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454 © 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 50Adenovirus Los adenovirus se aislaron por primera vez en 1953 en un cultivo de células adenoides humanas. Desde entonces se han identificado aproximadamente 100 serotipos, de los cuales por lo menos 52 son capaces de infectar al ser humano. Todos los serotipos humanos están incluidos en un único género de la familia Adenoviridae. Existen siete subgrupos de adenovirus humanos (A a G) (tabla 50-1). Los virus de cada subgrupo comparten muchas propiedades. Los primeros adenovirus humanos que se identificaron, numerados del 1 a 7, son los más habituales. Los trastornos habituales provocados por los adenovirus son infección de vías respiratorias, faringoconjuntivitis (ojos enrojecidos), cistitis hemorrágica y gastroenteritis. Algunos adenovirus presentan un potencial oncógeno en los animales (no así en humanos) y, por esta razón, han sido intensamente estudiados por los biólogos moleculares. Estos estudios han permitido descubrir muchos procesos víricos y celulares propios de las células eucariotas. Por ejemplo, el análisis genético de la pro- teína del axón de los adenovirus ha permitido descubrir los in- trones y el corte y empalme (splicing) del ácido ribonucleico mensajero (ARNm) de las células eucariotas. Los adenovirus también se utilizan con fines de terapia genética para obtener ADN para la terapia de sustitución genética (p. ej., fibrosis quística), para expresar genes de otros virus (p. ej., el virus de la inmunodeficiencia humana [VIH]), como vacunas y como tratamiento oncolítico. estructurA y rePlicAción Los adenovirus son virus de ADN bicatenario con un genoma compuesto por unos 36.000 pares de bases cuyo tamaño es suficiente para codificar entre 30 y 40 genes. El genoma de los adenovirus está formado por una molécula bicatenaria lineal de ADN con una proteína terminal (peso molecular, 55 kDa) unida por enlaces covalentes a cada extremo 59. Los viriones son deltaicosaedros sin envoltura de un diámetro comprendido entre 70 y 90 nm (fig. 50-1 y cuadro 50-1). La cápside consta de 240 capsómeros formados, a su vez, por hexonas y pentonas. Las 12 pentonas localizadas en cada uno de los vértices tienen una base pentona y una fibra. La fibra contiene las proteínas de adherencia vírica y puede actuar como hemaglutinina. La base pentona y las fibras son tóxicas para las células. Las pentonas y las fibras también transportan antígenos específicos de tipo. El complejo central del interior de la cápside contiene el ADN vírico y al menos dos proteínas principales. En el virión del adenovirus existen por lo menos 11 proteínas, de las cua- les 9 tienen una función estructural identificada (tabla 50-2). Un mapa del genoma de un adenovirus muestra la locali- zación de cada gen vírico (fig. 50-2). Durante el ciclo de la replicación, los genes se transcriben desde ambas cadenas de ADN en ambas direcciones en distintos momentos. Los genes de funciones relacionadas están agrupados. La mayoría de los ARN transcritos a partir del genoma del adenovirus se proce- san para dar lugar a varios ARNm individuales en el núcleo. Las proteínas precoces favorecen el crecimiento celular y entre ellas se encuentra una polimerasa de ADN que está involucra- da en la replicación del genoma. El adenovirus también codifica proteínas que inhiben la apoptosis y las respuestas inmunitaria e inflamatoria del organismo anfitrión. Las proteínas tardías, que se sintetizan tras el inicio de la replicación del ADN, son esencialmente componentes de la cápside. El ciclo de replicación vírica dura aproximadamente de 32 a 36 horas, y produce ≈10.000 viriones. La unión de las proteínas de la fibra vírica a una glucoproteína perteneciente a la superfamilia proteica de las inmunoglobulinas (cada célula posee, aproximadamente, 100.000 receptores de estas fibras) inicia la infección en la mayoría de los adenovirus. Es el mis- mo receptor que hay en muchos virus Coxsackie B, lo que explica su nombre, receptor de adenovirus Coxsackie. Al- gunos adenovirus utilizan la molécula del complejo principal de histocompatibilidad de tipo I (MHC I) como receptor. A continuación, la base pentona interacciona con una av integri- na para estimular