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44Capítulo Laura Valverde Islas Javier Ambrosio Hernández Contenido ■ Introducción ■ Microscopia sin microscopio ■ Videomicroscopia ■ Microscopia de fl uorescencia ■ Microscopia electrónica ■ Microscopia de fuerza atómica ■ Visualización 3D ca están en continua evolución, pues con frecuencia se bus- ca obtener las mejores imágenes, la mejor defi nición para apreciar los detalles con el mayor aumento posible, obser- vaciones en tiempo real y las imágenes más reales que im- pliquen una menor manipulación de las muestras por observar. Bajo estas circunstancias se considera que habría una mejor posibilidad de comprender mejor lo que sucede en el ámbito microscópico de los organismos en estudio. Las formas de observación varían por las estrategias que se emplean, y éstas van desde la observación a nivel micromé- trico hasta el nanométrico; por consiguiente, se requieren diferentes tipos de microscopio, como el fotónico y el electró- nico (tanto el de barrido como el de transmisión y el de energía atómica). Con tales tecnologías de observación, los microorganismos pueden ser observados inmediatamente después de algún tratamiento, y no sólo de manera superfi - cial, sino que es posible explorar su interior o el de las células o tejidos (Tsien, 2003). La decisión de la estrategia depende del estado, profundidad, rapidez y resolución de observación de lo que se desea; por ejemplo, si es necesario observar la muestra a bajo aumento sin recibir tratamiento alguno y de forma inmediata, se requerirá de un sistema de microscopia fotónica en la que se empleen sistemas en los que varía la in- tensidad o la composición de la luz que se hace incidir. Sin embargo, si se desea observar a mayor aumento (a nivel nano- métrico), es posible hacerlo sin que se trate a la muestra me- diante la microscopia de energía atómica o la microscopia electrónica de barrido por ultracongelación rápida. De hecho, en los últimos años, mediante la microscopia electrónica de Preguntas de evaluación inicial 1. ¿Cuántos tipos de microscopios existen? 2 . ¿Qué tipo de microscopios podrían tener mejor aplicación para el diagnóstico en el campo o el consultorio? ¿Por qué? 3 . ¿Cuáles serían las ventajas de usar los marcadores fl uores- centes intravitales en la parasitología? 4 . ¿Con qué tipo de microscopio se pueden hacer observaciones de proteínas fl uorescentes? 5 . ¿Qué tipos de microscopios pueden ser utilizados para efec- tuar observaciones a nivel ultraestructural de los parásitos? 6 . ¿Cuál es la ventaja de llevar a cabo visualizaciones científi cas tridimensionales? Introducción La observación microscópica de los microorganismos es una necesidad en el campo de la parasitología. Se le utiliza para fi nes de diagnóstico o investigación, y para ello se usan microscopios sencillos y complejos que sean funcionales para los fi nes de observación que se persiguen. Por consi- guiente, cualquier avance o aspecto técnico de la microsco- pia impacta la forma de observación y la información que de ella se obtenga. Las tecnologías de observación microscópi- Técnicas para visualización de parásitos mediante microscopia transmisión combinada con la congelación ultrarrápida (to- mografía crioelectrónica), se obtienen imágenes seriadas con las que se generan reconstrucciones de los componentes inte- riores de los organismos, y con las imágenes reconstruidas se puede visualizar su interior desde diferentes ángulos. Ya es posible correlacionar lo obtenido en las recons- trucciones digitales mediante la microscopia electrónica con lo visto para las mismas muestras por microscopia de fl uorescencia; esto implica que hay posibilidades de integrar los niveles de observación microscópica con la nanoscópica (Lucic et al., 2008). Sin embargo, esto no signifi ca que el poder de la resolución de los microscopios ópticos sea sufi - ciente para alcanzar visualizaciones en los niveles ultraes- tructurales. El hecho de contar con tecnología de video y fotografía digital, que permiten mejorar las amplifi caciones de las imágenes, no mejora la resolución; lo único que se conseguirá será superar la defi nición de las imágenes. A pesar de ello, cuando se combinan las observaciones por microsco- pia de fl uorescencia con videomicroscopia bajo condiciones especiales, se ha demostrado que es posible alcanzar niveles de observación nanométrica (Westphal et al., 2008). No está lejano el día en que esto pueda ser aplicado para observar cómo los parásitos invaden las células o, tejidos, o la mane- ra como se multiplican. En la actualidad no sólo es posible la observación de imágenes fi jas y, con apoyo en ellas, intentar defi nir su diná- mica o funcionalidad. El desarrollo de la videomicroscopia, su acoplamiento a la microscopia de fl uorescencia (entre la que ya se incluye la microscopia multifotónica) y el desarro- llo de marcadores fl uorescentes que pueden ser adicionados a los organismos en estudio, o que han sido introducidos como promotores dentro de su genoma (marcadores intra- vitales), ha abierto un campo de observación excitante que permite no sólo la grabación de imágenes con la dinámica de los organismos en tiempo real, sino que es posible deter- minar el comportamiento de componentes estructurales defi nidos durante el movimiento de los organismos y los cuales no sólo pueden ser observados en células aisladas y mantenidas en cultivo in vitro, sino incluso dentro de los tejidos u órganos, como en el caso de las células del sistema inmune y los nódulos linfáticos, tal como podría presentar- se en la vida real (Nitschke et al., 2008). Independientemente del método de observación, en la actualidad las imágenes pueden ser manejadas como se de- see; se adquieren de forma simple, se les almacena en el for- mato más conveniente, y cuando se requiera y con apego a la ética, se les puede editar para fi nes de investigación, edu- cativos o de difusión. Asimismo, con la tecnología actual, las observaciones se pueden mejorar, analizar, ampliar o de- tallar mediante estrategias digitales, y que a simple vista podrían resultar invisibles o difíciles de destacar en un mar de estructuras distintas. El ejemplo más representativo de la evolución que ha tenido la observación microscópica está asociado con el desarrollo de la tecnología computacional; hace aproximadamente 10 años, las imágenes obtenidas con microscopios convencionales tenían que ser capturadas y editadas mediante trabajo manual