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tiva (p. ej., fosfatidil serina) se trasladan de la capa interna a la capa externa y funcionan como superficie sobre la que se llevan a cabo varias reacciones procoagulantes de la fase plasmática de la hemostasia. b) Sitios de acoplamiento de factores de coagulación: Los factores VIIIa y Va se depositan sobre la superficie de las plaquetas activadas y pueden servir como receptores para los factores IXa y Xa, respectivamente. Esto aumenta la producción de factor Xa y de trombina al incrementar la velocidad de la reacción y al protegerlos de sus inhibidores. c) Formación de micropartículas plaquetarias: Entre otras características, son ricas en factor Va y favorecen la exposición de fosfolípidos de carga negativa. A estos tres primeros mecanismos, íntimamente rela- cionados, correspondería lo que se conoce como factor 3 plaquetario. d) Liberación de factores de coagulación desde los gránulos alfa: fibrinógeno, factor XI (el cual además es activado por las plaquetas), factor XIII, inhibidores como proteasa renina I y II, inhibidor de C-1, inhibidor de la vía del factor tisular, etc. Las plaquetas participan también en la retracción del coágulo, que es importante tanto para consolidarlo como quizá para favorecer la reparación vascular. En este meca- nismo retráctil también interviene la Gp IIb/IIIa. En suma, después de la pérdida de la integridad vascular ocurre la adhesión inmediata de las plaquetas al subendotelio, con lo que éstas inician su activación y expe- rimentan cambios en su forma, lo que facilita su extensión sobre la superficie dañada y la agregación de otras plaque- tas. Al activarse y a través de segundos mensajeros (que producen la liberación del contenido granular plaquetario), se origina una reacción de amplificación que incrementa notablemente la agregación plaquetaria y la formación del trombo primario, el cual expresa gran actividad procoa- gulante en su superficie y favorece la interacción y la acti- vación de los factores de la coagulación plasmática principalmente para la fase de propagación (véase más adelante). COAGULACIÓN PLASMÁTICA (HEMOSTASIA SECUNDARIA) La finalidad de esta fase de la hemostasia es generar la suficiente cantidad de trombina como para que el fibri- nógeno se transforme en la cantidad de fibrina necesaria para formar el trombo. Nomenclatura A cada uno de los factores plasmáticos de la coagula- ción se les ha asignado un número romano de acuerdo con el orden cronológico de su descubrimiento (Tabla 23.2). Esta numeración representa a las formas inactivas; cuando se agrega el sufijo “a”, se hace referencia al factor de coa- gulación activado (ejemplo: II = protrombina, IIa = trom- bina). La excepción a esta regla es el factor III o trombo- plastina tisular. En un principio se enumeró también al factor VI, pero posteriormente se demostró que era sólo un producto intermedio del factor V y se eliminó de la lista para no alterar la numeración del resto de los factores. El factor IV corresponde a los iones de calcio. Sistema procoagulante El sitio de síntesis, codificación cromosómica, vida media, concentración plasmática y peso molecular de los factores de la coagulación, así como la traducción clínica que resulta de sus alteraciones (hemorragia y/o trombosis), aparecen en la Tabla 23.2. La actividad procoagulante de este sistema puede dividirse en cuatro grupos de elementos: zimógenos o pro- enzimas, cofactores, fosfolípidos de carga negativa (anió- nicos) y calcio. Zimógenos: Los factores de la coagulación circulan normalmente en sus formas inactivas. Para que se activen, es necesario, en la mayoría de los casos, que un zimógeno sea modificado proteolíticamente. Tal proteólisis limitada deja al descubierto el sitio activo del zimógeno, que gene- ralmente involucra al aminoácido serina; el zimógeno se convierte entonces en proteasa, y por ello se dice que los factores activados son proteasas de serina. La excepción es el factor XII, que también puede activarse por el contacto con una superficie a través de un cambio en su conforma- ción. Los zimógenos participan activamente en la acti- vación secuencial de las vías procoagulantes (véase más adelante), y son la precalicreína y los factores XII, XI, X, IX, VII y II. Cofactores: Generalmente también se encuentran inactivos. Su función es la de localizar y catalizar la acti- vidad proteolítica de las enzimas (“zimógenos activados”) que participan en las vías procoagulantes. Su presencia es fundamental para que la actividad procoagulante pueda efectuarse con la intensidad y la velocidad suficientes y con ello se logre superar a los inhibidores fisiológicos. Tres factores son solubles: factor V, factor VIII y quininó- geno de alto peso molecular. El factor tisular, en cambio, es una proteína integral de la membrana de una gran variedad de células. Fosfolípidos aniónicos: Para que la activación de los zimógenos sea eficiente, debe existir una superficie sobre la cual puedan depositarse e interactuar. Esta superficie está constituida generalmente por fosfolípidos aniónicos de la membrana de las células endoteliales estimuladas, en las plaquetas activadas e incluso en la membrana de los leucocitos activados. La necesidad de contar con una superficie para la activación idónea de los zimógenos evi- ta la activación de los mismos en la circulación y limita la formación de factores activados en el sitio donde se encuentran tales fosfolípidos, que es, precisamente, el lugar del daño vascular. Este concepto es particularmente significativo para los zimógenos cuya síntesis depende de 352 F I S I O L O G Í A D E L A S A N G R E
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