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Colegio La Santa Unión de Los SS.CC. 5to. Año Ciencias Naturales Literatura Prof. Laura Giecco 1 Boccaccio y el preludio del Renacimiento El Decamerón fue escrito entre los años 1351 y 1353, y está enmarcado en la peste bubónica (peste negra) que asoló Florencia en 1348. Si bien estas fechas lo definirían como una expresión literaria medieval, sus elementos de ruptura lo ubican en el Prerrenacimiento: un período de transición entre las expresiones típicas de la Edad Media y las Renacentistas. En el seno del Renacimiento italiano, surge una corriente intelectual denominada humanismo cuyos máximos exponentes literarios son Dante Alighieri, Francesco Petrarca y el autor de El Decamerón, Giovanni Boccaccio. El humanismo vuelve su mirada a la Antigüedad clásica y propone una nueva concepción del ser humano, de carácter más individualista. En esta época comienzan a proponerse otras representaciones artísticas; nace, así, una estética que refleja con más realismo la naturaleza humana y abandona los motivos religiosos. Características renacentistas En esta obra se reflejan temáticas propias del Prerrenacimiento, cuyo origen se vincula con el surgimiento del comercio como forma de vida. Es en esa época que surgen las ciudades y, con ellas, la burguesía. Como la ciudad de Florencia fue el epicentro del Renacimiento, resulta lógico que una obra allí contextualizada presente los primeros rasgos de la literatura renacentista. Estos son: Mayor extensión: “El Decamerón” se propone como un texto extenso frente a las nouvelles (novelas de extensión breve) frecuentes en la época. Lengua romance: la de Boccaccio es la primera obra en prosa que adopta el italiano, lengua romance, en reemplazo del habitual y consagrado latín. Temática: se presenta un amor sensual alejado del modelo medieval. En esta obra, hombres y mujeres se muestran interesados por el amor carnal. Condición humana de los protagonistas: ya no se trata de personajes nobles o héroes consagrados, sino individuos comunes que pueden encontrarse en cualquier ciudad de la época. Así, los relatos poseen una clara mirada antropocéntrica. Este carácter humanista se ve también en el tópico del cape diem (“aprovecha el día”). En El Decamerón frente a la mortalidad que provoca la peste, el carpe diem parece ser la única posibilidad. La peste, un marco para la narración En la obra, la peste que sirve como marco es descripta de manera minuciosa, como una situación extrema que pone en crisis a la humanidad. En una época con escaso desarrollo de la medicina y nulas nociones de higiene, las enfermedades se propagan a Colegio La Santa Unión de Los SS.CC. 5to. Año Ciencias Naturales Literatura Prof. Laura Giecco 2 gran velocidad; los cadáveres y sus pertenencias se quemaban para evitar el contagio y porque los cementerios no tenían más espacio. Esto generó una destrucción de las normas que sostenían el entramado social. Por otro lado, la contemplación cercana de la muerte promovió una mirada más lúcida sobre la vida. Además, en la época, la peste era vista como castigo divino. En el Decamerón, frente a este escenario, un grupo de jóvenes ociosos se retira al campo para preservar su vida. La narración de historias, símbolo de la humanidad desde sus orígenes, opone la civilización al caos. Esos diez días serán un medio para la regeneración. De esta manera, la obra se presenta como una reivindicación del rol esencial que tiene la literatura en la vida del ser humano. La estructura utilizada por Boccaccio, sumamente original para la época, se denomina relato enmarcado: un narrador, o varios, introducen un relato nuevo (cada una de las cien historias de “El Decamerón”) dentro del relato general que se está narrando (la huida de la ciudad a causa de la peste). La situación de comunicación que incluye, por un lado, al autor como primer narrador que se dirige a sus lectores y, por el otro, a los personajes como narradores internos que se dirigen a los otros personajes (narratarios) constituye no solo una innovación, sino que además permite incorporar distintas opiniones. El renacimiento La Edad Media fue un extenso período histórico, social y cultural que se extendió, aproximadamente, entre los siglos V y XV. Durante ese período, tuvo lugar una gran diversidad de manifestaciones estéticas, que llegaron a su apogeo en los últimos siglos, a los que se considera Prerrenacimiento. El Renacimiento surgió en Italia a fines del siglo XIII e inicios del siglo XIV, pero recién un siglo después sus ideas adquieren relevancia en España. Estas ideas llegan a la península en un momento en la Corona se veía fortalecida. Reforma y Contrarreforma Tras la llegada a América, España se dedicó a extender la religión católica en los nuevos territorios, pero, hacia 1530, la Reforma protestante puso en cuestión el poder de la Iglesia. Comenzaron a desatarse fuertes enfrentamientos en diversos territorios. La respuesta de la Iglesia se denominó Contrarreforma y se creó el Tribunal del Santo Oficio para vigilar y castigar a quienes no respetaban las normas y los valores tradicionales. Tal circunstancia puede explicar el anonimato de Lazarillo de Tormes. El hombre renacentista: un lugar en el mundo El Renacimiento se opuso a la Edad Media en su concepción del ser humano y su relación con el mundo. El Renacimiento consideraba al ser humano como centro de toda su actividad. Esta valoración se denomina antropocentrismo: el sujeto renacentista, sin Colegio La Santa Unión de Los SS.CC. 5to. Año Ciencias Naturales Literatura Prof. Laura Giecco 3 abandonar su visión cristiana, comienza a ver su figura como preponderante y a cuestionarse qué significa ser un humano. Dicha tendencia se manifiesta también en otras características del período: Redescubrimiento de las culturas griega y romana: los artistas de este movimiento cultura buscaron en los modelos de la cultura clásica la inspiración para sus obras pero desde una óptica cristiana. Nueva concepción de la naturaleza: la experimentación científica y la filosofía instauraron la idea de una naturaleza al servicio del ser humano. Valoración del cuerpo y de la inteligencia humana: la belleza de las formas humanas y la búsqueda del conocimiento dan una imagen global del hombre. El arte renacentista: equilibrio y razón Tanto los modelos de la cultura clásica como la valoración de la inteligencia humana tienen repercusiones en las manifestaciones del arte renacentista: La representación humana se basa en los cuerpos de la escultura clásica. La razón predomina por sobre los sentimientos. Se le dan gran atención a la expresión de las figuras, al estudio de la luz en los cuadros y a la búsqueda de la perspectiva. El artista recrea la naturaleza y coloca al ser humano dentro de ella.
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