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Literatura romantica

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La Edad Contemporánea es el nombre con el que se designa al periodo 
histórico comprendido entre la Declaración de Independencia de los 
Estados Unidos o la Revolución francesa, y la actualidad. Los 
acontecimientos de esta época se han visto marcados por 
transformaciones aceleradas en la economía, la sociedad y la tecnología 
que han merecido el nombre de Revolución industrial, al tiempo que se 
destruía la sociedad preindustrial y se construía una sociedad de clases 
presidida por una burguesía que contempló el declive de sus 
antagonistas tradicionales (los privilegiados) y el nacimiento y desarrollo 
de uno nuevo (el movimiento obrero), en nombre del cual se plantearon 
distintas alternativas al capitalismo. 
LA EDAD CONTEMPORÁNEA 
 
La ciencia y la cultura entran en un periodo de extraordinario 
desarrollo y fecundidad; mientras que el arte contemporáneo y 
la literatura contemporánea (liberados por el romanticismo de 
las sujeciones académicas y abiertos a un público y un mercado 
cada vez más amplios) se han visto sometidos al impacto de los 
nuevos medios de comunicación de masas (tanto los escritos 
como los audiovisuales), lo que les provocó una verdadera crisis 
de identidad que comenzó con el impresionismo y las 
vanguardias y aún no se ha superado. 
 
LÍNEA DE TIEMPO DE LA EDAD CONTEMPORÁNEA 
FINES s. 
XVIII 
PRIMERA MITAD 
DEL s. XIX 
 EL ROMANTICISMO 
 
MARCO HISTÓRICO 
El Romanticismo es un movimiento cultural crucial para comprender la 
cultura occidental moderna. La filosofía, el arte, la literatura, la música y la 
política fueron influenciados por este movimiento, durante el turbulento 
periodo de tiempo que se extendió entre el periodo que se conoce como 
revoluciones burguesas, que en su definición política se conocen como 
revoluciones liberales. En este período el mundo occidental se había 
sacudido por la Revolución de las Trece Colonias de Inglaterra en 1776, la 
Revolución Francesa en 1789 y por la Primera Revolución industrial que 
empezaba a cambiar la vida tradicionalmente agraria. Por lo tanto los nuevos 
modos de vida se debían reflejar en nuevos modos de pensar. El 
romanticismo pasó a significar esta nueva experiencia de mundo. 
 
 
El Romanticismo es un movimiento cultural que se originó en 
Alemania y en Reino Unido a finales del siglo XVIII como una 
reacción revolucionaria contra la Ilustración y el Neoclasicismo, 
confiriendo prioridad a los sentimientos. Es considerado como el 
primer movimiento de cultura que cubrió el mapa completo de 
Europa. En la mayoría de las áreas estuvo en su apogeo en el 
período aproximado de 1800 a 1850. Este movimiento se 
difundió por toda Europa durante la primera mitad del siglo XIX. 
MARCO TEÓRICO DEL ROMANTICISMO 
 
Se gesta el llamado prerromanticismo 
dieciochesco, en Alemania, con la escuela 
literaria Sturm und Drang (“Tempestad e 
ímpetu” o “Tormenta y pasión”) cuyo 
líder era Goethe; el cual reacciona contra 
el racionalismo del Neoclasicismo. La 
razón, que tantos bienes prometía, no 
había eliminado los problemas de los 
hombres; estos, no solo son “razonables”, poseen también sentimientos, 
emociones, fantasías y tienen derecho a expresarlos. Y esto no puede hacerse 
con reglas y ataduras sino con libertad. No importa que las obras sean menos 
“perfectas” y “regulares”, si en cambio, conmueven y emocionan. La libertad en 
el arte, pero también en la política, serán la gran consigna romántica. 
 
