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Alteraciones de funcion ovarica

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68
Alteraciones 
de la función ovárica
Saúl Lira Albarrán, María del Carmen Cravioto Galindo, 
Marta Margarita Durand Carbajal, Fernando Larrea Gallo
Las alteraciones que afectan a la gónada femenina se ma-
nifiestan por situaciones clínicas derivadas de la deficien-
cia en el aporte hormonal del ovario, éstas pueden ser: 
ausencia del desarrollo sexual normal e irregularidades 
menstruales o producción excesiva de andrógenos de ori-
gen ovárico o suprarrenal, o de prolactina.
En la mayor parte de los casos de amenorrea (ausen-
cia de sangrado endometrial por más de tres ciclos) no se 
identifican alteraciones anatómicas en los componentes 
del aparato reproductor. Es decir, los cambios en la fun-
ción ovárica pueden obedecer a alteraciones funcionales 
en los mecanismos que regulan la secreción pulsátil de 
la hormona liberadora de gonadotropinas hipofisarias 
(GnRH) o bien, originarse a nivel de los mecanismos de 
retroalimentación de las hormonas ováricas sobre la uni-
dad hipotálamo-hipofisaria. El estrés físico y emocional, 
la pérdida excesiva de peso y algunos fármacos se cuen-
tan entre los factores que pueden interferir con el ade-
cuado funcionamiento, a nivel hipotalámico, de los cen-
tros responsables de la secreción pulsátil de la GnRH. En 
algunos casos el origen de la amenorrea se ubica a nivel 
de la glándula hipofisaria donde puede existir deficiente 
producción de algunas hormonas. La disfunción en los 
mecanismos intraováricos que regulan el crecimiento y 
desarrollo folicular, o el funcionamiento del cuerpo lúteo, 
también pueden originar deterioro de la función ovárica.
Dentro de las estrategias para el diagnóstico diferen-
cial de las entidades que cursan con amenorrea es in-
dispensable considerar en primera instancia la posibili-
dad de embarazo, y a continuación investigar si existen 
defectos anatómicos, tales como falta de permeabilidad 
del tracto genital para el flujo normal del sangrado en-
dometrial, ausencia o hipoplasia del útero (müllerianas) 
y daño endometrial (endometritis, síndrome de Asher-
man). Para ello se requiere de una cuidadosa evaluación 
clínica, algunas pruebas farmacológicas y determinación 
de las concentraciones de gonadotropinas hipofisarias 
circulantes (figura 68-1). Los estudios de imagen com-
plementan el diagnóstico.
La presencia de estrógenos endógenos puede valo-
rarse con facilidad a través del grado de desarrollo que 
muestran los caracteres sexuales secundarios, la cuantifi-
cación de estradiol circulante y la inducción de sangrado 
endometrial post-administración de progestágeno. Para 
este fin pueden utilizarse el acetato de clormadinona (2 
mg diarios por cinco días, vía oral), o el acetato de me-
droxiprogesterona (10 mg diarios durante 5 a 7 días, por 
vía oral). La presencia de sangrado endometrial alrede-
dor de siete días después de la última dosis de la proges-
tina hace evidente la permeabilidad del tracto genital, 
la integridad endometrial para responder a los cambios 
hormonales inferidos por el tratamiento y la existencia 
de estrógenos en cantidad suficiente para inducir los re-
ceptores de progesterona. Por el contrario, si al concluir 
la administración de progestágeno no ocurre sangrado 
endometrial se deben considerar las posibilidades diag-
nósticas de embarazo, alteraciones en el flujo sanguíneo 
del endometrio a la cavidad vaginal, ausencia de endo-
metrio funcional y deficiencia de estrógenos endógenos. 
En este último caso es pertinente cuantificar la subuni-
dad β de la gonadotropina coriónica humana (hCG) para 
confirmar o descartar la presencia de embarazo, y si es 
negativa proceder a la administración de anticoncepti-
vos orales combinados durante 21 días. Con esta prueba 
farmacológica es posible diferenciar si la amenorrea es 
debida a defectos del tracto genital o del endometrio o 
ambos, o a deficiencia estrogénica. Cuando la amenorrea 
es producto de deficiencia estrogénica es de esperarse 
que el sangrado endometrial se presente al concluir el ci-
clo de tratamiento, mientras que si es debida a patología 
del tracto genital la respuesta será negativa (figura 68-1).
Una vez que se ha descartado la presencia de de-
fectos anatómicos, lo recomendable es cuantificar las 
concentraciones circulantes de las hormonas luteinizante 
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726  •  Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 68)
(LH) y foliculoestimulante (FSH) a fin de establecer si 
la disfunción ovárica se origina en la unidad hipotála-
mo-hipofisaria (hipogonadismo-hipogonadotrópico o 
normogonadotrópico) o a nivel de la gónada (hipogona-
dismo-hipergonadotrópico) (figura 68-1). 
CAUSAS ANATÓMICAS DE AMENORREA
Alteraciones en los conductos müllerianos 
Como ya se mencionó, en el diagnóstico diferencial de 
las amenorreas es necesario considerar malformaciones 
de las estructuras derivadas de los conductos de Müller. 
El síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser repre-
senta uno de los más frecuentes, con una incidencia de 1 
en 7 000 mujeres nacidas vivas. Esta condición se carac-
teriza por hipoplasia o aplasia de útero, trompas y tercio 
superior de vagina. El cuadro clínico consiste de ameno-
rrea primaria sin ninguna otra alteración en el desarrollo 
de los caracteres sexuales secundarios o las concentracio-
nes en suero de las hormonas hipofisarias y gonadales. 
En ocasiones existe dolor abdominal cíclico debido a la 
presencia de ovarios y ovulación, y en algunos casos se 
acompaña de malformaciones esqueléticas (alteraciones 
en columna vertebral en 12% de los casos) y renales (ri-
ñón ectópico o agenesia renal uni o bilateral). En algunos 
casos se ha descrito agenesia ovárica unilateral. El diag-
nóstico se realiza mediante examen pélvico, que permite 
detectar acortamiento vaginal y ausencia de cérvix, y se 
confirma por ultrasonido transvaginal. 
Síndrome de Asherman 
Esta condición, definida por el ginecólogo israelí Joseph 
Asherman, se refiere a la obliteración parcial o completa 
de la cavidad uterina por adherencias o sinequias de ori-
gen iatrogénico, o secundarias a infecciones (endometri-
tis puerperal, tuberculosis genital). El cuadro clínico está 
constituido por alteraciones menstruales (amenorrea, hi-
pomenorrea u oligomenorrea) y el diagnóstico se estable-
ce por histerosalpingografía o histeroscopía. En algunos 
casos el agente infeccioso puede identificarse mediante 
biopsia y cultivo del tejido endometrial remanente. El 
tratamiento es la resección de las adherencias intrauteri-
nas y la estimulación de la regeneración endometrial con 
la administración de formulaciones hormonales a base de 
estrógenos y progestágenos. La función ovárica por lo ge-
neral está preservada.