la internalización por endocitosis mediada por receptores en una vesícula recubierta de clatrina. El virus lisa la vesícula endosómica y la cápside transmite el genoma de ADN al núcleo. La pentona y las proteínas de la fibra de la cápside son tóxicas para la célula y pueden inhibir la síntesis macromolecular en la misma. La transcripción del ARNm tiene lugar en dos fases. Los fenómenos iniciales de transcripción llevan a la formación de proteínas que pueden estimular el crecimiento celular y la replicación del ADN vírico. Como en el caso de los papovavirus, algunos ARNm de los adenovirus comparten un Un soldado de 19 años refiere un cuadro de fiebre elevada, escalofríos, tos, mucosidad nasal y dolor de garganta. En su cuartel hay otros compañeros con síntomas similares. 1. ¿Cómo se transmiten los adenovirus? 2. ¿Qué tipos de adenovirus producen con mayor probabilidad el síndrome de dificultad respiratoria aguda? 3. ¿Qué otras enfermedades pueden causar los adenovirus? 4. ¿Qué tipo de respuesta inmunitaria protege frente a esta infección? 5. ¿Por qué el ejército ha desarrollado una vacuna atenuada para las cepas de adenovirus 4 y 7? Las respuestas a estas preguntas están disponibles en www.StudentConsult.es ADENOVIRUS 455 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. mismo promotor y secuencias iniciales, pero son elaborados por corte y empalme de distintos intrones. La transcripción del gen inicial E1, el procesamiento de la molécula transcrita primaria (corte y empalme de intrones para dar lugar a tres ARNm) y la traducción de la proteína del transactivador E1A precoz son necesarios para la transcripción de otras proteí- nas precoces. Entre estas proteínas precoces se encuentran otras proteínas de unión al ADN, la polimerasa de ADN y las proteínas que permiten al virus evitar la respuesta inmunita- ria. La proteína E1A también constituye un oncogén, y junto a la proteína E1B estimula el crecimiento celular al unirse a las proteínas supresoras del crecimiento celular p105RB (producto del gen del retinoblastoma p105RB) (E1A) y p53 (E1B). En las células permisivas, la estimulación de la división celular facilita la transcripción y la replicación del genoma, y el proceso de replicación vírica comporta la destrucción de la célula. En las células no permisivas, el virus pasa a un estado de latencia y su genoma permanece en el núcleo. En las células de roedor, la E1A y la E1B pueden estimular la proliferación celular pero sin provocar la muerte de las células y, por tanto, el virus puede producir una transformación oncogénica de la célula. La replicación del ADN vírico tiene lugar en el núcleo y está mediada por una polimerasa de ADN de origen vírico. La polimerasa utiliza una proteína vírica de 55 kDa (proteína ter- minal) unida a un monofosfato de citosina como cebador para el comienzo de la replicación de ambas cadenas del ADN. La proteína terminal permanece unida a la molécula de ADN. La transcripción genética tardía se pone en marcha cuando ha finalizado el proceso de replicación del ADN. La mayoría de las moléculas de ARNm tardío se generan a partir de la transcripción de un transcrito de ARN primario de gran Tabla 50-1 Enfermedades provocadas por los adenovirus Enfermedad Tipos Población de pacientes Enfermedades respiratorias Infección febril e indiferenciada de las vías respiratorias superiores 1, 3, 5, 7, 14, 21, etc. Lactantes, niños pequeños Fiebre faringoconjuntival 1, 2, 3, 4, 5, 7 Niños, adultos Enfermedad respiratoria aguda 4, 7, 14, 21 Lactantes, niños pequeños; personal militar Síndrome del tipo tos ferina 5 Lactantes, niños pequeños Neumonía 3, 4, 7, 21 Lactantes, niñospequeños; personal militar; pacientes inmunodeprimidos Otras enfermedades Cistitis hemorrágica aguda 11, 21 Niños; pacientes inmunodeprimidos Queratoconjuntivitis epidémica 8, 9, 11, 19, 35, 37 Cualquier edad Gastroenteritis 40, 41 Lactantes, niños pequeños, pacientes inmunodeprimidos Hepatitis 1-5, 7, 31 Pacientes inmunodeprimidos Meningoencefalitis 2, 7 Niños; pacientes inmunodeprimidos Figura 50-1 A, Microfotografía electrónica de un virión de adenovirus con fibras. B, Modelo de un virión de adenovirus con fibras. (A, de Valentine RC, Pereira HG: Antigens and structure of the adenovirus, J Mol Biol 13:13-20, 1965; B, de Armstrong D, Cohen J: Infectious diseases, St. Louis, 1999, Mosby.) 