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SISTEMA DIGESTIVO - GLANDULAS

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Sistema 
b 
estivo: 
Las glándulas extramurales del sistema digestivo inclu-
\ en las glándulas salivales mayores relacionadas con la cavidad 
bucal (parótidas, submaxilares y sublinguales), el páncreas, el 
hígado y la vesícula biliar. Cada una de estas glándulas tiene 
múltiples funciones que contribuyen al proceso digestivo. 
Los productos secretOlios de estas glándulas se llevan a la luz 
del tubo alimenticio por un sistema de conductos. 
Las glándulas salivales facilitan el proceso de saborear 
el alimento, iniciar su digestión y permitir su deglución 
mediante la producción de saliva. Estas glándulas también 
protegen el cuerpo al secretar los agentes antibacteria-
nos lisozima y lactoferrina, así como la inmunoglobulina 
secretoria IgA. 
El páncreas elabora un líquido rico en bicarbonato que 
amortigua el quimo ácido y produce las enzimas necesarias 
para la digestión de grasas , proteínas y carbohidratos. Las 
,ecreciones exocrinas del páncreas se liberan a la luz del 
duodeno según se requieran. Además el páncreas sintetiza 
\ libera hormonas endocrinas, incluso insulina, glucagon, 
somatostatina, gastrina y polipéptido pancreático. 
La bilis, la secreción exocrina del hígado, es necesaria 
para la absorción apropiada de lípidos , en tanto que muchas 
ele las funciones endocrinas hepáticas son esenciales para 
la vida. Estas comprenden metabolismo de proteínas , 
lípidos y carbohidratos; síntesis de proteínas y factores 
hematológicos; elaboración de vitaminas, y destoxificación 
de toxinas de origen sanguíneo. La vesícula biliar concentra 
y almacena bilis hasta que se libera a la luz del duodeno. 
GLANDULAS SALIVALES MAYORES 
Hay tres pares de glándulas salivales mayores: parótidas, 
submaxilares y sublinguales. 
Las principales glándulas salivales son las parótidas , 
las submaxilares y las sublinguales en pares. Son glán-
dulas tubuloalveolares ramificadas cuya cápsula de tejido 
conectivo proporciona tabiques que subdividen la glándula 
en lóbulos y lobulillos. Los ácinos individuales también 
están recubiertos por elementos de tejido conectivo del-
/ 
an 
• • • 
gado. Los componentes vasculares y neurales de las glándu-
las llegan a las unidades secretorias a través de la estructura 
de tejido conectivo. 
Regiones de la glándula salival 
Cada una de las principales glándulas salivales tiene 
una porción secretoria y un conducto (fig. 18-1). 
Porciones secretorias 
Las porciones secretorias de las glándulas salivales se 
componen de células secretorias serosas, de moco, 
o ambas, dispuestas en ácinos (alveolos) o túbulos 
recubiertos por células mioepiteliales. 
Tres tipos de células constituyen las porciones secre-
torias, dispuestas en túbulos y ácinos: 
1. Las células serosas son células seromucosas porque 
secretan tanto proteína como una cantidad considerable 
de polisacáridos. Estas células semejan pirámides trun-
cadas y tienen un núcleo, redondo, que se localiza en la 
base, retículo endoplásmico rugoso (RER) y complejo 
de Golgi bien desarrollados , múltiples mitocondrias 
basales y gránulos secretorios abundantes ricos en 
ptialina (amilasa salival ) situados apicalmente. Las 
superficies basales de las membranas celulares laterales 
forman uniones estrechas entre sí. Los canalículos 
intercelulares se comunican con la luz en la zona apical 
a las uniones estrechas. El plasmalema basal a las 
uniones estrechas forma muchas prolongaciones que 
se interdigitan con las de células vecinas. 
2. Las células mucosas son de forma similar a las células 
serosas . Sus núcleos también se sitúan en la base pero 
son aplanados en lugar de redondos (fig. 18-2). La po-
blación de organelos de estas células difiere de la de las 
células serosas en que las células secretorias de moco 
tienen menos mitocondrias , un RER menos extenso y 
un aparato de Golgi bastante más grande, que indica 
el mayor componente de carbohidratos de su producto 
393 
394 ••• Sistema digestivo: glándulas 
Acino seroso 
Célula 
serosa 
Célula ~ 
mioepitelial ~//,¡ 
Conducto 
I 
Célula 
intercalar 
serosas 
Célula 
mucosa 
Célula del conducto 
estriado 
Fig. 18-1. Esquema del ácino, los conductos y los tipos de glándu la 
salival. 
• 
" 
, 
M , . 
• • 
Fig. 18-2. Fotomicrografía de la glándula sublingual de mono que 
mues tra ácinos mucosos (M) con semilunas serosas (5) (X.540). 
secretorio (fig. 18-3). La región apical del citoplasma 
está ocupada por gránulos secretorios en abundancia. 
Los canalículos y las prolongaciones intercelulares de 
las membranas celulares basales son mucho menos 
extensos que los de las células serosas . 
3. Las células mioepiteliales (células en canasta) 
comparten la lámin a basal de las células acinares . 
Tienen un cuerpo celular que incluye el núcleo y 
varias prolongaciones largas que envuelven los ácinos 
secretorios y los conductos intercalares (véase fig. 18-1). 
El cuerpo celular contiene un complemento pequeño de 
organelos además del núcleo y hace inserciones hemi-
desmosómicas con la lámina basal. Las prolongaciones 
citoplásmicas, que forman contactos desmosómicos con 
células acinares y del conducto, son ricas en actina 
y miosina; en micrografías e lectrónicas estas prolonga-
ciones semejan células de músculo liso. Conforme las 
prolongaciones de las células mio epiteliales se contraen , 
presionan los ácinos y facilitan la liberación del producto 
secretorio al conducto de la glándula. 
Porciones del conducto 
Los conductos de las glándulas salivales mayores están 
muy ramificados y varían de conductos intercalares 
muy pequeños a conductos principales (terminales) muy 
grandes. 
Las porciones ductales de las glándulas salivales mayores 
son estructuras muy ramificadas . Las ramas más pequeñas 
del sistema de conductos son los conductos intercalares , 
a los que se unen los ácinos secretorios (y los túbulos). Estos 
conductos pequeños se componen de una capa de células 
cuboides pequeñas y poseen algunas células mioepiteliales . 
Surgen varios conductos intercalares unos con otros para 
formar conductos estriados, compuestos de una capa 
de células cuboides a cilíndricas bajas (véase fig. 18-1). 
Las membranas basolaterales de estas células están muy 
plegadas y subdividen el citoplasma en compartimientos 
longitudinales ocupados por mitocondrias alargadas . Las 
membranas celulares basolaterales de estas células tienen 
trifosfatasa de adenosina sódica (ATP-asa de Na+ ) que 
bombea sodio fuera de la célula al tejido conectivo y de 
ese modo conserva el sodio. 
Los conductos es triados se unen entre sí y forman 
conductos intralobulillares de calibre creciente que 
están rodeados por elementos de tejido conectivo más 
abundante. Los conductos que surgen de los lobulillos se 
unen para form ar conductos interlobulillares, que a su 
vez constituyen conductos intralobares e interlobares . 
El conducto terminal (principal) de la glándula lleva 
saliva a la cavidad bucal. 
Salivón 
Según algunos autores el ácino, los conductos interca-
lares y los estriados conform an en conjunto el salivón, la 
unidad fun cional de una glán dula salival. 
Fig. 18-3. Micrografía electrónica de la glúndula sublin-
gual de rata que muestra gránulos serosos y mucosos en el 
citoplasma de sus células acinares ( X:5 400 ), (Tomado de Recl-
man RS, Ball ,VD: Cytodifferentiation of secretorv cells in the - , 
sublingual glancls of the prenatal rat: A histologi cal, histoche-
mical, and ultrastructural study, Am J Anat 1.53:367-:390, 1978, 
Copyright © 1978. Reimpreso con autorización de Wiley-Liss, 
[nc" una subsicliaria cle Jolm vViley & Sons , [nc, ) 
Histofisiología de las glándulas salivales 
Las células secretorias de 105 ácinos producen saliva 
primaria que 105 conductos estriados modifican para 
formar saliva secundaria. 
, 
~ , " 
Las glándulas salivales mayores producen alrededor 
de 700 a 1 100 mI de saliva al día. Las glándulas salivales 
menores se localizan en la mucosa y la submucosa de 
la cavidad bucal, pero sólo contribuyen con .5%de la 
producción total diaria de saliva. Para funcionar a este nivel 
las glándulas salivales tienen un riego extraordinariamente 
abundante. De hecho se estima que el índice basal de 
flujo sanguíneo a las glándulas salivales es 20 veces mayor 
que el flujo de sangre al músculo esquelético. Durante la 
secreción máxima el flujo sanguíneo aumenta en forma 
correspondiente. 
La saliva tiene múltiples funciones: lubrica y asea la 
cavidad bucal, posee actividad antibacteriana, participa en 
la sensación de gusto al disolver el material alimenticio , 
contribuye a la digestión inicial por acción de la ptialina 
Sistema digestivo: glándulas __ _ 395 
(amilasa salival) y la lipasa salivales, ayuda a la deglución 
al humedecer el alimento y permitir que se form e el bolo, 
y participa en el proceso de coagulación y cicatrización 
de heridas por los factores de coagulación y el factor de 
crecimiento epidérmico que contiene. 
La saliva elaborada por las células acinares, llamada 
saliva primaria, es isotónica con el plasma. La saliva 
primaria es modificada por las células de los conductos es-
triados que remueven iones de sodio y cloruro de la misma, 
y secretan a ella iones de potasio y bicarbonato. Después 
esta secreción alterada se denomina saliva secundaria. 
Las células acinares v de los conductos también sinte-, 
tlzan el componente secretorio necesario para transferir 
IgA del tejido conectivo a la luz de los ácinos secretorios 
(o conductos ). La IgA secretoria forma complejos con 
antígenos en la saliva y sus efectos perjudiciales disminuyen. 
La saliva también contiene lactoferrina, lisozima y además 
iones tiocianato. La lactoferrina une hierro, un elemento 
esencial para el metabolismo bacteriano; la lisozima des-
compone cápsulas bacterianas y permite que penetren iones 
de tiocianato, un agente bactericida, a las bacterias. 
396 ••• Sistema digestivo: glándulas 
Asimismo las glándulas salivales secretan la enzima 
calicreÍna al tejido conectivo. Esta enzima penetra en 
el torrente sanguíneo, donde convierte los cininógenos, 
una familia de proteínas del plasma, en bradicinina, un 
vasodilatador que dilata vasos sanguíneos e incrementa el 
flujo de sangre a la región. 
