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© E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 464 43 Diabetes y nutrición Nora Luz Avilés Morelos Zaragoza La diabetes mellitus (DM) es un conjunto de anormali- dades metabólicas caracterizadas por hiperglucemia oca- sionada por defectos en la secreción o en la acción de la insulina. Se acompaña de alteraciones en el metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas. Un mal control cró- nico produce lesiones en órganos diana. El tratamiento nutricional es una de las piedras angulares para lograr un adecuado control metabólico. Con la información generada en el último decenio, se puede asegurar que el tratamiento nutricional previe- ne, o al menos retrasa, el desarrollo de diabetes mellitus en pacientes con riesgo, favorece el adecuado control de quien ya la padece y retrasa la aparición de las complica- ciones crónicas de esta patología. El tratamiento nutricio lo debe elaborar un profe- sional de la salud con capacitación adecuada, es decir, licenciados en nutrición, quienes deben desarrollar el programa de alimentación para: a) Individuos con riesgo de padecer diabetes o predia- betes: • Disminuir el riesgo de conversión a diabetes. • Reducir el riesgo cardiovascular. • Promover un estilo de alimentación sano que permita una pérdida de peso moderada sin que exista recuperación del peso perdido. b) Sujetos con diagnóstico de diabetes: • Lograr un control metabólico casi normal (cua- dro 43-1). • Disminuir el riesgo de descompensaciones agu- das graves. • Aliviar los síntomas. • Conseguir un perfil de lípidos que disminuya el riesgo de enfermedad cardiovascular. • Prevenir y tratar las complicaciones crónicas. • Mejorar la salud con los cambios alimenticios. • Elaborar un programa de alimentación indivi- dual. c) Personas con situaciones específicas: • Para pacientes con diabetes tipo 1 (DM1) y tipo 2 (DM2) jóvenes, proporcionar el aporte calóri- co que asegure su crecimiento, desarrollo y con- trol metabólico. Para DM2 facilitar los cambios alimenticios que reduzcan la resistencia a la in- sulina y mejoren su control metabólico. • Para la mujer embarazada o lactando proporcio- nar el contenido calórico que asegure un buen término. • Para los adultos en plenitud proporcionar la can- tidad de energía que cubra sus necesidades se- gún su edad. • Para los pacientes que emplean insulina y otros antidiabéticos dar la flexibilidad necesaria para su estilo de vida. La Asociación Americana de Diabetes incluye en las recomendaciones del programa de alimentación las si- guientes: • Cubrir las necesidades individuales de alimentación respetando las preferencias personales y culturales del individuo, el acceso a alimentos saludables y las habilidades necesarias para realizar cambios ambien- tales y superar las barreras que impiden los cambios. • Mantener el gusto y el placer por los alimentos dan- do mensajes positivos sobre las elecciones de los ali- mentos y limitando sólo aquéllos de los que se dis- ponga evidencia sólida. • Proporcionar a los pacientes con diabetes herra- mientas prácticas para la elección cotidiana de sus alimentos. • Para diseñar un plan o programa de alimentación se debe realizar una serie de actividades ordenadas y sistematizadas, como evaluación del estado de nutri- http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Diabetes y nutrición 465 ción del paciente, valoración dietética, clínica, antro- pométrica y bioquímica (cuadro 43-2). Una vez realizada la evaluación del paciente se debe con- siderar el tipo de dieta que se administrará (cuadro 43-3). CÓMO CALCULAR EL PROGRAMA DE ALIMENTACIÓN Una vez realizada la evaluación nutricional se procede al cálculo de las calorías y la distribución energética. El cálculo calórico se puede realizar de varias maneras, con la fórmula de Harris-Benedict (cuadro 43-4) o al estimar las calorías por kilogramo de peso ideal. Si bien existen procedimientos más exactos, como la calorimetría indi- recta, su alto costo la hace poco práctica para el uso co- tidiano. Además del gasto energético basal (GEB) es impor- tante considerar el factor de actividad física. El comité de expertos de la FAO/OMS/ONU considera