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Gnatostomiasis

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34Capítulo
Sylvia Paz Díaz Camacho
Contenido
■ Introducción
■ Características generales del parásito
■ Ciclo biológico
■ Mecanismos patogénicos
■ Manifestaciones clínicas
■ Diagnóstico
■ Tratamiento
■ Prevención
■ Caso clínico
América (G. turgidum, G. americanum, G.miyazakii, G. pro-
cyonis, G. binucleatum y G. lamothei). De estas especies, seis 
se han relacionado con parasitosis humanas: G. spinigerum, 
G. hispi dum, G. nipponicum, G. doloresi y G. malaysia en 
Asia, y en América sólo G. binucleatum.
Desde épocas remotas el padecimiento se ha relacionado 
con el consumo de pescado crudo por parte de las personas 
que vivían cerca de algunos ríos, como el Yang Tse -kiang. En 
Tailan dia la enfermedad se conoce desde hace mucho tiempo 
con el nombre de “Tua-chid” (“tumor doloroso”); en India, 
China y Japón la llamaban “edema del Chan-chiang”, “reu-
matismo de Shangai”, “enfermedad del Consulado de Nang-
ching” y “edema de Quincke”. Sin embargo, el primer caso de 
gnatostomiasis humana fue descrito por Levinsen hasta 1889, 
al identifi car un parásito a partir de una lesión infl amatoria 
localizada en el pecho de una mujer tailan desa. En la actuali-
dad, los países con mayor prevalencia de gnatostomiasis hu-
mana son México, Japón, Tailandia y Vietnam, y a pesar de 
que la enfermedad no es de registro obligatorio en países como 
México, se han registrado más de 13 600 casos en publicacio-
nes científi cas. 
En Tailandia es la enfermedad parasitaria más impor-
tante, ya que afecta al sistema nervioso central y constituye 
una de las principales causas de hemorragias intracranea-
les, que en ocasiones provocan la muerte. Gnathostoma spi-
nigerum es la única especie identifi cada en ese país y se 
considera que es la más importante desde el punto de vista 
médico, ya que es el agente causal en la mayoría de los casos 
en humanos registrados en las publicaciones especializadas. 
Preguntas de evaluación inicial
 1. ¿Qué tipo de huésped es el humano en esta infección?
 2 . ¿Dónde se establece este parásito en el huésped defi nitivo?
 3 . ¿Cómo se clasifi can las manifestaciones cutáneas más fre-
cuentes?
 4 . ¿Qué pruebas se emplean para el diagnóstico de la infección?
 5 . ¿Cuáles son los medicamentos que más se emplean en el 
tratamiento?
Introducción
La gnatostomiasis (gnatostomosis) es una zoonosis parasi-
taria causada por diversas especies de nematodos del género 
Gnathostoma. Las larvas de tercer estadio avanzado (L3A) 
oca sionan en el humano el síndrome de larva migratoria, 
cuyas manifestaciones pueden ser cutáneas, oculares, visce-
rales y neurológicas, o bien una combinación de ellas.
En 1836, Richard Owen describió el género Gnathosto-
ma después de encontrar parásitos adultos en el estómago 
de un tigre de Bengala (Felis tigris), y a la especie se le deno-
minó spinigerum. En la actualidad se encuentran bien clasi-
fi cadas 12 especies de Gna thostoma, de las cuales seis se han 
identifi cado en Asia (G. spinigerum, G. hispidum, G. dolore-
si, G. nipponicum, G. vietnamicum y G. malaysiae) y seis en 
Gnatostomiasis
En América, Peláez y Pérez Reyes dieron a conocer los 
primeros casos autóctonos de gnatostomiasis humana en 
México en 1970, y Ollage-Loaiza en Ecuador en 1984. Más 
tarde, en México, Martí nez Cruz informó que un número 
importante de individuos que provenían de Temazcal, 
Oaxaca; Tierra Blanca, Veracruz, y otras poblaciones de la 
cuenca del río Papaloapan presentaban edema migratorio 
intermitente. A partir de 1990 se ha registrado un número 
creciente de casos de gnatostomiasis cutánea y ocular en los 
estados de Guerrero, Nayarit, Tamaulipas y Sinaloa. Ade-
más de estas áreas endémicas ubicadas en las costas del 
océano Pacífi co y del Golfo de México, de manera reciente 
han aparecido nuevos casos en Jalisco, Tabasco, Puebla y el 
Distrito Federal, tal vez por el consumo de pescado trans-
portado de áreas endémicas. Asimismo, como resultado de 
viajes internacionales, importación o exportación de cos-
tumbres culinarias y carne de pescado o migraciones hacia 
áreas endémicas de América y el sureste de Asia, esta zoo-
nosis parasitaria se ha extendido hacia regiones no endémi-
cas como Europa y países occidentales. Esta situación pone 
de manifi esto la necesidad de establecer un programa de vi-
gilancia epidemiológica que promueva la capacitación de 
personal médico para diagnosticar y tratar oportunamente 
la gnatostomiasis. 