Función de la inervación autónoma 
en la secreción salival 
Las glándulas salivales mayores no secretan en forma 
continua. La actividad secretoria se estimula a través de 
la inervación parasimpática y simpática. La inervación 
puede ser intraepitelial (es decir, formación de un con-
tacto sináptico entre el botón sináptico y la célula acinar) 
o subepitelial. En la inervación subepitelial el extremo 
podálico de los axones no hace contacto sináptico con las 
células acinares; en lugar de ello libera su acetilcolina en la 
cercanía de la célula secretoria, a una distancia aproximada 
de 100 a 200 nm de su plasmalema basal. La célula activada 
en esta forma estimula las células vecinas a través de 
uniones de intersticio para que liberen su producto 
secretorio seroso a la luz de los ácinos. 
La inervación parasimpática es el principal estímulo 
que inicia la salivación y tiene a su cargo la formación de 
una saliva serosa. La acetilcolina, que las fibras nerviosas 
parasimpáticas posganglionares liberan, se une a receptores 
colinérgicos muscarínicos con la liberación consecuente de 
trifosfato de inositol. Este último lleva a cabo la liberación 
de iones calcio, un segundo mensajero , en el citosol , 
que facilita la secreción de saliva serosa de las células 
• acmares. 
Al inicio, la inervación simpática reduce el flujo 
sanguíneo a los salivones, pero esta reducción se revierte 
pronto. La noradrenalina, liberada por fibras simpáticas 
pos ganglionares, se une a receptores adrenérgicos beta y 
como resultado se forma monofosfato de adenosina cíclico 
(cAMP). Este mensaj ero secundario activa una cascada 
de cinasas que ocasiona la secreción de los componentes 
mucoso y enzimático de la saliva por las células acinares. El 
moco se encarga de la adherencia de partículas de alimento 
en el bolo y también de crear una superficie resbalosa que 
facilita la deglución. 
La producción de saliva aumenta tanto por el gusto y 
el olfato del alimento como por el proceso de masticación. 
También se produce un flujo abundante de saliva justo 
antes, durante y después del vómito. Los inhibido res de la 
salivación incluyen fatiga, temor y deshidratación; más aún, 
el flujo salival se reduce de manera considerable cuando 
la persona está dormida. 
Propiedades de las glándulas 
salivales individuales 
Glándula parótida 
Aunque la parótida es físicamente la más grande de las 
glándulas salivales sólo produce 30% de la cantidad total 
de saliva, y la que elabora es serosa. 
La parótida, la glándula salival más grande, pesa alre-
dedor de 20 a 30 g pero sólo produce alrededor de 30% 
de la cantidad total de saliva. Aunque se dice que esta 
glándula elabora una secreción serosa pura, el producto 
secretorio tiene múltiples componentes. Las micrografías 
electrónicas de las regiones apicales de las células serosas 
muestran múltiples gránulos secretorios llenos con un 
producto electrodenso que tiene un núcleo incluso más 
electrodenso cuya composición se desconoce. 
La saliva que la glándula parótida elabora tiene con-
centraciones altas de enzima amilasa salival (ptialina) e 
IgA secretoria. La amilasa salival se encarga de digerir la 
mayor parte del almidón en el alimento y esta digestión 
continúa en el estómago hasta que el quimo ácido inactiva 
la enzima. La IgA secretoria inactiva antígenos localizados 
en la cavidad bucal. 
La cápsula de tejido conectivo de la glándula parótida 
está bien desarrollada y forma numerosos tabiques , que 
subdividen la glándula en lóbulos y lobulillos. El sistema 
de conductos sigue la distribución que se detalló antes. 
Alrededor de los 40 años de edad la glándula es invadida 
por tejido adiposo, que se difunde del tejido conectivo al 
parénquima glandular. 
CORRELACIONES CLlNICAS 
El adenoma pleomorfo benigno, un tumor no 
canceroso de las glándulas salivales , suele afectar la 
parótida y las glándulas submaxilares. Es necesario 
extirpar la glándula parótida con cuidado por la 
presencia del nervio facial dentro de la sustancia 
de la glándula. 
La glándula parótida (yen ocasiones otras glán-
dulas salivales mayores) también se afecta por infec-
ciones virales , que ocasionan paperas, una enferme-
dad dolorosa en niños que puede causar esterilidad 
cuando afecta a adultos. 
Glándula submaxilar 
La glándula submaxilar produce 60% de la cantidad total 
de saliva; aunque elabora una saliva mixta, la principal 
porción es serosa. 
La glándula submaxilar (Hg. 18-4), aunque sólo pesa 
2 a 15 g, elabora cerca de 60% de la producción total de 
saliva. Casi 90% de los ácinos produce saliva serosa, en 
tanto que los ácinos restantes elaboran saliva mucosa. 
Las micrografías electrónicas de las superficies apicales 
de las células serosas muestran productos secretorios 
electrodensos, con un núcleo más denso, dentro de gránu-
los secretorios limitados por membrana. El número de se-
milunas serosas es limitado. Los conductos estriados de 
las glándulas submaxilares son mucho más largos que los 
de las glándulas parótidas o sublinguales; en consecuencia 
los cortes histológicos de esta glándula muestran muchos 
Fig. 18-4. La glándula submaxilar se carac-
teriza por múltiples perfiles de conductos estria-
dos en el corte transversal (x 132). 
perfiles transversales de estos conductos, una característica 
distintiva de la glándula submaxilar. 
La cápsula de tejido conectivo de la glándula submaxilar 
es extensa y forma abundantes tabiques , que subdividen la 
glándula en lóbulos y lobulillos. La infiltración grasa de los 
elementos de tejido conectivo en el parénquima es obvia 
hacia la edad madura. 
Glándula sublingual 
La glándula sublingual, que es muy pequeña, se compone 
sobre todo de ácinos mucosos con semilunas serosas y 
produce una saliva mixta. 
La glándula sublingual,la más pequeña de las tres 
glándulas salivales mayores, tiene forma de almendra, sólo 
pesa 2 a 3 g Y elabora apenas 5% de la producción total de 
saliva. La glándula está compuesta de unidades secretorias 
tubulares mucosas recubiertas por semilunas serosas (véase 
fi g. 18-2). La glándula sublingual produce saliva mixta, 
pero sobre todo mucosa. Entre las células de moco de las 
unidades secretorias se encuentran canalículos intercelu-
lares bien desarrollados. Las micrografías electrónicas de 
las células de las semilunas serosas muestran acumulaciones 
apicales de vesículas secretorias; sin embargo, a diferencia 
de las células de las glándulas parótidas y submaxilares , 
estas vesículas no tienen un núcleo electrodenso (véase 
fig. 18-3). 
Las glándulas sublinguales tienen una cápsula de tejido 
conectivo escasa y su sistema de conductos no forma un 
conducto terminal. En lugar de ello, varios conductos 
se abren en el piso de la boca y en el conducto de la 
glándula submaxilar. Por la organización de los conductos , 
algunos autores consideran que la glándula sublingual 
Sistema digestivo: glándulas ••• 397 
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está compuesta 
-pequenas. 
PANCREAS 
• por vanas subunidades glandulares 
El páncreas es una glándula exocrina que produce 
jugos digestivos y una glándula endocrina que elabora 
hormonas. 
, 
mas 
El páncreas, situado en la pared posterior del cuerpo, 
profundo al pe ritoneo , tiene cuatro regiones: proceso 
uncinado, cabeza, cuerpo y cola. Mide alrededor de 25 
cm de largo, 5 cm de ancho y 1 a 2 cm de grosor, y pesa 
alrededor de 150 g. Su cápsula débil de tejido conectivo 
forma tabiques, que subdividen la glándula en lobulillos. 
Los vasos y los nervios del páncreas , y también su sistema 
de conductos, siguen por estos compartimientos de tejido 
conectivo. El páncreas produce secreciones exocrinas y 
endocrinas. Los componentes endocrinos del páncreas, los 
islotes de Langerhans, están dispersos entre los ácinos 
secretorios exocrinos. 
Páncreas exocrino 
El páncreas exocrina es una glándula tubulocinar com-
puesta que produce a diario alrededor de 1 200 mI de 
un líquido rico en bicarbonato que contiene proenzimas 
digestivas. Cuarenta a 50 células acinares forman un ácino 
redondo a oval cuya luz está ocupada por tres o cuatro 
células centroacinares, el inicio del sistema de conductos 
del páncreas (fig. 18-5). La presencia de células centroaci-
398 ••• Sistema digestivo: glándulas 
, CC>ndl leto pancreático 
intralobulil~l~a~r·------+--
Conducto intercalar ----j,,; 
Islote de Langerhans 
Cél 
centroaeinar 
Célula acinar -----~~ O ,::::...-
pancreática ~=~:::~ - 1-<' 
ACINO PANCREATICO 
RErugoso--______ ~ 
Golgi ______ -.! 
Gránulos de cimógeno ""':-----' 
Capilar 
CELULA ACINAR PANCREATICA 
<:> 
c ___ 
CELULA CENTROACINAR 
Ca los 
intercelulares 
Fig. 18-5. Esquema del páncreas que muestra ácinos secre torios, sus tipos celulares v los islotes endocri nos de Langerhan s. 
nares en el centro del ácino es una característica distintiva 
de esta glándula. 
Porciones secretoria y de conductos 
Las células acinares del páncreas tienen receptores 
para colecistocinina y acetilcolina, en tanto que las 
células centroacinares y 105 conductos intercalares poseen 
receptores para secretina y tal vez acetilcolina. 
La forma de cada célula acinar es similar a una 
pirámide truncada con su base sobre la lámina basal que 
separa las células acinares del compartimiento de tejido 
conectivo. El núcleo redondo de la célula se localiza en la 
base y se rodea de citoplasma basófilo (fig. 18-6). E l vérti-
ce de la célula, que queda frente a la luz del ácino, está lleno 
de gránulos secretorios (gránulos de cimógeno) que 
contienen proenzimas, cuya cantidad disminuye después de 
una comida. La región de Golgi, localizada entre el núcleo 
y los gránulos de cimógeno, varía de tamaño en relación 
inversa con la concentración de gránulos de cim ógeno. 