Figura 68-1. La prueba de progestágeno permite diferenciar si existen o no estrógenos endógenos. La respuesta positiva se presenta cuando 
los estrógenos están presentes, independientemente de la causa de amenorrea. La ausencia de sangrado puede observarse en embarazo, 
defectos anatómicos del tracto genital o deficiencia estrogénica. La administración de estrógenos más progestágeno permite diferenciar el 
hipoestrogenismo secundario de defectos anatómicos. Las concentraciones en suero de LH y FSH orientan al origen de la amenorrea.
Amenorrea
Historia clínica
examen físico
Prueba de la progestina
Sangrado ausente
Estrógeno + progestina
Sangrado ausente
Defectos anatómicos
Sangrado presente
Estrógenos
Defectos anatómicos
 Estrógenos
Sangrado presente
Estrógenos 
normales
LH/FSH
Normales o bajas
• Amenorrea hipotalámica
• Hiperprolactinemia
• Hipotiroidismo
• Síndrome de ovarios
 poliquísticos
Elevadas
• Insuficiencia ovárica primaria
• Falla ovárica prematura
• Síndrome de Turner
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Alteraciones de la función ovárica 727
ALTERACIONES A NIVEL DE LA UNIDAD 
HIPOTÁLAMO HIPOFISARIA
Pubertad retrasada
Las consideraciones diagnósticas para la amenorrea en 
mujeres sin desarrollo puberal son diferentes de aquellas 
para la mujer adulta. La presencia de pubertad retrasa-
da puede ser considerada en una mujer de 13 años sin 
desarrollo mamario. Sin embargo, es conveniente señalar 
que la pubertad es un proceso dinámico con diferencias 
significativas a nivel individual y poblacional, por lo que 
la definición de pubertad retrasada en un individuo re-
quiere fundamentarse en criterios simples, aunque arbi-
trarios, y con base en datos epidemiológicos. El retraso 
constitucional del crecimiento y de la pubertad (RCCP) 
representa la causa más frecuente de pubertad retrasa-
da en ambos sexos. Por ejemplo, hasta 30% de las mu-
jeres con pubertad retrasada tienen RCCP, y el modo 
de herencia más frecuente es el autosómico dominante 
(con penetrancia incompleta). El inicio de la pubertad 
es variable y se debe casi siempre a factores genéticos. 
En general, el hallazgo de concentraciones en suero de 
ambas gonadotropinas dentro de límites normales, au-
nados a una historia familiar de retraso en la aparición 
de la pubertad son criterios que deben considerarse para 
establecer el diagnóstico de pubertad retrasada. En algu-
nos casos las gonadotropinas se encuentran disminuidas 
o ausentes.
La presencia de hipogonadismo hipogonadotrópi-
co requiere de la evaluación de la función de la hipó-
fisis anterior a través de la estimulación exógena con 
GnRH (100 μg IV, dosis única) o sus análogos. Esta 
prueba puede diferenciar la pubertad retrasada y las 
alteraciones en la secreción de GnRH (adecuada res-
puesta a GnRH en términos de incremento de LH y 
FSH) de otras patologías responsables del cuadro de 
amenorrea primaria, tales como la deficiencia aislada 
de gonadotropinas hipofisarias o alteraciones en la es-
tructura o función del receptor de GnRH en la mem-
brana de los gonadotropos hipofisarios (figura 68-2). 
Sin embargo, no siempre es concluyente ya que 
los valores de gonadotropinas, basales y posGnRH, 
pueden superponerse en las diferentes patologías.
Figura 68-2. Diagnóstico diferencial de amenorrea primaria. Las concentraciones en suero de gonadotropinas basales o inducidas con la ad-
ministración exógena de GnRH permiten ubicar el origen de la disfunción ovárica. FSH, hormona foliculoestimulante; LH, hormona luteinizante; 
GnRH, hormona liberadora de gonadotropinas hipofisarias; ND, no detectable.
Amenorrea primaria
Historia clínica
Examen físico
FSH/LH
Elevadas
Estimulación hipofisaria
con GnRH
Alteraciones ováricas
Síndrome de Turner 
Agenesia gonadal
Deficiencia enzimáticas
Respuesta de 
FSH / LH 
inadecuada
Respuesta de 
FSH / LH 
adecuada
Pubertad 
retrasada
Bajas o ND Normales
Alteraciones de origen
hipotalámico
Tumores
Alteraciones
hipofisarias
Tumores
Síndrome de Kallmann 
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728  •  Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 68)
Hipogonadismo hipogonadotrópico
Con base en la presencia o ausencia de la disfunción ol-
fatoria, el hipogonadismo hipogonadotrópico (HH) se 
divide en dos síndromes: HH con alteraciones olfatorias 
(síndrome de Kallman [SK]) e hipogonadismo hipogo-
nadotrópico idiopático (HHI) con olfación normal (HHI 
normósmico). El HH congénito es un síndrome clínico 
que se caracteriza por falla puberal completa o parcial, 
secundaria a la activación inadecuada del eje hipotálamo 
hipófisis gónada.
En el caso del SK la alteración es la defectuosa mi-
gración, durante la vida embrionaria, de las neuronas pro-
ductoras de la GnRH desde la placa nasal hasta su destino 
final, el hipotálamo, a través de los nervios vomerona-
sales olfatorios. El SK es un desorden heterogéneo que 
afecta a 1 en 1 000 mujeres y es 5 veces mayor en hom-
bres. El SK se asocia con mutaciones en KAL1, FGFR1/
FGFR8, FGF17, IL17RD, PROK2/PROKR2, NELF, 
CHD7, HS6ST1, FLRT3, SPRY4, DUSP6, SEMA3A 
y WDR11, genes que están relacionados con defectos en 
la migración neuronal. El déficit olfatorio y reproducti-
vo incluye, además del fenotipo no reproductivo, sordera 
sensorio neural, coloboma, sincinesia bimanual, anorma-
lidades cráneo faciales y, o agenesia renal.
El HHI congénito es un desorden genético y clíni-
camente heterogéneo. Aunque los casos esporádicos 
predominan, se han informado familias con HHI con-
génito con modos de herencia ligados al X, autosómico 
dominante o autosómico recesivo. En algunas familias, la 
alta variabilidad en rasgos fenotípicos reproductivos y no 
reproductivos, sugiere la presencia de herencia compleja. 