Características generales 
del parásito
Los parásitos adultos se localizan en estómago o esófago de 
mamíferos silvestres o domésticos, formando cavidades pa-
rasitarias en las que conviven dos o más parásitos. Su cuer-
po es cilíndrico y mide 1.5 a 3.3 cm de longitud en el macho 
y 1.2 a 3.0 cm en la hembra. En el extremo anterior presen-
tan un bulbo cefálico con 8 a 10 hileras concéntricas de gan-
chos, y en la parte central tienen un par de labios que rodean 
una cavidad bucal alargada. En la superfi cie del cuerpo 
presentan hileras de espinas cuticulares que varían en dis-
tribución, forma y tama ño según la especie. Los órganos 
genitales se localizan en la región caudal y están conformados 
por papilas de diferen te forma y distribución. En el macho 
esta región se encuentra curvada hacia la parte ventral, y tie-
ne dos espículas de dife rente longitud que facilitan el proceso 
de copulación. El aparato reproductor de la hembra está 
formado por un útero doble, comunicado con una vagina 
verdadera en cuyo interior se encuentran huevos en diferen-
tes etapas de desarrollo, que son expulsados al exterior a 
través de la vulva, ubicada en la parte media del cuerpo.
Los huevos fertilizados son ovalados, de color amarillo 
o café claro, miden alrededor de 70 40 mm y muestran 
una pared gruesa que puede ser lisa o con pequeñas excava-
ciones, la cual presenta una o dos cápsulas polares, según la 
especie de Gnathostoma; son eliminados junto con la mate-
ria fecal de los huéspedes defi nitivos.
Las larvas L3A que parasitan a huéspedes intermedia-
rios, paraténicos y al humano (a quien se considera como 
huésped accidental) son gusanos de cuerpo cilíndrico y ex-
tremos redon deados, cuya longitud es de 3.0 a 4.7 mm. En la 
porción anterior presentan un bulbo cefálico, del cual so-
bresalen 3 o 4 hileras transversales de ganchos; la parte 
frontal de dicha estructura muestra una boca de forma 
oblonga rodeada por dos labios voluminosos con un par de 
papilas cada uno (fi gura 34-1).
Al igual que en los parásitos adultos, en el interior del 
bulbo cefálico se encuentran cuatro cámaras huecas llama-
das bayo netas, que se comunican de manera independiente 
con cuatro sacos cervicales en forma de maza, los cuales 
cuelgan libre mente en el seudoceloma y contienen un mate-
rial líquido. El esófago se comunica con el intestino, el cual 
termina en un poro anal hacia la región ventral del cuerpo.
La superfi cie de las larvas también tiene espinas cuticula-
res que se hacen más pequeñas y escasas a medida que se ale-
jan del bulbo cefálico. Entre las hileras 12 y 14 de las es pinas 
cuticulares se ubican las papilas cervicales, y más abajo, en las 
hileras 30 a 32, se encuentra un poro excretor.
Ciclo biológico
El ciclo biológico de los nematodos del género Gnathostoma 
es complejo y requiere diferentes huéspedes defi nitivos (ma-
míferos silvestres o domésticos), intermediarios (diversas 
especies de crustáceos y peces de agua dulce) y paraténicos 
(aves ictiófagas, reptiles y mamíferos pequeños).
