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INTRODUCCIÓN. La farmacología antineoplásica ha cambiado impresionantemente conforme se han identificado tratamientos curativos de muchas neoplasias que antes eran letales, como el cáncer testicular, los linfomas y la leucemia. La quimioterapia y la hormonoterapia posquirúrgicas pueden prolongar la vida y evitar la recidiva de la enfermedad después de la extirpación operatoria de tumores localizados en la mama, en el área colorrectal o en los pulmones. La quimioterapia también se utiliza como parte de un tratamiento multimodal de tumores avanzados localizados en cabeza y cuello, mamas, pulmones y esó‑ fago, así como sarcoma de partes blandas y tumores sólidos en niños, y con ello es factible emprender operaciones quirúrgicas más limitadas e incluso curar estos casos considerados anteriormente como incu‑ rables. Los factores estimulantes de colonias restauran la función de la médula ósea y expanden la utili‑ dad de quimioterapéuticos en altas dosis. Los fármacos de esta categoría se utilizan con frecuencia cada vez mayor en enfermedades no cancerosas: los agentes antitumorales citotóxicos se han vuelto un ele‑ mento común para tratar enfermedades autoinmunitarias que incluyen artritis reumatoide (metotrexato y ciclofosfamida); enfermedades de Crohn (6-mercaptopurina), trasplante de órganos (metotrexato y aza‑ tioprina), anemia drepanocítica (hidroxiurea) y psoriasis (metotrexato). A pesar de los buenos resultados terapéuticos con dichos fármacos, pocas categorías de medicamentos tienen un índice terapéutico más estrecho y un mayor potencial para ocasionar efectos dañinos, que los fármacos antineoplásicos citotóxi‑ cos. Para el empleo innocuo y eficaz en seres humanos, es esencial el conocimiento minucioso de sus carac - terísticas farmacológicas, que incluya sus interacciones medicamentosas y su farmacocinética clínica. Los compuestos utilizados en la quimioterapia de las enfermedades neoplásicas son muy variados en su estructura y mecanismo de acción, e incluyen agentes alquilantes; los antimetabolitos análogos del ácido fólico, la pirimidina y la purina; productos naturales; hormonas y sus antagonistas y diversos agentes con acción en moléculas específicas. Los cuadros 60-1 a 60-5 resumen las principales clases y ejemplos de tales medicamentos. La figura 60-1 presenta los blancos celulares en los que actúan los fármacos quimiote - rapéuticos. Los conocimientos cada vez más amplios y rápidos sobre la biología del cáncer han permitido identificar nuevos blancos oncoespecíficos de acción (por ejemplo, receptores del factor de crecimiento, vías de señalización intracelu‑ lar, procesos epigenéticos, vascularización del tumor, defectos de la reparación del DNA y vías de apoptosis celular). Por ejemplo, en muchos tumores, su proliferación y supervivencia dependen de la actividad constitutiva de una sola vía de un factor de crecimiento, la llamada adicción oncógena (es decir, el punto débil o talón de Aquiles) y la inhi‑ bición de esa vía conduce a la muerte celular. Sobre tal base, el imatinib (Gleevec) ataca la única translocación específica bcr-abl en la leucemia mielocítica crónica; dicho fármaco también inhibe c-kit y logra el control extendido de los tumores estromatosos del tubo digestivo que expresan una forma mutada y activada constitutivamente de c-kit. Los anticuerpos monoclonales inhiben eficazmente antígenos oncorreactivos, como el receptor amplificado her-2/ neu en células del cáncer mamario. Los ejemplos anteriores destacan que las estrategias totalmente nuevas de descu‑ brimiento y desarrollo galénico de fármacos, y los avances en la atención clínica, provendrán de los conocimientos nuevos de la biología del cáncer. Los nuevos diseños de investigaciones clínicas, orientados a identificar los efectos de fármacos nuevos a nivel mo - lecular, utilizan cada vez más biomarcadores obtenidos de muestras de líquidos biológicos o tumores, para valorar los efectos de los nuevos agentes en las vías de señalización, la proliferación tumoral y muerte celular, y la angiogénesis. Quimioterapia de enfermedades neoplásicas 60capítulo Principios generales de la quimioterapia antineoplásica VIIISección 1078 QU Im IOTeRapIa De eN feRm eDaDes N eOplásICas seCCIÓN VIII Los estudios imagenológicos de los efectos moleculares, metabólicos y fisiológicos de los medicamentos, asumirán importancia creciente para definir los fármacos que actúan eficazmente en sus moléculas efectoras. Es posible que los tratamientos nuevos no sustituyan a los citotóxicos en un futuro previsible. Más bien, los fármacos dirigidos al blanco y los citotóxicos se seguirán usando en combinación. Por ejemplo, los anticuerpos monoclonales o moléculas pequeñas bioindividualizadas, utilizadas como monoterapia contra tumores sólidos, ocasionan índices bajos de respuesta y beneficios pequeños; sin embargo, en combinación con los citotóxicos y en etapas tempranas de la enfermedad, los anticuerpos monoclonales como el trastuzumab y el bevacizumab, muestran una eficacia extraor‑ dinaria. Al mismo tiempo, se han vuelto más manejables los efectos de los medicamentos citotóxicos con la obtención de mejores fármacos antinauseosos (capítulos 13 y 46) y con el uso del factor estimulante de colonias de granulocitos y de la eritropoyetina para restaurar la función de la médula ósea (capítulos 37 y 62). Por último, los fármacos dirigi‑ dos a su blanco son útiles para superar la resistencia a agentes quimioterapéuticos al normalizar el flujo sanguíneo, la inducción de la apoptosis y la inhibición de señales prosupervivencia de las vías de factores de crecimiento. La angio‑ génesis tumoral hace que aumente la tensión intersticial y disminuya la llegada de fármacos a las células tumorales; los inhibidores de la angiogénesis (como el bevacizumab) normalizan el flujo sanguíneo y la tensión intersticial, mejo - ran la llegada de fármacos al sitio pretendido de acción, y de este modo muestran acción sinérgica con productos citotóxicos en el tratamiento de cánceres de pulmón, mama y de otros sitios. La resistencia a fármacos sigue siendo un obstáculo importante para obtener buenos resultados en el tratamiento antineoplásico. La resistencia a los fármacos es consecuencia de diversos cambios farmacocinéticos y moleculares que pueden derro‑ tar a los tratamientos mejor diseñados; incluyen poca absorción y escasa llegada del medicamento al sitio de acción; variabilidad genéticamente determinada en el transporte de medicamento, su activación y eliminación, y mutaciones, amplificaciones y deleciones de las moléculas efectoras. El proceso de resistencia se entiende mejor en el caso de agentes dirigidos a su blanco. Los tumores que generan resistencia a los inhibidores de bcr-abl y a inhibidores del re ‑ ceptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR; epidermal growth factor receptor), expresan mutaciones en la figura 60-1 Mecanismos y sitios de acción de algunos agentes quimioterapéuticos contra enfermedades neoplásicas. 6-MERCAPTOPURINA 6-TIOGUANINA HIDROXIUREA Inhibe la ribonucleótido reductasa 5-FLUOROURACILO Inhibe la síntesis de timidilato GEMCITABINA CITARABINA FLUDARABINA 2-CLORODESOXIADENOSINA CLOFARABINA ANÁLOGOS DE PLATINO FÁRMACOS ALQUILANTES MITOMICINA TEMOZOLOMIDA Forma aductos con DNA L-ASPARAGINASA Desamina la asparagina Inhibe la síntesis de proteínas ATRA TRIÓXIDO DE ARSÉNICO INHIBIDORES DE LA HISTONA DESACETILASA Inductores de diferenciación Inhibe función de microtúbulos EPOTILONES TAXANOS ALCALOIDES DE VINCA ESTRAMUSTINA Inhibe la síntesis de DNA ALIMTA METOTREXATO CAMPTOTECINAS ETOPÓSIDO TENIPÓSIDO DAUNORRUBICINA DOXORRUBICINA Síntesis de purina Ribonucleótidos Desoxirribo- nucleótidos DNA Proteínas Diferenciación Micro- túbulos Enzimas RNA (transferencia, mensajero, ribosómico) Síntesis de pirimidina Inhibe la reducción del dihidrofolato, bloquea la síntesis de timidilato y de purina Bloquea la función de la topoisomerasa INHIBIDORES DE LA PROTEÍNADE TIROSINA CINASA, ANTICUERPOS Bloquea actividades de las vías de señalización Inhibe la biosíntesis del anillo purínico Inhibe la síntesis de DNA 1079 CAPÍTU LO 60 PRIN CIPIOS GEN ERALES DE LA QU IM IOTERAPIA AN TIN EOPLÁSICA enzima blanco. Las células que presentan mutaciones farmacorresistentes existen en el paciente desde antes de em - prender la farmacoterapia y son seleccionadas al quedar expuestas al medicamento. Puede surgir resistencia a los inhibidores de EGFR, por medio de la expresión del receptor alterno c-met que evade el bloqueo del EGFR y esti‑ mula la proliferación. Los defectos en el reconocimiento de rompimientos del DNA y la hiperexpresión de enzi - mas específicas de reparación también pueden contribuir a la resistencia a fármacos citotóxicos, y la pérdida de vías apoptóticas puede producir resistencia tanto a los agentes citotóxicos como a los dirigidos a su blanco. La combinación de fármacos puede anular los efectos de un mecanismo de resistencia que es específico de un solo medicamento y presentar sinergia, gracias a sus interacciones bioquímicas. En circunstancias óptimas, las combinaciones medicamentosas no deben traslaparse en el terreno de sus principales toxicidades. En términos generales, los citotóxicos se utilizan en cantidades lo más cercanas posibles a las dosis individuales toleradas en forma máxima, y deben administrarse con la frecuencia que sea tolerada para evitar la reaparición del tumor. Las poblaciones de células tumorales en personas con enfermedad clínicamente detectable rebasa 1 g o 109 células, y cada ciclo de tratamiento destruye < 99% de ellas; por esas razones, es necesario repetir los tratamientos en ciclos múltiples perfectamente cronometrados para lograr la curación. el CIClO CelUlaR. Conocer el ciclo vital de los tumores es esencial para el uso racional de los antineo‑ plásicos (figura 60-2). Muchos agentes citotóxicos actúan por