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© E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 776 73 El testículo y su alteración endocrina Cristina Martínez Sibaja, Julio César Roberto Mayorga Camargo Los testículos tienen dos funciones: la producción de células germinales y la producción de testosterona. Los componentes del testículo en donde se dan estos pro- cesos están separados en el nivel estructural, pero inte- rrelacionados entre sí y requieren de un eje hipotalámi- co-hipofisario intacto para el inicio y mantenimiento de su función. Las hormonas testiculares son responsables de indu- cir el desarrollo del sexo masculino durante la etapa fetal y de sensibilizar a los tejidos para su adecuada respuesta en futuras etapas. En la pubertad, las hormonas testicu- lares son responsables de los cambios de la maduración sexual masculina, manteniendo el efecto trófico a lo lar- go de la vida. En este capítulo se revisará al inicio, la fisiología tes- ticular y después la patología hormonal más importante del testículo, el hipogonadismo. ANATOMÍA Los testículos de un adulto son dos estructuras ovoides de color blanco lechoso, de consistencia resistente y elás- tica. Miden cerca de 4 a 5 cm de longitud y 3 cm de grosor cada uno. El volumen promedio en un adulto es de 18.6 ± 4.8 mililitros. Los testículos se localizan dentro del escroto, estructura que sirve de protección y ayuda a mantener la temperatura testicular alrededor de 2°C por debajo de la temperatura abdominal. Cada testículo está rodeado por una envoltura de tres capas que, en con- junto, forman la cápsula testicular; la capa más externa es la vaginal, formada por células mesoteliales; la capa media es la albugínea, formada por tejido conjuntivo fi- broelástico y algunas células musculares lisas, y la capa más interna es la vasculosa, formada por redes de vasos sanguíneos. La túnica albugínea se extiende dentro de los testícu- los formando tabiques fibrosos que delimitan alrededor de 250 lóbulos piramidales en los cuales se encuentran los túbulos seminíferos enrollados en espiral. En cada testículo existen cerca de 200 m de túbulos seminíferos, estructuras que en conjunto conforman de 80 a 90% de la masa testicular. Las células de Leydig, productoras de andrógenos (cerca de 350 millones), los vasos sanguíneos y linfáticos, así como los nervios, entre otros elementos, se encuen- tran en el intersticio, entre los túbulos seminíferos (figura 73-1). El aporte sanguíneo a los testículos llega a través de las arterias testiculares, que son ramas de las arterias es- permáticas internas. En cuanto al retorno venoso, la vena espermática derecha drena en forma directa a la vena cava y la espermática izquierda, a la vena renal. HISTOLOGÍA Los túbulos seminíferos tienen cerca de 0.2 mm de diá- metro. Están revestidos por un epitelio que contiene dos tipos de células: los elementos de nutrición y de sostén (células de Sertoli) y las células germinales (espermato- génicas); estas últimas forman la gran masa del epitelio y al proliferar y diferenciarse, de manera compleja, dan ori- gen a los espermatozoides. El epitelio descansa sobre una lámina basal delgada cubierta por una zona especializada de tejido fibroso que contiene fibras de tejido conjunti- vo, fibroblastos y algunas células con características de músculo liso, las cuales, al contraerse, modifican el diá- metro del túbulo seminífero facilitando el movimiento http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. El testículo y su alteración endocrina 777 de los espermatozoides a lo largo del mismo. Estas cé- lulas mioides peritubulares están en estudio y es posible que tengan funciones parácrinas importantes con efectos en las células de Leydig, las de Sertoli y en la fertilidad. Las células de Sertoli son altas, sus bases descansan en la membrana basal (una forma modificada de matriz extracelular); el contorno de las células es irregular, el núcleo es ovoide y pálido. Tienen una gran área de super- ficie, lo que les permite sostener a un buen número de células germinales en desarrollo. En los sitios donde dos de estas células son vecinas, las superficies contiguas for- man entre sí uniones ocluyentes. Estos sitios de unión de membranas sellan los espacios entre las células vecinas y constituyen la base morfológica de la barrera hematotes- ticular. Las uniones tan estrechas entre las células de Ser- toli definen dos compartimentos en el túbulo seminífe- ro: el compartimiento basal, el que permite intercambio un tanto libre de nutrimentos y otras sustancias entre la vasculatura intersticial y las células espermatogénicas si- tuadas entre los sitios de unión de las células de Sertoli y la lámina basal; y el compartimiento adluminal o apical, ubicado después del nivel de las uniones entre células de Sertoli. Este último se encuentra aislado del intercambio directo, y las células espermatogénicas en su interior (que se encuentran en etapas más diferenciadas que las del compartimiento basal) dependen de las células de Ser- toli para adquirir nutrimentos y otras sustancias (lactato –fuente principal de energía de las células germinales–, transferrina, proteína fijadora de andrógenos, factores reguladores del crecimiento, hormona antimülleriana e inhibina, entre otras). Además, la barrera impide que las proteínas de las células germinales en diferenciación lle- guen a la vasculatura intersticial y produzcan anticuer- pos. Las células de Sertoli tienen varias funciones, entre ellas: a) proporcionar un medio esencial para la diferen- ciación de las células germinales (de hecho, el número de células de Sertoli determina el número de células ger- minales que pueden ser sustentadas a través de la esper- matogénesis y, por lo tanto, influye en la producción de esperma); b) participar en el movimiento de las células germinales de la base del túbulo a la luz; y c) fagocitar células germinales dañadas y cuerpos residuales (porcio- nes del citoplasma de las células germinales que no se utilizaron en la formación de espermatozoides). Además, como respuesta a la hormona folículostimulante (FSH) o a la testosterona, las células de Sertoli secretan una pro- teína que tiene alta afinidad por los andrógenos (proteína Figura 73-1. Organización estructural del túbulo seminífero. Las uniones oclusivas entre células de Sertoli vecinas definen dos compartimentos en el túbulo seminífero: el basal y el luminal. Célula de Sertoli Cuerpo residual Espermátides Espermatocito secundario Espermatocito primario Espermatogonia Células de LeydigIntersticio Células peritubulares Membrana basal Uniones oclusivas Puentes intercitoplasmáticos Espermatozoide http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 778 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 73) fijadora de andrógenos), la cual entra a la luz tubular y permite mantener concentraciones elevadas de testoste- rona, necesarias para el desarrollo de las células germina- les durante el proceso de espermatogénesis. Las células espermatogénicas comprenden una capa estratificada de epitelio, con 4 a 8 células de altura, que tienen distinto grado de diferenciación. De acuerdo a su morfología y maduración, estas células se pueden clasi- ficar en espermatogonias que se multiplican por divisio- nes mitóticas, espermatocitos primarios y espermatocitos secundarios que se