Los parásitos adultos se alojan en el estómago o esófa-
go de félidos, cánidos, marsupiales, prociónidos y suidos, 
entre otros. En el caso de G. spinigerum se sitúan en cavida-
des formadas por células hiperplásicas infi ltradas por un 
exudado infl amatorio de la mucosa gástrica de perros, ga-
tos, tigres y leopardos, entre otros. Estas cavidades las ocu-
pan varios machos y hembras; después de la cópula, dichas 
Figura 34-1 Larva L3A de Gnathostoma spp localizada en carne de 
pescado y observada mediante microscopia de luzy electrónica de ba-
rrido. (BC, bulbo cefálico; E, esófago; I, intestino; PP, parte posterior del 
cuerpo.) (Las fotomicrografías de barrido fueron tomadas por José Gua-
dalupe Rendón Maldonado, Cinvestav-IPN.)
PP
BC
I
E
PP
10 μm 10 μm
BC
Capítulo 34 Gnatostomiasis258
cavidades expulsan huevos fertilizados hacia la luz del estó-
mago, de donde salen al exterior junto con las heces del 
huésped.
Cuando los huevos fertilizados quedan depositados en 
cuerpos de agua dulce, como ríos, lagos, presas, diques, etc., 
y se encuentran a temperaturas entre 24 y 28 °C, dentro del 
huevo se desarrolla una forma joven llamada larva de pri-
mer estadio (L1), la cual experimenta una muda y se trans-
forma en larva de segundo estadio (L2).
La larva L2 es rabditoide, eclosiona del hue vo a través 
de un opérculo y nada activamente en el medio. En este pro-
ceso, que dura alrededor de siete días, pequeños crustáceos 
de los géneros Cyclops, Eucyclops, Mesocyclops, Tropocyclops 
y Acantocyclops, entre otros, ingieren la larva. En el hemo-
cele de estos copépodos, la larva L2 se desarrolla hasta larva 
L3 temprana (L3T) en un periodo de 7 a 10 días. Diversas 
especies de peces dulceacuícolas ingieren a los copépodos 
infectados. Estos peces participan como segundos huéspe-
des intermediarios. En el estómago de los peces se li bera la 
larva L3T, la cual perfora la pared del estómago, mi gra hacia 
el tejido muscular esquelético, en donde se enquista y trans-
forma en larva L3 estadio avanzado (L3A).
Ciertos vertebrados ectotérmicos, como ranas y cule-
bras, así como aves ictiófagas o mamíferos pequeños, se ali-
mentan de los peces infectados con larvas L3A, por lo que 
fungen como huéspedes paraténicos.
El ciclo biológico se completa en casi 100 días, cuando 
los segundos huéspedes intermediarios o paraténicos son 
ingeri dos por los huéspedes defi nitivos, donde la larva L3A 
se transforma en parásito adulto (fi gura 34-2).
La larva L3A es la forma infectiva para el humano, a 
quien se considera como huésped accidental que adquiere la 
enfermedad cuando consume principalmente carne de 
pesca do de agua dulce infectada, cruda o cocida de manera 
insufi ciente en platillos como cebiche, sushi y sashimi, entre 
otros. En algunos países asiáticos, y a veces en México, la 
enfermedad también se adquiere al consumir carne prove-
niente de hués pedes paraténicos, como aves y reptiles pa-
rasitados. Asimis mo, en ciertos estudios de infecciones 
experimentales se propusieron otros mecanismos de trans-
Gusano adulto
huésped definitivo
L1
L2
L3
Primer huésped
intermediario
L3A
Segundo huésped
intermediario
L3A
huésped
paraténico
Gnatostomiasis
 • Cutánea
 • Ocular
 • Visceral
 • Neurológica
Gnatostomiasis
• Cutánea
Figura 34-2 Ciclo biológico de Gnathostoma spp.
Ciclo biológico 259
misión, como la pe netración de la larva a través de la piel, 
consumo de agua contaminada con crustáceos infectados y 
un mecanismo transplacentario.
