Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
¿Qué se entiende por proceso fisiológico? La Fisiología estudia los flujos de materia, cargas, energía e información que de forma continua, rítmica o transitoria ocurren en los seres vivos y en las relaciones de éstos con el mundo circundante. Cualquier ejemplo que se piense de un fenómeno fisiológico (respiración, filtración glomerular, absorción intestinal, comunicación intercelu- lar) es un flujo en sus últimas consecuencias (flujo de oxígeno y anhídrido carbónico; flujo de sodio, potasio y agua; flujo de glúcidos, lípidos y prótidos; flujo de mensa- jes químicos). Los procesos fisiológicos se mantienen durante toda la vida del individuo o, al menos, durante fases específicas de ésta. Son, además, procesos que nun- ca llegan al equilibrio que, por ejemplo, se alcanza en un tubo de ensayo, ya que esto significaría la desaparición de su función y, en muchos casos, la muerte del individuo. El concepto de flujo conlleva dos aspectos relaciona- dos entre sí. En primer término, la presencia de un flujo de materia, cargas o energía supone la existencia de una estructura molecular (por ejemplo, una membrana plasmá- tica semipermeable) como elemento espacial necesario para el mantenimiento del gradiente que lo haga posible. Sin embargo, de acuerdo con el segundo principio de la Termodinámica, ni gradientes ni estructuras pueden man- tenerse espontáneamente en un Universo en desorganiza- ción. Por tanto, un flujo supone también, en segundo término, la presencia de una fuente de energía metabólica (fundamentalmente el adenosín-trifosfato, ATP, que pro- viene en última instancia de los alimentos ingeridos) encargada de crear y mantener el gradiente necesario y la estructura a través de la que el flujo tiene lugar. Por ejem- plo, para mantener un gradiente adecuado de oxígeno en los alvéolos pulmonares y facilitar su paso a la sangre a un ritmo suficiente es necesario consumir energía no sólo en los movimientos respiratorios, sino también en el mante- nimiento continuado de la estructura alveolar, de la sínte- sis de glóbulos rojos y hemoglobina, etc. Que el balance neto de tan complejas relaciones funcionales sea rentable a los organismos es una de las consecuencias del admira- ble orden biológico que los caracteriza. De lo dicho se deduce que la Fisiología posee una con- notación funcional, referente a la presencia de gradientes, flujos y estados estables de desequilibrio y una connota- ción estructural, referente a la existencia de membranas celulares, compartimientos y otras especializaciones mor- fológicas. Ambos significados hacen referencia tanto al organismo en sí, como a las relaciones de éste con su entorno físico (ingesta de alimentos, eliminación de desechos, etc.) y social (exploración, comportamiento agonista, etc.). Con- forme avance en la lectura de este libro, el lector advertirá que es difícil imaginar un proceso fisiológico en el que no intervenga una estructura determinada, un gradiente creado a su través y una fuerza conjugada que lo mantiene en esta- do estable; la existencia de flujos transitorios, cíclicos o continuos, es la consecuencia de esta situación. Tal es el núcleo diferenciador de la Fisiología como ciencia experimental. Sin embargo, como se apuntó en la Introducción, en esta ciencia es fundamental una perspec- tiva integradora. Y ello no sólo porque su objetivo com- prende también el estudio de los procesos de regulación e integración en el organismo completo. La razón principal es que los procesos fisiológicos, aunque se pormenorizan por razones experimentales o didácticas, sólo adquieren un significado biológico cuando se consideran en el organis- mo completo. El organismo es un todo individual, separado por su envoltura epidérmica del medio físico que le rodea y, al tiempo, en continuo contacto con él. Todo en el organismo está en renovación continua: los flujos, los gradientes, las estructuras, e incluso las biomoléculas y otros materiales inertes que forman dichas estructuras o que constituyen gradientes y flujos. Y, sin embargo, el organismo se man- tiene individualizado como tal durante todo su proceso vital (Fig. 1.1). CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LOS SERES VIVOS Dado que la Fisiología estudia las características fun- cionales de los seres vivos, parece conveniente si no defi- nir, al menos delimitar los rasgos principales que los caracterizan. La materia existe en diversos estados de organización: partículas elementales, átomos, moléculas, agregados mo- leculares, biomoléculas, orgánulos celulares, células, tejidos, órganos y aparatos, organismos y sociedades. A partir de un cierto grado de complejidad, pero en un punto no defi- nido de entre los diversos estados de agregación de la materia, se considera que ésta tiene una propiedad que caracteriza a los seres vivos. El origen de la vida En la actualidad, se acepta que la vida se originó en los océanos de hace unos 3500 millones de años. En esa sopa primordial es factible que hubiese abundancia de moléculas relativamente complejas (aminoácidos, nucleó- tidos, etc.) capaces de polimerizarse y formar cadenas moleculares (péptidos, polinucleótidos, etc.) precursoras de las biomoléculas observables en la actualidad. La esca- sa disponibilidad de oxígeno en esas etapas geológicas hacía viable la acumulación de tales sustancias. Para que las moléculas puedan interaccionar entre sí es necesaria su proximidad física (a lo que se opone la fuerza de disipa- ción del solvente) y la presencia de catalizadores. En ese momento fue primordial la existencia de moléculas anfó- teras capaces de formar cúmulos en el medio acuoso y de delimitar un espacio interno hidrofóbico y una superficie hidrofílica en contacto con el agua. Parece que la bicapa lipídica que caracteriza a la membrana plasmática celular ha tenido una participación crucial en el origen y la perpe- tuación de la vida tal y como la conocemos hoy. En el inte- rior de estas vesículas las sustancias prebióticas habrían podido interactuar y concentrarse; alguna de ellas incluso 4 F I S I O L O G Í A G E N E R A L Y C E L U L A R
Compartir