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222 © 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 23Corynebacterium y otros bacilos grampositivos Aunque la difteria se observa de modo muy infrecuente en los Estados Unidos, se siguen notificando infecciones en todo el mundo. 1. ¿Por qué no se observa la difteria en los Estados Unidos pero sí se encuentra en otros países? 2. ¿Por qué carece de utilidad una tinción de Gram de un exudado faríngeo o hemocultivo para el diagnóstico de la difteria? ¿De qué modo se realizaría el diagnóstico en caso de sospecha de difteria? 3. ¿Qué factor de virulencia es responsable de las manifestaciones clínicas de la difteria? Las respuestas a estas preguntas están disponibles en www.StudentConsult.es coryneBacterium diphtheriae (cuadro 23-1) Fisiología y estructura C. diphtheriae es un bacilo pleomorfo (0,3 a 0,8 × 1 a 8 mm) que se tiñe de manera irregular. Después de una noche de incubación en un medio de agar sangre, se pueden apreciar colonias de 1 a 3 mm. Se pueden usar medios más selectivos para recuperar este patógeno de muestras contaminadas con otros microorganismos. Esta especie se subdivide en cuatro biotipos en función de la morfología de sus colonias y sus pro- piedades bioquímicas: belfanti, gravis, intermedius y mitis. La mayor parte de las enfermedades se debe al biotipo mitis. Patogenia e inmunidad La toxina diftérica es el principal factor de virulencia de C. diphtheriae. El gen tox, que codifica la exotoxina, se in- troduce en las cepas de C. diphtheriae mediante un bacteriófago lisogénico (fago b). Son necesarios dos pasos para que se secrete el producto activo del gen: 1) escisión proteolítica de la secuen- cia adelantada de la proteína tox durante la secreción desde la pared bacteriana, y 2) escisión de la molécula de la toxina en dos polipéptidos (A y B) que permanecen unidos mediante un enlace disulfuro. Esta proteína de 58.300 Da es un ejemplo de la clásica exotoxina A-B. Existen tres regiones funcionales en la molécula de toxina, una región catalítica en la subunidad A, una región de unión al receptor y una región de translocación en la subunidad B. El receptor de la toxina es el factor de crecimiento epidérmico de unión a la heparina, que está presente en la superficie de muchas células eucariotas, fundamentalmente en el corazón y en las células nerviosas; su presencia explica los síntomas cardíacos y neurológicos que se observan en los pacientes con difteria grave. La región de la translocación se inserta en la membrana endosómica y facilita el movimiento de la región catalítica hacia el citosol tras la unión de la toxina a la célula del hospedador. La subunidad A finaliza entonces la síntesis de proteínas de dicha célula al inactivar el factor de elongación 2 (EF-2), un factor necesario para el movimiento de las nuevas cadenas peptídicas que se están formando en los ribosomas. Los bacilos grampositivos aerobios son un grupo heterogé-neo de bacterias que se han agrupado de forma poco exac- ta según su morfología, propiedades de tinción y contenido de guanina más citosina (G + C). Las bacterias que se analizan en este capítulo guardan una amplia relación con su morfo- logía con la técnica de Gram: tienen una forma irregular. Este grupo se suele denominar bacterias corineformes («en forma de porra») e incluyen los géneros Corynebacterium y otros relacionados (tabla 23-1). El género Corynebacterium es un grupo grande y hete- rogéneo de más de 100 especies y subespecies que poseen una pared celular que contiene arabinosa, galactosa, áci- do mesodiaminopimélico (meso-DAP) y (en la mayoría de las especies) ácidos micólicos de cadenas cortas (de 22 a 36 átomos de carbono). Aunque los organismos con ácidos micólicos de cadenas intermedias o largas se tiñen con las técnicas acidorresistentes (v. caps. 24 y 25), los microorganismos de tipo Corynebacterium no son acido- rresistentes. La tinción de Gram de estas bacterias revela la presencia de agregados y cadenas cortas de bacilos de forma irregular (semejantes a un garrote) (fig. 23-1). Las corine- bacterias son aerobias o anaerobias facultativas, inmóviles y catalasa-positivas. La mayoría de las especies, pero no todas, fermentan los carbohidratos y generan moléculas de ácido láctico. Aunque