios metabólicos en respuesta a períodos de ayuno de diferente duración. ● Describir las adaptaciones metabólicas al ayuno de duración prolongada y su significado funcional. ● Analizar las adaptaciones metabólicas a la restricción calórica. ● Interpretar los cambios metabólicos y los mecanismos que inducen a la resistencia a la insulina en la obesidad. ● Comprender el papel del tejido adiposo en la inducción de resistencia a la insulina en la obesidad. 36.1. INTRODUCCIÓN En capítulos anteriores se han analizado diferentes vías meta- bólicas así como su regulación en respuesta a distintos factores metabólicos, hormonales o ambientales. En este capítulo se pre- tende abordar el conjunto de variaciones metabólicas que tienen lugar en los organismos en respuesta a diferentes variaciones nutricionales, y que permiten la adaptación a situaciones ines- peradas o extremas. Para ello se han seleccionado tres tipos de situaciones: el ayuno de distinta duración, la obesidad asociada a una excesiva ingesta, y la restricción calórica. Estas condi- ciones se han seleccionado sobre la base de distintos criterios, como son una información extensa (caso del ayuno en la es- pecie humana), o un incremento en la aparición de obesidad, o bien por los datos recientes que indican que la restricción calórica aumenta la longevidad en diferentes especies animales. Se pretende en lo posible prestar una atención especial a las relaciones metabólicas interórganos. 36.2. RESPUESTA METABÓLICA AL AYUNO Cuando una persona come, su acción inmediata en términos metabólicos consiste en obtener sustratos para sus requerimien- tos metabólicos, bloqueando en consecuencia la utilización de sustratos endógenos. Así, cuando se ingieren pequeñas cantidades de carbohidratos, se inhibe la producción hepática de glucosa, que provee glucosa al cerebro, y se inhibe la de- gradación de triacilgliceroles (o treacilglicéridos) en el tejido adiposo. En segundo lugar, aumentan las reservas de glucógeno en el hígado y en el músculo, y también se restablece la proteína previamente degradada en distintos tejidos, y en particular en el músculo. En tercer lugar, el exceso de calorías ingeridas, ya provengan en forma de carbohidratos, proteínas o grasas, se convierten en triacilglicéridos, y se almacenan en el tejido adiposo. Como consecuencia de este escenario, el individuo dispone de reservas energéticas. En esta sección se resumen las características más relevan- tes en humanos relativas a las respuestas metabólicas que se generan durante el ayuno. En este sentido, se define el ayuno como la deprivación de alimento. Como se verá, el organismo promueve una serie de cambios metabólicos y hormonales durante el ayuno que conducen al suministro de sustratos ener- géticos procedentes del tejido adiposo, y al ahorro de proteínas corporales vitales para la supervivencia. Debe tenerse presente que una persona adulta utiliza alrededor de 4-5 kJ (1-1,2 kcal)/ minuto con el objeto de mantener sus necesidades energéticas basales. Esto equivale a 6-7,2 mJ (1.500-1.700 kcal)/día. A estas necesidades, lógicamente, se suman las derivadas de la activi- dad física o del mantenimiento de la temperatura corporal en relación con la temperatura ambiente. 36.2.1. Reservas energéticas corporales Las reservas de sustratos oxidativos de una persona sana se muestran en la tabla 36.1. La energía potencial presente en forma de sustratos circulantes en la sangre (principalmente glucosa y ácidos grasos libres) es muy limitada, y representa menos del 1% del total de reservas energéticas. La fuente de energía más importante está constituida por los triacilglicéridos almacenados en el tejido adiposo, que representan el 80% de las reservas energéticas. El glucógeno hepático y el muscular representan el 1-2% de las reservas, y las proteínas musculares un 17% de la energía almacenada. Por otro lado, la utilidad de las proteínas musculares como sustratos energéticos es limita- da, ya que su consumo implica la desaparición de moléculas con función biológica. A pesar de ello, en ciertas situaciones fisiológicas la proteína muscular es degradada activamente, contribuyendo a la provisión de sustratos para la síntesis de novo de glucosa. Debe tenerse presente que los aproximadamente 12 kg de triacilglicéridos presentes en el tejido adiposo suponen una energía acumulada de alrededor de 110.000 kcal, lo que re- presenta la energía necesaria durante más de 1 mes, asumiendo que el suministro energético fuera el único factor limitante de la supervivencia. 504 Parte IX Bioquímica de procesos fisiológicos 36.2.2. Fases del ayuno El ayuno en el ser humano puede dividirse en varias etapas. Debe advertirse que, a diferencia de otros mamíferos, la especie humana se adapta relativamente mal al ayuno, de manera que éste eventualmente conduce a la muerte del organismo. Se pueden distinguir las siguientes etapas: estado postabsortivo, ayuno temprano, ayuno intermedio y ayuno prolongado. 