456 MICROBIOLOGÍA MÉDICA tamaño (83% del genoma) que es procesado para formar cada una de las moléculas de ARNm. Las proteínas de la cápside se elaboran en el citoplas- ma y luego se transportan hacia el núcleo para ensamblar el virus. En primer lugar se ensamblan las procápsides vacías y a continuación se introducen en la cápside a través de un orificio en uno de los vértices el ADN vírico y las proteínas nucleares. Los procesos de replicación y de ensamblaje son ineficaces y tienden a tener errores; solamente se elabora una unidad infecciosa por cada 2.300 partículas. El ADN, las proteínas y numerosas partículas defectuosas se acumulan en cuerpos de inclusión nuclear. El virus permanece en la célula y es liberado cuando ésta degenera y se lisa. PAtogeniA e inmunidAd Los adenovirus son capaces de producir infecciones líticas (p. ej., células mucoepiteliales), latentes (p. ej., células lin- foides y adenoides) y transformadoras (hámster, pero no en el ser humano). Estos virus infectan las células epiteliales que tapizan la bucofaringe, así como los órganos respiratorios y entéricos (cuadro 50-2). Las proteínas de la fibra vírica Figura 50-2 Mapa simplificado del genoma del adenovirus de tipo 2. Los genes se transcriben desde ambas cadenas (l y r) en direcciones opuestas. Los genes precoces se transcriben a partir de cuatro secuen- cias promotoras y cada una genera diversos ARN mensajeros al procesar los ARN primarios transcritos. Este proceso da lugar a las diversas proteínas víricas. A modo de ejemplo, se presenta el patrón de corte y empalme de la transcripción de E2. todos los genes tardíos se transcriben a partir de una secuencia promotora. E, proteína precoz; L, proteína tardía. (Modificada de Jawetz E y cols.: Review of medical microbiology, 17.ª ed., Norwalk, Conn, 1987, Appleton & Lange.) CUADRO 50-1 Características propias de los adenovirus La cápsula deltaicosaédrica desnuda tiene fibras (proteínas de adherencia vírica) en los vértices. El genoma lineal bicatenario tiene proteínas terminales 59. La síntesis de la polimerasa vírica de ADN activa el desplazamiento de la transcripción de los genes tempranos hacia la transcripción de los genes tardíos. El virus codifica proteínas para estimular la síntesis de ARN mensajero y ADN, incluida su propia ADN polimerasa. Los adenovirus humanos se clasifican en los grupos A a G, basándose en las homologías de ADN y el serotipo (más de 55 tipos humanos). El serotipo se debe principalmente a diferencias en la base pentona y la proteína de la fibra, que determinan la naturaleza del tropismo tisular y de la enfermedad. El virus provoca infecciones líticas, persistentes y latentes en los humanos, y algunas cepas pueden inmortalizar algunas células animales. Tabla 50-2 Principales proteínas de los adenovirus Gen Número Peso molecular (kDa) Función de las proteínas E1A* Activa la transcripción genética vírica Se une al supresor del crecimiento celular (p105RB) para estimular el crecimiento y la transformación celular Altera la regulación del crecimiento celular Inhibe la activación de los elementos de respuesta del interferón E1B Se une al supresor de crecimiento celular (p53) y estimula el crecimiento y la transformación celular Inhibe la apoptosis E2 Activa algunos promotores Proteína terminal en el ADN ADN polimerasa E3 Impide la acción del tNF-a; expresión del MHC I E4 Limita el efecto citopatológico del virus ARN AV Inhibe la respuesta del interferón Cápside II 120 Contiene el antígeno de familia y algunos antígenos de serotipo III 85 Proteína de la base pentona tóxico para las células de los cultivos tisulares IV 62 Fibra Responsable de la adhesión y la hemaglutinación; contiene algunos antígenos de serotipo VI 24 Proteínas asociadas a la hexona VIII 13 Proteínas asociadas a la pentona IX 12 IIIa 66 Núcleo V 48 Proteína nuclear 1: proteína de unión al ADN VII 18 Proteína nuclear 2: proteína de unión al ADN AV, asociado al virus; E, inicial (del inglés early); MHC I, complejo principal de histocompatibilidad I; RB, producto del gen del retinoblastoma; TNF-a, factor de necrosis tumoral a. *Los genes iniciales codifican diversos ARN mensajeros y proteínas mediante