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495 22Patología oftálmica INTRODUCCIÓN El ojo, cuya anatomía se muestra en la fi gura 22-1, está dise- ñado para enfocar luz en los fotorreceptores especializados de la retina. Las enfermedades del ojo son comunes y es frecuente que las detecten los médicos generales. Tienen una extensa gama de causas patológicas, que incluye varias enfer- medades sistémicas. En este capítulo se consideran enfermedades que afectan párpados, conjuntivas y córnea y trastornos que afectan los tejidos uveales pigmentados, el cristalino, la retina y el humor vítreo. Se expondrán la patología del glaucoma, los traumatismos oculares y las lesiones ocupativas de espacio. ENFERMEDADES DE PÁRPADOS, CONJUNTIVA Y CÓRNEA Las enfermedades infl amatorias y neoplásicas de los párpados son comunes La estructura de los párpados se presenta en la fi gura 22-2. La placa tarsal es una lámina de colágena dura, en la cual están situadas las glándulas de Meibomio, similares a las glándu- las sebáceas. Existen anexos cutáneos glandulares asociados con las pestañas. La conjuntiva, es un epitelio cilíndrico de dos capas que contiene células caliciformes secretoras de mucina, que recubre los párpados (conjuntiva palpebral) y la parte músculos extraoculares epitelio pigmentado cuerpo ciliar ligamentos suspensorios córnea pupila iris retina orificio serrado arteria y vena centrales de la retina nervio óptico esclerótica coroides líquido cefalorraquídeo duramadre de la vaina del nervio óptico vasos retinianos humor vítreo cámara anterior cámara posterior cristalino Figura 22.1 Anatomía normal del ojo. Las cámaras anterior y posterior están llenas con humor acuoso y se encuentran adelante del cristalino. El humor vítreo es un tejido especializado de soporte y no un simple líquido gelatinoso. 22 PATOLOGÍAPatología clínica 496 anterior del globo ocular (conjuntiva bulbar) hasta el epi- telio corneal (el limbo). Las enfermedades de los párpados y de la conjuntiva son extremadamente comunes y van desde infecciones de reso- lución espontánea hasta tumores malignos. El bloqueo y la infección de las glándulas de Meibomio causan hinchazón e infl amación aguda de la glándula afec- tada. Un chalazión es un abultamiento fi rme del párpado, que sobresale por debajo de la conjuntiva palpebral (fi gura 22-3); es causado por la ruptura de una glándula de Mei- bomio y consiste histológicamente en una respuesta infl a- matoria crónica granulomatosa con reacción de tipo cuerpo extraño al material rico en lípidos derivado de la glándula destruida (fi gura 22-4). La conjuntiva es sitio frecuente de infección causando con- juntivitis. Los adenovirus 3 y 7 causan conjuntivitis folicular, mientras que los tipos 8 y 19, queratoconjuntivitis epidé- mica. La conjuntivitis alérgica es común asociada a la alergia a pólenes. Tambien puede ocurrir conjuntivitis bacteriana causada por Haemophilus, o menos común, ser una infec- ción neonatal por gonococo. La infl amación granuloma- tosa de las conjuntivas puede ser producida por varias enfermedades, en particular la sarcoidosis (pp. 567-9) y TB y surgir con alergias, como la fi ebre de heno. La afección de la piel del párpado con molusco contagioso produce lesiones umbilicales típicas (pág. 511). La proliferación de los tejidos de soporte subepiteliales da origen a las pinguéculas, que son pequeñas áreas ama- rillas de engrosamiento de la conjuntiva bulbar. Causadas por la exposición acumulada a estímulos ambientales per- judiciales, como el sol, el viento y el polvo, aumentan en incidencia con la edad. Áreas similares que invaden la cór- nea, sobre el limbo, se llaman pterigiones. Los párpados son sitios de varios tumores y quistes. Los principales tumores del párpado son derivados de la piel y glándula sudorípara piel músculo orbicular orificio de la glándula de Meibomio glándula de Wolfring glándula de Zeis pestaña glándula de Moll placa tarsal glándula de Meibomio conjuntiva glándula de Krause Figura 22.2 Anatomía normal del párpado. El párpado contiene glándulas de Meibomio, que pueden infl amarse y formar un chalazión. Pueden desarrollarse quistes a partir de cualquier anexo cutáneo o glándula mucosa. L H Figura 22.4 Chalazión. Un chalazión representa una respuesta infl amatoria granulomatosa (H) al material lípido (L) liberado de las glándulas de Meibomio lesionadas. Figura 22.3 Chalazión. Un chalazión (quiste de Meibomio) se desarrolla como resultado de bloqueo e infl amación de una glándula de Meibomio. Al principio las lesiones son rojas e hipersensibles, pero más tarde forman nódulos fi rmes en el párpado. La mayoría de estas lesiones se resuelven con antibiótico local, pero algunas requieren legrado. Las lesiones que no se resuelven deben considerarse con suspicacia, pues algunos tumores malignos poco comunes se presentan en esta forma. 