dividen por meiosis, espermátides y espermatozoides; las dos últimas tienen un número ha- ploide de cromosomas. La metamorfosis de las espermá- tides, de cuerpos redondos, a espermatozoides maduros alargados, se conoce como espermiogénesis. Las células germinales per se no son móviles y para eso dependen de la célula de Sertoli. Conformeavanza la diferenciación, las células se van desplazando desde áreas próximas a la membrana basal hacia la luz del túbulo. Las células más cercanas a la luz se transforman en espermatozoides y se desprenden del epitelio, quedando libres (figura 73-1). El tiempo que transcurre entre el inicio de la esperma- togénesis y la liberación de espermatozoides maduros es de casi 74 días. Durante el desarrollo de los eventos que transfor- man a las espermatogonias en espermatozoides, las célu- las germinales permanecen en contacto estrecho con la célula de Sertoli. Muchos de los cambios morfológicos y funcionales a los que la célula germinal se somete duran- te la espermatogénesis son controlados por la célula de sostén. Con la evidencia actual queda claro que un gran número de las interacciones entre las células de Sertoli y las células germinales son de naturaleza paracrina. Las células germinales también tienen la capacidad de modu- lar la actividad de las células de Sertoli, por ejemplo, la producción de proteína fijadora de andrógenos puede ser afectada por las células germinales. Es importante enfa- tizar que no sólo el número de células de Sertoli, sino la funcionalidad de las mismas es crucial para el desarrollo completo y exitoso de la espermatogénesis. Las células de Leydig se encuentran en grupos com- pactos, en el intersticio, entre los túbulos seminíferos. Son células grandes, el citoplasma suele tener aspecto va- cuolado, el núcleo contiene gránulos gruesos de cromati- na y un nucléolo preciso. En el microscopio electrónico, el carácter más notable de estas células es el desarrollo extenso de retículo endoplasmático liso, que se considera es el sitio de la síntesis de hormonas esteroides. EMBRIOLOGÍA Los principales tipos celulares implicados en la forma- ción de los testículos son tres: 1) células germinales que se originan en la pared del saco vitelino y migran entre la quinta y sexta semana de gestación a las crestas geni- tales; 2) células de sostén, que derivan del epitelio celó- mico de las crestas genitales; y 3) células del estroma o intersticiales, que derivan del mesénquima de las crestas genitales. Las gónadas, la glándula suprarrenal, el riñón y el aparato reproductivo se derivan de las crestas urogenita- les que tienen su origen en el mesodermo intermedio y que se localizan en la cavidad celómica del embrión. Las crestas genitales aumentan su grosor en forma bilateral a cada lado de la aorta dorsal y están formadas por células mesenquimatosas y células del epitelio celómico. Estas crestas se fijan a la cavidad peritoneal por el mesenterio y comprenden dos tejidos yuxtapuestos: la gónada rudi- mentaria se localiza medial y el mesonefros, que contiene los conductos de Wolff y müllerianos, queda más dorsal. El riñón crece del mesonefros caudal y asciende hacia la región abdominal. La posición final de las gónadas de- pende de la diferenciación en ovarios o testículos y de la maduración de los conductos específicos de cada sexo: müllerianos o de Wolff. El fenotipo masculino resulta de la actividad del tes- tículo fetal. La gónada bipotencial temprana se programa para transformarse en testículo entre la sexta y séptima semanas de gestación, por la acción de la región determi- nante del sexo del cromosoma Y (SRY, del inglés, Sex-de- termining Region on the chromosome Y), que se localiza en el brazo corto de este cromosoma. Se forman los cor- dones testiculares (futuros túbulos seminíferos) por la coalescencia de células de Sertoli y de células germinales que se rodean por una delgada capa de células mioides peritubulares. Las células de Sertoli secretan hormona antimülleriana (AMH, del inglés Anti-Müllerian Hormo- ne) que ocasiona regresión de los conductos de Müller. Además, se piensa que las células de Sertoli dirigen la diferenciación de otros tipos celulares. Por ejemplo, la diferenciación de la célula de Leydig fetal depende de señales paracrinas secretadas por la célula de Sertoli. Las células de Leydig aparecen alrededor del día 60 de la gestación y son estimuladas para producir testoste- rona, en un principio, por la gonadotropina coriónica hu- mana (hGC). La producción temprana de testosterona organiza el desarrollo de las estructuras del conducto de Wolff, del cual derivarán epidídimo y conductos deferen- tes, vesículas seminales y conductos eyaculadores. En la semana 16 de la gestación aumenta la secreción de testos- terona en forma transitoria, hasta alcanzar concentracio- nes semejantes a las del adulto. En ese periodo disminu- ye la cantidad de hGC y las gonadotropinas hipofisarias fetales toman el control de la producción de andrógenos. Desde la vida fetal existe producción de 5a-dihidrotes- tosterona (DHT); ésta se forma en los tejidos diana por la acción local de la enzima 5a-reductasa y estimula el de- sarrollo de los genitales externos masculinos: se presenta fusión escrotal, se desarrolla el cuerpo esponjoso y crece el pene, entre otros cambios. El descenso de los testículos de la ingle al escroto está controlado principalmente por la acción de los andrógenos. FISIOLOGÍA Metabolismo de los andrógenos Desde un punto de vista cuantitativo, el andrógeno más importante es la testosterona. Alrededor de 95% de ésta http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. El testículo y su alteración endocrina 779 la secreta las células de Leydig de los testículos y 5% de- riva de las glándulas suprarrenales. Además de la testos- terona, los testículos secretan pequeñas cantidades del potente andrógeno DHT y de los andrógenos débiles dehidroepiandrosterona (DHEA) y androstendiona. Las células de Leydig producen también pequeñas cantida- des de estradiol, estrona, pregnenolona, progesterona, 17a-hidroxipregnenolona y 17a-hidroxiprogesterona. Los pasos en la biosíntesis de andrógenos testiculares se muestran en la figura 73-2. La DHT y el estradiol no sólo provienen de la secre- ción directa de los testículos sino también de biotrans- formación de andrógenos y estrógenos, secretados por los testículos y las glándulas suprarrenales, en los tejidos periféricos. Cerca de 80% de las cantidades circulantes de estos dos esteroides deriva de dicha conversión peri- férica. En la sangre, andrógenos y estrógenos pueden existir en forma libre o unidos a proteínas. Cerca de 38% de la testosterona la transporta la albúmina y 60% la globuli- na fijadora de hormonas sexuales (SHBG, del inglés, Sex Hormone Binding Globulin). Ésta es una proteína diméri- ca glicada muy parecida a la proteína fijadora de andróge- nos secretada por las células de Sertoli. La SHBG la sin- tetiza el hígado; su concentración en suero aumenta con la administración de estrógenos, tamoxifeno y fenitoína, así como en el hipertiroidismo y la cirrosis; disminuye con la administración de andrógenos, glucocorticoides u hormona del crecimiento (GH), y con el hipotiroidismo, hiperinsulinemia, acromegalia y obesidad. Alrededor de 2% de la testosterona circulante se encuentra libre, es decir, no está unida con