CARACTERÍSTICAS 
 La conciencia del Yo como entidad 
autónoma y, frente a la universalidad de la 
razón dieciochesca, dotada de 
capacidades variables e individuales como 
la fantasía y el sentimiento. 
La primacía del genio creador de un 
Universo propio, el poeta como demiurgo. 
Valoración de lo diferente frente a lo 
común, lo que lleva una fuerte tendencia 
nacionalista. 
El liberalismo frente al despotismo 
ilustrado. 
 
La originalidad frente a la tradición 
clasicista y la adecuación a los cánones. 
Cada hombre debe mostrar lo que le 
hace único. 
La creatividad frente a la imitación de lo 
antiguo hacia los dioses de Atenas. 
La nostalgia de paraísos perdidos (de la 
infancia o de una nación). 
 La obra imperfecta, inacabada y abierta 
frente a la obra perfecta, concluida y 
cerrada. 
 
Es propio de este movimiento un gran 
aprecio de lo personal, un subjetivismo 
e individualismo absoluto, un culto al 
yo fundamental y al carácter nacional o 
Volksgeist, frente a la universalidad y 
sociabilidad de la Ilustración en el siglo 
XVIII; en ese sentido los héroes 
románticos son, con frecuencia, 
prototipos de rebeldía (Don Juan, el 
pirata, Prometeo) 
 
Los autores románticos quebrantan cualquier 
normativa o tradición cultural que ahogue su 
libertad, como por ejemplo las tres unidades 
aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo 
(mezclando prosa y verso y utilizando polimetría en 
el teatro), o revolucionando la métrica y volviendo 
a rimas más libres y populares como la asonante. 
Igualmente, una renovación de temas y ambientes, 
y, por contraste al Siglo de las Luces (Ilustración), 
prefieren los ambientes nocturnos y luctuosos, los 
lugares sórdidos y ruinosos (siniestrismo); 
venerando y buscando tanto las historias 
fantásticas como la superstición. 
 
El Romanticismo también renovó y enriqueció el limitado lenguaje y 
estilo del Neoclasicismo, dando entrada a lo exótico y lo extravagante, 
buscando nuevas combinaciones métricas y flexibilizando las antiguas 
o buscando en culturas bárbaras y exóticas o en la Edad Media, en vez 
de en Grecia o Roma, su inspiración. 
Frente a la afirmación de lo racional, irrumpió la exaltación de lo 
instintivo y sentimental. «La belleza es verdad». También representó 
el deseo de libertad del individuo, de las pasiones y de los instintos 
que presenta el «yo», subjetivismo e imposición del sentimiento 
sobre la razón. En consonancia con lo anterior, y frente a los 
neoclásicos, se produjo una mayor valoración de todo lo relacionado 
con la Edad Media, frente a otras épocas históricas. 
 
El estilo vital de los autores románticos 
despreciaba el materialismo burgués y 
preconizaba el amor libre y el liberalismo en 
política, aunque hubo también un Romanticismo 
reaccionario, representado por Chateaubriand, 
que preconizaba la vuelta a los valores cristianos 
de la Edad Media. En Alemania, la deriva 
reaccionaria, que incluía una invitación a 
regresar a la Edad Media, también se dejó sentir 
en la obra de algunos de sus máximos 
inspiradores teóricos, como los hermanos 
August Wilhelm y Friedrich Schlegel, aunque su 
paroxismo se encontraría en el opúsculo La 
cristiandad o Europa (1799) de Novalis, tal como 
prontamente advirtió el poeta post-romántico 
Heinrich Heine en La escuela romántica (1836). 
El idealismo extremo y exagerado que se 
buscaba en todo el Romanticismo encontraba 
con frecuencia un violento choque con la 
realidad miserable y materialista, lo que 
causaba con frecuencia que el romántico 
acabara con su propia vida mediante el suicidio. 
La mayoría de los románticos murieron jóvenes. 
Los románticos amaban la naturaleza frente a la 
civilización como símbolo de todo lo verdadero 
y genuino. 
 Johann Wolfgang von Goethe (1749 - 1832). Obras 
representativas: Las desventuras del joven Werther 
 
 Friedrich Schiller (1759 - 1805). Obras 
representativas: Guillermo Tell, Oda a la alegría. 
 