36.2.3. Estado postabsortivo El período o estado postabsortivo se inicia unas horas después de la última comida, momento en el que el alimento contenido en el tubo digestivo ha sido completamente absorbido. Cuando la comida presenta una elevada proporción de carbohidratos de fácil digestión, el período postabsortivo tiene una duración de 3-4 horas y termina usualmente con otra comida o con el inicio del ayuno temprano. La razón para definir este período de manera separada al ayuno temprano se basa en que se presenta cada día en la vida de una persona. A medida que la absorción intestinal de glucosa disminuye al final del período absortivo, los niveles circulantes de insulina se reducen, de manera que disminuye la captación hepática de glucosa para pasar a producirla. Así, tras 4-5 horas de una co- mida, el hígado empieza a degradar el glucógeno y lo libera como glucosa a la circulación (fig. 36.1). Esta glucosa sirve preferentemente para hacer frente a las necesidades energéti- cas del sistema nervioso central y el músculo. Las señales que promueven estos cambios hepáticos son fundamentalmente dos: la menor concentración de insulina y los reducidos niveles de glucosa portal. No está claro que los niveles circulantes de glucagón desempeñen un papel en los efectos comentados. 36.2.4. Ayuno temprano Esta etapa se inicia a las pocas horas del período postabsortivo y persiste hasta las 24 horas después de la última comida. Una persona se sitúa en este período tras una noche de descanso, antes de desayunar. Las principales características metabóli- cas de este período se muestran en la figura 36.2. En el ayuno temprano, el glucógeno hepático continúa siendo una fuente principal de glucosa y, por tanto, participa en el mantenimiento de la homeostasis glucídica. No obstante, durante este período una parte de la glucosa producida por el hígado proviene de la gluconeogénesis. En esta fase también tiene lugar la movilización de ácidos grasos desde el tejido adiposo blanco. Esto ocurre como con- secuencia de una disminución en los niveles circulantes de insulina, y un incremento en la liberación local de adrenalina por las terminales nerviosas simpáticas del tejido adiposo. En definitiva, la célula adiposa experimenta un incremento en los niveles de AMP cíclico (AMPc), lo que promueve un in- cremento en la lipólisis de los triacilglicéridos ahí acumulados. Fig. 36.1 Perfil de movilización y utilización de sustratos en el estado postabsortivo. El esquema resume la implicación del hígado, el músculo y el cerebro, y la prácticamente nula implicación del tejido adiposo. Fig. 36.2 Perfil de movilización y utilización de sustratos en el ayuno temprano. El esquema resume las principales vías en el hígado, el músculo, el tejidoadiposo y el cerebro. La intensidad de las flechas re- fleja el grado de implicación de la vía. NEFA: ácidos grasos no esterificados. Tabla 36.1 Reservas de sustratos energéticos presentes en el hombre Kg Kcal Triacilglicéridos en el tejido adiposo 12 110.000 Proteína muscular 6 24.000 Glucógeno hepático 0,07 280 Glucógeno muscular 0,40 1.600 Glucosa (fluidos corporales) 0,02 80 TOTAL 135.960 Datos de Cahill et al. (1983) calculados para un individuo sano de 70 kg de peso corporal en estado postabsortivo. Capítulo 36 Metabolismo en diferentes estados nutricionales 505 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in au to riz ac ió n es u n de lit o. Las velocidades de utilización de glucosa por diferentes tejidos cambian a lo largo de este período. Así, al inicio del ayuno temprano, la mayor parte de los tejidos utilizan glu- cosa, mientras que más adelante en este mismo período sólo el cerebro y los denominados tejidos anaeróbicos (como, por ejemplo, la médula renal) mantienen unas tasas inalteradas de utilización de glucosa. Esto es debido a que tejidos tales como el músculo esquelético o el corazón disminuyen la velocidad de captación de glucosa como consecuencia de un incremento en la oxidación de ácidos grasos. Esto se debe al ciclo de glu- cosa-ácidos grasos (v. cap. 13). Estudios realizados en sujetos delgados muestran que a las 12 horas de ayuno la oxidación de grasas representa el 46% del consumo energético basal en reposo, mientras que la oxidación de la glucosa representa un 41%. En paralelo a estos datos, a las 8-10 horas de iniciado el ayuno, alrededor de la mitad de las necesidades energéticas del músculo provienen de la oxidación de ácidos grasos. Durante este período, el hígado de un sujeto delgado libera glucosa a una velocidad de 8 g/h, y el cerebro la utiliza a una velocidad de 5 g/h. Con respecto a la producción hepática de glucosa, la degradación de glucógeno contribuye aproximada- mente con 3 g/h y el resto se genera mediante gluconeogénesis. 