fotográfi co, lo que hacía de las imágenes obtenidas un verdadero trabajo artesanal, dado que las computadoras aún no habían evolucionado ni eran de dominio público. Los cuartos oscuros eran una infraestructura necesaria para ello, y se requería invertir mucho tiempo en la búsqueda de las mejores imágenes. De hecho, como en ese entonces no había posibilidad de hacer fi lmaciones y llevar el registro de las secuencias observadas, se recurría al dibujo para ilustrar lo que se observaba. Con la tecnología moderna, ahora no sólo se adquieren las imágenes en tiempo real, sino que incluso es posible re- construir y obtener animaciones dinámicas que ilustran lo observado, pues los libretos de las historias de la dinámica de lo que sucede a nivel microscópico ya están escritos, y sólo falta hallar la forma de presentarlo (McGill, 2008). En el campo de la parasitología se han generado diversas ani- maciones mediante las cuales se ilustran fenómenos como la infección por los parásitos que producen el paludismo.1,2 Los sistemas de observación indicados facilitan la ob- tención de imágenes de gran calidad, y su captura, almacena- je y edición resultan de lo más sencillo, con lo que es posible disponer de ellas cuando se les requiera. Adicionalmente a la forma de obtención de las imágenes, con la tecnología actual también se pueden mejorar las observaciones gracias a las in- novaciones digitales, esto permite observar estructuras que no son perceptibles a simple vista o queno destacan entre infi nidad de distintas estructuras. En el pasado tampoco era factible realizar fi lmaciones mediante videomicroscopia y re- gistrar tales imágenes con la precisión con que se obtienen hoy en día. Es tal el avance de la tecnología actual que las imágenes obtenidas pueden ser analizadas, reconstruidas, proyectadas y hasta visualizadas en tres dimensiones (3D) con la aplicación de paquetes computacionales. Tales pa- quetes hacen posible realizar viajes virtuales al interior de las células y los tejidos, e incluso generar animaciones de lo observado, como se ha venido haciendo con Plasmodium falciparum (Wickert, Krohne, 2007). Este tipo de estrategias tiene un potencial importante que podrá encontrar su apli- cación en todos los aspectos de la biomedicina relacionados con la investigación científi ca, la docencia o la difusión. Con la fi nalidad de ofrecer mejores opciones de obser- vación microscópica y mostrar las diferentes formas de ob- servación disponibles tanto en microscopia fotónica como electrónica, se han generado sitios en internet que permiten manejar en forma interactiva la información y en dónde es posible encontrar simulaciones en tiempo real, con ejem- plos abiertos a todo público que muestran situaciones de diversos tipos de observación microscópica y el alcance 1 http://www.molecularmovies.com/movies/berry_malaria_part1.html 2 http://www.molecularmovies.com/movies/berry_malaria_part2.html Capítulo 44 Técnicas para visualización de parásitos mediante microscopia364 de las mismas.3,4 Con el fi n de presentar la información visual de lo que se logra paso a paso mediante la microscopia, y otras estrategias experimentales, y que no puede ser presen- tada dinámicamente en publicaciones convencionales, surgió una revista electrónica: Journal of Visualized Experiments.5 Sin embargo, en la mayoría de las revistas especializadas de parasitología ya se ofrece material suplementario en video. Microscopia sin microscopio La evolución de la tecnología asociada con los microscopios ha sido tal que en el caso de la microscopia de campo claro, con el uso de microchips, no hay necesidad de hacer obser- vaciones directas de las muestras y, por consiguiente, no se requiere emplear oculares ni otros elementos ópticos de un microscopio convencional. Parece paradójico que se hagan observaciones microscópicas sin recurrir para ello a un mi- croscopio clásico. Este tipo de observación presenta varias ventajas en comparación con la observación clásica, entre ellas las siguientes: las observaciones ya no son individuali- zadas; no requieren de la capacidad visual del observador; hay mayor precisión en la estimación del tamaño y la forma de las estructuras u organismos que se observan; los regis- tros de las imágenes se realizan de manera digital, lo cual per- mite su mejor preservación y optimización con programas computacionales de acceso público o de acceso particular. La observación con el sistema de microscopia sin microscopio se efectúa tanto con sistema fotónico como electrónico. La obser- vación con sistema electrónico se basa en el uso de monitores. El microscopio optofl uídico (OFM, del inglés optofl ui- dic microscopy) es un equipo desarrollado recientemente, y equivale a un microscopio de campo claro que integra la tecnología microfl uida y una técnica de óptica basada en apertura que permite efectuar observaciones de alta resolu- ción en un equipo de bajo costo para capturar imágenes mi- croscópicas. Este sistema registra y almacena en un chip lo que el equipo “ve” a lo largo de un canal que conduce una microcorriente fl uida que se observa a través de pequeños agujeros en la base del canal. Una vez decodifi cada la señal, se reconstruye lo observado y logran “visualizarse” hasta las estructuras internas de los organismos (Cui et al., 2008). Debido a que con esta tecnología se logran observaciones de cientos de nanómetros, se le considera como un microsco- pio óptico de alta resolución contenido en un chip (Heng et al., 2006). Su costo es tan bajo y su tamaño tan compacto que se ha considerado que este aparato debería ser impres- cindible en los maletines de laboratorios portátiles, los cua- les serían de suma utilidad en casos de epidemias, guerras o hasta viajes espaciales. Este tipo de microscopia es aún inci- piente en el campo de la parasitología. Se ha reportado la utilidad del sistema en la observación del nematodo Cae- norhabditis elegans (Lee et al., 2008), así como de trofozoí- tos y quistes de Giardia lamblia (Lee et al., 2009), para el cual se ha encontrado que tiene un plano focal de resolución de 0.8 micras (fi gura 44-1). Se considera que este sistema de observación es de uso potencial en la investigación biomédica y cuya tecnología puede ser usada de forma autónoma, con bajo costo y con un equipo compacto para monitorear suple- mentos de agua o alimentos y para realizar diagnósticos. Videomicroscopia Es un sistema de observación que está consolidándose como una