muchas especies crecen bien en los medios de laboratorio comunes, algunas especies necesitan complementos lipídicos para desarrollarse adecuadamente (cepas lipofílicas). Las corinebacterias son ubicuas en las plantas y en los ani- males, y colonizan normalmente la piel, el aparato respiratorio superior, el aparato digestivo y el aparato genitourinario del ser humano. Aunque todas las especies de corinebacterias se pueden comportar como patógenos oportunistas, unas pocas se asocian con una mayor frecuencia a enfermedades (tabla 23-2). La más conocida de éstas es Corynebacterium diphtheriae, el agente etiológico de la difteria. Se han descrito otros géneros de bacterias corineformes. Al final de este capítulo se exponen de forma breve tres géneros que se han asociado con una frecuencia mayor con la enfermedad humana (Arcanobacterium, Rothia, Tro pheryma). CORYNEBACTERIUM y OtROS BACILOS GRAMPOSItIVOS 223 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Debido a que el recambio de EF-2 es muy lento y a que sólo existe alrededor de una molécula por ribosoma en cada célula, se ha estimado que una única molécula de exotoxina puede inactivar todo el contenido de EF-2 en una célula para inte- rrumpir por completo la síntesis de proteínas en la célula del hospedador. La síntesis de la toxina está regulada por un elemento codificado en un cromosoma, el represor de la toxina diftérica (DTxR). Esta proteína, que se activa en presencia de concentraciones elevadas de hierro, se puede unir al operador del gen de la toxina y evitar la producción de la misma. Epidemiología La difteria es una enfermedad de distribución universal, fun- damentalmente en las zonas urbanas desfavorecidas donde existen condiciones de hacinamiento y el nivel de inmunidad inducida por la vacuna es bajo. La mayor epidemia registrada Tabla 23-2 Especies de Corynebacterium asociadas a enfermedades humanas Microorganismo Enfermedades C. diphtheriae Difteria (respiratoria, cutánea); faringitis y endocarditis (cepas no toxigénicas) C. jeikeium (grupo JK) Septicemia, endocarditis, infección de heridas, infecciones asociadas a cuerpos extraños (catéter, anastomosis, prótesis) C. urealyticum Infecciones del tracto urinario (incluidas pielonefritis y cistitis con litiasis alcalina), septicemia, endocarditis, infección de heridas C. amycolatum Infección de heridas, infecciones asociadas a cuerpos extraños, septicemia, infecciones del tracto urinario, infecciones respiratorias C. pseudotuberculosis Linfadenitis, linfagitis ulcerosa, formación de abscesos, difteria respiratoria C. ulcerans Difteria respiratoria CUADRO 23-1 Resumen de Corynebacterium diphtheriae Biología, virulencia y enfermedades Bacilos pleomorfos grampositivos El principal factor de virulencia es la toxina diftérica, una exotoxina A-B; inhibe la síntesis de proteínas El agente etiológico de la difteria; existen formas respiratorias y cutáneas Epidemiología Distribución universal que se mantiene por los portadores asintomáticos y por los pacientes infectados El ser humano es el único reservorio conocido, siendo portador en la orofaringe y en la piel Se transmite de persona a persona mediante la exposición a las gotas respiratorias o el contacto cutáneo La enfermedad se observa en niños o en adultos no vacunados o con disminución de la inmunidad que viajan a países con enfermedad endémica La difteria es infrecuente en EE.UU. y en otros países con programas de vacunación activos. Diagnóstico El examen microscópico es inespecífico; se observa la formación de gránulos metacromáticos en C. diphtheriae y otras corinebacterias Se deben llevar a cabo cultivos en medios noselectivos (agar sangre) y selectivos (agar cisteína-telurito, medio de cultivo Tinsdale, agar colistina-nalidíxico) La identificación de sospecha de C. diphtheriae se puede basar en la presencia de cisteinasa y la ausencia de piracinamidasa; la identificación definitiva se realiza mediante pruebas bioquímicas o secuenciación de los genes específicos de la especie La demostración de exotoxina se fundamenta en la prueba de Elek o en la reacción en cadena de la polimerasa Tratamiento, prevención y control Infecciones tratadas con antitoxina diftérica para neutralizar la exotoxina; utilización de penicilina o eritromicina para eliminar