36.2.5. Ayuno intermedio El ayuno intermedio se extiende en un período entre las 24 horas y las 3 semanas de ayuno (fig. 36.3). Las principales características metabólicas se relacionan con el hecho de que la glucemia se mantiene principalmente gracias a una acti- va gluconeogénesis hepática (el glucógeno hepático ya está agotado), y a una activa lipólisis de los triacilglicéridos del tejido adiposo, que permite una activa oxidación de ácidos grasos y una activa síntesis hepática de cuerpos cetónicos. Debe tenerse presente que la mayor parte de lo que conocemos en relación con este período es consecuencia de estudios rea- lizados en sujetos obesos, mientras que los estudios llevados a cabo en sujetos delgados han tenido una duración máxima de alrededor de 60 horas de ayuno. En este tiempo de ayuno, la utilización de grasas representa el 75% de las necesidades energéticas en personas sanas delgadas. Un componente im- portante y que permite entender la aumentada utilización de grasas es el incremento en la concentración plasmática de cuerpos cetónicos (en particular el 3-hidroxibutirato), que aumenta más de 20 veces en personas ayunadas durante 60 horas. En este período, los niveles de glucógeno hepático se han agotado y fundamentalmente es la gluconeogénesis hepática la responsable del mantenimiento de la homeostasis glucídica. La principal señal que estimula a la gluconeogénesis hepática es la disminución en la relación insulina/glucagón, ya que el cortisol no varía en esta fase. El suministro de sustratos gluconeogénicos es clave para el mantenimiento de la produc- ción hepática de glucosa. En este sentido cabe comentar que la disminuida concentración circulante de insulina conduce a una proteolisis neta en el músculo esquelético, lo que lleva a un incremento en la liberación de aminoácidos, como alanina o glutamina. Además, el tejido adiposo libera glicerol, el cual es también un sustrato relevante de la gluconeogénesis hepática. Este período de ayuno intermedio no es un período unifor- me desde el punto de vista metabólico. Así, en los primeros días de este período es necesaria una elevada degradación de proteína muscular para proveer de suficientes aminoácidos para la gluconeogénesis hepática. Sin embargo, durante este período ocurren otros procesos relevantes. Uno de ellos es el incre- mento en las concentraciones plasmáticas de cuerpos cetónicos, importantes sustratos oxidativos. Cuando las concentraciones de cuerpos cetónicos son suficientemente altas, éstos son utili- zados de manera significativa por el cerebro, lo que supone un ahorro en la utilización de glucosa por este tejido. El incremento en las concentraciones de cuerpos cetónicos circulantes da lugar también a un ahorro en la degradación de la proteína muscular. Así, la excreción de nitrógeno en la orina, que es una medida de la pérdida irreversible de aminoácidos, disminuye de manera progresiva durante el ayuno. Cabe comentar que el ayuno de varios días promueve un incremento más rápido en las concen- traciones de cuerpos cetónicos circulantes en sujetos delgados en comparación con lo que se observa en sujetos obesos. Es posible que este mayor incremento en las concentraciones de cuerpos cetónicos esté orientado a prevenir la degradación de proteína muscular de manera más rápida en personas del- gadas que en las obesas. 36.2.6. Ayuno prolongado El ayuno prolongado aparece alrededor de la tercera semana de ayuno, y sus características metabólicas incluyen los nive- les máximos de cuerpos cetónicos. En estas condiciones, el cerebro utiliza menos glucosa dado que utiliza los cuerpos cetónicos, y en consecuencia, se requiere una menor actividad de la gluconeogénesis, así como una menor degradación de proteínas musculares (fig. 36.4). Así, mientras que en los días iniciales de ayuno el cerebro utiliza alrededor de 100 g de glucosa diarios, durante el ayuno prolongado utiliza alrededor de 40 g/día, de los que el 50% proceden de la gluconeogénesis hepática a partir de glicerol derivado de la lipólisis del tejido adiposo. Fig. 36.3 Perfil de movilización y utilización de sustratos en el ayuno intermedio. El esquema resume las principales vías en el hígado, el músculo, el tejido adiposo y el cerebro. La intensidad de las flechas refleja el grado de implicación de la vía. CC: cuerpos cetónicos; NEFA: ácidos grasos no esterificados. 506 Parte IX Bioquímica de procesos fisiológicos 36.2.7. Mecanismos implicados en la activación de la gluconeogénesis hepática durante el ayuno Mediante estudios llevados a cabo en animales de experimen- tación se conocen una serie de proteínas que participan de manera activa durante el ayuno estimulando la gluconeogénesis hepática. Los principales factores que estimulan la gluconeogénesis durante el ayuno a corto plazo son el aumento en los niveles circulantes de glucagón y la disminución de los de la insulina. La disminución de los niveles de insulina en plasma durante el ayuno reduce la señalización de la insulina en el hepatocito, lo que provoca una menor activación de la proteína quinasa Akt (también denominada proteína quinasa B), y esto asimismo reduce el nivel de fosforilación de su proteína diana, el factor de transcripción FoxO1 (Forkhead box Protein O1), lo que permite su translocación nuclear y la activación de genes que codifican para enzimas de gluconeogénesis tales como la fosfoenolpiruvato carboxiquinasa (PEPCK) y la glucosa 6fosfatasa (fig. 36.5). Además, la gluconeogénesis se activa a través de mecanis- mos dependientes de la vía del AMPc inducidos por el aumento del glucagón (fig. 36.6A). La activación