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1706 SECCIÓN XIV Hematología Enfermedades de la hemostasia FISIOLOGÍA Y EXPLORACIÓN DE LA HEMOSTASIA J. C. Reverter Calatayud Fases de la hemostasia La hemostasia fisiológica consta de cuatro fases: a) vasoconstricción en el área afecta; b) formación de un agregado plaquetario sobre la superficie lesionada; c) formación y estabilización de la fibrina, y d) eli- minación del depósito de fibrina o fibrinólisis. Vasoconstricción Tras la lesión vascular se produce una vasoconstricción refleja modulada por mediadores de las células endoteliales y las plaquetas, que disminu- ye la pérdida sanguínea y favorece el inicio de la formación del coágulo. Formación del trombo plaquetario Las plaquetas forman el trombo plaquetario e intervienen en la coagulación plasmática como el sustrato preferente sobre el que se forma la fibrina. Las plaquetas actúan mediante su contracción dependiente del calcio, que se inicia cuando entran en contacto con el subendotelio. En el trombo plaquetario intervienen, además, elementos de la pared vascular y proteínas del plasma. Se distinguen dos procesos: a) adhesión de las plaquetas al subendotelio, y b) formación de agregados sobre las plaquetas adheridas. Adhesión plaquetaria Las plaquetas se adhieren al subendotelio mediante la unión de las glucoproteínas Ib-V-IX, Ia-IIa (integrina α2β1) y VI de la membrana plaquetaria. La glucoproteína Ib-V-IX se une al vWF del subendotelio y las glucoproteínas Ia-IIa y VI entran en contacto con el colágeno suben- dotelial. También intervienen en la adhesión la glucoproteína Ia-IIa, que se une al colágeno subendotelial, y la integrina α5β3, que es el receptor de la vitronectina. Tras esta primera interacción, la glucoproteína IIb- IIIa (integrina αIIbβ3) adquiere la capacidad de interaccionar con sus ligandos, con lo que se consigue que las plaquetas se extiendan al máxi- mo para formar una monocapa (fig. 215-1). Los hematíes contribuyen reológicamente a la adhesión de las plaquetas debido a que ocupan el centro de la luz vascular y desplazan las plaquetas hacia la pared. Agregación plaquetaria Para la formación de agregados sobre las plaquetas fijadas al suben- dotelio se requiere de la glucoproteína IIb-IIIa plaquetaria se una al fibrinógeno en presencia de calcio (Ca2+) extracelular para formar puentes interplaquetarios. También contribuyen en menor grado el vWF, la fibronectina y la vitronectina como ligandos de la gluco- proteína IIb-IIIa. Desde su contacto con el subendotelio, las plaquetas inician su con- tracción dependiente del Ca2+ con su paso del sistema tubular denso al citoplasma. El incremento de Ca2+ inicia la activación celular por dos vías: una dependiente de calmodulina, que fosforila la cadena ligera de la miosina, y otra dependiente de la fosfolipasa A2, que libera el ácido ara- quidónico de los fosfolípidos. El ácido araquidónico puede metabolizarse por dos vías enzimáticas: la primera, regulada por la lipooxigenasa, que lo transforma en ácido hidroxieicosatetranoico (12-HETE), un inhibidor de la adhesión plaquetaria, y la segunda, dependiente de la ciclooxigena- sa, lo transforma en tromboxano A2 (TXA2), un vasoconstrictor y potente agonista de la agregación plaquetaria. La ciclooxigenasa transforma el Figura - Adhesión y agregación plaquetaria. A. Las plaquetas entran en contacto con la pared vascular desendotelizada mediante la unión de la glucoproteína (GP) Ib-IX de la membrana plaquetaria con el factor von Willebrand (vWF) presente en el subendotelio. La unión de la glucoproteína Ib-IX da lugar a un flujo transmembrana de iones de calcio que activa las plaquetas, lo que confiere a la glucoproteína IIb-IIIa la capacidad de interacción con el vWF. B. La interacción gluco- proteína IIb-IIa-vWF hace que las plaquetas se depositen sobre el subendotelio para formar una monocapa. La formación de agregados plaquetarios tiene lugar mediante la unión de la glucoproteína IIb-IIIa con el fibrinógeno (FGN) y también por la unión de glucoproteína IIb-IIIa con el vWF existente en el plasma y con el liberado desde las plaquetas. ADP: adenosina-5’-difosfato; CE: célula endotelial. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL American Academy of Pediatrics. Immunization in special clinical circums- tances. En: Kimberlin DW, Brady MT, Jackson MA, Long SS, eds. Reed Book: 2018 Report of the Committee on Infectious Diseases, 31th ed. Elk Grove Village, IL: American Academy of Pediatrics; 2018. p. 67-111. Boyle S, White RH, Brunson A, Wun T. 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S E C C IÓ N X IV 1707 ácido araquidónico en endoperóxidos cíclicos (PGG2 y PGH2) a partir de los que se forma TXA2 por la tromboxano-sintetasa (fig. 215-2). Las células endoteliales también metabolizan el ácido araquidónico y producen endoperóxidos intermedios que luego se convierten en pros- taciclina (PGI2) por la prostaciclina-sintetasa. La PGI2 es un potente vasodilatador y antiagregante. Asimismo, el óxido nítrico (NO), también sintetizado en la célula endotelial, tiene efectos sinérgicos con la PGI2. Las plaquetas, al activarse, liberan el contenido de sus gránulos α y δ, que están constituidos mayoritariamente por ADP, ATP, seroto- nina, proteínas adhesivas, Ca2+, factores de coagulación y factores de crecimiento. Las plaquetas, por último, también contribuyen a la coa- gulación plasmática al exponer, tras activarse, los fosfolípidos aniónicos requeridos para formar los complejos enzimáticos de la coagulación. Formación y estabilización de la fibrina La coagulación plasmática tiene como objetivo la formación del coá- gulo de fibrina con la transformación por la acción de la trombina del fibrinógeno, una proteína plasmática soluble, en fibrina, que es insoluble. La trombina, que se forma a partir de la protrombina por activación de la coagulación, también promueve la estabilización de la fibrina. La coagulación plasmática requiere un control fisiológico estricto, que realizan sus inhibidores naturales, para limitar el coágulo a la zona de la lesión y evitar su extensión excesiva. Formación de trombina La trombina se genera por la activación secuencial de un conjunto de proteínas plasmáticas, los llamados factores de la coagulación (tabla 215-1). La mayoría de estos son proenzimas y el resto son cofac- tores. La coagulación plasmática se activa por una serie de reacciones en que una proenzima inactiva (un factor) es convertida en enzima activa (la forma activada del factor) que, a su vez, activa otra proenzima en un mecanismo en cascada. Las secuencias de activación de estas proteínas se denominan vías de la coagulación (fig. 215-3) que clásicamente se consi- deraban vía intrínseca y extrínseca. Ambas confluyen en la activación del factor X y se continúan en una vía común,que finaliza con la formación de trombina. La vía intrínseca clásica se inicia con la activación del factor XII al entrar en contacto con superficies no fisiológicas, como el subendotelio, o por la acción de la precalicreína o el cininógeno de alto peso molecular. El factor XII activado formado activa el factor XI y juntos forman el complejo de contacto que activa el factor IX, el cual, junto con el factor VIII activado (como cofactor), activa el factor X, en presencia de Ca2+ y fosfolípidos procedentes principalmente de las plaquetas activadas. La vía extrínseca clásica se inicia cuando la sangre contacta con los tejidos dañados en los que se genera el denominado factor tisular, que se expresa en las células dañadas, el subendotelio y la superficie de los monocitos. El factor tisular forma un complejo con Figura - El tromboxano A2, producto del metabolismo del ácido araquidónico plaquetario, es un potente vasoconstrictor e inductor de la agregación de las plaquetas. Inhibe la adenilciclasa y, en consecuencia, hace disminuir el AMPc. La prostaciclina producida por el metabolismo del ácido araquidónico en la pared vascular tiene gran poder vasodi- latador y antiagregante al estimular la adenilciclasa, lo que incrementa el AMPc e inhibe la reactividad plaquetaria. TABLA 215-1 Factores de la coagulación plasmática Factor Otra denominación Normalidad Semivida (h) Factor I Fibrinógeno 1,5-4,0 g/L 100-150 Factor II Protrombina 0,65-1,35 U/mL 50-80 Factor V Proacelerina 0,65-1,35 U/mL 24 Factor VII Proconvertina 0,65-1,35 U/mL 6 Factor VIII Factor antihemofílico A 0,65-1,35 U/mL 12 Factor von Willebrand − 0,60-1,75 U/mL 24 Factor IX Factor Christmas 0,65-1,35 U/mL 24 Factor X Factor Stuart 0,65-1,35 U/mL 25-60 Factor XI Antecedente tromboplastínico 0,65-1,35 U/mL 40-80 Factor XII Factor Hageman 0,65-1,35 U/mL 50-70 Precalicreína Factor Fletcher 0,65-1,35 U/mL 35 Cininógeno de alto peso molecular Factor Fitzgerald 0,65-1,35 U/mL 150 Factor XIII Factor estabilizante de la fibrina 0,65-1,35 U/mL 150 Figura - Esquema de la formación de fibrina y de la fibrinólisis. Reacción en cadena de los factores de coagulación. Sistema intrínseco que se inicia con la activación del factor XII. Sistema extrínseco en que interviene el factor tisular (TF) y el factor VII activado (VIIa). El factor tisu- lar y el factor VIIa activan también al factor IX. El tissue factor pathway inhibitor (TFPI) inhibe el factor VIIa unido al factor tisular. La proteína C activada (PCa), en presencia de proteína S (PS), rompe por proteólisis los factores VIII y V activados. La proteína C se activa por la trombi- na en presencia de trombomodulina (TM). La antitrombina inhibe los factores serinproteasa activados, principalmente la trombina (IIa) y el factor Xa. El plasminógeno se activa por el activador hístico (t-PA). La antiplasmina (AP) y el inhibidor del activador del plasminógeno (PAI-1) son los principales reguladores de la fibrinólisis. La unión de la antiplas- mina a la plasmina genera complejos plasmina-antiplasmina (PAP). →: activación o liberación; ⇢: inhibición; FL: fosfolípidos. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1708 SECCIÓN XIV Hematología el factor VII al que activa y, en presencia de Ca2+, el complejo activa al factor X. En la vía común, el factor X activado convierte la protrombina en trombina en presencia de Ca2+ fosfolípidos y factor V activado (como cofactor). Las vías intrínseca y extrínseca en realidad están estrechamente conectadas. El complejo factor VIIa-factor tisular en presencia de Ca2+ puede activar también al factor IX; en la que es la principal vía de inicio in vivo. El actual modelo mixto celular-plasmático de la coagulación considera que esta consta de dos fases consecutivas. Primero, en la fase de iniciación, se genera factor tisular en la superficie de los monocitos, el cual, por la vía extrínseca, forma una pequeña cantidad de trombina que activa a las plaquetas circundantes, que exponen fosfolípidos aniónicos, y a los factores V y VIII. A continuación, en la fase de amplificación el factor IX activado por el factor VII activado y el factor tisular, activa a su vez sobre la superficie de las plaquetas activadas una cantidad importante de factor X, que lleva a la formación de gran cantidad de trombina. Más recientemente se ha constatado que fragmentos celulares de 0,1-1 µm de diámetro, llamados micropartículas, formadas de los elementos sanguíneos y de las células endoteliales tienen un papel relevante en la hemostasia fisiológica y patológica, portando la mayoría del factor tisular requerido para el inicio de la coagulación plasmática. Asimismo, como una relevante vía de activación de la coagulación se han identificado las mallas de DNA extracelular liberadas por los neutrófilos, llamadas neutrophil extracellular traps (NET). La trombina generada en este proceso, además de convertir al fibrinógeno en fibrina, interviene en la activación de las plaquetas, de los factores V y VIII, de los inhibidores de la coagulación y de la fibrinólisis, y de los factores XI y XIII. Cabe señalar la importancia de la activación del factor XI en un sistema de retroalimentación positiva que da lugar a la generación continuada de factor IX activado. Transformación del fibrinógeno en fibrina El paso del fibrinógeno a fibrina se debe a la acción de la trombina que libera del fibrinógeno cuatro péptidos, los fibrinopéptidos A y B de las cadenas α y β, respectivamente. La molécula restante constituye el monómero de fibrina, el cual sufre una redistribución de la carga eléctrica que provoca la aparición de atracciones electrostáticas entre los monómeros y su unión en polímeros. Estas uniones son poco estables y para serlo precisan de la acción del factor XIII, que es activado por la trombina en presencia de Ca2+. Inhibidores naturales de la coagulación Inmediatamente tras su formación, la trombina generada inicia la activación de los inhibidores naturales de la coagulación. Existen tres tipos fundamentales de inhibidores de la coagulación sanguínea: los inhibidores de las serinproteasas, los inhibidores de los factores V activado y VIII activado, y el inhibidor de la vía del factor tisular. Inhibidores de las serinproteasas La antitrombina es el principal inhibidor de las serinproteasas y actúa sobre la trombina y el factor X activado (v. fig. 215-3), aunque también inhibe los factores IX activado, XI activado, XII activado y la cali- creína. Se une a los factores activados para formar complejos inactivos que se eliminan por el sistema mononuclear fagocítico. Su acción anticoagulante se potencia por las heparinas. Otro inhibidor de las serinproteasas, la β2-macroglobulina, contribuye como inhibidor en un pequeño porcentaje a la actividad antitrombina. Otros inhibidores de menor trascendencia son la α1-antitripsina que inhibe al factor XI activado, el C1-inhibidor que neutraliza a los factores de contacto, la antiplasmina que inhibe la calicreína, los factores XII activado, XI activado y X activado, y la trombina y el cofactor II de la heparina. Inhibidores de los factores VIII activado y V activado El sistema proteína C-proteína S es el de mayor importancia in vivo en la regulación de la generación de trombina. Está formado por la proteí- na C y la proteína S, que circulan en el plasma, por la trombomodulina, localizada en la pared celular endotelial, y por el receptor endotelial de la proteína C (EPCR). La proteína C es una serinproteasa. La proteína S, que actúa como cofactor de la proteína C activada, se encuentra en el plasma en una fracción libre, que es la activa, y otra unida al componente del complemento C4b-binding protein. Laproteína C activada limita la producción de trombina mediante la proteólisis de los factores V activado y VIII activado. La proteína C se activa tras la unión de la trombina con la trombomodulina en un complejo activador (fig. 215-4) en el que participa el EPCR. Inhibidor de la vía del factor tisular El tissue factor pathway inhibitor (TFPI) es una proteína endotelial que inhibe el factor VII activado. Sus valores plasmáticos se incrementan tras la administración de heparina por la liberación del reservorio intracelular. El TFPI inhibe el factor X activado y, después, el complejo TFPI-factor X activado inhibe el complejo VII activado-factor tisular al formar un complejo cuaternario. Fibrinólisis La fibrinólisis destruye la fibrina formada durante la coagulación. Se produce fundamentalmente por la plasmina, una serinproteasa formada a partir del plasminógeno. La plasmina digiere también el fibrinógeno y los factores VIII y V. Existen activadores e inhibidores de la fibrinólisis (v. fig. 215-3). La activación del plasminógeno a plas- mina se puede producir por una vía intrínseca, iniciada por el factor XII de la coagulación, o por otra extrínseca, mediante el t-PA, liberado por las células endoteliales, que es el principal activador fisiológico. La actividad del t-PA aumenta notablemente al unirse a la fibrina, por lo que actúa mucho localmente, pero con poco efecto sobre el fibrinógeno circulante. La UK procede de la activación de la prourocinasa mediada, sobre todo, por la calicreína, lo que requiere la acción de un receptor específico de superficie celular. La UK es el activador fisiológico de la fibrinólisis, siendo especialmente relevante en los conductos excretores del organismo, principalmente en el sistema urinario. Entre los inhibidores de la fibrinólisis se encuentran los inhibidores de la plasmina, los inhibidores del t-PA y el inhibidor de la fibrinólisis activable por la trombina o TAFI (thrombin activatable fibrinolysis inhibitor). Los inhibidores de la plasmina son la antiplasmina, que neutraliza la plasmina de forma rápida para formar complejos inactivos plasmina-antiplasmina, y la α2-macroglobulina, que es un inhibidor más lento. De los inhibidores del t-PA destaca el PAI-1 o inhibidor del t-PA de tipo 1, que forma un complejo inactivo con el t-PA. Otro inhibidor del t-PA, el PAI-2, se incrementa notablemente en la ges- tación. El TAFI es una carboxipeptidasa que inhibe la activación del plasminógeno mediada por la fibrina. El TAFI se activa por el com- plejo trombina-trombomodulina en presencia de concentraciones relativamente elevadas de trombina. La formación de fibrina promueve la absorción en la malla formada del plasminógeno y del t-PA y, en consecuencia, facilita la formación Figura - Inhibición de los factores V y VIII activados por la proteína C. La proteína C se activa por la trombina en presencia de la trombomodulina y del receptor endotelial de la proteína C (EPCR). La proteína S actúa como cofactor de la proteólisis de los factores Va y VIIIa por la proteína C. →: activación; ⇢: inhibición. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org CAPÍTULO 215 Enfermedades de la hemostasia © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N X IV 1709 local de plasmina. La plasmina produce cuatro fragmentos de la fibrina: X, Y, D y E. Cuando la plasmina actúa sobre fibrina estabilizada por el factor XIII se produce un neoantígeno conocido como dímero D, compuesto por dos fragmentos D unidos covalentemente. Exploración de la hemostasia Anamnesis La anamnesis es esencial en el diagnóstico de las alteraciones hemorrági- cas y trombóticas. La historia familiar sugiere si el proceso es hereditario o adquirido y si la herencia puede ser ligada al sexo o autosómica. Debe interrogarse con detalle sobre el tipo, la intensidad, la duración, la frecuencia y la forma de comienzo de las hemorragias. Asimismo, debe evaluarse la ingesta de fármacos, en especial anticoagulantes o antiagregantes, y su relación con el sangrado. Exploración física Cabe distinguir entre la púrpura y los hematomas. La púrpura desig- na hemorragias en la piel y las mucosas, que pueden ser petequias o equimosis. Las petequias son pequeñas manchas hemorrágicas de pocos milímetros de tamaño y las equimosis son manchas subcutáneas, violáceas, con extravasación sanguínea moderada. Los hematomas son colecciones de sangre que infiltran el tejido subcutáneo o las masas musculares. Examen de la hemostasia Pruebas de orientación Tiempo de hemorragia Actualmente se emplea muy poco. El método que se ha empleado más es el de Ivy. El tiempo de hemorragia normal es inferior a 10 min. Es sensible al número y la función de las plaquetas y se prolonga en las trombocitopenias y las trombocitopatías y, a veces, en la enfermedad de von Willebrand. Recuento de plaquetas El recuento de plaquetas se realiza en autoanalizadores hematológi- cos que pueden estar basados su detección óptica o por impedancia. Algunos recuentos bajos no son reales, como los que se dan en la seudotrombocitopenia por EDTA, en la que en presencia de este anticoagulante las plaquetas pueden aglutinarse entre sí o con los leucocitos. Asimismo, en las enfermedades con plaquetas grandes la cifra de plaquetas detectada puede ser inferior a la real. La cifra normal de plaquetas es de 125-300 × 109/L. Tiempo de coagulación en tubo Es el tiempo que tarda en coagularse una muestra de sangre colocada en el tubo de hemólisis. Evalúa globalmente la coagulación, pero tiene poca sensibilidad. Tiempo de recalcificación o tiempo de Howell Consiste en determinar el tiempo de coagulación del plasma obtenido en citrato al añadirle Ca2+. Su significado es semejante al del tiempo de coagulación de sangre total, pero es más sensible. Tiempo de tromboplastina parcial activado (TTPA) o tiempo de cefalina Consiste en medir el tiempo que tarda en coagular el plasma obte- nido en citrato al añadirle Ca2+, fosfolípidos y un activador de la vía intrínseca. Mide de forma específica la actividad global de los factores de las vías intrínseca y común. Es especialmente sensible para detectar deficiencias de los factores VIII y IX y el efecto de la heparina. Tiempo de protrombina o tiempo de Quick Consiste en la determinación del tiempo de coagulación del plasma citratado, en presencia de un exceso de factor tisular (o tromboplas- tina) y Ca2+. Mide los factores de las vías extrínseca y común. El origen biológico de las diferentes tromboplastinas empleadas (recombinante, humano, de conejo o bovino) modifica la sensibilidad de la prueba. El tiempo de protrombina es la prueba que se emplea, expresada como Razón Internacional Normalizada (INR), en el control del tratamiento con cumarínicos. El INR está calibrado para la medición del efecto específico de los cumarínicos, por lo que no debe emplearse para valorar la coagulación en otras situaciones. Tiempo de trombina Consiste en medir el tiempo que tarda en coagular el plasma anticoagu- lado con citrato tras la adición de una cantidad establecida de trombina. Se prolonga en el déficit cuantitativo o cualitativo del fibrinógeno, en la hiperfibrinólisis y en presencia de anticoagulantes como la heparina. Tiempo de reptilasa Esta prueba es similar al tiempo de trombina, pero emplea un veneno de serpiente capaz de fragmentar directamente el fibrinógeno de un modo no influido por la acción de la heparina. Cuantificación de fibrinógeno El contenido de fibrinógeno en el plasma puede cuantificarse de modo coagulométrico con trombina (método de Clauss), por precipitación o por métodos inmunológicos. Numerosos autoanalizadores de coa- gulación dan elfibrinógeno derivado, que se deduce a partir de las características del coágulo formado durante la realización del tiempo de protrombina. El valor del fibrinógeno derivado se puede alterar en presencia de fragmentos de fibrinógeno o fibrina circulantes, como ocurre en la CID o tras el tratamiento con fibrinolíticos. Estudio de la fibrinólisis La fibrinólisis puede evaluarse con la medida de la capacidad del plasma del paciente de destruir la fibrina ya constituida, mediante la prueba de la lisis de las placas de fibrina o la de la lisis de las euglobulinas o prueba de von Kaulla, de escasa especificidad. También puede cuantificarse la fibrinólisis por la identificación de los metabolitos resultantes de la acción de la plasmina, como son los productos de degradación del fibrinógeno (PDF). El valor del dímero D es útil en el diagnóstico de la CID, pero sobre todo como un parámetro con alto valor predictivo negativo en la enfermedad tromboembólica venosa en pacientes de riesgo no elevado. Pruebas específicas Pruebas de agregación plaquetaria Se emplea un método fotométrico basado en las variaciones de la densidad óptica de un plasma rico en plaquetas, en agitación continua, al añadir inductores de la agregación como ADP, colágeno, trombina, ácido araquidónico o epinefrina. La disminución de la densidad óptica indica el incremento de la agregación plaquetaria. Simultáneamente a la agregometría se puede estudiar la liberación de sustancias intra- plaquetarias como serotonina, β-tromboglobulina o TXA2. Se han introducido sistemas automatizados como el PFA (Platelet Function Analyzer) que miden la función plaquetaria en sangre total anticoagulada con citrato al pasar a través de una abertura practicada en una membrana de composición conocida a la que las plaquetas se adhieren y la ocluyen. Valoración de los activadores y de los inhibidores de la coagulación Los distintos componentes de la coagulación y sus inhibidores pue- den medirse individualizadamente por métodos coagulométricos, que evalúan la formación del coágulo en una prueba funcional; por métodos cromogénicos, que detectan actividad enzimática con el uso de cromógenos específicos, o por métodos de inmunoanálisis, que determinan la cantidad de sustancia y no su función. La dosificación de la actividad de la mayoría de los factores de la coagulación se realiza por métodos coagulométricos, mediante el empleo del TTPA o el tiempo de protrombina y la comparación de los resultados obtenidos en el plasma problema y en mezclas de este con plasmas deficientes en el factor que se pretende valorar. La actividad del factor XIII se valora con métodos funcionales cromogénicos. La resistencia a la proteína C activada, que evalúa la capacidad de degra- dación del factor Va por la proteína C activada, se determina mediante Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1710 SECCIÓN XIV Hematología métodos coagulométricos o cromogénicos. La actividad funcional del vWF del plasma se detecta por su capacidad para aglutinar plaquetas normales en presencia de ristocetina (actividad cofactor de la ris- tocetina) y en ELISA con Ac específicos. La mayoría de los factores y los inhibidores naturales de la coagulación pueden determinarse con métodos cromogénicos o inmunológicos. La valoración antigénica se realiza por inmunoprecipitación o por ELISA. Mediante inmunoelectroforesis cruzada pueden diagnosticarse también alteraciones cualitativas. La estructura multimérica del vWF se estudia por electroforesis. También se realizan estudios de biología molecular con amplificación de los ácidos nucleicos, como la PCR, para determinar el factor V Leiden, causante de resistencia a la proteína C activada, o la mutación G20210A del gen de la protrombina, en las enfermedades trombóticas, o las mutaciones en los genes corres- pondientes en las hemofilias, las trombocitopatías y algunas formas de enfermedad de von Willebrand. Pruebas específicas de la fibrinólisis Las determinaciones funcionales específicas pueden valorar la actividad de los componentes de la fibrinólisis por medio de sustratos cromogé- nicos. También se puede cuantificar su contenido antigénico. Algunos parámetros se pueden evaluar antes y después de realizar una oclusión venosa estandarizada. Estas pruebas específicas de la fibrinólisis, que permiten identificar ciertos trastornos hemorrágicos y trombóticos relacionados, deben valorarse de forma conjunta. Pruebas globales Se han desarrollado métodos para medir de forma conjunta la coa- gulación, la fibrinólisis o ambas. Los principales son las pruebas de generación de trombina, las de lisis del coágulo y las viscoelásticas. Las pruebas de generación de trombina se basan en un modelo con- trolado en el que se mide de forma seriada la cantidad de trombina formada, usualmente por métodos cromogénicos o fluorogénicos, y se analiza más adelante la curva de la misma a lo largo del tiempo. Con estas pruebas se evalúa de forma global la coagulación plas- mática, incluyendo sus inhibidores, para lo que se añade al plasma trombomodulina. Las mediciones de la lisis del coágulo se basan en la formación artificial de un coágulo y su disolución posterior por la adición de t-PA recombinante, midiendo de forma seriada la densidad óptica por turbidimetría. De este modo, con el análisis de las curvas de densidad óptica frente al tiempo se evalúa globalmente la fibrinólisis. Finalmente, las pruebas viscoelásticas se fundamentan en el cambio de las propiedades viscoelásticas de la sangre durante la formación y la lisis del coágulo. Se realizan a partir de sangre total que se activa in vitro por la vía extrínseca o la intrínseca formándose un coágulo que luego se lisa y se mide la impedancia mecánica. Cuando se forma el coágulo se genera resistencia y cuando se lisa la disminuye. Con estos datos de resistencia se forman unas gráficas para medir conjuntamente coagulación y fibrinólisis basándose en la formación, la fortaleza y la lisis del coágulo. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Chapin JC, Hajjar KA. Fibrinolysis and the control of blood coagulation. Blood Rev 2015;29:17-24. Dahlback B. Blood coagulation and its regulation by anticoagulant pathways: genetic pathogenesis of bleeding and thrombotic diseases. J Intern Med 2005;257:209-23. Furie B, Furie BC. Mechanisms of Thrombus Formation. N Engl J Med 2008;359: 938-49. Lippi G, Franchini M, Guido GC. Diagnostic approach to inherited bleeding disorders. Clin Chem Lab Med 2007;45:2-12. Rivera J, Lozano ML, Navarro-Nunez L, Vicente V. Platelet receptors and sig- naling in the dynamics of thrombus formation. Haematologica 2009;94(5): 700-11. PÚRPURAS ANGIOPÁTICAS J. C. Reverter Calatayud Las alteraciones de la pared vascular, congénitas o adquiridas, pueden ser causa de hemorragias espontáneas o tras ligeros traumatismos. Angiopatías hemorrágicas congénitas Angiopatías hemorrágicas por malformaciones vasculares Telangiectasia hemorrágica hereditaria o enfermedad de Rendu-Osler Es una angiopatía neoformativa autosómica dominante con telangiec- tasias circunscritas que se rompen con facilidad y causan hemorragias locales. Se debe a mutaciones de los genes de la endoglina (END) o de la ALK-1 (ACVRL1) que codifican proteínas señalizadoras para el trans- forming growth factor β. Los pacientes presentan múltiples telangiectasias en piel y mucosas con adelgazamiento de la pared capilar con falta de pericitos y dilataciones de capilares y vénulas. Macroscópicamente son manchas rojo-vinosas en forma de estrella de pocos milímetros a medio centímetro de diámetro que desaparecen al comprimirlas (fig. 215-5). Se localizan de preferencia en cara, manos, lengua, faringe o mucosa oral, nasal o vaginal. Lasextremidades, salvo las manos, suelen estar indemnes. Las localizaciones internas más frecuentes son las mucosas de las vías respiratorias bajas, el estómago y la pelvis renal. Causan hemorragias principalmente nasales, urinarias y, más raramente, digestivas o res- piratorias. En el pulmón hay ocasionalmente aneurismas arteriovenosos que pueden causar poliglobulia hipoxémica. También pueden localizarse en el cerebro y la médula espinal, donde suelen ser asintomáticas y sólo raramente causan ictus hemorrágico. Las epistaxis reiteradas pueden atrofiar la mucosa nasal y provocar perforaciones del tabique nasal. Si las hemorragias son reiteradas, puede haber anemia ferropénica. El diagnós- tico diferencial se hace con las arañas vasculares de la cirrosis hepática. En estas puede observarse pulsación, dado que la alteración es arteriolar. Aparecen ya en la infancia, pero con la edad las telangiectasias suelen aumentar en número y las hemorragias son más frecuentes. Las medidas terapéuticas son sintomáticas. La hemorragia suele parar con compresión local. Las telangiectasias que causan hemorragia copiosa pueden requerir cauterización o incluso cirugía. Para el caso de sangrados abundantes también se ha intentado antifibrinolíticos (ácido tranexámico), antiangiogénicos (bevacizumab), tratamientos hormonales (raloxifeno) o vasculotrópicos (etamsilato). Las grandes lesiones pulmonares pueden requerir embolectomía. Asimismo, debe tratarse la anemia ferropénica, si la hay. Angioqueratoma corporis diffusum o enfermedad de Fabry Es de herencia ligada al cromosoma X y se debe a déficit de α-galac- tosidasa A lisosomal de los fibroblastos cutáneos que cataboliza los glucoesfingolípidos. Afecta a los varones y, con penetrancia parcial, a las mujeres heterocigotas. Consiste en telangiectasias en racimos localizadas en boca, abdomen, caderas, muslos, escroto y codos, cuya rotura causa hemorragias. Se pueden asociar a angioqueratomas cutá- neos, trastornos vasomotores de los miembros inferiores, opacidad corneal, varicosidades en la conjuntiva, miocardiopatía hipertrófica, dolor neuropático y oclusión de pequeños vasos en cerebro, corazón Figura - Telangiectasias en la lengua típicas de la enfermedad de Rendu-Osler. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org CAPÍTULO 215 Enfermedades de la hemostasia © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N X IV 1711 o riñón por depósito de globotriaosilceramida. El tratamiento de las hemorragias es sintomático. Si hay manifestaciones sistémicas graves, puede intentarse terapia enzimática sustitutiva (agalsidasa α o β) o trasplante de riñón en caso de insuficiencia renal. Hemorragias por alteración del tejido conectivo Síndrome de Ehlers-Danlos Son displasias mesenquimatosas congénitas del tejido elástico de heren- cia autosómica dominante. Se deben a defectos del colágeno I, III o V, de enzimas relacionadas con su maduración o de la proteína matricial tenascina X. Usualmente es autonómica dominante, pero se ha descrito alguna forma autosómica recesiva o recesiva ligada al cromosoma X. Se clasifican en subtipos de base clínica y genética. Causa hemorragias por fragilidad de los vasos subcutáneos y puede asociarse a alteraciones del funcionalismo plaquetario. Típicamente se observa hiperelasticidad cutánea e hiperlaxitud ligamentosa con hiperextensibilidad articular. La piel es atrófica y de aspecto papiráceo y pueden existir seudotumores sobre las prominencias óseas y nódulos móviles subcutáneos fibroma- tosos. En el subtipo vascular puede aparecer disección de arterias de mediano o gran tamaño. Síndrome de Marfan Es una alteración primaria autosómica dominante del tejido conectivo por defecto de la fibrilina 1 que causa un exceso de efecto del trans- forming growth factor β. Es de herencia autosómica dominante con penetrancia variable. Se producen hemorragias tras traumatismos mínimos o en intervenciones quirúrgicas. Puede cursar con dolicoce- falia, aracnodactilia, hiperextensibilidad de las articulaciones, dolicos- tenomelia, tórax excavado o en quilla, pie cavo o plano y escoliosis. También pueden aparecer ectopia o luxación del cristalino, dilatación de las arterias aorta o pulmonares, aneurisma disecante de aorta y alteraciones de la válvula mitral. El tratamiento de las hemorragias es sintomático. Pueden requerir cirugía por los problemas de la lesión aórtica. Seudoxantoma elástico Se debe a que las fibras elásticas de la piel y la túnica media arterial son anormales por alteración de las proteínas de la subfamilia C de la ATP-binding cassette transporter. En el 80% de los casos se encuentran mutaciones en el gen ABCC6. Se produce la calcificación y fragmen- tación de las fibras elásticas de la piel, los ojos y el sistema cardiovas- cular. La transmisión es generalmente autosómica dominante con penetrancia variable. Los pacientes presentan telangiectasias cutáneas y ocasionalmente en fondo de ojo. Las hemorragias en piel, ojos, cerebro, tubo digestivo o útero son espontáneas o tras traumatismos mínimos. Suelen empeorar con la edad o en las gestaciones y pueden asociarse a alteraciones del funcionalismo plaquetario. La piel es laxa con telangiectasias y seudoxantomas cutáneos. Puede causar arterio- patía obliterante, arteriosclerosis acelerada, hipertensión arterial, angor pectoris o trombosis. Cuando se asocia con estrías angioides en el fondo de ojo, puede provocar alteración de la visión. El tratamiento de las hemorragias es sintomático. Osteogénesis imperfecta Es una enfermedad autosómica dominante debida a alteración de la síntesis de las cadenas A1 o A2 del colágeno de tipo I. La mayoría de pacientes tienen mutaciones en uno de los dos genes COL1A1 o COL1A2. Afecta al tejido óseo, aunque también pueden presentarse púrpura cutánea, epistaxis, hemoptisis y hemorragias cerebrales. Pue- den observarse también escleróticas azules, fracturas óseas desde la infancia, anomalías dentarias, sordera, piernas cortas, cifoescoliosis o deformidades vertebrales. Puede cursar con alteraciones del funcionalis- mo plaquetario. El tratamiento de las hemorragias es sintomático. Angiopatías hemorrágicas adquiridas Son un conjunto heterogéneo de procesos causados por afección inmu- nológica de la pared vascular, por lesiones mecánicas, por afección del tejido de soporte o de causa idiopática. Púrpuras vasculares de origen inmune Enfermedad de Schönlein-Henoch, púrpura anafilactoide o púrpura alérgica Se debe a alteraciones inflamatorias difusas del sistema capilar con afec- ción del endotelio. Se desencadena por infecciones (como estreptococos del grupo A, micobacterias o virus), fármacos (como antihistamínicos, antibióticos, sulfamidas, barbitúricos o quinina), alimentos o inyecciones de suero. Hay formas idiopáticas. Es más frecuente en varones. En la biopsia cutánea se observa una vasculitis leucocitoclástica con depósi- tos de IgA, IgM y C. Las lesiones son fundamentalmente capilares. El comienzo suele ser brusco, con malestar general y fiebre moderada, y luego aparecen las manifestaciones cutáneas, abdominales, articulares y renales. La clínica cutánea consiste en una púrpura palpable o en petequias. La enfermedad cursa a brotes. Se observan lesiones lenticulares que evolucionan a papulares y se acompañan de elementos urticariformes o en forma de eritema circunscrito. Las manchas purpúricas pueden aparecer en el centro de los elementos papulosos rodeadas por un halo inflamatorio pálido. Las petequias y las equimosis son menos frecuentes. Las lesiones predominan en extremidades, en particular las