herramienta indispensable para la captura y el registro de sucesos microscópicos mediante microfi lmaciones. El sistema está constituido por un microscopio compuesto de fi ltros de luz defi nidos (para generar observaciones bajo contraste de fases o de contraste de interferencia diferen- cial), así como una videocámara sofi sticada equipada con dispositivo CCD (del inglés charge-coupled device, o circui- to de cargas eléctricas interconectadas) que requiere ser en- friada y con la calidad necesaria para fi lmar películas con alta sensibilidad y durante largos periodos. Algunos ejem- plos de videofi lmaciones microscópicas obtenidas bajo las condiciones indicadas pueden ser consultadas en Internet. La videomicroscopia se ha convertido en una herra- mienta vital y necesaria en el campo de la parasitología (junto con la combinación de técnicas microscópicas de fl uorescencia, las cuales se refi eren más adelante) para vi- sualizar y registrar las interacciones entre patógenos y sus hospederos. Con esta tecnología no sólo se ha registrado el 3 http://www.microscopyu.com/articles/livecellimaging/index.html 4 http://www.olympusmicro.com/primer/virtual/virtual.html 5 http://www.jove.com/index.stt Figura 44-1 Visualización de quistes y trofozoítos de Giardia lam- blia mediante los microscopios optofl uídico (OFM) y convencional. A, Comparación del tamaño del chip en el que se colocan las muestras con el de una moneda. B, Comparación de la morfología y el tamaño de quistes detectados por el OFM (a-d) con los obtenidos mediante microscopia convencional bajo un objetivo 20 (e-f). C, Comparación de la morfología y el tamaño de trofozoítos detectados por el OFM (g-j) con los obtenidos mediante microscopia convencional bajo un objetivo 20 (k-l). (Cortesía del Dr. Lap Man Lee.) A B C a b c d e f g h i j k c Videomicroscopia 365 comportamiento de los patógenos aislados, sino que tam- bién es posible monitorearlos y determinar su conducta di- rectamente en los tejidos en que se encuentren, principal- mente cuando a los organismos se les ha aplicado algún tipo de marcaje intravital, lo que reviste gran importancia para la mayor comprensión de los procesos infecciosos (Melican, Richter-Dahlfors, 2009). Diversos trabajos publicados re- fuerzan la importancia de visualizar el marcaje intravital de los parásitos y su seguimiento dentro de sus hospederos. Además, dicha estrategia es útil porque permite evaluar directamente el efecto de sustancias preparadas con fi nes terapéuticos, como en los casos de Schistosoma mansoni (Krautz-Peterson et al., 2009) o de Leishmaniasis murina (Mehta et al., 2008). Microscopia de fl uorescencia El empleo de esta tecnología ha demostrado de manera con- tundente su utilidad, cuyo uso en el campo de la microsco- pia depende de los requerimientos de la observación. Entre las variantes de la microscopia basada en fl uorescencia des- tacan la de epifl uorescencia de amplio campo, la de barridoconfocal y la multifotónica (Lang et al., 2009). Sin embargo, el empleo de todas ellas se basa en la utilización de marca- dores fl uorescentes sintéticos o biosintéticos, los cuales sin duda han favorecido los estudios de la dinámica de localiza- ción de moléculas defi nidas en células vivas y permitido un incremento en la comprensión de los procesos celulares (Asan, Drenchkhahn, 2008). Los marcadores fl uorescentes sintéticos generalmente están elaborados con proteínas o sustancias específi cas conjugadas a fl uoróforos, los cuales poseen una composición química que les permite emitir luz fl uorescente cuando incide en ellas un haz de luz de cierta longitud de onda. En los ensayos de inmunocitoquímica se emplean fl uoróforos que emiten luz fl uorescente de colores contrastantes, lo que permite evidenciar estructuras especí- fi cas de las células en una misma observación. Existen varie- dades de fl uoróforos que emiten luz fl uorescente de diferente color, lo cual ha sido aprovechado para obtener imágenes que muestran marcajes fl uorescentes diversos en una mis- ma célula u organismo. (Al respecto, se recomienda una vi- sita a la página de Internet de Invitrogen para consultar el texto digital Molecular Probes. Th e Handbook.6) En la ac- tualidad, con el empleo de microscopia de barrido confocal puede determinarse espacialmente la distribución de los marcadores fl uorescentes, e incluso, mediante programas de computadora, pueden hacerse reconstrucciones tridi- mensionales que permiten defi nir los sitios dentro de las células en los que se encuentran tales fl uoróforos. Los mar- cadores biosintéticos también son conocidos como marca- dores fl uorescentes intravitales porque se sintetizan como parte de la maquinaria proteica celular y forman parte de la vida de la célula; sólo se requiere del estímulo fotónico ade- cuado para que estas proteínas fl uorescentes emitan su luz fl uorescente. La utilización de los marcadores fl uorescentes permite grabar eventos biológicos que suceden dentro de los organismos microscópicos vivos, lo cual en otras circuns- tancias sería difícil de apreciar. Entre los fenómenos que han sido estudiados destacan los relacionados con la dinámi- ca intracelular, tales como la división celular o el movimiento vesicular.7 Es tal la variedad de marcadores fl uorescentes con los que se cuenta en la actualidad, que es posible visualizar en un instante varios componentes intracelulares marca- dos. Los resultados se refl ejan en imágenes de células, en cuyo interior hay una variedad de marcajes fl uorescentes coloridos, como los que se obtienen con el empleo de proteí- nas fl uorescentes.8 El descubrimiento y la caracterización de una de ellas, la proteína verde fl uorescente (GFP, del inglés green fl uorescence protein), le valió la obtención del Premio Nobel en 2008 por este trabajo pionero al doctor R. Tsien,9 y a partir de dicho trabajo se han obtenido diversos genes que codifi can para proteínas fl uorescentes de diferentes colo- res.10 El fundamento de las observaciones por sustancias fl uorescentes se basa en que este tipo de proteínas poseen ciertas características químicas que les permiten absorber energía luminosa de cierta longitud de onda, lo cual produ- ce la excitación de sus átomos y emiten una energía lumino- sa de otra longitud de onda menor, la cual se visualiza como energía fl uorescente. Por ser proteínas de muy bajo peso molecular, y a las que se les ha caracterizado completamente hasta la obtención de la secuencia génica correspondiente, ya