22Patología oftálmica 497 de los anexos cutáneos y son histológicamente similares a los que se originan en otras partes de la piel (fi gura 22-5). Los quistes pueden desarrollarse como resultado del blo- queo y dilatación de los anexos cutáneos y glándulas meno- res del párpado. • Los xantelasmas, son lesiones amarillas en forma de placas en la piel alrededor de los párpados, son acúmulos dérmicos de histiocitos llenos de lípidos; pueden estar asociados con estados hiperlipidémicos. • Los nevos melanocíticos conjuntivales son los tumores más comunes de las conjuntivas. Se clasifi can en forma similar a los que se encuentran en la piel (pág. 523). • Melanosis primaria adquirida es el término que se utiliza para describir la pigmentación plana punteada de las conjuntivas, que se desarrolla en personas de edad avanzada. Histológicamente, estas lesiones pueden ser del todo benignas, o mostrar atipias citológicas, en cuyo caso pueden ser lesiones precursoras del melanoma maligno conjuntival. • Los papilomas conjuntivales son lesiones polipoides, rojas, benignas, que se originan en la conjuntiva palpebral o bulbar; algunos son de etiología viral. • Los carcinomas basocelulares son tumores comunes que afectan la piel del párpado hasta el margen palpebral (fi gura 22-5). Son localmente invasores e idénticos a los que se originan en otros sitios. • Los carcinomas de células escamosas se originan en la piel del párpado o más comúnmente, en la conjuntiva, donde pueden ser precedidos por carcinoma intraepitelial. • Los melanomas malignos pueden originarse en la conjuntiva o en la piel del párpado. Se ven lesiones tanto intraepiteliales como invasoras, que son similares a las observadas en la piel (pág. 524). • Los linfomas pueden desarrollarse en la conjuntiva, donde exhiben las características de un linfoma del tejido linfoide asociado a mucosa (MALT). • Los carcinomas de las glándulas sebáceas son tumores poco comunes pero altamente malignos que se originan en las glándulas de Meibomio. Las enfermedades de la córnea comunmente causan cicatrización y pérdida de la agudeza visual La córnea, recubierta por un epitelio escamoso no quera- tinizado, está constituida por un estroma con con revesti- miento endotelial. El endotelio es vital para el funcionamiento normal de la córnea, porque bombea activamente el líquido fuera del estroma corneal. El estroma está compuesto por láminas paralelas y muy organizadas de colágeno. El depó- sito anormal de colágeno induce la formación de una cica- triz opaca, llamada leucoma. El arco senil, se ve como una línea blanca amarillenta en el margen corneal y se debe a la acumulación de lípidos entre las láminas del estroma corneal. Es normal con el envejecimiento, pero cuando se presenta en personas jóve- nes se asocia con hiperlipidemia. La metaplasia escamosa del epitelio corneal superfi cial, causa opacifi cación de la córnea, y suele ser secundaria a la falta de lubricación normal por lágrimas, por ejemplo en el síndrome del ojo seco, o cuando algunas enfermedades impiden que los párpados cubranla córnea. También puede ser causada por defi ciencia de vitamina A. Las enfermedades importantes de la córnea dan lugar a cambios estructurales que conducen a opacifi cación y dete- rioro de la agudeza visual. Los traumatismos menores de la córnea pueden ocasio- nar la pérdida dolorosa del epitelio superfi cial, a lo que se llama abrasión corneal, la cual se puede complicar secun- dariamente con una infección, aunque generalmente se repara con regeneración. Los trastornos infecciosos o infl amatorios de la córnea, conocidos como queratitis, pueden provocar cicatrización que conduce a opacifi cación. La infección se debe más comúnmente a virus (herpes simple), Chlamydia trachomatis (causante de tracoma) y bacterias. El edema corneal es causado por pérdida o daño del endotelio corneal. Al volverse opaca la córnea debido a la acumulación del líquido intersticial por falla en la función endotelial, se produce visión borrosa. En los casos intensos se forman ampollas, extremadamente dolorosas, debajo del epitelio corneal superfi cial con cicatrización secundaria. El queratocono se caracteriza por un adelgazamiento anormal del estroma central de la córnea, lo que induce una protrusión cónica de la córnea y cicatrización central. Este trastorno se asocia con atopia y conjuntivitis alérgica. Las distrofi as corneales son enfermedades poco comunes (frecuentemente hereditarias) que inducen el depósito de un material anormal dentro de la córnea, causando opacidad. Existen muchos subtipos diferentes, que se clasifi can de acuerdo a la localización y a la naturaleza del material depo- Figura 22.5 Tumor del párpado. En este caso, la lesión ulcerada del borde palpebral fue un carcinoma basocelular. 22 PATOLOGÍAPatología clínica 498 sitado, por ejemplo la distrofi a reticular del estroma (dis- trofi a en enrejado) presenta amiloide y la distrofi a macular, acumulación de mucopolisacáridos. El trasplante corneal es posible, para reemplazar con un injerto sano la córnea dañada. El fracaso de los injertos está relacionado principalmente con pérdida de las células endo- teliales en el injerto donador, lo que causa el desarrollo de edema corneal. ENFERMEDADES DE LA ÚVEA La úvea es una capa intermedia entre la esclerótica y la retina. Contiene vasos sanguíneos, nervios, células de sostén y melanocitos. La úvea se divide funcionalmente en tres áreas especiales: la coroides (debajo de la retina), el cuerpo ciliar y el iris. La infl amación uveal se asocia con varias enfermedades sistémicas La úvea es el sitio donde se producen varios procesos infl a- matorios, que en conjunto se conocen como uveítis. Depen- diendo del sitio de la infl amación, ésta se puede presentar como coroiditis, iritis, ciclitis (infl amación del cuerpo ciliar), iridociclitis o cuando están afectados todos los sitios, uveítis generalizada. La uveítis es una de las causas de enrojecimiento, infl