que en los varones el GEB se debe multiplicar por 1.7 en el caso de actividad física leve, 2.7 si se realiza actividad mode- rada y 3.8 en los casos de actividad física intensa. En las mujeres el GEB se multiplica por 1.7, 2.2 y 2.8 respec- tivamente. CÁLCULO ENERGÉTICO (CAL/KG) Parámetros: • 25 cal/kg de peso ideal en pacientes con sobrepeso. • 30 cal/kg de peso ideal en pacientes con actividad moderada. • 35 cal/kg de peso ideal en pacientes con actividad intensa. • Embarazo: 30 cal/kg ideal más ajuste trimestral (150 cal). • Disminuir de 500 a 600 Kcal/día sobre los requeri- mientos calóricos en el paciente obeso. Con las calorías totales por administrar es fundamental efectuar la distribución energética, es decir, qué porcen- taje de las calorías calculadas se cubrirán con carbohi- dratos, cuál con lípidos y qué porcentaje con proteínas (cuadro 43-5). NUTRIMENTOS Los nutrimentos principales son carbohidratos, proteí- nas, lípidos, vitaminas, nutrimentos inorgánicos, fibra. De cada uno de estos grupos se mencionarán los requeri- mientos necesarios a continuación. Cuadro 43-1. Metas de control en el paciente diabético AACE ADA Glucosa en ayuno 80 a 110 mg/dL 90 a 130 mg/dL Glucosa posprandial 140 mg/dL 180 mg/dL HbA1c < 6.5% < 7% Colesterol LDL 100 mg/dL 100 mg/dL Triglicéridos 150 mg/dL 150 mg/dL PA 130/85 mm Hg 130/80 mm Hg Pérdida de peso 5 a 7% 5 a 7% Cuadro 43-2. Actividades para diseñar el plan de alimentación Evaluar el estado de nutrición del paciente • Evaluación dietética Estimar cantidad y calidad de los alimentos Hábitos de alimentación (recordatorio de 24 h). Frecuencia de los alimentos • Evaluación clínica Exploración física e interrogatorio de los síntomas relaciona- dos con el estado de nutrición (diarrea, vómito, estreñi- miento, gastritis, adoncia parcial o total, entre otros) • Evaluación antropométrica Datos de la composición corporal (talla, peso, pliegues cutá- neos, perímetro cefálico, IMC, relación cintura y cadera, entre otros) • Evaluación bioquímica Evaluar la reserva de nutrimentos, concentración plasmática y excreción por orina y heces fecales (hemoglobina, hemató- crito, albúmina, transferrina, creatinina, leucocitos, coleste- rol total, triglicéridos, glucosa, HbA1c, entre otros) Cuadro 43-3. Tipos de dietas Dieta de líquidos claros Dieta líquida Dieta en papilla o puré Dieta suave Dieta blanda Dieta mecánica Dieta normal Dieta hipoproteínica Dieta modificada en carbohidratos Dieta alta en fibra Dieta modificada en el contenido de agua Dieta modificada en sodio Dieta modificada en potasio Dieta modificada en fósforo Dieta modificada en lípidos Cuadro 43-4. Cálculo de calorías totales Método de Harris-Benedict Varones: GEB = 66.47 + (13.76 × P) + (5 × T) - (6.75 E) Mujeres: GEB = 655.1 + (9.56 × P) + (1.85 × T) - (4.68 E) Donde GEB = Gasto energético basal; P = peso en kilogramos; T = talla en metros; y E = edad en años http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 466 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 43) Hasta el momento no se ha encontrado una distribu- ción calórica ideal, la evidencia no es lo suficientemente sólida al respecto, por consiguiente estas son algunas re- comendaciones generales que pueden servir en la prác- tica cotidiana. 1. Los carbohidratos son la fuente principal de energía. Las frutas, como mango, plátano y naranja contienen hidratos de carbono simples así como azúcar, miel, jaleas y refrescos. Los cereales, como tortilla, pan, arroz, elote,avena, tubérculos (papa y camote) y las leguminosas (frijol, haba, lenteja y alubia) contienen hidratos de carbono complejos, éstas son preferidas a las primeras. Los carbohidratos proporcionan 4 cal/g y se recomienda que constituyan de 40 a 50% de las calorías ingeridas. Sustituir alimentos con alto índi- ce glucémico por alimentos con bajo índice tiene un efecto modesto en el control de la glucosa. El con- sumo de fructuosa se debe limitar a 12% del total de las calorías calculadas. Las personas con diabetes deben limitar o evitar la ingesta de bebidas azucara- das (cualquier edulcorante calórico, incluido jarabe de maíz rico en fructuosa). 