proteínas séricas y puede entrar a las células y ejercer sus efectos metabólicos. Además, una fracción de la testosterona unida a proteína puede disociarse de esta última en los tejidos diana y difundir al interior de las células. La mayor parte de la testosterona circulante (90%) se biotransforma en varios metabolitos en el hígado, los cuales, después de conjugarse con diferentes sustancias, se pueden excretar en la orina como 17-cetosteroides o como otros compuestos. También se debe recordar que parte de la testosterona se convertirá en DHT y una pe- queña fracción en estradiol. Mecanismo de acción de los andrógenos En los tejidos diana, la testosterona sale de la circulación y difunde a través de la membrana celular. En la mayor parte de las células diana la testosterona se convierte a unandrógeno más potente, la DHT, por la isoenzima micro- somal 5a-reductasa. La DHT y la testosterona se unen al mismo receptor intracelular que es una proteína específi- ca localizada en el citoplasma. Este receptor de andróge- nos pertenece a la superfamilia de receptores nucleares y funciona como un factor de transcripción activado por ligando. El gen que codifica para el receptor de andróge- nos humano está localizado en el brazo largo del cromo- soma X, cerca del centrómero, en la posición Xq11-q12. La unión de la testosterona o la DHT a la región del car- boxilo terminal del receptor induce la dimerización de este último y su translocación al núcleo. Ya en el núcleo el complejo hormona-receptor se une a los elementos de respuesta (secuencias de reconocimiento específicas del DNA) y recluta proteínas que actúan como corregula- dores o factores de transcripción para promover la ex- presión de los genes diana (figura 73-3). Esto dará como resultado la síntesis de proteínas y la sucesión de cambios que harán manifiesta la acción de los andrógenos. Cada vez se dispone de más evidencia acerca de la existencia de efectos no genómicos de los andrógenos, mismos que pueden contribuir a regular la actividad de transcripción. Estas acciones no genómicas suelen invo- lucrar la activación rápida de cascadas de señalización de cinasas y la modulación de los valores de calcio intrace- lular. Los receptores que median tales efectos aún no se han identificado del todo. Las principales funciones de los andrógenos inclu- yen la diferenciación de los órganos genitales masculinos internos y externos durante el desarrollo fetal; durante la pubertad inducen el crecimiento de pene, próstata, epidídimo y vesículas seminales, órganos que para man- tener su integridad funcional requerirán andrógenos a lo largo de la vida. Los andrógenos estimulan también el crecimiento del músculo esquelético, de la laringe (que provoca el cambio de voz durante la pubertad), la ac- tividad de las glándulas sebáceas, el crecimiento de los huesos largos, del vello púbico y axilar, así como del vello de distribución androide (barba, bigote, vello del tórax, espalda y abdomen). Entre otras de sus funciones desta- can la regulación de la secreción de gonadotropinas por el sistema hipotalámo-hipófisis y de la espermatogénesis. REGULACIÓN DE LA FUNCIÓN TESTICULAR Función hormonal Con excepción de las primeras semanas de vida fetal, la producción de testosterona depende de la secreción hi- pofisaria de hormona luteinizante (LH), que a su vez es regulada por la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH); la producción de esta hormona está inhibi- da durante la niñez y empezará a generarse de manera pulsátil durante la pubertad. La GnRH es un péptido compuesto por 10 aminoácidos, producido por neuro- nas situadas en la región basal del hipotálamo y secre- tado al sistema portal hipotálamo-hipofisario en forma de pulsos, cada 90 a 120 min. El patrón de secreción de la GnRH está determinado por la interacción de varios neurotransmisores y neuromoduladores, como la kiss- peptina y por los esteroides sexuales. En la adenohipófisis, la GnRH estimula al gonado- tropo para producir LH y FSH. Las células de Leydig tienen receptores de mem- brana específicos para LH, los cuales están acoplados a proteínas G y contienen siete dominios transmembrana. La unión de la LH al receptor estimula la secreción de http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 780 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 73) Fi gu ra 7 3- 2. B io sí nt es is d e es te ro id es e n el te st íc ul o. A p ar tir d el c ol es te ro l l as c él ul as d e Le yd ig p ro du ce n pr eg ne no lo na , l a cu al p or a cc ió n de la s en zi m as 1 7- hi dr ox ila sa /1 7, 20 d es m o- la sa (P 45 0c 17 ), 17 β- hi dr ox ie st er oi de d es hi dr og en as a (1 7β -H SD ) y 3 β- hi dr ox ie st er oi de d es hi dr og en as a/ ∆ 4- ∆ 5 is om er as a (3 β- H SD ) e s bi ot ra ns fo rm ad a a te st os te ro na (p re fe re nt em en te po r l a ví a de lo s de lta 5 ). La te st os te ro na p ue de s er b io tra ns fo rm ad a a 5a - d ih id ro te st os te ro na p or a cc ió n de la 5 a -re du ct as a y ar om at iz ad a a es tra di ol p or a cc ió n de la P 45 0a ro , t an to e n el te st íc ul o co m o en lo s te jid os p er ifé ric os . D eh id ro ep ia nd ro st er on a Δ 5- an dr os te nd io l Δ 4- an dr os te nd io na H O O O H O O H H O C O H C = O O H H O C = O C H 3 O C = O C H 3 H O O C = O C H 3 O O H O O H H O O H O O H O H 17 β- H S D 17 α -h id ro xi la sa 17 α -h id ro xi pr eg ne no lo na 17 α -h id ro xi pr og es te ro na 5α -r ed uc ta sa tip o 2 5α -d ih id ro st es to st er on a Te st os te ro na E st ra di ol E st ro na P 45 0a ro 3β -H S D 17 ,2 0 de sm ol as a P 45 0c 17 P 45 0s ccC ol es te ro l P re gn en ol on a P ro ge st er on a V ía d e lo s d el ta 5 V ía d e lo s d el ta 4 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. El testículo y su alteración endocrina 781 Fi gu ra 7 3- 3. M ec an is m os d e ac ci ón g en óm ic a y no g en óm ic a de lo s an dr óg en os . L a te st os te ro na e nt ra a la c él ul a ef ec to ra y e s bi ot ra ns fo rn ad a a 5a -d ih id ro te st os te ro na . A m bo s an dr óg e- no s se u ne n a re ce pt or e sp ec ífi co lo ca liz ad o en e l c ito so l f or m an do u n co m pl ej o qu e se tr as lo ca a l n úc le o y se u ne a lo s el em en to s de re sp ue st a de l D N A. C on e llo s e in du ce la e xp re si ón gé ni ca . L os a nd ró ge no s ta m bi én a ct úa n a tra vé s de re ce pt or es d e m em br an a, q ue a ct iv an d iv er sa s ví as d e se ña liz ac ió n in tra ce lu la r. R ec ep to r de m em br an a C R E B A T P A M P c G sα P K A pC R E B P I3 K P I3 K M A P K N úc le o ce lu la r P LC D A G IP 3 C a+ + C a+ + P K C O H H O O H H O O H O R A S /R A F 1 M A P K O H H O A R N m O H H O P ro du ct os p ro te ic os in du ci do s po r lo s an dr óg en os A cc io ne s ge nó m ic as A cc io ne s no g en óm ic as E R E R C ito so l R ec ep to r de a nd ró ge no s Te st os te ro na 5α -d ih id ro te st os te ro na O H O Te st os te ro na 5α -r ed uc ta sa tip o 2 5α -d ih id ro te st os te ro na O H H O http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 782 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 73) andrógenos en las células de Leydig. La elevación de an- drógenos resultante inhibe la secreción de LH a través de una acción directa sobre la glándula hipofisaria y tiene un efecto inhibitorio en el nivel hipotalámico (figura 73-4). Tanto el hipotálamo como la hipófisis tienen receptores para andrógenos y estrógenos; los primeros disminuyen la frecuencia de los pulsos de LH, y los estrógenos (que pueden ser resultado de aromatización local de la testos- terona) disminuyen la amplitud de dichos pulsos. Función reproductiva La GnRH estimula al gonadotropo para secretar FSH a la circulación general; esta hormona se une con recepto- res específicosen las células de Sertoli; los receptores de FSH están acoplados a proteínas G y tienen siete domi- nios transmembrana. La unión de la FSH a su receptor en la célula de Sertoli estimula la producción de la pro- teína fijadora de andrógenos, la cual permite mantener una concentración alta de testosterona intratubular. Esto es importante porque la maduración total de los esper- matozoides requiere testosterona y hormona foliculoes- timulante. El principal sitio de acción de la FSH es la célula de Sertoli; esta hormona estimula la mitosis de tales células y aumenta su número durante la pubertad, promueve la maduración de las células de Sertoli y el desarrollo de uniones íntimas entre éstas, las cuales tienen como función asegurar las condiciones apropiadas para la pro- liferación y la maduración de las células germinales. El control de la secreción de FSH está regulado por la GnRH y por péptidos denominados inhibinas y activi- nas. Las inhibinas, hormonas de las cuales se han identi- ficado dos formas (denominadas A y B), son producidas en el varón sobre todo por las células de Sertoli y tienen la capacidad de inhibir en forma selectiva la liberación de FSH hipofisaria a través de un mecanismo de retroa- Figura 73-4. Eje hipotálamo-hipófisis-testículo. El hipotálamo secreta de manera pulsatil GnRH, la cual estimula la síntesis y secreción de LH y FSH. La secreción de GnRH es regulada por diferentes neurotransmisores y neuromoduladores como la kisspeptina, producida por células localizadas en diversos sitios del hipotálamo. Las gonadotropinas ejercen su efecto a nivel del testículo. En términos generales la LH estimula a las células de Leydig para la producción de testosterona, mientras que la FSH regula diversas funciones de las células de Sertoli para el soporte de las células germinales. Los productos de las células de Leydig y Sertoli, ejercen un efecto de retroalimentación a nivel hipofisario e hipotalámico para la síntesis y secreción de las gonadotropinas. Neuronas productoras de GnRH KisspeptinaKisspeptinaKisspeptinaKisspeptina Leptina Opioides LH FSH Testosterona Estradiol (–) Inhibinas (–) Activinas (+) CYP11A1 CYP17A1 17βHSD2 KisspeptinaTestosterona Inhibinas Activinas AMH Espermatogénesis Células de Leydig Células de Sertoli http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. El testículo y su alteración endocrina 783 limentación negativa, sin afectar la secreción de LH. Las inhibinas son dímeros ligados por puentes disulfuro que comparten una subunidad a común y difieren en la su- bunidad β, denominadas βa en la inhibina A y βb en la inhibina B. La inhibina B, que es la forma principal de inhibina en el hombre, la produce la célula de Sertoli con el estímulo de FSH y, a su vez, funciona como un regulador fisiológico de la secreción de la misma, junto con la testosterona y sus metabolitos activos: la DHT y los estrógenos (figura 73-4). Los valores de inhibina dis- minuyen en la vejez. Las activinas estimulan la producción de FSH, se producen en la glándula hipófisis y en pequeñas can- tidades en el testículo y actúan de manera autocrina y paracrina. Cada una de las activinas es un dímero confor- mado por dos subunidades β de la inhibina ligadas por puente disulfuro, ya sea como homodímero (activina A: βa-βa; activina B: βb-βb) o como un heterodímero (acti- vina AB: βa-βb). Se ha aislado otra proteína capaz de suprimir la se- creción de FSH, la folistatina; ésta no comparte homolo- gía significativa con las subunidades de la familia inhibi- na/activina, es una hormona glucoproteínica de una sola cadena, producida sobre todo en la hipófisis. Su función es modular las acciones locales de la activina sobre la secreción de FSH. La folistatina tiene la capacidad de unirse con alta afinidad a la activina, lo que neutraliza el efecto estimulante que tiene esta última sobre la FSH. Otras sustancias producidas por las células de Leydig y de Sertoli Las células de Leydig también secretan pequeñas canti- dades de oxitocina, renina, factor de crecimiento similar a la insulina (que aumenta la producción de testosterona estimulada por gonadotropinas), factores de transforma- ción del crecimiento a y β, interleucina 1, lipotrofina, β-endorfina, angiotensina y prostaglandinas, que quizá tengan algún papel en la regulación paracrina de la fun- ción testicular. Las células de Sertoli producen asimismo péptido semejante a GnRH, factores de transformación del creci- miento a y β, interleucina 1 e interleucina 6 (que pueden actuar como un factor parácrino fisiológico sobre linfoci- tos y otras células testiculares y quizá tengan importan- cia en la función de protección inmunológica del tejido), transferrina, activador del plasminógeno, ceruloplasmina, componentes de la matriz extracelular como colágeno y laminina, además de la ya mencionada hormona antimü- lleriana HIPOGONADISMO EN EL VARÓN Definición Deficiencia absoluta o relativa en la acción de los andró- genos. Clasificación Hipogonadismo primario o hipergonadotrópico (defecto testicular), hipogonadismo hipogonadotrópico (deficien- cia de LH o GnRH; si el defecto es hipofisario puede llamarse también hipogonadismo secundario y terciario si es hipotalámico), y la insensibilidad a los andrógenos (disminución de la acción de los andrógenos en los teji- dos diana). Cuadro clínico Depende de la edad de inicio del hipogonadismo. La de- ficiencia de andrógenos durante el segundo o tercer mes de vida fetal origina ambigüedad de genitales que puede oscilar desde el hipospadias hasta los genitales externos con fenotipos femeninos, dependiendo de la magnitud del déficit de andrógenos. Si la deficiencia se desarrolla durante el tercer trimestre de la gestación se pueden pre- sentar defectos en el descenso de los testículos y micro- pene. La deficiencia prepuberal de andrógenos se mani- fiesta con desarrollo inadecuado o ausente de los carac- teres sexuales secundarios y presencia de proporciones eunucoides originadas por retraso del cierre de las epí- fisis de los huesos largos. Si la deficiencia de testostero- na se presenta después de que transcurrió una pubertad normal, el paciente puede manifestar disminución de la libido, esterilidad e impotencia sexual. Con el hipogona- dismo crónico disminuye el crecimiento del vello facial, y por ende la frecuencia de rasurado. Pueden presentar- se también: anemia, osteoporosis, reducción de la masa muscular, depresión, aumento de la adiposidad, disminu- ción del volumen testicular, ginecomastia, aparición de arrugas finas en las comisuras de los labios y ojos. Varios fármacos pueden interferir con la acción de la testosterona, ya sea inhibiendo su síntesis o bloquean- do las acciones periféricas de la hormona. Entre esos se encuentran la espironolactona, ciproterona, ketoconazol, cimetidina y etanol. Los valores de testosterona pueden ser bajos en hombres que ingieren mariguana, heroína o metadona, posiblemente por