C. diphtheriae y acabar con la producción de toxina y vacunación de pacientes convalecientes con el toxoide diftérico con el fin de estimular la formación de anticuerpos protectores Administración de la vacuna diftérica y de las dosis de recuerdo a la población susceptibleFigura 23-1 tinción de Gram del género Corynebacterium en una muestra de esputo. Tabla 23-1 Bacterias corineformes importantes Microorganismo Origen histórico Corynebacterium coryne, garrote; bakterion, pequeña barra (pequeña barra en forma de garrote) C. diphteriae diphteria, cuero o piel (en referencia a la membrana curtida que se forma en la faringe en una fase inicial) C. jeikeium jeikeium (especie clasificada en un principio como grupo JK) C. urealyticum urea, urea; lyticum, lisar (capaz de lisar la urea; especie que hidroliza con rapidez la urea) C. amycolatum a, carente; mycolatum, relativo a los ácidos micólicos (especie que no presenta ácidos micólicos en su pared celular) C. pseudotuberculosis pseudo, como; tuberculosis (produce infecciones purulentas crónicas [p. ej., tuberculosis] en ovejas y otros animales de sangre caliente) C. ulcerans ulcerans (puede originar úlceras faríngeas semejantes a las producidas por C. diphtheriae) Arcanobacterium arcanus, secretor; bacterium, barra (bacteria secretora; microorganismo de crecimiento lento cuyo aislamiento resulta complicado) Rothia mucilaginosa Recibe este nombre en honor a Roth, el microbiólogo que estudió inicialmente este grupo de microorganismos; mucilaginosa quiere decir «mucoide» (microorganismo mucoide). 224 MICROBIOLOGÍA MÉDICA a finales del siglo xx ocurrió en la antigua Unión Soviética, donde en 1994 se documentaron casi 48.000 casos y 1.746 fa- llecimientos. C. diphtheriae se mantiene en la población como consecuencia del estado de portador asintomático en la bucofaringe o en la piel de las personas inmunizadas. Se trans- mite de una persona a otra a través de gotitas respiratorias o mediante contacto cutáneo. El ser humano representa el único reservorio conocido de este microorganismo. La difteria se ha convertido en una enfermedad infrecuente en EE.UU. gracias a la introducción de un programa de vacu- nación activa, como lo demuestra el hecho de que en 1921 se recogieran más de 200.000 casos, pero desde 2003 no se han notificado casos. Un análisis de las infecciones por C. diph theriae en el Reino Unido, entre 1986 y 2008, identificó que el principal factor de riesgo de infección fue el viaje de individuos no inmunizados a países con enfermedad endémica (p. ej., Subcontinente Indio, África, Sudeste Asiático). La difteria es fundamentalmente una enfermedad pediátrica, pero la inciden- cia más elevada corresponde a los grupos de más edad en las zonas donde se implementaron programas de vacunación activa para la población pediátrica. También se producen infecciones cutáneas por C. diphtheriae toxigénico (difteria cutánea), aun- que no se conoce cuál es su incidencia debido a que se trata de una enfermedad cuya declaración no es obligatoria. Enfermedades clínicas La presentación clínica de la difteria viene determinada por: 1) el lugar de la infección; 2) el estado inmunitario del paciente, y 3) la virulencia del microorganismo. La exposición a C. diph theriae puede originar colonización asintomática de las personas con inmunidad completa, enfermedad respiratoria leve en las personas parcialmente inmunizadas o enfermedad fulmi- nante, y algunas veces mortal, en pacientes no inmunizados (cuadro 23-2). La toxina diftérica se produce en el sitio de infección y luego se disemina a través de la sangre para producir los signos sistémicos de la difteria. No es preciso que el mi- croorganismo penetre en la sangre para producir enfermedad. Difteria respiratoria (caso clínico 23-1) Los síntomas de la difteria que afectan al aparato respirato- rio se desarrollan después de un período de incubación de 2 a 4 días. Los microorganismos se multiplican en el interior de células epiteliales de la faringe o de superficies adyacentes e inicialmente producen un daño localizado como consecuencia de la actividad de la exotoxina. El inicio es abrupto, con malestar general, dolor de garganta, faringitis exudativa y febrícula. El exudado se transforma en una seudomem- brana formada por