medio del daño al DNA. Su toxicidad alcanza el máximo durante la fase S o de síntesis de DNA del ciclo celular. Otros, como los alcaloides de la vinca y los taxanos, bloquean la formación de un huso mitótico funcional en la fase M. Estos agentes alcanzan su máxima eficacia en células que comienzan la mitosis, que es la fase más vulnerable del ciclo celular. Sobre tal base, las neoplasias humanas más susceptibles a las medidas quimioterapéuticas son las que tienen un elevado porcentaje de células en proliferación. Por esa razón, los tejidos normales que proliferan en forma rápida (médula ósea, folículos pilosos y epitelio intestinal), son muy sus‑ ceptibles a mostrar daños por efecto de los productos citotóxicos. Las neoplasias de crecimiento lento con una fracción pequeña de crecimiento (como los carcinomas del colon o el cáncer no microcítico pulmonar) reaccionan menos a fármacos con especificidad de ciclos. Son más eficaces los agentes que ocasionan gran daño al DNA (como los alquilantes), o los que permanecen en grandes concentraciones dentro de las células por largos periodos (como las fluoropirimidinas). El beneficio clínico de los fármacos citotóxicos se ha medido por la valoración radiológica de los efectos que ejer - cen tales productos en el tamaño del tumor; sin embargo, los nuevos agentes dirigidos a su blanco simplemente figura 60-2 Especificidad de agentes antineoplásicos en el ciclo celular. GO G1 G2 S FASE S FÁRMACOS ESPECÍFICOS ESPECÍFICO DE FASES AUTOLIMITANTE FÁRMACOS ESPECÍFICOS DE FASE M G1 G2 Puntos de vigilancia M FÁRMACOS INESPECÍFICOS RESPECTO AL CICLO CELULAR agentes alquilantes, nitrosoureas, antibióticos antitumorales, procarbacina, cisplatino, dacarbacina vincristina, vinblastina, paclitaxel Arabinósido de citosina, hidroxiurea 6-mercaptopurina, metotrexato 1080 QU Im IOTeRapIa De eN feRm eDaDes N eOplásICas seCCIÓN VIII pueden lentificar o detener la proliferación tumoral, de tal forma que sus efectos se miden mejor en términos del tiempo que toma la evolución de la enfermedad. En fecha más reciente ha surgido el interés creciente por diseñar medicamentos que destruyen de manera selectiva los componentes blásticos de los tumores, porque tales células, según se piensa, son las encargadas de la proliferación ininterrumpida y la repoblación de tumores después de la exposición tóxica a quimioterapéuticos o tratamientos dirigidos al blanco. Por ejemplo, la médula ósea y tejidos epiteliales contienen un compartimento de células madre (stem cells) normales que no se dividen y que presentan resistencia a los agentes citotóxicos y conservan la capacidad de regenerar la población celular normal. Los tumores blásticos presentan la misma resistencia a la quimioterapia, la radioterapia y daños oxidativos, y por esa razón, es una situación que puede constituir una barrera importante para la cura de las neoplasias. Aunque las células de tumores diferentes presentan diferencias en la duración de su tránsito por el ciclo celular y en la fracción de células que están en proliferación activa, todas ellas presentan un perfil similar en el desarrollo del ciclo celular (figura 60-2). • Una fase que antecede a la síntesis de DNA (G1). • Una fase de síntesis de DNA (S). • Un intervalo después de la terminación de la síntesis de DNA (G2). • La fase mitótica (M), en la cual la célula que contiene un doble complemento de DNA se divide en dos células G1 hijas. • Probabilidad de iniciar una fase inactiva o quiescente (G0) y detenerse y no iniciar el siguiente periodo en el ciclo, por largo tiempo. En cada punto de transición del ciclo celular, células específicas como p53 y chk-1 y 2, vigilan la integri‑ dad del DNA y cuando detectan daño en la integridad de dicho ácido nucleico, inician los procesos de reparación, o en presencia de un daño masivo, dirigen a las células por la vía de apoptosis o muerte. Algunos productos quimioterapéuticos antineoplásicos actúan en fases específicas en el ciclo celular, principalmente en las fases S y M; otros agentes son citotóxicos en cualquier punto del ciclo y reciben el nombre agentes inespecíficos de fase del ciclo celular. Cuadro 60-1 agentes alquilantes. TIPO DE AGENTE NOMBRES FARMACOLÓGICOS COMUNES ENFERMEDADES Mostazas nitrogenadas Mecloretamina Enfermedad de Hodgkin. Ciclofosfamina Ifosfamida Leucemia linfocítica aguda y crónica; enfermedad de Hodgkin; linfoma no-Hodgkin; mieloma múltiple; neuroblastoma; cáncer de mama, ovario y pulmón; tumor de Wilms; cáncer cervicouterino y de testículo; sarcoma de partes blandas. Melfalano Mieloma múltiple. Clorambucilo Leucemia linfocítica crónica; macroglobulinemia. Derivado de metilhidrazina Procarbacina (N-metilhidrazina, MIH) Enfermedad de Hodgkin. Alquilsulfonato Busulfano Leucemia mielógena crónica, trasplante de médula ósea. Nitrosoureas Carmustina (BCNU) Enfermedad de Hodgkin; linfoma no‑Hodgkin; glioblastoma. Estreptozocina (estreptozotocina) Insulinoma pancreático maligno; carcinoide maligno. Bendamustina Linfoma no-Hodgkin. Triazenos Dacarbacina (DTIC; carboxamida de dimetiltriazenoimidazol) Melanoma maligno; enfermedad de Hodgkin; sarcoma de partes blandas; melanoma. Temozolomida Gliomas malignos. Complejos de coordinación con platino Cisplatino, carboplatino, oxaliplatino Cáncer de testículo, ovarios, vejiga, esófago, pulmones, cabeza y cuello, colon y mama. 1081 CAPÍTU LO 60 PRIN CIPIOS GEN ERALES DE LA QU IM IOTERAPIA AN TIN EOPLÁSICA Cada punto de transición en el ciclo celular necesita de la activación de cinasas que dependen de ciclina (CDKs; cyclin-dependent kinases) las cuales son específicas, y en sus formas activas se acoplan con las correspondientes proteínas reguladoras llamadas ciclinas. El impacto de proliferación de las cinasas mencionadas es a su vez dismi‑ nuido por la acción de proteínas inhibidoras como la p16. Las células tumorales suelen presentar cambios en la regulación del ciclo celular, que conducen a la proliferación incesante (como mutaciones o pérdida de la p16u otros componentes inhibidores de la llamada vía del retinoblastoma, intensificación de la actividad de ciclinas o de la CDK). En consecuencia, las CDK y sus proteínas efectoras se han tornado blancos atractivos para la identificación y descubrimiento de agentes antineoplásicos. Dada la importancia central del DNA en la identidad y funcionalidad de una célula, se han desarrollado mecanismos más elaborados (puntos de vigilancia) para corroborar la integridad del DNA. Si la función de los puntos mencionados es normal en la célula, el daño farmacoinducido al DNA activará la apoptosis cuando la célula llegue a las fronteras G1/S o G2/M. Si el producto del gen p53 u otras proteínas vigilantes muestran mutación o faltan y la función del punto de inspección es ineficaz, las células dañadas no se dirigirán a la vía apoptótica, sino que pasarán por la fase S y la mitosis. Las células hijas surgirán como una población mutada y tal vez farmacorresistente. De ese modo, las alteraciones en la regulación de la cinética del ciclo celular y los controles de los puntos de vigilancia, son factores críticos para determinar la sensibilidad de las células a fármacos citotóxicos y para entender los buenos resultados o la ineficacia de nuevos agentes. fORmas De alCaNZaR la INTeGRaCIÓN Y la efICaCIa TeRapÉUTICas El tratamiento de los enfermos con cáncer necesita de la interacción hábil de la farmacoterapia con otras modalidades terapéuticas (como cirugía y radiación). Cada modalidad terapéutica posee sus propios riesgos y beneficios, con la posibilidad de que surjan interacciones antagonistas y sinérgicas entre ellas, en particular entre los fármacos y las técnicas de radiación. Además, las características de cada paciente son las que rigen la selección de las modalidades. No todos los pacientes toleran los fármacos, ni todos los regímenes farmacológicos son apropiados para un paciente particular. Para hacer un plan terapéutico se toman en consideración factores como las funciones de riñones e hígado, la reserva de médula ósea, el estado funcional general y los problemas médicos coexistentes. Otras consideraciones menos cuantificables como la evolución natural de la neoplasia, la voluntad del enfermo para someterse a tratamien‑ tos difíciles y posiblemente peligrosos y la tolerancia física y emocional del paciente en cuanto a efectos adversos integran la ecuación, con el objetivo de comparar en la balanza las posibles ganancias y los riesgos a largo plazo de cada paciente. Cuadro 60-2 antimetabolitos. TIPO DE FÁRMACO NOMBRES FARMACOLÓGICOS COMUNES ENFERMEDADES Análogos del ácido fólico Metotrexato (ametopterina) Leucemia linfocítica aguda; coriocarcinoma; cáncer de mama, cabeza, cuello y pulmón; sarcoma osteógeno; cáncer de vejiga. Pemetrexed Mesotelioma, cáncer de pulmón. Análogos pirimidínicos Fluorouracilo (5-fluorouracilo; 5-FU), capecitabina Cáncer de mama, colon, esófago, estómago, páncreas, cabeza y cuello; lesiones cutáneas premalignas (tópicas). Citarabina (arabinósido de citosina) Leucemias mielógena y linfocítica agudas; linfoma no- Hodgkin. Gemcitabina Cáncer de páncreas, ovario y pulmón. 5-aza-citidina Mielodisplasia. Desoxi-5-aza-citidina Mielodisplasia. Análogos de purina e inhibidores similares Mercaptopurina (6-mercaptopurina; 6-MP) Leucemias linfocítica y mielógena agudas; linfoma microcítico no-Hodgkin. Pentostatina (2′-desoxicoformicina) Tricoleucemia; leucemia linfocítica crónica; linfoma microcítico no-Hodgkin. Fludarabina Leucemia linfocítica crónica. Clofarabina Leucemia mielógena aguda. Nelarabina Leucemia de células T, linfoma. 