En particular, en casos seleccionados se pueden identifi-
car formas variables y poligénicas (digénicas y oligogéni-
cas) de transmisión de la enfermedad. Los miembros de 
familias con un mismo genotipo presentan expresividad 
variable, desde anosmia completa con HH, hasta sólo 
un cuadro clínico caracterizado por pubertad retrasada 
y normosmia. El HH de causas genéticas es ocasionado 
por la presencia de mutaciones en por lo menos 20 genes, 
algunos ya descritos en esta revisión.
Craneofaringioma
Algunos tumores del sistema nervioso central interfieren 
con la función ovárica debido a modificaciones en la li-
beración pulsátil de GnRH y por lo tanto en la síntesis 
y liberación de la LH y FSH hipofisarias. El craneofarin-
gioma es el tumor cerebral que con mayor frecuencia 
se asocia con HH, además de ser el tumor no glial más 
frecuente de la infancia; sin embargo, es poco frecuente 
cuando se examina sobre bases poblacionales. Es un tu-
mor que se origina de restos de células escamosas que 
se presentan en cualquier lugar a lo largo del conducto 
craneofaríngeo, que conecta el ectodermo del estomodeo 
con la invaginación de la bolsa de Rathke, por lo que 
su localización es supraselar en el 60% de los casos. La 
sintomatología, así como las manifestaciones a nivel del 
sistema reproductivo dependen de la localización del tu-
mor. Por lo general, se presenta con deficiencia de otras 
hormonas y, o con hiperprolactinemia. 
Amenorreas hipotalámicas funcionales
Este término se utiliza para describir las amenorreas de-
bidas a alteraciones funcionales de los mecanismos que 
regulan la secreción pulsátil de la GnRH. La amenorrea 
hipotalámica funcional ocurre cuando el eje hipotála-
mo-hipófisis-ovario está suprimido debido a un déficit 
energético derivado del estrés, disminución de peso (in-
dependientemente del peso original), ejercicio excesivo 
o desórdenes alimenticios. Se caracteriza por un estado 
de hipoestrogenismo sin otras enfermedades orgánicas 
o estructurales. En general, las pruebas de laboratorio 
muestran concentraciones circulantes de LH, FSH y es-
tradiol disminuidas o en límites inferiores a los valores 
normales; sin embargo, estas concentraciones fluctúan y 
el contexto clínico es el factor discriminante. Las pacien-
tes con amenorrea funcional pueden presentar las carac-
terísticas de la triada de la atleta femenina, que consis-
te en: ingesta calórica insuficiente con o sin desórdenes 
alimentarios, amenorrea, y densidad ósea disminuida u 
osteoporosis. Estas pacientes deben ser tamizadas para 
trastornos de la conducta alimentaria, dietas y síndrome 
de malabsorción (p. ej., enfermedad celíaca). En la mayo-
ría de los casos, las causas que conducen a este cuadro clí-
nico se asocian con el aumento en el tono inhibitorio que 
ejerce el sistema opioide endógeno sobre las neuronas 
hipotalámicas productoras de GnRH. Recientemente se 
han identificado, en mujeres afectadas con amenorrea hi-
potalámica, variantes raras en genes asociados con la fun-
ción reproductiva (FGFR1, PROKR2, GNRHR, KAL1)
lo que sugiere queestas mutaciones pueden contribuir a 
la susceptibilidad variable de las mujeres a cambios fun-
cionales en la secreción de GnRH. 
En la actualidad se reconoce que la denominada tria-
da de la atleta femenina es un síndrome caracterizado 
por interrelaciones complejas entre la disponibilidad de 
energía, el estado menstrual y la densidad mineral ósea, 
que se acompaña de una variedad de manifestaciones clí-
nicas, incluyendo trastornos de la conducta alimentaria, 
amenorrea hipotalámica funcional y osteoporosis. Se es-
tima que de 1 a 3% de las atletas cumplen criterios para 
este síndrome. Las alteraciones menstruales son comu-
nes en mujeres deportistas, en especial en corredoras de 
fondo, y su incidencia está relacionada con el grado de 
pérdida de peso y el porcentaje de grasa corporal. En este 
sentido, la energía disponible es la cantidad de energía de 
la dieta para todas las funciones fisiológicas después de 
descontar el gasto energético del ejercicio; cuando los va-
lores de energía disponible se encuentran por debajo de 
30 kcal/kg de masa libre de grasa por día, se reducen la 
función reproductiva y la formación ósea. La disfunción 
menstrual en la atleta femenina se presenta de 6 a 79% 
e incluye un amplio espectro de trastornos, desde ame-
norrea primaria o secundaria, hasta ciclos irregulares u 
oligomenorrea (seis ciclos o menos durante un año), con 
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Alteraciones de la función ovárica 729
una prevalencia que varía con el tipo de deporte y nivel 
de competición. Por ejemplo, la ocurrencia de amenorrea 
secundaria se observa hasta en el 69% de las bailarinas 
de ballet y en el 65% de las corredoras de larga distancia. 
Por otra parte, la etiología de la amenorrea hipotalámica 
funcional asociada con ejercicio y estrés puede ser una 
consecuencia de la inhibición de la liberación de GnRH 
y la pérdida de la pulsatilidad de LH dependiente de las 
concentraciones disminuidas de leptina que caracteriza 
a este tipo de pacientes. En términos generales, las 
anormalidades en el ciclo menstrual desaparecen con 
la reducción de la actividad física y la ganancia de peso 
corporal (figura 68-2).
Síndrome de la silla turca vacía 
El término silla turca vacía o aracnoidocele se define 
como la herniación del espacio subaracnoideo dentro de 
la silla turca, asociado con alargamiento del tallo hipofi-
sario y adelgazamiento de la glándula hipofisaria. Existen 
dos tipos de silla turca vacía: el primero y más frecuente 
denominado silla vacía secundaria como resultado del 
tratamiento (cirugía, radioterapia o fármacos) de un ade-
noma hipofisario (contracción o regresión). El segundo 
tipo llamado silla vacía primaria (SVP) resulta en au-
sencia de sangrados menstruales y la presencia de hiper-
prolactinemia con galactorrea como consecuencia de la 
protrusión del espacio subaracnoideo e interrupción de 
la comunicación entre las estructuras hipotalámicas y la 
glándula hipofisaria. Estos padecimientos son benignos 
y no requieren tratamiento, a menos que la función de 
la glándula hipofisaria se encuentre comprometida (in-
suficiencia tiroidea, suprarrenal, hipogonadismo e hiper-
prolactinemia). En tales casos el tratamiento sustitutivo 
con hormonas tiroideas, suprarrenales o ambas será prio-
ritario. La administración de agonistas dopaminérgicos 
estará en función de la presencia de hiperprolactinemia.