 Novalis (1772 - 1801). Obras representativas: Los 
Discípulos en Sais, Los Himnos a la noche, Los 
Cantos espirituales. 
 
 Lord Byron (1788 - 1824). Obras representativas: 
Las peregrinaciones de Childe Harold, Caín. 
REPRESENTANTES 
 
 John Keats (1795 - 1821). Obras representativas: 
Oda sobre una urna griega, Hyperion, Lamia y 
otros poemas. 
 
 Mary Shelley (1797 - 1851). Obras 
representativas: Frankenstein, El último hombre. 
 
 Víctor Hugo (1802 - 1885). Obras representativas: 
Los miserables, Nuestra Señora de París. 
 
 Alejandro Dumas (1802 - 1870).Obras 
representativas: Los tres mosqueteros, El conde de 
Montecristo. 
 
 Edgar Allan Poe (1809 - 1849). Obras 
representativas: El cuervo, Los 
crímenes de la calle Morgue, La casa 
Usher, El gato negro. 
 
 José de Espronceda (1808 - 1842). 
Obras representativas: Canción del 
pirata, El estudiante de Salamanca. 
 
 Gustavo Adolfo Bécquer (1836 - 1870). 
Obras representativas: Rimas, 
Leyendas. 
 
Escritor alemán. Nacido en el seno de una 
familia patricia burguesa, su padre se encargó 
personalmente de su educación. En 1765 inició 
los estudios de derecho en Leipzig, aunque una 
enfermedad le obligó a regresar a Frankfurt. 
Una vez recuperada la salud, se trasladó a 
Estrasburgo para proseguir sus estudios. 
Fue éste un período decisivo, ya que en él se 
produjo un cambio radical en su orientación 
poética. Frecuentó los círculos literarios y 
artísticos del Sturm und Drang, germen del 
primer Romanticismo y conoció al escritor y 
filósofo Johann Gottfried Herder, quien lo 
invitó a descubrir a Homero, Shakespeare, 
Ossian y la poesía popular. 
JOHANN WOLFGANG GOETHE (Frankfurt, 1749 - Weimar, id., 1832) 
En 1772 se trasladó a Wetzlar, sede del Tribunal 
Imperial, donde conoció a Charlotte Buff, prometida de 
su amigo Kestner, de la cual se prendó. Esta pasión 
frustrada inspiró su primera novela, Los sufrimientos del 
joven Werther, obra que causó furor en toda Europa y 
que constituyó la novela paradigmática del nuevo 
movimiento que estaba naciendo en Alemania, el 
Romanticismo. 
De vuelta en Frankfurt, escribió algunos dramas 
teatrales menores e inició la composición de su obra 
más ambiciosa, Fausto, en la que trabajaría hasta su 
muerte; en ella, la recreación del mito literario del pacto 
del sabio con el diablo sirve a una amplia alegoría de la 
humanidad, en la cual se refleja la transición del autor 
desde el Romanticismo hasta el personal clasicismo de 
su última etapa. 
En Weimar, empezó entonces una brillante carrera política al tiempo que se 
interesaba también por la investigación científica. La actividad política y su amistad 
con una dama de la corte, Charlotte von Stein, influyeron en una nueva evolución 
literaria que le llevó a escribir obras más clásicas y serenas, abandonando los 
postulados individualistas y románticos del Sturm und Drang. En 1794, entabló una 
fecunda amistad con Schiller, con años de rica colaboración entre ambos. Sus 
obligaciones con el duque cesaron y se dedicó casi por entero a la literatura y a la 
redacción de obras científicas. 
La muerte de Schiller, en 1805, y una grave enfermedad, hicieron de Goethe un 
personaje cada vez más encerrado en sí mismo y atento únicamente a su obra. En 
1808 se publicó Fausto y un año más tarde apareció Las afinidades electivas, novela 
psicológica sobre la vida conyugal y que se dice inspirada por su amor a Minna 
Herzlieb. Movido por sus recuerdos, inició su obra más autobiográfica, Poesía y 
verdad (1811-1831), a la que dedicó los últimos años de su vida, junto con la 
segunda parte de Fausto. 
OBRA LITERARIA 
 