bacterias, linfocitos, células plasmáticas, fibrina y células muertas que puede recubrir las amígdalas, la úvula y el paladar, y se puede extender en la parte supe- rior hasta la nasofaringe y en la parte inferior hasta la laringe (fig. 23-2). La seudomembrana se encuentra firmemente adherida al tejido respiratorio y es difícil de desprender sin que sangre el tejido subyacente (característico de la difteria). Cuando el paciente se recupera tras alrededor de 1 semana de enfermedad, la membrana se desprende y es expectorada. Las complicaciones sistémicas en los pacientes con formas graves de la enfermedad afectan principalmente al corazón y el sistema nervioso. Es posible detectar evidencias de miocarditis en la mayor parte de los pacientes con difteria, que se manifiestan típicamente a las 1-2 semanas de la enfer- medad y cuando los síntomas faríngeos empiezan a mejorar. Los síntomas pueden aparecer de forma aguda o gradual y su gravedad se acentúa hasta la insuficiencia cardíaca conges- tiva, las arritmias cardíacas y la muerte. La neurotoxicidad es proporcional a la gravedad de la enfermedad primaria, que viene condicionada por la inmunidad de los pacientes. La ma- yor parte de los enfermos con una enfermedad primaria grave sufren neuropatía, que inicialmente se limita al paladar blando y la faringe, pero que posteriormente condiciona una parálisis oculomotora y ciliar que evoluciona a una neuritis periférica. Difteria cutánea La difteria cutánea se adquiere por el contacto de la piel con otras personas infectadas. El microorganismo coloniza la piel y llega al tejido subcutáneo a través de interrupciones de la CUADRO 23-2 Corynebacterium dyphtheriae: resúmenes clínicos Difteria respiratoria: comienzo brusco con faringitis exudativa, garganta irritada, febrícula y malestar; se forma una seudomembrana sobre la faringe; en enfermos en estado crítico las complicaciones más significativas son cardíacas y neurológicas Difteria cutánea: se forma una pápula en la piel que evoluciona a una úlcera de evolución tórpida; pueden aparecer signos sistémicos CASO CLÍNICO 23-1 Difteria respiratoria Lurie y cols. (JAMA 291:937-938, 2004) publicaron el último caso de difteria respiratoria visto en EE.UU. Un varón de 63 años no vacunado desarrolló un dolor de garganta mientras pasaba 1 semana de vacaciones en la zona rural de Haití. A los 2 días de regresar a Pennsylvania, acudió a un hospital local por dolor de garganta y dificultad para la deglución. Recibió tratamiento con antibióticos orales, pero a los 2 días acudió de nuevo con escalofríos, sudoración, dificultad para tragar y respirar, náuseas y vómitos. Presentaba una reducción del murmullo vesicular en el pulmón izquierdo y las radiografías confirmaron los infiltrados pulmonares con una hiperplasia de la epiglotis. La laringoscopia mostró exudados amarillentos en las amígdalas, la parte posterior de la faringe y el paladar blando. Fue ingresado en la unidad de vigilanciaintensiva y recibió tratamiento con azitromicina, ceftriaxona, nafcilina y esteroides, pero en los 4 días posteriores presentó hipotensión y febrícula. Los cultivos fueron negativos para Corynebacterium diphtheriae. Al octavo día de evolución la radiografía de tórax mostró infiltrados en las bases pulmonares derecha e izquierda y se observó un exudado blanquecino compatible con una seudomembrana de C. diphtheriae sobre las estructuras supraglóticas. Los cultivos en aquel momento seguían siendo negativos para C. diphtheriae, pero las pruebas de PCR para la detección del gen de la exotoxina fueron positivas. A pesar del tratamiento agresivo, el paciente siguió empeorando y falleció a los 17 días del ingreso por complicaciones cardíacas. Este paciente ilustra 1) el factor de riesgo de un paciente no inmunizado que viaja a una región endémica, 2) la forma de presentación clásica de la difteria respiratoria grave, 3) los retrasos asociados con el diagnóstico de una enfermedad poco frecuente y 4) las dificultades que tienen actualmente los laboratorios para aislar el microorganismo en cultivo. CORYNEBACTERIUM y OtROS BACILOS GRAMPOSItIVOS 225 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. barrera de la piel. En primer lugar se forma una pápula, que posteriormente se transforma en una úlcera crónica que no