un defecto combinado, central y testicular. Diagnóstico clínico Debe realizarse una historia clínica completa, con inte- rrogatorio minucioso acerca del descenso testicular, la aparición de caracteres sexuales secundarios, la frecuen- cia del afeitado, el estado de la libido, función eréctil y fertilidad, así como de antecedentes de infecciones de transmisión sexual, cirugía de próstata o testículo, radio- terapia, orquitis, consumo de fármacos y enfermedades sistémicas. En la exploración física es importante la somatome- tría: talla, longitud de brazada, de segmento superior y http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 784 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 73) de segmento inferior. El diagnóstico de hábitus eunu- coide se establece cuandoexiste relación del segmento superior/inferior < 0.9 y diferencia de brazada-estatura > 5 cm. Se debe evaluar la integridad de la olfación, la pre- sencia de defectos de la línea media, la distribución del vello corporal, el desarrollo muscular y la presencia de ginecomastia. En la exploración genital es relevante ve- rificar si los testículos se encuentran en la bolsa escrotal, palpar su consistencia y estimar su volumen mediante el orquidómetro de Prader. Asimismo, evaluar la distribu- ción del vello para definir el grado de maduración sexual de acuerdo a la escala de Tanner, medir la longitud y cir- cunferencia del pene y buscar de forma intencionada si existen hipospadias o genitales ambíguos. Diagnóstico paraclínico Si existe sospecha clínica de hipogonadismo, debe cuan- tificarse la testosterona total en suero. Una sola determi- nación puede distinguir entre individuos normales y los que tienen hipogonadismo grave, pero, como consecuen- cia de que la testosterona se secreta en forma pulsátil es posible que no se identifiquen los defectos leves. En caso de que el cuadro clínico sea compatible con hipogonadis- mo y el resultado de la testosterona total no sea conclu- yente, se puede realizar una segunda determinación para confirmar la deficiencia androgénica. El hallazgo de un valor bajo de testosterona sin que existan manifestaciones clínicas de hipogonadismo su- giere deficiencia de SHBG, defecto que puede ser congé- nito o adquirido; si el médico de primer contacto detecta a un paciente con estas características debe solicitar la valoración por un endocrinólogo, quien determinará si se requieren estudios adicionales. Cuando se ha confirmado que la cantidad de tes- tosterona en suero es subnormal procede cuantificar las gonadotropinas hipofisarias a fin de identificar si el de- fecto es testicular o central. En la práctica cotidiana es recomendable que desde un inicio se solicite, además de la de testosterona, la cuantificación de LH y FSH. En este punto, es conveniente que el médico general refiera al paciente con un especialista para continuar su estudio. En los casos en los que la testosterona esté baja y las concentraciones de gonadotropinas sean normales (gona- dotropinas en concentración anormalmente normal) se puede realizar una segunda cuantifiación de FSH y LH para confirmar el diagnóstico. En general, un análisis de semen normal excluye la disfunción gonadal; sin embargo, un solo análisis anormal no es suficiente para establecer el diagnóstico de tras- tornos de la función testicular. Cuando se detectan al- teraciones se deben examinar al menos tres muestras de semen con un intervalo de dos a tres meses debido a que la fiebre, algunos traumatismos, la exposición a fármacos y otros factores pueden dañar de manera temporal la es- permatogénesis. En el cuadro 73-1 se señalan los princi- pales parámetros del análisis de semen. HIPOGONADISMO HIPOGONADOTRÓPICO Se caracteriza por concentraciones bajas de testosterona, LH y FSH en suero. La secreción disminuida de LH y FSH puede deberse a una alteración en la producción hipotalámica de GnRH o a un defecto hipofisario. Las diferentes causas de hipogonadismo hipogonadotrópico se señalan en el cuadro 73-2. La distinción entre las causas hipotalámicas e hipofi- sarias puede ser difícil. Si la deficiencia de andrógenos se acompaña de anosmia (síndrome de Kallmann) o de dia- betes insípida, puede considerarse un déficit de GnRH. Los defectos del campo visual, la hiperprolactinemia o la presencia de panhipopituitarismo obligan a descartar una causa hipofisaria. En estos casos es indispensable contar con una resonancia magnética de la región hipo- tálamo-hipofisaria. En caso de que los datos o estudios mencionados an- tes no sean suficientes para ubicar el sitio de afección puede realizarse la prueba de estimulación con GnRH, teniendo la precaución de previa sensibilización de la hipófisis con dosis repetidas y espaciadas, en forma ade- cuada, de GnRH. En pacientes con déficit de GnRH la administración exógena de esta hormona inducirá incre- mento de LH, mientras que en aquellos que cursan con patología hipofisaria no habrá respuesta. Los defectos hi- pofisarios que se pueden detectar con esta prueba inclu- yen alteraciones del receptor para GnRH y de la síntesis de las gonadotropinas originadas por mutaciones especí- ficas de los genes correspondientes (cuadro 73-2). Cuadro 73-1. Valores de referencia en el análisis del semen* Parámetro Percentila 5 (intervalo de confianza 95%) Volumen, mL 1.5 (1.4 a 1.7) Concentración de espermatozoides, mi- llones/mL 15 (12 a 16) Cuenta total en el eyaculado, millones 39 (33 a 46) Motilidad Motilidad total, % > 40 (38 a 42) Motilidad progresiva (PR+NP), % 32 (31 a 34) Vitalidad, % espermatozoides vivos 58 (55 a 63) Morfología normal, % 4 (3.0 a 4.0) Leucocitos, millones/mL < 1 * Los límites de referencia fueron obtenidos de hombres de parejas que habían cursado con un embarazo en los 12 meses previos. Organización Mundial de la Salud, 2010 (referencia 6). PR= espermatozoide se mueve activamente en forma lineal o en grandes círculos, independientemente de la velocidad. NP= cualquier movimiento no progresivo, por ejemplo movimiento en su lugar en círculos pequeños. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. El testículo y su alteración endocrina 785 El gen KAL1, localizado en el brazo corto del cromo- soma X, codifica para una proteína de la matriz extrace- lular denominada anosmina-1, que está involucrada con la migración desde la placa olfatoria hacia el hipotálamo de las neuronas que producen GnRH, durante el desa- rrollo embrionario. En el síndrome de Kallman (SK) el hipogonadismo quizá resulta de la falla en esa migración neuronal y el defecto del sentido del olfato lo causa la hipoplasia o aplasia de los bulbos y tractos olfatorios. Las mutaciones del gen KAL1 se describieron inicialmente en hombres con SK recesivo ligado a X, al momento ac- tual se han reportado más de 60 mutaciones diferentes para este gen, que son causa de 20% de todos los casos de SK. Otros mutaciones que se han reportado afectan a los genes FGFR1 (KAL2) y FGFR8 (KAL6), señalados en formas autosómicas dominantes y en mutaciones de novo del SK; PROK2 (KAL4) y PROKR2 (KAL3) que dan cuenta de menos de 10% de los casos de SK y de HHI normósmico; CHD7 (KAL5) reportado en 3 a 5% de los pacientes con SK o HHI; NELF reportado princi- palmente en HHI; y mutaciones de GNRH1 y GNRHR, entre otras. Cuadro clínico y diagnóstico Debe sospecharse este trastorno en niños prepuberales con criptorquidia