inferiores, nalgas, tronco y, a veces, cara. La afección abdominal, frecuenteen niños, consiste en colitis mucosanguinolenta, dolorosa y con tenesmo. Puede aparecer epistaxis por afección de la mucosa nasal. Las artralgias suelen ser simultáneas a la púrpura, se acompañan de tumefacción y afectan con preferencia a las grandes articulaciones, aunque también pueden afectar a las interfalángicas. La afección renal aparece en el 40% de los casos, más frecuentemente en adultos, generalmente de forma tardía en el primer brote de la enfermedad con hematuria, a menudo microscópica, y proteinuria. Puede causar insuficiencia renal rápidamente progresiva. Se diferencia de las púrpuras trombocitopénicas por la cifra de plaquetas. La forma abdominal aislada puede confundirse con otras causas de abdomen agudo. Normalmente, la enfermedad es autolimitada. Puede adminis- trarse prednisona (1 mg/kg de peso al día), pero los glucocorticoides no previenen las recidivas. El pronóstico es bueno, aunque la afección renal puede evolucionar a insuficiencia renal crónica. Púrpuras secundarias a medicamentos Numerosos fármacos pueden actuar como haptenos y, en consecuencia, lesionar los vasos y producir púrpura cutánea. Se debe a vasculitis por hipersensibilidad que frecuentemente se presenta con eosinofilia. Generalmente no reviste gravedad. La suspensión del medicamento responsable suele bastar para su resolución. Sólo excepcionalmente requiere glucocorticoides. Púrpura hiperglobulinémica de Waldenström Este síndrome asocia hipergammaglobulinemia y púrpura vascular. Ocurre a cualquier edad y es más frecuente en las mujeres. A veces es secundaria a colagenosis o a hemopatías malignas. Se debe a las IgG con presencia de complejos IgG-anti-IgG. Las lesiones son petequiales e infiltradas y predominan en los miembros inferiores. Evoluciona a brotes y deja una dermatitis ocre. Su tratamiento es sintomático. Crioglobulinemia mixta Se debe a lesión endotelial por complejos inmunes policlonales IgM- anti-IgG. Cursa con una púrpura palpable con petequias en piernas y, raramente, vesículas. Puede asociarse a neoplasias, a enfermedades autoinmunes, o ser idiopática. Púrpuras por alteración del tejido de soporte Escorbuto Se debe a avitaminosis C, lo que causa una alteración de la permeabi- lidad vascular con extravasación de hematíes en la dermis perifolicular sin signos de vasculitis. Sus síntomas son: a) gingivitis hemorrágica, con cianosis en las encías, caída de dientes y gran fetidez oral; b) pe- tequias cutáneas alrededor de los folículos pilosos que se vuelven hiperqueratósicos, con particular aspereza de la piel; c) hematomas subperiósticos, subfasciales o intramusculares, sobre todo en las panto- rrillas, intensamente dolorosos y seguidos de induración esclerótica, y d) anemia hipocrómica y, a veces, trombocitopenia. Se trata con ácido ascórbico 500 mg/día i.v. Se previene con una ingesta normal de vitamina C en la dieta. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1712 SECCIÓN XIV Hematología Púrpura senil de Bateman y púrpura caquéctica Son dos púrpuras similares por alteración del tejido conectivo. Cursan con manchas equimóticas violáceas irregulares en el dorso de manos y brazos. La púrpura senil se da en ancianos y la caquéctica en indi- viduos muy malnutridos o con procesos consuntivos. Las lesiones se atribuyen a fragilidad de la pared vascular por atrofia del tejido conectivo perivascular. Púrpura debida a exceso de glucocorticoides Se da en enfermos tratados con glucocorticoides o en el síndrome de Cushing. Cursa con petequias, sobre todo en zonas de flexión y exten- sión de los miembros superiores e inferiores. Se trata con la supresión de los glucocorticoides, si es posible. Púrpura de la amiloidosis Se debe a la infiltración de los vasos por sustancia amiloide, lo que debilita su pared. Causa estrías longitudinales hemorrágicas en pár- pados, codos y pliegues cutáneos. Pueden aparecer también petequias o equimosis tras traumatismos mínimos. A veces aparecen pápulas, nódulos, placas, bullas o lesiones seudoxantomatosas y macroglosia. En ocasiones se asocia a déficit del factor X de la coagulación debido a su unión a la sustancia amiloide, lo que lo secuestra de la circulación. Sarcoma de Kaposi Esta afección presenta tendencia hemorrágica debido a la proliferación de elementos vasculares malignos. Puede aparecer de forma esporádi- ca, asociado al sida o en pacientes con terapia inmunodepresora. La formación de canales vasculares anómalos causa hemorragias locales con depósitos de hemosiderina y da a los nódulos su color típico rojo vinoso. Las lesiones predominan en las extremidades inferiores. Púrpuras mecánicas Púrpura facticia Son lesiones provocadas deliberadamente. Son lesiones atípicas y usual- mente situadas en zonas accesibles. El tratamiento es el del proceso psiquiátrico de base. Púrpura ortostática y otras púrpuras mecánicas La púrpura ortostática se da en el tercio inferior de las piernas o en otras zonas de decúbito. Los accesos de tos pueden causar en niños y ancianos pequeñas sufusiones en las conjuntivas. No precisan tratamiento. Hematoma digital paroxístico o síndrome de Auerbach Se debe a rotura de una vénula digital. Predomina en las mujeres de edad media o avanzada. De forma espontánea aparece un intenso dolor en un dedo, seguido de un hematoma en el mismo punto que puede acompa- ñarse de vasoespasmo (fenómeno del dedo muerto). En unos 30 min la sufusión hemorrágica difunde y puede llegar a alcanzar toda la mano, con lo que cede el dolor. En unas 2 semanas el hematoma se reabsorbe sin dejar trastornos funcionales. Para su tratamiento sólo se precisa analgesia. Púrpuras idiopáticas Púrpura simple Es una púrpura petequial y, a veces, con hemorragias mucosas que aparece sobre todo en mujeres de piel fina. No precisa tratamiento. Púrpuras idiopáticas pigmentadas Son púrpuras crónicas sin sintomatología asociada. Afectan a los miem- bros inferiores en forma de manchas oscuras por depósito de hemosi- derina, elementos purpúricos y zonas despigmentadas. Estas púrpuras incluyen la dermitis oral o angiodermitis purpúrica y pigmentaria, la dermatitis pigmentaria progresiva de Schamberg, la dermatitis lique- noide purpúrica, la dermatitis por estasis venosa y la púrpura anular telangiectásica de Majocchi. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Dean JC. Marfan syndrome: clinical diagnosis and management. Eur J Hum Gen 2007;15:724-33. Forlino A, Cabral WA, Barnes AM, Marini JC. New perspectives on osteoge- nesis imperfecta. Nat Rev Endocrinol 2011;7:540-57. Kritharis A, Al-Samkari H, Kuter DJ. 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Trombocitopenias centrales Las trombocitopenias centrales se deben a la falta de producción de las plaquetas. Cursan con semivida plaquetaria normal y, habitualmente, reducción o ausencia de megacariocitos en la médula ósea.Se deben a: a) depresión medular por infecciones (como rubéola congénita e infecciones víricas), tóxicos, medicamentos o exposición a radiaciones; b) invasión de la médula por células anormales (leucemias, metás- tasis), y c) insuficiencias medulares globales o selectivas de la serie megacariocítica (v. cap. 204, Insuficiencias medulares). Existen trombocitopenias centrales con presencia de megacariocitos (v. cuadro 215-1). Son entidades poco frecuentes como las que apa- recen en la anemia perniciosa, los síndromes de Wiskott-Aldrich y de Bernard-Soulier, la macrotrombocitopenia estructural (caracterizada por trombocitopenia moderada, aumento de las IgG adheridas a la superficie de las plaquetas e incremento moderado del volumen pla- quetario), el síndrome velocardiofacial (macrotrombocitopenia, paladar hendido, anomalías cardíacas, facies típica y dificultad de aprendizaje), las trombocitopenias producidas por el alcohol, el déficit de trombo- poyetina, el síndrome de Jacobsen (trombocitopenia, discapacidad intelectual y anomalías cardíacas y faciales), las trombocitopenias ligadas al cromosoma X con diseritropoyesis, el síndrome de Montreal (macrotrombocitopenia, tiempo de hemorragia alargado y agregación espontánea in vitro de las plaquetas), el síndrome de Alport (macro- trombocitopenia, nefritis e hipoacusia hereditaria) o las enfermedades relacionadas con el gen MYH9. Estas últimas son un grupo de entida- des de herencia autosómica dominante debidas a mutaciones en el gen MYH9 que codifica la cadena pesada de la miosina no muscular IIA. Comprenden la anomalía de May-Hegglin (plaquetas gigantes e inclu- siones basófilas en los granulocitos), el síndrome de Fechtner (plaquetas gigantes con elevada densidad de organelas y sistema de microtúbulos desorganizado, sordera, catarata y alteraciones renales), el síndrome de Sebastian (plaquetas gigantes e inclusiones leucocitarias) y el síndrome de Epstein (plaquetas gigantes, sordera, catarata y alteraciones renales). Trombocitopenias periféricas Concepto Se deben a la desaparición de las plaquetas una vez están en la circu- lación periférica. Cursan con megacariocitos normales o aumentados en la médula ósea y semivida plaquetaria acortada. Pueden deberse a causa inmunológica o a hiperconsumo, que ocurre principalmente en sepsis, hiperesplenismo, microangiopatías, asociadas con hemangiomas cavernosos (síndrome de Kasabach-Merritt), en la CID, hemorragias graves y