diversos patrones de corte y empalme. ADENOVIRUS 457 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. determinan la especificidad de la célula diana. La actividad tóxica de la pentona puede dar lugar a una inhibición del transporte celular del ARNm y de la síntesis proteica, el redondeamiento de la célula y lesiones tisulares. La característica histológica de la infección por adenovirus es la presencia de una inclusión intranuclear central densa (formada por ADN y proteínas víricas) en el interior de una célula epitelial infectada (fig. 50-3). Estas inclusiones pueden parecerse a las que se observan en las células infectadas por citomegalovirus, pero los adenovirus no provocan aumento de tamaño celular (citomegalia). En el punto de infección se observan infiltrados celulares mononucleares y necrosis de células epiteliales. La viremia puede ser la consecuencia de una replicación local del virus con la consiguiente difusión hacia los órganos viscerales (fig. 50-4). Esta diseminación tiene más probabi- lidades de suceder en pacientes inmunodeprimidos que en sujetos inmunocompetentes. El virus tiene tendencia a pasar a un estado de latencia y persistir en tejidos linfoides y de otro tipo, como las adenoides, las amígdalas y las placas de Peyer; y se puede reactivar en pacientes inmunodeprimidos. A pesar de que algunos adenovirus (grupos A y B) son oncogénicos en algunos roedores, en las células humanas no se ha observado esta transformación como consecuencia de la infección por dichos virus. Los anticuerpos son importantes en la resolución de las infecciones líticas por adenovirus y protegen a los individuos frente a la reinfección por el mismo serotipo, pero no por otros serotipos. La inmunidad celular es un elemento des- tacado en la restricción de la proliferación excesiva del virus y los individuos inmunodeprimidos padecen cuadros recu- rrentes y más graves de la enfermedad. Los adenovirus poseen varios mecanismos para eludir las defensas del organismo hos- pedador que les permiten mantenerse en el mismo. Codifican pequeñas moléculas de ARN asociadas a los virus (ARN AV) que impiden la activación de la inhibición mediada por la proteína cinasa R inducida por el interferón de la síntesis proteica vírica. Las proteínas víricas E3 y E1A inhiben la apoptosis inducida por las respuestas celulares frente al virus o la acción de los linfocitos T o las citocinas (como el factor de necrosis tumoral a [TNF-a]). Algunas cepas de adenovirus pueden inhibir la acción de los linfocitos T citotóxicos CD8+ evitando la expresión adecuada de las moléculas del MHC I y, por tanto, la presentación antigénica. ePidemiologíA Los viriones de los adenovirus resisten la desecación, los de- tergentes, las secreciones del tubo digestivo (ácidos, proteasas y bilis) e incluso un tratamiento leve con cloro (cuadro 50-3). Estos viriones se propagan a través de aerosoles y por la vía fecal-oral, los dedos, los fómites (como toallas e instrumental médico) y las piscinassometidas a una cloración inadecuada. El hacinamiento y el contacto estrecho, como el que se da en las aulas y los barracones militares, facilita la difusión del virus. Los adenovirus se pueden difundir de forma intermi- tente y durante períodos prolongados desde la faringe y, es- pecialmente, a través de las heces. La mayoría de infecciones es asintomática, una característica que facilita en gran medida su difusión en la comunidad. Los adenovirus 1 a 7 son los serotipos más prevalentes. Entre el 5% y el 10% de los casos de infección pediátrica de vías respiratorias están provocados por adenovirus de los tipos 1, 2, 5 y 6, y los niños infectados eliminan el virus durante meses tras la infección. Los adenovirus producen un 15% de todos los casos de gastroenteritis que necesitan in- greso hospitalario. Los serotipos 4 y 7 parecen especialmente CUADRO 50-2 Mecanismos patogénicos de los adenovirus El virus se transmite por gotas respiratorias, contacto directo o vía fecal-oral, lo que da lugar a una infección faríngea. Los dedos transmiten los virus a los ojos. El virus infecta las células mucoepiteliales de las vías respiratorias, el tubo digestivo y la conjuntiva o la córnea, provocando lesiones celulares directamente. La enfermedad está determinada por el tropismo tisular del grupo específico o serotipo de la cepa vírica. El virus permanece en el tejido linfoide (p. ej., amígdalas, adenoides, placas de Peyer). Los anticuerpos son importantes tanto para la profilaxis como para la resolución de la enfermedad, pero la inmunidad celular también desempeña un papel importante. Figura 50-3 Imagen histológica de células infectadas por adenovirus. El ensamblaje ineficaz de los viriones provoca la aparición de cuerpos de inclusión nucleares basófilos oscuros que contienen ADN, proteínas y cápsides. Figura 50-4 Mecanismos de diseminación de los adenovirus en el interior del organismo. 