o micropene y cuando estén presentes algunas anomalías congénitas asociadas, como defectos craneofaciales de la línea media (labio leporino y fisu- ra palatina), metacarpos cortos, sordera neurosensitiva y ataxia. Puede haber mayor frecuencia de trastornos re- nales. La mayoría de los individuos afectados son detecta- dos porque no presentan desarrollo de caracteres sexua- les secundarios y tienen proporciones eunucoides, aun- que puede haber casos leves con solo deficiencia parcial en la producción de LH y FSH que pueden ser diagnosti- cados en la edad adulta por disminución de la libido, falta de erección matutina, depresión, fatiga e infertilidad. Los valores de testosterona, LH y FSH son bajos, se- ñalando una causa central de hipogonadismo. Es necesa- rio evaluar en todos los casos el sentido del olfato (que en caso de estar alterado nos apoya el diagnóstico de SK) y la función hipofisaria completa, y realizar una resonan- cia magnética de la región hipotálamo hipofisaria para descartar otras causas de alteración central, por ejemplo tumores. Tratamiento La meta del tratamiento en adolescentes hipogonádicos y adultos jóvenes es la inducción y mantenimiento de los caracteres sexuales secundarios (lo quese consigue con testosterona) y la inducción de la fertilidad. El tratamien- to para la infertilidad consiste en la administración de gonadotropinas de origen natural o sintético, tres veces a la semana por un período de por lo menos tres meses, para inducir la espermatogénesis. En caso de persistir la azoospermia u oligospermia grave a pesar del tratamien- to con gonadotropinas, puede evaluarse, mediante biop- Cuadro 73-2. Clasificación del hipogonadismo en el varón Hipogonadismo primario o hipergonadotrópico Defectos del desarrollo y estructurales Síndrome de Klinefelter Síndrome del varón XX Mutaciones del receptor de LH Defectos en la biosíntesis de andrógenos Anorquia bilateral, aplasia de células de Leydig, criptorquidia Defectos adquiridos Orquitis: viral, trauma, radiación Fármacos: Espironolactona, ketoconazol, agentes citotóxicos Sustancias tóxicas: Alcohol, opiáceos, insecticidas, metales pe- sados Autoinmunidad Enfermedades neurológicas: distrofia miotónica, paraplejia Hipogonadismo hipogonadotrópico Defectos del desarrollo y estructurales Déficit congénito de GnRH: síndromes de Kallman y otros Mutaciones del receptor de GnRH o del gen de LH β o del gen de FSH β Déficit aislado de LH Defectos adquiridos Por traumatismo, cirugía o radioterapia Tumor (adenoma hipofisario, craneofaringioma, otros) De causa vascular (infarto hipofisario) Hipofisitis autoinmune Enfermedades que afectan por infiltración del tejido: tuberculosis, sarcoidosis, histiocitosis Hemocromatosis Defectos funcionales: desnutrición, enfermedad grave, estrés in- tenso, obesidad, DM2 Insuficiencia renal crónica, VIH-SIDA Fármacos: que ocasionan hiperprolactinemia; esteroides se- xuales Disminución de la acción de andrógenos Defectos del receptor de andrógenos o de la señalización pos- receptor Deficiencia de 5a reductasa LH: hormona luteinizante. HIV: virus de inmunodeficiencia adquirida. GnRH: hormona liberadora de gonadotropinas. DM2: diabetes mellitus tipo 2. Hipogonadismo hipogonadotrópico congénito Generalidades El hipogonadismo hipogonadotrópico (HH) congénito es un trastorno raro, causado por una deficiencia aislada de GnRH, con una incidencia de 1 en 8 000 mujeres y 1 en 4 000 varones; 40% de los pacientes tienen un sentido del olfato normal (hipogonadismo idiopático normósmi- co, HHI normósmico) y 60% tienen defectos del olfato que van desde hiposmia a anosmia (en estos casos la pa- tología se denomina síndrome de Kallman). Etiología El 4% de los pacientes con HH muestran un rearreglo cromosómico pero la gran mayoría tienen mutaciones de uno o más genes como causa del hipogonadismo. Hasta el momento se han identificado 24 genes involucrados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 786 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 73) sia testicular, la presencia de células germinales con grado de maduración suficiente para realizar inyección intra- citoplasmática de espermatozoide al óvulo de la pareja, con el objetivo de lograr un embarazo. Síndrome del eunuco fértil (síndrome de Pascualini) Con este término se describe a los pacientes con déficit parcial de GnRH, suficiente para estimular la secreción de cantidades normales de FSH pero no de LH, cuyos valores permanecen bajos. Los testículos pueden ser de tamaño normal pero existe retraso del desarrollo sexual y eunucoidismo. En estos casos parece existir una produc- ción intratesticular suficiente de testosterona para la es- permatogénesis, pero no suficiente testosterona circulan- te para virilizar en forma adecuada los tejidos periféricos. Son una variante del hipogonadismo hipogonadotrópico congénito y a pesar del nombre, con frecuencia los pa- cientes requieren tratamiento para ser fértiles. Hipogonadismo hipogonadotrópico funcional Una pérdida de peso importante en pacientes con en- fermedades crónicas graves, como caquexia neoplásica, insuficiencia renal crónica, síndromes de malabsorción y anorexia nerviosa se asocia a hipogonadismo hipogo- nadotrópico por deficiencia de GnRH. La corrección de la enfermedad subyacente y del peso, suelen corregir el hipogonadismo. El estrés y el ejercicio intensos también pueden dis- minuir la secreción hipotalámica de GnRH. La asociación de hipogonadismo hipogonadotrópi- co con diabetes mellitus tipo 2 en varones, se ha con- firmado en varios estudios y está presente en 25 a 40% de estos pacientes. En cambio, esta condición es rara en pacientes con diabetes tipo 1, hallazgo que ha llevado a plantear que la asociación no depende de la diabetes o la hiperglucemia per se. La concentración de testosterona total y libre en los hombres está inversamente relacio- nada al índice de masa corporal, lo que podría señalar a la obesidad como la posible causa; sin embargo, 25% de los varones diabéticos con hipogonadismo no son obesos, y eso sugiere que el mecanismo fisiopatogénico pudiera ser la resistencia a la insulina. De hecho, hay estudios que han demostrado la asociación entre hipogonadismo hipogonadotrópico, adiposidad abdominal, resistencia a la insulina y síndrome metabólico, aun en ausencia de diabetes. Otros factores señalados como posible causa son las citocinas proinflamatorias, por ejemplo TNF-a e IL-1β entre otros, que se sabe están aumentados tanto en obesidad como en resistencia a la insulina. En los pacientes obesos, la pérdida de peso se aso- cia a aumento en las gonadotropinas y en la testosterona total y libre, además de una disminución en la concen- tración de estrógenos. Los efectos benéficos son de una magnitud mayor en los pacientes que se acercan más a su peso ideal con la pérdida de peso, en los más jóvenes, en los no diabéticos y en los sujetos con un mayor grado de obesidad, es posible porque son estos grupos los que pierden más peso. Ocurre atrofia testicular en la mitad de los pacien- tes con cirrosis hepática. Se ha demostrado fibrosis pe- ritubular y disminución de la espermatogénesis en es- tos pacientes. Los valores de testosterona están bajos y los de estradiol elevados debido a una disminución de la producción de testosterona y aumento de la produc- ción de estradiol. Las concentraciones de