 El capricho del enamorado (1767), comedia en verso de un acto. 
 Los cómplices (1768), tragedia en verso. 
 Götz von Berlichingen (1773), drama. 
 Las penas del joven Werther (Die Leiden des jungen Werther, 1774). 
 Clavijo (1774), drama. 
 Prometeo (1774), poema. 
 Stella (1775), drama. 
 Ifigenia en Táuride (1787), drama en prosa, del que hizo anteriormente una 
versión en verso yámbico. 
 Egmont (1788), drama. 
 La selva negra (1789), Drama teatral 
 
 Torquato Tasso (1790), drama. 
 El Gran Copto (1792), Teatro, Comedias y Farsas, obra en V actos. 
 Elegías romanas (Römische Elegien, 1795), poemario. 
 Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (Wilhelm Meisters 
Lehrjahre, 1796), novela. 
 Epigramas venecianos (1796), poema. 
 La novia de Corinto (1797), poema. 
 Hermann y Dorothea (1798), idilio épico en verso. 
 Fausto, Primera Parte, (1807). 
 Las afinidades electivas (Die Wahlverwandtschaften, 1809), novela. 
 Poesía y verdad, Parte I (Aus meinem Leben: Dichtung und 
Wahrheit), autobiografía (1811). 
 Viaje a Italia (Italienische Reise, 1816). 
 Diván de Oriente y Occidente (Westöstlicher Diwan, 1819), 
poemas. 
 Elegía de Marienbad (Marienbader Elegie, 1823). 
 Fausto, Segunda Parte, póstuma (1832). 
 Poesía y verdad, Parte II (Aus meinem Leben: Dichtung und 
Wahrheit), autobiografía (1833). 
LAS CUITAS DEL JOVEN WERTHER (1774) 
• GÉNERO: 
• ESPECIE: 
• FORMA: 
• COMPOSICION: 
• ESTRUCTURA: 
• TEMA: 
 
• OTROS TEMAS: 
 
 
 
 
 
ÉPICO-NARRATIVO 
NOVELA 
EPISTOLAR 
NARRADO EN PRIMERA PERSONA 
DOS PARTES 
EL AMOR VEDADO 
 
LA EXALTACIÓN DE LA NATURALEZA, EL 
DESEO AMOROSO, LA DESCRIPCIÓN DE 
LA VIDA BURGUESA. 
 
 
Los personajes principales de la obra son Werther, Lotte y Albert, que forman un triángulo 
amoroso. Hay otros personajes secundarios como los hermanos pequeños de Lotte, el amigo 
Wilhelm o el embajador (muestra de la sociedad de la época). 
PERSONAJES: 
WERTHER: 
 Narrador de buena parte de la novela, busca tranquilidad y 
naturaleza alejado de la ciudad y se enamora de Lotte que está 
comprometida con Albert, lo cual desencadenará el desenlace 
trágico. 
 Es el protagonista que nos cuenta su historia a través de cartas: 
sus pasiones y sentimientos son revelados de manera 
detallada. Fuerte subjetividad. 
 Werther es un burgués que busca acomodo (frente a él, Albert 
pertenece a una clase social ya acomodada). 
 Joven apasionado que busca la felicidad. Proyecta sobre la 
naturaleza sus estados de ánimo que van desde el entusiasmo 
al abatimiento. Critica algunos aspectos sociales y políticos de 
la sociedad alemana. 
Dante pasa a través de la puerta del infierno, que tiene una inscripción 
cuyo texto dice "Es por mí que se va a la ciudad del llanto, es por mí que 
se va al dolor eterno y el lugar donde sufre la raza condenada, yo fui 
creado por el poder divino, la suprema sabiduría y el primer amor, y no 
hubo nada que existiera antes que yo, abandona la esperanza si entras 
aquí" novena y última línea procede la frase "Lasciate ogni speranza, voi 
ch'entrate", o "abandona la esperanza si entras aquí". 
CHARLOTTE (LOTTE) 
 