1082 QU Im IOTeRapIa De eN feRm eDaDes N eOplásICas seCCIÓN VIII Uno de los grandes problemas de la terapéutica es ajustar los regímenes medicamentosos para obtener resultados terapéuticos, sin toxicidades. Los fármacos ingeridos a menudo se administran con posologías uniformes en todos los adultos. El ajuste de dosis con base en las funciones de riñones o hígado o la vigilancia farmacocinética, facilita el alcanzar metas específicas como la concentración farmacológica buscada en el plasma o el área debajo de la curva de concentración/tiempo (AUC; area under the concentration-time curve). Se cuenta con escasas directrices buenas para ajustar la dosis con base en la obesidad o la edad del enfermo. Los pacientes de mayor edad, y en particular los de más de 70 años, presentan menor tolerancia a los quimioterapéuticos, porque en ellos disminuye la eliminación de fármacos por riñones e hígado, hay una menor fijación a proteínas y disminuye la reserva de la médula ósea. La eli‑ minación del fármaco disminuye en sujetos con obesidad mórbida y probablemente habrá que ajustar la dosis de modo que no exceda de 150% de la dosis para sujetos con superficie corporal promedio (1.73 m2), con ajustes ascen‑ dentes en cuanto a tolerancia después de dosis subsecuentes. Incluso personas con funciones renal y hepática normales presentan enorme variabilidad en la farmacoci‑ nética de productos antineoplásicos, que disminuirá la eficacia u ocasionará toxicidad excesiva. Los ejem‑ plos siguientes ilustran la posibilidad de utilizar blancos farmacocinéticos para mejorar el tratamiento: • La trombocitopenia causada por el carboplatino está en función directa de la AUC, la cual, a su vez, depende de la eliminación del fármaco original por los riñones. Es posible prefijar la AUC buscada, con base en la depuración de creatinina. • La medición seriada de los niveles de 5-fluorouracilo en plasma permite ajustar las dosis de modo que mejo‑ ren los índices de respuesta en pacientes con eliminación rápida del fármaco y así evitar toxicidad en los que tienen eliminación lenta de fármacos. Cuadro 60-3 productos naturales. TIPO DE FÁRMACO NOMBRES FARMACOLÓGICOS COMUNES ENFERMEDADES Alcaloides de la Vinca Vinblastina (vimblastina) Enfermedad de Hodgkin; linfoma no‑Hodgkin; cáncer testicular. Vinorelbina Cáncer de mama y pulmón. Vincristina Leucemia linfocítica aguda; neuroblastoma; tumor de Wilms; rabdomiosarcoma; enfermedad de Hodgkin; linfoma no-Hodgkin. Taxanos Paclitaxel, docetaxel Cáncer de ovario, mama, pulmón, próstata, vejiga, cabeza y cuello. Epipodofilotoxinas Etopósido Cáncer de testículos, microcítico pulmonar y de otro tipo en pulmones; cáncer de mama; enfermedad de Hodgkin; linfomas no-Hodgkin; leucemia mielógena aguda; sarcoma de Kaposi. Tenipósido Leucemia linfoblástica aguda en niños. Camptotecinas Topotecan, Cáncer de ovario; cáncer microcítico pulmonar. irinotecan Cáncer de colon. Antibióticos Dactinomicina (actinomicina D) Coriocarcinoma; tumor de Wilms; rabdomiosarcoma, cáncer testicular; sarcoma de Kaposi. Daunorrubicina (daunomicina, rubidomicina) Leucemias mielógena y linfocítica agudas. Doxorrubicina Sarcoma de partes blandas, osteógeno y de otro tipo; enfermedad de Hodgkin; linfoma no‑ Hodgkin; leucemia aguda; cáncer de mama, vías genitourinarias, tiroides, pulmón y estómago; neuroblastoma y otros sarcomas de niños y adultos. Equinocandinas Yondelis Sarcomas de partes blandas; cáncer ovárico. Antracendiona Mitoxantrona Leucemia mielógena aguda; cáncer de mama y próstata. Bleomicina Cáncer testicular y cervicouterino; enfermedad de Hodgkin; linfoma no-Hodgkin. Mitomicina C Cáncer de estómago, ano y pulmón. Enzimas L-Asparaginasa Leucemia linfocítica aguda. 1083 CAPÍTU LO 60 PRIN CIPIOS GEN ERALES DE LA QU IM IOTERAPIA AN TIN EOPLÁSICA • La administración de metotrexato en grandes dosis obliga a la medición seriada del nivel del fármaco para identificar a pacientes expuestos al gran riesgo de insuficiencia renal y mielosupresión severa. Los pacientes sometidos a concentraciones inapropiadamente grandes de metotrexato en puntos cronológicos específicos, pueden evitar la toxicidad si se les administra leucovorina, y en casos extremos, por diálisis o administra‑ ción de una enzima desdobladora de metotrexato y un fármaco sin interés comercial como la glucarpidasa(Voraxaze, carboxipeptidasa G2 obtenida por bioingeniería). pRUeBas mOleCUlaRes paRa seleCCIONaR paCIeNTes paRa QUImIOTeRapIa. Se han utilizado con frecuencia cada vez mayor métodos moleculares para identificar a pacientes que posiblemente se benefi‑ cien de su aplicación y también para detectar a los que están expuestos al máximo riesgo de mostrar efectos tóxicos. La investigación antes del tratamiento se ha tornado práctica corriente para seleccionar pacientes que se someterán a hormonoterapia del cáncer mamario y para la administración de anticuerpos como el trastuzumab (receptor hr-2/neu) y rituximab (CD20). La presencia del gen k-ras mutado denota que el cáncer colorrectal de un enfermo no reac - cionará a los anticuerpos contra EGFR; las mutaciones de EGFR denotarán 70% de posibilidad de respuesta a erlo‑ tinib y gefitinib, ambos inhibidores de dicho receptor. Los métodos moleculares para identificar tumores, a pesar de que no se utilizan sistemáticamente en el tratamiento tradicional con citotóxicos, podrían mejorar los resultados al concordar los pacientes con los fármacos, que tal vez sean eficaces contra mutaciones que conducen a la proliferación o la supervivencia tumorales. Ejemplos de blancos promisorios en la quimioterapia de tumores sólidos son las muta‑ ciones de b-Raf, HER 2/neu y Alk, que aparecen en subgrupos de tumores sólidos en pacientes. Las diferencias hereditarias en los polimorfismos de las secuencias de proteínas o en los niveles de expresión de RNA, influyen en la toxicidad y la respuesta antitumoral. Por ejemplo, las repeticiones en tándem de la región pro‑ motora del gen que codifica la timidilato sintasa, que es el sitio en que actúa el 5-fluorouracilo, determinan el nivel de expresión de la enzima. Un aumento en las repeticiones se acompaña de incremento de la expresión génica, menor incidencia de toxicidad y decremento en el índice de respuesta en sujetos con cáncer colorrectal. Los polimorfismos en el gen de la dihidropirimidina deshidrogenasa, cuyo producto se encarga de degradar el 5-fluorouracilo, se acom‑ pañan de menor actividad de la enzima y un riesgo significativo de toxicidad abrumadora del medicamento, particu‑ larmente en los casos raros de individuos que son homocigotos de genes polimórficos. Otros polimorfismos al parecer afectan la eliminación y la actividad terapéutica de los antineoplásicos, que incluyen tamoxifen, metotrexato, irino‑ tecan y 6-mercaptopurina. La definición de la expresión génica, en la cual se examinan de manera aleatoria los niveles de RNA mensajero de miles de genes por medio de arreglos o conjuntos génicos, ha permitido conocer perfiles tumorales fuertemente vinculados con las metástasis. La expresión del factor de transcripción HOX B13 guarda relación con recidivas de la Cuadro 60-4 Hormonas y antagonistas. TIPO DE FÁRMACO NOMBRES FARMACOLÓGICOS COMUNES ENFERMEDADES Supresores corticosuprarrenales Mitotano (o,p′-DDD) Cáncer de corteza suprarrenal. Adrenocorticoesteroides Prednisona (se cuenta con otros preparados equivalentes) Leucemia linfocítica aguda y crónica; linfoma no- Hodgkin; enfermedad de Hodgkin; cáncer de mama; mieloma múltiple. Progestágenos Caproato de hidroxiprogesterona, acetato de medroxiprogesterona, acetato de megestrol Cáncer de endometrio y mama. Estrógenos Dietilestilbestrol; etinilestradiol (se cuenta con otros preparados) Cáncer de mama y de próstata. Antiestrógenos Tamoxifen, toremifen Cáncer de mama. Inhibidores de aromatasa Anastrozol, letrozol, exemestano Cáncer de mama. Andrógenos Propionato de testosterona, fluoximesterona (se cuenta con otros preparados) Cáncer de mama. Antiandrógenos Flutamida, casodex Cáncer de próstata. Análogo de GnRH Leuprolida Cáncer de próstata. 1084 QU Im IOTeRapIa De eN feRm eDaDes N eOplásICas seCCIÓN VIII enfermedad en pacientes que reciben hormonoterapia posoperatoria en el tratamiento de cáncer de mama. Los perfi‑ les de expresión génica también permiten anticipar el beneficio de la quimioterapia posoperatoria en mujeres con cáncer mamario y la respuesta de las pacientes de cáncer ovárico al tratamiento basado en platino. Es posible que nuevas pruebas moleculares y su empleo más amplio acorten el tiempo para el desarrollo y la aprobación de nuevos fármacos, y sean útiles para evitar los costos y efectos tóxicos de medicamentos ineficaces y, por consiguiente, me - joren los resultados para los pacientes. NOTa De pReCaUCIÓN. Aunque los progresos en el descubrimiento de fármacos y la definición del perfil molecular de tumores son hechos promisorios para mejorar los resultados del tratamiento antineoplásico, hay que emitir una nota precautoria en cuanto a todos los regímenes terapéuticos, lo que justifica su énfa‑ sis. La farmacocinética y las toxicidades de fármacos antineoplásicos varían de un paciente a otro. Es imperativo identificar tempranamente los efectos tóxicos, modificar las dosis, o interrumpir el uso de fármacos nocivos para aliviar los síntomas y disminuir los riesgos, y brindar atención vigorosa de apoyo (transfusiones de plaquetas, antibióticos y factores de crecimiento hematopoyético). Los efectos tóxicos en el corazón, los pulmones o los riñones pueden ser irreversibles si se identifican tardíamente en su evolución y originar daño permanente de órganos o incluso la muerte. Por fortuna, los efectos menciona‑ dos se pueden llevar al mínimo con su identificación temprana y el cumplimiento de protocolos estanda‑ rizados y de las directrices para el uso de medicamentos. Véase Goodman & Gilman: Las bases farmacológicas de la terapéutica, 12a. edición, para revisión bibliográfica o Goodman & Gilman Online en www.AccessMedicine.com. Cuadro 60-5 agentes diversos. TIPO DE FÁRMACO NOMBRES FARMACOLÓGICOS COMUNES ENFERMEDADES Urea sustituida Hidroxiurea Leucemia mielógena crónica; policitemia verdadera; trombocitosis esencial. Agentes de diferenciación Tretinoína, trióxido de arsénico Leucemia