El tratamiento de la amenorrea hipotalámica funcio-
nal involucra la rehabilitación nutricional, así como la re-
ducción de los niveles de estrés y de ejercicio. Las mens-
truaciones comúnmente se reanudan después de corregir 
el déficit nutricional subyacente. La pérdida ósea se trata 
mejor revirtiendo el proceso de base, y se debe valorar la 
densidad ósea en la paciente y prescribir suplementos de 
vitamina D y calcio. A pesar de que la pérdida ósea es se-
cundaria parcialmente al déficit de estrógenos, la terapia 
sustitutiva sin rehabilitación nutricional no la revierte. 
El tratamiento farmacológico depende del deseo o 
no de embarazo. En el primer caso, las opciones más exi-
tosas son las basadas en la administración de citrato de 
clomifeno en mujeres con respuesta positiva a la admi-
nistración de progestinas, la inducción de ovulación con 
gonadotropinas exógenas o la administración pulsátil de 
GnRH. Si no hay deseo de embarazo, el tratamiento de 
elección es la administración combinada de estrógenos 
y progestágenos, con lo cual se restauran los sangrados 
endometriales y se preserva el hueso.
Amenorrea posterior al uso 
de anticonceptivos hormonales
Esta condición se presenta durante el uso de los anti-
conceptivos inyectables que contienen sólo progestina 
(acetato de medroxiprogesterona: 150 mg trimestral, o 
enantato de noretisterona: 200 mg bimestral), y puede 
prolongarse durante varios meses después de su suspen-
sión, sin que ello represente un problema de salud. En 
usuarias de implantes subdérmicos o dispositivo intrau-
terino liberador de levonorgestrel pueden presentarse 
irregularidades menstruales o amenorrea que revierten 
al suspender el método. 
Los anticonceptivos orales combinados (AOC) que 
contienen 30-35μg de etinilestradiol (EE) inducen un 
patrón de sangrado endometrial de características nor-
males, pero cuando la dosis de EE se reduce a 20 o 15μg 
pueden presentarse diversas irregularidades menstruales 
o amenorrea. 
En la mayoría de los casos la ovulación se restaura 
dentro de los primeros 3 meses de haber suspendido los 
AOC; sin embargo, algunas mujeres pueden permanecer 
en anovulación y presentar amenorrea. El hallazgo de in-
cremento de la relación LH/FSH en suero en mujeres 
con esta condición, sugiere que el origen de la amenorrea 
es similar al de la amenorrea de origen hipotalámico fun-
cional. 
Es importante mencionar que la incidencia de dis-
función ovárica post-administración de AOC es mayor 
en quienes tienen historia previa de irregularidades 
menstruales o hirsutismo, síntomas que incluso pudie-
ron constituir la indicación para iniciar los AOC. Por tal 
motivo, en esos casos es altamente recomendable que se 
investigue la presencia de enfermedad preexistente, in-
cluyendo el síndrome de ovarios poliquísticos, la hiper-
plasia suprarrenal congénita de aparición tardía, la hiper-
prolactinemia, y principalmente, la insuficiencia ovárica 
prematura.
Anorexia nerviosa
Es un trastorno grave de la conducta que afecta el sis-
tema reproductivo y se caracteriza por desnutrición ex-
trema e hipogonadismo hipogonadotrópico. Constituye 
el extremo de los trastornos de la conducta alimentaria 
restrictivos en la cual el individuo se percibe con sobre-
peso y se siente atemorizado de ganarlo, aun cuando se 
encuentre en el 15% o más por debajo de su peso ideal 
corporal. De acuerdo al DSM-IV (Diagnostic and Statis-
tical Manual of Mental Didorders-IV) el diagnóstico de 
anorexia nerviosa se establece cuando se reúnen cuatro 
criterios que son: rechazo a mantener el peso corporal 
dentro de un rango normal para la talla y la edad, miedo 
intenso de ganar peso o incrementar la grasa corporal, 
alteraciones graves de la imagen corporal o negación de 
la importancia del bajo peso corporal actual, y ausencia 
de sangrados menstruales por más de tres ciclos. Sin em-
bargo, en la definición actual de anorexia nerviosa del 
DSM-V, no se incluyen las irregularidades menstruales 
para el diagnóstico. 
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730  •  Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 68)
Los cambios en el sistema endocrinológico son se-
cundarios tanto a las alteraciones psiquiátricas como a las 
nutricionales. Su tratamiento requiere de la evaluación 
psiquiátrica especializada con la finalidad de prevenir la 
muerte por desnutrición,suicidio o enfermedades adi-
cionales. En la actualidad, la administración intermitente 
de GnRH a través de una bomba de infusión es el trata-
miento de elección para restaurar la pulsatilidad de LH 
y la ovulación. 
Tumores hipofisarios
Los tumores hipofisarios son de los más frecuentes dentro 
de los tumores intracraneales; la mayoría son adenomas 
benignos que representan aproximadamente el 8% de los 
tumores del sistema nervioso central. La prevalencia de 
estos tumores se ha estimado entre 14 y 22% por autop-
sia y estudios de radiología; sin embargo, los adenomas 
clínicamente significativos ocurren con menor frecuen-
cia, con una prevalencia de 68 a 94 casos por 100 000 en 
población general. Los tumores hipofisarios se clasifican 
en funcionantes (productores de alguna hormona) y no 
funcionantes. En el primer grupo se encuentra el prolac-
tinoma, que es el subtipo más frecuente y representa de 
44 a 66% de todos los adenomas hipofisarios; está pre-
sente en 30% de mujeres con amenorrea, cuyo cuadro se 
acompaña de galactorrea bilateral y cefalea. El HH que 
por lo general caracteriza a esta entidad es secundario al 
efecto directo de la prolactina (PRL) sobre los mecanis-
mos que regulan la actividad de neuronas peptidérgicas 
productoras de GnRH. El tratamiento de elección del 
prolactinoma es médico con fármacos agonistas dopami-
nérgicos como la bromocriptina (agonista de receptores 
D2 de dopamina). Sólo en pocos casos se requiere, por el 
tamaño del tumor o la resistencia al tratamiento médico, 
de su extirpación quirúrgica. La administración de bro-
mocriptina resulta en 90% de los casos en la reducción 
de las concentraciones circulantes de PRL y en la restau-
ración de la función ovárica. El mecanismo de acción de 
la bromocriptina incluye la reducción en la síntesis de 
PRL, de la división celular y en la disminución del creci-
miento tumoral. Otros fármacos con actividad agonista 
dopaminérgica incluyen a la pergolida, la quinagolida y la 
cabergolina. Este último difiere de los otros agonistas do-
paminérgicos en su vida media circulante lo que permite 
su administración sobre bases semanales (ver capítulo 7 
para mayor información).
Otros tumores menos frecuentes que se asocian con 
amenorrea son los productores de hormona de creci-
miento (HC) y de ACTH. Por otra parte, los tumores 
no funcionantes de la glándula hipofisaria son también 
frecuentes y se originan en su mayor parte de los gona-
dotropos.