se comercializan promotores génicos de las diferentes proteínas fl uorescentes. Estos promotores se introducen en combinación con genes que se expresan de manera consti- tutiva (como los de actina o tubulina) en los núcleos de las células, se incorporan al material genético en los sitios co- rrespondientes, y después las células resultantes modifi ca- das genéticamente presentan como característica la expre- sión de la proteína constitutiva, pero asociada con la proteína fl uorescente. Ha sido tan evidente el éxito del em- pleo de los marcadores fl uorescentes producidos con proteí- nas modifi cadas que en la actualidad se generan moléculas sintéticas no proteicas con características específi cas (fi gura 44-2). Su utilidad se basa en que cuando las células expresan a las proteínas modifi cadas, no sufren cambios importantes que alteren su funcionalidad. Los resultados que se han ob- tenido de la evaluación de la dinámica de infección de Leish- mania amazonensis transfectada con GFP en ratones vivos infectados experimentalmente son las aplicaciones del uso de proteínas acopladas a GFP en el campo de la parasitolo- gía, el seguimiento del desarrollo de estructuras como el 6 http://www.invitrogen.com/site/us/en/home/References/Molecular- Probes-Th e-Handbook.html) 7 http://www.microscopyu.com/articles/livecellimaging/fpimaging.html 8 http://www.tsienlab.ucsd.edu/Images.htm 9 http://www.tsienlab.ucsd.edu/Default.htm 10 http://www.tsienlab.ucsd.edu/Images/General/IMAGE-%20Composite.jpg Capítulo 44 Técnicas para visualización de parásitos mediante microscopia366 apicoplasto durante la evolución de los parásitos que produ- cen paludismo, y la evaluación de sustancias antiparasitarias como en el caso de Leishmania panamensis (fi gura 44-3). Aun cuando es factible el empleo de marcajes fl uores- centes con la proteína GFP, en muchos de los casos sólo se obtienen marcajes pobres, fugaces o inestables, y ello ha motivado a buscar otros tipos de fl uorocromos, como los nanocristales (conocidos como QD, o “quantum dots”). Éstos se diseñan de forma tan precisa que su visualización en el interior de las células brinda marcajes fl uorescentes de gran brillo (hasta 3 000 veces más que los fl uoróforos convencio- nales), calidad por su fotoestabilidad, y son producidos en una amplia variedad de colores (Medintz et al., 2005). Ade- más, por su diseño se les puede seleccionar por los interva- los de excitación y de emisión estrecha, y pueden ser manio- brables para los fi nes experimentales que se deseen (Molokanova et al., 2008). El uso de los nanocristales tiene la ventaja adicional de que, al ser electrodensos al microsco- pio electrónico, se les ha utilizado como marcadores que pueden ser vistos tanto en microscopios de fl uorescencia como en electrónicos de transmisión, por lo cual sirven como puente de unión entre ambos tipos de sistemas de observación. Debido a ello, los nanocristales permiten vi- sualizar al mismo tiempo la marca fl uorescente y electro- densa, con lo cual es posible cotejarla en las células, con lo que se identifi can los sitios blancos en que se depositan los nanocristales (Giepmans, 2008). Como los QD no destru- yen a los parásitos se les ha utilizado para evaluar el desa- rrollo de organismos como Leishmania (Lang et al., 2009). El poder de marcaje específi co de los compuestos fl uo- rescentes en general se incrementa cuando se les conjuga con otro tipo de sustancias, como los anticuerpos u otras de naturaleza química. De esa forma se generan conjugados con capacidad de interacción con blancos defi nidos.11 Por estas razones su utilidad es evidente en casos de estudios de colocalización, cuando se desea evaluar el marcaje fl uores- cente de dos o más fl uorocromos distintos (fi gura 44-2). Si durante el marcaje fl uorescente se hace uso al mismo tiem- po de alguna de las otras técnicas de microscopia, como la iluminación de contraste de fases o de interferencia de con- traste diferencial (DIC, del inglés diferential interference contrast), bajo la cual sólo destacan estructuras intracelula- res y se delimita la forma de las células, se logra una locali- zación precisa en el interior de las células de los marcajes fl uorescentes en estudio, como lo demostrado en la expresión del GFP en Leishmania (Varela et al., 2009), o la detección de lisosomas en T. cruzi (Sant́ Anna et al., 2008) (fi gura 44-4). Además de la utilidadde los marcadores fl uorescentes, la tecnología de microscopia confocal por barrido con rayos láser (MC) se ha consolidado como la forma de observación de los marcajes fl uorescentes con las cuales se logran exce- lentes condiciones de observación y se obtienen imágenes de gran nitidez, las cuales pueden ser combinadas con ob- Figura 44-2 Expresión de proteínas fl uorescentes en parásitos de Trypanosoma cruzi transfectados. Se muestran parásitos que expresan a la proteína verde fl uorescente (A-C) y a los que expresan a la proteína roja fl uorescente (D-F). Se observan células VERO infectadas con los parásitos transfectados con GFP (en verde; B y C) y con RFP (en rojo; E y F). Los núcleos están teñidos de azul con DAPI. En C y F se muestra la combinación de fl uorescencia y DIC. Tomada de Pires SF et al., Cell culture and animal infection with distinct Trypanosoma cruzi strains expressing red and green fl uorescent proteins. Int J Parasitol 38(3-4):293. Elsevier. 2008. Figura 44-3 Expresión de GFP en parásitos de Leishmania panamensis transfectados. Los parásitos que expresan a la proteína fl uorescente y observados por MC se muestran en B, D, F y H. Los mismos, observados por DIC, se muestran en A, C, E y G. Tomada de Varela M RE et al. Leis- hmania (Viannia) panamensis: an in vitro assay using the expression of GFP for screening of antileishmanial drug. Exp Parasitol 122(2):136. El- sevier. 2009. 