procedimientos capaces de consumir plaquetas, como la cir- culación extracorpórea y la hemodiálisis. Las trombocitopenias de causa inmune, agudas o crónicas, presen- tan un aumento de Ig adheridas sobre la superficie plaquetaria. Las trombocitopenias agudas inmunes suelen ser secundarias a infecciones o ingesta de medicamentos, mientras que las trombocitopenias cró- nicas se asocian a enfermedades como el LES, las inmunodeficiencias Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org CAPÍTULO 215 Enfermedades de la hemostasia © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N X IV 1713 adquiridas, la leucemia linfática crónica o la sarcoidosis, aunque con mayor frecuencia son idiopáticas. Cuadro clínico Presentan clínicamente púrpura petequial o equimótica, epistaxis, gingivorragias y metrorragias. Con menos frecuencia aparecen hemo- rragias retinianas, del humor vítreo y de las meninges. La hematuria y las hemorragias digestivas son poco frecuentes. Exploraciones complementarias La médula ósea permite distinguir entre formas megacariocíticas y formas amegacariocíticas. La dosificación de las Ig adheridas a la superficie de las plaquetas puede confirmar el origen inmunológico de la trombocitopenia. Tratamiento Glucocorticoides Por su supuesto efecto sobre el endotelio vascular se ha utilizado pred- nisona (0,25 mg/kg de peso al día o dosis aún menores). La adminis- tración a días alternos es eficaz y disminuye la inhibición sobre las glándulas suprarrenales. Antifibrinolíticos sintéticos Se emplea el ácido tranexámico. Puede administrarse p.o. (15-20 mg/ kg cada 8 h) o i.v. Su efecto en las trombocitopenias se ha atribuido a la corrección de la hiperfibrinólisis local. Transfusión de plaquetas La transfusión de plaquetas puede usarse en las trombocitopenias graves para yugular las hemorragias como un recurso de urgencia o como profilaxis del sangrado. Es útil en las formas amegacariocíticas y de eficacia cuestionable en las formas periféricas. Inmunodepresores En las formas inmunes se han usado fármacos inmunodepresores como la azatioprina, la 6-mercaptopurina o la ciclofosfamida, en general con resultados pobres. La vincristina puede permitir incrementos transitorios del recuento plaquetario. Inmunoglobulinas en dosis elevadas En las trombocitopenias inmunes se usan por vía i.v. en los brotes hemorrágicos graves que no responden a otras terapéuticas. Su efecto suele ser breve. Agentes con actividad trombopoyética Los agonistas de la Tpo pueden incrementar el recuento plaquetario. El romiplostim se administra por vía s.c. y eltrombopag p.o. Con ellos se logra obtener una alta tasa de respuestas. Hay que saber, no obs- tante, que se pueden asociar a eventos trombóticos especialmente en el inicio del tratamiento. Trombocitopenias inmunológicas agudas Son secundarias a infecciones o fármacos, al paso transplacentario de Ac antiplaquetarios (trombocitopenias neonatales) o a sensi- bilización transfusional. Las secundarias a infecciones ocurren en general en niños tras un proceso vírico o recibir vacunas. Aparecen 1-2 semanas después de la infección y la recuperación aparece en más del 50% de los casos en 4 a 6 semanas y en más del 90% entre 3 y 6 meses. En las asociadas a fármacos, los implicados con mayor frecuencia se recogen en el cuadro 215-2. Debe suprimirse • CUADRO 215-1 Clasificación de las trombocitopenias Centrales Amegacariocíticas Depresión medular Tóxicos profesionales Medicamentos Sustancias radiactivas Infecciones Invasión medular Leucemias Cáncer metastásico Insuficiencia medular Aplasia Hipoplasia Mielofibrosis Síndrome de Fanconi Trombocitopenia idiopática Trombocitopenia cíclica Trombocitopenia hereditaria Trombocitopenia amegacariocítica con malformaciones congénitas Megacariocíticas Anemia perniciosa Síndrome de Wiskott-Aldrich Síndrome de Bernard-Soulier Macrotrombocitopenia estructural Síndrome velocardiofacial Producidas por el alcohol Déficit de trombopoyetina Síndrome de Jacobsen Síndrome de Montreal Síndrome de Alport Enfermedades relacionadas con el gen MYH9 Anomalía de May-Hegglin Síndrome de Flechtner Síndrome de Sebastian Síndrome de Epstein Periféricas Inmunológicas Agudas Secundarias a enfermedades víricas Secundarias a fármacos (v. cuadro 215-2) Neonatales Isosensibilización transfusional Crónicas Secundarias LES Síndromes linfoproliferativos Infección por el HIV Cirrosis hepática Hipertiroidismo Sarcoidosis TPH (EICR) Hemoglobinuria paroxística nocturna Idiopática (enfermedad de Werlhof) Hiperconsumo Sepsis Hiperesplenismo Síndromes trombóticos microangiopáticos Púrpura trombótica trombocitopénica Síndrome urémico-hemolítico Hemangiomas cavernosos Síndrome HELLP CID Hemorragia intensa Circulación extracorpórea Hemodiálisis CID: coagulación intravascular diseminada; HELLP: del inglés Hemolysis, Elevated Liver enzymes and Low Platelets; HIV: virus de la inmunodeficiencia humana; LES: lupus eritematoso sistémico. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.https://booksmedicos.org 1714 SECCIÓN XIV Hematología el medicamento responsable e iniciar glucocorticoides (1 mg/kg de peso al día de prednisona) y normalmente la cifra de plaquetas se normaliza rápidamente. Trombocitopenia secundaria a heparina Esta es una forma peculiar de trombocitopenia que difiere de la inducida por otros fármacos en que no cursa con sangrado, sino que se puede acompañar de trombosis graves. Se produce por agregación plaquetaria dependiente de la heparina, que actúa como hapteno del factor plaquetario 4 y supone una complicación grave que suele aparecer después de 5 días o más de tratamiento con heparina o en una segunda exposición al medicamento. Es más frecuente con heparina no fraccionada que con las de bajo peso molecular. Debe considerarse su aparición en pacientes que reciben heparina si el recuento plaquetario disminuye un 50% o más. Debe mantenerse un alto grado de sospecha de esta complicación siempre que se administre heparina y suspender la heparina de inmediato. Se trata continuando la anticoagulación con argatrobán, danaparoide o lepirudina, pero no con cumarínicos. También se ha empleado fondaparinux. Trombocitopenias neonatales Estas trombocitopenias ocurren por transferencia al feto por vía pla- centaria los auto-Ac antiplaquetarios maternos y en la incompatibilidad plaquetaria maternofetal (púrpura neonatal isoinmune). El tratamiento de elección del sangrado grave es la exanguinotransfusión. La curación es espontánea en la primera quincena de vida sin secuelas ni recaídas. Se puede tratar a la madre con glucocorticoides en las últimas 2 sema- nas del embarazo (10-20 mg/día) si la trombocitopenia es inferior a 80 × 109/L. Trombocitopenia por isosensibilización transfusional Ocurre a los 5-8 días de una transfusión de sangre total. Suele ocurrir en enfermos cuyas plaquetas carecen del antígeno PLA1. Sólo sobreviene cuando el plasma del donante contiene PLA1 soluble. La administración de plaquetas es ineficaz. El recambio plasmático puede ser útil. Trombocitopenias inmunológicas crónicas Hay formas secundarias e idiopáticas. Las secundarias pueden ser asociarse a LES, síndromes linfoproliferativos (en especial a la leucemia linfática crónica), cirrosis hepática, hipertiroidismo, sarcoidosis, infec- ción por el HIV, hemoglobinuria paroxística nocturna o enfermedad del injerto contra el huésped. En ocasiones se observan bicitopenias inmunes asociadas a anemia hemolítica (síndrome de Evans) o a neutropenia. Púrpura trombocitopénica asociada a LES Ocurre en el 10%-15% de los casos y puede ser la única manifestación de LES. Aparece con alta incidencia familiar y se asocia al antígeno DRW2 del sistema HLA. Trombocitopenia asociada a la infección por el HIV En esta entidad hay inmunocomplejos circulantes elevados y Ac anti- plaquetarios y puede haber signos de hiperesplenismo. Puede preceder a las otras manifestaciones clínicas. Púrpura trombocitopénica idiopática o enfermedad de Werlhof Concepto La púrpura trombocitopénica idiopática (PTI) se define por exclusión como una trombocitopenia aislada, con número normal o aumentado de megacariocitos en médula ósea, sin otra enfermedad subyacente, no atribuible a infección vírica o bacteriana ni a la acción de tóxicos químicos o medicamentosos. Su patogenia radica en la eliminación prematura de las plaquetas cubiertas de auto-Ac por las células del SMF. El principal lugar de eliminación de las plaquetas es el bazo, pero el hígado y la médula ósea pueden contribuir significativamente. Hay una buena relación entre la cantidad de IgG adherida a la plaqueta y la cifra y vida media plaquetarias. En la PTI los valores de Tpo circulante son normales o algo disminuidos, en contraste con las trombocitopenias amegacariocíticas. Cuadro clínico Se da más en mujeres, con una proporción 3:1, y suele presentar recuentos de plaquetas variables. Cursa en brotes hemorrágicos fun- damentalmente cutáneos, seguidos de períodos de remisión. Por lo general, en los brotes las plaquetas descienden a menos de 50 × 109/L y, a veces, por debajo de 10 × 109/L. A menudo la trombocitopenia es moderada (superior a 50 × 109/L), con escasas o nulas hemorragias. Puede aparecer trombocitopenia intensa sin signos de hemorragia. Diagnóstico La trombocitopenia se acompaña de tiempo de hemorragia prolongado y retracción deficiente del coágulo. Las