Más de 95% de los adenomas hipofisarios son espo-
rádicos y se pueden dividir en dos grupos: aquellos con 
mutaciones génicas en la línea germinal sin antecedentes 
familiares de la enfermedad y los tumores esporádicos sin 
mutaciones conocidas, que son el tipo más frecuente. En 
pocos casos los adenomas hipofisarios son componentes 
de un síndrome hereditario, tales como la neoplasia en-
dócrina múltiple o de adenomas de ocurrencia familiar.
Hipotiroidismo primario
El hipotiroidismo primario es una causa frecuente de 
anovulación. El mecanismo consiste en la reducción de 
las hormonas tiroideas y la pérdida de la regulación hi-
pofisaria de la hormona estimulante del tiroides (TSH) 
secundaria al aumento en la liberación de la hormona 
liberadora de la TSH (TRH) de origen hipotalámico. El 
aumento de la TRH ocasiona la liberación hipofisaria de 
PRL que a través de aumentar a nivel hipotalámico la 
liberación de dopamina y modificar otros factores como 
la kisspeptina, altera la liberación y la secreción pulsátil 
de la GnRH hipotalámica. El hipertiroidismo se asocia 
con menor frecuencia con alteraciones de la función 
ovárica, en comparación con el hipertiroidismo. En la 
mayoría de los casos la ocurrencia de ciclos menstrua-
les regulares es normal en mujeres con hipertiroidismo, 
por lo que su papel como causa de infertilidad es poco 
probable.
ALTERACIONES OVÁRICAS
El síndrome de Turner (ST) se presenta en 1:3000 recién 
nacidas vivas y es el resultado de la ausencia parcial o 
completa de un segundo cromosoma sexual. El cariotipo 
“clásico” 45,X se identifica en cerca de 50%, y el mo-
saicismo (dos o más líneas celulares diferentes) se pre-
senta en el 35% de los casos con ST. Al nacimiento el 
diagnóstico se sospecha por edema en manos y pies, y, o 
piel redundante en la nuca. La presencia de cardiopatía 
hipoplásica izquierda o coartación aórtica también lo su-
giere. En la infancia, el ST se asocia con talla baja, y en 
la adolescencia con la falta de desarrollo puberal acom-
pañado de hipogonadismo hipergonadotrópico. Este sín-
drome debe ser excluido en cualquier adolescente con 
amenorrea primaria o secundaria, en especial si presenta 
talla baja. El estándar de oro para el diagnóstico de ST 
es el cariotipo en sangre periférica. Cerca del 15% de 
las pacientes con ST presentan mosaicismo 45,X/46,XX 
con la posibilidad de desarrollar pubertad y presentar 
función ovárica normal. Es recomendable descartar la 
presencia de material génico del cromosoma Y en pa-
cientes con ST debido al mayor riesgo del desarrollo de 
gonadoblastoma (7 a 30%).
Una de las principales manifestaciones clínicas del 
ST en la infancia es la talla baja, por lo que se ha utilizado 
a la HC para su tratamiento. El tratamiento combinado 
de HC con estrógenos y progestágenos mejora el creci-
miento, además de proporcionar los beneficios deriva-
dos de la suplementación hormonal. La administración 
de HC debe de iniciarse por lo menos cuatro años antes 
de comenzar la sustitución hormonal con estrógenos y 
progestágenos. La transición de las adolescentes con ST 
a la etapa adulta requiere de una vigilancia médica estre-
cha, debido a la morbilidad y mortalidad incrementadas 
secundarias al mayor riesgo de desarrollar diabetes me-
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Alteraciones de la función ovárica 731
llitus, hipotiroidismo, osteoporosis, hipertensión arterial, 
enfermedad cardiaca isquémica, dilatación y disección 
aórtica y otros como cambios nefrourológicos y enfer-
medad inflamatoria intestinal (figura 68-2).
Deficiencia de P450c17 
(17α-hidroxilasa / 17,20 desmolasa)
La enzima P450c17 cataliza las actividades de 
17a-hidroxilación (17a-hidroxilasa) y la ruptura de la 
cadena lateral entre los carbonos 17 y 20 (17,20 des-
molasa) de esteroides como la pregnenolona y la pro-
gesterona. De esta actividad enzimática resulta la sínte-
sis de compuestos con 19 átomos de carbono como la 
dehidroepiandrosterona y la androstendiona a nivel de 
las glándulas suprarrenales y las gónadas. La distinción 
entre estas dos actividades enzimáticas es muy proba-
blemente debida a la presencia de dominios catalíticos 
específicos en la proteína. La P450c17 es codificada por 
un solo gen (CYP17A1) localizado en 10q24.3. La de-
ficiencia de 17-hidroxilasa/17,20-desmolasa (17OHD) 
es rara y en la mayoría de las poblaciones representa 
<1% de todos los casos de hiperplasia suprarrenal con-
génita. La deficiencia de la actividad de la P450c17 re-
sulta en la disminución de las concentraciones en suero 
de la 17a-hidroxiprogesterona, cortisol, androstendio-
na, testosterona y estradiol a diferencia de la progeste-
rona que se encuentra elevada en comparación con las 
observadas en mujeres normales de la misma edad. La 
disminución significativa de los estrógenos circulantes se 
acompaña del aumento en las concentraciones en sue-
ro de ambas gonadotropinas hipofisarias. Clínicamente 
la 17OHD se manifiesta con hipertensión arterial, hi-
popotasemia, amenorrea primaria e infantilismo sexual. 
Esta deficiencia enzimática se hereda con un patrón au-
tosómico recesivo y el genotipo portador se identifica 
mediante la estimulación de las glándulas suprarrenales 
con ACTH. 
La actividad enzimática disminuida de P450c17 se 
asocia con hipogonadismo hipergonadotrópico e infer-
tilidad. En este sentido, la foliculogénesis se encuentra 
detenida, identificándose solamenteovocitos primarios 
y secundarios. Aunque generalmente se considera que las 
pacientes con 17OHD son anovulatorias, se han infor-
mado casos con menarca espontánea y ciclos menstrua-
les regulares, que podrían ser explicados por un bloqueo 
enzimático incompleto. Por otra parte, existen casos en 
donde la actividad enzimática de la 17-20 desmolasa se 
encuentra más afectada que la de 17a-hidroxilasa, lo que 
parece ser debido a mutaciones en dominios específicos 
con actividades catalíticas diferentes. Esta condición se 
traduciría en la clínica en un cuadro de hipogonadismo 
hipergonadotrópico en sujetos sin alteraciones en la fun-
ción suprarrenal.
