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El sueño, que seguramente cumple funciones de gran complejidad biológica, está sujeto a cambios cualitativos y cuantitativos que se podrían interpretar como un proceso de maduración en la ontogenia. El tiempo dedicado al SL disminuye con la edad, en tanto que las horas de vigilia aumentan. El SP, que ocupa 8 horas del total del sueño en el niño de pocos días, pasa aproximadamente a una hora en el anciano. La duración del sueño en el adulto tiene amplias variaciones personales, con un rango de 5 a 10 horas. El promedio es de 7.5 horas; este promedio dismi- nuye en el anciano a 5-6 horas. En niños de corta edad es más prolongado. Los recién nacidos duermen 16 horas diarias o más, con un sueño polifásico, organizado en sucesivas etapas de vigilia y de sueño. El sueño se hace bifásico al avanzar la edad (4-5 años), con fases de sueño durante la noche y la siesta, para llegar al adulto y conver- tirse, en la mayoría de las personas, en monofásico (vigi- lia de día y sueño de noche). LA POLISOMNOGRAFÍA En 1937 los estudios electroencefalográficos realiza- dos en seres humanos permitieron clasificar el sueño en cuatro estados. Sin embargo, no fue hasta muchos años después (1953) cuando se pudo observar la existencia del SP. Actualmente, después de años de investigación básica, los conocimientos han trascendido hacia los aspectos apli- cados, clínicos, del ciclo de sueño-vigilia. El estudio de los trastornos del sueño se ha convertido ya en una nueva especialidad médica y una etapa de la evaluación clínica del mismo consiste en el laboratorio de técnicas poligráfi- cas de sueño o polisomnografía. ¿En qué consiste un polisomnograma? Es el registro continuo y simultáneo de determinadas variables fisiológi- cas durante el sueño, esto es, el electroencefalograma (EEG), el electromiograma (EMG) y los movimientos ocu- lares (MO), el electrocardiograma, los movimientos respi- ratorios, el flujo de aire respiratorio, los movimientos de miembros inferiores y otras variables de diversa índole tales como la observación del comportamiento, la erección peneana, los cambios endocrinos, el control del relato de ensueños, etc. Esta sucesión de variables se presenta de una manera típica en condiciones fisiológicas; un alejamiento de la forma normal de presentarse de cualquiera de ellas puede llegar a constituir un síndrome con características patológicas. Para el diagnóstico de las distintas etapas de sueño se necesitan como mínimo los registros de EEG, EMG y MO (Fig. 9.2). Las combinaciones particulares de las tres actividades bioeléctricas mostradas en la Figura 9.2, a) la amplitud y frecuencia de las ondas del electroencefalograma, b) la mayor o menor actividad electromiográfica y c) el estado de la actividad oculomotora, permiten el reconocimiento electrográfico de los diferentes estados de vigilia y de sue- ño. Así, la vigilia y sus variaciones, y el sueño y sus etapas [sueño lento, u ortodoxo o no-REM, y sueño paradójico o activado o REM (del inglés rapid eye movements)] están definidos por estas variables, asociadas siempre al com- portamiento. El sueño es un estado dinámico, de tal forma que el EEG muestra una sucesión bien ordenada y cíclica de fre- cuencias y amplitudes de ondas. Todavía se nos escapa el significado de cada uno de los estadios que relataremos y que están basados, además, en relaciones bien caracteriza- das con variables fisiológicas diversas. Características poligráficas del sueño lento o no-REM En el hombre, los cuatro estadios en los que se divide son: etapa 1, somnolencia; etapa 2, sueño “ligero”, y eta- pas 3-4, sueño lento propiamente dicho (Fig. 9.2). Estos estadios suelen seguir uno al otro en el tiempo y son fre- cuentes las fluctuaciones durante una misma noche. Etapa 1. Se observa inmediatamente después de la vigilia y dura unos pocos minutos. El ritmo alfa de la vigi- lia, de 8 a 12 ciclos por segundo (cps), disminuye en amplitud, se hace discontinuo y es reemplazado por activi- dad de bajo voltaje, de frecuencia comprendida entre 3 y 7 cps. El tono muscular es algo menor que durante la vigilia, y los movimientos oculares son lentos y aparecen de for- ma intermitente. Etapa 2. Se caracteriza por la presencia de husos y complejos K. Los husos, de 14 a 16 cps, tienen una dura- ción de al menos medio segundo y predominan en regio- F I S I O L O G Í A D E L A V I G I L I A Y E L S U E Ñ O 151 24 h 12 0 Vigilia Sueño paradójico Sueño lento días-meses años edad 90 Figura 9.1. Cambios de la cantidad total de sueño y las dura- ciones relativas de vigilia, sueño lento y sueño paradójico en el ser humano, desde el nacimiento hasta los 90 años de edad. Se observa una disminución del total de sueño con un descenso marcado de la duración del sueño paradójico y una disminu- ción de sueño lento menos marcada. Se aprecia que la vigilia aumenta de forma continua. (Modificado de Marks y cols, 1995)
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