11 http://www.invitrogen.com/site/us/en/home/References/Molecular- Probes-Th e-Handbook.html A D B E C F A CB D E F G H Microscopia de fl uorescencia 367 servaciones de los mismos tejidos o células en ausencia de algún tipo de marcaje. Debido a que con el uso de los rayos láser es posible hacer barridos en la orientación “Z” (en di- rección de la profundidad de las muestras), a diferencia de la microscopia de fl uorescencia convencional, se logran obte- ner series de imágenes que pueden ser integradas y recons- truidas para capturar imágenes que muestren la distribu- ción espacial de los marcajes fl uorescentes. Como se indica más adelante, las imágenes obtenidas pueden ser procesa- das para lograr reconstrucción en tercera dimensión (3D) de los objetos observados (fi gura 44-4C). Aunque en la actualidad los microscopios fotónicos se han complementado con sistemas fotográfi cos complejos, prevalece la resolución con la que se obtienen las observa- ciones y aún no se han logrado en otro nivel que no sea el micrométrico. Los sistemas fotográfi cos han dotado de ma- yor capacidad a los equipos para lograr amplifi caciones más nítidas de las imágenes obtenidas, así como preservarlas en distintos formatos para su posterior edición. A pesar de lo exitoso que ha sido el empleo de micros- copios de fl uorescencia como los mencionados, tienen varias desventajas que no favorecen su uso en ciertas condi- ciones. Los diferentes tipos de microscopios que emplean luz (aun seleccionada en ciertos intervalos de longitud de onda para generar los rayos láser de uso en la MC) generan cierto grado de fl uorescencia contaminante, lo que hace ne- cesario el empleo de fi ltros o la disminución de la intensidad de los rayos láser, con la consiguiente pérdida de la fl uores- cencia emitida por las células o los tejidos en estudio. Otro problema adicional por el cual se tienen que hacer observa- ciones en células fi jadas o en intervalos de tiempo muy cor- tos es la cantidad de fototoxicidad que se genera tanto por el calor como por la concentración de los rayos, lo que afecta la viabilidad y las condiciones fi siológicas de las células. Si a lo anterior se asocian los problemas relacionados con la in- fraestructura tanto para el uso de luz fotónica, proveniente tanto de lámparas de mercurio (en el caso del uso de mi- croscopios de fl uorescencia), como de las fuentes producto- ras de los rayos láser (en el caso del uso de MC), los costos de adquisición de los equipos, su mantenimiento y la infraestruc- tura que necesitan (por ejemplo, se requiere de temperatura ambiental controlada, de un cuarto oscuro, de sufi ciente espa- cio para acomodar el microscopio y los monitores, y de un sistema antivibración que no genere ningún movimiento) de- mandan altos costos, con lo que se reduce la posibilidad de utilizarlos a nivel de campo o en laboratorios modestos. Con la fi nalidad de resolver los problemas del uso de equipo de microscopia de fl uorescencia como los referidos, y con la intención de utilizar sus bondades para el diagnós- tico en campo, recientemente se han diseñado microscopios de fl uorescencia basados en fuentes de diodos que emiten luz (LED, del inglés light-emitting diodes). Estos equipos tienen la capacidad de contar con un sistema que genera el sufi ciente poder de intensidad de luz para estimular a los fl uoróforos. Son equipos sencillos que brindan alta resolu- ción de las imágenes, y se les encuentra a precios accesibles. El sistema de LED se basa en el aprovechamiento de la energía luminosa de un intervalo específi co y defi nido de longitud de onda, la cual es transmitida por los diodos. Los intervalos de luz están dados por diversos colores de los LED, ya que éstos emiten luz en longitudes de onda específi cas, y la intensidad de la luz es sufi ciente para estimular la emisión de la fl uorescencia (fi gura 44-5). Además de los intervalos defi nidos de luz, el sistema no produce calor y es lo sufi cientemente estable para mante- ner la intensidad de la luz por el tiempo que el fl uoróforo emita su luz fl uorescente. Debido a la efi ciencia de los LED, es posible utilizar varios de ellos en un mismo equipo y con ello activar distintos fl uoróforos a un mismo tiempo, o bien cambiar de uno a otro sin que haya pérdida de tiempo o de intensidad de la fl uorescencia de la muestra. Con el empleo del estímulo multifotónico de los LED, sólo los fl uoróforos involucrados son estimulados, brillan con toda su intensidad y hay ausencia casi total de fl uorescencia Figura 44-4 Observaciones por diferentes tipos de microscopia y re- construcción 3D de Trypanosoma cruzi. A, Colocalización por MC de tres tipos de marcaje fl uorescente: DAPI (azul); fl uoresceína (verde) y rodamina (roja). B, Identifi cación de las estructuras marcadas fl uores- centemente mediante microscopia electrónica de transmisión con en- sayos de inmunooro; C, Reconstrucción tridimensional. Tomada de Sant’Anna C et al. All Trypanosoma cruzi developmental forms present lysosome-related organelles. Histochem Cell Biol 130(6):1191,1192,1194. 2008. Las escalas corresponden a 5 y 3.3 mm. SpringerLink. A B C Capítulo 44 Técnicas para visualización de parásitos mediante microscopia368 contaminante. El uso de la microscopia de fl uorescencia por LED se ha vuelto indispensable para detectar la fl uorescencia de determinados marcajes fl uorescentes débiles (como en el caso de modifi caciones genéticas de los organismos), o la que emiten células vivas en el momento de su desplazamiento. En la microscopia de fl uorescencia convencional (o MC) se pro- duce fototoxicidad, lo que genera calor; además, hay movi- mientos vibratorios producidos por los fi ltros usados para bloquear la fl uorescencia no deseada, y dichos factores alte- ran el comportamiento de las células y les producen daños irreversibles.12 Debido a lo anterior, los sistemas de LED empiezan a dominar el ámbito de la investigación de microscopia de fl uorescencia, y en el caso de los microscopios convenciona- les de fl uorescencia se considera que deben reemplazarse las lámparas de mercurio pues producen mucho calor, tienen una vida media corta, generan color de fondo indeseable, producen fl uorescencia indeseable y no son fáciles de insta- lar en varios tipos de microscopios fotónicos.13 Aun cuando la microscopia de fl uorescencia en la que se usan LED apa- rente ser una alternativa cómoda, efi ciente y barata para la observación de marcajes fl uorescentes, aún se halla en etapa de desarrollo;por tanto, aún hay aspectos que no se han evaluado y para los cuales la microscopia de fl uorescencia convencional y la MC parecen ser superiores. El uso de mi- croscopios de fl uorescencia basado en LED constituye una herramienta poderosa para realizar diagnósticos en campo, como se propuso en la detección de eritrocitos infectados con P. falciparum y teñidos con naranja de acridina (Jones et al., 2007), lo cual demuestra su gran versatilidad. Microscopia electrónica La microscopia electrónica (ME) es sin duda una de las he- rramientas de observación indispensable en el campo de la parasitología. Su uso