Mecanismos patogénicos
Los mecanismos que participan en la patogenicidad de las 
larvas L3A de Gnathostoma se desconocen, aun cuando exis-
te acuerdo en que una combinación de factores ocasiona el 
daño; entre estos factores están el efecto mecánico causado 
por la migración del parásito, la eliminación de sustancias 
tóxicas similares a acetilcolina, enzimas proteolíticas como 
la hialuronidasa (una sustancia hemolítica) y la reacción 
infl ama toria dirigida hacia el parásito. Recientemente se han 
identifi cado cisteinaproteasas y metaloproteasas en antíge-
nos somáticos y de excreción-secreción de larvas L3A, las 
cuales es posible que participen tanto en mecanismos pato-
génicos como inmunológicos.
La reacción infl amatoria presenta algunas característi-
cas histológi cas de paniculitis eosinófi la, y por ello se ha pro-
puesto el nombre de paniculitis nodular migratoria eosinófi la 
como sinónimo de gnatostomiasis cutánea, aunque otros 
autores no concuerdan con esta nomenclatura, ya que otras 
entidades nosológicas, sobre todo de origen parasitario, 
comparten al gunas de estas características histológicas.
En relación con la respuesta inmunitaria humoral, 
Gna thostoma induce la síntesis de anticuerpos específi cos al 
me nos de las clases IgG e IgE, y en más de 40% de los casos 
se observa aumento de la IgE sérica total y eosinofi lia. Con 
base en estas observacio nes, las larvas L3A de Gnathostoma 
al parecer inducen una respuesta inmunitaria Th 2.
Manifestaciones clínicas
Cuando la larva L3A es ingerida en carne mal cocida o cruda 
de huéspedes intermediarios o paraténicos, se libera en el 
estómago, perfora la pared y migra hacia el hígado. En esa 
etapa los pacientes presentan dolor epigástrico, náuseas y 
vómito. La larva se dirige después a cualquier parte del 
cuerpo y los síntomas dependen del área afectada. Este proce-
so ocasiona un síndrome de larva mi grans, y las manifestacio-
nes pueden ser cutáneas, oculares, neurológicas, viscerales, o 
una combinación de ellas.
Las manifestaciones cutáneas son las más frecuentes y 
se clasifi can en cuatro variedades: infl amatoria, serpigino-
sa, seudofurunculosa y mixta (fi gura 34-3).
La variedad infl amatoria, también conocida como pro-
funda, se caracteriza por la aparición de edemas migratorios 
intermiten tes, eritematosos, indurados, pruriginosos y con 
aumento de la temperatura local. El edema inicial desapare-
ce por lo gene ral en un periodo de 4 a 6 días, y reaparece casi 
siempre en un área cercana. Al desaparecer la infl amación, 
con frecuencia se manifi esta una zona hemorrágica o placa 
pigmentada que desaparece en alrededor de 2 a 5 semanas. 
Estas lesiones cutáneas se observan con mayor frecuencia en 
México, Ecuador y Tailandia.
En la variedad serpiginosa o superfi cial se observan 
surcos poco sinuosos, eritematosos e indurados, los cuales 
son más anchos en el extremo por donde avanza la larva, ya 
que en esa área la reacción infl amatoria es más intensa. En 
Japón esta variedad es la más frecuente, pero el recorrido de 
la larva es más activo dando lugar a grandes lesiones que 
muestran surcos más delgados y sinuosos, por lo general lo-
calizados en la parte posterior del cuerpo. 
La forma seudofurunculosa se puede presentar duran-
te la evolución natural del padecimiento, o bien después de 
la administración de antiparasitarios como albendazol o 
ivermectina. Se manifi esta como pápula roja e indurada 
que, en ocasiones, muestra un centro de color pardo por el 
cual la larva puede salir en forma espontá nea. Algunos pa-
cientes pueden presentar más de alguna de estas formas 
dermatológicas. Las lesiones son recurrentes con periodici-
dad de una semana a varios años. La fi gura 34-3 muestra 
algunos tipos de lesiones cutáneas.