2. Las proteínas son polímeros de aminoácidos unidos por enlaces peptídicos, participan como componen- tes estructurales en reacciones enzimáticas y como sustratos en la gluconeogénesis. Se encuentran en carnes rojas, aves, pescados, mariscos, leche, quesos, clara de huevo (proteína de origen animal) y en le- guminosas, como frijol, haba, lenteja y soya (pro- teína de origen vegetal). Proporcionan 4 cal/g y se recomienda que aporten 20% del total de calorías. En pacientes con diabetes sin daño renal no existen datos que su restricción proporcione alguna ventaja. En personas con microalbuminuria o macroalbumi- nuria tampoco existen datos que sustenten la reduc- ción proteínica, ya que esto no impacta en el control glucémico, riesgo cardiovascular o curso de la enfer- medad renal. A los pacientes con hemodiálisis o con diálisis peritoneal se les debe ajustar la cantidad de proteínas de acuerdo con sus requerimientos. 3. Los lípidos están representados por los triglicéridos, los ácidos grasos libres y el colesterol, son fuente y reservas de energía. El colesterol forma parte es- tructural de las membranas celulares, es base de las hormonas esteroides, sales biliares y factor de ries- go principal en el desarrollo de aterosclerosis. Las grasas de la alimentación son de tres tipos: satura- das, monoinsaturadas y poliinsaturadas. El excesivo consumo de las primeras se asocia a mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Se encuentran sobre todo en las grasas de carnes, tocino, lácteos no des- cremados, manteca, mantequilla, crema, margarina hidrogenada y manteca vegetal. Deben preferirse las grasas monoinsaturadas que se encuentran en el aguacate, aceite de oliva, cacahuates y nueces, y las grasas poliinsaturadas de los aceites vegetales, como el de girasol, maíz, cártamo, soya y los aceites de pes- cado. Los ácidos grasos proporcionan 9 cal/g y se re- comienda que aporten entre 30 y 40% del total de calorías (colesterol < 300 mg/día). Los ácidos grasos trans se deben evitar y de preferencia eliminar del programa de alimentación. Las vitaminas y los oligoelementos son importantes para el crecimiento y la formación celular, ayudan a mante- ner la piel saludable, a tener buena visión, y dientes y huesos fuertes. El cuerpo requiere proporciones bastante pequeñas de estos elementos que no aportan energía. Los oligoelementos que más abundan en el organismo son: calcio, fósforo, sodio, potasio, cloro, azufre y magnesio. Las frutas y verduras son ricas en vitaminas y oligoele- mentos. Estos últimos componentes se encuentran en leche, carnes y verduras. Por lo general, quien tiene una alimentación equilibrada no necesita complementos de vitaminas. La fibra en la dieta proviene en parte de las plan- tas que nuestro organismo no digiere y, en consecuencia, no absorbe; proporciona volumen y residuo a la dieta, pero sin aportar calorías. Esto ayuda a satisfacer el ape- tito, porque da sensación de saciedad. El tránsito de las heces fecales a través del intestino mejora si, además de incluir fibra en las comidas, se toma suficiente agua. Se recomienda una ingesta de 14 g de fibra por cada 1 000 calorías, lo que equivale de 25 a 30 g de fibra al día, de la cual de 7 a 13 g deben ser de fibra soluble. PLANES DE ALIMENTACIÓN CON DIFERENTE DISTRIBUCIÓN ENERGÉTICA Se recomienda consumir una dieta balanceada en car- bohidratos, proteínas, grasas y micronutrimentos (cuadro 43-6 para ejemplos de menú y colaciones). En las últimas décadas se ha sugerido que el porcentaje de carbohidra- tos, grasas y proteínas de la dieta sea 50-30-20; además, se ha dado libertad para distribuir el resto de las calorías entre los carbohidratos y las grasas poliinsaturadas y mo- noinsaturadas, dependiendo de la valoración nutricional del paciente y las metas individuales del tratamiento. Diversos estudios han comparado dietas altas con bajas en carbohidratos (50 a 60 -20 a 30 -20 contra 40-40-20 respectivamente). Las dietas bajas en carbohidratos favo- recen una mayor pérdida de peso inicial, sin diferencias al año de seguimiento, menor excursión glucémica pos- prandial, reducción en las cifras de triglicéridos, incre- mento del colesterol de HDL y discreto incremento del colesterol de LDL. No hay datos que apoyen una menor