permite obtener información de la morfología y la estructura de los organismos y las células a nivel ultraestructural. Tanto la microscopia electrónica de transmisión (MET) como la de barrido (MEB) mantiene su hegemonía en la obtención de información tanto de las muestras seccionadas como enteras. Con la MET se obtiene información del interior de las muestras en observación y con MEB se capturan imágenes en 3D de su superfi cie, pero con la ventaja de que es posible observar dichas muestras desde diferentes planos. No obstante, las bondades del análisis morfológico que ofrecen estos tipos de microscopia, permane- cen algunos inconvenientes que no serán fáciles de superar; por ejemplo, las muestras sometidas a observación requieren de un procesamiento largo, complejo y costoso. En el caso de MET, si se desea utilizar las secciones o cortes de las muestras para hacer reconstrucciones de su in- terior (a fi n de comparar lo obtenido con las observaciones al MEB de la misma muestra), es necesario efectuar gran cantidad de cortes, obtener las imágenes seriadas y unirlas una a una, lo que demandaría gran cantidad de trabajo y tiempo, lo que además podría generar errores. Además, el observador debe estar bien entrenado y conocer lo que está bajo observación, con la fi nalidad de que pueda extraer toda la información del caso. Por desgracia, en ambos tipos de microscopia podría darse el caso que si el tratamiento de las muestras no es el adecuado o se aplica de manera incorrecta, es muy probable que se generen alteraciones morfológicas que deriven en equivocaciones e interpretaciones inadecua- das. A pesar de tales inconvenientes, la ME es una herra- mienta vital de observación ultraestructural, pues en torno a ella se han realizado avances para ahondar en múltiples padecimientos en busca de su solución. A continuación se refi eren las nuevas tecnologías de observación ultraestructural con equipos de microscopia Pieza ocular Filtro-barrera Espejo dicroico Luz excitadora Fuente excitadora de LED Lente-objetivo Filtro excitador Luz emitida aumentada por desviación Muestra en portaobjetos Figura 44-5 Principio de la microscopia de epifl uorescencia con tecno- logía de LED. Tomada de Jones D et al. McArthur revisited: fl uorescence microscopes for fi eld diagnostics. Trends Parasitol 23(10):469.Elsevier. 2007. 12 http://www.photonics.com/Article.aspx?AID=32390 13 http://microscopy-uk.org.uk/mag/indexmag.html?http://microscopy- uk.org.uk/mag/artjun08/rp-LEDsummary.html Microscopia electrónica 369 electrónica de vanguardia, con los cuales se han logrado nuevos avances. Mediante congelamiento ultrarrápido con etano líquido (el cual permite alcanzar temperaturas de congelación por abajo de los –180 °C en fracción de nanose- gundos) y al alto vacío, es posible la vitrifi cación inmediata de las muestras, y la preservación de casi todas sus estructu- ras como se encontraban al momento de ser procesadas. Las muestras son observadas de inmediato (si así se requiere) sin otro tipo de procesamiento. Esta estrategia de observación ultraestructural se denomina tomografía crioelectrónica (Lucic et al., 2008), y se basa en la forma de congelación de las muestras, ya que así se evita la formación de cristales de hielo, que altera las estructuras de los tejidos y las células. Después de la congelación, las muestras pueden ser procesadas y cor- tadas en secciones “gruesas” de unos 400 nm (en la MET convencional se emplean cortes de aproximadamente 0.5-1 nm de grosor) y así ser observadas al microscopio. La cuali- dad de los nuevos microscopios electrónicos para este tipo de observaciones es que cuentan con una platina que permi- te la posibilidad de rotación de la muestra, con lo que se ge- neran varias imágenes de la misma muestra con diferentes ángulos de inclinación. Mediante diversos programas com- putacionales, las imágenes son integradas, reconstruidas y proyectadas en 3D, con lo cual se logra detallar la observa- ción de las estructuras celulares a un nivel de resolución molecular (MacIntosh et al., 2005). Sólo algunos laboratorios de EUA, Inglaterra y Japón poseen este tipo de microscopios. Sin embargo, es una tecnología que ya se está aplicando en parasitología para estudiar la caracterización de la zona fl a- gelar de T. brucei brucei (Lacombie et al., 2009) (fi gura 44-6), de lisosomas durante el desarrollo de T. cruzi (Sant Ánna et al., 2008) (fi gura 44-4C) y de otros organelos involucrados en el desarrollo de Leishmania (Lang et al., 2009). Microscopia de fuerza atómica (MFA) Tecnología que se ha revelado como una excelente estrategia de observación de la topografía de organismos en el plano nanométrico y en muchas partes del mundo se le utiliza con fi nes de estudio de material biológico, porque en un inicio se usaba en áreas no biológicas. Es una tecnología práctica,14 rápida, de fácil manejo y, como en el caso de los chips, no requiere del uso de un microscopio convencional; todo se realiza mediante sistemas computacionales. En la actuali- dad, ya hay compañías que presentan equipos que combi- nan la MFA con la MC. El diseño de una MFA permite que una punta que se encuentra adherida a un listón fl exible (cantilever) se desplace y barra la superfi cie de la muestra, lo cual es detectado por un sistema acoplado a un programa computacional, y con ello se generan las imágenes que el equipo interpreta y analiza. Este sistema tiene tal resolución que es posible visualizar en tiempo real la superfi cie de or- ganismos vivos (para ello se incluye un minimódulo en el sistema, en el que se ajustan las condiciones de humedad, temperatura y gases). Con base en estas adaptaciones, este sistema de observación mejora lo que se puede obtener me- diante las MET y MEB, ya que estas tecnologías exigen la observación de muestras de organismos muertos, fi jados, tratados y que hayan sufrido posibles cambios en su estruc- tura debido a los tratamientos. A pesar de estas bondades, la MFA tiene una gran desventaja: sólo se puede efectuar la visualización de las superfi cies de las muestras analizadas, y en el caso de las células, sólo es posible analizar algunos na- nómetros por abajo de sus membranas plasmáticas. Sin em- bargo, a pesar de esas limitantes, esta estrategia de observa- ción de las células tiene el mejor poder resolutivo conocido hasta el momento, superior a cualesquiera de las ME, por lo que su uso tiene mayor demanda (Tsien, 2003). Este sistema de observación ha empezado a tener