458 MICROBIOLOGÍA MÉDICA capaces de extenderse entre el personal militar debido a su gran proximidad y estilo de vida riguroso. enfermedAdes clínicAs (cuadro 50-4) Los adenovirus infectan principalmente a los niños y, con una menor frecuencia, a los adultos. En niños y adultos inmuno- deprimidos se producen cuadros clínicos a partir de virus reactivados. Existen cuadros clínicos diferentes asociados a la infección por tipos específicos de adenovirus (v. tabla 50-1). La evolución temporal de la infección respiratoria por ade- novirus se representa en la figura 50-5. Faringitis febril aguda y fiebre faringoconjuntival El adenovirus provoca cuadros de faringitis que, a menudo, se acompañan de conjuntivitis y fiebre faringoconjuntival. En los niños pequeños, en especial en los menores de 3 años, aparece solamente faringitis, la cual puede remedar una infec- ción estreptocócica. Los pacientes afectados tienen síntomas leves de tipo gripal (incluida congestión nasal, tos, secreción nasal, malestar, fiebre, escalofríos, mialgias y cefalea) que pueden persistir entre 3 y 5 días. La fiebre faringoconjuntival se registra con una mayor frecuencia en brotes que afectan a niños de más edad. Enfermedad respiratoria aguda La enfermedad respiratoria aguda es un síndrome consis- tente en fiebre, mucosidad nasal, tos, faringitis y en ocasiones conjuntivitis (caso clínico 50-1). La elevada incidencia de la infección en los reclutas impulsó el desarrollo y la utilización de una vacuna dirigida frente a estos serotipos. Figura 50-5 Evolución cronológica de la infección respiratoria por adenovirus. CUADRO 50-4 Resúmenes clínicos Fiebre faringoconjuntival: un estudiante de 7 años desarrolla de manera repentina enrojecimiento ocular, dolor de garganta y fiebre de 38,9 °C. Varios niños de la escuela local de educación primaria presentan una sintomatología semejante a la descrita. Gastroenteritis: un lactante presenta diarrea y vómitos. Se detecta el serotipo adenovírico 41 por medio de un análisis por reacción en cadena de la polimerasa de las heces realizado con fines epidemiológicos. CASO CLÍNICO 50-1 Adenovirus 14 patógeno Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Morb Mortal Wkly Rep 56:1181-1184, 2007) publicaron que el análisis de los microorganismos aislados por el personal en formación durante un brote de infección respiratoria febril en la base de la fuerza aérea de Lackland demostró un 63% de adenovirus, y que un 90% de ellos eran adenovirus 14. De los 423 casos, 27 fueron ingresados en el hospital por neumonía, 5 necesitaron un ingreso en la unidad de cuidados intensivos y 1 paciente falleció. En un caso similar descrito por la cadena de televisión CNN (http://www.cnn.com/2007/HEALTH/ conditions/12/19/killer.cold/index.html), un atleta universitario de 18 años desarrolló síntomas seudogripales con vómitos, escalofríos y fiebre de 39 °C, que evolucionaron a una neumonía con riesgo vital en días. El adenovirus responsable de estas infecciones es un mutante del adenovirus 14, que fue reconocido por primera vez en 1955. El adenovirus 14 mutante se ha extendido por todo EE.UU. y supone un riesgo de sufrir enfermedad grave para los adultos. La infección por adenovirus 14 suele producir una infección respiratoria benigna en adultos, mientras que los recién nacidos y los ancianos tienen un riesgo mayor de evolucionar mal. Aunque la mayor parte de las mutaciones del virus ocasionan un virus más débil, pueden aparecer virus más virulentos, que escapan de la acción de los anticuerpos o muestran resistencia frente a los fármacos antivirales. CUADRO 50-3 Epidemiología de los adenovirus Factores