de la proteína quinasa dependiente de AMPc (PKA) promueve la fosforilación del fac- tor de transcripción CREB (cAMP Response ElementBinding) en el residuo de serina 133 y su consecuente activación. Es- to conduce a la transcripción de genes que codifican para enzimas de gluconeogénesis talescomo PEPCK y la glucosa 6fosfatasa. A su vez, el CREB también aumenta la expresión de genes gluconeogénicos a través de la inducción de PGC-1a (Peroxisome proliferatoractivated receptor Gamma Coactivator 1alpha). El PGC1a actúa como coactivador nuclear de los factores de transcripción FoxO1, HNF4 (Hepatocyte Nuclear Factor 4) o del receptor de glucocorticoides. Estos factores también inducen la transcripción de los genes de PEPCK y la glucosa 6-fosfatasa. Otro regulador importante de la gluconeogénesis durante el ayuno es el cofactor nuclear CRTC2 (CREB 2 Regulated Transcription Coactivator 2) (fig. 36.6B). En estado alimen- tado, el CRTC2 se localiza en el citoplasma del hepatocito, lo cual se asocia a su fosforilación por la proteína quinasa SIK2 (Serine/ThreonineProtein Kinase). El aumento en la concentración de glucagón en plasma durante el ayuno pro- mueve la activación de PKA, lo que conduce a la inhibición de SIK2 y consecuentemente a la desfosforilación de CRTC2. Ello promueve la translocación nuclear de CRTC2 y la activación del factor CREB. De esta forma, la activación de CREB incre- menta la transcripción de los genes gluconeogénicos PEPCK y glucosa 6fosfatasa. 36.2.8. Mecanismos implicados en la activación de la proteolisis muscular durante el ayuno Como se ha comentado anteriormente, el ayuno promueve un incremento en la degradación de proteínas en el mús- culo esquelético, lo cual contribuye a proporcionar sustratos (aminoácidos, en particular la alanina) para la gluconeogé- Fig. 36.4 Perfil de movilización y utilización de sustratos en el ayuno prolongado. El esquema resume las principales vías en el hígado, el músculo, el tejido adiposo y el cerebro. La intensidad de las flechas refleja el grado de implicación de la vía. CC: cuerpos cetónicos; NEFA: ácidos grasos no esterificados; Ala: alanina. Fig. 36.5 Activación hepática de la gluconeogénesis por disminu- ción de la insulina y dependiente del factor de transcripción FoxO durante el ayuno. Akt: protein kinase B; FoxO1: forkhead box protein O1; G6Pasa: glucosa 6-fosfatasa; PEPCK: fosfoenolpiruvato carboxiquinasa. Capítulo 36 Metabolismo en diferentes estados nutricionales 507 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in au to riz ac ió n es u n de lit o. nesis hepática. Experimentalmente se ha observado que los factores de transcripción FoxO1 y FoxO3 participan en la activación de la proteolisis en el músculo esquelético en el ayuno. Durante el ayuno, el FoxO1 se encuentra preferentemente desfosforilado en el músculo (al igual que ocurría en el caso del hígado) y por tanto se localiza en estado activo en el núcleo (fig. 36.7). Otro miembro de la familia de proteínas FoxO, el FoxO3, también se activa en el músculo durante el ayuno y tanto el FoxO1 como el FoxO3 aumentan la degradación de proteínas en este tejido. Estos efectos de FoxO1 o de FoxO3 sobre la proteolisis muscular son consecuencia de la induc- ción de la transcripción de genes (denominados atrogenes o genes de atrofia) implicados en la actividad autofágica y en la actividad del proteasoma, que dan lugar a la degradación de proteínas. 36.3. ADAPTACIONES METABÓLICAS EN LA RESTRICCIÓN CALÓRICA Desde hace bastantes años se sabe que la alimentación a ratas con una dieta restringida (entre un 20 y un 40% del aporte calórico normal) aumentaba su longevidad, y hacía que tuvieran una menor incidencia de enfermedades aso- ciadas a la edad. Estas observaciones se han reproducido en otros organismos, tales como levaduras, rotíferos, gusanos (Caenorhabditis elegans), moscas (Drosophila melanogaster) o peces, aunque siempre con la condición de que no se com- prometiera la disponibilidad de los nutrientes esenciales. Esta restricción calórica da lugar a un notable conjunto de efectos metabólicos, los cuales parecen tener relación con sus efec- tos sobre la longevidad. 36.3.1. Principales efectos metabólicos causados por la restricción calórica En la tabla 36.2 se relacionan los principales efectos de la restricción calórica en mamíferos. Las concentraciones cir- culantes de glucosa e insulina disminuyen por debajo de los niveles normales, mientras que las de glucagón aumentan. Esta situación conduce a una menor actividad de síntesis y acumulación de lípidos en el tejido adiposo, lo que lleva a una menor adiposidad. Además, el tejido adiposo modifica la secreción de adipocitoquinas tales como la adiponecti- na o la leptina. Así, la secreción de adiponectina aumenta, Fig. 36.6 Activación de la gluconeogénesis durante el ayuno. A. Por incremento de glucagón y subsecuente aumento celular de AMPc, a través de mecanismos dependientes de la proteína quinasa A (PKA). B. A través del cofactor nuclear CRTC2 (Coactivador Transcripcional re- gulado por CREB 2), que se asocia a su fosforilación por la proteína quinasa