Insuficiencia ovárica primaria
Esta condición, también conocida como insuficiencia 
ovárica prematura (IOP), se presenta en 1% de mujeres 
menores de 40 años. En el 90% de los casos su etiolo-
gía es desconocida; sin embargo, se han atribuido causas 
de origen génico, infeccioso e inmunológico. La insufi-
ciencia ovárica primaria se caracteriza por amenorrea 
de 4 meses o más de duración y síntomas de deficiencia 
estrogénica (síndrome vasomotor, dispareunia, sequedad 
vaginal, etc.), pero en etapas iniciales sus manifestacio-
nes clínicas pueden ser similares a las del síndrome de 
ovarios poliquísticos. Se acompaña del aumento de las 
concentraciones en suero de FSH (> 25UI/L) y bajas o 
no detectables de estradiol. Es importante establecer que 
puede ser temporal o permanente. Algunos autores pre-
fieren diferenciar a la forma permanente utilizando el 
término de menopausia o falla ovárica prematura. El tra-
tamiento substitutivo con preparaciones combinadas de 
estrógenos y progestágenos debe de iniciarse tan pronto 
como se establezca el diagnóstico (figura 68-2).
Síndrome de ovarios resistentes
El síndrome de ovarios resistentes (SOR) es causa infre-
cuente y debatida de hipogonadismo hipergonadotrópi-
co. La prevalencia se desconoce; su origen es sólo una 
hipótesis y su existencia como padecimiento indepen-
diente de IOP es motivo de controversia. Algunos auto-
res sugieren que el SOR podría ser “una de las primeras 
etapas en el curso natural de la IOP”. Se han sugerido 
tres criterios diagnósticos: 1) hipersecreción de gonado-
tropinas, 2) folículos ováricos histológicamente normales 
y 3) respuesta disminuida a la estimulación exógena con 
gonadotropinas hipofisarias. El motivo de consulta de la 
paciente con SOR es amenorrea y en la mayoría se pre-
senta con desarrollo incipiente de los caracteres sexua-
les secundarios (telarca y pubarca grado I en la escala 
de Tanner). En este síndrome el cariotipo es normal, no 
se asocia con enfermedades autoinmunes y las concen-
traciones en suero de ambas gonadotropinas se encuen-
tran elevadas. En estos casos la administración exógena 
de gonadotropinas hipofisarias resulta en la inadecuada 
producción de estrógenos, lo que sugiere alteraciones 
funcionales de los receptores para las gonadotropinas hi-
pofisarias localizados en la membrana de las células de la 
teca y la granulosa. El tratamiento consiste en la adminis-
tración combinada de estrógenos y progestágenos.
ALTERACIONES EN LA PRODUCCIÓN 
DE ANDRÓGENOS
Las concentraciones elevadas de andrógenos en sangre 
(hiperandrogenemia) se encuentran, en general, aso-
ciadas con el desarrollo de alteraciones menstruales y 
anovulación. En la mujer, la testosterona (T), la 5a-di-
hidrotestosterona (DHT), la androstendiona (A), la de-
hidroepiandrosterona libre (DHA) y el sulfato de de-
hidroepiandrosterona (DHA-S) son los andrógenos de 
mayor importancia biológica. La T es el principal andró-
geno circulante y es secretada por los ovarios y las glán-
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732  •  Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 68)
dulas suprarrenales. La DHT, el andrógeno con mayor 
actividad biológica, es producto de la biotransformación 
de T en tejidos periféricos, como son los folículos pilosos 
por acción de la enzima 5a-reductasa. La A circulante 
es de origen ovárico y suprarrenal y es un precursor de 
la síntesis de T y DHT. La DHA, es un esteroide con dé-
bil actividad androgénica y es producida por los ovarios 
y las glándulas suprarrenales. Por otra parte, la DHA-S 
es sintetizada en las glándulas suprarrenales y carece de 
efectos biológicos.
Síndrome de ovarios poliquísticos (SOP)
Este síndrome fue descrito por Stein y Leventhal en 
1935. Se caracteriza por irregularidades menstruales e 
hiperandrogenismo clínico o bioquímico, pudiendo exis-
tir también poliquistosis ovárica. Los criterios para el 
diagnóstico de SOP han variado en los últimos 25 años 
y en la actualidad se han caracterizado 16 fenotipos de 
acuerdo con la combinación de los diferentes componen-
tes de este síndrome. Conforme a los criterios de los Ins-
titutos Nacionales de Salud de EUA, el SOP se presenta 
en 6 a 10% de las mujeres jóvenes, por lo que es una de 
las endocrinopatías más frecuentes en la mujer en edad 
reproductiva.
En la fisiopatología de este síndrome existen varias 
alteraciones endocrinas que, a manera de un círculo vi-
cioso, se perpetúan. La presencia de alteraciones en la 
secreción pulsátil de GnRH se acompaña de aumento en 
la secreción de LH, manteniéndose la de FSH normal o 
baja (aumento en la relación LH/FSH). La secreción ina-
propiada de las gonadotropinas resulta en el inadecuado 
desarrollo de los folículos ováricos y en los mecanismos 
responsables del reclutamiento folicular (ver capítulo 
67). La elevación persistente de LH circulante estimula 
la producción de androstendiona por las células de la teca 
ovárica, la cual es liberada a la circulación y biotransfor-
mada a estrona, en el tejido adiposo, por acción de la en-
zima aromatasa de origen extra ovárico (aromatización 
periférica). Este fenómeno es responsable en parte de la 
inhibición de la secreción hipofisaria de la FSH y el au-
mento de la sensibilidad de los gonadotropos a la GnRH 
hipotalámica que se traduce en aumento de la LH circu-
lante. La anovulación y la secreción tónica de estrógenos 
en ausencia de progesterona ocasionan hiperplasia endo-
metrial, lo que a largo plazo puede aumentar el riesgo 
para el desarrollo de adenocarcinoma endometrial. 
Del 50 al 70% de las pacientes con SOP presentan 
hiperinsulinismo secundario a resistencia a la acción de 
esta hormona, lo que incrementa la producción de an-
drógenos ováricos y disminuye las concentraciones en 
suero de la globulina transportadora de hormonas sexua-
les (SHBG del inglés, sex hormone binding globulin). Lo 
anterior favorece el incremento de las concentraciones 
de andrógenos, sobre todo de la fracción libre y el de las 
manifestaciones clínicas del síndrome (figura 68-3). Las 
causas del SOP son multifactoriales, resultado de la inte-
racción de factores genéticos y ambientales. 
El SOP es un problema de salud ya que las pacientes 
afectadas presentan 2.5 veces mayor riesgo de desarrollar 
intolerancia a la glucosa y cuatro veces mayor de presen-
tar diabetes mellitus y enfermedad cardiovascular.