-
Las membranas celulares basales de las células acinares 
tienen receptores para la hormona colecistocinina y el 
neurotransmisor acetilcolina liberado por fibras nerviosas 
parasimpáticas posganglionares. Las micrografías electró-
nicas de las células acinares muestran abundancia de RER 
localizado en la base, un abastecimiento abundante de 
polisomas y múltiples mitocondrias que muestran gránulos 
de matriz. El aparato de Golgi está bien desarrollado pero 
varía de tamaño: es más pequeño cuando los gránulos 
de cimógeno son numerosos y más grande cuando estos 
últimos liberan su contenido. 
Los gránulos de cimógeno pueden liberar su contenido 
en forma individual o bien varias vesículas secretorias se 
fusionan entre sí y forman un conducto a la luz del ácino 
desde el citoplasma apica!. 
El sistema de conductos del páncreas se inicia en 
el centro del ácino con la te rminal de los conductos 
intercalares, compuestos de células centroacinares 
cuboides bajas, pálidas (véanse figs. 18-5 y 18-6). Tanto 
las células centroacinares como los conductos intercalares 
tienen receptores en su plasmalema basal para la hormona 
secretina y tal vez acetilcolina liberada por fibras parasim-
Fig. 18-6. Fotomicrografía de páncreas exocrino de mono (x .540). 
páticas posganglionares. Los conductos intercalares se 
unen unos con otros para formar conductos intralobu-
Ii llares más grandes, varios de los cuales convergen para 
constituir conductos interlobulillares. Estos conductos 
están rodeados por una cantidad considerable de tejido 
conectivo y llevan su contenido al conducto pancreático 
principal, que se une al colédoco antes de abrirse en el 
duodeno a través de la papila de Vater. 
Histofisiología del páncreas exocrino 
Las células acinares producen y liberan enzimas digestivas, 
en tanto que las centroacinares y las de los conductos 
intercalares liberan una solución amortiguadora rica 
en bicarbonato. 
Las células acinares del páncreas exocrino elaboran, 
ahmlcenan y liberan un gran número de enzimas: amilasa 
pancreática, lipasa pancreática, ribonucleasa, desoxirri-
bonucleasa (DNA-asa) y las proenzimas tripsinógeno, 
qu imiotripsinógeno, procarboxipeptidasa y elastasa. Las 
células también producen inhibidor de tripsina, una 
proteína que protege la célula de la activación intracelular 
accidental de tripsina. 
La liberación de las enzimas pancreáticas se efectúa 
mediante la hormona colecistocinina (pancreocim ina) 
Sistema digestivo: glándulas ••• 399 
elaborada por células del SNED del intestino delgado (en 
especial del duodeno) y también por la acetilcolina que 
las fibras parasimpáticas posganglionares liberan. 
Las células centroacinares y los conductos intercalares 
elaboran un líquido seroso alcalino rico en bicarbonato, 
que neutraliza y amortigua el quimo ácido que penetra al 
duodeno. Este líquido contiene muy pocas enzimas y se 
libera por acción de la hormona secretina, elaborada por 
células enteroendocrinas del intestino delgado y tal vez, 
en conjunto con acetilcolina, de las fibras parasimpáticas 
posganglionares. En consecuencia las secreciones ricas en 
enzimas y deficientes en enzimas se regulan por separado y 
las dos secreciones pueden liberarse en momentos distintos 
o de manera concomitante. 
El mecanismo supuesto de la secreción de ion bicar-
bonato es facilitado por la enzima anhidrasa carbónica, 
que cataliza la formación de ácido carbónico (H2C03) a 
partir de agua ( H ~O ) y dióxido de carbono (COz). En el 
medio acuoso del citosol, el HZC03 se disocia para form ar 
H + y HC03-, este último se transporta de manera activa a 
la luz del conducto en tanto que el ion hidrógeno (H +) se 
lleva a los elementos de tejido conectivo. 
CORRELACIONES CLlNICAS 
En ocasiones las enzim as pancreáticas digestivas 
se activan dentro del citoplasma de las células 
acinares y causan pancreatitis aguda, que suele 
ser mortal. Las alteraciones histológicas incluyen 
reacción inflamatoria, necrosis de vasos sanguíneos, 
proteólisisdel parénquima pancreático y destrucción 
enzimática de células adiposas no sólo dentro del 
páncreas sino también en la región circundante de 
la cavidad abdominal. 
El cáncer pancreático es la quinta causa prin-
cipal de mortalidad por todos los cánceres y cada año 
mueren alrededor de 25 000 personas en Estados 
Unidos. Menos de 50% de los pacientes sobrevive 
más de un año y menos de 5%, cinco años. Los 
varones son más susceptibles a esta enfermedad. 
Los fum adores de cigarrillos tienen un riesgo 70% 
mayor de desarrollar cánceres pancreáticos que 
quienes no fuman. 
Páncreas endocrino 
El páncreas endocrino está compuesto por agregados 
esféricos de células que se conocen como islotes de 
Langerhans, dispersos entre los ácinos. 
Cada islote de Langerhans es un conglomerado esfé-
rico de alrededor de 3 000 células con un riego abundante . 
Cerca de 1 millón de islotes distribuidos en la totalidad del 
páncreas del hombre constituyen el páncreas endocrino. 
Se encuentra una cantidad un poco mayor de islotes en la 
cola que en las regiones restantes . Cada islote está rodeado 
por fibras reticulares, que tam bién penetran en la sustancia 
400 ••• Sistema digestivo: glándulas 
del islote para circundar las redes capilares que lo invaden 
(fig. 18-7; véase fig. 18-5). 
Células que componen los islotes 
de Langerhans 
El parénquima de cada islote de Langerhans se com-
pone de cinco tipos de células: beta (f3), alfa (a ), delta 
(8), PP Y G. Estas células no pueden diferenciarse unas de 
otras mediante el examen histológico de rutina, pero los 
procedimientos inmunocitoquímicos permiten reconocer-
las. Las micrografías electrónicas también muestran las 
características que distinguen a las diversas células, en 
especial el tamaño y la electro densidad de sus gránulos 
(fig. 18-8). De otra manera las células no muestran carac-
terísticas morfológicas raras sino que semejan células 
que se especializan en la síntesis de proteínas. En el 
cuadro 18-1 se presentan las características distintivas, las 
localizaciones y las hormonas que estas células sintetizan. 
Histofisiologia del páncreas 
endocrino 
Las células de los islotes de Langerhans producen 
insulina, glucagon, somatostatina, gastrina y polipéptido 
pancreático. 
Las dos hormonas que el páncreas endocrino elabora 
en las cantidades mayores - insulina y glucagon- actúan 
Fig. 18-7. Fotomicrografía de páncreas humano que mues tra ácinos 
secretorios y un islote de Langerhans (1) ( X 132). 
para disminuir e incrementar los valores de la glucemia, 
respectivamente. 
La producción de insulina se inicia con la síntesis de 
una cadena polipeptídica única, preproinsulina, en el 
RER de las células beta. 
Dentro de las cisternas del RER este producto inicial 
se convierte en proinsulina por segmentación enzimática 
de un fragmento polipeptídico. Dentro de la red de Golgi 
trans la proinsulina se agrupa en vesículas recubiertas 
con clatrina, que pierden esta última capa conforme se 
trasladan al plasmalema. Un segmento de la molécula de 
proinsulina cerca de su centro se elimina por autoescisión 
y de ese modo forma insulina, que está compuesta por 
dos cadenas polipeptídicas cortas enlazadas por uniones 
disulfuro. La insulina se libera al espacio intercelular en 
respuesta a un incremento de la glucemia, como ocurre 
después de consumir una comida abundante en carbohi-
dratos. 
La insulina liberada se une a receptores de insulina 
de la superficie celular en muchas células, en especial de 
músculo esquelético, hígado y adiposas. Las membranas 
plasmáticas de estas células también tienen proteínas de 
transporte de glucosa, permeasa de glucosa (unidades 
de transporte de glucosa), que se activan para captar 
glucosa y en consecuencia disminuyen la glucemia. Resulta 
de interés que las vesículas subplasmalemales, ricas en 
permeasa de glucosa, se añaden a la membrana celular 
durante la estimulación de la insulina y regresan a su 
posición intracelular cuando los valores de insulina se 
reducen. 
El glucagon, una hormona peptídica elaborada por 
células alfa, se libera en respuesta a una glucemia baja. 
Como en la producción de insulina, primero se produce 
una prohormona y se somete a segmentación proteolítica 
para proporcionar la hormona activa. El glucagon actúa 
sobre todo en hepatocitos y conduce a que estas células 
activen enzimas glucogenolíticas, que descomponen el 
glucógeno en glucosa, que se libera al torrente sanguíneo 
e incrementa la glucemia. El glucagon también activa las 
enzimas hepáticas que se encargan de la gluconeogénesis 
(síntesis de glucosa a partir de fuentes no carbohidratos) 
si el depósito intracelular de glucógeno de los hepatocitos 
se agota. 
La somatostatina, elaborada por células delta, tiene 
efectos tanto paracrinos como endocrinos . Los efectos 
paracrinos de la hormona consisten en inhibir la liberación 
de hormonas endocrinas por células alfa y beta cercanas. 
Sus efectos endocrinos se manifiestan en células de músculo 
liso del tubo digestivo y la vesícula biliar, y reducen la 
motilidad de estos órganos. La somatostatina se libera en 
respuesta al incremento de las concentraciones de glucosa. 
aminoácidos o quilomicrones en sangre que ocurre después 
de una comida. 
La gastrina, liberada por células G, estimula la libera-
ción gástrica de HC1, la motilidad y el vaciamiento gástricos, 
y el índice de división celular en células regenerativas 
gástricas. 
El polipéptido pancreático, una hormona que las 
células PP elaboran, inhibe las secreciones exocrinas del 
, 
pancreas . 
Fi g. 18-8. Micrografía electrónica d e células 
a (A) y f3 (B ) del islote d e Langerhan s de conejo 
x .5 (40). (Tomado de Jorns A, Grube D: The 
endocrine pancreas of glucagon-iml1111nizeel an el 
somatos tatin-il11J1l11nized rabbits. Cell Tissue 
Res 26.5:261-273, 1991. ) 
CORRELACIONES CLlNICAS 
La diabetes mellitus es un trastorno metabólico 
hiperglucémico que resulta de 1) falta de producción 
de insulina por células ¡3 de los islotes de Langerhans 
o 2) receptores de insulina defectuosos en las células 
blanco. Hay dos formas principales de diabetes 
mellitus , tipo 1 y tipo 2 (cuadro 18-2). La incidencia 
del tipo 2 es casi cinco a seis veces mayor que 
la del tipo 1. Cuando no se controlan, ambos tipos de 
diabetes pueden tener secuelas debilitantes, incluso 
trastornos circulatorios , insuficiencia renal, ceguera, 
Sistema digestivo: glándulas __ _ 401 
gangrena, apoplejía e infartos del miocardio. El 
resultado de laboratorio más importante que indica 
diabetes es una concentración elevada de glucosa en 
sangre después de ayuno durante toda la noche . 
