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FISIOLOGÍA HUMANA-259

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INTRODUCCIÓN
Una de las características funcionales que mejor defi-
ne a los animales es su capacidad para moverse, cambiar
su posición en relación con su entorno inanimado. Condi-
ción indispensable para la ejecución de un movimiento
ordenado es el conocimiento continuo de la situación pos-
tural del individuo respecto al espacio que le rodea, así
como de cada uno de sus miembros entre sí. Mientras que
la posición del individuo en el espacio se determina
mediante la actividad del aparato vestibular, las relaciones
de posición de las distintas partes del organismo se deter-
minan por medio de los propioceptores, analizados en otro
capítulo de esta obra. El aparato vestibular se encuentra
inmerso en las estructuras óseas que rodean el cerebro, por
lo que informa principalmente de la posición de la cabeza
con relación a la fuerza continua de la gravedad. Además,
el aparato vestibular, como veremos, informa también de
los desplazamientos lineales y angulares de la cabeza que
se producen cuando el individuo se desplaza por su medio
externo.
Los reflejos oculares, del cuello y de las extremidades
que se activan cuando cambiamos de posición la cabeza en
el espacio se realizan normalmente de modo inconsciente.
En este sentido, la percepción vestibular es muy distinta de
las percepciones que sentimos procedentes de los sentidos
clásicos (vista, oído, tacto, gusto y olfato), que suelen
alcanzar el nivel consciente con mayor facilidad, sobre
todo en el caso de proceder de una respuesta motora. Sin
embargo, el umbral para la percepción del movimiento por
el aparato vestibular en el hombre es muy bajo, ya que
somos capaces de percibir una aceleración de 0.1 gra-
dos/s2, esto es, el equivalente al giro de una silla que tarde
unos 90 s en realizar una vuelta completa.
En este capítulo se expone la anatomía funcional del
aparato vestibular, el mecanismo de activación de los
receptores vestibulares, las vías vestibulares, y los princi-
pales reflejos para los ojos, la cabeza, el tronco y las extre-
midades que se generan por la activación de este sistema
sensorial.
ANATOMÍA FUNCIONAL DEL 
APARATO VESTIBULAR
Aspectos generales
El aparato vestibular está presente en todos los grupos
de vertebrados y desde el punto de vista morfofuncional
puede dividirse en dos órganos principales: los órganos
otolíticos y los conductos semicirculares. Los primeros,
constituidos por el sáculo y el utrículo, tienen como fun-
ción el mantenimiento de la posición de la cabeza y del
cuerpo en el espacio. Los órganos otolíticos se activan
principalmente por la dirección y magnitud de la acelera-
ción lineal de la cabeza, incluyendo la producida por la
fuerza de la gravedad. Los segundos están formados, en 
la mayoría de los vertebrados, por tres conductos, más o
menos circulares, que se disponen en una formación casi
ortogonal entre sí. Estos conductos detectan la aceleración
angular del movimiento producido por la rotación de la
cabeza en cualquier plano del espacio.
El aparato vestibular es una estructura par que se loca-
liza en el oído interno, y constituye un laberinto óseo
excavado en el hueso temporal (Fig. 14.1 A). Este laberin-
to está formado por los conductos semicirculares, que se
cierran sobre un cuerpo central que contiene al sáculo y al
utrículo, y que se continúa con la cóclea. El laberinto óseo
está revestido en su interior por un epitelio denominado
laberinto membranoso. El sistema de conductos contiene
la endolinfa, la cual baña las distintas estructuras sensoria-
les o receptoras (Fig. 14.1 B).
El laberinto membranoso no está en contacto directo
con el hueso temporal, de forma que existe entre ellos otra
matriz líquida que se denomina perilinfa. La endolinfa y la
perilinfa muestran composiciones electrolíticas muy dife-
rentes (véase Cap. 13); la primera es de composición muy
similar a la que presenta el citoplasma neuronal, con una
alta concentración de K+ y baja de Na+, mientras que la
segunda presenta concentraciones iónicas similares a las
del líquido cefalorraquídeo. El ion Cl– está presente en
ambos líquidos a elevada concentración. El epitelio que
230 N E U R O F I S I O L O G Í A I I
A
B
Laberinto óseo
VII pan
Cóclea
C. anterior
C. posterior
C. lateral
Crestas 
ampulares
Utrículo
Sáculo
Cóclea
Mácula del utrículo
Mácula del sáculo
Figura 14.1. Localización anatómica del aparato vestibular.
Representación esquemática del oído interno y del laberinto
óseo. B. Esquema ampliado del laberinto óseo que muestra la
situación de las crestas ampulares y otolíticas (zonas rayadas)
en el laberinto membranoso (líneas discontinuas).

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