Por estudios de asociación de genoma completo 
(GWAS, Genome Wide Association Studies) se han iden-
tificado varios loci asociados al SOP, incluyendo aquellos 
cuya relevancia en el desarrollo del SOP son ya conocidos 
(receptor de LH y FSH, substrato del receptor de insuli-
na). A este respecto la identificación del gen DENDD1A, 
que pertenece a una familia de genes que codifican pro-
teínas cuya función principal es el intercambio de GDP 
por GTP, se encuentra sobreexpresado en células de la 
teca de los ovarios de pacientes con SOP. La función de 
esta proteína (DENDD1A) parece estar involucrada en 
los procesos de señalización responsables de la biosíntesis 
de andrógenos por las células de la teca. Es importante 
señalar que aún a pesar del avance en el conocimiento de 
la fisiopatología del SOP, todavía permanece desconoci-
da la totalidad de losgenes que participan en el desarro-
llo del fenotipo de este síndrome.
El tratamiento del SOP está dirigido a disminuir el 
aporte de andrógenos por el ovario, o bien a la inducción 
de ciclos ovulatorios en caso de que la infertilidad sea el 
motivo de consulta. La administración de formulaciones 
orales combinadas a base de estrógenos y progestágenos 
resulta por lo general en la reducción significativa de la 
producción de andrógenos por el ovario, secundaria a 
la inhibición de la secreción de la LH, y al aumento de 
SHBG. En caso de que se desee la inducción de la ovu-
lación como tratamiento de la infertilidad, la mayoría de 
las pacientes afectadas con este síndrome responden a la 
administración del citrato de clomifeno. La resección en 
cuña de ambos ovarios, como tratamiento, es utilizada en 
la actualidad en casos poco frecuentes. Los fármacos sen-
sibilizantes a la insulina, como las biguanidas o tiazolidi-
nedionas están indicados en casos con hiperinsulinemia 
y resistencia a la insulina con la finalidad de prevenir las 
complicaciones metabólicas y cardiovasculares secunda-
rias a esta alteración, pero no para revertir la infertilidad 
(ver capítulo 70).
Hiperplasia suprarrenal congénita 
La hiperplasia suprarrenal congénita (HSC) se refiere a 
un grupo de enfermedades con herencia autosómica re-
cesiva, producto de la deficiencia de una de las enzimas 
necesarias para la biosíntesis del cortisol. La forma más 
común de la HSC es la deficiencia de la 21-hidroxila-
sa (21OHD) y se presenta en cerca de 1:15000 naci-
dos vivos. Esta enzima cataliza la biotransformación de 
17a-hidroxiprogesterona a 11-desoxicortisol, un precur-
sor del cortisol, así como de la progesterona a 11-desoxi-
corticosterona, un precursor de la aldosterona. Las ma-
nifestaciones al nacimiento de la deficiencia clásica de la 
21OH (CYP21A2) son la pérdida de sal y la hipotensión 
secundarias a la deficiencia de aldosterona y cortisol, así 
como la virilización de los genitales exteriores en sujetos 
afectados 46,XX. Existen además, la forma no clásica de 
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HSC. En términos generales esta variante, también lla-
mada de aparición tardía, está caracterizada por defectos 
parciales de la función enzimática que se manifiestan du-
rante la pubertad o en la etapa adulta. El hirsutismo es 
por lo general el síntoma más común, en algunos casos 
el diagnóstico diferencial con el síndrome de ovarios po-
liquísticos es difícil de establecer con base en la clínica. 
Para ello son útiles las determinaciones de 17a-hidroxi-
progesterona en condiciones basales o posestimulación 
con ACTH. Valores > 2 ng/mL, durante los primeros 
días de un sangrado endometrial espontáneo o inducido, 
constituyen una indicación para realizar la prueba de es-
timulación con 0.250 mg de ACTH en bolo intravenoso. 
Valores de 17a-hidroxiprogesterona > 10 ng/mL a los 60 
min de la administración de la ACTH son diagnósticos 
de la deficiencia enzimática.
El análisis del genotipo no debe de ser considerado 
como el estudio de elección en individuos con sospecha 
de hiperplasia suprarrenal clásica o de aparición tardía; 
sin embargo, estos pueden ser de utilidad en asesoramien-
to genético, donde los estudios a nivel molecular pueden 
identificar individuos heterocigotos compuestos, quienes 
pueden ser portadores de mutaciones en CYP21A2 con 
severas repercusiones clínicas. A diferencia de las formas 
clásicas, el tratamiento con glucocorticoides de manera 
general no está indicado en la variedad no clásica. La in-
ducción de la ovulación con citrato de clomifeno es útil 
cuando se desea fertilidad.
La causa más común de hiperplasia suprarrenal con-
génita es la deficiencia de la 21OH; sin embargo, se ha 
informado a la deficiencia de 11β-hidroxilasa como cau-
sa de HSC.
OTRAS CAUSAS DE HIPERANDROGENISMO
En este rubro, los tumores ováricos productores de hor-
monas son raros y su clasificación es difícil dada la poca 
Figura 68-3. Fisiopatología del hiperandrogenismo como causa de amenorrea. GnRH, hormona liberadora de gonadotropinas; LH, hormona 
luteinizante; FSH, hormona foliculoestimulante; ACTH, hormona adrenocorticotrópica; DHA, dehidroepiandrosterona; DHA-S, sulfato de dehi-
droepiandrosterona; estimulatorio (+); inhibitorio (–).
Hipotálamo
Hipófisis
GnRH
Estradiol
Estrona
Andrógenos
periféricos
Androstenediona
Testosterona
FSH
DHA, DHA-S
Alteraciones del
desarrollo folicularSuprarrenal Normal
LH
Biosíntesis de 
andrógenos
ACTH 
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734  •  Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 68)
certeza que existe acerca de su origen embrionario, así 
como a la pérdida de correlación entre las características 
funcionales y morfológicas del tumor.
Tumores de células germinales
Germinomas: estos tumores, como el disgerminoma, se-
minoma, gonadocitoma y el carcinoma embrionario son 
por lo general pequeños y asintomáticos. Cuando se aso-
cian con elementos teratomatosos producen hCG y, las 
pacientes afectadas presentan amenorrea acompañada 
de signos y síntomas de embarazo temprano.
Gonadoblastomas: este tipo de tumores es poco co-
mún y aparecen con frecuencia en las gónadas disgenéti-
cas de sujetos con desórdenes de la diferenciación sexual, 
sobre todo en aquellos portadores del cromosoma Y o 
fragmentos de éste. Alrededor de 80% de los pacientes 
con gonadoblastoma tienen fenotipo femenino. Estas 
neoplasias son formas premalignas de tumores de células 
germinales que consisten de células de Sertoli/granulo-
sa. El tratamiento es quirúrgico, ya que de otra manera 
el riesgo de transformación maligna (disgerminoma) es 
muy elevado.