La descripción de Lotte es un retrato, pues se 
incluyen tanto rasgos físicos como psíquicos. 
Es una muchacha bella, de hermosa figura y 
estatura media. Su belleza, según el ideal 
clásico y romántico, implica su virtud. 
Fiel a sus promesas: tras la muerte de su 
madre se hace cargo de su padre y sus nueve 
hermanos tal como le prometió a su 
progenitora. También se promete a Albert por 
petición expresa de su madre en el lecho de 
muerte. Muy querida por sus hermanos. 
 
ALBERT: 
 
La descripción de Albert es honrado, 
amable, sensible, con poco carácter y 
comprensible. 
Pertenece a una clase social alta y viaja a 
menudo a causa de los negocios. 
Al principio de la novela, Werther y Albert 
comienzan una amistad particular, que se 
convierte en rivalidad, pues Albert 
sospechará del amor que siente Werther 
hacia su prometida. 
 
Novela dividida en dos partes o libros y un epílogo. 
 
1er. Libro: Werther, joven apasionado y sentimental, abandona su ciudad natal para retirarse a la 
soledad de Wahlheim. Conoce a Lotte, que está prometida con Albert, y se enamora de ella. Wilhelm, el 
destinatario de las cartas, le advierte del peligro y le aconseja abandonar la inactividad del retiro. 
 
2º Libro y epílogo: Para enderezar su vida, acepta el puesto de secretario de legación en una ciudad del 
sur de Alemania (cuyo nombre no se revela). Tiene que sufrir el malhumor y las cicaterías del 
Embajador. La noticia de la boda de Lotte y Albert agranda su descontento y acrecienta su desasosiego. 
 
Pide su cese y prosigue su peregrinación, dirigiéndose a su pueblo natal. Acepta la invitación de un 
príncipe, pero no aguanta el aburrimiento de la corte e inicia un vagabundeo que lo lleva al reencuentro 
con Lotte. El epílogo esuna especie de informe de un narrador desconocido, el “editor” sobre los 
momentos finales de Werther: el nuevo acercamiento a Lotte se consumará con un beso, preludio de lo 
irremediable: separación definitiva, desesperación y suicidio (con las pistolas de Albert que Lotte le ha 
entregado a su criado). 
ESTRUCTURA 
 
 
 
 
 
 Quien conduce la embarcación es Caronte, quien, al saber que Dante procede del 
mundo de los vivos, se niega a dejarlo pasar. Virgilio, sin embargo, lo obliga a 
acceder pronunciando la frase Vuolsi così colà ove si puote ("así se dispuso allí donde 
se tiene la autoridad"), indicando que el viaje de Dante es deseado por Dios. 
 