La diabetes tipo 1 (diabetes dependiente de 
insulina; diabetes de inicio juvenil) suele afectar a 
personas menores de 20 años de edad. Se caracteriza 
por los tres signos cardinales de polidipsia (sed 
constante), polifagia (hambre excesiva) y poliuria 
(micción exagerada). La diabetes tipo 2 (diabetes 
no dependiente de insulina) es la más común y suele 
afectar a personas mayores de 40 años de edad. 
Cuadro 18-1. Células y hormonas de los islotes de langerhans 
% del Hormona y peso 
Célula total Localización Estructura fina ele los gránulos molecular Función 
70% Dispersas en todo el 300 nm de diámetro; gránulo Insulina, 6 000 Da Disminuye la glucemia 
islote (pero concen- de núcleo denso rodeado por 
tradas en el centro) un halo electro lúcido ancho 
20% Periferia del islote 250 nm de diámetro; gránulo Glucagon, 3 500 Da Aumenta la glucemia 
de núcleo denso con un halo 
electrolúcido estrecho 
5% Dispersas en todo el 350 nm de diámetro; gránulo Somatostatina, 1 640 Paracrina: inhibe la liberación de 
islote electro lúcido homogéneo Da hormonas 
Enelocrina: reduce contracciones 
del tubo digestivo y los múscu-
los lisos de la vesícula biliar 
G 1% Dispersas en todo el 300 nm de diámetro Gastrina, 2 000 Da Estimula la producción de ácido 
islote clorhídrico por células parieta-
les del estómago 
pp 1% Dispersas en todo el 180 nm elediámetro Polipéptielo pan- Inhibe las secreciones exocrinas 
(F ) islote creático, 4 200 Da del páncreas 
402 ••• Sistema digestivo: glándulas 
Cuadro 18-2. Comparación de las diabetes mellitus tipo 1 y tipo 2 
Tipo 
Sinónimos 
comunes C aracterísNcas clínicas Peso elel paciente 
Componente 
hereditario 
Islotes ele 
Langerhans 
Tipo 1 
(depen-
diente de 
insulina) 
Diabetes de . . . 
InICIO 
juvenil; 
diabetes 
juvenil; 
diabetes 
idiopática 
Inicio súbito de sínto-
mas; edad menor de 
20 años; valor de insu-
lina en sangre dismi-
nuido; la cetoacidosis 
Normal (o pérdida de 
peso a pesar de 
mayor ingesta de 
alimento) 
Alrededor de 50% 
de concordancia en 
gemelos idénticos ; 
factores ambien-
tales importantes 
en el desarrollo de 
la enfermedad 
Disminución del 
tamaño y número 
de células 13; los 
islotes están atro-
fiados y fibrosos 
• • es comun; presenCIa 
de anticuerpos contra 
células 13; posible 
enfermedad autoin-
munitalia; reacción a 
la insulina; polifagia, 
polidipsia, poliuria 
Tipo 2 (no 
depen-
diente de 
insulina) 
Diabetes de 
• • • lnIClO en 
el adulto; 
diabetes 
resistente 
a cetosis 
Inicio después de los 
40 años de edad· dis-, 
minución leve de los 
valores sanguíneos de 
insulina; cetoacidosis 
rara; sin anticuerpos 
contra células 13; dete-
rioro de la liberación 
de insulina; resistente 
a insulina; disminu-
ció n del número de 
receptores de 
80% de las personas 
afectadas tiene obe-
sidad 
Cerca de 90 a 100% 
de concordancia en 
gemelos idénticos 
Cierta disminución 
del número de 
células 13; 
amilina en el 
tejido que rodea 
las células 
HIGADO 
insulina; deterioro del 
señalamiento posrre-
ceptor 
El hígado, que pesa alrededor de 1500 g, es la glándula 
más grande del cuerpo. Se localiza en el cuadrante superior 
derecho de la cavidad abdominal, justo abajo del dia-
fragma. El hígado se subdivide en cuatro lóbulos -derecho, 
izquierdo, cuadrado y caudal- de los que los dos primeros 
constituyen su mayor parte (fig. l8-9A). 
De manera similar al páncreas, el hígado tiene funciones 
tanto endocrina como exocrina; sin embargo, a diferencia 
del páncreas, en el hígado la misma célula (el hepatocito) 
tiene a su cargo la formación de la secreción exocrina 
hepática, la bilis, y sus múltiples productos endocrinos. 
Además los hepatocitos convierten sustancias nocivas en 
materiales no tóxicos que se excretan en la bilis. 
Estructura hepática general 
y aporte vascular 
La superficie cóncava, inferior; del hígado aloja el hilio 
hepático, a través del cual la vena porta y la arteria 
hepática llevan sangre al hígado, y los conductos hepáticos 
drenan la bilis del hígado. 
Con excepción del área desnuda, el hígado está envuelto 
por completo por peritoneo, que forma un recubrimiento 
de epitelio escamoso simple sobre la cápsula (cápsu-
la de Glisson) de la glándula de tejido conectivo denso, 
irregular. La cápsula de Glisson se une en forma laxa a 
la totalidad de la circunferencia del hígado, excepto en el 
hilio, donde penetra en el hígado y forma un conducto para 
los vasos sanguíneos y linfáticos , y los conductos biliares. 
El hígado es poco común porque sus elementos de tejido 
conectivo son escasos; por tanto casi la totalidad del hígado 
está compuesta por células parenquimatosas uniformes , 
los hepatocitos. 
La parte superior del hígado es convexa, en tanto que su 
región inferior presenta una indentación similar a un hilio, 
el hilio hepático. El hígado tiene un aporte sanguíneo 
doble: recibe sangre oxigenada de la arteria hepática 
izquierda y la arteria hepática derecha (25%), y sangre 
rica en nutrientes a través de la vena porta (75% ). Ambos 
vasos penetran en el hígado por el hilio hepático. La sangre 
sale del hígado en la superficie posterior del órgano a 
través de las venas hepáticas, que vierten su contenido 
en la vena cava inferior. La bilis también sale del hígado 
por el hilio hepático, a través de los conductos hepáticos 
derecho e izquierdo , por los que se libera a la vesícula 
biliar para su concentración y almacenamiento. 
Sistema digestivo: glándulas a a a 403 
---:-_~~>----::::::>r-~ Lóbulo izquierdo 
c=~ __ ~v~e.na sublobulillar 
L---f--Ligamento falciforme 
Arteria hepática 
Vena cava 
Vena porta 
Area portal 
Lóbulo hepático 
Lóbulo derecho Vena 
A. Arteria 
Triada portal Conducto biliar 
Vena porta 
B. 
F~-vena central 
o o 
O 
o 
L+-t?--::;7' Sinusoides 
o 
o 
<::> 
o O 
O 
o - Conducto biliar 
o o 
o _Vena porta Triada portal 
o 
o 
o o t-t-Arteria hepática 
c. 
Fi g. 18-9. Esquema del hígado. A, anatomía macroscópica del hígado. B, lobulillos hepáticos que ITIuestran las áreas portales y la vena central. e, 
porción del Jobulillo hepático que muestra e l área portal, placas hepáticas, sinusoides y canalículos biliares. 
Puesto que el hígado ocupa una posición central en el 
metabolismo, todos los nutrientes (excepto los quilomicro-
nes) que se absorben en el tubo alim enticio se transportan 
en fo rma directa a este órgano a través de la vena porta. 
Además la sangre con hierro abundante que proviene del 
bazo se dirige, a través de la vena porta, directamente al 
hígado para su procesamiento. Los hepatocitos convierten 
gran parte del material nutritivo que se lleva al hígado en 
productos de almacenamiento, como glucógeno, que se 
liberan a medida que el cuerpo requiere glucosa. 
Los hepatocitos están dispuestos en lobulillos en forma 
de hexágonos (lobulillos clásicos) de casi 2 mm de largo 
y 700 ¡.uu de diámetro. Estos lobulillos están delimitados 
con claridad por elementos delgados de tejido conectivo 
en animales como el cerdo y el camello. Sin embargo, por 
la escasez de tejido conectivo y la agrupación densa de los 
lobulillos en el hombre, los límites de los lobulillos clásicos 
sólo pueden estimarse de manera aproximada. 
Los elementos de tejido conectivo aumentan en los 
sitios en que los tres lobulillos clásicos están en contacto 
unos con otros y estas regiones se conocen como áreas 
portales (triadas). Las áreas portales contienen ramas 
delgadas de la arteria hepática, tributarias de la vena porta 
hasta cierto punto grande, conductos biliares interlobuli-
404 Sistema digestivo: glándulas 
llares (que se reconocen por su epitelio cuboide simple) 
y vasos linfáticos. Estos vasos y conductos siguen el eje 
longitudinal de cada lobulillo (fig. l8-9B ). 
La placa limitante, una hoja de hepatocitos modifi-
cados, aísla las áreas portales del parénquima hepático. La 
placa limitante está separada del tejido conectivo del área 
portal por un espacio estrecho, el espacio de Moll. 
Aunque cabría esperar seis áreas portales alrededor 
de cada lobulillo clásico, por lo general en un corte al 
azar sólo se encuentran tres áreas portales distribuidas 
por igual. Cinco ramas, que se conocen como arteriolas 
de distribución, surgen a lo largo de toda la longitud de 
cada vaso dentro del área portal; como los brazos estirados, 
llegan a sus contrapartes en las áreas portales vecinas. 
De las arteriolas de distribución (o del vaso original) 
se ramifican vasos más pequeños, que se conocen como 
arteriolas de la entrada. Además los conductos biliares 
interlobulillares están vascularizados por un plexo capilar 
peribiliar. Las vénulas también son de dos tamaños: las 
venas de distribución más grandes y las vénulas de la 
entrada más pequeñas. 
El eje longitudinal de cada lobulillo clásico está ocupado 
por la vena central, la rama inicial de la vena hepática. 
