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hidroxi-5-metil-4-isoxazolepropionato). La señal retrógrada que permite el aumento de la liberación de glutámico parece depender de la liberación de óxido nítrico o de ácido araqui- dónico en la espina dendrítica. Área septal El área septal se localiza por delante del hipocampo formando la pared medial del ventrículo lateral. El septum recibe aferencias de la amígdala, hipotálamo y de la for- mación del hipocampo (capa CA3 y subículo). Neuronas colinérgicas localizadas sobre todo en el septum medial proyectan al hipocampo y son las responsables del ritmo theta que se registra en el hipocampo de los roedores. Esta proyección colinérgica forma parte, al parecer, de un siste- ma de proyecciones también colinérgicas procedentes del tronco del encéfalo, que se dirige a distintas estructuras del sistema límbico. Por ejemplo, desde la sustancia inno- minada y el pallidum ventral a la corteza frontal y desde el núcleo de la banda diagonal de Broca hasta el giro del cín- gulo y la formación del hipocampo. La actividad y función de estas proyecciones no son conocidas en la actualidad, aunque el circuito septohipocámpico participa, que se sepa con certeza hasta ahora, en el flujo de información neuro- nal a lo largo del lazo de anteroalimentación que supone el hipocampo. La lesión de los núcleos septales en ratas produce hiperemotividad e hiperreactividad, así como un aumento de las respuestas agresivas, sobre todo frente a estímulos poco familiares para el animal. Este efecto no se aprecia con tanta claridad en otras especies y, en cualquier caso, desaparece en una o dos semanas. Tras este tiempo, el ani- mal aparece de hecho más pacífico y pierde rango social en su grupo. Este fenómeno contrasta con el aumento de agresividad que se observa tras la lesión del núcleo ven- tromedial del hipotálamo, que no disminuye con el tiem- po. Otro efecto más sutil de la lesión del área septal es la tendencia del animal a la repetición de pautas innatas o aprendidas previamente. Al parecer, la lesión del septum también aumenta la ingesta de agua en relación con el cambio de sabor de las comidas y no con la regulación del metabolismo de la misma. La lesión del septum produce en ratas una facilitación del aprendizaje de pruebas de evitación activa, así como un déficit en el aprendizaje de pruebas de evitación pasiva. Estos fenómenos son parecidos a los que se observan tras lesiones del hipocampo y opuestos a los que se observan tras lesiones de la amígdala. Estos resultados pueden deberse al aumento de actividad motora inespecífica que se produce tras la lesión del septum. La estimulación del septum produce la inhibición de determinadas funciones vegetativas como el ritmo cardíaco y la respiración. Corteza temporal medial Como característica básica de la corteza de asociación se ha propuesto que su análisis de la información no es secuencial, como en la corteza sensorial primaria, sino de representaciones múltiples, lo que inclina a pensar en un procesamiento en paralelo. El papel del lóbulo temporal y sobre todo de su cara medial se ha estudiado en pacientes epilépticos o en pacientes a los que se les ha extirpado total o parcialmen- te la corteza temporal, por razones de índole médica. La lesión del lóbulo temporal en primates desconecta el hipocampo y la amígdala de la corteza de asociación fron- tal, parietal y temporal. Se ha observado una asimetría sintomatológica en pacientes con focos epilépticos localizados en los lóbulos temporales derecho o izquierdo. Los pacientes con lesio- nes en el lóbulo derecho son más expresivos de su estado emocional, ya sea eufórico o depresivo. También son más lábiles, con reacciones conductuales no verbales de carácter impulsivo. Por el contrario, los pacientes con lesiones de tipo epiléptico localizadas en el lóbulo tem- poral izquierdo son más introspectivos, con mayores intereses filosóficos, religiosos y morales, y muy preocu- pados por su propio destino y sentido vital. Son también más ideativos y contemplativos, enfatizando los aspectos negativos de su personalidad. Tienden a escribir largos diarios donde exponen sus concepciones religiosas y cos- mológicas. La estimulación del giro del cíngulo produce numero- sos efectos vegetativos, similares a los inducidos por la estimulación de la amígdala y el hipotálamo, aunque con umbrales más altos. Corteza orbitofrontal Como se ha señalado, la corteza orbitofrontal es la porción del neocorteza más directamente relacionada con el sistema límbico y con el hipotálamo. Esta corteza es otro ejemplo de estructura límbica en la que se ponen en contacto dos mundos sensoriales distintos. A través de la corteza frontal lateral, la corteza orbitofrontal recibe infor- mación sensorial del mundo externo. Por su parte, a través del núcleo dorsomedial del tálamo, sobre el que proyectan estructuras como la amígdala, el septum, el tegmento mesencefálico ventromedial, el núcleo interpeduncular, etc., la corteza frontal orbitaria recibe información del mundo interno. Aparte de sus proyecciones hacia el polo anterior del lóbulo temporal, la corteza orbitofrontal pro- yecta al hipotálamo. Concretamente, la superficie orbital caudal proyecta al área preóptica, mientras que el giro principal superior lo hace sobre el hipotálamo lateral y el posterodorsal. Se sabe que la estimulación de la corteza orbitofrontal produce efectos vegetativos similares a los que se inducen durante al reacción de alerta y que ya han sido mencionados. Dichos efectos desaparecen tras la lesión del hipotálamo. La lesión de la corteza orbitofrontal hace desaparecer las respuestas de rabia y angustia en monos, disminuyendo su agresividad. Su lesión en seres humanos disminuye el dolor aparentemente intratable por otros medios. 182 N E U R O F I S I O L O G Í A
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