desaparece, la cual se recubre en algunas ocasiones de una membrana grisácea. Es frecuente encontrar también Staphy lococcus aureus o Streptococcus pyogenes en la herida. Diagnóstico de laboratorio El tratamiento inicial de un paciente con difteria se instaura sobre la base del diagnóstico clínico, no de los resultados de laboratorio, debido a la imposibilidad de disponer de los resultados definitivos en un plazo inferior a 1 semana. Microscopia Los resultados del examen microscópico del material clínico no son fiables. Se han descrito gránulos metacromáticos en las bacterias teñidas con azul de metileno, pero esta propiedad no es específica de C. diphtheriae. Cultivo Las muestras para aislar C. diphtheriae se deben recoger de la nasofaringe y de la garganta, y se deben inocular tanto en una placa de agar sangre enriquecido no selectivo como en un medio especialmente preparado para este microorganismo (p. ej., agar sangre con cisteína-telurito [CTBA], medio de cultivo Tinsdale, agar colistina-nalidíxico [CNA]). El telurito inhibe el crecimiento de la mayor parte de las bacterias res- piratorias y los bacilos gramnegativos y se reduce por C. diphtheriae, lo que da lugar a un color característico gris o negro del agar. La degradación de la cisteína por la actividad cisteinasa de C. diphtheriae genera un halo pardo alrededor de las colonias. El CTBA se puede almacenar mucho tiempo (algo práctico en el caso de cultivos que se realizan con poca frecuencia), pero inhibe algunas cepas de C. diphtheriae. El medio de cultivo Tinsdale es el mejor para recuperar C. diphtheriae en muestras clínicas, pero se puede almace- nar poco tiempo y necesita suero de caballo. Dado que las infecciones causadas por C. diphtheriae rara vez se observan en áreas no endémicas, no se suele disponer de CTBA y de medio de Tinsdale en la mayoría de los laboratorios. El CNA se utiliza comúnmente para el aislamiento selectivo de bacterias grampositivas; por tanto, es una alternativa práctica como medio de cultivo. Independientemente del medio de cultivo utilizado, todos los aislamientos que se parezcan a C. diphtheriae deben ser identificados mediante pruebas bioquímicas y se debe confirmar la presencia de exotoxina de la difteria porque hay cepas atoxigénicas. Identificación La identificación de sospecha de C. diphtheriae se puede realizar por la presencia de cistinasa y la ausencia de piraci- namidasa (dos reacciones enzimáticas que se determinan con rapidez). Las pruebas bioquímicas más amplias o la secuen- ciación de ácidos nucleicos de los genes específicos de cada especie son necesarias para reconocer la especie. Pruebas de toxigenicidad Todas las cepas de C. diphtheriae se deben analizar con res- pecto a la producción de exotoxina. El patrón de referencia para la detección de la toxina diftérica es un ensayo de inmu- nodifusión in vitro (prueba de Elek). Un método alternativo es la detección del gen de la exotoxina con empleo de un método de amplificación de los ácidos nucleicos basado en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Esta prueba es capaz de detectar el gen tox en cepas clínicas y directamente en muestras clínicas (p. ej., los exudados de la membrana diftérica o el material de biopsia). Aunque esta prueba es rápida y específica, las cepas en las que no se expresa el gen tox (presumiblemente porque se expresa el represor de la toxina diftérica) pueden dar una señal positiva. Las cepas no toxigénicas de C. diphtheriae no producen la difteria clá- sica; sin embargo, no deben ser pasadas por alto ya que estas cepas se han asociado con otras enfermedades con significación clínica, como la septicemia, la endocarditis, la artritis séptica, la osteomielitis y la formación de abscesos. Tratamiento, prevención y control El aspecto más importante del tratamiento de la difteria es la administración precoz de la antitoxina diftérica con el fin de neutralizar de forma específica la exotoxina antes de que ésta se una a la célula del hospedador. La muerte celular es inevitable tras la internalización de la toxina. Lamentable- mente, dado que inicialmente puede no ser sospechada, pue- de producirse una progresión importante de la enfermedad antes de que se administre la antitoxina. Se usa también el tratamiento antibiótico con penicilina