Los hepatocitos se irradian, igual que los rayos de una 
rueda, de la vena central y forman placas anastomosantes, 
fenestradas, de células hepáticas, separadas unas de otras 
por espacios vasculares grandes que se conocen como 
sinusoides hepáticos (fig. 18-10; véase fig. l8-ge). Las 
arteriolas de la entrada, las vénulas de la entrada y 
las ramas del plexo capilar peribiliar perforan la placa 
limitante (de hepatocitos modificados ) para unirse a los 
sinusoides hepáticos (véase fig. 18-10). A medida queentra 
Fig. 18-10. Fotomicrografía del hígado de un perro que muestra la 
vena central (CV), placas hepáticas y sinusoides (X270). 
sangre en los sinusoides, su flujo se desacelera de manera 
considerable y se filtra con lentitud a la vena central. 
Ya que sólo hay una vena central en cada lobulillo, recibe 
sangre de cada sinusoide de dicho lobulillo y su diámetro 
aumenta conforme progresa a través de la estructura. 
Cuando la vena central sale dellobulillo, termina en la vena 
sublobulillar. Múltiples venas centrales llevan su sangre 
a una vena sublobulillar aislada; las venas sublobulillares 
se unen unas con otras para formar venas colectoras, 
que a su vez constituyen las venas hepáticas derecha e 
izquierda. 
Tres conceptos de los lobulillos hepáticos 
Los tres tipos de lobulillos hepáticos son los lobulillos 
clásicos, los lobulillos portales y los ácinos hepáticos (ácinos 
de Rappaport). 
Hay tres conceptualizaciones básicas dellobulillo hepá-
tico (fig. 18-11 ). El primero que se definió desde el punto 
de vista histológico fue el lobulillo hepático clásico 
porque la disposición de tejido conectivo en el hígado del 
cerdo proporcionó una justificación obvia. En este concep-
to la sangre fluye de la periferia al centro dellobulillo hacia 
la vena central. La bilis , elaborada por células hepáticas, 
penetra en espacios intercelulares pequeños, canalículos 
biliares, que se localizan entre los hepatocitos, y fluye a la 
periferia del lobulíllo a los conductos biliares interlobuli-
llares de las áreas portales. 
El concepto de una secreción exocrina que fluye a la 
periferia de un lobulillo no fue compatible con la situación 
en los ácinos de la mayor parte de las glándulas , en las que 
la secreción penetra en la luz central del ácino. En conse-
cuencia los histologos sugirieron que todos los hepatocitos 
que transportan su bilis a un conducto biliar interlobuli-
llar particular constituyen un lobulillo, llamado lobulillo 
Area portal (AP) 
Arteria hepática 
Conducto biliar\ 
Vena porta- 00 o 
"'---, 
Vena <::::J 
central O 
(VC) PA 
"ic~i"-...~ PA '1 Acino 
o 
CV 
cv ~;-;¡'¡¡¡';;~;;¡ O Lobulillo 
Lobulillo hepático 
PA 
0° 
PA 
Fig. 18-11. Esquema de los tres tipos de lobulillos en el hígado: 
clásico, portal y ácino hepático. 
portal. En cortes histológicos ellobulillo portal se define 
como la región triangular cuyo centro es el área portal y 
cuya periferia está limitada por líneas rectas imaginarias 
que conectan las tres venas centrales circundantes que 
forman los tres vértices del triángulo. 
Una tercera conceptualización de los lobulillos hepáticos 
se basa en el flujo sanguíneo de la arteriola de distribución 
\ en consecuencia, en el orden en que los hepatocitos se 
degeneran tras agresiones tóxicas o hipóxicas . Este lobulillo 
ele forma ovoide a la de un diamante se conoce como el 
ácino hepático (ácino de Rappaport). Se concibe como 
tres regiones concéntricas, mal definidas , de parénquima 
hepático que rodean una arteria de distribución en el 
centro. La capa más externa, zona 3, se extiende hasta la 
vena central y es la más deficiente en oxígeno de las tres 
zonas. La región restante se divide por igual en dos zonas 
\1 y 2); la zona 1 es la más rica en oxígeno. 
Sinusoides hepáticos y placas 
de hepatocitos 
Placas de células hepáticas delinean espacios vasculares 
entre el/as que están recubiertos por células de , 
revestimiento sinusoidal; los espacios vasculares se conocen 
como sinusoides hepáticos. 
Las placas de hepatocitos que se anastomosan, de no 
más de dos células de grosor, irradian de la vena central 
a la periferia del lobulillo clásico (véase fig. 18-ge ). Los 
espacios entre las placas de hepatocitos están ocupados 
por sinusoides hepáticos y la presencia de un revestimiento 
endotelial compuesto de células de recubrimiento si-
nusoidal evita que la sangre que fluye en estos vasos anchos 
entre en contacto con los hepatocitos. Con frecuencia las 
células de este revestimiento endotelial no hacen contacto 
unas con otras y dejan brechas hasta de 0.5 pm entre ellas. 
Las células de recubrimiento sinusoidal también tienen 
fenestras que se encuentran en racimos y que se conocen 
como placas cedazo. Por tanto el material particulado 
menor de 0.5 pm de diámetro puede salir de la luz del 
sinusoide con relativa facilidad. 
Los macrófagos residentes , que se conocen como célu-
las de Kupffer, se relacionan con las células del revesti-
miento sinusoidal en los sinusoides (figs. 18-12 y 18-13). A 
menudo los fagosomas de las células de Kupffer contienen 
material particulado y desechos celulares endocitados , 
en especial eritrocitos muertos que estas células destruyen. 
Las micrografías electrónicas de células de Kupffer mues-
tran múltiples prolongaciones similares a filopodios, mito-
condrias , un poco de RER, un aparato de Golgi pequeño y 
abundancia de lisosomas y endosomas tardíos. Como estas 
células no forman uniones intercelulares con las células 
vecinas , se sugiere que pueden ser basureras migratorias. 
Espacio perisinusoidal de Disse 
El espacio estrecho entre una placa de hepatocitos y las 
células de recubrimiento sinusoidal se conoce como espacio 
perisinusoidal de Disse. 
Sistema digestivo: glándulas a a a 405 
Fig. 18-12. Fotomicrografía de un hígado canino que muestra placas 
de hepatocitos , sinusoides y células de Kupffer que contienen tinta china 
(K) (X540). 
Las células de revestimiento sinusoidal están separa-
das de los hepatocitos por un espacio perisinusoidal 
(espacio de Disse) estrecho y el plasma que escapa de 
los sinusoides tiene acceso libre a este espacio (fig. 18-14; 
véase fig. 18-13). Las microvellosidades de los hepatocitos 
ocupan gran parte del espacio de Disse; el área de superficie 
extensa de las microvellosidades facilita el intercambio de 
materiales entre el torrente sanguíneo y los hepatocitos. 
Estos últimos no entran en contacto con el torrente san-
guíneo; en lugar de ello, el espacio de Disse actúa como 
un compartimiento intermedio entre ellos. 
Aunque el espacio perisinusoidal contiene fibras de 
colágena tipo III (fibras reticulares) que apoyan los sinu-
soides, la lámina basal está ausente. En ocasiones en este 
espacio se observan fibras nerviosas amielínicas y células 
de depósito de grasa es trelladas (también conocidas 
como células de Ito y células estrelladas) (véase fig. 
18-13). Se piensa que las células de Ito almacenan vitamina 
A. Además en el espacio perisinusoidal de ratones y ratas 
se observan células foveales, que muestran seudópodos 
cortos y gránulos citoplásmicos. Se supone que estas células, 
que al parecer son células ases inas naturales, también 
existen en el hígado del hombre. 
Conductos hepáticos 
El sistema de conductos hepáticos está compuesto por 
colangiolos, conductos de Hering y conductos biliares que 
conducen a conductos biliares cada vez más grandes que 
terminan en los conductos hepáticos derecho e izquierdo. 
406 ••• Sistema digestivo: glándulas 
Li 
Los canalículos biliares se anastomosan unos con otros 
y forman túneles laberínticos entre los hepatocitos. Con-
forme estos canalículos biliares llegan a la periferia de 
los lobulillos clásicos, emergen con colangiolos, túbulos 
cortos compuestos por una combinación de hepatocitos, 
células cuboides bajas y células ovales ocasionales. La bilis 
de los colangiolos entra en los conductos de Hering, 
ramas delgadas de los conductos biliares interlobulilla-
res, que se irradian paralelos a las arteriolas y las vénulas de 
la entrada. Surgen conductos biliares interlobulillares para 
formar conductos cada vez más grandes, que por último se 
unen para constituir el conducto hepático derecho 
y el conducto hepático izquierdo. Más adelante se 
describe el sistema extrahepático de conductos biliares. 
La mayor parte de las células de los conductos de Hering 
está constituida por células cuboides bajas, pero entre 
ellas se encuentran dispersas algunas células ovoides que 
son capaces de proliferar.La progenie de estas células 
ovales puede originar tanto células cuboides del sistema 
de conductos biliares como hepatocitos. 
Las células epiteliales cuboides de los colangiolos , los 
conductos de Hering y los conductos biliares interlobuli-
llares secretan un líquido rico en bicarbonato similar al 
Fig. 18-13. Micrografía electrónica del hígado de 
musaraña. A, obsélvense los sinusoides, con su célula 
de recubrimiento sinusoidal (E ), las células de Kupffer 
(K) y una región pequefía de una célula de Ita que 
contiene una gotita de lípido (Li) (X8 885). B, ampli-
ficación o mayor aumento del hepatocyto que muestra 
sus numerosas microvellosidades (puntas de flecha ) 
que se proyectan al espacio de Disse (x 29 670). La 
fl echa indica el proceso de pinocitosis. (Tomado de 
Ylatsumoto E, Hirosawa K: Some obselvations on the 
structure 01' 5uncus liver with special reference to 
the vitamin A-storing cel!o Am J Anat 167: 193-204, 
1983. Copyright © 1983. Reimpreso con autorización 
de Wiley-Liss, Inc., una subsidiaria de )ohn Wiley 
& Sons, Inc. ) 
que el sistema de conductos del páncreas elabora. La 
formación y liberación de este amortiguador alcalino están 
controladas por la hormona secretina, producida por células 
del sistema neuroendocrino difuso (SNED) del duodeno. 
Este líquido actúa, con el del páncreas, para neutralizar 
el quimo ácido que pasa al duodeno. 
Hepatocitos 
Los hepatocitos son células poligonales, de unos 20 a 
30 ¡UD de diámetro, que se agrupan en forma densa entre 
sí para formar placas anastomosantes de células hepáticas, 
de una a dos células de grosor. Estas células muestran 
variaciones en sus propiedades estructurales, histoquímicas 
y bioquímicas, según su localización dentro de los lobulillos 
hepáticos. 