importancia en la vi- sualización de lo que sucede en la superfi cie de células que son infectadas por parásitos. Ejemplo de ello es la invasión de los protozoarios Babesia bovis (Hutchings et al., 2007) y Plasmodium (Li A et al., 2006) en eritrocitos (fi gura 44-7), así como la visualización de la superfi cie de Trypanosoma cruzi (Rocha MG et al., 2008). Se han obtenido algunos avances en estudios mediante esta estrategia de células fl ama de cisticer- cos de Taenia crassiceps cepa ORF (fi gura 44-8C). Visualización 3D Tras lo referido en relación con las tecnologías de observación microscópica por fl uorescencia y tomografía crioelectrónica, así como por lo expuesto acerca de la MFA, es evidente que una vez que las imágenes se han adquirido, se les procesa Figura 44-6 Reconstrucción tridimensional de tomografía crioelectróni-ca del sistema fl agelar de Trypanosoma brucei. En la imagen A se mues- tra la reconstrucción tridimensional en la que se esquematizan los dife- rentes planos en Z en que se sitúan las observaciones de microscopia presentadas en la imagen B. Tomada de Lacomble S et al. Three-dimen- sional cellular architecture of the fl agellar pocket and associated cytos- keleton in trypanosomes revealed by electron microscope tomography. J Cell Sci 122(Pt 8):1083. 2009. The Company of Biologists. 14 http://es.wikipedia.org/wiki/AFM A B b c d b c d Capítulo 44 Técnicas para visualización de parásitos mediante microscopia370 mediante computadora. Es ya una práctica común y me- diante el uso de programas computacionales específi cos se obtiene mayor información que de otra manera no hubiera sido posible adquirir y que permite una mayor aproxima- ción respecto de lo que sucede al interior o exterior de lo que se estudia. Sin embargo, debido a que gran parte de la pa- quetería computacional es especial por la cantidad de infor- mación que requiere ser analizada, es necesario contar con equipos de cómputo que tengan sufi ciente capacidad tanto para almacenar como para efectuar los análisis; asociado a ello, se debe contar con una infraestructura humana técni- camente preparada para efectuar lo que se requiera al res- pecto.15 En este sentido, es común que en los artículos publi- cados que incluyen análisis microscópicos y que usan procesos computacionales, estén incluidas unidades o insti- tuciones que realizan cómputo o visualización científi ca. En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se han desarrollado grupos de investigación multi- disciplinarios en los que participan médicos, biólogos, inge- nieros en computación, matemáticos, médicos y químicos, quienes realizan estudios en el área biomédica con enfoques hacia el estudio de la biología celular de parásitos, y que inclu- yen observaciones microscópicas, análisis de tipo bioquímico e inmunoquímico, combinados con análisis matemáticos computacionales que permiten generar imágenes para que sean analizadas mediante visualización científi ca. Figura 44-7 Imágenes de MFA y sus correspondientes imágenes teñidas con Giemsa de eritrocitos infectados por Plasmodium falciparum en distintas etapas de infección. Se observa la superfi cie de los eritrocitos mediante MFA y la correlación con la progresión de la infección, de acuerdo con las imágenes de tinción con Giemsa anexas. Tomada de Li A et al. Observations on the internal and surface morphology of malaria infected blood cells using optical and atomic force microscopy. J Micro- biol Methods (3):436. Elsevier. 2006. Figura 44-8 Cisticercos de Taenia crassiceps ORF. Se presentan tres dis- tintos tipos de observaciones: A, MEB a bajo aumento. B, MC con inmu- nocitoquímica para tres diferentes marcadores fl uorescentes localizados en la pared vesicular y la capa germinal de los cisticercos. C, Ultraestruc- tura de la superfi cie de las larvas vistas por MEB y MET, en donde se ob- servan las microvellosidades (en MET alcanza a observarse parte del te- gumento), y por MFA, del ápice de un penacho de cilios de una célula fl ama (*). Al nivel de MC, las células fl ama se indican con fl echas, en donde los penachos se revelaron con anticuerpos antitubulina conjuga- dos a fl uoresceína (verde), mientras que la actina se reveló con faloidina conjugada a rodamina (roja) y los núcleos con DAPI (azul). Cortesía de QFB América Pérez (MC) y de la Dra. Teresa Fortoul y el Biól. Armando Zepeda (MEB). 15 http://www.super.unam.mx A D G H E F B C A B C En particular, uno de los principales objetivos de llevar a cabo tales estudios consiste en determinar la dinámica del ci- toesqueleto o la estructuración del mismo en los parásitos que se han estudiado; para estos fi nes se han combinado los re- sultados experimentales de estudios de diferentes tipos de microscopia (de epifl uorescencia y confocal), que incluyen evaluaciones inmunocitoquímicas con marcadores fl uores- centes, observaciones por microscopia electrónica (tanto de barrido como de transmisión), y se han iniciado observacio- nes mediante MFA (fi guras 44-8 y 44-9). Luego, la informa- ción visual y experimental obtenida se procesa para obtener su reconstrucción tridimensional, proyectarla en pantallas especiales para observación en tercera dimensión y efectuar inmersiones virtuales hacia su interior (fi gura 44-9). Final- mente, usando esta clase de análisis con fi nes de demostra- ción y aplicación docente, se generan animaciones interacti- vas tridimensionales de lo observado a nivel microscópico y * Visualización 3D 371 pio. Bajo estas condiciones, la inmersión virtual en un viaje hacia el interior de los organismos rebasa lo que se puede apreciar en imágenes como las que se muestran en este capí- tulo. Esta forma de admirar lo microscópico es nuevo, está acorde a lo que la tecnología actual ha desarrollado, y con el paso de los años sin duda tendrá un importante impacto no sólo en la enseñanza del conocimiento de las ciencias bioló- gicas, sino también en la comprensión global de lo que exis- te al interior de una célula o un parásito. Con estos avances podrán efectuarse demostraciones de realidad virtual del interior de los parásitos, lo que podría ser utilizado no sólo para conocer lo que sucede en ese sitio, sino para evaluar aspectos que afecten la biología y la fi siología de los parási- tos, como los tratamientos terapéuticos. Con la visualización tridimensional de las imágenes ge- neradas se pueden llevar a cabo análisis computacionales adi- cionales. Por ejemplo, mediante el programa AMIRA, no