a- mación y dolor agudo del ojo. Histológicamente existe una infl amación linfocítica, algunas veces granulomatosa, de la úvea. La iritis, causa exudados en el humor acuoso, que son visibles como precipitados queratínicos. En la coroiditis, la exudación infl amatoria causa desprendimiento de la retina, y la capa epitelial pigmentada es destruida por la infl ama- ción lo que produce degeneración de los fotorreceptores suprayacentes, que en circunstancias normales dependen de esta capa para su soporte. La uveítis puede ser causada por varios procesos patoló- gicos, de los cuales los más comunes son enfermedades inmunes y trastornos asociados con otras enfermedades sistémicas, como la sarcoidosis, enfermedad reumatoide, espondilitis anquilosante, síndrome de Reiter y la enferme- dad infl amatoria intestinal. La infección por citomegalovirus o Toxoplasma, como una complicación de inmunosupre- sión, puede causar una coroiditis intensa que conduce a ceguera. Las larvas del Toxoplasma canis pueden alcanzar el ojo y provocar una intensa infl amación de la coroides y luego extenderse a la retina (coriorretinitis) y humor vítreo, etapa en la cual se produce la ceguera. Los tumores melanocíticos se originan comúnmente en la úvea y pueden ser benignos o malignos Los melanocitos de la úvea son las células de origen de los nevos melanocíticos benignos, así como de los melanomas oculares malignos. La mayoría de los nevos melanocíticos benignos se originan en el iris y se ven como áreas anormales de pig- mentación. Cambian de aspecto con el tiempo, lo que lleva a buscar atención médica. En su mayor parte, las lesiones son proliferaciones de melanocitos fusiformes. Los melanomas malignos oculares pueden originarse en cualquier parte de la úvea (5% del iris, 10% del cuerpo ciliar y 85% de la coroides). Dependiendo del sitio de origen, causan diferentes síntomas que conducen a dete- rioro de la visión. Estos tumores son, macroscópicamente, lesiones pigmentadas oscuras, típicamente de 1 a 2 cm de diámetro y causan desprendimiento de la retina (fi gura 22-6). Existen dos tipos histológicos principales de mela- noma ocular: • Los melanomas de células fusiformes tienden a mostrar poco pleomorfi smo y pocas mitosis y suelen estar localizados al globo ocular. Si pueden resecarse por completo, la sobrevida a 10 años es cercana al 90%. • Los melanomas epitelioides muestran células grandes, con pleomorfi smo y múltiples mitosis. Este tipo se asocia con una sobrevida a 10 años del 35% y con frecuencia se encuentra invasión a la orbita al momento del diagnóstico. La diseminación de los melanomas oculares se produce directamente a la órbita o de manera hematógena, lo cual causa metástasis sistémicas. La enfermedad metastásica es un fenómeno observado como manifestación tardía del melanoma ocular resecado. L C M E R Figura 22.6 Melanoma maligno uveal. Corte histológico del globo ocular [cristalino (L), córnea (C)]) que muestra una masa tumoral de melanoma (M). La retina se ha desprendido con un exudado subretiniano (E). 22Patología oftálmica 499 ANORMALIDADES DEL CRISTALINO La luxación del cristalino puede ser espontánea o de origen traumático El cristalino se encuentra normalmente suspendido por fi bras de la zónula ciliar, compuestas por la proteína fi brilina y fi jo al cuerpo ciliar. Cuando se produce la luxación del cristalino, que puede ser espontánea o traumática, éste se desprende de su posición normal. En la luxación anterior, el cristalino cae hacia el frente, obstruyendo la pupila y causando glaucoma agudo (pág. 501). En la luxación pos- terior, el cristalino cae hacia atrás hacia el humor vítreo, con pérdida de la agudeza visual. En el síndrome de Marfan, existe una predisposición a la luxación espontánea del cristalino, causada por una muta- ción de uno de los genes de la fi brilina. La luxación trau- mática se ve en lesiones tanto penetrantes como no penetrantes (pág. 502). Las cataratas son áreas de opacidad del cristalino y tienen una gran variedad de causas El cristalino normal está compuesto por una cápsula, célu- las epiteliales y una masa central de células densamente empaquetadas, que han perdido su núcleo y contienen proteínas transparentes, altamente estables, llamadas ‘cris- talinas’. En la formación de las cataratas existe una dege- neración de las proteínas cristalinas las cuales se vuelven opacas. Se producen cambios estructurales en el cristalino, con for- mación de glóbulos hialinos, licuefacción y calcifi cación focal. El material degenerado del cristalino puede llegar al humor acuoso, donde es fagocitado por macrófagos y puede causar bloqueo de la red trabecular lo cual provoca glaucoma secundario de ángulo abierto (pág. 502). La principal causa de las cataratas es un trastorno meta- bólico en la nutrición del cristalino, la cual procede por la difusión del humor acuoso. Existen varios factores predis- ponentes. Las cataratas más comunes son las que se desa- rrollan con la edad (cataratas seniles). Entre los factores predisponentesse encuentran traumatismos, diabetes melli- tus, terapia con corticosteroide, infl amación del globo ocu- lar (p. ej., uveítis), glaucoma e irradiación del ojo. Pueden desarrollarse cataratas congénitas in utero después de la infección por rubéola. ENFERMEDADES DE LA RETINA Y DEL HUMOR VÍTREO Las enfermedades retinianas son principalmente infl amatorias, vasculares o degenerativas La retina