o con eritromicina para destruir las células de C. diphtheriae e inhibir la producción de exotoxina. También es importante el reposo en cama, el aislamiento para evitar una diseminación secundaria y, en los pacientes con difteria respiratoria, el mantenimiento de la permeabilidad de la vía aérea. La vacunación con el toxoide es necesaria tras la recuperación del paciente, ya que un gran número de sujetos no logra fabricar anticuerpos protectores con posterioridad a una infección natural. La difteria sintomática se puede prevenir mediante la vacunación activa de las personas con toxoide diftérico. El toxoide, no tóxico e inmunogénico, se prepara tratando la to- xina con formalina. Inicialmente, los niños reciben cinco inyecciones de esta preparación con antígenos del tétanos y de la tos ferina (vacuna DTP) a los 2, 4, 6, 15 o 18 meses de vida, así como a los 4 o 6 años. Después de esta edad, se re- comienda la administración de vacunaciones de recuerdo con el toxoide diftérico combinado con el toxoide tetánico cada 10 años. Está bien demostrada la eficacia de la inmunización, ya que la enfermedad queda restringida a los individuos no inmunes o inmunizados de forma incompleta. Las personas que están en contacto estrecho con pacientes aquejados de difteria confirmada presentan riesgo de padecer Figura 23-2 Faringe de una mujer de 39 años con una difteria confirmada en bacteriología. La fotografía se obtuvo a los 4 días de la aparición de fiebre, malestar y dolor de garganta. La hemorragia ocasionada por la eliminación de la membrana mediante raspado se reconoce como una zona oscura en el lado izquierdo. (De Mandell G, Bennett J, Dolin R: Principles and practice of infectious diseases, 7.ª ed., Filadelfia, 2010, Elsevier Churchill Livingstone.) 226 MICROBIOLOGÍA MÉDICA la enfermedad. Se deben obtener muestras nasofaríngeas para cultivo de todos los contactos cercanos, e instaurar in- mediatamente el tratamiento profiláctico con eritromicina o penicilina. Cualquier contacto que no haya completado la serie de vacunaciones frente a la difteria, o bien no haya re- cibido una dosis de recuerdo a lo largo de los últimos 5 años, debe recibir una dosis de recuerdo del toxoide. Las personas expuestas a la difteria cutánea sedeben tratar del mismo modo porque se ha descrito que son más contagiosas que los pacientes con difteria respiratoria. Si la infección cutánea o respiratoria está producida por una cepa no toxigénica, no es necesario administrar profilaxis a los contactos. otrAs esPecies de coryneBacterium Muchas otras especies de Corynebacterium forman parte de la microflora natural del ser humano y son capaces de producir enfermedad. Las especies más frecuentes se recogen en la tabla 23-2 y se resumen en el cuadro 23-3. Corynebacterium jeikeium (fig. 23-3) es un patógeno oportunista bien conocido en los pacientes inmunodeprimi- dos, fundamentalmente en los que tienen alteraciones hema- tológicas o catéteres intravasculares. La gente sana no suele ser portadora de este microorganismo, pero su piel puede presentar colonización hasta en el 40% de las personas hospita- lizadas, independientemente de cuál sea su situación inmu- nitaria. Los factores predisponentes para la enfermedad son la hospitalización prolongada, la neutropenia, el tratamiento previo o concomitante con antibióticos o quimioterápicos, así como la existencia de un catéter intravenoso. Este microorganis- mo suele mostrar una acusada resistencia a los antibióticos, por lo que el tratamiento antibiótico durante la hospitalización puede favorecer la colonización cutánea. El microorganismo puede penetrar después a través de un catéter intravenoso y producir enfermedad en un paciente inmunodeprimido. Corynebacterium urealyticum no se aísla con frecuencia en las personas sanas; sin embargo, esta especie es un patóge- no importante del aparato urinario. Como su nombre indica, C. urealyticum, el cual constituye un importante productor de ureasa, puede producir la suficiente ureasa como para al- calinizar la orina, lo que hace posible la formación de cálculos renales de estruvita. Los factores de riesgo que se asocian a las infecciones por C. urealyticum son la inmunodepresión, los trastornos del aparato genitourinario, los antecedentes de una intervención