Tumores del mesénquima
Tumores de células de la granulosa: estos tumores son 
neoplasias poco frecuentes que se originan de las células 
estromales de los cordones sexuales y representan de 2 a 
5% de todos los cánceres ováricos. De acuerdo a su pre-
sentación clínica y características histológicas, se dividen 
en dos subgrupos: tumores juveniles y tumores adultos, 
estos últimos son los más frecuentes. Los tumores de cé-
lulas de la granulosa son hormonalmente activos y deben 
sospecharse en sujetos prepuberales con seudopubertad 
precoz isosexual. Los tumores juveniles son causa de 
irregularidades menstruales y virilización. Las caracterís-
ticas más sobresalientes de estos tumores son su lento 
crecimiento y su elevada recidiva.
Tumores de células de Leydig o de Sertoli: estos tu-
mores son productores de andrógenos y representan una 
causa rara de hiperandrogenismo (0.5% de los tumores 
ováricos). Los tumores de células de Leydig pertenecen 
al grupo de tumores de células esteroidales y represen-
tan 0.1% de los tumores ováricos. Estos tumores son más 
frecuentes en mujeres posmenopáusicas; sin embargo, se 
han informado casos en niñas, mujeres jóvenes y mujeres 
embarazadas y se caracterizan por secretar testosterona, 
la responsable de los datos clínicos de hiperandrogenis-
mo (hirsutismo y virilización). El cuadro clínico es de 
evolución lenta y menos evidente comparado con el ob-
servado en los tumores de células de Sertoli. Los tumores 
de células de Sertoli puros son raros y los casos descritos 
han sido en mujeres en edad prepuberal o en aquellas 
con seudopubertad precoz isosexual.
Tumores de células del hilio ovárico: estos tumores 
representan el 20% de los tumores de células esteroi-
dogénicas de los ovarios. La función y estructura de las 
células que les dan origen son idénticas a las células de 
Leydig testiculares. Estos tumores son pequeños, unilate-
rales y benignos, y suelen presentarse en mujeres posme-
nopáusicas. El 75% de ellos ocasionan virilización y del 
33 al 50% de los casos están asociadoscon hiperplasia 
endometrial.
CAUSAS IATROGÉNICAS DE ALTERACIONES 
DE LA FUNCIÓN OVÁRICA
Las neoplasias malignas en la mujer se presentan por 
lo general en pacientes menores de 45 años y en cerca 
de 90% de los casos la quimioterapia, radioterapia y el 
trasplante de médula ósea inducen la remisión de estos 
padecimientos. Aún a pesar del éxito de los tratamientos, 
estos resultan en alteraciones de la función reproductiva, 
tales como la falla ovárica prematura. Esta condición se 
asocia con variables como la cantidad de folículos pri-
mordiales presentes antes del tratamiento (reserva fo-
licular), la edad de la paciente y la dosis y tipo de fárma-
cos utilizados. De manera adicional, otras enfermedades 
sistémicas, no necesariamente oncológicas, como las au-
toinmunes y hematológicas, requieren de tratamientos 
(quimioterapia y radioterapia) que se asocian con falla 
ovárica prematura. 
La evaluación del riesgo de infertilidad requiere de la 
participación y coordinación de un equipo multidiscipli-
nario de especialistas en endocrinología reproductiva, así 
como en pediatría, genética y salud mental. Es importan-
te señalar que sólo un pequeño porcentaje de pacientes 
con riesgo de falla ovárica prematura son referidas a es-
tos grupos multidisciplinarios para evaluar las opciones y 
preservar la capacidad reproductiva. Al respecto, existen 
diferentes opciones en mujeres con riesgo de falla ovárica 
secundaria al tratamiento del cáncer. Los métodos inclu-
yen: transposición ovárica, criopreservación de embrio-
nes y ovocitos (inmaduros o maduros) y criopreserva-
ción de tejido ovárico. La criopreservación de ovocitos 
maduros y de embriones obtenidos por fertilización in 
vitro son los métodos aprobados por The American Socie-
ty of Reproductive Medicine. La criopreservación del teji-
do ovárico representa la única opción disponible para la 
preservación de la capacidad reproductiva en mujeres en 
edad prepuberal, sobre todo cuando no puede posponer-
se el inicio del tratamiento. A la fecha se han informado 
alrededor de 30 nacidos vivos como resultado de la reim-
plantación ortotópica, al interior de la cavidad abdomi-
nal del tejido ovárico criopreservado. Sin embargo, no en 
todos los casos se logra el embarazo, ya que 50% de los 
folículos primordiales se pierden por isquemia secunda-
ria al procedimiento.
Dentro de los riesgos del trasplante ovárico autólogo, 
existe la posibilidad de reimplantación de células malig-
nas sobre todo en pacientes afectadas con leucemia y lin-
foma no Hodgkin. En estos casos, además de la criopre-
servación de tejido ovárico, es necesario el desarrollo de 
tecnología alterna como la maduración de células folicu-
lares, fertilización in vitro y su congelación y, o posterior 
transferencia a las pacientes receptoras.
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Alteraciones de la función ovárica 735
Otra alternativa, involucra la generación del llama-
do ovario artificial. Este procedimiento tiene funda-
mento en la obtención de folículos primordiales de la 
corteza ovárica y su transferencia a una matriz física, 
utilizando soportes biodegradables diseñados para 
mantener la viabilidad y funcionalidad de los folículos. 
Este enfoque experimental ha mostrado su eficacia en 
modelos murinos y en primates no humanos, sugiriendo 
su potencial aplicación en oncofertilidad.
Por otra parte, la observación reciente de la presencia 
de células madre pluripotenciales en la corteza ovárica 
tanto del humano como de especies inferiores, ofrece 
la posibilidad de obtener folículos ováricos competen-
tes para ser fecundados in vitro y obtener células con el 
potencial de citodiferenciación embrionaria temprana. 
Estos procedimientos, resultado de los avances recientes 
de la ciencia moderna, requieren de normatividad para 
su adecuada implementación en beneficio de la salud re-
productiva de la mujer. Dentro de este rubro se considera 
importante mencionar la posibilidad de inducir cambios 
no deseables de la impronta genómica que pudieran su-
cederse durante los estadios del desarrollo embrionario 
temprano. Como ejemplo de esta condición, algunos sín-
dromes, secundarios a alteraciones de la expresión alé-
lica de genes improntados, han sido asociados con pro-
cedimientos utilizados en reproducción asistida. Estos 
nuevos conocimientos de la fisiología del ovario son una 
fuente promisoria de alternativas para la prevención y 
tratamiento de alteraciones ováricas que ocurren de ma-
nera prematura en mujeres jóvenes expuestas a agentes 
gonadotóxicos. 
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	Endocrinología clínica de Dorantes y Martínez 5ª Edición
	Sección IX. Gónadas
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Alteraciones
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