plaquetas muestran anisocito- sis. Pueden detectarse Ac antiplaquetarios que, cuando aparecen, se evidencian con la medición de las Ig adheridas a la superficie de las plaquetas, preferentemente por ensayos de captura con Ag específicos. Tratamiento Sólo deben tratarse los brotes hemorrágicos, dada la variabilidad espontánea de la cifra de plaquetas y la existencia de trombocitopenias prolongadas sin sangrado. El tratamiento se inicia con glucocorticoides y, si no se consigue respuesta o hay contraindicación para su empleo, hay que recurrir a otras terapias. Para lograr respuestas rápidas en caso de sangrado activo, aunque en general no mantenidas en el tiempo se utiliza la administración i.v. de Ig en dosis elevadas o a la infusión de globulina anti-D. Como segunda línea queda la esplenectomía, aunque cada vez se tiende a retrasar más. La terapéutica inmunodepresora se ha utilizado con resultados escasos ante la ineficacia o contraindicación de las anteriores. Otras terapéuticas como el rituximab o, sobre todo, los agentes análogos de la Tpo (romiplostim o eltrombopag) son a día de hoy una alternativa para los pacientes refractarios a los corticoides. Ningún tratamiento es el óptimo para todos los pacientes. Glucocorticoides. Se inician con dosis altas de prednisona (1,5-2 mg/kg de peso al día) durante 15 días. Hacia la tercera semana de tratamiento se disminuye la medicación poco a poco. En general, la sintomatología hemorrágica cesa o disminuye notablemente, y en el 40%-50% de los casos se corrige la cifra de plaquetas. En los enfermos que no responden no hay que mantenerlos en dosis altas más de 3 semanas para evitar efectos secundarios. Para mantenimiento pueden administrarse dosis bajas de 0,25 mg/kg de peso al día o incluso en días alternos. También pueden administrarse asociados antifibrinolíticos p.o. En un nuevo brote hemorrágico, se puede repetir el tratamiento inicial, pero ante nuevos brotes tras un corto período de remisión debe considerarse al paciente como potencialmente resistente y valorarse otras alternativas. Inmunoglobulinas en dosis elevadas y globulina anti-D. Las Ig i.v. en dosis elevadas (0,4 g/kg de peso y día durante 5 días) pue- den producir incrementos bruscos, aunque a veces transitorios, de la cifra de plaquetas. La respuesta más evidente se observa en enfermos • CUADRO 215-2 Fármacos que más frecuentemente causan trombocitopenia por mecanismo inmune AAS y AINE Ácido valproico Actinomicina α-metildopa Amrinona Arsenicales Bleomicina Cimetidina Cloroquina Clorotiazida Danazol Difenilhidantoína Digitoxina Fenoprofeno Furosemida Heparina Hidroclorotiazida Indometacina Interferón Metamizol Penicilinas Quinidina Quinina Ranitidina Rifampicina Sales de oro Sulfamidas Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org CAPÍTULO 215 Enfermedades de la hemostasia © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N X IV 1715 esplenectomizados y en niños. Se considera un recurso para brotes hemorrágicos graves o como profilaxis en intervenciones quirúrgicas o cuando los glucocorticoides están contraindicados o el paciente es resis- tente a ellos. También se ha utilizado con las mismas indicaciones en los enfermos del grupo Rh(D)-positivo la infusión de globulina anti-D. Su infusión puedecomplicarse con hemólisis, en ocasiones fatal, y fallo renal. Se ha sugerido la terapia intermitente con Ig i.v. en dosis elevadas o con globulina anti-D como tratamiento de mantenimiento de la PTI en espera de alcanzarse una remisión. Esplenectomía. Elimina el lugar de destrucción de las plaquetas. Debe plantearse su realización sólo ante la falta de respuesta a gluco- corticoides y a Ig i.v. en dosis elevadas o ante recidivas hemorrágicas. Se debe señalar el riesgo de infección grave (sepsis fulminante), fun- damentalmente neumocócica, después de la esplenectomía, sobre todo en niños, por lo que esta debe ser excepcional en pacientes menores de 14 años. Es necesario proceder a la vacunación antineumocócica antes de la esplenectomía. Terapia inmunodepresora. En casos resistentes a glucocorticoides y a Ig i.v. puede recurrirse a la quimioterapia inmunodepresora. Se han utilizado la 6-mercaptopurina y la azatioprina, ambas en dosis diaria de 2,5 mg/kg, con las que se logra respuesta en algunos pacientes. También se ha empleado la ciclofosfamida, en dosis de 2-3 mg/kg de peso al día o de 30-60 mg/m2 de superficie corporal, y se observan remisiones en el 30%-40% de los enfermos refractarios, aunque se requieren varios meses de terapéutica. Es necesaria la vigilancia del riesgo de aplasia medular y, en caso de leucopenia acentuada, se debe interrumpir la medicación. La ciclosporina A puede lograr respuestas mantenidas, incluso tras la supresión del fármaco, pero sus efectos secundarios disminuyen sus posibilidades de empleo. El micofenolato de mofetilo en dosis crecientes (de 250 mg a 1.000 mg/día dos veces por semana) puede obtener alguna respuesta transitoria. Mejores resul- tados se han obtenido con rituximab (375 mg/m2 i.v. cada semana durante 4 semanas) cuya respuesta, si se obtiene, aparece entre 1 y 8 semanas después del tratamiento y puede mantenerse incluso durante más de 1 año. Agentes con actividad trombopoyética. Actualmente se dis- pone de fármacos agonistas de la Tpo que pueden incrementar el recuento plaquetario. El romiplostim se administra por vía s.c. (de 1 a 10 µ/kg semanales) y eltrombopag p.o. (de 25 a 75 mg/día). Con ambos fármacos se obtiene un porcentaje importante de respuesta en cuanto al aumento de la cifra de plaquetas, pero con frecuencia esta sólo se mantiene mientras dura el tratamiento. Pueden provocar un incremento de la reticulina en la médula ósea cuya importancia clínica durante y tras el tratamiento no se conoce. Se pueden asociar a eventos trombóticos especialmente en el inicio del tratamiento. Transfusión de plaquetas. Se debe reservar para el tratamiento de sangrado activo con hemorragias graves y no usarse para profilaxis. No suelen lograrse aumentos mantenidos de la cifra de plaquetas, pero puede contribuir a yugular las hemorragias. Puede asociarse a Ig i.v. en dosis elevadas. Otras terapéuticas. El danazol, un inhibidor gonadotrópico administrado p.o., ha conseguido elevaciones de la cifra de plaque- tas en algunos pacientes, por lo que ocasionalmente puede ser útil. La dosis empleada es de 200-400 mg/día y está contraindicado en el embarazo. La vincristina puede lograr aumentos transitorios del recuento plaquetario en algunos pacientes. Experimentalmente tam- bién se han empleado la colquicina y la transfusión de plaquetas cargadas de vimblastina. Asimismo, se han usado en casos aislados, con resultados variables, ácido ascórbico, ciclosporina A, dapsona, inmunoadsorción del plasma en columna de proteína A de estafi- lococo, IFN-α y AcMo antirreceptor Fc. También se ha probado la combinación de ciclofosfamida y prednisona con vincristina y procarbacina o etopósido. En el embarazo debe intentar evitarse el riesgo de hemorragia cere- bral del feto en el parto. Si la paciente no presenta sintomatología hemorrágica o la trombocitopenia es superior a 20 × 109/L, la actitud será expectante. En presencia de clínica hemorrágica o plaquetopenia inferior a 20 × 109/L se pueden emplear glucocorticoides (a ser posible no antes del segundo trimestre de gestación). Puede emplearse en su lugar Ig i.v. en dosis elevadas. Durante las últimas 2 semanas antes del parto se puede administrar prednisona en dosis bajas (20-30 mg/día). Síndromes trombóticos microangiopáticos Púrpura trombótica trombocitopénica y síndrome urémico hemolítico Concepto y cuadro clínico Los síndromes trombóticos microangiopáticos (STM) son entidades clínicas infrecuentes caracterizadas por la existencia de anemia hemolí- tica microangiopática, trombocitopenia periférica, afección renal y, en ocasiones, trastornos neurológicos. En la observación al microscopio de la sangre se detecta esquistocitosis (v. fig. 201-1) que confirma la hemólisis intravascular. Tanto la púrpura trombótica trombocitopénica (PTT) como el síndrome urémico hemolítico (SUH) tienen como mecanismo patogenético básico la formación de trombos plaquetarios en la microcirculación. El SUH se diferencia clínicamente de la PTT por su aparición en pacientes más jóvenes, mayor afección renal y menor afección neurológica. La PTT se asocia a embarazo, enferme- dades autoinmunes (LES), infecciones (HIV) y fármacos (como la mitomicina C, ticlopidina, clopidogrel o quinidina). El SUH puede ser idiopático o secundario a enterocolitis hemorrágicas (principalmente la debida a infección por E. coli O157:H7 por producción de toxinas Shiga), al embarazo o al puerperio, al TPH o a fármacos (como la ciclosporina A, la ticlopidina, la quinina, la mitomicina C o la gemci- tabina). En niños el SUH suele deberse a enterocolitis hemorrágica y evoluciona hacia la resolución. Etiopatogenia La etiopatogenia de los STM se debe a un descenso congénito (en formas crónicas o familiares) o adquirido (por acción de un Ac inhi- bidor) de la metaloproteasa ADAMTS-13, responsable de la rotura de los multímeros de vWF. La disminución de ADAMTS-13 permite que queden en la circulación multímeros de vWF de muy alto peso que son capaces de agregar espontáneamente las plaquetas entre sí. Por su parte, el SUH puede deberse a la disminución