urológica o la antibioterapia previa. Existen otras corinebacterias productoras de ureasa que se asocian a infecciones urinarias, pero la más frecuente es C. urealyticum. Corynebacterium amycolatum se encuentra en la piel, pero no en la bucofaringe. Esta especie es la que se aísla con mayor frecuencia en las muestras clínicas, aunque su importancia se ha subestimado debido a que a menudo se confunde con otras especies de corinebacterias. Esta especie, al igual que C. jeikeium y C. urealyticum, es resistente a muchos antibióticos y es un importante patógeno oportunista que produce infecciones por cuerpos extraños, infecciones de las heridas, de las vías respiratorias bajas o del tracto urinario. Corynebacterium pseudotuberculosis y Corynebacte- rium ulcerans están íntimamente relacionados con C. diph theriae y pueden portar el gen de la exotoxina de la difteria. Aunque rara vez se observan infecciones humanas causadas por C. pseudotuberculosis, se ha descrito que C. ulcerans es la causa más común de difteria. Los factores de riesgo de las infecciones por C. ulcerans son el consumo de leche y productos lácteos crudos de vacas y cabras y la exposición a animales colonizados, entre ellos perros y gatos domésticos. Se han asociado otras muchas especies de Corynebacte rium a infecciones oportunistas. Estas bacterias están pre- sentes con frecuencia en las superficies cutáneas y mucosas, por lo que su aislamiento en las muestras clínicas puede ser un hallazgo importante o bien limitarse únicamente a una Figura 23-3 tinción de Gram de Corynebacterium jeikeium en un hemocultivo. Obsérvese la forma de cocobacilos pequeños. CUADRO 23-3 Resumen de otras especies de Corynebacterium Biología, virulencia y enfermedades Bacilos pleomorfos grampositivos Algunas especies con importancia clínica necesitan lípidos, como Tween 80, para crecer bien (p. ej., C. jeikeium, C. urealyticum) La exotoxina diftérica A-B puede encontrarse en C. ulcerans y C. pseudotuberculosis Los patógenos del tracto urinario producen ureasa (p. ej., C. urealyticum) Muchas especies son capaces de adherirse a los cuerpos extraños (p. ej., catéteres, anastomosis, prótesis) Algunas especies son resistentes a la mayoría de los antibióticos (p. ej., C. amycolatum, C. jeikeium, C. urealyticum) Entre las enfermedades están septicemia, endocarditis, infecciones asociadas a cuerpos extraños, infecciones de heridas, infecciones del tracto urinario, infecciones respiratorias, incluida la difteria Epidemiología La mayoría de las infecciones son endógenas (producidas por especies que forman parte de la flora bacteriana normal del hospedador en la superficie cutánea o en las membranas mucosas) Diagnóstico Los cultivos en medios no selectivos son fiables, aunque el crecimiento puede ser lento, y se pueden necesitar medios suplementados con lípidos Tratamiento, prevención y control El tratamiento con antibióticos eficaces elimina el microorganismo Retirada del cuerpo extraño CORYNEBACTERIUM y OtROS BACILOS GRAMPOSItIVOS 227 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Tabla 23-3 Bacilos grampositivos corineformes que se asocian con menos frecuencia a enfermedades en el ser humano Microorganismo Enfermedades Arcanobacterium Faringitis, celulitis, infección de heridas, formación de abscesos, septicemia, endocarditis Rothia Endocarditis, infecciones asociadas a cuerpos extraños Tropheryma Enfermedad de Whipple contaminación de la muestra. La identificación específica de estos microorganismos más allá del género posiblemente carezca de importancia. El tratamiento de las infecciones por Corynebacterium puede ser problemático. C. jeikeium, C. urealyticum y C. amycolatum son generalmente resistentes a la mayoría de los antibióticos, por lo que los pacientes infectados suelen recibir vancomicina. Las otras especies suelen presentar una mayor sensibilidad al tratamiento antibiótico, pero puede ser necesario efectuar una prueba de sensibilidad in vitro antes de proceder a seleccionar el tratamiento determinado. La difteria causada por C. ulcerans y C. pseudotuberculosis debe ser tratada del mismo modo que la enfermedad causada por C. diphtheriae. otros géneros corineformes Otros géneros de bacilos grampositivos de forma irregu- lar pueden colonizar al ser humano y producir