Por un lado, tenemos la comunicación 
con la naturaleza, que será el gran 
tema romántico. La naturaleza es un 
espejo de Dios, su obra más sublime, y 
por eso precisamente se le valora, en 
oposición a la civilización que es obra 
del hombre, un ser imperfecto. La 
naturaleza que lo cobija -eso que fue a 
buscar Werther dejando la ciudad-será 
la guía de nuestro héroe, lo intocado, lo 
salvaje, lo perfecto: 
¿Cuáles son los temas que Werther plantea? 
“Reina en mi espíritu una alegría admirable muy 
parecida a las dulces alboradas de primavera, de 
que gozo aquí con delicia... Cuando el valle se vela 
en torno mío como un encaje de vapores; cuando 
el sol del mediodía centellea sobre la impenetrable 
sombra de mi bosque sin conseguir otra cosa que 
filtrar entre las hojas algunos rayos hasta el fondo 
del santuario; cuando tendido sobre la crecida 
hierba, cerca de la cascada, mi vista, más próxima 
a la tierra, descubre multitud de menudas y 
diversas plantas; cuando siento más cerca de mi 
corazón los rumores vivientes de ese pequeño 
mundo que palpita en los tallos de las hojas...” 
Y al mismo tiempo, la naturaleza se 
convierte en su propio reflejo. En la 
primera parte, el enamorado ve todo 
maravilloso: sol, flores, luz. En la 
segunda, cuando el sufrimiento lo 
invade, el mundo exterior se transforma 
en un escenario agresivo: bosques 
oscuros, montañas elevadas, noche. La 
visión de lo que lo rodea es subjetiva, 
teñida siempre por los afectos, los 
grandes tiranos: 
“Anoche salí. Sobrevino súbitamente el deshielo y supe 
que el río había salido de madre, que todos los arroyos 
de Wahlheim corrían desbordados y que la inundación 
era completa en mi querido valle. Me dirigí a él cuando 
rayaba la media noche, y presencié un espectáculo 
aterrador. Desde la cumbre de una roca vi, a la claridad 
de la luna, revolverse los torrentes por los campos, por 
las praderas y entre los vallados, devorándolo y 
sumergiéndolo todo, ví desaparecer el valle; vi, en su 
lugar, un mar rugiente y espumoso azotado por el soplo 
de los huracanes. Después, profundas tinieblas; 
después, la luna, que aparecía de nuevo para arrojar 
una siniestra claridad sobre aquel soberbio e imponente 
cuadro. Las olas rodaban con estrépito... venían a 
estrellarse a mis pies violentamente... Un extraño 
temblor y una tentación inexplicable se apoderaron de 
mí. Me encontraba allí con los brazos extendidos hacia el 
abismo, acariciando la idea de arrojarme en él. 
En segundo lugar, la importancia del yo. Todo 
lo que interesa a Werther es Werther: Carlota 
sólo en función de cuánto le gusta y cuánto lo 
tortura, el marido porque tiene que odiarlo, 
aunque objetivamente hablando no lo 
encuentre odioso; el campesino que asesina a la 
viuda porque sufre como él, el loco que se 
trastornó de amor porque es una premonición 
de lo que le puede suceder; hasta su amigo 
Guillermo es convocado en función de la 
necesidad que experimenta Werther de hablar y 
desahogarse. Esta postura, que lo fuerza a vivir 
centrado en sí mismo, obedece a un 
egocentrismo notorio, y al mismo tiempo se 
percibe una visión elitista del mundo con 
elementos narcisistas, propia del espíritu 
romántico: 
“Algún atractivo, de que no me doy cuenta, debo tener para 
muchas personas que espontáneamente se me acercan y 
se aficionan a mí; y por mi parte siento separarme de 
ellas y que sólo un breve rato hayamos seguido el 
camino. Si me preguntas cómo es la gente de este país, te 
diré: “Como la de todas partes”. La raza humana es harto 
uniforme. La inmensa mayoría emplea casi todo su 
tiempo en trabajar para vivir, y la poca libertad que les 
queda les asusta tanto que hacen cuanto pueden por 
perderla. ¡Oh, destino del hombre !Por lo demás, esta 
gente es buena. Si algunas veces me entrego con ella a 
los placeres que aún quedan a los hombres, como la charla 
alegre, franca y cordial en torno a una mesa bien servida, o 
una expedición al campo, un baile u otra diversión 
cualquiera, esto produce en mí efectos muy buenos, con tal 
de que no se me ocurra entonces la idea de que hay en 
mí otra porción de facultades que debo ocultar 
cuidadosamente, por más que se enmohezcan no 
ejercitándolas. ¡Ah! Esto estrecha el corazón, pero el destino 
del hombre es morir incomprendido.” 
En las primeras cartas, la novela tiene como finalidad principal dar a conocer 
el carácter de Werther, su sensibilidad, su emoción ante la naturaleza. Es un 
personaje exaltado que pasa de la felicidad apacible hasta la desesperación. 
Posteriormente conoce a Carlota, a quien idealiza y adora con un amor 
imposible. La primera carta es del 4 de mayo y Werther se suicida el 23 de 
diciembre, en vísperas de Nochebuena. La publicación de esta novela tuvo 
gran resonancia en Europa debido a la descripción detallada de la vida 
burguesa en contraposición al idealismo de Werther, a su pasión exaltada, a su 
profunda relación con la naturaleza. Con Las cuitas delj oven Werther Goethe 
dio inicio al Romanticismo intimista y sentó las bases de la novela moderna. La 
obra tuvo influencia más allá de la literatura produciéndose casos de suicidios 
por amor, que la lectura del Werther favorecía. 
COMENTARIO 
En un diálogo premonitorio sostenido con 
Alberto, Werther había defendido el suicidio 
como una explosión de la pasión, el final 
inevitable para un espíritu atormentado. Como 
el corazón es siempre lo más importante para 
el protagonista, reclama, con estas palabras, 
que se le dé la importancia que tiene, y no se 
puede controlar todo, porque se pierde el 
gusto por la vida: 
“Veamos si podemos representarnos de otro 
modo lo que debe sentir el hombre que se 
resuelve a deshacerse del peso, tan ligero 
para otros de la vida. Pues sólo esforzándonos 
por sentir lo que él siente, podremos hablar 
honradamente del tema. La naturaleza 
humana -proseguí-tiene sus límites; puede 
soportar hasta cierto grado, la alegría, la 
pena, el dolor; si pasa más allá sucumbe. No 
se trata pues, de saber si un hombre es débil o 
fuerte, sino de si puede soportar la extensión 
de su desgracia, sea moral, sea física; y me 
parece tan ridículo decir que un hombre que 
se suicida es cobarde, como absurdo sería dar 
el mismo nombre al que muere de una fiebre 
maligna.” 
EL AMOR Y LA MUERTE 
Es cosa resuelta, Carlota: quiero morir y te lo 
participo sin ninguna exaltación romántica, con la 
cabeza tranquila, el mismo día en que te veré por 
última vez. Cuando leas estas líneas, mi adorada 
Carlota yacerán en la tumba los despojos del 
desgraciado que en los últimos instantes de su vida 
no encuentra placer más dulce que el placer de 
pensar en ti. He pasado una noche terrible: con 
todo, ha sido benéfica, porque ha fijado mi 
resolución. ¡Quiero morir! 
Al separarme ayer de tu lado, un frío inexplicable se 
apoderó de todo mi ser; refluía mi sangre al 
corazón, y respirando con angustiosa dificultad 
pensaba en mi vida, que se consume cerca de ti, sin 
alegría, sin esperanza. ¡Ah!, estaba helado de 
espanto. 
ÚLTIMA CARTA DE WERTHER 
 