SIK2 (Serine/Threonine-protein kinase). Véanse más detalles en el texto. GNG, gluconeogénesis; GR: receptor de glucocorticoides. Fig. 36.7 Activación muscular de la degradación de proteínas de- pendiente del factor de transcripción FoxO durante el ayuno. FoxO1: forkhead box protein O1; Akt: proteina quinasa B. 508 Parte IX Bioquímica de procesos fisiológicos mientras que la secreción de leptina disminuye en respuesta a la restricción calórica. Puesto que la adiponectina aumenta la capacidad de respuesta a la insulina en tejidos tales como el músculo esquelético o el hígado, dicho incremento en sus niveles, durante la restricción calórica, da lugar a una aumen- tada sensibilidad a la insulina. El músculo esquelético presenta también una serie de cambios metabólicos, entre los que destacan un incremento en la respiración mitocondrial, probablemente consecuencia de una aumentada biogénesis mitocondrial (aumento en la masa mitocondrial en las fibras musculares), un aumento en la b-oxidación de los ácidos grasos, y un incremento en el recambio de proteínas. El hígado también responde a la res- tricción calórica aumentando la expresión de genes implicados en gluconeogénesis y reprimiendo la de los genes responsables de glucolisis. En consecuencia, se activa la producción hepáti- ca de glucosa. Además, en estas condiciones el hígado sinteti- za cuerpos cetónicos, los cuales son utilizados como sustratos oxidativos en tejidos periféricos. Otra alteración metabólica es una reducción en la tempera- tura corporal y en el gasto energético, probablemente debido a un aumento en el acoplamiento de la fosforilación oxidativa y la síntesis de ATP por una reducción en los niveles de expresión de proteínas desacoplantes. 36.3.2. Mediadores de los cambios metabólicos inducidos por la restricción calórica En la restricción calórica se producen dos tipos de señales que parecen tener un papel relevante en sus efectos metabólicos: los reducidos niveles circulantes de insulina y la proteína SIRT1(NADdependent deacetylase Sirtuin1) (fig. 36.8). La SIRT1 es una proteína con actividad histona desacetilasa que se activa por un incremento en el cociente NAD+/NADH+H+ y regula la actividad de distintos factores de transcripción, y en consecuencia, la transcripción de diferentes genes. Desde un punto de vista metabólico, la SIRT1 presenta tres funcio- nes potencialmente relevantes: la activación de FoxO1, la activación del coactivador nuclear PGC-1a, y la inhibición de la actividad del factor PPARg (Peroxisome Proliferator Activated Receptor gamma) en la célula adiposa. De hecho, se piensa que la aumentada actividad de SIRT1 en la res- tricción calórica participa en la aumentada degradación de proteínas del músculo y en la disminuida masa mitocondrial. Además, la acción inhibidora de la SIRT1 sobre el PPARg parece contribuir a la reducida adiposidad que caracteriza a la restricción calórica. Por otro lado, los reducidos niveles de insulina en la res- tricción calórica implican una menor activación de la vía de señalización de esta hormona, y una mayor activación delfactor de transcripción FoxO1. En consecuencia, algunos de los efec- tos metabólicos observados en hígado, el músculo o el tejido adiposo en esta situación son el resultado de una aumentada actividad FoxO1. 36.4. METABOLISMO DURANTE LA OBESIDAD La obesidad es una condición cada vez más frecuente en el mundo, y que se prevé que aumente de manera significativa durante la próxima década. La obesidad es el resultado de un desequilibrio positivo entre la ingesta y el gasto energético. Además, la obesidad es un factor de riesgo en el desarrollo de un elevado número de enfermedades, como son la diabetes de tipo 2, la dislipidemia, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, entre otras. Tabla 36.2 Efectos de una dieta restringida en tejidos de mamíferos Tejido Efectos de dieta restringida Hígado Incremento en gluconeogénesis y en glucogenólisis Disminución en glucolisis Músculo Incremento en el recambio de proteínas Incremento en la biogénesis mitocondrial Incremento en la β-oxidación de ácidos grasos Tejido adiposo Disminución en el almacenamiento de triacilglicéridos Disminución en la secreción de leptina Incremento en la secreción de adiponectina Células β-pancreáticas Disminución en la secreción de insulina Cerebro Disminución de secreción hipofisaria de hormona de crecimiento, hormonas tiroideas y gonadotropinas Incremento en la secreción adrenal de corticoides Efectos en el organismo completo Incremento en la sensibilidad a la insulina Disminución de glucosa en sangre Fig. 36.8 Vías de señalización involucradas en los efectos meta- bólicos de la restricción calórica. FoxO: forkhead box; SIRT1: NAD dependent sirtuine-1 deacetilase. Capítulo 36 Metabolismo en diferentes estados nutricionales 509 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in au to riz ac ió n es u n de lit o. La fuerte asociación existente entre la obesidad y el desa- rrollo de diabetes de tipo 2, se explica como consecuencia de que la obesidad (en especial la obesidad visceral, es decir, aquella en la que existe un exceso de tejido adiposo visceral) promueve la aparición de resistencia a la insulina. A su vez, la resistencia a la insulina es un factor determinante que con- tribuye al desarrollo de la diabetes de tipo 2. En este proceso se producen dos alteraciones distintas que permiten explicarlo. Por un lado, y de manera primaria aparecen alteraciones en la biología del adipocito que conducen al desarrollo de resis- tencia a la insulina en la célula adiposa. En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, se promueve una resistencia a la insulina generalizada, que afecta de manera relevante al músculo esquelético. 