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condiciones tan distintas como el sueño o el ejercicio. Ca- da componente del sistema cardiovascular puede responder independientemente a estímulos hormonales o neurales y, por lo tanto, la regulación del gasto cardíaco se logra gra- cias a la integración de elementos sensoriales, la coordina- ción a nivel central y los efectores del SNA (Fig. 8.4). Los somas de las neuronas preganglionares se locali- zan principalmente en tres ganglios: los ganglios cervica- les superior y medio, y el ganglio estrellado. Las fibras simpáticas posganglionares viajan en un plexo mixto con las fibras preganglionares parasimpáticas. Los axones sim- páticos eferentes inervan los nódulos sinoauricular (SA) y auriculoventricular (AV), el sistema de conducción y las fi- bras del miocardio. Los cuerpos celulares de las neuronas vagales pregan- glionares que inervan los ganglios cardíacos se localizan en la región ventrolateral del bulbo, y las fibras vagales eferentes confluyen en el plexo intramural cardíaco (Fig. 8.4). La actividad basal de las neuronas simpáticas pos- ganglionares depende de la información de los barorrecep- tores y de los ritmos intrínsecos generados en el SNC; el sistema nervioso simpático es el principal mediador de la respuesta inotrópica ventricular frente al estrés. La activi- dad refleja de las fibras simpáticas aferentes da lugar a la liberación de noradrenalina (NA), neuropéptido Y (NPY) y ATP. La noradrenalina es responsable del efecto inotró- pico positivo (mediado por los receptores adrenérgicos ti- po 1) y del efecto cronotrópico positivo (que involucra tanto a receptores adrenérgicos 1 como 2), así como de la vasoconstricción coronaria (gracias a la activación de receptores �1). Por su parte, el NPY que se colibera con la NA durante la estimulación simpática tiene acciones mo- duladoras a nivel presináptico; su acción biológica, ade- más del efecto vagal producido por la inhibición de la liberación de ACh, incluye la reducción de la conducción AV y de la contractilidad auricular. En condiciones de reposo, la actividad de las neuronas parasimpáticas cardíacas está sincronizada con el ciclo cardíaco gracias a la entrada excitatoria procedente de los barorreceptores periféricos. La activación del nervio vago resulta en la liberación de ACh y del péptido intestinal va- soactivo (VIP); el resultado principal de la activación pa- rasimpática es el efecto inotrópico negativo mediado por receptores colinérgicos de tipo muscarínico. A nivel intra- celular, la activación muscarínica disminuye la concentra- ción intracelular de AMPc (lo cual inhibe las corrientes de calcio ICa) e induce una hiperpolarización de la membrana (asociada a la activación de canales de potasio, IK,ACh), S I S T E M A N E RV I O S O A U T Ó N O M O 145 Corteza cerebral Hipotálamo Bulbo Médula espinal Ganglio cervical Nervios cardíacos intrínsecos Adrenalina Miocito cardíaco 1 + AC M2 – AMP AMPc Ganglio de la raíz dorsal Barorreceptores arteriales Figura 8.4. Control neural de la actividad eléctrica de las células cardíacas. Las aferentes de los barorreceptores y de las terminales nerviosas del miocardio confluyen en el ganglio de la raíz dorsal y en el bulbo raquídeo, desde donde surgen vías recíprocas hacia el hipotálamo y la corteza cerebral. Los neurotransmisores liberados de las fibras posganglionares simpáticas incrementan la excitabili- dad del nódulo sinoauricular y de las células del miocardio, gracias a la activación de receptores adrenérgicos tipo b1. Por su parte, el aumento de la actividad parasimpática resulta en la liberación de acetilcolina y la activación de receptores colinérgicos M2.
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