promielocítica aguda. Inhibidor de la histona desacetilasa (vorinostat) Linfoma cutáneo de células T. Inhibidores de la proteína tirosina cinasa Imatinib Leucemia mielógena crónica; tumores estromatosos de tubo digestivo (GIST); síndrome de hipereosinofilia. Dasatinib, nilotinib Leucemia mielógena crónica. Gefitinib, erlotinib Inhibidores de EGFR: cáncer no microcítico pulmonar. Sorafenib Cáncer hepatocelular; cáncer renal. Sunitinib GIST, cáncer de riñones. Lapatinib Cáncer de mama. Inhibidor de proteasoma Bortezonib Mieloma múltiple. Modificadores de respuesta biológica Interferón-α, interleucina-2 Tricoleucemia; sarcoma de Kaposi; melanoma; carcinoide; carcinoma de células renales; linfoma no-Hodgkin; micosis fungoide; leucemia mielógena crónica. Inmunomoduladores Talidomida Mieloma múltiple. Lenalidomida Mielodisplasia (síndrome 5q-); mieloma múltiple. Inhibidores de mTOR Temsirolimus, everolimus Cáncer de riñón. Anticuerpos monoclonales (Consúltense los cuadros 62-1 y 62-2). I. Fármacos alquilantes y complejos de coordinación con platino En 1942, Louis Goodman y Alfred Gilman, autores de este libro, comenzaron los estudios clínicos con mostazas nitrogenadas intravenosas en pacientes con linfoma, lo que inició la era moderna de los antineo- plásicos. En esta clase de farmacoterapia se usan seis tipos principales de fármacos alquilantes: • Mostazas nitrogenadas. • Etileneiminas. • Sulfonatos de alquilo. • Nitrosureas. • Triacenos. • Fármacos metiladores del DNA, incluida procarbacina, temozolomida y dacarbacina. Además, debido a las similitudes en sus mecanismos de acción y resistencia, los complejos con platino se discuten junto con los compuestos alquilantes típicos, aunque no alquilan el DNA, sino que forman aductos metálicos cova- lentes con DNA. Los antineoplásicos alquilantes tienen en común la propiedad de formar intermediarios de ion carbonio muy reacti- vos. Estos intermediarios reactivos se unen por enlaces covalentes a sitios con alta densidad deelectrones, como los grupos fosfatos, aminas, sulfhidrilos e hidroxilo. Sus efectos quimioterapéuticos y citotóxicos tienen relación directa con la alquilación de las aminas reactivas, oxígenos y fosfatos del DNA. Los mecanismos generales de acción de los fármacos alquilantes se ilustran en la figura 61-1 con la mecloretamina (mostaza nitrogenada). La citotoxicidad extrema de los alquilantes bifuncionales tiene una relación estrecha con los enlaces entre las cadenas del DNA. Figura 61-1 Mecanismo de acción de fármacos alquilantes. A) Reacción de activación. B) Alquilación de N7 de guanina. Fármacos citotóxicos61capítulo Activación Ataque nucleófilo del anillo inestable de aziridina mediante donador de electrones A) B) H3C H3C CH2 CH2 CH2 (–SH de proteína, –N– de proteína o base de DNA, =O de base o fosfato de DNA) δ+ δ- CH2 CH2 CH2 Cl CH2 H3C H3CN N DNA DNA DNA DNA N N N + N O O O O CH2 CH2 NH2N NN N O O O O CH2 Cl + N Cl ClC CH2 CH2 Cl CH2 CH2 CH2 CH2 Cl CH2 NH2 CH2 1086 Qu Im IoterapIa de en Ferm edades n eoplásIcas seccIÓn VIII Se desconoce la causa final de la muerte celular relacionada con el daño al DNA. Las respuestas celulares específicas incluyen paro del ciclo celular e intentos por reparar el DNA. El complejo enzimático reparador específico usado de - pende de dos factores: la química del aducto formado y la capacidad de reparación de la célula afectada. El proceso de reconocer y reparar el DNA casi siempre requiere un complejo de reparación por escisión de nucleótido (NER, nucleotide excision repair) intacto, pero puede diferir con cada fármaco y cada tumor. Como alternativa, la identifi- cación del DNA con daño extenso mediante p53 puede activar la apoptosis. Las mutaciones de p53 producen resis- tencia al compuesto alquilante. Relaciones entre estructura y actividad. Aunque estos fármacos alquilantes comparten la capacidad de alquilar molécu- las de importancia biológica, la modificación de la estructura cloroetilamino básica cambia la reactividad, la afinidad lipófila, el transporte activo a través de las membranas biológicas, sitios de ataque macromolecular y mecanismos de reparación del DNA, todo lo cual determina la actividad del fármaco in vivo. Con varios de los compuestos más valiosos (p. ej., ciclofosfamida, ifosfamida), las fracciones alquilantes activas se generan in vivo mediante metabo- lismo hepático (figura 61-2). En el capítulo 61 de la 12a. edición de la obra original se encuentran los detalles de la activación metabólica y las relaciones entre estructura y actividad de estos compuestos. El fármaco alquilante aprobado en fecha más reciente, la bendamustina, tiene los grupos reactivos cloroetilo típicos unidos a una columna de benzoimidazol (bencimidazol). Es probable que las propiedades y actividades únicas de este fármaco provengan de su estructura semejante a la purina; el fármaco genera enlaces cruzados en el DNA con repa- ración lenta, carece de resistencia cruzada con otros alquilantes típicos y tiene actividad significativa en la leucemia linfocítica crónica (CLL, chronic lymphocitic leukemia) y linfomas macrocíticos resistentes a los alquilantes están- dar. Una clase de alquilante transfiere al DNA grupos metilo en lugar de etilo. El derivado triaceno 5-(3,3-dimetil- 1-triaceno)-imidazol-4-carboxamida, casi siempre llamado dacarbacina o DTIC, es el prototipo de los compuestos Figura 61-2 Activación metabólica de la ciclofosfamida. La ciclofosfamida se activa (hidroxila) mediante CYP2B, con transporte subsiguiente del intermediario activado a los sitios de acción. La selectividad de la ciclofosfamida contra ciertos tejidos malignos puede derivar en parte de la capacidad de los tejidos normales para degradar los intermediarios activa- dos mediante la aldehído deshidrogenasa, glutatión transferasa y otras vías. La ifosfamida tiene estructura similar a la ciclofosfamida: mientras la ciclofosfamida tiene dos grupos cloroetilo en el átomo de nitrógeno exocíclico, uno de los dos grupos cloroetilo de la ifosfamida está en el nitrógeno fosforamida cíclico del anillo oxazafosforina. La ifosfamida se activa mediante la CYP3A4 hepática. La activación de la ifosfamida es más lenta, con mayor síntesis de metabolitos clorados y cloroacetaldehído. Es probable que estas diferencias en el metabolismo expliquen las dosis más altas de ifosfamida que se requieren para obtener efectos tóxicos equivalentes, la mayor neurotoxicidad de ifosfamida y quizá las diferencias en los espectros antitumorales de ciclofosfamida e ifosfamida. CYP hepáticas 4-Hidroxiciclofosfamida METABOLITOS INACTIVOS METABOLITOS TÓXICOS enzimática no enzimática aldehído deshidrogenasa Aldofosfamida M O O O CH2 C CH2 NH P M O O CH2 COOH CH2 NH2 P 4-Cetociclofos- famida Mostaza fosforamida AcroleínaCarboxifosfamida M O O– NH2 P H2C CH CHO Ciclofosfamida M O O CH2 CH2 CH2 P NH M = (ClCH2CH2)2N M O O CH2 CH2 CHO P NH2 M O O CH2 CH2 CH OH P NH 1087 CAPÍTU LO 61 Fárm ACOs CiTOTóxiCOs metiladores. La dacarbacina requiere la activación inicial mediante enzimas CYP hepáticas a través de una reacción de N-desmetilación. En la célula blanco, la división espontánea del metabolito, metil-triaceno-imidazol-carboxamida (MTIC), genera una fracción alquilante, un ion metil diazonio. Un triaceno relacionado, la temozolomida, experi- menta activación espontánea no enzimática a MTIC y tiene actividad significativa contra gliomas. Las nitrosureas, que incluyen compuestos como 1,3-bis-(2-cloroetil)-1-nitrosurea (carmustina [BCNU]), 1-(2- cloroetil)-3-ciclohexil-1-nitrosurea (lomustina [CCNU]) y su derivado metilo (semustina [metil-CCNU]), así como el antibiótico estreptozocina (estreptozotocina), ejercen su efecto citotóxico mediante la degradación espontánea hasta un alquilante intermedio, el ion 2-cloroetil diazonio. Como sucede con las mostazas nitrogenadas, los enlaces cruzados entre las cadenas parecen ser la lesión principal causante de la citotoxicidad de las nitrosureas. La figura 61-3 muestra las reacciones de las nitrosureas con macromoléculas. Los derivados estables de etileneimina tienen actividad antitumoral; la trietilenemelamina (TEM) y la trietilenetio- fosforamida (tiotepa) se han usado en la clínica. En dosis estándar, la tiotepa produce poca toxicidad, aparte de la mielosupresión; también se usa en regímenes de quimioterapia en dosis elevadas, en los que causa toxicidad mucosa y del sistema nervioso central (SNC). La altretamina (hexametilmelamina [HMM]) tiene similitud química con la TEM. Las metilmelaminas se someten a N-desmetilación mediante los microsomas hepáticos, con liberación de formaldehído; existe una relación directa entre el grado de desmetilación y su actividad antitumoral en sistemas modelo. Los ésteres de ácidos sulfónicos de alcano alquilan el DNA mediante la liberación de radicales metilo. El busulfán es valioso en la quimioterapia antineoplásica de dosis elevada. accIones FarmacolÓGIcas Generales Acciones citotóxicas. La capacidad de los alquilantes para interferir con la integridad y función del DNA, y para indu- cir la muerte celular en tejidos con proliferación rápida, establece la base para sus propiedades terapéuticas y tóxicas. Los efectos agudos se manifiestan sobre todo en los tejidos con proliferación rápida. Sin embargo, ciertos alquilantes pueden tener efectos dañinos en los tejidos con índices bajos de mitosis en condiciones normales (p. ej., hígado, riñones y linfocitos maduros); los efectos en estos tejidos casi siempre son tardíos. La letalidad de la alquilación del Figura 61-3 Generación de intermediarios de carmustina (BCNU) por la alquilación y carbamilación. El ion 2-cloroetil diazonio, un electrófilo potente, puede alquilar las bases guanina, citidina y adenina. El desplazamiento del átomo de haló- geno que así puede generar enlaces cruzados entre cadenas o dentro de una misma cadena de DNA. La formaciónde enlaces cruzados después de la reacción inicial de