Cuando la larva L3A migra hacia el ojo causa dolor, 
equi mosis, uveítis anterior aguda, aumento de la presión 
intraocu lar y hemorragias en la retina y el vítreo; en ocasio-
nes el daño puede conducir a pérdida de la visión. Las afec-
ciones neu rológicas del padecimiento se han estudiado 
principalmente en Tailandia. Boongird y colaboradores 
analizaron 24 casos neurológicos y encontraron como prin-
cipales signos y sínto mas los siguientes: radiculomielitis, 
radiculomieloencefalitis, hemorragias subaracnoideas, ce-
falea intensa, defi ciencias motoras y sensi tivas de las ex-
tremidades, disfunción de los nervios craneales, pérdida de 
la conciencia, estado de coma; en seis de estos pacientes so-
brevino la muerte.
En los casos de gnatostomiasis visceral, la larva L3A es 
capaz de migrar hacia pulmones, estómago, intestinos, 
endo metrio, vías urinarias, etc. Cuando el parásito se en-
cuentra en los pulmones, el paciente puede presentar tos, 
dolor en el pecho, disnea, hemoptisis, neumotórax e hidro-
Figura 34-3 Gnatostomiasis cutánea. A y B, lesiones infl amatorias o 
profundas donde se observan placas eritematosas; C, variedad serpigi-
nosa donde se aprecia el trayecto de la larva bajo la piel, y D, forma 
seudofurunculosa de donde se extrajouna larva L3A de Gnathostoma.
Capítulo 34 Gnatostomiasis260
neumotórax. En algunos casos la larva es expulsada durante 
la expectora ción. Cuando el parásito se encuentra en el apa-
rato digestivo, la enfermedad puede ser asintomática, pero 
hay ocasiones en que se puede formar un granuloma eosi-
nofílico, el cual po dría llegar a confundirse con apendicitis o 
carcinoma de colon. 
Es importante señalar que a los casos de gnatostomiasis 
visceral por lo general les antecede un cuadro de gnatostomia-
sis aguda. En México, los primeros casos de gnatostomiasis 
aguda se registraron en cinco individuos de Sinaloa, quienes 
ingirieron “cebiche” preparado con carne de una especie de 
pescado denominada Eleotris picta. Los síntomas que se 
presentaron a los pocos minutos de la ingestión del “cebi-
che” fueron vómito, dolor epigástrico, dolor agudo en la 
garganta y cefalea. Posteriormente, uno de los casos presen-
tó dolor agudo en el pecho, difi cultad para respirar, dolor en 
articulaciones, malestar general y pérdida de peso. Después 
de unos 13 días, todos los casos desarrollaron gnatostomia-
sis cutánea. 
Diagnóstico
La gnatostomiasis humana se confi rma al encontrar la larva 
L3A en estudios parasitoscópicos, pero su localización es su-
mamente difícil debido a la naturaleza migratoria del parási-
to. Esto obligó a la creación de métodos inmunológicos para 
el diag nóstico, como pruebas cutáneas, doble inmunodi-
fusión, hemaglutinación indirecta, inmunofl uorescencia, 
ELISA (Enzyme Linked Immunosorbent Assay) e inmunoelec-
tro transferencia (Western blot), principalmente en países 
como Tailandia y Japón. Actualmente, en México, el diagnós-
tico de la enferme dad se lleva a cabo por medio de ELISA, 
dot-ELISA y Wes tern blot utilizando antígenos de larvas L3A 
G. binucleatumi recuperadas de huéspedes intermediarios o 
para ténicos locales, y se realizan trabajos de investigación 
a fi n de obtener antígenos inmunodominantes para mejorar 
la sensibilidad y especifi cidad de los métodos de diagnóstico 
y tener mayor disponibilidad de antígeno en las áreas donde 
se requiere contar con este servicio. 
Es importante señalar que para realizar el diagnóstico 
oportuno de gnatostomiasis, también es necesario conside-
rar los antecedentes epidemiológicos del padecimiento. 