es la capa nerviosa especializada del ojo. Contiene los fotorreceptores (bastones y conos), que detectan la luz y las interneuronas, que integran la entrada a las células ganglionares de la retina (que dan origen a los axones en el nervio óptico). Los extremos de los fotorreceptores están embebidos en el epitelio pigmentado de la úvea, que pro- porciona el soporte metabólico esencial. En su superfi cie, la retina está separada del humor vítreo por la membrana basal, lo que resalta el hecho de que el humor vítreo no es simplemente globo de fl uido, sino que es un tejido com- plejo de soporte transparente, que contiene células y pro- teínas de matriz especializadas. La retina puede ser lesionada de manera secundaria por varios procesos patológicos, tales como trastornos vascula- res (que se exponen más adelante) y enfermedades infl ama- torias de la coroides, o puede haber un daño secundario por hipertensión en el globo ocular causada por glaucoma (pág. 501). Las enfermedades retinianas primarias son dege- nerativas o con menor frecuencia infecciosas. La degenera- ción macular relacionada con la edad (DMRE) es una de las causas más comunes de pérdida grave de la visión en los ancianos. La DMRE se caracteriza por una pérdida progre- siva de la visión central causada por cambios degenerativos y neovasculares en la región de la mácula. • La DMRE temprana muestra masas de proteína/lípido en la coroides, llamadas drusas, por debajo del epitelio pigmentario retiniano. Esta etapa no se asocia con una pérdida signifi cativa de la agudeza visual. • La DMRE tardía muestra atrofi a del epitelio pigmentario retiniano (atrofi a geográfi ca) y crecimiento de nuevos vasos sanguíneos al interior de la retina desde la coroides, los cuales pueden sangrar. Esta etapa está asociada con pérdida signifi cativa de la agudeza visual. Varios loci de genes están ligados con un incremento en el riesgo de desarrollar una DMRE. El término retinopatía pigmentaria se aplica a un grupo de enfermedades en las cuales hay degeneración retiniana asociada con migración del pigmento melanina desde la coroides, el cual es fagocitado por los macrófagos situados alrededor de vasos de la retina. El principal tipo es la enfer- medad hereditaria retinosis pigmentaria. Otras causas son secundarias a enfermedades neurometabólicas por almace- namiento (págs. 92 y 478). La infección por Toxoplasma, citomegalovirus y herpes se ve en pacientes inmunosuprimidos, en especial en los que padecen SIDA y están creciendo en importancia como causa de ceguera. La pérdida de células ganglionares retinianas por enfer- medades de la retina causa atrofi a del nervio óptico, el cual se ve como una papila óptica pequeña y pálida en la oftal- moscopia. Esta situación indica un daño retiniano grave e irreversible, pues las neuronas de la retina no pueden reem- plazarse una vez que se pierden. Las enfermedades vasculares de la retina son una causa común de ceguera Los trastornos vasculares son una causa importante de enfer- medades oculares y tienen su mayor impacto en la retina. Los principales factores predisponentes para las enfermedades vasculares son la hipertensión y la diabetes mellitus. En la actualidad las complicaciones retinianas de la diabetes mellitus son una de las causas más comunes de ceguera en los países occidentales. Entre las principales enfermedades vasculares se encuen- tra la hipertensión benigna, que se asocia con engrosa- 22 PATOLOGÍAPatología clínica 500 miento hialino en los vasos retinianos. En la hipertensión en fase acelerada se presentan hemorragias en fl ama, exu- dados y áreas de isquemia retiniana, que causan microin- fartos llamados manchas algodonosas. La retinopatía diabética causa engrosamiento de la mem- brana basal de los capilares y arteriosclerosis hialina. Los microaneurismas se producen como dilataciones de arte- riolas y capilares con paredes anormalmente frágiles y per- meables. Se forman exudados, con ‘manchas hemorrágicas’ por el aumento en la permebilidad de los capilares. Las áreas de isquemia generan manchas algodonosas. La isquemia retiniana provoca la secreción de factores angiogénicos, lo que induce la formación de nuevos vasos (retinopatía proliferativa). Neovascularización es el término empleado para descri- bir la formación de vasos nuevos en la superfi cie interior de la retina (que conduce a hemorragias) y en la superfi cie anterior del iris (que provoca glaucoma secundario de ángulo cerrado). La oclusión de la arteria retiniana ocurre por bloqueo de la arteria central de la retina como resultado de una embolia o menos frecuente por vasculitis, como en la arte- ritis de células gigantes (pág. 169). La retina sufre necrosis y existe pérdida de células ganglionares, lo que produce atrofi a óptica y proliferación de células gliales retinianas (gliosis retiniana). La policitemia y el glaucoma crónico predisponen a la oclusión de la vena retiniana. La trombosis conduce a una extensión de la sangre en la retina lo que resulta en una hemorragia generalizada. En el desprendimiento retiniano, la retina se separa del epitelio pigmentado y pierde su soporte metabólico El desprendimiento de la retina ocurre cuando la capa ner- viosa se separa del epitelio pigmentado. Siempre que la capa fotorreceptora sea puesta nuevamente en contacto con la retina, ésta recupera su función; sin embargo, la separación prolongada induce la pérdida del