Apenas pude llegar a mi alcoba, donde caí de rodillas, completamente loco. ¡Oh 
Dios mío!, tú me concediste por última vez el consuelo de llorar. Pero ¡qué lágrimastan amargas! Mil ideas, mil proyectos agitaron tumultuosamente mi espíritu, 
fundiéndose al fin todos en uno solo, pero firme, inquebrantable: ¡morir! Con esta 
resolución me acosté, con esta resolución, inquebrantable y firme como ayer, he 
despertado: ¡quiero morir! No es desesperación, es convencimiento: mi carrera está 
concluida, y me sacrifico por ti. Sí, Carlota, ¿por qué te lo he de ocultar? Es preciso 
que uno de los tres muera, y quiero ser yo. ¡Oh vida de mi vida! Más de una vez en 
mi alma desgarrada ha penetrado un horrible pensamiento: matar a tu marido..., a 
ti..., a mí. Sea yo, yo solo; así será. 
Cuando al anochecer de algún hermoso día de verano subas a la montaña, 
piensa en mí y acuérdate de que he recorrido muchas veces el valle; mira 
luego hacia el cementerio, y a los últimos rayos del sol poniente vean tus 
ojos cómo el viento azota la hierba de mi sepultura. Estaba tranquilo al 
comenzar esta carta, y ahora lloro como un niño. ¡Tanto martirizan estas 
ideas mi pobre corazón! 
 
