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De todos ellos, interesa especialmente el sistema olfatorio principal, el más desarrollado en los seres huma- nos, en los que se denomina simplemente sistema olfato- rio. No obstante, actualmente no se puede descartar la presencia de funciones quimiorreceptoras en el sistema trigeminal humano, ni que el sistema olfatorio no posea funciones que en otras especies son atribuidas al sistema vomeronasal. Sistema olfatorio. El sistema olfatorio consta de los siguientes elementos (Fig. 15.2): 1) los receptores olfato- rios, que son neuronas sensoriales bipolares que se encuentran situadas en la mucosa de las fosas nasales, dis- tribuidas irregularmente en su porción posterosuperior, donde pueden distinguirse gracias a su característico color amarillento. Los axones de estas neuronas forman el I par craneal o nervio olfatorio que, atravesando la lámina cri- bosa del hueso etmoides, terminan estableciendo sinapsis en la capa glomerular de 2) los bulbos olfatorios, cuya estructura fue descrita por primera vez por Ramón y Cajal (Fig. 15.6); 3) las proyecciones olfatorias, con sinapsis sucesivas en el núcleo olfatorio anterior y tubérculo olfatorio, para terminar en la corteza prepiriforme, así como en estructuras del sistema límbico como la amígda- la cerebral y las áreas hipotalámicas anterior, preópti- ca y lateral y 4) las eferencias al sistema olfatorio, que controlan y modulan la actividad del mismo. RECEPTORES PERIFÉRICOS DEL SISTEMA OLFATORIO Los receptores olfatorios, como se mencionó anterior- mente, son las neuronas sensoriales bipolares que se encuentran distribuidas en 4 a 7 cm2 de la mucosa o epite- lio olfatorio (en animales macrosmáticos, como el perro, la superficie del epitelio olfatorio puede ser de hasta 200 cm2), en donde hay aproximadamente 50 millones de célu- las receptoras. Embriológicamente, se origina del ectoder- mo a partir de la placoda olfatoria, separada de otras regiones del sistema nervioso. Mucosa olfatoria. La mucosa olfatoria consiste en un epitelio en el que, histológicamente, se pueden distinguir dos capas distintas, separadas por una membrana basal (Fig. 15.3): 1) el neuroepitelio propiamente dicho y 2) la lámina propia. Esta última consiste en un tejido conecti- vo rico en vasos y glándulas (glándulas de Bowman), que representan la principal fuente de secreciones mucosas y serosas de la mucosa nasal. La capa de moco consiste en una solución acuosa de mucopolisacáridos, inmunoglobu- linas (IgA, IgG e IgM), proteínas antimicrobianas (lisozi- ma y lactoferrina) y diversas enzimas. Además, el moco contiene diversas macromoléculas, algunas trasudadas del plasma y otras de síntesis local. Las funciones generales del moco están relacionadas con la inactivación de tóxicos, virus y bacterias inhalados y con el transporte y la modifi- cación de diversos estímulos olfativos y feromonas. La secreción mucosa está regulada por el sistema nervioso vegetativo que afecta tanto a la secreción de las glándulas de Bowman y de las células de sostén, como a la sensibi- lidad de las mismas células sensoriales. Entre los compo- nentes proteicos del moco se encuentran las proteínas transportadoras olfatorias (OBP, olfactory binding pro- tein). Éstas se sintetizan en la glándula nasal lateral y en las glándulas de Bowman, para difundir posteriormente a toda la mucosa nasal. Presentan afinidad micromolar por las sustancias olientes y representan el 1% de las proteínas solubles del moco. Son homodímeros compuestos de dos subunidades idénticas de 19 kD. Sus funciones son el transporte de olientes hidrofóbicos que deberán atravesar la capa hidrofílica de moco antes de contactar con los receptores de la membrana de los cilios olfatorios, la reti- rada de los olientes del medio y la protección de los recep- tores de la excesiva concentración de estímulos. El neuroepitelio propiamente dicho es un epitelio cilíndrico pseudoestratificado que contiene tres tipos de células: células de sostén, células sensoriales receptoras y células basales (Fig. 15.3). 1. Células de sostén. Son células irregularmente cilíndricas y alargadas que atraviesan toda la anchura del epitelio, y terminan en microvellosidades en su porción luminal. Los núcleos se sitúan alineados cerca de la región apical del citoplasma. Parecen células gliales y se les atri- buyen diversas funciones: contribuyen a la secreción de F I S I O L O G Í A D E L O L F AT O 245 A Parednasa l lateral B Tabique nasal C Corte esquemático vías olfatorias Lóbulo frontal Lóbulo frontal Epitelio olfatorio Lámina cribosa del etmoides Bulbo olfatorio Bulbo olfatorio Núcleo medial-posterior Hipotálamo lateral Al techo del mesencéfalo Cuerpo calloso Corteza entorrinalCorteza prepiriforme y amígdala Tubérculo olfatorio Células sensoriales olfativas Bulbo olfatorio Neocorteza orbitofrontal Figura 15.2. Cortes sagitales esquemáticos que muestran la situación y relaciones del epitelio olfatorio con el bulbo olfato- rio, en la pared lateral de las fosas nasales (A), en el tabique nasal (B) y las vías olfatorias (C).
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