soporte metabólico del epitelio pigmentado retiniano, con degeneración de las célu- las fotorreceptoras y pérdida permanente de la función. Existen tres razones principales para el desprendimiento de la retina: • Tracción de la retina por anormalidades del humor vítreo. Esto sucede en traumatismos anteriores o con el desarrollo de neovascularización. En la retinopatía diabética proliferativa esto se conoce como retinopatía vasoproliferativa (RVP). • El cizallamiento de la retina puede causar pequeños desgarros de la retina y su desprendimiento. Existe predisposición a estos desgarros en trastornos degenerativos de la retina o del humor vítreo y se desarrollan cuando el humor vítreo pierde contacto con la retina en la unión vitreoretinal. Los pacientes con miopía profunda tienen predisposición a esta pérdida de contacto. • Presión sobre la retina por acumulación de líquido en el espacio subretiniano, comúnmente a causa de exudado infl amatorio, hemorragia o neoplasia. El retinoblastoma es un tumor poco común de la infancia El retinoblastoma es un tumor maligno de la retina, muy raro, que se presenta en niños menores de cinco años de edad. Su importancia radica en que aproximadaamente la tercera parte de los casos es hereditario y la genética molecular ha demostrado que la pérdida de un gen supresor tumoral específi co llamado RB predispone a su desarrollo. Los pacientes con la forma hereditaria tienen una alta incidencia de enfermedad bilateral, mientras que la forma esporádica tiende a presentar afección unilateral. Compuesto por células primitivas similares a neuroblas- tos, las lesiones se presentan macroscópicamente como una masa de tejido blanco, que surge en la retina y reemplaza el humor vítreo. Los tumores tienen un comportamiento agresivo, con extensión a la órbita y a lo largo del nervio óptico con diseminación al SNC. Los niños se presentan con crecimiento del globo ocular o con una pupila blanca, debido a la presencia del tumor en el humor vítreo. El papiledema es la tumefacción de la papila óptica (disco óptico), un signo clínico que se observa en la oftalmoscopia.Sin embargo, éste no es simplemente edema como el que se ve en otros tejidos. La hinchazón es debida a la presión sobre el nervio óptico cuando el LCR llena la vaina del nervio, por lo general es resultado de una lesión focal que ocasiona un aumento de la presión intracraneal. El incremento de la presión sobre el nervio óptico conduce al daño fl ujo normal de citoplasma a lo largo del axón, haciendo que el axón se dilate y aumente. Una mayor presión sobre el nervio óptico compromete el retorno venoso, e induce el desarrollo de hemorragias secundarias en la retina. Los exudados densos son acumulaciones de proteínas plasmáticas ricas en lípidos, las cuales escapan de los vasos y se acumulan en la capa plexiforme exterior. Las manchas algodonosas son áreas de microinfartos en la retina. Las manchas son los extremos dilatados redondeados de los axones retinianos lesionados. Las hemorragias en fl amas son causadas por enfermedades que afectan arteriolas. La forma de fl ama se debe a los restos de sangre en la capa superfi cial de las fi bras nerviosas. Las manchas hemorrágicas son causadas por rupturas de capilares profundos en la capa plexiforme exterior de la retina. El alambre de plata de los vasos es causado por arteriosclerosis de los vasos retinianos, lo que demuestra el reemplazo de sus paredes por material hialino. Patología de las anormalidades oftalmoscópicas comunes 22Patología oftálmica 501 GLAUCOMA En el glaucoma hay un aumento de la presión intraocular que daña la retina El glaucoma es un síndrome muy común en el cual existe un aumento de la presión intraocular, afecta al 2% de la población mayor de 40 años de edad. Esta enfermedad es importante en caso de no recibir tratamiento evoluciona a ceguera. El mantenimiento de la presión intraocular normal se logra a través de la secreción continua del humor acuoso por el cuerpo ciliar, siendo equilibrado por su retiro de la cámara anterior mediante fi ltración desde la red trabecular en la periferia del iris hacia el interior del conducto de Schlemm. En el glaucoma el equilibrio está alterado, por un defecto en la fi ltración y en el retiro del humor acuoso. Existen dos síndromes clínicos principales. El glaucoma crónico ocurre con un aumento gradual de la presión intraocular, que induce lentamente un deterioro gradual de la agudeza visual si no se trata. El glaucoma agudo se asocia con un incremento rápido de la presión intraocular, que produce dolor intenso, enrojecimiento del ojo y dete- rioro rápido de la función visual (que puede ser permanente si no se trata de urgencia). Los resultados del aumento de la presión intraocular son excavación y atrofi a de la papila óptica, detectadas en el exámen de fondo de ojo y degeneración de las células ganglionares retinianas. Clínicamente hay pérdida progre- siva del campo visual periférico, que conduce a ceguera en los casos no tratados. En el glaucoma agudo hay ruptura del endotelio, que ocasiona edema de la córnea y formación de ampollas corneales dolorosas. En el glaucoma crónico, la esclerótica puede estirarse y formar protusiones salientes llamadas estafi lomas. En el glaucoma ocurre interrupción de la fi ltración del humor acuoso en la red trabecular Existen diversas causas comunes de glaucoma, que se divi- den en primarias y secundarias. El