alquilación procede despacio y puede revertirse mediante la enzima reparadora de DNA O6-alquil, metil guanina metiltransferasa (MGMT), que desplaza el aducto cloroetilo de su unión con la guanina en una reacción suicida. Cuando la misma enzima se expresa en gliomas humanos, causa resistencia a las nitrosureas y otros fármacos metiladores, incluidos DTIC, temozolomida y procarbacina. + – CIH2CH2C CIH2CH2C CICH2CH2 CH2 OHN2 CH2CH2Cl CH2CH2Cl CH2CH2Cl CH2CH2Cl H2N N N O NCNOH O O O O N N NH NHC O NN Alquilación de guanina del DNA DNA DNA DNA alquilado Proteína carbamoilada PROTEÍNA ε-NH2-lisina de proteína N O O C NH Carmustina (BCNU) 1088 Qu Im IoterapIa de en Ferm edades n eoplásIcas seccIÓn VIII DNA depende de la identificación del aducto, la creación de roturas en las cadenas de DNA mediante las enzimas reparadoras y de una respuesta apoptósica intacta. En células que no se dividen, el daño al DNA activa un punto de re - visión que depende de la presencia de un gen p53 normal. Las células bloqueadas en la interfase G1/S reparan la alquilación del DNA o experimentan apoptosis. Las células malignas con p53 mutante o ausente no pueden suspen- der la progresión del ciclo celular, no experimentan apoptosis y son resistentes a estos fármacos. Aunque el DNA es el objetivo final de todos los fármacos alquilantes, existe una distinción crucial entre los fármacos bifuncionales, en los que predominan los efectos citotóxicos, y los fármacos metiladores con una sola función (pro- carbacina, temozolomida), que tienen mayor capacidad mutágena y carcinógena. Esto sugiere que el enlace cruzado entre las cadenas de DNA es una amenaza mucho mayor para la supervivencia celular que los otros efectos, como la alquilación de bases individuales y la despurinación resultante con escisión de una cadena. Por el contrario, la meti- lación simple puede evitarse mediante las DNA polimerasas, lo que conduce a reacciones de emparejamiento erróneo que modifican de manera permanente la secuencia del DNA. Estas nuevas secuencias se transmiten a generaciones subsiguientes y pueden ser mutágenas o carcinógenas. Algunos compuestos metiladores, como la procarbacina, tie- nen un efecto carcinógeno elevado. Los sistemas para identificación de aductos y los sistemas de reparación del DNA tienen funciones importantes en la eliminación de aductos, por lo que determinan la selectividad de acción contra tipos celulares particulares y la adqui- sición de resistencia a los compuestos alquilantes. La alquilación de una sola cadena de DNA (monoaductos) se repara mediante la vía de reparación de escisión de nucleótidos; los enlaces cruzados menos frecuentes requieren la participación de unión final no homóloga, una vía proclive a los errores, o la vía de recombinación homóloga sin errores. Después de la infusión del fármaco en humanos, los monoaductos aparecen en poco tiempo y alcanzan su concentración máxima en las 2 h siguientes a la exposición farmacológica, mientras que los enlaces cruzados alcan- zan su nivel máximo a las 8 h. La semivida para reparación de aductos varía entre los tejidos normales y los tumores; en las células mononucleares de sangre periférica, los monoaductos y los enlaces cruzados desaparecen con una semivida de 12 a 16 horas. El proceso de reparación depende de la presencia y el funcionamiento exacto de múltiples proteínas. Su ausencia o mutación, como en la anemia de Fanconi o el síndrome de ataxia telangiectasia, genera una sensibilidad extrema a los compuestos que producen enlaces cruzados del DNA, como la mitomicina, cisplatino o alquilantes típicos. Otras enzimas reparadoras son específicas para eliminar aductos metilo y etilo del O-6 de la guanina (MGMT) y para reparar la alquilación del N-3 de la adenina y el N-7 de la guanina (3-metiladenina-DNA glucosilasa). La expresión elevada de MGMT protege a las células de los efectos citotóxicos de las nitrosureas y los compuestos metiladores, y les confiere resistencia farmacológica, mientras que la metilación y silenciamiento del gen en los tumores cerebrales se relaciona con respuesta clínica a BCNU y temozolomida. La bendamustina difiere de los alquilantes cloroetilo típicos porque activa la reparación de una escisión de base, en lugar de la reparación de una rotura bicatenaria más compleja o MGMT. Esto influye en la pausa fisiológica de las células que contienen aductos en puntos de revisión mitótica y conduce a la catástrofe mitótica, en lugar de la apoptosis; no requiere que p53 esté intacto para causar citotoxicidad. La detección de los aductos de DNA es un paso esencial en los intentos para promover la reparación y al final con- duce a la apoptosis. La vía de Fanconi, consistente en 12 proteínas, reconoce aductos y señala la necesidad de repa- ración causada por una amplia variedad de fármacos e irradiación que dañan el DNA. La ausencia o desactivación de componentes de esta vía aumenta la sensibilidad al daño del DNA. Por el contrario, para los fármacos metiladores, nitrosureas, cisplatino, carboplatino y análogos de tiopurina, la vía para la reparación de los errores de empareja- miento (MMR, mismatch repair) es esencial para la citotoxicidad y produce roturas en la cadena de sitios donde se forman aductos, lo que causa discrepancia en el emparejamiento de los residuos de timina y activa la apoptosis. Mecanismos de resistencia a compuestos alquilantes. La resistencia a un fármaco alquilante se desarrolla de manera rápida cuando se usa como fármaco único. Los cambios bioquímicos específicos implicados en el desarrollo de resistencia incluyen: • Penetración disminuida de los fármacos transportados de manera activa (mecloretamina y melfalán). • Aumento de las concentraciones intracelulares de sustancias nucleófilas, sobre todo tioles como glutatión, que pueden conjugarse con los intermediarios electrófilos y volverlos menos tóxicos. • Aumento en la actividad de las vías de reparación del DNA, que difieren para los distintos compuestos alquilantes. • Aumento en el ritmo de degradación metabólica de las formas activadas de ciclofosfamida e ifosfamida hasta sus metabolitos tipo ceto y carboxi inactivos mediante la aldehído deshidrogenasa (figura 61-2), y desintoxica- ción de la mayoría de los intermediarios alquilantes mediante las transferasas de glutatión (GSH, glutathione). • La pérdida de la capacidad para reconocer aductos formados por nitrosureas y compuestos metiladores, como resultado de la capacidad defectuosa de las proteínas para reparación de los errores de emparejamiento (MMR), confiere resistencia, al igual que la función defectuosa del punto de revisión, a todos los fármacos alquilantes. • La alteración de las vías apoptósicas, con expresión excesiva de bcl-2, por ejemplo, confiere resistencia. 1089 CAPÍTU LO 61 Fárm ACOs CiTOTóxiCOs toXIcIdad de los compuestos alQuIlantes mÉdula Ósea. Los fármacos alquilantes difieren en sus patrones de actividad antitumoral, así como en los sitios e intensidad de sus efectos farmacológicos secundarios. La mayoría causa toxicidad limitante de la dosis a los elemen- tos de la médula ósea y en menor medida, a la mucosa intestinal. La mayoría de los fármacos alquilantes (o sea, melfalán, clorambucilo, ciclofosfamida e ifosfamida) producen mielosupresión aguda, con nadir de la cuenta de granulocitos en sangre periférica a los seis a 10 días y recuperación en 14 a 21 días. La ciclofosfamida tiene menos efectos en la cifra de plaquetas en sangre periférica que los otros fármacos. El busulfán suprime todos los elemen - tos sanguíneos, sobre todo las células madre, y puede producir una mielosupresión prolongada y acumulativa que dura meses, incluso años. Por esta razón, se usa como régimen preparatorio en el alotrasplante de médula ósea. La carmustina y otras cloroetilnitrosureas producen supresión tardía y prolongada de plaquetasy granulocitos, y alcanza el nadir cuatro a seis semanas después de administrar el fármaco y se revierte después con lentitud. Los fármacos alquilantes suprimen la inmunidad celular y humoral, lo que se ha usado en el tratamiento de varias enfermeda - des autoinmunitarias. La inmunosupresión es reversible con las dosis usuales, pero puede haber infecciones oportu- nistas durante el tratamiento prolongado. mucosa. Los alquilantes son muy tóxicos para las células de la mucosa en división y para los folículos pilosos, lo que causa ulceración de la mucosa bucal, desnudamiento intestinal y alopecia. Los efectos mucosos resultan muy dañinos en los protocolos de quimioterapia con dosis altas relacionados con reconstitución de la médula ósea, ya que predisponen a la septicemia bacteriana proveniente del tubo digestivo. En estos protocolos, la ciclofosfamida, melfa- lán y tiotepa tienen la ventaja de causar menos daño mucoso que otros fármacos. Sin embargo, en los protocolos de dosis altas existen otros efectos farmacológicos secundarios que se vuelven limitantes (cuadro 61-1). sIstema nerVIoso. La náusea y el vómito son frecuentes después de la administración de mostaza nitrogenada o BCNU. La ifosfamida es el fármaco con mayor toxicidad neurológica de esta clase; puede causar alteración del estado mental, coma, convulsiones generalizadas y ataxia cerebelar. Estos efectos farmacológicos secundarios se deben a la liberación de cloroacetaldehído de la cadena colateral cloroetilo unida por fosfato de la ifosfamida. Las do - sis altas de busulfán pueden causar convulsiones, además acelera la eliminación de difenilhidantoinato, un fármaco anticonvulsivo. otros ÓrGanos. Todos los fármacos alquilantes, incluida la temozolomida, causan fibrosis pulmonar, casi siempre varios meses después del tratamiento. En regímenes de dosis altas, sobre todo los que incluyen busulfán o BCNU, el daño endotelial vascular puede desencadenar enfermedad venooclusiva (VOD, veno-occlusive disease) del hígado, un efecto farmacológico secundario a menudo letal que revierte con éxito