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ronas que responden a estimulación vestibular parecen estar representadas por una ruta de corta latencia en la por- ción lateral del núcleo ventral posterior y por otra de larga latencia, probablemente a través del cerebelo, en el núcleo ventral lateral. ACTIVIDAD ELÉCTRICA DE LAS NEURONAS VESTIBULARES La principal característica que define el comporta- miento electrofisiológico de las neuronas vestibulares, tan- to primarias como secundarias, es la descarga tónica mantenida que presentan durante la ausencia de movi- miento. Esto permite modular sus respuestas tanto en el sentido de activación, incrementando su frecuencia de des- carga, como de inactivación, disminuyendo ésta, durante los movimientos del aparato vestibular generados por la cabeza Actividad de las neuronas vestibulares de primer orden Las fibras aferentes primarias que presentan termina- les caliciformes muestran una frecuencia de descarga de potenciales de acción irregular, fásica y de bajo nivel de modulación respecto de las que terminan en botones esfé- ricos, que tienen una actividad regular, tónica y de alta modulabilidad vestibular. La modulación de la respuesta hace referencia a la comparación entre la señal que se usa como entrada vestibular y la frecuencia de descarga indu- cida, como consecuencia, en la neurona. Sin embargo, parece existir un ajuste diferencial entre ambos tipos de terminales, para codificar la velocidad del estimulo. Así, mientras las fibras primarias caliciformes se activan por un amplio rango de velocidades, las de terminales esféricos parecen modularse para rangos de velocidad más estrechos y ajustados a los valores fisiológicos. Actividad de las neuronas vestibulares de segundo orden Cada neurona vestibular secundaria recibe aferencias de distintas fibras primarias, así como de otras neuronas del sistema nervioso central, ya sea del propio complejo vestibular, homolateral o contralateral, como de estructu- ras relacionadas (cerebelo, formación reticular, médula espinal, etc.). Hasta el momento presente se han caracteri- zado hasta tres tipos principales de neuronas vestibulares de segundo orden: 1) Neuronas con respuesta vestibular exclusiva, regu- lares o irregulares, similares a las que presentan las neuronas vestibulares de primer orden. 2) Neuronas con respuesta vestibular que hacen pau- sas durante los movimientos oculares rápidos, independientemente del plano y dirección de éstos. 3) Neuronas con señal de posición y/o velocidad ocu- lar. Estas neuronas muestran un gradiente en la codificación de ambos parámetros, desde las que presentan casi exclusivamente una modulación relacionada con la posición ocular, hasta las que la presentan en relación con la velocidad del ojo, pasando por otras con señales intermedias. REFLEJOS DE ORIGEN VESTIBULAR Los reflejos de origen vestibular constan de una vía directa y de otra u otras vías indirectas. La vía directa está formada por un circuito reflejo compuesto de tres tipos neuronales: neuronas primarias vestibulares, neuronas secundarias vestibulares y motoneuronas efectoras del movimiento. Las vías indirectas son mucho más inespecí- ficas y abarcan estructuras cerebrales muy numerosas antes de alcanzar la salida motora. Reflejos vestibulooculares Estos reflejos corresponden a los movimientos ocula- res compensatorios que se producen como consecuencia de la estimulación de los órganos vestibulares. La fun- ción de estos reflejos consiste en el mantenimiento de la posición de los ojos en el espacio y de manera indepen- diente, en la medida de lo posible, de la posición de la cabeza. Por ejemplo, el giro de la cabeza hacia la izquier- da en el plano horizontal produce un desplazamiento a la misma velocidad de los ojos hacia la derecha. Si el des- plazamiento es mayor que el ángulo de movimiento del ojo en la órbita, se induce un movimiento rápido de recen- tramiento del ojo, en la misma dirección de la cabeza, para continuar nuevamente con el desplazamiento compensato- rio inicial a la misma velocidad. De esta manera, los refle- jos vestibulooculares permiten el mantenimiento de la mirada y hacen posible, por tanto, la visión durante los movimientos de la cabeza (Fig. 14.6). Estos reflejos pueden ser divididos en dos amplios grupos, los reflejos cristooculares y los maculooculares, dependiendo de si la estimulación atañe principalmente a los conductos semicirculares o a los órganos otolíticos, respectivamente. En la Figura 14.5 se representan las rela- ciones más importantes entre los núcleos vestibulares y los núcleos motores extraoculares, así como otras vías nervio- sas que incluyen a los núcleos premotores de éstos y a los centros cerebelosos relacionados con la función vestibular. Reflejos vestibulocervicales Estos reflejos se suman a los reflejos vestibuloocula- res para el mantenimiento de la estabilidad de la mirada durante los movimientos corporales o durante la inclina- ción mantenida del cuerpo. Específicamente, los reflejos cristooculares y cristocervicales actúan simultáneamente para estabilizar la visión respecto al eje de giro de la cabe- S I S T E M A V E S T I B U L A R 237
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