congénita o, en alguna ocasión, mediada por Ac, de proteínas reguladoras del complemento como el factor H, aunque también el factor I, el factor B o la proteína cofactor de membrana (MCP). Diagnóstico El diagnóstico de los STM se hace por exclusión ante una anemia hemolítica con esquistocitos y trombocitopenia periférica, con o sin afección neurológica o fiebre o insuficiencia renal, en ausencia de otras entidades que puedan explicar tales hallazgos. El test de Coombs es negativo y las pruebas de coagulación plasmática suelen ser normales. La elevación de la LDH sérica, muy superior a la de la hemólisis autoin- mune, debe alertar sobre la posibilidad de una PTT. Pronóstico El pronóstico de la PTT es grave. La evolución espontánea en el paciente adulto es desfavorable, con mortalidad de más del 80%. Mediante recambios plasmáticos se consiguen supervivencias superiores al 70%. El pronóstico del SUH es mejor, aunque frecuentemente causa insuficiencia renal en los supervivientes y puede recidivar tras el trasplante renal, como sucede habitualmente en las debidas a déficit de factor H o factor I. La insuficiencia renal grave y las alteraciones de la consciencia son signos de pronóstico desfavorable porque dejan lesiones irreversibles. Tratamiento El tratamiento consiste en la instauración temprana de recambios plasmáticos con volúmenes superiores a 50 mL/kg de peso con plas- ma fresco congelado o plasma sobrenadante de crioprecipitado como líquido de sustitución. El recambio ha de ser diario hasta conseguir que la remisión (considerada como ausencia de manifestaciones clínicas de la enfermedad, LDH sérica normal y cifra de plaquetas superior a 100 × 109/L) se mantenga como mínimo durante 48 h. Cuando no sea posible realizar recambios plasmáticos, ha de infundirse el máxi- mo volumen de plasma fresco que pueda tolerar el paciente. Puede asociarsea los recambios plasmáticos tratamiento con prednisona en dosis de 1-2 mg/kg. La terapéutica de rescate debe considerarse ante la ausencia de respuesta o empeoramiento tras varios recambios Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1716 SECCIÓN XIV Hematología plasmáticos, o recidiva inmediata tras suspender el tratamiento. Puede añadirse vincristina (1,4 mg/m2, máximo 2 mg, cada 7 días durante 2-4 dosis) o realizarse la esplenectomía, que tiene una morbimortalidad considerable. La administración de medicación antiplaquetaria en estos pacientes entraña un riesgo elevado de hemorragia. En los casos de SUH debidos a déficit de proteínas reguladoras del complemento, el tratamiento con eculizumab ha dado buenos resultados. Recientemente se ha introducido el caplacizumab, que es un nanoanticuerpo bivalente humanizado producido por Escherichia coli mediante tecnología de DNA recombinante. Actúa sobre el dominio A1 del factor von Wille- brand inhibiendo la interacción entre el vWF y las plaquetas, con lo que impide la adhesión plaquetaria mediada por los multímeros de alto peso molecular del VWF. Se emplea en la PTT junto con recambio plasmático e inmunosupresión para reducir las manifestaciones trom- bóticas que aún pueden producirse al inicio de la terapéutica. Existen formas de STM de curso más indolente, pero que pueden abocar a insuficiencia renal. Aparecen en entidades que pueden causar daño endotelial como es el caso del trasplante de médula ósea. Síndrome HELLP Este síndrome (del inglés Hemolysis, Elevated Liver enzymes and Low Platelets) consiste en hemólisis, elevación de enzimas hepáticas y trom- bocitopenia. Se produce al final de la gestación, con un elevado riesgo de complicaciones fetales y maternas. Se ha relacionado con los STM. Las pacientes pueden presentar hipertensión y proteinuria y cumplir criterios de preeclampsia. El tratamiento es de soporte y el objetivo es intentar finalizar la gestación en cuanto sea posible. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Balduini CL, Iolascon A, Savoia A. Inherited thrombocytopenias: from genes to therapy. Haematologica 2002;87:860-80. Ghanima W, Cooper N, Rodeghiero F, Godeau B, Bussel JB. Thrombopoietin receptor agonists: ten years later. Haematologica 2019;104(6):1112-23. Kunishima S, Saito H. Advances in the understanding of MYH9 disorders. Curr Opin Hematol 2010;17:405-10. Provan D, Stasi R, Newland AC, Blanchette VS, Bolton-Maggs P, Bussel JB, et al. International consensus report on the investigation and management of primary immune thrombocytopenia. Blood 2010;115:168-86. Scully M, Cataland SR, Peyvandi F, Coppo P, Knöbl P, Kremer JA, et al. Capla- cizumab Treatment for Acquired Thrombotic Thrombocytopenic Purpura. N Engl J Med 2019;380:335-46. TROMBOCITOPATÍAS J. C. Reverter Calatayud Trombocitopatías congénitas Se pueden clasificar según la alteración que presentan del funcionalismo plaquetario (cuadro 215-3). Defectos de las glucoproteínas de la membrana plaquetaria Síndrome de Bernard-Soulier Es un trastorno muy infrecuente de herencia autosómica recesiva. Consiste en el déficit del complejo de glucoproteínas Ib-IX-V de la membrana plaquetaria que es el ligando del vWF del subendotelio. Normalmente está afecta la GP Ib, pero se ha observado también afección de las glucoproteínas IX y V. La deficiencia causa un defecto de la adherencia de las plaquetas al subendotelio. Las formas clínicas son variables con epistaxis, gingivorragias y sangrado cutáneo. Pueden presentar sangrados graves tras traumatismos o cirugía. Las plaquetas son de gran tamaño y usualmente su número está disminuido, por lo que a veces se confunde con una púrpura trombocitopénica. El tiempo de hemorragia es prolongado. En la agregometría, las plaquetas no aglutinan en presencia de ristocetina. La agregación plaquetaria inducida por ADP o colágeno es normal. La citometría de flujo muestra el defecto de expresión de las glucoproteínas del complejo Ib-V-IX, que están disminuidas o ausentes. La evaluación por inmunoelectroforesis permite objetivar la ausencia de las glucoproteínas. El tratamiento del sangrado grave puede incluir la transfusión de plaquetas, pero cabe la posibilidad de desarrollar aloanticuerpos. También se ha probado la desmopresina o el factor VII activado recombinante. Seudo-von Willebrand de origen plaquetario Es una rara alteración congénita de la glucoproteína Ib que tiene alte- rada su función de unirse al vWF. Cursa usualmente con hemorragias moderadas. La agregación de las plaquetas en dosis bajas de ristocetina está aumentada de forma similar a lo que sucede en el tipo 2B de la enfermedad de von Willebrand. • CUADRO 215-3 Clasificación de las trombocitopatías Congénitas Defectos de las glucoproteínas de la membrana plaquetaria Síndrome de Bernard-Soulier Seudo-von Willebrand plaquetario Trombastenia de Glanzmann Déficit de glucoproteína Ia-IIa Déficit de glucoproteína IV Déficit de glucoproteína VI Defectos de liberación plaquetaria Disminución del contenido plaquetario de los gránulos densos Síndrome de Hermansky-Pudlak Síndrome de Wiskott-Aldrich Síndrome de Chédiak-Higashi Trombocitopenia familiar con predisposición a neoplasias mieloides Aplasia de radio con trombocitopenia Trombocitopatía asociada a déficit de factor von Willebrand Disminución del contenido de gránulos α Síndrome ARC Síndrome de Quebec Deficiencias de liberación del ácido araquidónico Deficiencias de ciclooxigenasa y de tromboxano-sintetasa Defectos en la movilización del calcio Otros defectos Síndrome de Scott Síndrome de Stormorken Síndrome de Jacobsen o de Paris-Trousseau Déficit del receptor P2Y12 del ADP Defectos no precisados Adquiridas Uremia Hepatopatías Síndromes mieloproliferativos Macroglobulinemia de Waldenström LES Cardiopatías congénitas Leucemia aguda Anemia aplásica Anemia perniciosa Escorbuto Circulación extracorpórea Transfusiones múltiples CID Inducida por medicamentos AAS Indometacina Sulfinpirazona Fenilbutazona Tienopiridinas Penicilinas AAS: ácido acetilsalicílico; ADP: adenosina-5 #-difosfato; ARC: artrogriposis-disfunción renal-colestasis; CID: coagulación intravascular diseminada; LES: lupus eritematoso sistémico. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org CAPÍTULO 215 Enfermedades de la hemostasia © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N X IV 1717 Trombastenia de Glanzmann Es un raro trastorno de herencia autosómica recesiva que afecta a la agregación plaquetaria. Consiste en una deficiencia total o parcial de las glucoproteínas IIb o IIIa plaquetarias, o bien un defecto funcio- nal en alguna de ellas con cantidades normales de glucoproteínas. El complejo glucoproteico IIb-IIIa alterado no se une correctamente al fibrinógeno, lo que es imprescindible para la agregación normal. Si el fibrinógeno intraplaquetario es muy bajo, se considera de tipo I y, si es normal, es de tipo II. Aunque hay mucha variabilidad, las hemorragias suelen ser graves y se inician en la infancia. Consisten en hemorragias mucocutáneas, en forma de púrpura, epistaxis, meno- rragias o hemorragias posparto. La hemorragia gastrointestinal es menos frecuente y las hemartrosis son raras. El tiempo de hemorragia está prolongado, la retracción del coágulo alterada y hay ausencia o disminución de la agregación inducida con ADP, ácido araquidónico, adrenalina, colágeno y trombina, pero con agregación con ristocetina normal. El tiempo
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