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FISIOLOGÍA SENSORIAL Los animales, el ser humano incluido, perciben los cambios energéticos que tienen lugar en el medio ambien- te o en su medio interno merced a unas estructuras nervio- sas especializadas: los receptores sensoriales. Estos receptores sensoriales detectan variaciones energéticas en su entorno, transformándolas en señales eléctricas, inteli- gibles para el sistema nervioso central (transducción). La posibilidad de captar determinadas formas de energía y no otras condiciona nuestra concepción del mundo externo. Los receptores sensoriales abarcan únicamente un grupo limitado de formas energéticas y, dentro de cada una de éstas, el rango de detección es relativamente reducido. Así, la visión humana cubre solamente una parte estrecha del espectro electromagnético, entre 350 y 800 nanómetros. Como consecuencia, los seres humanos no vemos la luz ultravioleta ni los rayos X; tampoco somos capaces de percibir campos magnéticos o eléctricos, la polarización de la luz o los ultrasonidos. Sin embargo, no ocurre igual en todas las especies animales. Para una determinada forma de energía, el ran- go de trabajo de los receptores sensoriales de las diferen- tes especies no es el mismo. Por ejemplo, las abejas ven la luz polarizada, que utilizan para su orientación. Muchos insectos perciben la luz ultravioleta y los perros oyen ultrasonidos indetectables por el ser humano. El mensaje sensorial producido por la acción del estímulo adecuado sobre cada uno de los distintos tipos de receptores es a su vez procesado y filtrado por el sistema nervioso central, de forma que se elabora con todo ello una imagen final del medio externo e interno que recoge sola- mente sus aspectos más relevantes para la supervivencia del individuo y la especie. El procesamiento de la información sensorial por el sistema nervioso para construir tal imagen supone la exis- tencia de vías sensoriales con un elevado grado de selecti- vidad, velocidad de transmisión, sensibilidad y seguridad en el mantenimiento de las características principales del mensaje. Éste, sin embargo, va a ser modulado por el sis- tema nervioso central, de manera que las sensaciones y percepciones finales estarán condicionadas por esa acción central. Así por ejemplo, la percepción dolorosa varía de forma notable en función de la gravedad o la amenaza del estímulo lesivo. El propósito de la fisiología sensorial es estudiar los mecanismos que permiten al organismo la detección de los estímulos físicos, el modo de operación de las vías ner- viosas sensoriales que transmiten la información sobre tales estímulos a la corteza cerebral, y el procesamiento por ésta de dicha información sensorial. La fisiología sen- sorial se ocupa también del estudio de las relaciones entre los estímulos físicos y las sensaciones por ellos evocadas. La primera parte, en la que se emplean métodos propios de la Fisiología, constituye la llamada fisiología sensorial objetiva. El análisis de las interpretaciones que el hombre hace de los fenómenos externos es el objeto de la llamada fisiología sensorial subjetiva o psicofísica. Sensación y percepción La estimulación de los receptores sensoriales conduce finalmente a impresiones sensoriales de carácter subjeti- vo. La suma de diversas impresiones sensoriales constitu- ye una sensación. Cuando esta sensación procede de la activación de un solo tipo de receptor sensorial se habla de sensaciones primarias. Por ejemplo, la sensación de calor. Las sensaciones provocadas por la excitación de varios tipos de receptores sensoriales se denominan mixtas. Así, las sensaciones de rugosidad de una superficie o de peso de un objeto se construyen con la adición de diversas impresiones sensoriales, generadas en poblaciones separa- das de receptores sensoriales. Por otro lado, una sensación se acompaña de una interpretación, tras su contraste con experiencias previas, dando lugar a lo que se denomina una percepción. El olor a rosas o la suavidad de la seda son ejemplos de percepciones sensoriales. Características de las sensaciones Para definir una sensación se recurre a una serie de parámetros. Las impresiones sensoriales originadas en un tipo específico de receptor sensorial constituyen una modalidad (por ejemplo, el gusto). Dentro de esa modali- dad se distinguen cualidades. Así, los sabores amargo, salado, dulce o ácido son cualidades del gusto. Estos ele- mentos son los que permiten identificar el estímulo. La sensación está definida además por su intensidad y por sus dimensiones espaciales y temporales que llevan a la cuantificación de dicho estímulo y a la distinción entre estímulos de la misma cualidad en función de su localiza- ción, amplitud, extensión y curso temporal. Finalmente, la sensación posee una dimensión afectiva que puede otor- garle un carácter placentero o displacentero. Detección periférica de los estímulos: los receptores sensoriales Las membranas de muy variados tipos celulares sufren cambios moleculares que modifican su permeabili- dad a algunos iones, en respuesta a una variación energé- tica de su entorno inmediato llamada estímulo. En un sentido amplio, se denomina receptor a toda estructura especializada en la detección de un estímulo y en su trans- formación (transducción) en señales eléctricas, de manera que éstas constituyan un mensaje comprensible para otras células u otros componentes subcelulares dentro de la pro- pia célula. Esta definición abarcaría no sólo a los recepto- res sensoriales, sino también a los sinápticos y en gran medida a los hormonales. Con un criterio más restringido, los receptores sensoriales son células situadas en lugares estratégicos de la superficie o el interior de nuestro orga- nismo, con porciones de su membrana especializadas en la transducción de muy variadas formas de energía (electro- magnética, térmica, mecánica o química). Algunos autores han propuesto emplear el término sensor para referirse a S I S T E M A S E N S O R I A L ( S E N S I B I L I D A D S O M Á T I C A Y V I S C E R A L ) 73
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