36.4.1. Factores liberados por el tejido adiposo Como se ha descrito en el capítulo 17, el tejido adiposo blan- co es un órgano multifuncional que además de la función central de almacenamiento de lípidos tiene una importante función endocrina y secreta diferentes hormonas y una gama amplia de otros factores proteicos que reciben el nombre genérico de adipoquinas. Su síntesis puede tener lugar tanto en las células adiposas como en otras células presentes en el tejido adiposo (células sanguíneas, macrófagos, células endoteliales, pericitos, etc.). La producción de estas proteínas varía con la obesidad. En este sentido, se ha propuesto que cuando los depósitos de grasas aumentan en el adipocito, se producen fenómenos locales de hipoxia, lo que activa el factor inducible por hipoxia HIF-1a y promueve cambios en el perfil de expresión de adipoquinas por parte de la célula adiposa. 36.4.2. Resistencia a la insulina del adipocito durante la obesidad La insulina es un regulador esencial de la función del tejido adiposo, con una amplia gama de acciones (por ejemplo, es- timular la diferenciación de preadipocitos a adipocitos y, en adipocitos maduros, aumentar el transporte de glucosa y la síntesis de triacilglicéridos e inhibir la lipólisis). Durante la obesidad, la capacidad del adipocito para responder a la in- sulina disminuye notablemente; se dice que es resistente a la insulina. Como consecuencia, la captación de glucosa mediada por la insulina y su metabolismo se ven reducidos durante la obesidad. Un factor que desempeña un papel importante en este proceso es el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-a). Esta molécula se secreta tanto por el adipocito como por ma- crófagos, y su producción aumenta en el tejido adiposo durante la obesidad. El TNF-a es un modulador clave del metabolis- mo de los adipocitos, con un papel opuesto a varios procesos mediados por la insulina, como son la captación de glucosa y el metabolismo de los lípidos. Así, por ejemplo, el TNF-a inhibe la producción de distintas proteínas que intervienen en la captación y metabolismo de lípidos, como la lipoproteí- na lipasa (LPL), la proteína transportadora de ácidos grasos (FATP, Fatty Acid Transport Protein), la perilipina y la acilCoA sintetasa (ACS), mientras que activa la lipólisis a nivel de la lipasa sensible a las hormonas (HSL) (fig. 36.9). El efecto neto del TNF-a consiste en la disminución de la lipogénesis y la síntesis de triacilglicéridos, y en el aumento de la lipólisis. A su Fig. 36.9 Efectos del factor el factor de necrosis tumoral-α (TNF-α) sobre la actividad del adipocito. FATP: proteínas transferidoras de ácidos grasos; HSL: lipasa sensible a las hormonas; LPL: lipoproteína lipasa; NEFA: ácidos grasos no esterificados; PPAR γ: receptor activado por proliferadores peroxisomales; CM: quilomicrones; VLDL: lipoproteínas de muy baja densidad. 510 Parte IX Bioquímica de procesos fisiológicos vez, la administración de TNF-a reduce la vía de señalización de la insulina a diferentes niveles y la consecuente captación de glucosa (fig. 36.9). Así, el TNF-a disminuye la actividad tiro sinquinasa del receptor de la insulina y reduce la activación de la proteína IRS-1 (Insulin Receptor Substrate 1). Además, el TNF-a reduce la expresión de los transportadores de glucosa GLUT4, así como su translocación a la membrana plasmática en respuesta a la insulina. También cabe mencionar que el TNF-a estimula la secreción de leptina por el adipocito, y al estimular la lipólisis promueve la salida de ácidos grasos no esterificados (NEFA, Non Esterified Fatty Acids) del tejido a la circulación. Estos efectos del TNF-a sobre el adipocito tienen una influencia notable en la sensibilidad a la insulina por parte de otros tejidos, y en particular el músculo. 