Tratamiento
El tratamiento de gnatostomiasis representa a veces cierto 
grado de difi cultad porque aún no existe un tratamiento 
efec tivo para todos los casos. En la gnatostomiasis cutánea 
se recomienda recuperar el parásito mediante procesos 
quirúrgi cos, lo cual resulta difícil, sobre todo por la natura-
leza migra toria de la larva y su localización en órganos y 
tejidos poco accesibles a una cirugía.
Algunos medicamentos, como tiabendazol, dietilcar-
bama cina, mebendazol, metronidazol, praziquantel, pred-
nisona y quinina, entre otros, ofrecen poca capacidad de 
curación.
En 1992, Kraivichian y colaboradores demostraron 
que después de la administración de albendazol en dosis de 
400 mg, una y dos veces al día, durante 21 días, se obtenían 
porcentajes de curación de 93.9 y 94.1, respectivamente; 
además, observaron reducción de los títulos de anticuerpos 
en un periodo de seis meses.
En pacientes de Sinaloa se utilizó albendazol adminis-
trado en dosis de 10 mg/kg de peso durante 20 días (sin ex-
ceder 1 g), y se observó que las larvas emergían ha cia planos 
superfi ciales de la piel durante los días 10 a 14 después del 
tratamiento; además, se formaba una lesión seu dofuruncu-
losa, la cual indicaba el momento más oportuno para realizar 
una biopsia escisional y recuperar al parásito. Se analizaron 
20 biopsias de pacientes que se habían sometido a este trata-
miento y se recuperaron 17 larvas, de las cuales siete (35%) se 
encontraban viables, lo que signifi ca que el albendazol no 
siempre destruye al parásito.
Por otra parte, la ivermectina administrada en una do-
sis única de 0.2 mg/kg es efectiva contra la gnatostomiasis 
oca sionada por G. spinigerum en 76 a 86.8% de los casos, y 
cuando la dosis se repite en los enfermos en quienes no se 
logra la cu ración, la efectividad aumenta a 100%. En Méxi-
co, algunos grupos de trabajo continúan evaluando tanto el 
uso de la ivermectina como el de albendazol, sin que hasta 
hoy se obtenga la curación en todos los casos (cuadro 34-1).
Prevención
Los huéspedes intermediarios de Gnathostoma constituyen 
la fuente de infección para el humano. En las áreas endémi-
cas de México se han identifi cado diversas especies de peces 
infectadas con larvas L3A de Gnathostoma: Petenia splendi-
da (mojarra tenhuayaca), Cichlasoma urophthalmus (casta-
rrica), Cichlasoma gadovii (moja rra criolla), Oreochromis 
spp (mojarra tilapia), Eleotris picta (vieja de río) y Dormita-
tor latifrons (puyeque), entre otros. En general, las especies 
de peces identifi cados como huéspedes naturales de Gna-
thostoma pertenecen a las familias Eleotridae, Cichlidae y 
Antiparasitario Dosis pediátrica Dosis en adultos
Albendazol 10 mg/kg de peso por 20 días 10 mg/kg de peso por 20 días
Ivermectina 0.2 mg/kg, dosis única 0.2 mg/kg, dosis única
• Cuadro 34-1 Fármacos para el tratamiento de la gnatostomiasis
Prevención 261
Aridae. En Sinaloa y Nayarit, de donde se distribuye pesca-
do hacia otros estados de México, se han detectado espe cies 
de peces de valor comercial y aves ictiófagas infectadas con 
larvas L3A de Gnathostoma, lo cual constituye un factor de 
riesgo para la dispersión de la enfermedad y el parásito ha-
cia zonas que en la actualidad no están consideradas como 
endémicas.
Las larvas L3A de G. spinigerum y G. binucleatum son 
muy resistentes a diversas sustancias que se utilizan en la 
preparación de plati llos elaborados con carne de pescado 
crudo, como jugo de limón, salmuera, vinagre y salsa de 
soya. Por esta razón, la principal medida de prevención y 
control del padecimiento es evitar el consumo de carne cru-
da o insufi cientemente cocida de cualquier especie de pes-
cado proveniente de agua dulce.