Dominios del plasmalema del hepatocito 
Se dice que las membranas plasmáticas de los hepatocitos 
tienen dos dominios: lateral y sinusoidal. 
Los hepatocitos están dispuestos en tal forma que cada 
célula no sólo entra en contacto con otros hepatocitos 
sino que también limita un espacio de Disse . Por ello se 
dice que el plasmalema de los hepatocitos tiene dominios 
laterales y dominios sinusoidales. 
Dominios laterales 
Los dominios laterales se encargan de formar los 
canalículos biliares. 
Los dominios laterales de la membrana celular del 
hepatocito forman espacios intercelulares laberínticos, 
complicados, de 1 a 2 }1m de diámetro , que se conocen 
como canalículos biliares , conductos que llevan bilis entre 
los hepatocitos a la periferia de los lobulillos clásicos (véase 
fi g. 18-9C ). 
El escape de bilis de los canalículos biliares se evita 
por la formación de fascias ocluyen tes entre célul as hepá-
ticas contiguas , lo que aísla estos conductos del espacio 
e\ tracelular restante. 
Microvellosidades romas, cortas , se proyectan del hepa-
tocito al canalículo biliar y en consecuencia incrementan las 
áreas de superficie a través de las cuales puede secr-etarse 
bilis (véase fig. 18-14). Los núcleos de actina de estas 
microvellosidades se mezclan con la red engrosada de 
actina y filamentos intermedios que refue rza la región del 
Mitocondria -------"'7; 
RE liso 
RE rugoso 
Espacio de Disse 
Sistema digestivo: glándulas ••• 407 
plasmalema del hepatocito , que participa en la formaci {JIJ 
de los canalículos biliares. 
Las membranas celulares que forman las paredes ele 
los canalículos biliares muestran valores altos de actiúdael 
de ATP-asa de Na+-K+ y la enzima ciclasa de adenilato. 
Este dominio lateral también tiene uniones de intersticio 
aisladas por las que los hepatocitos son capaces de comu-
nicarse unos con otros. 
Dominios sinusoidales 
Los dominios sinusoidales forman micro vellosidades 
que salen al espacio perisinusoidal de Disse. 
Los dominios sinusoidales de las membranas plas-
máticas del hepatocito también tienen microvellosidades, 
que se proyectan al espacio de Disse (véanse figs. 18-3 y 
18-4). Se calcula que estas microvellosidades aumentan 
el área de superficie del dominio sinusoidal por un factor 
de seis, lo que facilita el intercambio de material entre 
el hepatocito y el plasma en el espacio p e risinusoidal. 
E sta membrana celular es rica en receptores de manosa-6-
fosfato, ATP-asa de Na+ -K+ Y ciclasa de adenilato porque en 
este sitio es donde las secreciones endocrinas del hepatocito 
se liberan y penetran en la sangre sinusoidal , v el material 
que lleva el torrente sanguíneo se transporta al citoplasma 
del hepatocito. 
::.-\ 
Célula de 
revestimiento 
sinusoidal 
---Eritrocito en 
sinusoide 
hepático 
Complejo de Golgi 
Canalículo biliar 
Fig. 18-14. Esquema ue un hep ,ltocito que indi ca sus dOlllinios sinusoidal v lateral. RE , retículo endoplás lllico. (Tom ado de Lentz TL: Cell F ine 
S tl'llcture: An Atlas 01' DralVings of\Vh ole-Cell St rm:ture . Philadclphia, \\ 'B Saunders, 1971. ) 
408 ••• Sistema digestivo: glándulas 
Organelos e inclusiones del hepatocito 
Los hepatocitos son células grandes con abundantes 
organelos que elaboran tanto la bilis, la secreción 
exocrina, como gran número de secreciones endocrinas; 
además estas células pueden desempeñar un grupo grande 
de funciones metabólicas. 
Los hepatocitos constituyen casi 75% del peso del 
hígado y elaboran bilis primaria, que las células que 
recubren los conductos biliares v la vesícula biliar modifi-, 
can v se convierte en la bilis. Alrededor de 75% de los , 
hepatocitos tiene un núcleo y el resto contiene dos. Los nú-
cleos varían de tamaño: los más pequeños (50% de los 
núcleos ) son diploides y los más grandes poliploides; 
los núcleos más grandes llegan a 64 N. 
Los hepatocitos sintetizan de manera activa proteínas 
para su propio uso y también para enviarlas a otros sitios. 
En consecuencia tienen abundancia de ribosomas libres, 
RER y aparato de Golgi (figs. 18-15 y 18-16). Cada célula 
contiene varios grupos de aparatos de Golgi, que se localizan 
de preferencia en la cercanía de canalículos biliares. 
A causa de las altas necesidades de energía de los 
hepatocitos, cada célula contiene hasta 2000 mitocondrias. 
Las células que se encuentran cerca de la vena central (zona 
3 del ácino hepático) tienen casi el doble de mitocondrias , 
pero bastante más pequeñas , que los hepatocitos en el 
área periportal (zona 1 del ácino hepático ). Las células del 
hígado también tienen un complemento rico de endosomas , 
lisosomas y peroxisomas. 
El complemento de retículo endoplásmico liso (REL) 
de los hepatocitos no sólo varía por región sino también 
en cuanto a la función. Las células en la zona 3 del ácino 
hepático tienen una provisión mucho más abundante de 
REL que las del área periportal. Más aún, la presencia 
de ciertos fármacos y toxinas en la sangre induce un 
incremento del contenido de REL de las células hepáticas 
.... -
porque la destoxificación ocurre dentro de las cisternas 
de estos organelos. 
CORRELACIONES CLlNICAS 
Las personas que consumen sustancias hepatotóxi-
cas , como alcohol, muestran un número mayor de 
depósitos de lípidos en sus hepatocitos de la zona 3. 
Además quienes ingieren barbituratos muestran un 
incremento en el contenido de REL de las células 
hepáticas de la zona 3. 
Los alcohólicos y los individuos que padecen una 
obstrucción de las vías biliares o un envenenamiento 
crónico tienen el peligro de desarrollar cirrosis, 
una enfermedad que se caracteriza por fibrosis, 
degeneración de hepatocitos y desintegración de la 
organización normal del hígado. 
Los hepatocitos contienen cantidades variables de 
inclusiones en forma de gotitas de lípidos y glucógeno (fig 
18-17). Las gotitas de lípidos son sobre todo lipoproteína 
de muy baja densidad (VLDL) y son en especial notables 
después de consumir una comida grasosa. 
Los depósitos de glucógeno se presentan como acu-
mulaciones de gránulos electrodensos de 20 a 30 nm de 
tamaño, que se conocen como partículas beta, en la 
cercanía del REL. La distribución del glucógeno varía con 
la localización del hepatocito.Las células hepáticas que se 
encuentran cerca del área portal (zona 1 del ácino hepático) 
muestran grandes grupos de partículas beta rodeadas por 
REL, en tanto que los hepatocitos pericentrales (zona 3 
del ácino hepático) tienen depósitos difusos de glucógeno 
(véase fig. 18-17). El número de estas partículas difiere 
con el estado de dieta del individuo. Abundan después de 
la alimentación y disminuyen con el ayuno. 
Pt 
Fig. 18-1 S. Micrografla electrónica a bajo 
aumento de hígado de ratón ( X 2.535). La 
mayor parte ele la superficie del hígado está 
recubierta por peritoneo (Me), que recubre 
la cápsula colagenosa (Co) del hígado. Obsér-
vense los sinusoicles (Si ), las células ele Kupffer 
(Ku ) y los depósitos de glucógeno (Gl) en el 
citoplasma elel hepatocito (Lr). Los canalículos 
biliares se indican con asteriscos (O) . (Tomado 
de Roelhin JAG: An Atlas of Ultrastructure. 
Philadelphia, vVB Saunders , 1963. ) 
Fig. 18-16. Microgralla electrónica de un hepatoc:ito de rata ( X 9 5(0). 
Tomado de Tandler B, Krahenbuhl S, Brass EP: Unusualmitochondria 
in the hepatoeytes 01' rats treated with a vitamin B I2 analogue. Anat 
Rec 231:1-6, 1991. Copyright © 1991. Heimpreso con autoriza<:iól1 el e 
\ \' iley-Liss, 1ne, una subsidiaria de John Wiley & Sons, 111<: .) 
Histofisiología del hígado 
El hígado tiene funciones tanto exocrinas como endocrinas 
y también la función protectora de destoxificar toxinas y 
eliminar eritrocitos muertos. 
El hígado puede tener hasta 100 funciones diferentes , 
la mayor parte de las cuales la llevan a cabo los hepatocitos. 
Cada una de estas células hepáticas no sólo produce la 
bilis , que es la secreción exocrina, sino también varias 
secreciones endocrinas. Los hepatocitos metabolizan los 
productos finales de la absorción del tubo alimenticio, los al-
macenan como productos de inclusión y los liberan en 
respuesta a señales hormonales y nerviosas. Asimismo 
las células hepáticas destoxifican medicamentos y toxinas 
(para proteger al cuerpo de sus efectos perjudiciales ), y 
transfieren IgA secretoria del espacio de Disse a la bilis. 
:\demás, las células de Kupffer fagocitan material particu-
lado extraño de origen sanguíneo y eritrocitos muertos. 
Elaboración de bilis 
La bilis, un líquido elaborado por el hígado, se compone 
de agua, sales biliares, fosfolípidos, colesterol, pigmentos 
biliares e IgA. 
El hígado produce alrededor de 600 a 1 200 mI de bilis 
al día. Este líquido, que es principalmente agua, contiene 
sales biliares (ácidos biliares), glucurónido de bilirrubina 
(pigmento biliar), fosfolípidos, lecitina, colesterol, elec-
trólitos del plasma (en especial sodio y bicarbonato) e 
IgA. Absorbe grasa, elimina cerca de 80% del colesterol 
Sistema digestivo: glándulas ••• 409 
sintetizado por el hígado y excreta productos de desecho 
de origen sanguíneo como la bilirrubina. 
Las sales biliares constituyen casi la mitad de los 
componentes orgánicos de la bilis. La mayor parte de las 
sales biliares se resorbe de la luz del intestino delgado, 
penetra al hígado a través de la vena porta, es endocitada 
por hepatocitos y se transporta a los canalículos biliares para 
su liberación subsecuente de nuevo al duodeno (recircu-
lación enterohepática de sales biliares). El restante 
10% de las sales biliares se produce por primera vez en el 
REL de los hepatocitos mediante la conjugación de ácido 
cólico, un producto accesorio metabólico del colesterol, con 
taurina (ácido taurocólico) o glicina (ácido glucocólico). 