glaucoma primario es causado por dos alteraciones principales en el drenaje del humor acuoso: • Puede ocurrir el cierre de la red trabecular, que normalmente conduce al conducto de Schlemm, como un proceso degenerativo, cuya incidencia aumenta con la edad; se encuentra más a menudo en personas mayores de 40 años de edad y con frecuencia es familiar. Como el ángulo del drenaje es normal, este trastorno se llama glaucoma primario de ángulo abierto (fi gura 22-7a). • Con la edad, algunos pacientes desarrollan un estrechamiento del ángulo entre el iris y la córnea, que causa un bloqueo funcional en el drenaje de líquido. Esta situación puede ser favorecida por la reducción normal del tamaño del ojo con el envejecimiento y el incremento normal del tamaño del cristalino con la edad. Se produce un ataque agudo, en particular cuando la pupila está dilatada, pues el iris se engruesa con la contracción. Por tanto, los ataques agudos pueden precipitarse en la oscuridad. Como el ángulo de drenaje es anormal, se denomina glaucoma primario de ángulo cerrado (fi gura 22-7b). a flujo de humor acuoso a través de la pupila córnea iris cámara anterior el humor acuoso debe drenar al ángulo iridocorneal degeneración de la red trabecular conducto de Schlemm humor acuoso producido por el cuerpo ciliar cristalino b el humor acuoso no puede drenar y aumenta la presión Cámara anterior poco profunda el iris hace contacto con el cristalino y bloquea el drenaje el ángulo iridocorneal está cerrado Figura 22.7 Glaucoma. (a) Glaucoma primario de ángulo abierto. Con la edad, los conductos de la red trabecular degeneran. Sin embargo, el humor acuoso continúa produciéndose, por lo cual la presión en el ojo aumenta. Como el ángulo entre la córnea y la raíz del iris es normal (abierto), éste se denomina glaucoma de ángulo abierto. (b) Glaucoma primario de ángulo cerrado. Si la cámara anterior se vuelve poco profunda, el drenaje del ángulo es funcionalmente cerrado. Si la pupila se dilata, esto compromete aún más el drenaje del humor acuoso y puede precipitar un ataque agudo de glaucoma. 22 PATOLOGÍAPatología clínica 502 El glaucoma secundario es causado por enfermedades que ocluyen el drenaje del humor acuoso. Por ejemplo, puede haber adherencias entre el iris y la córnea causadas por uveítis o secundarias a proliferación vascular por isque- mia retiniana (glaucoma secundario de ángulo cerrado). Alternativamente, puede haber un bloqueo de la red tra- becular por partículas de material en el humor acuoso, en especial material degenerado del cristalino, pigmento de lesiones melanocíticas o macrófagos acumulados en res- puesta a hemorragia o infl amación (glaucoma secundario de ángulo abierto) (fi gura 22-7c). El glaucoma congénito se ve en la infancia con creci- miento del globo ocular y es muy raro; este trastorno obedece principalmente a defectos en el desarrollo del dre- naje del humor acuoso. TRAUMATISMOS DEL OJO Los traumatismos del ojo son una causa común de deterioro visual En su mayor parte prevenibles con el uso de protección adecuada de los ojos, los traumatismos son una causa común de enfermedades oculares. La lesión puede ser evi- dente de inmediato o desarrollarse después de la lesión como una complicación secundaria. • La contusión del ojo puede causar hemorragia intraocular o desgarro de la retina y úvea. • La luxación del cristalino puede ocurrir con traumatismos graves. • Las heridas penetrantes (que llegan a la córnea) causan cicatrización permanente si hay lesión en la cápsula de Bowman, mientras que las lesiones perforantes (las que pasan a través de la córnea) pueden complicarse con hemorragia o infección. La reparación de perforaciones corneales puede complicarse por la adherencia del iris a la parte posterior de la córnea en el sitio del traumatismo. • El glaucoma secundario es una complicación importante de hemorragia hacia la cámara anterior. • La siderosis bulbar es causada por la retención de cuerpos extraños con contenido de hierro en el globo ocular. El hierro se deposita dentro de los tejidos del ojo y provoca degeneración retiniana. • La oftalmitis simpática es una rara respuesta inmune mediada por células T que causa una infl amación granulomatosa en un ojo normal que ha sido estimulado por una lesión del ojo contralateral. El factor que desencadena esta reacción inmune es la exposición de antígenos retinianos (que en condiciones normales son secuestrados por una barrera hemato- retiniana) al sistema inmune, después de un traumatismo del globo ocular. Histológicamente existe una intensa infl amacióngranulomatosa del ojo. El desarrollo de este trastorno puede prevenirse si se extirpa el ojo lesionado. ENFERMEDADES DE LA ÓRBITA Las enfermedades de la órbita se presentan con desplaza- miento del ojo (proptosis) o dolor orbitario. Las causas principales de afectación de la órbita son enfermedades oculares tiroideas, lesiones vasculares, enfermedades infl a- matorias y tumores. La evaluación clínica incluye la reali- zación de estudios de imágen de la órbita para determinar el sitio y naturaleza de la tumefacción, seguido en muchos casos por una biopsia. La enfermedad tiroidea (enfermedad de Graves) puede causar afectación orbitaria y proptosis debido a la acumulación de material de la matriz extrace- lular en los tejidos orbitarios. Las enfermedades infl amatorias orbitarias son de diversa etiología Las enfermedades infl