gonadotropinas también disminuyen conforme avanza la insuficiencia hepática. No es raro que los pacientes con síndrome de inmu- nodeficiencia adquirida presenten hipogonadismo que puede ser primario o secundario. Otras causas de hipogonadismo hipogonadotrópico central Puede haber causas hipotalámicas relacionadas con tu- mores (p. ej., craneofaringiomas), traumatismos crá- neoencefálicos, enfermedades infiltrantes del hipotálamo (p. ej., sarcoidosis, tuberculosis) que ocasionan disminu- ción de la producción de GnRH. En otros casos, la lesión puede ser hipofisaria, causada por tumores (adenomas), cirugía o radioterapia a la hipófisis, hipofisitis autoinmu- nitaria o un infarto pituitario que alteran la respuesta a GnRH. Otra causa de hipogonadismo central es la hi- perprolactinemia que se trata con más amplitud en el capítulo 7 (cuadro 73-2). HIPOGONADISMO PRIMARIO O HIPERGONADOTRÓPICO Como se mencionó, la insuficiencia hormonal es de ori- gen testicular. Se caracteriza por una concentración baja de testosterona y aumento de las concentraciones en suero de LH y FSH. Puede ser ocasionado por múltiples causas (cuadro 73-2). El déficit de testosterona suele ir acompañado de alteración de los túbulos seminíferos, con azoospermia y esterilidad como consecuencia. Síndrome de Klinefelter Generalidades Afecta a 0.1 a 0.2% de los neonatos de sexo masculino (1 a 2 por 1 000) y es uno de los trastornos cromosómi- cos congénitos más comunes que dan como resultado hi- pogonadismo e infertilidad genéticamente determinados. Etiología y fisiopatología La patología la causa la aneuploidia congénita de los cro- mosomas sexuales. El 80% de los pacientes tiene el ca- riotipo 47,XXY (forma clásica); el restante 20% puede tener un mosaico 47,XXY/46,XY, cromosomas X super- http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. El testículo y su alteración endocrina 787 numerarios (48, XXXY, 49, XXXXY) o cromosomas X y Y supernumerarios (48XXYY). Estas anomalías en el número de cromosomas son el resultado de la no disyun- ción en la ovogénesis en casi dos tercios de los casos y el tercio restante se debe a no disyunción en la espermato- génesis. Es usual que el defecto cromosómico se expresa du- rante la pubertad. Al aumentar las gonadotropinas, los túbulos seminíferos no crecen, sino que presentan fibro- sis y hialinización, la obliteración de los túbulos seminí- feros provoca azoospermia. La masa de células de Leydig es normal pero la función es anormal, la velocidad de producción de testosterona está reducida y ocurre una elevación compensadora de la LH sérica que estimula a las células de Leydig para secretar cantidades crecientes de estradiol y precursores de éste, lo que genera gineco- mastia y un aumento de la síntesis hepática de SHBG que disminuye la testosterona libre. Cuadro clínico No suele haber síntomas antes de la pubertad, excepto por la aparición de trastornos del lenguaje o del apren- dizaje en algunas personas afectadas. La pubertad puede estar retardada. El pene y el escroto presentan grado va- riable de desarrollo sexual secundario, alcanzando carac- terísticas de maduración normal. El 80% de los pacientes tiene disminución del crecimiento del vello facial y del tórax. El paciente se presenta con síntomas y signos de de- ficiencia de testosterona, testículos pequeños y firmes e infertilidad. A menudo existe ginecomastia simétrica (80% de los casos) y estatura alta con piernas largas y tronco corto, aunque la brazada suele ser normal. La de- ficiencia de testosterona puede variar desde casi eugona- dismo a hipogonadismo grave. Los pacientes con mosaicismo tienen un cuadro clí- nico leve, pueden tener tamaño testicular normal y ser fértiles si sus testículos tienen el genotipo XY. Los casos que tienen tres o más cromosomas X, suelen presentar un retraso mental grave; la presencia de más de un cro- mosoma Y tiende a relacionarse con comportamiento agresivo antisocial. El padecimiento se asocia a una morbilidad signi- ficativa mayor a la esperada en la población masculina total y a una expectativa de vida unos años menor. Los principales trastornos asociados son: venas varicosas, trombosis, embolismo pulmonar, síndrome metabólico y diabetes tipo 2, osteopenia, osteoporosis y trastornos neurológicos, como epilepsia, trastornos del lenguaje y aprendizaje. Existe aumento en el riesgo de tumores ex- tragonadales de células germinales y de enfermedades autoinmunitarias, así como de cáncer de mama; se estima que la incidencia de cáncer mamario es 20 veces superior a la observada en hombres sanos. A pesar de que todos estos trastornos pueden ser el motivo de consulta médica de los pacientes con síndrome de Klinefelter, se sospecha que sólo 25% de los casos se diagnostica a lo largo de su vida. Diagnóstico Las cifras de testosterona son bajas o normales, la FSH y la LH se encuentran elevadas, existe azoospermia. Si la FSH está elevada, la afección puede confirmarse median- te un frotis bucal en el que se detectan corpúsculos de Barr (explicado por el cromosoma X extra). El cariotipo demuestra alteraciones en el número de los cromosomas sexuales confirmando el diagnóstico. Tratamiento La deficiencia de andrógenos debe tratarse con reem- plazo de testosterona. Si la ginecomastia representa un problema estético, puede realizarse mastectomía. Con la combinación de técnicas muy avanzadas de reproduc- ción asistida, que incluyen principalmente la extracción de esperma de los testículos mediante biopsia, es posible que un paciente con síndrome de Klinefelter pueda tener un hijo biológico, sin embargo, estas técnicas son muy costosas y el porcentaje de éxito aún es bajo, por lo que la pareja no debe tener demasiadas esperanzas de conseguir un embarazo. Síndrome del varón XX Ocurre en 1 de 20 000 nacimientos de varones. Es muy parecido al síndrome de Klinefelter, las diferencias son: estatura final promedio menor a la de un hombre nor- mal y puede haber hipospadias o genitales ambíguos. La incidencia de daño cognitivo no está aumentada. Por lo demás, las características son las del síndrome de Klinefelter: testículos pequeños y firmes, ginecomastia, azoospermia, hialinización de los túbulos seminíferos, pene de tamaño normal o pequeño. Se han propuesto cuatro teorías para explicar el desarrollo de un varón en ausencia de cromosoma Y. 1. Mosaicismo en el que algunas líneas celulares contengan cromosoma Y, 2. Una mutación con ganancia de función de algunos genes autosómicos, 3. Deleción o inactivación de algunos genes que de manera normal suprimen el de- sarrollo testicular y 4. Intercambio de una porción del cromosoma Y con el cromosoma X. Secuencias del cro- mosoma Y son detectables en casi 80% de los hombres 46,XX, el grupo que no tiene esta característica es más probable que tenga ambigüedad de genitales externos y es posible que en ellos la porción trasladada del cromo- soma Y sea muy pequeña. El tratamiento es similar al del síndrome de Klin- efelter. Anorquia La anorquia bilateral ocurre en casi 1% de los niños con criptorquidia (cerca de 1 de cada 20 000 varones). Al na- cimiento, los pacientes tienen fenotipo masculino normal con criptorquidia bilateral. No ocurre desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, excepto por escaso vello http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 788 