el fármaco experimental defibrotida. Después de múltiples ciclos terapéuticos, las nitrosureas y la ifosfamida pueden causar insuficiencia renal. La ciclo- fosfamida y la ifosfamida liberan un metabolito tóxico para los riñones y vías urinarias, la acroleína, que causa cisti - tis hemorrágica grave en los regímenes de dosis altas. Este efecto farmacológico secundario puede prevenirse con la administración concomitante de 2-mercaptoetanosulfonato (mesna), que se conjuga con la acroleína en la orina. La ifosfamida en dosis altas para trasplante causa toxicidad renal crónica, a menudo irreversible. La nefrotoxicidad se relaciona con la dosis total del fármaco y su frecuencia es mayor en niños menores de cinco años. Es probable que el síndrome se deba al cloroacetaldehído y la acroleína excretados en la orina. Los alquilantes más inestables (p. ej., mecloretamina y las nitrosureas) tienen propiedades vesicantes intensas, su empleo repetido daña las venas y en caso de extravasación produce ulceración. Todos los fármacos alquilantes tienen cuadro 61-1 efectos farmacológicos secundarios extramedulares limitantes de la dosis de los alquilantes individuales. FÁRMACO MTDa (mg/m2) AUMENTO DE LA DOSIS CORRIENTE TOXICIDAD ORGÁNICA PRINCIPAL Ciclofosfamida 7 000 7 Cardiaca, VOD hepática Ifosfamida 16 000 2.7 Renal, SNC, VOD hepática Tiotepa 1 000 18 GI, SNC, VOD hepática Melfalán 180 5.6 GI, VOD hepática Busulfán 640 9 GI, VOD hepática Carmustina (BCNU) 1 050 5.3 Pulmonar, VOD hepática Cisplatino 200 2 PN, renal Carboplatino 2 000 5 Renal, PN, VOD hepática SNC, sistema nervioso central; GI, gastrointestinal; PN, neuropatía periférica; VOD, enfermedad venooclusiva. aDosis máxima tolerada (MTD; acumulativa) en protocolos terapéuticos. 1090 Qu Im IoterapIa de en Ferm edades n eoplásIcas seccIÓn VIII efectos farmacológicos secundarios en los sistemas reproductores masculinos y femeninos; causan amenorrea que a menudo es permanente, sobre todo en mujeres perimenopáusicas, y azoospermia irreversible en los varones. Leucemogénesis. Los alquilantes son muy leucemógenos. La leucemia no linfocítica aguda, a menudo relacionada con deleciones parciales o totales de los cromosomas 5 o 7, alcanza su incidencia máxima ~ 4 años después del trata- miento y afecta hasta al 5% de los pacientes tratados con regímenes que incluyen alquilantes. La leucemia a menudo va precedida por un periodo de neutropenia o anemia y la morfología de la médula ósea es consistente con la mielo- displasia. El melfalán, las nitrosureas y el fármaco metilador procarbacina tienen la mayor propensión a causar leu- cemia, mientras ésta es menos frecuente después del uso de ciclofosfamida. FarmacoloGÍa clÍnIca mecloretamIna El clorhidrato de mecloretamina fue la primera mostaza nitrogenada usada clínicamente y es el fármaco más reactivo de esta clase. Se usa en forma tópica para el tratamiento del linfoma cutáneo de linfocitos T (CTCL, cutaneous T-cell lymphoma) en forma de solución que se mezcla con rapidez y se aplica en las áreas afectadas. Se ha sustituido por la ciclofosfamida, melfalán y otros compuestos alquilantes más estables. Las reacciones locales graves de los tejidos expuestos requieren inyección intravenosa rápida de mecloretamina, en la mayoría de los casos. La mecloretamina experimenta degradación química rápida, en cuestión de minutos (modificada de manera notable por el pH), conforme se combina con agua o nucleófilos celulares. Las principales manifestaciones tóxicas de la mecloretamina son náusea, vómito, lagrimeo y mielosupresión. La leucopenia y trom- bocitopenia limitan la cantidad de fármaco que puede administrarse en una serie terapéutica individual. cIcloFosFamIda Absorción, distribución, metabolismo y excreción. La ciclofosfamida se absorbe bien cuando se administra por vía oral y se activa hasta el intermediario 4-hidroxi (figura 61-2). Su ritmo de activación metabólica varía de manera significa- tiva de un paciente a otro y aumenta con las dosis sucesivas en los regímenes de dosis altas, pero parece ser saturable cuando el ritmo de infusión es > 4 g/90 min y si la concentración del compuesto es > 150 mM. La 4-hidroxiciclofos- famida puede oxidarse más por efecto de la aldehído oxidasa, ya sea en el hígado o en el tejido tumoral, hasta meta- bolitos inactivos. El metabolito hidroxilo de ifosfamida también se desactiva por la aldehído deshidrogenasa. La 4-hidroxiciclofosfamida y su tautómero, aldofosfamida, viajan en la circulación hasta las células tumorales, donde la aldofosfamida se separa de manera espontánea y genera cantidades estequiométricas de la mostaza fosfora- mida y acroleína. La mostaza fosforamida ejerce los efectos antitumorales, mientras que la acroleína causa cistitis hemorrágica, frecuente durante el tratamiento con ciclofosfamida. Los pacientes deben recibir hidratación intrave- nosa vigorosa durante el tratamiento con dosis altas. La hemorragia vesical resistente puede ser potencialmente letal y requiere cistectomía para controlar la hemorragia. Se ha observado secreción inadecuada de la hormona antidiuré- tica, casi siempre en dosis > 50 mg/kg (capítulo 25). Es importante tener presente la posibilidad de intoxicación por agua, ya que estos pacientes casi siempre se hidratan de manera vigorosa. El tratamiento previo con inductores de CYP, como fenobarbital, acelera la activación de los azoxifosforenos, pero no altera la exposición total a los metabolitos activos en el tiempo, ni afecta la toxicidad o la eficacia. La ciclofosfa- mida puede usarse en dosis completas en pacientes con insuficiencia renal, ya que se elimina mediante metabolismo hepático. Los enfermos con disfunción hepática significativa (bilirrubina < 3 mg/100 ml) deben recibir dosis más bajas. La Cp máxima se alcanza una hora después de la administración oral; la semivida del compuesto original enel plasma es ~ 7 h. Usos terapéuticos. La ciclofosfamida se administra por vía oral o intravenosa. Las dosis recomendadas varían mucho y deben consultarse los protocolos clásicos para determinar el esquema y la dosis de ciclofosfamida en combinación con otros fármacos quimioterapéuticos. Como fármaco único, se recomienda una dosis oral diaria de 100 mg/m2 du - rante 14 días para pacientes con linfomas y CLL. Se usan dosis más altas de 500 mg/m2 por vía intravenosa cada dos a cuatro semanas en combinación con otros fármacos para el tratamiento del cáncer mamario y linfomas. El nadir de los neutrófilos de 500 a 1 000 células/mm3 casi siempre sirve como límite inferior para ajustar la posología en el tratamiento prolongado. En regímenes que incluyen rescate con células madre de médula ósea o periféricas, la ciclo- fosfamida puede administrarse en dosis de 5 a 7 g/m2 en un periodo de tres a cinco días. Es posible que hayan ulce- ración del tubo digestivo, cistitis (contrarrestada con mesna y diuresis) y con menor frecuencia, toxicidad pulmonar, renal, hepática y cardiaca (necrosis miocárdica hemorrágica) después del tratamiento en dosis altas con dosis totales > 200 mg/kg. El espectro clínico de actividad de la ciclofosfamida es muy amplio. Es un componente esencial de muchas combi- naciones farmacológicas efectivas para linfomas no Hodgkin, otras neoplasias malignas linfoides, cánceres mamario y ovárico y tumores sólidos en niños. Se han reportado remisiones completas y presuntas curaciones cuando se administra ciclofosfamida como fármaco único después del linfoma de Burkitt. Con frecuencia se usa combinada con doxorrubicina y un taxano como tratamiento adyuvante después de la cirugía para cáncer mamario. Debido a sus 1091 CAPÍTU LO 61 Fárm ACOs CiTOTóxiCOs potentes propiedades inmunosupresoras, la ciclofosfamida se ha usado en el tratamiento de trastornos autoinmunita- rios, como la granulomatosis de Wegener, artritis reumatoide y síndrome nefrótico. Se recomienda cautela para considerar este fármaco en trastornos no neoplásicos, no sólo por sus efectos farmacológicos secundarios agudos, también por su capacidad para inducir esterilidad, teratogénesis y leucemia. IFosFamIda La ifosfamida es un análogo de la ciclofosfamida. Al principio, la toxicidad grave de las vías urinarias y el SNC limitaron el uso de la ifosfamida, pero la hidratación adecuada y la administración simultánea de mesna redujo su toxicidad vesical. Usos terapéuticos. La ifosfamida está aprobada para el tratamiento del cáncer testicular de células germinales recidi- vante y a menudo se usa como primer tratamiento para los sarcomas en niños y adultos. Es un componente frecuente de los regímenes de quimioterapia en dosis altas con rescate de médula ósea o células madre. En estos regímenes, con do sis totales de 12 a 14 g/m2, este fármaco puede causar toxicidad neurológica grave que incluye alucinaciones, coma y muerte; los síntomas aparecen 12 h a siete días después de la primera infusión de ifosfamida. Esta toxicidad puede ser resultado de un metabolito, el cloroacetaldehído. La ifosfamida también causa náusea, vómito, anorexia, leuco- penia, nefrotoxicidad y VOD del hígado. En los regímenes que no buscan la mieloablación, la ifosfamida se admi- nistra en infusión intravenosa por lo menos durante 30 min en dosis £ 1.2 g/m2 durante cinco días. Se administra mesna por vía intravenosa en bolos, en dosis equivalentes al 20% de la dosis de ifosfamida al mismo tiempo que ésta, además de 20% más 4 y 8 h más tarde, para que la dosis total de mesna sea 60% de la dosis de ifosfamida. Como alternativa, el mesna puede administrarse al mismo tiempo en una sola dosis igual a la dosis de ifosfamida. Los pacientes también deben recibir al menos 2 L de líquidos orales o intravenosos al día. Los ciclos terapéuticos se repiten cada tres a cuatro semanas. Farmacocinética. La ifosfamida tiene una semivida de eliminación plasmática ~ 1.5 h después de dosis de 3.8 a 5 g/ m2 y un poco más corta con dosis menores; su farmacocinética es muy variable por los