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FISIOLOGÍA HUMANA-188

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Los pacientes deprimidos poseen ensueños con las
mismas características de depresión, en tanto que los
pacientes esquizofrénicos desarrollan ensueños también
desorganizados. Estos hechos apuntan hacia una continui-
dad entre la actividad psíquica vigil y onírica. Pero existe
al menos una diferencia objetivable: durante los ensueños
la conciencia está enfocada sólo en una experiencia oníri-
ca, en tanto que en la vigilia se pueden mantener múltiples
elementos conscientemente y de forma simultánea.
Se conocen desde la antigüedad libros sobre relatos de
ensueños. Es de destacar el hecho de que, comparando a
través de los siglos, los contenidos temáticos de los mis-
mos son asombrosamente similares a los contenidos de los
ensueños relatados en la actualidad.
FISIOLOGÍA GENERAL DEL SUEÑO
Y LA VIGILIA
En el curso de los tres decenios precedentes se ha
puesto de manifiesto que las grandes funciones fisiológi-
cas varían, tanto en el paso de la vigilia al sueño como
dentro de cada ciclo de sueño. Así, las funciones cardio-
vasculares y respiratorias modifican sus controles acom-
pañando la secuencia SL-SP. La función endocrina y otras
que analizaremos más adelante también se interrelacionan
con el ciclo de sueño-vigilia. Más aún, durante el SP la
homeostasis deja de ser respetada de forma transitoria. 
Los nuevos conocimientos aportados por la Fisiología
acerca de la vigilia y del sueño nos llevarán a comprender
los mecanismos fisiopatológicos y la génesis de los esta-
dos patológicos, tanto diurnos como nocturnos, ligados a
las repercusiones del ciclo sobre las diversas funciones.
Funciones cardiovasculares y 
circulación cerebral
La presión arterial (PA) disminuye durante el sueño.
El mayor descenso se registra en las etapas 3-4, es decir,
en el SL propiamente dicho. En el hombre, la PA del SP
no desciende más que la PA del SL, pero se vuelve varia-
ble y presenta incrementos transitorios de hasta 40 mm
Hg que se superponen a la hipotensión tónica existente.
Estos aumentos de PA coinciden con los acontecimientos
fásicos del SP. Al despertar, la PA recupera rápidamente
su valor inicial, cualquiera que sea la etapa del sueño en
la que se produzca y cualquiera que sea la caída tensio-
nal ocurrida durante el sueño. La presión de la arteria
pulmonar se mantiene estable durante todas las etapas del
sueño.
La frecuencia cardíaca se reduce en el SL, particular-
mente en las etapas 3-4. Durante el SP se vuelve variable, y
muestra incrementos relacionados con los cambios fási-
cos, como son movimientos oculares, sacudidas muscula-
res, etc. El gasto cardíaco se reduce moderadamente en el
SL y el SP, y constituye otro elemento que contribuye al
descenso tensional citado. Puede producirse una disminu-
ción de la PA de un 10% y una disminución de la frecuen-
cia cardíaca de un 6% sin cambios en el gasto cardíaco. En
estos casos, la hipotensión del sueño deberá depender de la
existencia de una vasodilatación. Existen, además, perío-
dos de vasoconstricción en los músculos esqueléticos
durante el SP, y ésta puede ser la causa de los incrementos
fásicos que ocurren en esta etapa.
El flujo sanguíneo cerebral 
Los resultados de trabajos en seres humanos durante
el SL han mostrado con diversas técnicas la existencia de
aumentos o disminuciones globales del flujo asociadas a
variaciones regionales. Los estudios en seres humanos y
animales coinciden en la existencia de un incremento sig-
nificativo del flujo cerebral en el SP. Se describen aumen-
tos fásicos que se superponen al aumento tónico. Los
mecanismos responsables de estos cambios no están clara-
mente caracterizados, aunque existen datos que sugieren
que serían respuestas a variaciones metabólicas locales.
Por lo tanto, debemos pensar que ciertas regiones recibirían
más aporte sanguíneo que otras. Las necesidades metabó-
licas locales determinarían variaciones locales de flujo. El
incremento del flujo cerebral durante el SP estaría al ser-
vicio de una redistribución acorde con la función. El regis-
tro de la disponibilidad de oxígeno cerebral en gatos
estudiados durante el SP muestra una distribución topo-
gráfica particular del consumo y el aporte de O2, que se ha
denominado “sistema de pO2 del SP” (Velluti, 1985). Estas
grandes oscilaciones de la pO2 (Fig. 9.8), postuladas como
resultado de una disminución del control homeostático
local, han sido interpretadas también como una degrada-
ción mayor de la glucosa en condiciones anaeróbicas
durante los incrementos de actividad neuronal. 
F I S I O L O G Í A D E L A V I G I L I A Y E L S U E Ñ O 159
100
65
Modalidades sensoriales presentes
en los sueños (%)
Afectos presentes en los ensueños (%)
Visual
Auditiva
Vestibular
Te mperatura
Táctil
Olfativa
Gustativa
Ansiedad
Sorpresa
Enfado
Alegría
Tristeza
Vergüenza
8
4
1
14
9
7
4.5
1.3
Figura 9.7. Modalidades sensoriales y afectos, porcentualmen-
te presentes en los relatos de ensueños. Los ensueños con com-
ponentes visuales y auditivos predominan, así como, en otra
proporción, la ansiedad y la sorpresa. (Modificado de McCarley
y Hoffman, 1990.)

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