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 73) púbico y axilar que depende de la presencia de andró- genos suprarrenales. Si el paciente no recibe andrógenos desarrollará apariencia eunucoide. No hay ginecomastia. Otras causas de hipogonadismo primario La orquitis, la criptorquidia y los fármacos citotóxicos utilizados en el tratamiento del cáncer pueden causar daño de la espermatogénesis y por lo tanto esterilidad, pero es poco frecuente que causen hipogonadismo evi- dente desde el aspecto clínico. Puede ocurrir insuficiencia testicular como parte de un trastorno autoinmune generalizado, en el que coexis- ten múltiples deficiencias endocrinas primarias. Las patologías granulomatosas sistémicas pueden también involucrar al testículo, ocasionando destrucción de tejido. Es usual que los varones con distrofia miotónica ten- gan testículos pequeños, valores de testosterona bajos en plasma y aumento de LH y FSH. El 50% de los pacientes con insuficiencia renal ex- perimenta disminución de la libido e impotencia asocia- das a alteración en la biosíntesis de testosterona y en la espermatogénesis. Existe en estos casos disminución de testosterona y aumento de las concentraciones de LH y FSH, lo que indica un defecto en el nivel testicular. El trasplante renal exitoso regresa la testosterona al rango normal. TRATAMIENTO El tratamiento del hipogonadismo debe ajustarse a las condiciones del paciente, ya que las necesidades del tra- tamiento varían, es importante tomar en cuenta la edad, el estado de salud o enfermedad y considerar el aspecto reproductivo. Como se mencionó, los pacientes con hipogonadis- mo hipogonadotrópico deben tratarse con testosterona para inducir la virilización o con gonadotropinas si se busca restaurar la fertilidad. Los pacientes con hipogo- nadismo primario por lo general padecen trastornos que afectan la fertilidad en forma irreversible, por lo que la finalidad del tratamiento es sólo la restitución de andró- genos. Existen varios preparados de testosterona entre los que se encuentran formulacionespara uso oral, intra- muscular, transdérmico (parches o geles) y en implantes. Las formulaciones disponibles y con mayor frecuencia empleadas en México son las de aplicación intramuscular que contienen ésteres de testosterona a dosis de 180 a 250 mg, para administrar cada dos a tres semanas o de 1 g para administración cada tres meses. Existe también disponibilidad de testosterona en gel a dosis de 50 mg, para administrar diario. Los efectos en la mejoría de los síntomas atribuibles a la defiencia androgénica son simi- lares entre las diversas formulaciones. Como con cualquier tratamiento, antes de iniciar la terapia de reemplazo con testosterona deben analizar- se los beneficios y los posibles riesgos. Entre los bene- ficios se pueden señalar: mejoría de la libido, aparición o mantenimiento de los caracteres sexuales secundarios, aumento de la masa y la fuerza muscular, reducción de la grasa corporal, disminución de la resorción ósea, au- mento de la formación de hueso y mejoría del estado de ánimo. La terapia con andrógenos está contraindicada en pacientes con cáncer de mama y de próstata, y en casos de policitemia. Los pacientes con hipertrofia prostática benigna se deben tratar con cirugía o tratamiento médico antes de indicar la restitución hormonal y los varones de 40 años de edad o más que ameriten tratamiento deben tener un seguimiento adecuado con antígeno prostático específico y evaluación de la próstata mediante tacto rec- tal una vez por año, ante la posibilidad no demostrada, de desarrollar o empeorar ese trastorno. Otros efectos secundarios son incremento de la gra- vedad de la apnea del sueño, aparición de ginecomastia, retención de líquidos, acné y disminución del colesterol de alta densidad. DISMINUCIÓN DE LA ACCIÓN DE ANDRÓGENOS Las patologías que se deben a defectos en los mecanis- mos de acción hormonal, por lo general, producen alte- raciones de la diferenciación sexual normal y se tratan de manera específica en otro capítulo de esta obra. Los pacientes que portan estos defectos, es común que se de- tecten en la infancia debido a las anormalidades fenotípi- cas que presentan, y no porque se asocien a hipogonadis- mo. Los individuos con fenotipo masculino que portan formas leves de estas alteraciones se diagnostican en la edad adulta, por lo general por presentar infertilidad. La disminución en la acción de los andrógenos pue- de originarse por mutaciones esporádicas o familiares del gen del receptor de andrógenos que causan ausencia o defecto del receptor, o bien defectos posreceptor. Los pacientes pueden presentar: a) genitales externos feme- ninos, buen desarrollo mamario y amenorrea primaria, con testículos en el canal inguinal (feminización testicu- lar completa); b) genitales moderados ambíguos que al nacimiento permiten identificar al paciente como varón, ginecomastia y azoospermia (síndrome de Reifenstein); y c) una forma leve con genitales externos masculinos y testículos descendidos pero con espermatogénesis de- fectuosa y oligospermia. La ginecomastia es frecuente en estos casos. Los estudios hormonales muestran testoste- rona y gonadotropinas elevadas. La deficiencia de 5a reductasa es una causa menos frecuente de seudohermafroditismo masculino. Se origi- na por una mutación del gen de la enzima 5a reductasa tipo II, localizado en el cromosoma 2. Como se men- cionó, esta enzima convierte a la testosterona en DHT. Los pacientes desde el aspecto genético son varones, sin embargo, por la ausencia de actividad de la enzima, no presentan un fenotipo masculino normal; los genitales externos pueden tener aspecto ambigüo o femenino y los testículos pueden encontrarse en los labios mayores, http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. El testículo y su alteración endocrina 789 el canal inguinal o el abdomen. Los valores de testoste- rona son altos en estos casos y los de DHT bajos o inde- tectables. Otras alteraciones de la diferenciación sexual masculina A continuación se mencionan en forma breve algunos de los padecimientos de este grupo. La aplasia de células de Leydig, es una causa rara de genitales ambíguos en varones. El grado de ambigüedad es variable, puede encontrarse escroto bífido, falo con apariencia de clítoris, seno urogenital y bolsa vaginal cie- ga. En otros casos, puede haber aspecto característico fe- menino y detectarse la alteración en la adolescencia por amenorrea primaria. Las gónadas suelen localizarse en el canal inguinal. El diagnóstico diferencial debe incluir a la anorquia bilateral, defectos en la biosíntesis de testos- terona, resistencia a los andrógenos y deficiencia de 5a reductasa. Las mutaciones que afectan las enzimas necesarias para la biosíntesis de testosterona también originan gra- dos variables de ambigüedad genital. BIBLIOGRAFÍA Aksglaede L, Juul A: Testicular function and fertility in men with Klinefelter syndrome: A review. Eur J Endocrinol 2013;168(4):R67-R76. Braunstein GD: Testículos. En: Greenspan FS, Gardner DG, editores. Endocrinología básica y clínica, 5a ed. México: Manual Moderno, 2003;469-502. Corona G, Rastrelli G, Monami M et al.: Body weight loss re- verts obesity-associated hypogonadotropic hypogonadism: A systematic review and meta-analysis. Eur J Endocrinol 2013;168(6):829-843. 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