ritmos distintos de metabo- lismo hepático (véase leyenda de figura 61-2). Toxicidad. La ifosfamida tiene el mismo perfil de toxicidad que la ciclofosfamida, aunque causa mayor supresión plaquetaria, toxicidad neurológica, nefrotoxicidad y en ausencia de mesna, daño urotelial. melFalán Este fármaco alquilante se usa sobre todo para tratar el mieloma múltiple y con menor frecuencia, en quimioterapia de dosis altas con trasplante de médula. Las acciones farmacológicas y citotóxicas generales de melfalán son simila- res a las de otros alquilantes bifuncionales. Este fármaco no es vesicante. Absorción, distribución, metabolismo y excreción. El melfalán oral se absorbe de manera inconsistente; para la mayo - ría de las indicaciones se administra en infusión intravenosa. Su semivida plasmática es ~ 45 a 90 min; 10 a 15% de la dosis administrada se excreta sin cambios en la orina. Los pacientes con hipofunción renal pueden desarrollar mielosupresión grave de manera inesperada. Usos terapéuticos. Para el mieloma múltiple, el melfalán se administra en dosis de 4 a 10 mg por vía oral durante cuatro a siete días cada 28 días, con dexametasona o talidomida. El tratamiento se repite a intervalos de cuatro sema- nas, basados en la respuesta y la tolerancia. Los ajustes en la dosis deben basarse en los resultados de la biome - tría hemática. El melfalán también puede usarse en regímenes para mieloablación seguidos de reconstitución de la médula ósea o células madre de sangre periférica, en dosis de 180 a 200 mg/m2. La toxicidad principal de melfalán es hemática y similar a la de otros alquilantes. La náusea y el vómito son menos frecuentes. Este fármaco causa menos alopecia y, raras veces, disfunción renal o hepática. cloramBucIlo Los efectos citotóxicos del clorambucilo en la médula ósea, órganos linfoides y tejidos epiteliales son similares a los observados con otras mostazas nitrogenadas. Como fármaco oral, el clorambucilo es muy tolerable en dosis diarias bajas y permite el ajuste flexible de las cuentas celulares. Las dosis orales ≥ 20 mg pueden causar náusea y vómito. Absorción, distribución, metabolismo y excreción. La absorción oral del clorambucilo es adecuada y confiable. Su semi- vida plasmática es ~ 1.5 h y se hidroliza hasta productos inactivos. Usos terapéuticos. El clorambucilo se usa casi de manera exclusiva en el tratamiento de CLL, para lo cual ha susti- tuido a la fludarabina y la ciclofosfamida. En el tratamiento de la CLL, la dosis diaria de clorambucilo es 0.1 a 0.2 mg/kg administrada una vez al día y continuada por tres a seis semanas. Ante la caída en la cuenta total de leucocitos periféricos o la mejoría clínica, la dosis se ajusta para mantener cifras aceptables de neutrófilos y plaquetas. A menudo se requiere un régimen de mantenimiento (casi siempre 2 mg al día) para mantener la respuesta clínica. El tratamiento con clorambucilo puede continuarse durante meses o años, y su efecto se logra de manera gradual y a me - nudo sin toxicidad significativa para la médula ósea comprometida. Es posible inducir hipoplasia marcada de la mé dula ósea con las dosis excesivas, pero los efectos mielosupresores son moderados, graduales y reversibles en 1092 Qu Im IoterapIa de en Ferm edades n eoplásIcas seccIÓn VIII poco tiempo. Rara vez causa molestias GI, azoospermia, amenorrea, fibrosis pulmonar, convulsiones, dermatitis y hepatotoxicidad. Se observó un aumento notable en la incidencia de leucemia mielocítica aguda (AML, acute mye- locytic leukemia) y otros tumores en el tratamiento de la policitemia verdadera y en personas con cáncer mamario que recibieron clorambucilo como quimioterapia adyuvante. BendamustIna Este fármaco está aprobado para el tratamiento de la CLL y linfoma no Hodgkin. La bendamustina se administra en dosis de infusión intravenosa durante 30 min, en dosis de 100 mg/m2 al día los días1 y 2 de un ciclo de 28 días. Están indicadas dosis más bajas en pacientes con tratamiento intenso previo. La bendamustina se degrada con rapidez por in - teracción con sulfhidrilo y formación de aductos con macromoléculas; menos de 5% del compuesto original se excreta en la orina sin cambios. La N-desmetilación y la oxidación generan metabolitos con actividad antitumoral, pero menor que la de la molécula original. La semivida plasmática del fármaco original es ~ 30 min. El patrón de toxicidad clínica de la bendamustina es típico de los alquilantes, con mielosupresión reversible en poco tiempo y mucositis, ambas casi siempre tolerables. Fármacos alQuIlantes dIVersos Aunque las mostazas nitrogenadas que contienen grupos cloroetilo constituyen la clase más usual de compuestos alquilantes, hay alquilantes alternativos con mayor estabilidad química y actividad bien defi- nida en tipos específicos de cáncer que son valiosos en la práctica clínica. etIleneImInas Y metIlmelamInas altretamIna La altretamina (hexametilmelamina) tiene estructura similar a la TEM (tetramina). Se desconoce su mecanismo exacto de citotoxicidad. Actúa como tratamiento paliativo para el cáncer ovárico persistente o recurrente después del tratamiento combinado basado en cisplatino. La dosis usual de altretamina como fármaco único en cáncer ovárico es 260 mg/m2 al día dividido en cuatro dosis durante 14 o 21 días consecutivos de un ciclo de 28 días, hasta por 12 ciclos. Absorción, distribución, metabolismo y excreción. La altretamina se absorbe bien del tubo digestivo; su semivida de eliminación es de 4 a 10 h. El fármaco se somete a desmetilación rápida en el hígado; sus principales metabolitos son la pentametilmelamina y la tetrametilmelamina. Toxicidad clínica. Los principales efectos farmacológicos secundarios de la altretamina son la mielosupresión y la neurotoxicidad. La altretamina causa neurotoxicidad periférica y central (ataxia, depresión, confusión, somnolencia, alucinaciones, mareo y vértigo). Los síntomas neurológicos disminuyen cuando se suspende el tratamiento. Deben practicarse una biometría hemática periférica y un examen neurológico antes de iniciar cada serie terapéutica. El fármaco debe interrumpirse al menos 14 días y reiniciarse después en una dosis más baja de 200 mg/m2 al día, si la cifra de leucocitos disminuye a < 2 000 células/mm3 o la de plaquetas cae a < 75 000/mm3; o si aparecen síntomas neurotóxicos o GI intolerables. Si los síntomas neurológicos no se estabilizan con el esquema de dosis reducida, la altretamina debe suspenderse. La náusea y el vómito también son reacciones adversas frecuentes y pueden limitar la dosis. En ocasiones la insuficiencia renal obliga a suspender el fármaco. Otras reacciones adversas incluyen exan- tema, alopecia y toxicidad hepática. Es posible la hipotensión ortostática grave, con riesgo para la vida, en pacientes que reciben inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO, monoamine oxidase), amitriptilina, imipramina o fenelcina al mismo tiempo que la altretamina. tIotepa La tiotepa consiste en tres grupos de etileneimina estabilizados mediante la unión con la base tiofosforilo nucleófila. Su aplicación actual es principalmente en regímenes de quimioterapia en dosis altas. Tanto tiotepa como su metabo- lito primario desulfurado, trietilenfosforamida (TEPA), al cual se convierte con rapidez por efecto de las enzimas CYP hepáticas, forman enlaces cruzados en el DNA. Absorción, distribución, metabolismo y excreción. La TEPA se vuelve la forma predominante del fármaco presente en el plasma horas después de administrar tiotepa. La semivida plasmática del compuesto original es 1.2 a 2 h. TEPA tiene una semivida más prolongada, de 3 a 24 h. La farmacocinética de la tiotepa es la misma en niños y adultos en dosis convencionales (£ 80 mg/m2); la semivida del fármaco y el metabolito no cambian en niños que reciben dosis altas de 300 mg/m2 durante tres días. Menos de 10% del fármaco administrado aparece en la orina en su forma original o como el metabolito primario. Toxicidad clínica. Los efectos farmacológicos secundarios incluyen mielosupresión y, en menor medida, mucositis. La mielosupresión tiende a desarrollarse un poco más tarde con la ciclofosfamida, el nadir leucopénico se alcanza en dos semanas y el de las plaquetas en tres. En dosis elevadas, la tiotepa puede causar síntomas neurotóxicos, incluidos co ma y convulsiones. 1093 CAPÍTU LO 61 Fárm ACOs CiTOTóxiCOs sulFonatos de alQuIlo BusulFán El busulfán tiene pocas acciones farmacológicas aparte de la mielosupresión en dosis convencionales y, antes del advenimiento del mesilato de imatinib, era un fármaco común para pacientes en la fase crónica de la leucemia mie- locítica, y causaba pancitopenia intensa y prolongada en algunos pacientes. Ahora, el busulfán se usa sobre todo en los regímenes de dosis altas, en los que los efectos farmacológicos secundarios importantes son fibrosis pulmonar, daño mucoso del tubo digestivo y VOD hepática. Absorción, distribución, metabolismo y excreción. El busulfán se absorbe bien después de la administración oral en dosis de 2 a 6 mg al día; su semivida plasmática es de 2 a 3 h. El fármaco se conjuga hasta GSH mediante la GSTA1A, y se metaboliza aún más en vías dependientes de CYP; su principal metabolito urinario es el ácido metano sulfónico. En dosis altas, los niños < 18 años de edad eliminan el fármaco dos a cuatro veces más rápido que los adultos y toleran dosis más altas. La depuración del busulfán varía mucho de un paciente a otro. La VOD se relaciona con un área bajo la curva (AUC, area under the curve) grande (AUC > 1 500 mM ¥ min) con la concentración farmacoló- gica máxima y depuración lenta, lo que da lugar a las recomendaciones para ajustar la dosis con base en la vigilancia de la concentración farmacológica. Una concentración deseada en equilibrio dinámico de 600 a 900 ng/ml en el plasma de los adultos o un AUC < 1 000 mM ¥ min en niños logra un balance adecuado entre toxicidad y beneficio terapéutico. Usos