36.4.3. Resistencia a la insulina en el músculo Durante la obesidad tiene lugar una profunda resistencia a la insulina, que afecta en especial al músculo esquelético. En este sentido, la pérdida de peso en respuesta a la res- tricción dietética mejora la sensibilidad a la insulina. Con respecto a los mediadores responsables de estos cambios en la respuesta a la insulina en el músculo esquelético, cabe destacar el papel de los NEFA. La aumentada lipólisis del tejido adiposo en la obesidad da lugar a un incremento en las concentraciones circulantes de NEFA y, en consecuencia, se promueve un incremento de su captación por el músculo. Una aumentada disponibilidad de NEFA induce resistencia a la insulina en células musculares. En este sentido, cabe también indicar que un incremento en la disponibilidad de ácidos grasos saturados y de cadena larga en el músculo causa un incremento en la biosíntesis de ceramidas, las cuales son importantes inductores de resistencia a la insulina (fig. 36.10). A su vez, la aumentada disponibilidad de ácidos grasos en el músculo puede inducir resistencia a la insulina a través de la activación de una serie de proteína quinasas, tales como JNK (Jun Nterminal kinase), IKK-b (I Kappa B Kinase), mTOR (mammalian Target Of Rapamycin) o pro teína quinasa Cθ, entre otras. La resistencia a la insulina en el músculo durante la obe- sidad puede estar inducida o influida por variaciones en las concentraciones circulantes de mediadores liberados porel tejido adiposo, como la adiponectina, o leptina. La adiponectina es una proteína circulante producida por el tejido adiposo que tiene propiedades antiinflamatorias y antiaterogénicas, y una elevación de sus niveles en plasma se asocia a un incremento en la sensibilidad a la insulina. De he- cho, los niveles séricos de adiponectina están disminuidos en la obesidad, y ello puede contribuir a la mencionada resistencia insulínica del músculo del sujeto obeso. La leptina es otro factor que es secretado principalmente, aunque no de forma exclusiva, por los adipocitos, y actúa a nivel central y periférico, con implicaciones en la absorción de los alimentos, en el control del peso corporal y del balance energético (v. cap. 28). También parece existir una relación entre el incremento de los niveles de la leptina y la resistencia a la insulina, aunque el mecanismo implicado no está aún dilucidado. 36.4.4. Inducción de obesidad por dietas ricas en grasas Es bien conocido que dietas ricas en grasas pueden inducir fácilmente obesidad. Esta obesidad se caracteriza por una menor tolerancia a la glucosa, es decir, por una menor ca- pacidad para utilizar glucosa, a pesar de niveles elevados de insulina como consecuencia de la presencia de resistencia a esta hormona. En respuesta a una dieta rica en grasas, los niveles de hor- monas relevantes en el balance energético se modifican. Así, los niveles circulantes de leptina aumentan, pero también se desarrolla una resistencia a la acción de esta hormona. Otra hormona que se modula en respuesta a una dieta rica en grasas es la grelina. Esta hormona induce la ingesta, y en condiciones normales, sus niveles circulantes son altos antes de comer y disminuyen marcadamente después de cada comida. En animales sometidos a una dieta rica en grasas, los niveles de grelina están reducidos en relación con los controles, y no varían tanto en respuesta a la ingesta. Dado que el descenso de los niveles de grelina se ha asociado con la saciedad tras la ingesta, la menor supresión de estos niveles en animales sometidos a dieta rica en grasas podría explicar la hiperfagia de los mismos y su consecuente obesidad. Fig. 36.10 Resistencia a la insulina en el músculo inducida por una excesi- va disponibilidad de ácidos grasos. IRS-1: insulin receptor substrate-1; PI3K: phosphatidylinositide 3-kinase; AKT: protein kinase B; FATP: fatty-acid transport protein; NEFA: non esterified fatty acids. Para más detalles, consúl- tese el texto. Capítulo 36 Metabolismo en diferentes estados nutricionales 511 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in au to riz ac ió n es u n de lit o. RESUMEN 1. Durante el ayuno, la glucemia se mantiene gracias a un in cremento en la producción hepática de glucosa que tiene lugar inicialmente mediante un aumento de la degrada ción del glucógeno y más tarde de la gluconeogénesis. 2. Durante el ayuno, la activa lipólisis del tejido adiposo permite reducir la utilización de glucosa por tejidos tales como el músculo o el corazón. En el ayuno intermedio o en el ayuno prolongado los cuerpos cetónicos son utilizados por el cerebro, lo que permite reducir el consumo cerebral de glucosa, así como la degradación muscular de proteínas. 3. La restricción calórica provoca cambios metabólicos en humanos y en roedores que se caracterizan por re ducción en las concentraciones circulantes de glucosa, triacilglicéridos y colesterol, así como por una aumen tada sensibilidad a la insulina. 4. La hipertrofia de las células adiposas, proceso que tiene lugar en la obesidad, conduce al reclutamiento en el tejido adiposo de células del sistema inmunitario. En relación con estos cambios, durante la obesidad, la capacidad del adipocito para responder a la insulina disminuye notable mente, y en este proceso participan factores producidos por el propio tejido adiposo, entre los que destaca el TNFa. 5. El desarrollo de resistencia a la insulina en el tejido adiposo conduce a un incremento en las concentracio nes plasmáticas de ácidos grasos no esterificados. Una excesiva disponibilidad de estos ácidos grasos favorece el desarrollo de resistencia a la insulina en el músculo. Bibliografía Arner P. The adipocyte in insulin resistance: key molecules and the impact of the thiazolidinediones. Trends Endocrinol Metab. 