CORRELACIONES CLlNICAS 
Puesto que las sales biliares son moléculas anfifá-
ticas , sus regiones hiclrofflicas están disueltas en 
medios acuosos y sus regiones hic1rofóbicas (lipofí-
licas ) rodean gotitas de lípidos. Por tanto , en la luz 
del duodeno las sales biliares emulsifican grasas 
y facilitan su digestión. La falta de sales biliares 
impide la digestión y la absorción de grasas , lo que 
da por resultado heces grasosas. 
La bilirrubina, un pigmento verde amarillento inso-
luble en agua, es el producto de la degradación tóxica de 
la hemoglobina. Conforme los eritrocitos muertos son des-
truidos por macrófagos en el bazo y por las células de 
Kupffer en el hígado, se libera bilirrubina al torrente 
sanguíneo y se une a la albúmin a del plasma. En esta forma, 
que se conoce como bilirrubina libre, es endocitada por 
hepatocitos. La enzima transferasa de glucuronilo, que 
se localiza en el REL del hepatocito , cataliza la conjuga-
ción de bilirrubina con glucurónido para formar glucuró-
nido de bilirrubina (bilirrubina conjugada) hidroso-
luble . U na parte del glucurónido de bilirrubina se libera 
al torrente sanguíneo, pero la mayor parte se excreta a los 
canalículos biliares a fin de llevarse al tubo digestivo para 
su eliminación subsecuente con las heces (fi g. 18-18). 
Metabolismo de Iipidos 
Los hepatocitos eliminan quilomicrones del espacio 
de Disse y los degradan en ácidos grasos y glicerol. 
Los quilomicrones liberados por las células de absorción 
de la superficie del intestino delgado penetran en el sistema 
linfático y llegan al hígado a través de ramas de la arteria 
hepática. Dentro de los hepatocitos se degradan en ácidos 
grasos y glicerol. Los ácidos grasos se desaturan después 
y se utilizan para sintetizar fosfolípidos y colesterol o se 
degradan en acetilcoenzirna A. Dos moléculas de esta última 
se combinan para formar ácido acetoacético. Gran parte de 
éste se convielie en ácido hidroxibutírico beta y palie en ace-
tona. Estos tres compuestos se conocen como cuerpos ce-
tónicos. Los fosfolípidos , el colesterol y los cuerpos cetó-
410 ••• Sistema digestivo : glándulas 
nicos se alm acenan en hepatocitos hasta que se liberan al 
espacio de Disse . Además el hígado produce lipoproteínas 
de muy baja densidad, que también se liberan al espa-
cio de Disse como gotitas de 30 a 100 nm de diámetro. 
CORRELACIONES CLlNICAS 
La coloración amarillenta de la piel , que es la carac-
terística de la ictericia, res ulta de concentraciones 
muy altas de bilirrubina libre o conjugada (que 
son verde amarillento) en el torrente sanguín eo. 
Los dos tipos principales de ictericia tienen causas 
diferentes. Una disminución de la conjugación de la 
bilirrubina, por mal funcion amiento del hepatocito 
(como en la hepatitis) o con mayor frecuencia por 
obstrucción de los conductos biliares, causa icte-
ricia obstructiva. El incremento de la hemólisis 
de eritrocitos, que produce tanta bilirrubin a libre 
que los hepatocitos no pueden eliminarla con la 
suficiente rapidez aunque no estén deteriorados , 
ocasiona ictericia hemolítica. 
Fig. 18-17. Micrografía elect rónica de depósitos de glucó-
geno \. líp idos en el hepatocito pe ricentral de una rata . E l 
in se lto muestra la presencia de partículas de glucógeno a mayor 
aumento. (Tomado de Cardell RR , Cardell EL: Heterogeneity 
of gh-eogen distribution in hepatocytes. J Electron Minosc 
Techn 14:126-1 39, 1987. Copyright © 1987. Reimpreso con 
autorización de \ Vile)'-Liss , l ne , una subsidiaria ele John vViley 
& Sons , lne. ) 
CORRELACIONES CLlNICAS 
La cetosis ocurre cuando la concentración de cuer-
pos cetémicos en la sangre aum enta de manera 
considerable (como en individuos que padecen 
diabetes o inanición ). Se identifica por el aliento 
característi co de acetona de las personas afectadas. 
Cuando no se trata, la cetosis origina una dismi-
nución del pH sanguíneo (acidosis), que puede 
conducir a la muerte . 
Metabolismo de carbohidratos y proteínas 
Las funciones adicionales del hígado incluyen la 
conservación de los valores normales de glucosa en sangre, 
la desaminación de aminoácidos y la síntesis de muchas 
proteínas hematológicas. 
El hígado conserva los valores normales de glucosa 
en sangre mediante el transporte de esta última de la 
A Síntesis de proteínas y depósito de 
carbohidratos en el hígado 
Sinusoide 
Glucosa 
• • • • -.. GI • ucosa Amino-
•• 
• ácidos 
( 
• •• ••• • • 
Endotelio 
Espacio 
de DisseSíntesis R--_ Exocitosis 
REL gª[)f!)llrJ. 
O¡;;~rJ Glucogenólisis 
oVO 
Glucógeno 
secretoria 
de Golgi 
Síntesis de o 
proteínas 
o 
o 
Golgi 
B Secreción de ácidos biliares y bilirrubina 
Los ácidos biliares se 
resorben en el intestino 
La bilirrubina del catabolismo 
de la hemoglobina penetra 
en la célula • 
• 
• • 
• 
c ) 
Transferasa de 
/'------'glucuronilo (conjuga 
'-r------,bilirrubina hidroinsoluble 
y forma glucurónido de 
bilirrubina hidrosoluble 
REL El ácido cólico 
se conjuga con taurina----~~. 
y glicina en el REL 
Canalículo 
biliar 
Glucurónido 
de bilirrubina 
hidrosoluble 
Fig. 18-18. Esquema de la función de un hepatocito. A, síntesis de 
proteína y almacenamiento de carbohidratos. B, secreción de ácidos 
biliares y bilirrubina. 
sangre a los hepatocitos y su almacenamiento en forma 
de glucógeno. Cuando las concentraciones sanguíneas de 
glucosa disminuyen de lo normal, los hepatocitos hidrolizan 
glucógeno (glucogenólisis) en glucosa y la transportan 
fuera de las células al espacio de Disse (véase fig . 18-18). 
Los hepatocitos también pueden sintetizar glucosa a partir 
de otros azúcares (como fructosa y galactosa) o de fuentes 
no carbohidratos (p. ej. , aminoácidos ), un proceso que se 
conoce como gluconeogénesis. 
Sistema digestivo: glándulas ••• 411 
U na de las funciones esenciales del hígado consiste 
en eliminar el amoniaco de origen sanguíneo mediante 
su conversión en urea. Existen dos fuentes mayores de 
amoniaco en sangre : la desaminación de aminoácidos por 
hepatocitos y la síntesis de amoniaco por acción bacteriana 
en el tubo digestivo. 
CORRELACIONES CLlNICAS 
Las concentraciones sanguíneas excesivas de amo-
niaco, indicativas de deterioro de la función hepá-
tica o de una reducción súbita del flujo sanguíneo 
al hígado, pueden originar coma hepático, un 
trastorno incompatible con la vida. 
El hígado elabora alrededor de 90% de las proteínas 
sanguíneas (véase fig. 18-18). Estos productos incluyen 
1) factores necesarios para la coagulación (como fibrinó-
geno, factor lIl, globulina aceleradora y protrombina), 2) 
proteínas necesarias para las reacciones del complemento, 
3) proteínas que actúan en el transporte de metabolitos y 4) 
albúmina. Con excepción de las globulinas gamma (-y) todas 
las globulinas también se sintetizan en el hígado. Asimismo 
los hepatocitos pueden sintetizar todos los aminoácidos no 
esenciales que el cuerpo requiere . 
Depósito de vitaminas 
La vitamina A se deposita en mayor cantidad en el 
hígado, pero también se encuentran cantidades importan -
tes de vitaminas D y Bu . El hígado contiene depósitos 
suficientes de vitamina para evitar la deficiencia de vitamina 
A durante cerca de 10 meses, la de vitamina D unos cuatro 
meses y la de vitamina Bl' por más de 12 meses. 
Degradación de hormonas 
y destoxificación de fármacos y toxinas 
El hígado endocita y degrada hormonas de las glándulas 
endocrinas . Las hormonas endocitadas se transportan a los 
canalículos biliares en su forma natural para digerirse en la 
luz del tubo digestivo o se llevan a endosomas tardíos para 
su degradación mediante enzimas lisosómicas. 
Las oxidasas microsómicas de función mixta en los 
hepatocitos inactivan fármacos como los barbituratos y los an-
tibióticos, y toxinas. Estos medicamentos y toxinas suelen 
inactivarse en la cisterna del REL por metilación, conjuga-
ción u oxidación. En ocasiones la destoxificación ocurre en 
peroxisomas en lugar de en el retículo endoplásmico liso. 
CORRELACIONES CLlNICAS 
El uso prolongado continuo de ciertos fármacos , 
como los barbituratos , disminuye su efectividad y se 
requiere prescribir dosis mayores. Esta tolerancia 
412 ••• Sistema digestivo: glándulas 
farmacológica se debe a hipertrofia del comple-
mento de REL de los hepatocitos y un aumento 
concomitante de sus oxidasas de función mixta. 
El incremento en el tamaño de los organelos y 
la concentración de enzima es inducido por el 
barbiturato, que se destoxifica por desmetilación 
oxidativa. Además, estos hepatocitos se vuelven de 
manera concurrente más eficaces en la destoxifica-
ción de otros fármacos y toxinas. 
Función inmunitaria 
Los hepatocitos forman un complejo de IgA con 
componente secretorio y liberan la IgA secretoria 
a los canalículos biliares. 
La mayor parte de los anticuerpos IgA elaborados 
por células plasmáticas en la mucosa del tubo digestivo 
penetra al sistema circulatorio y se transporta al hígado. Los 
hepatocitos forman un complejo de IgA con el componente 
secretorio y liberan el complejo a la bilis , que a continuación 
pasa a la luz del duodeno. Por consiguiente , gran parte de 
la IgA luminal penetra en el intestino a través del colédoco, 
junto con la bilis. El resto de la IgA luminal se transporta 
por la mucosa intestinal a la luz mediante las células de 
absorción de la superficie. 
Las células de Kupffer, que derivan de precursores 
monocitos, tienen receptores Fc y para complemento, y 
por tanto pueden fagocitar material particulado extraño. 