terapéuticos. Durante el tratamiento de la leucemia mielógena crónica (CML, chronic myelogenous leukemia), la dosis oral inicial de busulfán varía según la cifra total de leucocitos y la gravedad de la enfermedad; se usan dosis diarias de 2 a 8 mg en adultos (~ 60 mg/kg o 1.8 mg/m2 para niños) para iniciar el tratamiento y luego se ajustan según las respuestas hematológica y clínica, con la finalidad de reducir la cuenta total de leucocitos a £ 10 000 células/mm3. Por lo general no se observa un descenso en la cuenta de leucocitos en los primeros 10 a 15 días de tratamiento, y en realidad puede aumentar durante este periodo. Como la cuenta de leucocitos puede caer durante más de un mes des- pués de suspender el fármaco, se recomienda suspender el busulfán cuando la cantidad total de leucocitos ha dismi- nuido a ~ 15 000 células/mm3. Por lo general, se recupera una cantidad normal de leucocitos en 12 a 20 semanas. Durante la remisión, se reanuda el tratamiento diario cuando la cuenta total de leucocitos llega a ~ 50 000 células/ mm3. La dosis diaria de mantenimiento es de 1 a 3 mg. En el tratamiento con dosis elevadas se administran dosis de 1 mg/kg cada 6 h durante cuatro días, con ajustes basa- dos en la farmacocinética. Deben usarse anticonvulsivos al mismo tiempo como protección contra la toxicidad del SNC, incluidas convulsiones tonicoclónicas que pueden ocurrir varias horas después de cada dosis. Aunque el dife- nilhidantoinato es una elección frecuente, éste induce las enzimas GST que metabolizan el busulfán, lo que reduce ~ 20% el AUC. En pacientes que requieren anticonvulsivos concomitantes, se recomiendan benzodiacepinas que no inducen enzimas, como lorazepam y clonazepam, como alternativa al difenilhidantoinato. Por consiguiente, si se usa éste al mismo tiempo, es preciso vigilar la concentración plasmática de busulfán para ajustar la dosis. Toxicidad clínica. Los efectosfarmacológicos secundarios de busulfán se relacionan con sus propiedades mielosupre- soras; puede haber trombocitopenia prolongada. En ocasiones, los pacientes experimentan náusea, vómito y diarrea. El uso prolongado causa impotencia, esterilidad, amenorrea y malformaciones fetales. Pocas veces, los pacientes desarrollan astenia e hipotensión. Las dosis altas de busulfán causan VOD del hígado en £ 10% de los pacientes, así como convulsiones, cistitis hemorrágica, alopecia permanente y cataratas. La coincidencia de VOD y hepatotoxici- dad aumenta con la administración concurrente de fármacos que inhiben las enzimas CYP, como los imidazoles y metronidazol, quizá porque inhiben la depuración del busulfán y sus metabolitos tóxicos. nItrosureas Las nitrosureas tienen una función importante en el tratamiento de los tumores cerebrales, así como apli- cación ocasional en el tratamiento de los linfomas y en regímenes de dosis altas con reconstitución de la médula ósea. Actúan como alquilantes bifuncionales, pero difieren de las mostazas nitrogenadas conven- cionales en sus propiedades farmacológicas y toxicológicas. La carmustina (BCNU) y la lomustina (CCNU) son lipófilos, por lo que cruzan con facilidad la barrera hematoence- fálica, una propiedad importante en el tratamiento de los tumores cerebrales. Desafortunadamente, salvo por la estreptozocina, las nitrosureas causan mielosupresión profunda y tardía, con recuperación cuatro a seis semanas después de una sola dosis. El tratamiento prolongado con nitrosureas, en particular con semustina (metil-CCNU), causa insuficiencia renal. Como con otros fármacos alquilantes, las nitrosureas tienen alto potencial carcinógeno y mutágeno. Generan fracciones alquilantes y carbamilantes (figura 61-3). carmustIna (Bcnu) El principal efecto de la carmustina es su alquilación del DNA en la posición O6-guanina, un aducto que repara MGMT. La metilación del promotor MGMT inhibe su expresión en ~ 30% de los gliomas primarios y se relacio - na con la sensibilidad de las nitrosureas. En dosis altas con rescate de la médula ósea, la carmustina produce VOD hepática, fibrosis pulmonar, insuficiencia renal y leucemia secundaria. 1094 Qu Im IoterapIa de en Ferm edades n eoplásIcas seccIÓn VIII Absorción, distribución, metabolismo y excreción. La carmustina es inestable en solución acuosa y en los líquidos corpo- rales. Después de la infusión intravenosa, desaparece del plasma con una semivida muy variable ≥ 15 a 90 min. Cerca de 30 a 80% del fármaco aparece en la orina en 24 h como producto de degradación. Los metabolitos alquilantes entran pronto al líquido cefalorraquídeo (LCR), donde su concentración llega al 15 a 30% de la concentración plas- mática concurrente. Usos terapéuticos. La carmustina (Bi CNU) se administra por vía intravenosa en dosis de 150 a 200 mg/m2, se sumi- nistra en infusión durante 1 a 2 h y se repite cada seis semanas. Por su capacidad para cruzar la barrera hematoence- fálica, la carmustina se ha usado en el tratamiento de gliomas malignos. Existe una oblea de carmustina implantable para usarla como adjunto a la cirugía y la radiación en pacientes con glioma de alto grado de malignidad recién diagnosticado, y como adjunto a la cirugía para el glioblastoma multiforme recurrente. estreptoZocIna La estreptozocina (o estreptozotocina) tiene una fracción metilnitrosurea (MNU) unida con el carbono 2 de la glucosa. Tiene una gran afinidad por las células de los islotes de Langerhans y causa diabetes en animales de laboratorio. Absorción, distribución, metabolismo y excreción. La estreptozocina se degrada con rapidez después de su administra- ción intravenosa. La semivida del fármaco es ~ 15 min. Sólo 10 a 20% de la dosis se recupera intacta en la orina. Usos terapéuticos. La estreptozocina se usa en el tratamiento del carcinoma de células del islote pancreático humano y tumores carcinoides malignos. Se administra por vía intravenosa, 500 mg/m2 una vez al día durante cinco días; esta serie terapéutica se repite cada seis semanas. Como alternativa pueden administrarse 1 000 mg/m2 cada semana durante dos semanas y la dosis semanal puede incrementarse a un máximo de 1 500 mg/m2, según se tolere. Con frecuencia causa náusea. Casi dos tercios de los sujetos experimentan toxicidad renal o hepática reversible leve; en < 10% de los pacientes, la toxicidad renal se acumula con cada dosis y puede derivar en insuficiencia renal irreversible. La estreptozocina no debe administrarse con otros fármacos nefrotóxicos. La toxicidad hematológica (anemia, leu- copenia, trombocitopenia) ocurre en 20% de los pacientes. trIaZenos dacarBacIna (dtIc) La dacarbacina funciona como un fármaco metilador después de su activación metabólica hasta el metabolito mono- metil triazeno, MTIC. Mata células en todas las fases del ciclo celular. La resistencia se adjudica a la eliminación de grupos metilo de las bases O6-guanina en el DNA por acción de MGMT. Absorción, distribución, metabolismo y excreción. La dacarbacina se administra por vía intravenosa. Después de una fase inicial rápida (semivida ~ 20 min), la dacarbacina se elimina del plasma, con semivida terminal ~ 5 h. La semi - vida se prolonga en presencia de enfermedad hepática o renal. Casi 50% del compuesto se excreta intacto en la orina por secreción tubular. Usos terapéuticos. La indicación clínica principal para dacarbacina es en la quimioterapia de la enfermedad de Hodgkin. En combinación con otros fármacos para esta neoplasia, la dacarbacina se administra en dosis de 150 mg/ m2 al día durante cinco días, repetido cada cuatro semanas; puede usarse sola como dosis única de 375 mg/m2, repe- tida cada 15 días. Tiene efectividad modesta contra el melanoma maligno y los sarcomas en adultos. Para melano - ma maligno, la dacarbacina se administra en dosis de 2 a 4.5 mg/kg al día por un periodo de 10 días, repetido cada 28 días; una alternativa es administrar 250 mg/m2 al día durante cinco días y repetir cada tres semanas. La extravasa- ción del fármaco causa daño tisular y dolor intenso. Toxicidad. La DTIC causa náusea y vómito en > 90% de los pacientes; el vómito casi siempre comienza 1 a 3 h des- pués de la administración y puede durar hasta 12 h. La mielosupresión, con leucopenia y trombocitopenia es leve y se revierte con facilidad en una a dos semanas. Puede haber un síndrome gripal. La hepatotoxicidad, alopecia, rubor facial, neurotoxicidad y reacciones dermatológicas son reacciones adversas menos frecuentes. temoZolomIda La temozolomida es el fármaco corriente en combinación con la radioterapia para pacientes con glioma maligno o astrocitoma. La temozolomida, como la dacarbacina, forma el metabolito metilador MTIC y mata las células en todas las fases del ciclo celular. Absorción, distribución, metabolismo y excreción. La temozolomida se administra por vía oral o intravenosa en dosis ~ 200 mg/día; su biodisponibilidad se aproxima al 100%. La concentración plasmática del fármaco original dis- minuye con semivida de 1 a 2 h. El metabolito activo principal MTIC alcanza la concentración plasmática máxima (150 ng/ml) 90 min después de la dosis y disminuye con una semivida de 2 h. Se recupera poco fármaco intacto en la orina, y el principal metabolito es el imidazol inactivo carboxamida. Toxicidad. La toxicidad de la temozolomida refleja a la de la DTIC. Es necesaria la vigilancia hematológica para guiar los intervalos de administración. 1095 CAPÍTU LO 61 Fárm ACOs CiTOTóxiCOs metIlHIdracInas procarBacIna La procarbacina se usa como tratamiento de segunda línea en tumores cerebrales malignos. Acción citotóxica. La actividad antineoplásica de la procarbacina se debe a su conversión por metabolismo oxidativo hepático mediado por CYP en una especie alquilante muy reactiva que metila el DNA. La procarbacina activada puede causar daño cromosómico, incluidas roturas en las cromátides y traslocaciones, consistentes con sus efectos mutágenos y carcinógenos. La
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