de la enfermedad/víricos La cápside vírica es resistente a la inactivación en el tracto gastrointestinal y a la desecación Los síntomas de la enfermedad pueden parecerse a los de otras infecciones víricas respiratorias El virus puede dar lugar a portadores asintomáticos Transmisión Contacto directo, a través de las gotas respiratorias y la materia fecal, las manos, los fómites (p. ej., toallas, instrumental médico contaminado), el contacto íntimo y las piscinas inadecuadamente cloradas ¿Quién corre riesgos? Niños menores de 14 años Personas en situaciones de hacinamiento (guarderías, campamentos de entrenamiento militar y clubes de natación) Geografía/estación El virus se encuentra por todo el mundo No hay incidencia estacional Métodos de control Para los serotipos 4 y 7 existe una vacuna viva para usos militares ADENOVIRUS 459 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Figura 50-6 Conjuntivitis provocada por adenovirus. Otras enfermedades de las vías respiratorias Los adenovirus provocan síntomas similares al resfriado, laringitis, laringotraqueobronquitis y bronquiolitis. También pueden provocar una enfermedad semejante a la tos ferina en niños y adultos que se caracteriza por una evolución clínica prolongada y una neumonía vírica verdadera. Conjuntivitis y queratoconjuntivitis epidémica Los adenovirus originan una conjuntivitis folicular en la que la mucosa de la conjuntiva palpebral adquiere un aspecto granular o nodular, y ambas conjuntivas (palpebral y bulbar) se inflaman (fig. 50-6). Esta conjuntivitis puede aparecer esporádicamente o en brotes que se pueden atribuir a una fuente común. Las conjuntivitis de las piscinas son un ejemplo bien conocido de una infección por adenovirus a partir de un origen común. La queratoconjuntivitis epidémica puede cons- tituir un riesgo laboral para los trabajadores industriales. La epidemia más grave de este tipo se registró en el personal que trabajaba en los astilleros de Pearl Harbour, donde provocó más de 10.000 casos en el período comprendido entre 1941 y 1942. Cuando se produce una irritación del ojo por un cuerpo extraño, polvo, residuos y similares, existe riesgo de adquirir esta infección. Gastroenteritis y diarrea Los adenovirus constituyen una causa importante de gas- troenteritis vírica aguda, especialmenteen los lactantes. Los adenovirus entéricos (tipos 40 a 42) no se multiplican en los mismos cultivos celulares que otros adenovirus, y rara vez provocan fiebre o síntomas de vías respiratorias. Otras enfermedades Los adenovirus también se han asociado con invaginación en niños pequeños, cistitis hemorrágica aguda con disuria y he- maturia en varones jóvenes, trastornos musculoesqueléticos e infecciones genitales y cutáneas. La infección por adenovi- rus (tipo 36) también se asocia con la obesidad. Infección sistémica en pacientes inmunodeprimidos Los pacientes inmunodeprimidos corren el riesgo de padecer infecciones graves por adenovirus, aunque no tanto como de padecer infecciones por virus herpes. Entre las enfer- medades producidas por los adenovirus en los pacientes inmunodeprimidos cabe incluir la neumonía y la hepatitis. La infección se puede originar a partir de una fuente exógena o endógena (reactivación). Diagnóstico de laboratorio Para que los resultados del aislamiento del virus sean significa- tivos, deben proceder de un punto o una secreción relevante para los síntomas de la enfermedad. La presencia de ade- novirus en la garganta de un paciente aquejado de faringitis suele ser diagnóstico cuando los resultados del laboratorio hayan descartado otras causas habituales de faringitis, como Streptococcus pyogenes. El análisis directo de la muestra clínica sin aislamiento del virus se emplea para la detección e identificación rápida de los adenovirus. Para detectar el tipo y el grupo de virus en las muestras clínicas y los cultivos celulares se puede recurrir a los inmunoanálisis, como los análisis de anticuerpos por fluo- rescencia o enzimoinmunoensayo, y a las pruebas genómicas, como las distintas modalidades de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y el análisis de sondas de ADN. Es preciso emplear estas técnicas para detectar los serotipos entéri- cos 40, 41 y 42 de adenovirus, los cuales son incapaces