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Oligodendroglia Microglia Astrocito Figura 7-1. Diferentes células que forman la neuroglia. dentes, que son las que conducen los impulsos desde todos los receptores del cuerpo humano hacia la médula espinal y el encéfalo; 2) motoneuronas, eferentes o descendentes, que son las que conducen el impulso en dirección contraria, desde el encéfalo a la médula y desde ésta a los músculos y glándulas; y 3) interneuronas, centrales o de asociación, que conducen los impulsos entre las motoneuronas y las neuronas sensitivas. 7.1.4. Nervios Están formados por fibras nerviosas que se mantienen unidas por tejido conjuntivo. De dentro afuera encontramos: el axón, rodeado por tejido conjuntivo, formando el endo- neuro. La unión de varios axones con su endoneuro que conducen los impulsos en una misma dirección (ascendente o descendente) forma los fascículos o haces. Éstos, a su vez, están rodeados por otra capa de tejido conjuntivo, el perineuro. Finalmente, los diferentes fascículos están in- cluidos en el epineuro, que da envoltura a todo el nervio (Fig. 7-4). La mayoría de las fibras nerviosas poseen una vaina de mielina, de color blanco, y forman la sustancia blanca del SNP. 7.2. IMPULSOS, CONDUCCIÓN Y ARCOS REFLEJOS 7.2.1. Fisiología del impulso y su conducción La principal función de las neuronas es conducir los impulsos hacia cualquier lugar del organismo y tener todo el cuerpo intercomunicado. Los cambios que se puedan produ- cir en el organismo, tanto externos como internos, serán detectados, conducidos e integrados en el SNC y éste dará un tipo de respuesta adecuada, encaminada a mantener la homeostasis. Todo este proceso se explica, a partir de la formación de los impulsos y de su transmisión, por las diferentes neuronas que forman las estructuras del sistema nervioso. El impulso nervioso se define como una onda de auto- propagación y de negatividad eléctrica que viaja a través de la superficie de la membrana plasmática de la neurona. Para que se inicie será necesario un estímulo, capaz de desenca- denar unos cambios en la superficie de la membrana plas- mática de la neurona, que provoque la entrada y salida de iones de su interior, además de cambios eléctricos. Estos cambios se pueden medir con un voltímetro, demostrándose que su carga eléctrica es negativa. Una vez generados, se van propagando a lo largo de todo el axón. Para entender todo este proceso conviene explicar los siguientes conceptos fisiológicos. Estado de reposo o membrana polarizada. Cuando la membrana de una neurona está en reposo (sin conducir impulsos), se puede observar que su superficie externa tiene una carga eléctrica diferente de la que tiene la superficie interna. En el interior hay cargas negativas y en el exterior, cargas positivas (Fig. 7-5). Esta diferencia se debe a la diferente concentración de iones fuera y dentro de la célula. Dado que existe una mayor concentración de iones de sodio extracelular que intracelular y que se difunden más iones de potasio hacia el exterior de la célula que iones de sodio hacia su interior, hay un minúsculo exceso de iones negati- vos en el interior de la célula y un pequeño exceso de iones positivos fuera de ella. Esta diferencia de cargas da lugar a la llamada diferencia de potencial, que en física es la desigualdad de cargas eléctricas que hay entre dos superficies. Esta diferencia se Parte II. Sistemas de relación 161
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