amatorias orbitarias se presentan con infl amación de la órbita, proptosis y dolor orbitario. Existen muchas causas de infl amación en la órbita y a veces realiza una biopsia para poder establecer una causa y distinguir lesiones por infi ltración tumoral. Estas lesiones eran llama- das anteriormente seudotumores orbitarios, nombre que debe evitarse, puesto que no siempre es evidente una masa (tumor) en los estudios. Pueden presentarse en esta forma la artritis, enfermedades del tejido conjuntivo, infección micótica y trastornos infl amatorios específi cos relacionados con la esclerótica. Las lesiones vasculares son la causa más común de tumefacción orbitaria en el adulto Las lesiones vasculares y los tumores son una causa común de lesiones ocupativas orbitarias. El aumento rápido en el tamaño puede ser causado por trombosis dentro de la lesión. c el humor acuoso no puede drenar desde la cámara anterior la red trabecular está bloqueada por tejido anormal o partículas Figura 22.7 (c) Glaucoma secundario. Si tejido anormal (p. ej., nuevos vasos sanguíneos) bloquea la red trabecular, entonces el humor acuoso no puede drenar y se desarrolla glaucoma, que se conoce como glaucoma secundario de ángulo cerrado. Si la red trabecular es ocluida por partículas (como células infl amatorias), esto se llama glaucoma secundario de ángulo abierto, pues el ángulo iridocorneal permanece abierto. 22Patología oftálmica 503 Los hemangiomas cavernosos son lesiones bien circuns- critas, de 1 a 2 cm de diámetro. Son los tumores orbitarios que se ven más en adultos y suelen ser fáciles de resecar quirúrgicamente. Los hemangiomas capilares son lesiones mal circunscri- tas que se ven con mayor frecuencia en la infancia. Su extensa afectación de los tejidos orbitarios hace muy difícil su trata- miento quirúrgico. Los linfangiomas pueden afectar la órbita y de acuerdo al grado de afección orbitaria pueden dividirse en tipo superfi cial, profundo y mixto. Los hemangiopericitomas son tumores derivados de los pericitos relacionados con los vasos. Varían en potencial maligno y el 30% recurren localmente, incluso si son benignos desde el punto de vista histológico. Además de estas lesiones, también pueden encontrarse dentro de la órbita malformaciones arteriovenosas (MAV) menos defi nidas y venas varicosas. El tipo más común de tumor orbitario maligno primario es el linfoma El tumor primario más común de la órbita es el linfoma no-Hodgkin. En su mayoría son tumores de células B de grado bajo. En algunas partes de África el linfoma de Bur- kitt, un tumor linfl oblástico de células B de grado alto, es el tumor orbitario más común. Macroscópicamente, los tumores forman masas dentro de la órbita y frecuentemente afectan músculos extraoculares. Muchos de ellos se originan en la glándula lagrimal. También se ven infi ltrados linfoides reactivos benignos y deben diferen- ciarse de los linfomas por medio de inmunohistoquímica. Los tumores orbitarios de origen mesodérmico y nervioso pueden ser benignos o malignos Los tumores orbitarios pueden originarse de tejido ner- vioso o mesodérmico. Diversos tumores, tanto benignos como malignos, se encuentran en diferentes grupos de edad. La extensión de un tumor ocular hacia la órbita es un fenómeno frecuente; los principales tumores oculares son el retinoblastoma en la infancia (pág. 500) y el melanoma uveal en adultos (pág. 498). El rabdomiosarcoma de la órbita es un tumor de la infancia y pertenece al subtipo embrionario. Aunque este tumor es altamente maligno, el tratamiento con radiotera- pia y quimioterapia muestra una tasa de sobrevida a tres meses del 93%. El histiocitoma fi broso es el tumor mesenquimatoso orbitario más común en adultos. Se trata de tumores de células fusiformes compuestos por células similares a fi bro- blastos y células similares a histiocitos, en una matriz colageni- zada; se les clasifi ca en tipo benigno, localmente agresivo y maligno. Como están mal circunscritos, estos tumores reci- divan con frecuencia, con una tasa de recurrencia del 30% para las lesiones benignas, 57% para las lesiones localmente agre- sivas y 64% para las malignas. Las lesiones fi bro-óseas del cráneo a menudo invaden la órbita, en particular las fi bromatosis, los tumores óseos primarios, la displasia fi brosa del hueso y la histiocitosis de células de Langerhans (histiocitosis X) (pág. 327). Los tumores benignos de la vaina del nervio represen- tan alrededor del 2% de todos los tumores orbitarios. Son schwanomas bien circunscritos (neurilemomas) o neurofi - bromas plexiformes, mas difi ciles de resecar. Los meningiomas de la órbita se originan en las células meningoteliales aracnoideas de la vaina del nervio óptico y son similares a los que se presentan en el SNC. Los gliomas del nervio óptico son astrocitomas de bajo grado de malignidad, clasifi cados como astrocitomas pilo- cíticos juveniles. Histológicamente son tumores de células fusiformes con un fondo fi brilar. Los tumores de las orbitas metastásicos provienen más comúnmente de mama, pulmón, riñón y próstata La órbita es afectada a menudo por tumores metastásicos, originados con mayor frecuencia en mama, pulmón, riñón y próstata. El diagnóstico del sitio primario de la metástasis puede favorecerse con inmunocitoquímica, para determinar la presencia marcadores de sustancias dentro de las células tumorales. Esto es particularmente útil con muestras pequeñas