2003;14:137-45. Cahill GF, Jr. Starvation. Trans Am Clin Climatol Assoc 1983;94:1-21. Cahill GF, Jr. Fuel metabolism in starvation. Annu Rev Nutr. 2006;26:1-22. Carlson MG, Snead WL, Campbell PJ. Fuel and energy metabolism in fasting humans. Am J Clin Nutr. 1994;60:29-36. Civitarese AE, Carling S, Heilbronn LK, Hulver MH, Ukropcova B, et al. Calorie restriction increases muscle mitochondrial biogenesis in healthy humans. PLoS Med. 2007;4:e76. Cohen HY, Miller C, Bitterman KJ, Wall NR, Hekking B, Kessler B, et al. Calorie restriction promotes mammalian cell survival by inducing the SIRT1 deacetylase. Science. 2004;305:390-2. Donath MY, Shoelson SE. Type 2 diabetes as an inflammatory disease. Nat Rev Immunol 2011;11:98-107. Guilherme A, Virbasius JV, Puri V, Czech MP. Adipocyte dysfunctions linking obesity to insulin resistance and type 2 diabetes. Nat Rev Mol Cell Biol. 2008;9:367-77. Haigis MC, Guarente LP. Mammalian sirtuins–emerging roles in physiology, aging, and calorie restriction. Genes Dev. 2006;20:2913-21. Hariri N, Thibault L. High-fat diet-induced obesity in animal models. Nutr Res Rev. 2010;23:270-99. Schenk S, Saberi M, Olefsky JM. Insulin sensitivity: modulation by nutrients and inflammation. J Clin Invest. 2008;118:2992-3002. Capítulo 36 Metabolismo en diferentes estados nutricionales 511.e1 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in au to riz ac ió n es u n de lit o. AUTOEVALUACIÓN 1. ¿Qué factor desempeña un papel relevante en la inducción de la gluconeogénesis hepática durante el ayuno? a. NFkB. b. TNF-a. c. Quimioquinas. d. FoxO1. e. Todos los anteriores. Correcta: d. El NFkB, el TNF-a o las quimioquinas no se conoce que regulen la gluconeogénesis hepática durante el ayuno. En cambio, el FoxO1 es un regulador clave en esas condiciones. 2. La restricción calórica da lugar a las siguientes alteraciones metabólicas: a. Aumento en la glucolisis hepática. b. Disminuida oxidación de ácidos grasos en el músculo. c. Disminuida sensibilidad a la insulina. d. Incremento en gluconeogénesis hepática y aumentado recambio de proteínas musculares. e. Disminuido recambio de proteínas musculares. Correcta: d. En la restricción calórica aparece una disminución en los niveles circulantes de insulina y una aumentada sensibilidad a la insulina. En esas condiciones, existe una aumentada actividad de gluconeogénesis hepática (y no una aumentada glucolisis), un aumentado recambio de proteínas musculares, y una aumentada b-oxidación de los ácidos grasos en el músculo. 3. El TNF-a regula las siguientes actividades en el adipocito: a. Estimula la actividad lipoproteína lipasa. b. Estimula las actividades de la proteína transportadora de ácidos grasos FATP y de la acilCoA sintasa. c. Reduce la vía de señalización de la insulina. d. Aumenta la expresión de los transportadores de glucosa GLUT4. e. Aumenta la abundancia de transportadores GLUT4 en la mem- brana plasmática. Correcta: c. El TNF-a regula múltiples actividades en el adipocito, entre las que cabe destacar las siguientes: reduce la señalización de la insulina, inhibe la actividad lipoproteína lipasa e inhibe la actividad de la proteína transportadora FATP. Como consecuencia de la inhibición de la vía de transducción de la señal de la insulina, disminuye drás- ticamente la actividad de los transportadores de glucosa GLUT4. 4. Durante el ayuno, el factor de transcripción FoxO1 en el músculo: a. Se encuentra preferentemente fosforilado. b. Se localiza en su estado activo en el citosol, pero no en el núcleo celular. c. Activa la degradación de proteínas. d. Su activacióntiene lugar gracias a la activación de la Akt por la insulina. e. Reprime a los atrogenes implicados en la actividad autofágica. Correcta: c. En ayunas, los bajos niveles de insulina dan lugar a una reducción en su cascada de señalización, con inhibición de la Akt. Este efecto da lugar a la desfosforilación del factor de trans- cripción FoxO1, que así puede entrar en el núcleo celular e inducir la expresión de los atrogenes, induciendo así la degradación de proteínas. 5. En el ayuno temprano: a. El glucógeno hepático es la principal fuente de glucosa. b. La gluconeogénesis hepática a partir del glicerol liberado del tejido adiposo es la principal fuente de glucosa. c. La mayor parte de los tejidos utilizan los cuerpos cetónicos deri- vados del metabolismo de los ácidos grasos. d. El glucógeno muscular es utilizado para liberar glucosa a la sangre. e. Se inhibe la oxidación de ácidos grasos en los distintos tejidos, y de esta forma se evita la pérdida de reservas grasas. Correcta: a. En esta fase de ayuno aún quedan reservas de glucóge- no hepático para ser degradado y liberar glucosa a la circulación. La gluconeogénesis hepática se activa, pero de una forma moderada. El músculo nunca puede ser una fuente de glucosa para la circulación, ya que carece de glucosa 6-fosfatasa. Se promueve la actividad lipolítica del tejido adiposo, y se induce la oxidación de los ácidos grasos liberados a la circulación y llegan a estar disponibles en tejidos como el músculo.
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