morbilidad o mortalidad a largo plazo con alguna u otra dieta, lo principal es que el paciente se adhiera a las re- comendaciones. Cuadro 43-5. Distribución energética • Carbohidratos: 40 a 50% • Proteínas: 20% • Grasas: 30 a 40% • Fibra más de 30 g http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Diabetes y nutrición 467 Los programas de alimentación con un exceso de carbohidratos (60 a 70% del total de las calorías) pue- den ser benéficos en algunos pacientes por su bajo apor- te de grasas, sin embargo, en la mayoría predispondría a hipertrigliceridemia, hiperglucemia posprandial y mayor demanda de insulina, por lo que, en general, no se reco- miendan en el personas con diabetes. Las grasas monoinsaturadas (aceite de oliva, agua- cate, entre otras de sus fuentes principales), mejoran el control glucémico y metabolismo lipídico, reducen la re- sistencia a la insulina, disfunción endotelial y estado pro- coagulante característico del paciente con diabetes, razón por la que este tipo de grasa podría incrementarse hasta 15% o más del total de las calorías. Se recomienda aumentar el consumo de fibra hasta 35 g/día o más, reducir el consumo de colesterol a menos de 300 mg/día y bajar la ingesta de sodio a 1 000 mg por cada 1 000 kcal, con un máximo de 3 000 mg al día. El sistema de equivalentes es una herramienta útil para la orientación y el diseño de un programa de ali- mentación, permite calcular ese programa de una ma- nera sencilla, sin olvidar que el valor nutricio es una aproximación a la media, más o menos dos desviaciones estándar del grupo al que el alimento pertenece. Tam- bién posibilita adaptar el programa de alimentación a los usos y costumbres del paciente, así como a la disponibili- dad de alimentos de la región. En México se ha desarrollado el Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, que contempla los grupos de alimentos siguientes: a) verduras, b) frutas, c) cereales y tubérculos, d) leguminosas, e) carne, f) leche, e) aceites y f) azúcares. Este último grupo no es recomendable en pa- cientes con sobrepeso, diabetes, intolerancia a la glucosa o hipertrigliceridemia. La dieta mediterránea reduce los factores de riesgo cardiovascular y mejora el control glucémico de los pa- cientes con diabetes. Esta alimentación esta constituida principalmente por alimentos vegetales (frutas, verduras, panes, otras formas de cereales, frijol, nuez y semillas); los cuales son frescos y cultivados localmente, no incluye ali- mentos procesados; las frutas frescas como postre típico diario y azúcares o miel concentrados consumidos sólo para ocasiones especiales; aceite de oliva es la principal fuente de lípidos de la dieta; productos lácteos (princi- palmente queso y yogur) que se consumen en cantidades bajas a moderadas; menos de cuatro huevos a la semana; carne roja consumida con poca frecuencia y cantidades; y el consumo de vino en cantidades bajas amoderadas en general, con las comidas. Por la frecuencia con que se emplean en los pacien- tes con diabetes, es necesario mencionar alimentaciones con restricción de sodio, potasio, fósforo y lípidos. DIETA MODIFICADA EN SODIO La ingesta de sodio en la dieta se controla para mantener el estado de hidratación, para impedir retención de líqui- dos o hipertensión arterial y para facilitar el manejo de insuficiencia hepática, renal y cardiaca. Clasificación • 3 g de sal: alimentación normal. • 2 g de sal: restricción leve. • 1 g de sal: no agregar sal a los alimentos. • 500 mg de sal: restricción alta. • 250 mg de sal: restricción estricta. DIETA MODIFICADA EN POTASIO Se proporciona con el fin de prevenir hiper o hipopota- semia. Para determinar el contenido en la dieta se debe considerar la concentración de potasio en suero, su ex- creción en orina y los medicamentos que esté tomando el paciente. La cetoacidosis diabética, catabolismo y estrés pueden aumentar el potasio sérico. Clasificación • Normal: 2.5 a 3.5 g/día. • Baja: 1.5 a 2.4 g/día. • Alta: 3.5 g/día. Alimentos altos en potasio: orejones, durazno, chabaca- no, higo, manzana, ciruela pasa, plátano, melón, guayaba, aguacate, agua de coco, kiwi, mango, papaya y jitomate. Cuadro 43-6 Ejemplo de Menú y ejemplos de colaciones (1 200 cal) Desayuno: 1 huevo a la mexicana (1 cucharada de aceite) 2 tortillas 1 manzana Verduras al gusto Comida: Consomé sin grasa al gusto ½ taza de frijoles 1 pieza de pollo en mole verde 1 tortilla Ensalada de lechuga con jitomate 1 durazno Cena: 1 yogur natural 2 quesadillas con ensalada 1 pera Ejemplos de colaciones: 4 galletas bajas en calorías o integrales + 30 g de queso panela 1 paquete de galletas de maíz o trigo horneadas + 30 g de queso panela 1 rebanada de pan integral + 30 g de jamón con lechuga y jitomate 1 rebanada de pan integral + ¼ de taza de atún 1 quesadilla 1 yogur natural + 6 fresas 1 elote mediano + 30 g de queso fresco 3 tazas de palomitas de maíz sin mantequilla http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 468 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 43) DIETA MODIFICADA EN FÓSFORO Se indica en pacientes con problemas renales. Alimentos altos en fósforo: leche y sus derivados, y leguminosas. Los antiácidos precipitan el fósforo en el intestino e impiden que se absorba. Se recomienda dar una alimentación de 800 a 1 800 mg de fósforo/día. DIETA MODIFICADA EN LÍPIDOS Los lípidos constituyen cerca de 30% del valor calóri- co total del plan de alimentación. Se prefieren las grasas mono y poliinsaturadas, así como reducir al máximo las grasas trans. El colesterol 300 mg diarios. En caso de es- teatorrea dar suplementos de vitaminas liposolubles. Se utiliza para reducir los lípidos séricos en pacien- tes con dislipidemias y problemas cardiovasculares. Dis- minuir los síntomas de esteatorrea por mala absorción. Problemas hepáticos y pancreáticos. CUENTA DE CARBOHIDRATOS Consiste en una nueva clasificación de los alimentos en función de la cantidad de hidratos de carbono que con- tienen, a la que se denomina cuenta o conteo de carbo- hidratos. En el estado posprandial inmediato, los únicos ali- mentos que elevan las cifras de glucosa en sangre son aquéllos que contienen azúcares o carbohidratos. Las grasas y proteínas, por su parte, tienen contenido calóri- co importante, pero, por lo general, no elevan la glucosa después de las comidas. Aprender a contar carbohidratos, aunque es sencillo, requiere cierta destreza y disciplina, y debe ser una de las metas a lograr en el manejo intensivo de todo paciente con DM1. En general, se asume que una unidad de insu- lina de acción rápida o ultra rápida puede cubrir, depen- diendo de cada paciente en forma individual, entre 10 a 25 g de carbohidratos (p. ej., una ración de leche tiene 12 g, una de verduras 5 y las de fruta y pan 15). Con el apoyo de este método se puede proponer una dieta mu- cho más libre (permite comer casi todo tipo de alimen- to), con ajustes en la insulina, en función de la cantidad de carbohidratos que se van a ingerir. Con los nuevos métodos de aplicación de insulina utilizando análogos de acción ultra rápida y cuando además se utiliza una insulina basal, contar carbohidratos se vuelve imprescin- dible (capítulo 62). En pacientes con bomba de infusión continua de insulina también es el sistema que se emplea para apoyar el plan de alimentación. Cuando se utiliza la cuenta de carbohidratos tam- bién hay un factor de corrección para decidir la dosis adicional de insulina que se requiere en función del valor de glucosa antes de cada alimento (capítulo 62). Siempre se debe considerar la vía de alimentación, la frecuencia de los alimentos, revisar las interacciones con los fármacos, estimar las necesidades energéticas, orientar al paciente y a la familia, y evaluar la aceptación y cum- plimiento del plan alimenticio. CONSIDERACIONES AL ELABORAR UN PROGRAMA DE ALIMENTACIÓN a. Alimentos altos en sodio • Caldos y consomés caseros. • Productos enlatados (atún, sardina, verduras, en- tre otros). • Carnes secas, congeladas o ahumadas. • Quesos maduros (manchego, suizo, amarillo y otros). • Productos que tengan conservadores. • Mariscos, pescado seco, congelado o ahumado. b. Alimentos altos en colesterol • Huevo: yema. • Carnes: no magras. • Leche: entera. • Mariscos. • Embutidos. • Quesos maduros. • Grasas (manteca, mayonesa, queso crema, cre- ma, paté, mantequilla). c. Para bajar los triglicéridos, evitar el consumo de: • Tubérculos (papa, camote, yuca). • Frutas (mango, uvas, plátano, naranja). • Jugos de frutas. • Alimentos altos en carbohidratos simples (azú- car, miel, mermeladas, cajeta, dulces y otros). • Bebidas alcohólicas. Sustituir los endulzantes calóricos por los no calóricos puede reducir la cantidad de calorías y de carbohidratos ingeridos, sin embargo, publicaciones recientes encontra- ron modificación de la microbiota intestinal y alteracio- nes metabólicas con su consumo. EFICACIA DEL TRATAMIENTO NUTRICIO Los estudios clínicos en donde se evalúa la eficacia del tratamiento nutricio han demostrado que en pacientes con DM1 y DM2 disminuyen la HbA1c 1% y entre 1 a 2%, respectivamente. En un metaanálisis reciente se asentó que el tratamiento nutricio disminuye de 15 a 25 mg/dL de colesterol LDL. CONCLUSIONES El tratamiento médico nutricio es un pilar en la aten- ción del paciente diabético y debe ser individualizado y elaborado por un profesional de la salud capacitado en el área. Si bien no existe el programa ideal, su elabora- ción debe contemplar la cantidad de calorías y su restric- ción si se necesita, una distribución adecuada de hidratos de carbono, proteínas y lípidos, respetar las preferencias y costumbres del paciente con el fin de contribuir a lo- grar las metas de control metabólico, prevenir, retrasar o tartar las complicaciones crónicas y permitir un estilo de vida saludable y pleno. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Diabetes y nutrición 469 FÓRMULAS ÚTILES EN NUTRICIÓN Conversión de miliequivalentes a miligramos Dividir los miligramos entre el peso atómico y después multiplicar por la valencia: (Miligramos/peso atómico) valencia = miliequivalentes GEB método FAO/OMS/ONU Varones Kcal/día 0 a 3 años (60.9 × P) - 54 = 3 a 10 años (22.7 × P) + 495 = 10 a 18 años (17.5 × P) + 651 = 19 a 30 años (15.3 × P) + 679 = 31 a 60 años (11.6 × P) + 879 = Más de 60 años (13.5 × P) + 487 = Mujeres Kcal/día 0 a 3 años (61.0 × P) - 51 = 3 a 10 años (22.5 × P) + 499 = 10 a 18 años (12.2 × P) + 746 = 19 a 30 años (14.7 × P) + 496 = 31 a 60 años (8.7 × P) + 829 = Más de 60 años (10.5 × P) + 596 = Método rápido para VET (valor energético total) Para reducirpeso: 20-25 Kcal × kg Para mantener peso: 25-30 Kcal × kg Para aumentar peso: 30-35 Kcal × kg Peso ideal (PI) PI = 50 + 0.75 (talla en cm - 150) PI Varones = Talla - 40 / 2 PI Mujeres = Talla - 45 / 2 Peso ideal Mujeres = (Talla) 2 × 21.5 Varones = (Talla) 2 × 23 % de peso ideal = peso actual/ peso ideal 3 100 80-90% = Desnutrición leve 70-79% = Desnutrición moderada < 69% = Desnutrición grave 90-120% = Normal Índice de masa corporal o de Quetelet IMC = Peso (kg)/(Estatura)2 en m 20.0-24.9 Normal 25.0-27.0 Sobrepeso 27.1-29.9 Obesidad I 30.0-39.9 Obesidad II Más de 40 Obesidad III Complexión Complexión = estatura (cm)/circunferencia de muñeca (cm) Pequeña Mediana Grande Varones Mujeres > 10.4 > 10.9 10.4-9.6 10.9-9.9 < 9.6 < 9.9 BIBLIOGRAFÍA American Diabetes Association: Standards of Medical Care in Diabetes. Diabetes Care 2015;38(supp 1):S20- S31. Brito Córdova G: Manejo nutricio en el paciente diabético tipo 2. En: Lerman G., Rivera M, Vergara L: Decisiones en Endo- crinología, Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrino- logía, 2006:57-59. DAFNE Study Group: Training in flexible, intensive insulin management to enable dietary freedom in people with type 1 diabetes: Dose adjustment for normal eating (DAF- NE) randomized controlled trial. BMJ 2002;325:746. Evert A, Boucher J, Cypress M et al.: Nutrition therapy recom- mendation for the management of adults with diabetes. Diabetes Care 2014;37(supp 1):S120-S143. Franz MJ et al.: Evidence-based nutrition principles and recom- mendations for the treatment and prevention of diabetes and related complications. Diabetes Care 2002;25:148- 198. Hansen HP et al.: Effects of dietary protein restriction on prog- nostic in patient with diabetic nephropathy. Kidney Int 2002;62:220-228. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Endocrinología clínica de Dorantes y Martínez 5ª Edición Sección VII. Diabetes mellitus 43. Diabetes y nutrición booksmedicos.org Botón1:
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