de crecer en los cultivos celulares habituales. Rara vez se utilizan análisis serológicos, excepto con fines epidemiológicos. La mejor manera de aislar la mayoría de los tipos de ade- novirus es hacerlo con cultivos celulares derivados de células epiteliales (p. ej., células primarias embrionarias de riñón humano, líneas continuas [transformadas] como HeLa y las células del carcinoma epidérmico humano). En un plazo de 2 a 20 días, el virus provoca una infección lítica con los cuerpos de inclusión característicos y muerte celular. El aislamiento del virus a partir de un cultivo celular requiere una media de 6 días. En el examen histológico se pueden observar las inclusiones intranucleares características. Sin embargo, es- tas inclusiones son poco frecuentes y se deben distinguir de las producidas por los citomegalovirus. trAtAmiento, PreVención y control Un lavado de manos cuidadoso y la cloración de las piscinas pueden reducir la transmisión de los adenovirus. No se ha aprobado ningún tratamiento frente a una infección por adenovirus. Se han utilizado vacunas orales atenuadas para prevenir las infecciones por adenovirus pertenecientes a los tipos 4 y 7 en el personal militar, pero no se utilizan en la población civil. AdenoVirus terAPéuticos Los adenovirus se han utilizado, y se está considerando su uso, en la transferencia de genes para el tratamiento de en- fermedades humanas, como las inmunodeficiencias (p. ej., deficiencia de adenosindesaminasa), la fibrosis quística y las enfermedades por depósito en lisosomas. El virus se inactiva mediante la eliminación o la mutación de E1 y otros genes víricos (p. ej., E2 y E4). En el genoma vírico se inserta un gen apropiado que sustituye dicho ADN y se controla con un promotor adecuado. El vector vírico así creado se puede cultivar en una célula que exprese las funciones víricas ausen- tes (E1, E4) y pueda complementar la deficiencia del virus y permitir su reproducción. Se están desarrollando tipos 4 y 7 y mutantes con replicación defectiva de los tipos 5, 26 y 35 para transportar genes del VIH, del virus Ébola y otros virus, con fines de vacunación frente a estos virus mortales. Los adenovirus que carecen del gen funcional E1B crean un virus que se utiliza como tratamiento oncolítico, que crece 460 MICROBIOLOGÍA MÉDICA selectivamente y destruye las células tumorales que carecen de p53. A pesar de la atenuación lograda por métodos de ingeniería genética, estos virus pueden seguir produciendo enfermedades graves en pacientes inmunodeprimidos. CASO CLÍNICO y PREGUNtAS Un niño de 7 años que está en un campamento de verano se queja de dolor de garganta, dolor de cabeza, tos, ojos enrojecidos y cansancio, por lo que se remite a la enfermería. Presenta una temperatura de 40 °C. Al cabo de unas horas, otros compañeros y algunos monitores acuden a la enfermería con síntomas parecidos. Los síntomas se mantienen a lo largo de 5-7 días. todos los pacientes han nadado en el lago del campamento. Más del 50% de los participantes en el campamento refiere síntomas similares a los del caso inicial. El Departamento de Salud Pública estadounidense identifica el agente etiológico como adenovirus del serotipo 3. 1. ¿Hacia qué síndrome de adenovirus apuntan los síntomas? 2. Un brote tan extenso como éste indica un origen común para la infección. ¿Cuál sería la fuente o fuentes más probables? ¿Cuáles serían las vías de transmisión más probables del virus? 3. ¿Qué propiedades físicas del virus facilitan su transmisión? 4. ¿Qué precauciones deberían tomar los responsables del campamento para evitar nuevos brotes? 5. ¿Qué muestra o muestras debería haber utilizado el Departamento de Salud Pública para identificar el agente infeccioso, y qué análisis serían necesarios para diagnosticar la infección? Las respuestas a estas preguntas están disponibles en www.StudentConsult.es BIBLIOGRAFÍA Balows A, Hausler WJ, Lennette EH: Laboratory diagnosis of infectious diseases: principles and practice, New York, 1988, Springer-Verlag. Benihoud K, Yeh P, Perricaudet M: Adenovirus vectors for gene delivery, Curr Opin Biotechnol 10:440-447, 1999. Carter J, Saunders V: Virology: principles and applications, Chichester, England, 1988, Wiley. 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