También conviene, en la medida de lo posible, evitar la 
presencia de perros, gatos, cerdos o mamíferos silvestres en 
cuerpos de agua dulce, como lagos, presas y diques, puesto 
que estos mamíferos pueden fungir como huéspedes defi niti-
vos de Gnathostoma y contaminar el agua mediante las 
heces.
Por otra parte, también es necesario aplicar medidas 
que permitan difundir conocimientos acerca de esta parasi-
tosis, sobre todo en los lugares donde la población acostum-
bra comer carne cruda de pescado. Estas medi das también 
deben incluir el registro obligatorio de los casos.
Caso clínico
En la Unidad de Investigaciones en Salud Pública “Louis 
Pasteur” de la FCQB, UAS, se recibió a un paciente femeni-
no LLMG, de 40 años de edad, originaria y residente de 
Cosalá, Sinaloa, ama de casa, casada y con escolaridad se-
cundaria. Había sido hospitalizada en dos ocasiones debido 
a crisis nerviosas, el resto de sus antecedentes personales 
patológicos no presentaban datos positivos; niega toxico-
manías. Consume carne de cerdo una vez al mes y con una 
frecuencia de 1 a 2 veces por semana, a partir de los 32 años 
de edad, consume pescado de agua dulce (lobina, mojarra y 
bagre) preparado crudo, cocido o frito, proveniente la ma-
yoría de las ocasiones de la presa cercana a la localidad de 
origen. Adicionalmente su dieta incluye camarón de granja 
una vez al mes, la mayoría de las veces cocido, y relata beber 
agua de la presa con frecuencia. Niega el consumo de sushi, 
carne de rana y víbora. Convive con un perro y un gato.
Datos clínicos. Inicia el padecimiento con infl ama-
ción en región infraescapular izquierda, dolorosa, prurigi-
nosa, edematosa, de 15 por 3 cm, indurada, con aumento de 
temperatura local que resolvió dejando equimosis y cicatriz 
serpiginosa de carácter migratorio en el siguiente orden: re-
gión escapular derecha, supraescapular derecha, supraesca-
pular izquierda, mejilla izquierda, párpado izquierdo y tem-
poral posterior izquierda; las lesionestenían una duración 
aproximada de 5 días, con intervalos de dos días entre su 
desaparición y aparición, además de que variaban en tama-
ño y forma. Un mes después de iniciados los síntomas pre-
sentó un edema bipalpebral unilateral que impide la visión 
de la paciente (fi gura 34-4). Durante este tiempo acudió a 
distintas instituciones de salud, donde le indicaron antiin-
fl amatorios (diclofenaco, naproxeno) y diversos antibióticos 
(dicloxacilina, ciprofl oxacina, penicilina), completando los 
esquemas con cada uno de ellos sin presentar mejoría.
Exámenes de laboratorio. La prueba de detección de 
anticuerpos IgG anti-Gnathostoma por Western blot resultó 
positiva y mediante ELISA se obtuvo una seropositividad de 
1:1 600 (valor de referencia menor de 1:200). En la biometría 
hemática se encontró eosinofi lia de 20% y el examen copro-
parasitoscópico de tres muestras procesadas por los métodos 
de concentración de Faust (fl otación) y Ritchie (sedimenta-
ción) fueron negativos. 
Tratamiento. Se inició tratamiento con albendazol a 
15 mg/kg/día por 15 días e ivermectina 0.2 mg/kg/día el pri-
mer y el tercer días de tratamiento.
Figura 34-4 Fotografía de paciente con gnatostomiasis del caso clínico.
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 1. ¿Por qué antes de los últimos 20 años era rara la notifi ca-
ción de casos?
 2. ¿Qué medidas se pueden aplicar para controlar la parasitosis?
 3. ¿Quésucederá si se eliminan los huéspedes paraténicos?
Preguntas para refl exionar
 1. Huésped intermediario.
 2 . Estómago o esófago.
 3 . Infl amatoria, serpiginosa, seudofurunculosa y mixta.
 4 . ELISA o Western blot.
 5 . Albendazol e ivermectina.
Respuestas a las preguntas de evaluación inicial
Capítulo 34 Gnatostomiasis264
	Capítulo 34. Gnatostomiasis

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