enfermedades (tabla 23-3). Arcanobacterium es uno de los géneros corine- formes más frecuentes asociados a enfermedad humana. Esta bacteria puede provocar faringitis y un exantema del tipo de la escarlatina, que recuerda a la enfermedad estreptocócica, in- fecciones polimicrobianas de heridas y, con menor frecuencia, infecciones sistémicas como la septicemia y la endocarditis. Estas infecciones se pueden tratar con penicilina o eritromicina. Rothia mucilaginosa, el miembro más importante de este género, coloniza la orofaringe. Dos propiedades son impor- tantes: Esta especie adopta forma cocoide más que bacilar y las colonias son mucoides y pegajosas. Esta propiedad de adherencia se expresa in vivo porque los microorganismos se pueden adherir a las válvulas cardíacas lesionadas y produ- cir una endocarditis. La actividad de los antibióticos frente a R. mucilaginosa resulta impredecible, de forma que se deben realizar pruebas de susceptibilidad in vitro. Tropheryma whippelii es la bacteria responsable de la enfermedad de Whipple, un trastorno caracterizado por artralgias, diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso, adeno- patías, fiebre e hiperpigmentación cutánea. Históricamente esta enfermedad se diagnosticaba por la clínica y por la iden- tificación de inclusiones positivas con el ácido peryódico de Schiff en los macrófagos espumosos que infiltraban la lámina propia del intestino delgado. Aunque los cultivos in vitro de estas muestras eran negativos siempre, se pudo confirmar el origen bacteriano de la enfermedad contécnicas de diagnós- tico molecular. El microorganismo puede crecer lentamente en las células en cultivo de tejidos, pero no se han establecido cultivos sin células. La confirmación de laboratorio de esta enfermedad clínica se realiza en este momento con la ampli- ficación mediante PCR de una secuencia específica del ADN bacteriano de esta especie. El tratamiento recomendado en este momento son 2 semanas de penicilina y estreptomicina parenterales, seguidas de trimetoprima-sulfametoxazol oral durante 1 año o más. EStUDIO DE UN CASO y PREGUNtAS Un hombre de 78 años con antecedentes de hipertensión acudió al hospital por un cuadro de cefalea grave de 4 horas de evolución. Se encontraron indicios de hemorragia subaracnoidea e hidrocefalia, por lo que hubo de colocarse una derivación auriculoventricular izquierda. Una semana después de la intervención comenzó con fiebre. C. jeikeium se aisló en los hemocultivos y en los cultivos del líquido que posteriormente se recogió de la derivación. 1. ¿Qué factores de riesgo se asocian a las infecciones por C. jeikeium? 2. ¿Qué antibioterapia se puede administrar en las infecciones por este microorganismo? 3. Nombre dos especies de Corynebacterium que normalmente sean resistentes a múltiples antibióticos. 4. ¿Qué enfermedades se asocian a estos microorganismos? 5. La difteria está causada por una exotoxina producida por C. diphtheriae, C. ulcerans y C. pseudotuberculosis. Explique la síntesis y el modo de acción de la exotoxina diftérica. Las respuestas a estas preguntas están disponibles en www.StudentConsult.es Visite www.StudentConsult.com para ver una animación que muestra el funcionamiento de la toxina diftérica. BIBLIOGRAFÍA Coyle MA, Lipsky BA: Coryneform bacteria in infectious diseases: clinical and laboratory aspects, Clin Microbiol Rev 3:227-246, 1990. Esteban J, et al: Microbiological characterization and clinical significance of Corynebacterium amycolatum strains, Eur J Clin Microbiol Infect Dis 18:518-521, 1999. Fenollar F, et al: Whipple's disease, N Engl J Med 356:55-66, 2007. Funke G, et al: Clinical microbiology of coryneform bacteria, Clin Microbiol Rev 10:125-159, 1997. George MJ: Clinical significance and characterization of Corynebacte rium species, Clin Microbiol Newsletter 17:177-180, 1995. McNeil M, Brown J: The medically important aerobic actinomycetes: epidemiology and microbiology, Clin Microbiol Rev 7:357-417, 1994. Pascual C, et al: Phylogenetic analysis of the genus Corynebacterium based on 16S rRNA gene sequences, Int J Syst Bacteriol 45:724-728, 1995. Popovic T, et al: Molecular epidemiology of diphtheria in Russia, 1985-1994, J Infect Dis 174:1064-1072, 1996. 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