Tú no me esperas; tú crees que voy a obedecerte y a no volver a tu casa hasta 
la víspera de la Navidad... ¡Oh Carlota!..., hoy o nunca. El día de la Nochebuena 
tendrás este papel en tus manos trémulas y lo humedecerás con tus preciosas 
lágrimas. Lo quiero..., es preciso. ¡Oh, qué contento estoy de mi resolución. 
¡Oh! ¡Perdóname, perdóname! Ayer... aquél debió ser el último momento de 
mi vida. ¡Oh ángel! Fue la primera vez, si, la primera vez que una alegría pura y 
sin límites llenó todo mi ser. 
Me ama, me ama... Aún quema mis labios el fuego sagrado que brotaba de los 
suyos; todavía inundan mi corazón estas delicias abrasadoras. ¡Perdóname, 
perdóname! Sabía que me amabas; lo sabía desde tus primeras miradas 
aquellas miradas llenas de tu alma; lo sabía desde la primera vez que 
estrechaste mi mano. Y, sin embargo, cuando me separaba de ti o veía a 
Alberto a tu lado, me asaltaban por doquiera rencorosas dudas. 
 
¿Te acuerdas de las flores que me enviaste el día de aquella enojosa reunión en que ni pudiste darme la 
mano ni decirme una sola palabra? Pasé la mitad de la noche arrodillado ante las flores, porque eran 
para mí el sello de tu amor; pero, ¡ay!, estas impresiones se borraron como se borra poco a poco en el 
corazón del creyente el sentimiento de la gracia que Dios le prodiga por medio de símbolos visibles. 
Todo perece, todo; pero ni la misma eternidad puede destruir la candente vida que ayer recogí en tus 
labios y que siento dentro de mí. ¡Me ama! Mis brazos la han estrechado, mi boca ha temblado, ha 
balbuceado palabras de amor sobre su boca. ¡Es mía! ¡Eres mía! Sí, Carlota, mía para siempre. ¿Qué 
importa que Alberto sea tu esposo? ¡Tu esposo! No lo es más que para el mundo, para ese mundo que 
dice que amarte y querer arrancarte de los brazos de tu marido para recibirte en los míos es un 
pecado. ¡Pecado!, sea. Si lo es, ya lo expío. Ya he saboreado ese pecado en sus delicias, en sus infinitos 
éxtasis. He aspirado el bálsamo de la vida y con él he fortalecido mi alma. Desde ese momento eres 
mía, ¡eres mía, oh Carlota! Voy delante de ti; voy a reunirme con mi padre, que también lo es tuyo, 
Carlota; me quejaré y me consolará hasta que tú llegues. Entonces volaré a tu encuentro, te cogeré en 
mis brazos y nos uniremos en presencia del Eterno; nos uniremos con un abrazo que nunca tendrá fin. 
No sueño ni deliro. Al borde del sepulcro brilla para mí la verdadera luz. ¡Volveremos a vernos! 
¡Veremos a tu madre y le contaré todas las cuitas de mi corazón! ¡Tu madre! ¡Tu perfecta imagen!

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