La importancia de estas células es apreciable porque la 
sangre de la vena porta contiene un gran número de 
microorganismos que penetran en el torrente sanguíneo 
de la luz del tubo digestivo. Estas bacterias se opsonizan en 
la luz o la mucosa del intestino, o en el torrente sanguíneo. 
Las células de Kupffer reconocen y en do citan cuando 
menos 99% de estos microorganismos; también eliminan 
de la sangre desechos celulares y eritrocitos muertos. 
Regeneración hepática 
El hígado tiene una gran capacidad para regenerarse 
después de una agresión hepatotóxica o incluso cuando 
se extirpan tres cuartas partes del órgano. 
Los hepatocitos son células de vida prolongada con 
un periodo de vida cercano a 150 días; en consecuencia 
sólo rara vez se encuentran figuras mitóticas. Sin embargo, 
cuando se administran medicamentos hepatotóxicos o se 
extirpa una porción del hígado, los hepatocitos proliferan 
y el hígado regenera su arquitectura y tamaño previos 
normales. 
La capacidad de regeneración del hígado de roedores 
es tan grande que si se extirpa 75% del órgano, éste se 
regenera hasta su tamaño normal en el transcurso de 
cuatro semanas. La capacidad regenerativa del hígado del 
hombre es mucho menor que la de los ratones y las ratas. 
Factor de transformación del crecimiento alfa, factor 
de transformación del crecimiento beta, factor de creci-
miento epidérmico, interleucina 6 y factor de crecimiento 
del hepatocito controlan el mecanismo de regeneración. 
M uchos de estos factores son liberados por las células 
estrelladas que almacenan grasa (células Ito) localizadas en 
el espacio de Disse, aunque también se encuentra factor 
de crecimiento del hepatocito, unido a heparina, en la 
matriz extracelular escasa del hígado. En la mayor parte 
de los casos la regeneración se debe a la capacidad de 
replicación de los hepatocitos restantes; sin embargo, la 
regeneración del hígado depende de la actividad mitóti-
ca de las células ovales de los colangiolos y los conductos 
de Hering cuando la agresión hepatotóxica es conside-
rable. 
Vesícula biliar 
La vesícula biliar es un órgano pequeño, en forma 
de pera, situado en la superficie inferior del hígado. Tiene 
alrededor de 10 cm de largo y 4 cm en sentido transversal, 
y puede guardar unos 70 mI de bilis. Este órgano semeja 
un saco con una abertura. La mayor parte del órgano 
forma el cuerpo y la abertura, que se continúa con el 
conducto cístico, se denomina cuello. La vesícula biliar 
almacena y concentra bilis , y la libera al duodeno según 
• se reqUlera. 
., 
• 
Fig. 18-19. Fotomicrografía de una ves ícula biliar vacía (X 132). 
Estructura de la vesícula biliar 
La vesícula biliar está compuesta por cuatro capas: 
epitelio, lámina propia, músculo liso y serosa/ 
adventicia. 
La mucosa de la vesícula biliar vacía está muy plegada 
en rebordes paralelos, altos (fig. 18-19). Conforme este 
órgano se distiende con la bilis , los plegamientos se reducen 
a unoscuantos pliegues cortos y la mucosa se torna hasta 
cierto punto lisa. 
La luz de la vesícula biliar está recubierta por un 
epitelio cilíndrico simple cuyas células se componen de 
dos tipos : las células claras más comunes y las células 
en cepillo poco frecuentes (fig. 18-20). Los núcleos ova-
les de estas células se hallan en la base y el citoplasma 
supranuclear muestra gránulos secretorios ocasionales 
que contienen mucinógeno. En micrografías electrónicas 
su superficie lumin al muestra microvellosidades cortas 
Fig. 18-20. Micrografía electrónica del divertículo 
de la ves ícula biliar hUJllana que Jlluestra cé lulas 
en cepillo y células claras del epite lio. A, células en 
cepillo; C, células claras; d , inte rdigitaciones; g, grá-
nulos ; L, luz; M, células claras con grán ulos Jllucoides . 
Barra ~ 2 m . Ill serto superior: Jllicrovellos idades de 
la célula clara (am). Barra ~ 0.5 fLm . I11 serto i11ferior: 
microvellosidades de la célula en cepillo. Barra ~ 1.0 
fLm. (Tom ado de Gilloteaux J, Pom eran ts B, Kelly 
T: Human gallbladde r mucosa ultrast ructure: E vi-
dence of intraepithelial nerve structures. Am J Anat 
184:321-333, 1989. Copyright 1989. Reimpreso con 
autorización de vViley.Liss , lile , una subsidiaria de 
.Io h11 Wiley & Sons, In c. ) 
. • 1 
9 ' ",' ',-" --..,....... """" 
'. ,_, ¡j,j;:,; .J 
Sistema digestivo: glándulas ••• 413 
recubiertas por una capa delgada de glucocáliz. La región 
basal del citoplasma es particularmente rica en mitocondrias 
y proporciona energía abundante para la ATP-asa (bomba) 
de Na+ -K+ que se encuentra en la me mbrana celul ar 
basolateral. 
La lámina propia está compuesta por un tejido conectivo 
laxo, vascularizado, que contiene abundantes fibras elásticas 
y de colágena. En el cuello de la vesícula biliar la lámina 
propia alberga glándulas tubuloalveolares simples, que 
producen una cantidad pequeña de moco para lubricar 
la luz de esta región contraída. La capa de músculo liso 
delgada de la vesícula biliar se compon e sobre todo de 
fibras con orientación oblicua, en tanto que otras están 
orientadas en sentido longitudinal. La adventicia de tejido 
conectivo está unida a la cápsula de Glisson del hígado 
pero puede separarse de ella con relativa facilidad. La 
superficie no unida de la vesícula biliar está revestida por 
peritoneo, que le proporciona una serosa epitelial escamosa 
simple, lisa. 
• 
, I 
, 
• 
414 Sistema digestivo: glándulas 
Conductos extrahepáticos 
Los conductos hepáticos derecho e izquierdo se unen 
para formar el conducto hepático común, al cual se une 
el conducto cístico, que proviene de la vesícula biliar. La 
fusión de estos dos conductos forma el colédoco, de 7 a 
8 cm de largo, que se fusiona con el conducto pancreático 
para formar la ampolla de Vater; esta última se abre en 
la papila duodenal a la luz del duodeno. 
U n complejo de cuatro músculos esfínter, denominados 
en conjunto esfínter de Oddi, controla la abertura del 
colédoco y el conducto pancreático. Las localizaciones 
y funciones de estos músculos se resumen en el cuadro 
18-3. 
Histofisiología de la vesícula biliar 
La vesícula biliar almacena, concentra y libera bilis; 
la colecistocinina y los impulsos vaga les estimulan la 
liberación de bilis. 
Las principales funcion es de la vesícula biliar consisten 
en almacenar, concentrar y liberar bilis, que el hígado 
produce de manera constante y debe seguir a la vesícula 
biliar. Esta actividad requiere que los esfínteres del colé-
doco, pancreático y de la ampolla permanezcan cerrados 
de tal modo que la bilis regrese del colédoco y el cístico 
para penetrar en la vesícula biliar. 
Se transporta Na+ en forma activa de la región basola-
teral del epitelio cilíndrico simple de la vesícula biliar al 
espacio extracelular y es seguido pasivamente por cloruro 
(Cl-) yagua. A fin de compensar la pérdida de iones 
intracelulares, los canales de iones apicales permiten que 
penetren N a+ y Cl- en las células cilíndricas simples, lo 
que reduce la concentración de sal (NaCl) de la bilis. La 
necesidad de un equilibrio osmótico impulsa agua de la 
bilis a la célula cilíndrica simple y de ese modo concentra 
la bilis. 
Las células 1 (células del SNED) del duodeno liberan 
la molécula de señalamiento colecistocinina en respuesta 
a una comida de grasa. Esta molécula entra en contacto 
con receptores de colecistocinina en las células de músculo 
liso de la vesícula biliar y ocasiona su contracción inter-
mitente. Al mismo tiempo el contacto de receptores de 
colecistocinina con las células de músculo liso del esfínter 
de Oddi origina la relajación de los músculos del esfínter. 
Como resultado las fuerzas contráctiles rítmicas de la 
vesícula biliar inyectan la bilis a la luz del duodeno. Además 
la acetilcolina, liberada por las fibras parasimpáticas 
vagales, estimula la contracción de la vesícula biliar. 
Cuadro 18-3. Esfínter de Oddi y partes 
que lo componen 
Músculo esfínter 
Esfínter del 
colédoco 
Esfínter pan-
creático 
Esfínter de la 
ampolla 
Fascículos 
longitudinales 
Localización y función 
Rodea y controla la región terminal del 
colédoco para detener el flujo de bilis 
al duodeno 
Rodea y controla la porción terminal 
del conducto pancreático para evitar 
que los jugos pancreáticos penetren 
en el duodeno y evita la entrada de 
bilis en el conducto pancreático 
Rodea y controla la ampolla de Vater 
e impide el ingreso de bilis y jugos 
pancreáticos en el duodeno 
Se localiza en el intelvalo triangular 
delineado por la ampolla de Vater, el 
conducto pancreático y el colédoco; 
facilita la entrada de bilis a la luz del 
duodeno 
CORRELACIONES CLlNICAS 
Los cálculos biliares (colelitiasis) son más comu-
nes en mujeres y ocurren con mayor frecuencia 
en el cuarto decenio de la vida. Cerca de 20% de 
todas las mujeres y 8% del total de varones tienen 
cálculos biliares. Por lo general las personas no 
reconocen su presencia porque los cálculos biliares 
son lo bastante pequeños para eliminarse con el 
flujo normal de bilis o muy grandes para salir de la 
vesícula biliar. Los cálculos biliares obstruyen el 
flujo de bilis y causan dolor muy intenso cuando 
penetran en el cístico y el colédoco , y quedan 
atrapados. Alrededor de 80% de los cálculos biliares 
se compone de colesterol (cálculos de colesterol); 
la mayor parte de los restantes está constituida 
por sales cálcicas de la bilis, bilirrubinato de calcio 
(cálculos de pigmento). Los cálculos de colesterol 
son grandes (1 a 3 cm) y de color amarillo pálido, 
tienen múltiples facetas y son pocos. Los cálculos 
de pigmento son más pequeños (1 cm), negros y 
ovoides, y se presentan en gran cantidad. Ambos 
tipos de cálculos suelen ser radiolúcidos.

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