obtenidas de la órbita en los casos en que el patólogo no no disponga de los hallazgos morfológicos del tumor. Desde el punto de vista clínico, la invasión extensa de los tejidos orbitarios produce proptosis, dolor por afección de nervios y parálisis de los movimientos oculares. En casos graves el ojo se inmoviliza (‘órbita congelada’). Las lesiones del desarrollo embrionario son comunes en la infancia Durante la infancia, las lesiones del desarrollo representan muchas lesiones orbitarias. Entre los tipos más comunes se encuentran los quistes dermoides recubiertos por epitelio escamoso, con anexos cutáneos como glándulas sebáceas, folículos pilosos y glándulas sudoríparas en la pared. Estas lesiones constituyen el 24% de todos los tumores en todos los grupos de edad. Las heterotopias encefálicas pueden afectar la órbita y son parte del espectro de defectos del tubo neural (págs. 476 a 478). El encefalocele anterior puede incluir la órbita, con meninges y tejido glial o tejido nervioso presente en su interior. Las lesiones de la glándula lagrimal pueden ser infl amatorias o neoplásicas El aumento de tamaño de la glándula lagrimal puede ser causado por infl amación específi ca o inespecífi ca (incluyendo enfermedades granulomatosas) o por neoplasias primarias (benignas y malignas) y metastásicas. La infección (causada comúnmente por bacterias) de la glándula o los conductos lagrimales puede provocar tume- facción. Es posible que se produzca bloqueo del conducto por crecimiento local excesivo de Actinomyces, con la forma- ción de un cálculo compuesto por bacterias fi lamentosas. Los quistes de la glándula lagrimal o de sus conductos asociadosson comunes. Algunos son quistes dermoides del desarrollo, mientras que otros son quistes de retención, causados por el bloqueo de los conductos. 22 PATOLOGÍAPatología clínica 504 La enfermedad de Sjögren se asocia con afección auto- inmune y crecimiento de la glándula por infi ltración de células linfoides la pérdida de glándula provoca sequedad ocular. La sarcoidosis (pág. 567 y siguientes) se asocia con expansión de la glándula por granulomas no caseifi cados. El linfoma es el tumor primario más común de la glán- dula lagrimal (usualmente es un linfoma no-Hodgkin de células B de grado bajo, tipo MALT). Caso 1 Hombre con deterioro visual Un electricista de 58 años de edad ha sido referido por su oftalmólogo a la clínica. Ha notado cierto deterioro en la visión y el especialista apreció que tiene excavación temprana de la papila óptica. Se midió la presión intraocular con un tonómetro y se encontró elevada, lo cual llevó al diagnóstico de glaucoma. El examen del ángulo iridocorneal muestra que está abierto con una cámara anterior normal. 1. ¿Cuál es la patogenia del glaucoma primario de ángulo abierto? 2. ¿Qué otros tipos de glaucoma existen? 3. ¿Cuál es la evolución natural del glaucoma no tratado? Caso 2 Masa dolorosa en el párpado Un hombre de 38 años de edad es referido a la clínica de oftalmología debido a un aumento doloroso del párpado superior, que se desarrolló durante un lapso de dos semanas. A la exploración se observó un área de engrosamiento en el párpado superior. Cuando el párpado se revierte se ve un área mal defi nida de color amarillento debajo de la conjuntiva. Se establece el diagnóstico de un chalazión. 1. ¿Cómo explica la naturaleza del chalazión al paciente? Preguntas basadas en casos En la página 595 se proporcionan respuestas breves a estas preguntas. PATOLOGÍA CLÍNICA 22. PATOLOGÍA OFTÁLMICA Introducción Enfermedades de párpados , conjuntiva y córnea Las enfermedades inflamatorias y neoplásicas de los párpados son comunes Las enfermedades de la córnea comunmente causan cicatrización y pérdida de la agudeza visual Enfermedades de la úvea La inflamación uveal se asocia con varias enfermedades sistémicas Los tumores melanocíticos se originan comúnmente en la úvea y pueden ser (...) Anormalidades del cristalino La luxación del cristalino puede ser espontánea o de origen traumático Las cataratas son áreas de opacidad del cristalino y tienen una gran variedad de causas Enfermedades de la retina y del humor vítreo Las enfermedades retinianas son principalmente inflamatorias, vasculares o degenerativas Las enfermedades vasculares de la retina son una causa común de ceguera En el desprendimiento retiniano, la retina se separa del epitelio pigmentado y pierde su (...) El retinoblastoma es un tumor poco común de la infancia Glaucoma En el glaucoma hay un aumento de la presión intraocular que daña la retina En el glaucoma ocurre interrupción de la filtración del humor acuoso en la red trabecular Traumatismos del ojo Los traumatismos del ojo son una causa común de deterioro visual Enfermedades de la órbita Las enfermedades infl amatorias orbitarias son de diversa etiología Las lesiones vasculares son la causa más común de tumefacción orbitaria en el adulto El tipo más común de tumor orbitario maligno primario es el linfoma Los tumores orbitarios de origen mesodérmico y nervioso pueden ser benignos o malignos Los tumores de las orbitas metastásicos provienen más comúnmente de mama, (...) Las lesiones del desarrollo embrionario son comunes en la infancia Las lesiones de la glándula lagrimal pueden ser inflamatorias o neoplásicas FIGURAS Figura 22.1 Figura 22.2 Figura 22.3 Figura 22.4 Figura 22.5 Figura 22.6 Figura 22.7
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