sólo se puede reconstruir lo que se encuentra marcado fl uorescen- temente en las imágenes generadas en MC; si las imágenes de los marcajes fl uorescentes se combinaron con observaciones bajo la técnica de DIC o Nomarsky, los espacios que no tienen marcaje también son reconstruidos y se les pueden asignar co- lores falsos. Además, dado que con el programa es posible efectuar seccionamientos tanto digitales como transversales y un barrido computacional, las imágenes resultantes permiten evaluar la distribución espacial de lo marcado fl uorescente- mente y la asociación con su entorno. Es verdad que en primera instancia parece complicado utilizar la tecnología computacional para apoyar lo obteni- do mediante observación microscópica —algo semejante a lo que ocurrió al inicio de la microscopia convencional—, pero es importante tener en mente que se encuentra en vías de crecimiento y cabe esperar que en un futuro cercano será de uso general y se le aplicará siempre que sea requerida. No cabe la menor duda de que la tecnología computacional brinda una nueva forma de observación que amplía el cono- cimiento que antes se adquiría sólo con la observación mi- croscópica. En el campo de la parasitología, el uso que de ella se haga permitirá conocer más acerca de la estructura interna de los organismos durante su desarrollo o de las afecciones que causan. Bibliografía Asan E, Drenckhahn D. State-of-the-art technologies, current opinions and developments, and novel fi ndings: news from the fi eld of histochemistry and cell biology. Histo- chem Cell Biol 130:1205-1251. 2008. Giepmans BNG. Bridging fl uorescence microscopy and electron microscopy. Histochem Cell Biol 130:211-217. 2008. Heng X, Erickson D, Baug LR, Yagoob Z, Sternberg PW, Psaltis D, Yang C. Optofl uidic microscopy-A method for implemen- ting a high resolution optical microscope on a chip. Lab on a Chip 6(10):1274-1276. 2006. Hutchings CL, Li A, Fernandez KM, Fletcher T, Jackson LA, Mo- lloy JB, Jorgensen WK, Lim CT, Cooke BM. New insights into the altered adhesive and mechanical properties of red 16 http://lab3d.facmed.unam.mx/?q=node/5 Figura 44-9 Microscopia confocal y reconstrucción 3D de trofozoítos de Giardia intestinalis. A, En las imágenes coloridas obtenidas por MC que se muestran en el lado izquierdode la fi gura, se presenta el marcaje fl uorescente de tubulina (verde) y de núcleos (azul), y en las imágenes en blanco y negro se muestran los mismos parásitos observados por DIC. B, Reconstrucción 3D, con el paquete computacional AMIRA, de las imáge- nes de los trofozoítos presentados en las imágenes de A. Se mantienen los colores originales; el color rojo sólo se usó para mostrar la reconstruc- ción del resto del cuerpo celular que no fue marcado fl uorescentemente. (Cortesía de Vania Galván Loredo.) A B ya se han producido varios modelos computacionales ani- mados.16 Las imágenes tridimensionales obtenidas han permiti- do la navegación virtual dentro de ellas al proyectarlas en salas diseñadas ex profeso para visualización en 3D; las imágenes brindan una sensación envolvente, lo cual es muy diferente a lo que se observa directamente al microsco- Capítulo 44 Técnicas para visualización de parásitos mediante microscopia372 Nitschke C, Garin A, Kosco-Vilbois M, Gunzer M. 3D and 4D imaging of immune cells in vitro and in vivo. Histochem Cell Biol 130:1053-1062. Sant Ánna C, Parussini F, Lourenco D, de Souza W, Cazzulo JJ, Cunha-e-Silva NL. All Trypanosoma cruzi developmental forms present lysosome-related organelles. Histochem Cell Biol 130:1187-1198. 2008. Stanway RR, Witt T, Zobiak B, Aepfelbacher M, Heussler VT. GFP-targeting allows visualization of the apicoplast throughout the life cycle of live malaria parasites. Biology of the Cell 101(7):415-430. 2009. Tsien RY. 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En el caso del uso de los microscopios optofl uídico y de fl uorescencia con LED, ¿será posible hacer observaciones a nivel ultraestructural en condiciones de campo o de consul- torio y que no requieran equipo sofi sticado? 2. ¿A qué grado podría llegar la nanotecnología para hacer obser- vaciones de microorganismos en el campo de la parasitología? 3. ¿Será posible llegar a visualizar todos los eventos biológicos intracelulares que ocurren en los parásitos, y que ello pueda ser utilizado para el desarrollo de mejores agentes terapéuticos? Preguntas para refl exionar 1. De los mencionados en este capítulo son: microscopio de cam- po claro, microscopio confocal, microscopio electrónico de transmisión, microscopio electrónico de barrido, microscopio de fuerza atómica, microscopio optofl uídico. 2. Microscopio optofl uídico y microscopios con fuentes de dio- dos que emiten luz (LED). Este tipo de microscopios parecen ser prácticos, podrían resultar baratos y accesibles en cual- quier sitio. 3 . Se pueden visualizar fenómenos específi cos dentro de los or- ganismos vivos, los cuales pueden ser fi lmados y grabados. Una vez que se tengan adaptados en los modelos de estudio, pueden ser utilizados para evaluar el efecto de sustancias con valor terapéutico, como fármacos o agentes vacunales. 4. Microscopio de fl uorescencia, microscopio confocal, mi- croscopios con fuentes de diodos que emiten luz (LED) y microscopia multifotónica. 5 . Microscopio electrónico de transmisión, electrónico de barri- do y de fuerza atómica, todos los cuales permiten realizar observaciones a nivel nanométrico. 6 . La ventaja de las reconstrucciones tridimensionales a partir de imágenes obtenidas por microscopia confocal, electró- nica de transmisión o tomografía es que existe la posibili- dad de hacer observaciones de la distribución espacial de componentes intracelulares o de organelos de los parásitos, además de que se pueden realizar inmersiones virtuales para darse una idea de su constitución interior. Respuestas a las preguntas de evaluación inicial blood cells parasitized by Babesia bovis. Mol Micobiol 65(4):1092-1105. 2007. Jones D, Nyalwidhe J, Tetley L, Barret MP. McArthur revisited: fl uorescence microscopes for fi eld diagnostics. Trends in Parasitology 23(10):468-469. 2007. Lang T, Lecoeur H, Prina E. Imaging Leishmania development in their host cells. Trends in Parasitology 25(10):464-473. 2009. Lee LM, Heng X, Zhong W, Sternberg PW, Psaltis D, Yang C. Lensless high-resolution on-chip optofl uidic microscopes for Caenorhabditis elegans and cell imaging. 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